11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 29 de agosto de 2010

"Se busca" (2008).


-- "Wanted". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Timur Bekmambetov.
-- Actuación: James McAvoy, Morgan Freeman, Angelina Jolie, Terence Stamp, Thomas Kretschmann, Common, Kristen Hager, Marc Warren, David O'Hara, Konstantin Khabenskiy, Dato Bakhtadze, Chris Pratt, Lorna Scott, Sophiya Haque, Brian Caspe.
-- Guión: Michael Brandt, Derek Haas y Chris Morgan, sobre una historia de los dos primeros, basados en el cómic de Mark Millar y J.G. Jones.
-- Banda Sonora: Danny Elfman.

-- "Se busca" en IMDb.
-- "Se busca" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mi vida apesta. Mi jefa es una cabrona comerrosquillas de cuidado que me chulea para superar sus propias trancas personales, mi mejor amigo (el del cubículo del lado, porque no me da para más) se tira a mi novia sobre una mesa que me compré en una barata de ocasión (porque el sueldo no me da para más), y si busco mi nombre en Google aparezco con exactamente cero menciones, y eso que mi nombre no es el colmo de lo rebuscado. De pronto, en un supermercado cualquiera, aparece Angelina Jolie, y mientras me la quedo mirando emboMbado, un tiroteo sucede alrededor. Todo esto que les estoy contando, viene condimentado con mi eterno mariconeo de "soy un patético gusano, un parásito emocional buscando atención y cariño como una vagina ambulante, baby" en voz en off, por cierto. El caso es que después de eso me dicen que puedo cambiar todo lo que tengo por una vida en una sociedad secreta de superasesinos liderados por... ¿el negrito simpático que se parece a Nelson Mandela? ¡Oh, no! ¡Esta sociedad está liderada por...! ¡¡¡EL TELAR DEL DESTINO!!! ¡¡¡TEJE TU DESTINO DE MISTERIO Y TERROR, BUAAAAAÁ!!! (Va en serio, el que manda en todo el cotarro es un p*** telar). Así es que ahora cambiaré mi vida, le daré un chute de adrenalina que acelere mi corazón hasta las 400 RPM (por alguna razón clínica, semejante taquicardia no me mata), y me transformaré en un asesino. Y trataré de meterme en los pantalones de Angelina Jolie si es que se puede. O al menos verla en bolas en alguna escena de desnudo gratuito... y viene... y viene... y viene... ¡sí, ahí está la escena de desnudo gratuito! ¡¡¡YUPIIIIII...!!! (¿por qué otra razón el púbico iba a ver... bueno... esto?).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Durante los 2000s, el negocio de la adaptación de cómics al cine va viento en popa. Después de todo, las historietas son caras de producir, el arroz necesario para alimentar a esos entintadores coreanos engrilletados a la pata de la silla no crece en los árboles, y los fanáticos no son tantos como para tener los retornos brutales a los que están acostumbrados esas chulas megacorporaciones (no me vengan con cagadas ésas de que DC y Marvel con los modernos storytellers y guardianes del folclor y toda esa mierda, que al final del día esto se trata de obtener dólar y cincuenta por cada dólar gastado, y si podemos hacer el franchishing de nuestros personajes para hacer pasteles eróticos de despedidas de soltero y que se vendan, pues se franquicia, joer). ¿Cómo estirar la vida útil de una historieta y hacerla llegar a más púbico del que la hubiera leído en primer lugar? Pues se adapta al cine, que muchos estimados como vuestro seguro servidor el General Gato se la traga así en vez de ir a comprarse esos bonitos y caros tomos que hacen bulto en la biblioteca y ni siquiera se pueden lucir ante los amigos, salvo que sean tan chafaos como tú (o sea, que tampoco follen, porque aunque no lo crean, si eres comentarista de cine, algo cae). Que el contenido final tenga algo que ver con su material de origen es una pura formalidad, si lo que importa es que tenga bien visible el nombre de la franquicia y se muestre en grandes cartelones aquello de "basado en...", al final del día. "Se busca" la peli, estrenada como "Wanted" en cines porque en algún punto del camino los distribuidores cansaron su última neurona traduciendo títulos al español, y se reservaron el título en español para la distribución por cable (bueno, quizás nos querían hacer un favor, viendo algunos despropósitos como traducir "Ocean's Eleven" a "La gran estafa"), siguió ese penoso camino a donde van a morir los elefantes historietísticos. ¿Y funcionó la fórmula? Como de costumbre, sí. 75 millones de costo, casi 350 de beneficio. Y yo, escribiendo comentarios de cine por gratis. Cabrones. (Bueno, mejor dicho por lo que algo cae)...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Ante la cetrina oleada de comentarios negativos que generó esta peli, pues, ¿qué decir? Simplemente, que considero una única manera de verla como posible, sin que se te salgan las vísceras en una vomitada por la boca: como una especie de gigantesca parodia, en la línea de "La huída". La comparación no es gratuita, y además es iluminadora: en ambos casos tenemos una peli que, de manera absolutamente autoconsciente, se descarna a sí misma de todo trazo argumental, y va directo to the basics, con personajes arquetípicos sin personalidad ninguna, haciendo roles también arquetípicos, etcétera. Es la única manera de pasar cosas que en una peli regular te hubieran hecho caer la cara de vergüenza (¿obtienes superpoderes porque tu biología te inyecta adrenalina al sistema?, ¿puedes parar balas disparándoles otras balas?, ¿puedes imprimirles una trayectoria curva a las balas?, ¿te curas de tus heridas dándote un bañito helado de sales al final del día?, ¿obtienes cero resultados en Google si buscas "wesley gibson -wanted"?, y así). Y decía que esta comparación es adecuada (bueno, suponiendo que hayan visto "La huída", claro, lo que es un gran "si") porque revela justamente el punto de que cojea esta peli. "La huída" era brillante porque seguía su concepto sin concesiones hasta el final: la peli es over-the-top todo el rato, con el más imposible cada vez, y un argumento nulo que servía para enhebrar escena de acción molona tras escena de acción molona, mientras que acá, a mitad de narrativa se mandan el esperable giro de trama que trata de otorgarle un poco de profundidad temática al asunto, y en esto de querer acordarse a mitad de peli que debían tomarse un poco en serio a sí mismos, como que todo naufraga irremisiblemente. La dirección trata de ser todo lo buena que se puede (Timur Bekmambetov, ruso de fama por "Guardianes de la noche" y "Guardianes del día", siguiendo el camino de tantas otras almas perdidas que creyeron poder mantener su personalidad artística en el infierno, en su primera dirección yanketa para Hollywood), y el prota James McAvoy se lo toma con una seriedad y convicción dignos de mejor causa, mientras que Angelina Jolie se cachondea de lo lindo en el proyecto entero, y Morgan Freeman se limita a imponer su personalidad (bueno, le funciona, es Morgan Freeman a fin de cuentas) y cobrar el cheque en silencio, y otro tanto cabe decir de bueno de Terence Stamp (¿y se supone que Thomas Kretschmann es el malo maloso amenazador que debe darnos miedo? ¡Vamos, hombre!), y Danny Elfman compone otras de sus desmayadas y no demasiado inspiradas bandas sonoras. El resultado es un producto bien hechito en lo formal e incluso entretenido a ratos, pero demasiado pretencioso y autoconsciente para su propio bien... ¡y se supone que el creador original Mark Millar había rechazado un primer guión porque era "demasiado americanizado"! Supongo que éste es un caso de "idea demasiado buena como para llevarla demasiado lejos y enajenarse a la audiencia". Porque, a ver, ¿qué clase de descerebrado idiota podría disfrutar con una peli de acción tan inverosímil? (al menos, las piruetas en "Matrix" se justificaban porque estaban en un entorno de realidad virtual, y en el cómic original, según tengo entendido, la cosa iba de supervillanos con superpoderes, trasfondo que fue convenientemente eliminado en la peli, en mala hora porque el resultado final no puede ser más ridículo). Y la respuesta a la cuestión anterior es: los frikis. Y la peli se trata de un pobre friki que de pronto tiene la oportunidad de chulear a buenos y malos y regir el mundo. Y si llevaban la idea hasta las últimas consecuencias, la parodia iba a ser demasiado obvia y los frikis no la hubieran visto porque se hubieran sentido insultados. Además, para gozar de una parodia hay que tener esa rara chispa llamada "inteligencia", y ya sabemos que este don sobrenatural no es privilegio de grandes audiencias (ahí tienen el desastre económico de "La Idiocracia", sin ir más lejos). En cambio, así como está, funcionó bien en la taquilla y hasta se habla de rodar "Se busca 2" y todo, aunque en términos de historia interna, una secuela carece de sentido, como no sea tomar al prota sin personalidad alguna más allá del "soy chulo" y ponerlo en nuevas aventuras sin ningún elemento de la primera (bueno, eso nunca ha sido un problema para el regusto goebbelsiano en el alma de los guionistas de Hollywood). Pero claro, Cine 9009 no es un blog dirigido a las grandes masas sino a esa pequeña élite pensante que aún sobrevive victoriosa en su campamento galo acosado por legiones romanas, y mi deber es advertirles de lo que van a encontrar aquí (o de lo que NO van a encontrar aquí).

IDEAL PARA: Ver el thriller de acción de argumento más raquítico y anoréxico que nos ha dado el cine de Hollywood en su década.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "SE BUSCA":

-- "Wanted / Se busca (2008)" en Cinecuentro.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al español de Ezpañah].

jueves, 26 de agosto de 2010

"Milagro en la Calle 8" (1987).


-- "*batteries not included" (título original en inglés), "Nuestros maravillosos aliados" (título en España). Estados Unidos. Año 1987.
-- Dirección: Matthew Robbins.
-- Actuación: Hume Cronyn, Jessica Tandy, Frank McRae, Elizabeth Peña, Michael Carmine, Dennis Boutsikaris, Tom Aldredge, Jane Hoffman, John DiSanti, John Pankow, MacIntyre Dixon, Michael Greene, Doris Belack, Wendy Schaal, José Angel Santana.
-- Guión: Brad Bird, Matthew Robbins, Brent Maddock y S.S. Wilson, basados en una historia de Mick Garris.
-- Banda Sonora: James Horner.

-- "Milagro en la Calle 8" en IMDb.
-- "Milagro en la Calle 8" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mientras escuchamos la música de jazz y vemos algunas fotitos antiguas en blanco y sepia (y empezamos a inquietarnos, porque en el afiche de la peli habíamos visto unos platillos voladores y pensábamos que era de CF, y entonces qué carajos nos enchufamos a ver...), descubrimos que un barrio antaño jovial y bien avecindado, ha ido progresivamente decayendo. Las gigantescas máquinas retroexcavadoras (¡máquinas, al fin!) están tumbándolo todo, y sólo un edificio que ya se cae con dos toses y un estornudo, más sus porfiados habitantes, se niegan a desalojar. Pero ya sabemos que los tiburones de la construcción son gente amable y compasiva, que cómo los van a echar a la calle así como así, de manera que les pagan una platita para comprarles sus departamentos y poder tumbar el edificio. Y para que no se les haga tan pesado tomar una decisión tan importante como donde ir a echar los huesos en los últimos años de vida, les envían un matón latinochentero con bate de béisbol para colaborar en las negociaciones (esto no se llama "matonaje" sino "negociación agresiva" en la jerga, ¿OK?). Cuando la policía es consultada, se encogen de hombros porque, bueno, es el sistema, qué se le va a hacer, y si no les gusta el capitalismo, váyanse de América (partiendo por desalojar el edificio). Los que van quedando son un par de viejos que claque con claque la osamenta, una chica embarazada que parece vive del aire porque nunca se la ve trabajar, un pintor joven y guapo y además con sensibilidad artiticah, y un negro grande pero tímido y callado y bonachón para que las audiencias yanketas no se asusten porque el negro es grande (y nosotros no queremos asustar a las audiencias que aportan la mitad de la recaudación a nivel mundial, ¿verdad?). El caso es que, en esta tesitura, nuestros cinco protas reciben inesperados visitantes: una pareja de platillos voladores del tamaño más o menos de mi escudilla de Whiskas y un poco más, que no portan bichitos chicos adentro, sino que ellos mismos son los extraterrestres. Y como ya han pasado como 25 minutos de peli (¡un cuarto de ella!), vamos a apurar la causa: los extraterrestres se alojan, encuentran tan chupi el ambiente que hacen familia (seriously), y ayudan al quinteto de perdidos a defenderse de los malvados chacales que quieren echar abajo el edificio blahblahblah. Porque cuando el capitalismo voraz te aplasta y te quiere exprimir hasta el último centavo, siempre puedes contar con la ayuda que viene desde las esferas celestes, que si no es Jehová lanzando rayos, bueno... serán extraterrestres, ¿no?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Parte importante del ecosistema hollywoodense son los creadores de fantasías infantiles. Desde Walt Disney y Ray Harryhausen hasta Tim Burton, siempre ha habido gente que hace pelis dirigidas, quizás no tanto a los niños (aunque también, porque catetean a los papis para que suelten la pasta), como a aquellos que tienen espíritu de niños, etcétera. En los agresivos y ultracorporativos '80s, ese rol fue llenado particularmente por Steven Spielberg, el Ñoño de Oro que nos enseñó que la Arqueología era cool ("Los cazadores del Arca perdida") y los extraterrestres feos también pueden amar ("E.T."). La estrategia de Spielberg para transformarse en una sombra omnipresente en los '80s fue saltar del sillín de director (en donde rodó siete pelis en los '80s, tres de ellas "adultas", y tres de ellas entregas de Indiana Jones) al cómodo cuero del sofá del productor. Aunque técnicamente no son pelis suyas porque no las dirigió, es absolutamente innegable que pelis tan representativas del cine familiar de los '80s como "Gremlins", "Poltergeist", "Volver al futuro", "Los goonies", "El joven Sherlock Holmes", "Faivel: Un cuento americano", "Viaje insólito" o "Quién engañó a Roger Rabbit", en todas las cuales hizo labores de producción, tienen su sello indeleble, casi tanto como si él mismo hubiera estado gritando las órdenes de mando a través del megáfono del set. Quizás en ninguna parte esto fue tan evidente como en "Milagro en la Calle 8", que iba a ser un episodio de esa ñoñoserie que fueron "Cuentos asombrosos", muy apreciada por los nostálgicos de los '80s, y cuya premisa impresionó a papi Spílber lo suficiente como para que se decidiera a darle un rodaje completo. Con un paniaguado sentado en el sillín del director, claro. Tan paniguado, que de él no volvió a saberse en labores de dirección (el tal Matthew Robbins tiene algún que otro crédito como director, pero su fuerte antes y después fue su labor de guionista). La peli tuvo un paso discreto por la taquilla, y no ha quedado como un gran clásico ochentero a reivindicar, incluso en la fiebre ochetera que barrió a foros y blogs en los 2000s.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos diciendo que esta peli estaba de antemano condenada al fracaso. ¿Una peli en que los protas son un puñado de descastados por la MODERNIDAD, en que son ayudados por una panda de extraterrestres? ¿A quién diablos le iba a gustar esto? A los niños que alucinaran con los extraterrestres no, porque el conflicto social de fondo se les escapa. Y a los adultos tampoco, porque... ¿extraterrestres? ¡Que ñoño! Además, debemos añadir que esta peli (decimos esto como una virtud o un defecto, a según el punto de vista) es enormemente consistente con el imaginario spielberguiano de los '80s, preocupado de crear historias fantásticas o cienciaficcionísticas como trasfondo para una cosmovisión que mezcla a partes iguales humanitarismo (¡el ser humano por encima de todo!), conservadurismo (¡los viejos valores colectivistas de mi infancia por encima de la depravación del mercado!), emocionalismo (¡razón fuera, emoción sí!) y... bueno, ñoñismo, nostalgia por esa época que fue y ya no volverá a ser, etcétera. Si te gusta esa clase de imaginario, estarás muy a gusto con esta peli. Si por el contrario, encuentras que demasiada mermelada es mala para la salud, entonces esta peli no debería ser una de tus primeras opciones. Dicho lo cual, pasemos a ponderar algunas otras virtudes de la peli (que, aunque no se crea en medio de tanta ñoñez, las tiene).

-- La premisa de la peli es enormemente simple. En realidad, es el viejo cuento del zapatero remendón y los duendes. Ya se lo saben: el zapatero está afligido y nada lo va a salvar, y de repente, de la nada, porque sí, aparecen los duendes que hacen su trabajo por la noche, y el zapatero descubre la prosperidad económica, etcétera. En este caso no son duendes sino extraterrestres y el contexto no es la sociedad semifeudal europea sino el Nueva York del ahora (bueno, el "ahora" '80s). La peli tiene el buen gusto de asumirse como lo que es, como un cuento de hadas, y en ningún minuto trata de forzarse a sí misma. En su situación desesperada, el grupo de protas recibe a los extraterrestres, y a través de la convivencia con estos platillos voladores del espacio, van redescubriendo los valores de la camaradería, la amistad, la solidaridad, etcétera, hasta encontrar el valor necesario para plantarse frente a los matones que quieren desalojarlos y librar su propia lucha (ellos mismos, claro, sin recurrir al sistema, que es inoperante o corrupto, porque esta peli es yanki, a fin de cuentas, y no hay nada más yanki que la fe ciega en el individuo). Por supuesto que como en todo buen cuento de hadas, los buenos son muy buenos, los malos muy malos, y los bandos están claramente definidos hasta el final. Y hablando del final (((SPOILER DEL FINAL AQUÍ, SI NO QUIERES SABER CÓMO TERMINA, ENTONCES SÁLTATE... BUENO, SÁLTATE HASTA EL SIGUIENTE PÁRRAFO PARA MAYOR SEGURIDAD))), cuando después de haber librado su lucha acaban perdiendo y son derrotados por completo (que les queman el edificio, los cabrones jopú), en una salida muy yanki (esto de creerse el Pueblo Elegido bajo la atenta mirada de Yahveh Señor de los Ejércitos), bueno, acabadas las soluciones humanas llega la solución divina en camino, o extraterrestre en este caso, que les va a arreglar la papeleta de una manera mágica (bueno, altamente tecnológica, pero ya saben lo que decía Clarke, que para el palurdo la alta tecnología es indistinguible de la magia), y fin. Iba a ser una historia para "Cuentos asombrosos", ¿recuerdan? Es lo que es. Un cuento de hadas con toques judeocristianos (Spielberg, ¿recuerdan?). (((FIN DEL SPOILER DEL FINAL DE LA PELI))). En el camino, la peli mantiene un adecuado equilibrio entre los personajes, no se desbanda nunca, y etcétera. Claro, esto hace una peli a lo menos interesante para arriba, pero no era la manera más segura de que la gente interesada en la ciencia ficción fuera al cine (y de hecho, no funcionó). Dato para la trivia, uno de los guionistas de la peli es el por entonces joven Brad Bird, que en la década siguiente sería uno de los creativos tras "Los Simpsons" durante sus más o menos ocho primeras temporadas, y que después ya en la silla de director nos regalaría esas joyas de la narración cinematográfica que son "Los Increíbles" y "Ratatouille", ahora para Pixar.

-- Quizás el aspecto más interesante de la peli sea la descripción de los extraterrestres. Si hubieran sido unos monigotes tipo Mi Amigo Mac, hubieran sido simplemente repelentes. En vez de eso, optaron porque los platillos voladores no transportan a los extraterrestres, sino que SON los extraterrestres. La idea es inspirada, creando un vívido contraste entre la tecnología humanizada de los extraterrestres, y la tecnología deshumanizada de los villanos, recluidos en sus edificios corporativos y sus limusinas y etcétera). El tratamiento a veces se va un poco de roscas hacia el antropomorfismo, lo que podemos entender como una concesión a la platea para que empatice con los bichos mecánicos (si son demasiado alienígenas, no hay manera de empatizar con ellos, y así no se cortan boletos para la taquilla). Más allá de la mutua observación, de los humanos a los platillos y, suponemos, de los platillos a los humanos, no hay otro tipo de comunicación, lo que suena acertado (¿cómo se iban a comunicar después de todo? ¿con altas matemáticas?), además de que elimina un posible foco lateral de la peli que la hubiera distraído. Los extraterrestres aportan también su punto de humor, cuando tratan de moverse por un entorno humano que no comprenden, pero sin caer en la ridiculización en ningún minuto (las lecciones de vuelo de mamá extraterrestre son una pequeña joyita en sí misma, y hasta emocionan y todo).

-- Mención aparte merece la banda sonora, con un inspirado James Horner componiendo a mitad de camino entre el jazz y el dixieland, y mezclando en las escenas de comedia más física más de alguna alusión a la banda sonora de los dibujos animados marca Acme (ya saben a cuáles me refiero).

IDEAL PARA: Seguidores de Steven Spielberg, amantes del cine familiar, y de los cuentos de hadas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 22 de agosto de 2010

"El origen" (2010).


-- "Inception" (título original en inglés), "Origen" (título en España). Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Christopher Nolan.
-- Actuación: Leonardo DiCaprio, Joseph Gordon-Levitt, Ellen Page, Tom Hardy, Ken Watanabe, Dileep Rao, Cillian Murphy, Tom Berenger, Marion Cotillard, Pete Postlethwaite, Michael Caine, Lukas Haas, Tai-Li Lee, Claire Geare, Magnus Nolan.
-- Guión: Christopher Nolan.
-- Banda Sonora: Hans Zimmer.

-- "El origen" en su sitio web oficial.
-- "El origen" en IMDb.
-- "El origen" en la Wikipedia en inglés.

ADVERTENCIA: A DIFERENCIA DE OTRAS PELIS, EN QUE LOS GUIONES SON ESCRITOS CON PLANTILLA Y NO AFECTA DEMASIADO CONOCER LA TRAMA DE ANTEMANO PARA DISFRUTAR DE LA PELI, EN ESTE CASO ES RECOMENDABLE IR LO MÁS VIRGEN POSIBLE AL CINE. NO PUEDE ESCRIBIRSE UN COMENTARIO DE ESTA PELI EN PLENA FORMA SI NO ES TRUFÁNDOLO DE SPOILERS, DE MANERA QUE SI NO LA HAS VISTO Y DESEAS ENTERARTE POR TÍ MISMO(A) DE QUE VA LA COSA, NO SIGAS LEYENDO ESTE COMENTARIO BAJO NINGÚN RESPECTO.

¿Ya...? ¿Ahora sí...? Seguimos con la programación habitual.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un castillo japonés vemos a un tipo arrojado a la playa, muy a lo salvado de las aguas, que es llevado hasta el castillo mismo, hasta su señor feudal. Allí el muy desgraciao, ¿cómo agradece la hospitalidad? Robándole al dueño de casa, miren qué puto. Ni que fuera los Miserables. Pero se lo perdonamos porque es... ¡Leonardo DiCaprio! ¡Nuestro chulo favorito! Tan chulo que este atraco ni siquiera es real, sino que es en el mundo de los sueños. Porque, en efecto, Leo y su equipo M:I están embarcados en una misión en el subconsciente de un japonés sacado de alguna novela de William Gibson. El caso es que el atraco sale mal, la víctima descubre el asuntillo, y les da vuelta la tortilla: resulta que el contratador del equipo de oniroatracadores no perdona errores, y el mismo japonés que era la víctima del trabajo está cabreado como sólo un japonés cabreado puede estarlo. Lo que significa que ahora Jean Valjean y su grupete deberán trabajar para el japonés cabreado. Será el último golpe: si nuestro prota tiene éxito, el japonés cabreado se descabreará y hará que Leonardo DiCaprio pueda ver a sus hijos de nuevo porque está desterrado de Estados Unidos y blah-blah-blah (un Roman Polanski, vaya). El trabajo consiste no en robar algo de una mente, sino todo lo inverso, dejar algo: plantar la semilla de una idea. Algo que generalmente sale muy mal porque las ideas son como virus que se replican de maneras impensadas, etcétera-etcétera-etcétera, todo lo que haga falta para que haya peli. Pero cualquier sacrificio es poco por los hijos que están en Estados Unidos (con su madre muerta no debe ser demasiado difícil sacarlos y llevárselos a su padre a Francia, pero si hicieran eso por los conductos regulares, supongo que no habría peli, así es que olvidémonos de esa inconsistencia). La idea a plantar es que el empresario rival, que vive a la sombra de su padre blah-blah-blah, cuando su padre se muera, desintegre su imperio financiero, para que Japón takes over the world (¡lo sabía, lo sabía, estos japoneses nunca descansan!). Supongo que para evitar sospechas policiales (todo era idea del pobre asopao en primer lugar, en apariencia), aunque siendo tan poderoso el japonés cabreado, uno puede preguntarse cómo no es capaz de contratar a un par de sicarios que hagan algo mejor que dispararle in ya face... bueno, olvidémosnos de esa inconsistencia también o tampoco habría peli. La siguiente hora de peli será la preparación del atraco, como en toda peli de atracadores que se precie, con Ellen Page preguntándolo todo con una impertinencia supina para con sus mayores (bueno, es la Hard Candy Juno Kitty Pryde, ¿OK?) para que nosotros el público entendamos la trama, aderezada con una escena de acción en Africa para que no sea tan latero, y después viene el trabajo mismo en el interior de la mente del pobre pringao al que le van a manosear sus recuerdos, pensamientos, etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Christopher Nolan se ha consolidado como el más grande de los directores estadounidenses que han comenzado su carrera en serio en los 2000s. Repasemos: "Memento", "Insomnia", "Batman inicia", "El gran truco", "The Dark Knight"... Christopher Nolan es la mezcla justa entre tradición (cine serio, de ideas, de historias, con guiones decentes y buenos personajes) y modernidad (pirotecnia, acción por el amor a la acción, efectos especiales), sin desbarrancarse nunca ni a un lado ni a otro. No es raro entonces que cuando se supo crípticamente que su nueva peli iba a ser un thriller de Sci-Fi ambientado en los reinos de la mente, la gente esperara con ansias el brainchild del director. La apuesta era arriesgada. Recordemos que las pelis de gente que se infiltra en los sueños y la mente de otra gente tienen su data ("La célula" con Jennifer López, y bastante más antiguamente "El túnel de las pesadillas", y en una liga similar aunque diferente, "Proyecto Brainstorm"), aunque el género nunca había tenido algo que pudiera llamarse una obra maestra, lo que se dice maestra-maestra-maestra. "El origen" costó algo más de 160 millones de dólares, y a la fecha de escribir esto alcanzaba casi los 600. Con esos antecedentes, Christopher Nolan queda en posición de ofrecer a los grandes estudios una peli basada en la guía de teléfonos, y se la aprueban por fast track. Con los pantalones abajo y una ancha sonrisa. Los dólares lo valen.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo obvio: ¿es una buena peli dentro de su género? La verdad, un sí rotundo. No es una peli sin flaquezas ni defectos (los tiene, algunos de bulto), pero en materia de "grupo de personajes que entran en la mente y los sueños de otros personajes", la peli está muy bien. A diferencia de otras pelis en que este penetrar en la fantasía de las mentes ajenas es un pretexto para el todo vale e hilvanar pelis sin ninguna lógica ("La célula", en las antípodas de "El origen" en este respecto), acá las leyes y normas que rigen el meterse en el inconsciente de otra persona están claramente establecidas. Algunas tienen respaldo psicológico y psiquiátrico (la idea de que mientras soñamos todo nos parece real por muy extraño que sea, por ejemplo), mientras que otras están puestas para conveniencia de la trama (que el tiempo fluya a distinto ritmo en distintos niveles de sueño, lo que en la realidad no es así, pero dentro del universo de peli funciona bien, porque lo importante no es el apego ciento por ciento a la realidad sino que haya lógica interna). Existen algunas desviaciones importantes de la peli respecto a las reglas y leyes que ella misma establece, de acuerdo, pero el guión y la febril dirección de Christopher Nolan consiguen disimular eso hasta el punto que de pronto, reflexionando sobre la peli una vez fuera del cine, puedes preguntarte si de verdad te metieron el dedo en la boca o lo soñaste (el gran ejemplo: el funcionamiento del "muere en los sueños", que se altera casi a voluntad según el segmento de peli... sin que los sedantes lo alcancen a explicar todo, en particular el asuntillo ése del limbo). ¿Tramposo? Sí, indiscutiblemente. Pero la gracia del cine no es que sea honesto (de partida, ya tener una serie de cuadritos proyectados a razón de 24 por segundo para crear la ilusión de movimiento, es hacerle trampa al ojo), sino que si te van a trampear lo hagan bien, y esta peli, eso lo logra con creces.

-- Es también una peli muy Nolan. Una de las características que hacen especial y diferente al cine de Christopher Nolan, es que sus protas son tipos en apariencia comunes y corrientes y normales, fulanos con los cuales podrías tomarte una cerveza el mejor de los días, pero que acarrean una serie de taras psicológicas y neurosis que los convierten en sujetos peligrosos para sí mismos y los demás (sí, otros también ruedan sobre lo mismo, pero Christopher Nolan es quien consigue tensar mejor la cuerda entre su cara "normal" y su... bueno, su otro lado). Piensen en el amnésico de "Memento", el policía y el psicópata de "Insomnia", los magos obsesionados con aniquilarse mutuamente en "El gran truco", y en Batman por supuesto. Acá, el rol del prota medio fallado de la cabeza es tomado por Leonardo Di Caprio. Buena parte de la acción de la peli proviene de la bizarra situación de que en realidad no hay enemigo externo: la vengativa y perra esposa de Leonardo DiCaprio está muerta, y la malvada mujerzuela que lo orquesta todo para aniquilarlo en realidad es una proyección de su mente atribulada y punto. O cómo crearse una peli entera en que el enemigo no es una presencia tangible y real, sino las pesadillas del propio prota. En definitiva, un poco como en "Memento", el prota no sólo no es la solución (al final, ésta vendrá de manos del personaje de Ellen Page, encarnación nolanesca de la fantasía friki de la chica tierna-sensible que está ahí para comprenderte sin importar lo jodido que estés de la cabeza) sino que él mismo es su propio problema. Y todo eso, aderezado con los toques clásicos Nolan: algunos recurrentes de siempre (Cillian Murphy, Ken Watanabe, Michael Caine), fotografía con mucho filtro azul, banda sonora de Hans Zimmer (muy potente, aunque un tanto reminiscente de su trabajo en conjunto con James Newton Howard para "Batman inicia" y "The Dark Knight"), y una acción pesada y muy con los pies en la tierra, en donde te pueden arrojar un tren por mitad de la calle y aún así te crees que estás viendo una escena "realista" (Michael Bay podría aprender un par de cosas aquí). Los fanáticos de Nolan van a tener orgasmos viendo esta peli, eso por descontado.

-- La peli trata de manera muy elegante el tema de "qué es real", muy de moda después de la tanda de pelis sobre realidad virtual de finales de los '90s ("Mátrix", "Piso 13", "Dark City"... bueno, esa última no, pero "Mátrix" le robó todos sus conceptos a esa peli y a "Ghost in the Shell"). No es raro, porque el guión empezó a escribirse en esos años. Lo cierto es que esta peli tiene éxito allí donde "Mátrix" fracasó. Porque "Mátrix", siendo una buena peli de acción y una buena peli cyberpunk a secas, se queda sólo en eso, y adquirió estatus de culto un poco por lo cool de mezclar artes marciales y cyberpunk, más que por otra cosa (además de que mola tener a un héroe de negro y con anteojos repartiendo puño-a-boca). "El origen" llega bastante más lejos, incluyendo un final ambiguo en que en realidad no te dejan resuelto nada. Esto, que sería un grave defecto en una peli menor, acá es tratado con la elegancia suficiente como para que cada espectador se fabrique su propia respuesta, y que éstas sean más o menos coherentes dentro de lo suyo. ¿Despertó al final Leonardo DiCaprio? ¿Se quedó prisionero de su sueño para siempre? ¿Fue acaso toda la peli real, o no fue más que un extenso sueño de dos horas de duración? Todas estas respuestas son posibles, y la gracia es que son coherentes. O como cachondearse de los espectadores sin que ninguno pueda sentirse ofendido sin evidenciar una profunda falta de sentido del humor. Probablemente la única peli que ha conseguido llegar hasta ese punto y no tambalearse por completo sea "Desafío total" del tándem Verhoeven/Schwarzenegger, cuyo final también jugaba abiertamente con la ambigüedad de que la peli entera (bueno, casi toda) hubiera sido realidad o tan solo un sueño del prota.

-- El elenco por su parte está notablemente bien. Leonardo DiCaprio, buen actor cuando quiere, aquí quiere y se saca de la manga un papelazo. Joseph Gordon-Levitt, por su parte, hace un estupendo contrapeso. Ellen Page funciona como el personaje surrogatorio para que el espectador se interne dentro de la mitología propia de la peli, y tiene suficiente carisma para sostenerse en un hand-to-hand con Leonardo DiCaprio sin problemas (bueno, eso lo esperábamos, pero esta clase de confirmaciones siempre son un gusto). Cillian Murphy por su parte compone otro de sus celebrados personajes atormentados ("Sunshine", el Espantapájaros de "Batman inicia"), y aunque un poco repetitivo en su rol, lo resuelve bien. Marion Cotillard, por su parte (sí, la que se morirá siendo la Edith Piaf de "La vie en rose", pobrecilla), ahora haciendo de mala, es como para triturarla a la cabrona infeliz (oigan, nadie dijo que ésta no era una peli machista, ¿eh?). Y en sus roles miniatura siempre son aportes el bueno de Pete Postlethwaite como el papi de Cillian Murphy, Michael Caine como el papi del prota, y Lukas Haas haciendo de... de... de... er... bueno, el chico de "Testigo en peligro" también estaba en esta peli, haciendo algo, y parece que bien (me parece haber visto sus facciones por ahí, no me pregunten dónde, pero debe haber estado bien porque todos lo estaban).

IDEAL PARA: Ver un buen thriller de action-scifi, y una estupenda peli sobre el tema "qué es real".

OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL ORIGEN":

-- "Origen" en El Blog de Int.
-- "El origen en Rancagua" en Cine en Rancagua.
-- "Origen (Inception) El paréntesis de Nolan" en Tierra de Cinéfagos.
-- "Origen (Inception)" en Ideas y Palomitas.
-- "10 notas hiperventiladas sobre Inception" en Fortegaverso.
-- "'El origen' de Christopher Nolan" en Bilistorias.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 19 de agosto de 2010

"Testigo en peligro" (1985).


-- "Witness" (título original en inglés), "Unico testigo" (título en España). Estados Unidos. Año 1985.
-- Dirección: Peter Weir.
-- Actuación: Harrison Ford, Kelly McGillis, Josef Sommer, Lukas Haas, Jan Rubes, Alexander Godunov, Danny Glover, Brent Jennings, Patti LuPone, Angus MacInnes, Frederick Rolf, Viggo Mortensen, John Garson, Beverly May, Ed Crowley.
-- Guión: Earl W. Wallace y William Kelley, basados en una historia de éstos y de Pamela Wallace.
-- Banda Sonora: Maurice Jarre.

-- "Testigo en peligro" en IMDb.
-- "Testigo en peligro" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un grupo de simpáticos campesinos ataviados con caperuzas caminan por campos cultivados de manera preindustrial, en un entierro campesino. ¿Estamos en la época de la caza de brujas coloniales en Estados Unidos? No, esto es Pennsilvania en 1984, y estos raritos que parecen sacados de los especiales de Día de Acción de Gracia de las bienintencionadas sitcom yankis en realidad son amish, o sea, gente que profesa la rara idea de que el mundo moderno es diabólico y no se puede usar nada más avanzado tecnológicamente que un huso o la movilización a carrocaballípedo. El caso es que el finao es un marido, y la viuda lleva a su hijo de ocho años al mundo exterior por primera vez. El crío se queda maravillado de que... ¡EXISTE UN SIGLO XX! ¡¡¡TECNOLOGÍA!!! A pesar de que mami mantiene una mirada vigilante, porque verán, ellos son los elegidos, se rigen por la Biblia, etcétera, y no deben mezclarse con gentuza que hace quién sabe qué cosas con la tecnología (imprimir revistas porno, por ejemplo). El caso es el que el crío siente ciertas impostergables necesidades urinarias, y se mete al baño de una estación de trenes. En mala hora, porque justito aparece un tipo malacatoso, al que alcanzan otros dos tipos malacatosos, que sin decir orina va, van y le meten una puñalada de las buenas entre costilla y costilla. Ahora el crío (que estaba escondido en su propio orinal) es el único testigo del crimen, y la mami amish mosqueada porque el poli responsable (Harrison Ford, muy mijo él, si eran los '80s, su década de oro) no la deja irse, por aquello de la burocracia, reconocer potenciales criminales en la línea de sospechosos o en un rosario de fotos, etcétera. Todo resulta negativo, hasta que el crío descubre finalmente al malo maloso, al reconocerlo en una fotografía. Pero no en cualquier fotografía. Cuando digo fotografía, me refiero a una de tipo "POLICÍA CONDECORADO POR SU CHUPI LABOR" etcétera. Ahí es a donde Harrison Ford le entra el chiringüeli porque una cosa es que el asesino sea un mafioso de poca monta, y otra un policía condecorado. Ahora, el único lugar en donde estarán todos seguros, al menos hasta que el lío de los polis corruptos se resuelva, es... ¿adivinaron dónde? Sí, el poli muy siglo XX va a tener que meterse a la máquina del tiempo e irse a vivir con los amish por una temporada.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Tal y como decían en un capítulo de "Los Simpsons", hubo una época en que Estados Unidos tuvo un breve romance semiincestuoso con Australia, ambos hermanados por la pura cepa británica (bueno, Estados Unidos fue colonizado por fanáticos religiosos británicos y Australia por criminales británicos, saquen cuentas ustedes mismos...). Como parte de esto, alguna que otra estrella australiana (Mel Gibson, la más famosa) dio el salto del Océano Pacífico y se aposentó en Hollywood. Uno de ellos fue el director Peter Weir, que se había hecho un nombre con pelis como "Picnic en las Rocas Colgantes", "La última ola" o "El año en que vivimos en peligro", y ahora entraba por la puerta ancha en Jolivú. "Testigo en peligro" fue la primera peli que confeccionó para Hollywood, y probablemente la mejor de todas, porque pasó con el pobre Weir como con todos los que hacen pacto con el Demonio de Hollywood, que su cine se fue haciendo cada vez más impersonal y predecible, aunque de todos modos se las arregló para seguir dando alguna que otra agradable sorpresa ("La Costa Mosquito", "La sociedad de los poetas muertos", "The Truman Show", "Capitán de mar y guerra"). El caso es que "Testigo en peligro" se transformó en la que probablemente deba ser considerada como la obra maestra de Peter Weir, además de popularizar a esa secta de raritos que son los amish (ya deberían saber a estas alturas del partido que la tolerancia cultural por el mero amor de quedar bien con los políticamente correctos no es la marca de fábrica de Cine 9009 precisamente), de darle su única nominación a la fecha a un Premio Oscar para Harrison Ford (que la perdió ante William Hurt por "El beso de la mujer araña"), y en general de producir uno de los thrillers más electrizantes de Hollywood ever. ¡Si hasta salió un remake bastardo protagonizado por Melanie Griffith ("Un extraño entre nosotros", en donde la policía no se metía en una comunidad amish sino judía)!

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli consigue mezclar de manera adecuada dos géneros tan dispares como son el thriller de acción, con el drama de choques culturales, sin que en ningún minuto chirríe ninguna de las dos. Se dice que el guión original era mucho más amish y mucha menos acción, y los jerifaltes de Hollywood respingaron la nariz. Como sea, el caso es que la peli consigue que tengamos transiciones adecuadas. La receta es simple: la peli se toma un buen tiempo en presentarnos a la madre y el hijo amish, su mentalidad y su choque con el siglo XX, y luego nos mete en la trama, de manera que todo transita con normalidad, porque conocemos a los personajes de antemano. A su vez, el elemento de thriller está reducido al mínimo, y aunque hay una conspiración de policías corruptos de por medio, la peli renuncia acertadamente a jugar al misterio y a quién es el villano, para mostrarnos todas las cartas rápidamente, por lo que no tenemos distractivos por ese lado. La acción es escasa, pero por lo mismo resulta más impactante, porque cuando salta a la pantalla, sentimos la violencia hasta las entrañas. No es la violencia que nace de mostrar sangre o vísceras, sino que es la propia de personajes duros y crueles, una violencia psicológica que a la larga es la peor de todas. La traca final en que Harrison Ford debe lidiar con los villanos en inferioridad de condiciones (no diré más para no mandarme un spoiler) es toda una lección de cómo se debe rodar cine de acción, y es suspenso a la vena, sin que en ningún minuto el policía que interpreta Harrison Ford aparezca ante nosotros como un superhombre macarra haciendo el cada vez más imposible para salvar el pellejo propio y el de sus protegidos. Es cierto que esta peli no es una que llamaríamos un clásico eterno e imperecedero, destinado al Top 100 de las Mejores Pelis de Todos los Tiempos o similar, pero no es porque la gente a cargo de sacarla adelante no se haya dejado la camiseta y las carnes en la brega, ya que le sacan todo el jugo posible a la premisa: por decirlo más claramente, al terminar la peli no te quedas con esa sensación de "¡demonios, era buena la peli, pero esta escena yo la habría hecho así o asá...!", o "¡demonios, era buena la peli, pero esta escena como que no...!". La peli es redonda de principio a fin, sin un minuto de más ni de menos, sin una actuación fuera de lugar, sin ceder nunca al efectismo por el mero afán del efectismo (¡y cuántos thrillers en Hollywood no han conseguido sortear ese bache, cuando no se precipitan directamente a él con toda la intención del mundo!), y manteniendo su ritmo sin concesiones de principio a fin. A ver de cuántas pelis pueden ustedes decir lo mismo.

-- Peter Weir. Aventuro la hipótesis de que esta peli le salió tan redonda por una circunstancia personal. Como decíamos, Peter Weir era el recién llegado a Hollywood, el provinciano que es de la misma cultura anglosajona, pero al que los citadinos seguramente miraban por arriba del hombro. Cómo debe haberse desquitado a gusto con una peli en donde otros provincianos mirados en menos por los citadinos (los amish) deben por fuerza cobijar a un policía, y ahí las tornas se invierten, siendo el citadino el que tiene que aprender la ruda vida campesina para adaptarse. El tema del choque de culturas está tratado de una manera superlativa aquí. Al contrario de mucho cine políticamente correcto que trata de refregarnos por la cara cómo las minorías y los afuerinos son el colmo de la bendición y nosotros los civilizados somos una panda de brutos que no sabemos vivir, esta peli equilibra las tornas y no toma partido ni por los amish ni por la vida moderna. En la peli simplemente se asume que existen esos dos estilos de vida, completamente distintos y extraños entre sí, pero no juzga ni considera superior a uno u otro: ni los amish son un grupete de pringaos recibiendo felices a su civilizador, ni por el contrario el policía va a aprender grandes lecciones de iluminación espiritual al contacto con una vida más simple y blahblahblah. Peter Weir se las arregla para sacar ciertos elementos de comedia por aquí y por allá, pero se lo toma con tranquilidad, lo justo y preciso para distender el ambiente cuando el drama se pone pesado, sin hacer chistes grotescos a costa de los personajes en ningún momento, y con un enorme respeto y tacto por las diferencias culturales. Los amish fueron los primeros en no convencerse con la peli (me pregunto cómo, si tanto odian la tecnología moderna entonces no pueden haber ido al cine a ver la peli, me imagino), considerando que se los retrataba de manera caricaturesca o casi como suvenires vivientes, pero la verdad es que la peli en ningún minuto trata de cargarles la mano. Ojalá todas las pelis sobre choques culturales tuvieran tanta fineza a la hora de rodarse.

-- El elenco está en estado de gracia. Harrison Ford se manda acá uno de sus mejores roles. Llevaba una racha de cinco pelis fantásticas/SciFi/pulpescas en los últimos cinco años ("El Imperio contraataca", "Los cazadores del Arca perdida", "Blade Runner", "El regreso del Jedi" e "Indiana Jones y el Templo de la Perdición"), y con ésta inició otra racha, ésta de pelis con personajes más realistas (la presente "Testigo en peligro", más "La Costa Mosquito", "Búsqueda frenética" y "Secretaria ejecutiva", antes de volver a hacer el Indy en "Indiana Jones y la última Cruzada"). Y la verdad es que Ford está fantástico. Su personaje tiene algo de la mala leche de Han Solo, pero no su socarronería, y es mucho más frágil y vulnerable a pesar de que, por ser un policía, debe ser duro y sin contemplaciones. A su lado, Kelly McGillis (un año antes de liarse con Tom Cruise en "Top Gun") tiene una química enorme, y no se achica al interpretar a una madre amish enormemente conflictuada entre su fe y sus tradiciones por un lado, y por el guapetón policía que viene a ponerle el mundo de cabeza por el otro. Lukas Haas por su parte interpreta al chico de una manera estupenda, sin que en ningún minuto sintamos el fastidio de costumbre por esos marisabidillos que tratan de encajarnos peli sí y peli también. En el grupo de malos malosos tenemos a, ¡sorpresa!, Danny Glover (sí, el poli de "Depredador 2", leñe), que hace un villano que te cagas, así como el resto de la panda de policías malos, que realmente dan ganas de meterse a la pantalla para ayudarle al pobrecito Harrison con unas cuantas. Y para los amantes de la trivia, aparece Viggo Mortensen (¡Aragorn, joer, Aragorn!) cuando todavía estaba echando su primera pelusa barbilla afuera, en un rol que si pestañeas te lo pierdes (de hecho, casi no tiene diálogo).

-- Mención aparte merece Maurice Jarre, insigne compositor de bandas sonoras, que acá no se manda una de sus más memorables, pero que trabaja con su eficiencia de siempre, y no desentona en lo absoluto con el resto, lo que es un elogio cuando "el resto" es todo lo que hemos dicho hasta ahora.

IDEAL PARA: Ver un thriller de altura, una buena peli sobre choques culturales, y una buena peli en general.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 15 de agosto de 2010

"Mi villano favorito" (2010).


-- "Despicable Me" (título original en inglés), "Gru - Mi villano favorito" (título en España). Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Pierre Coffin y Chris Renaud.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Steve Carell, Jason Segel, Russell Brand, Julie Andrews, Will Arnett, Kristen Wiig, Miranda Cosgrove, Dana Gaier, Elsie Fisher, Pierre Coffin, Chris Renaud, Jemaine Clement, Jack McBrayer, Danny McBride, Mindy Kaling.
-- Guión: Ken Daurio y Cinco Paul, basados en una historia de Sergio Pablos.
-- Banda Sonora: Heitor Pereira y Pharrell Williams.

-- "Despicable Me" en IMDb.
-- "Despicable Me" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Egipto. Uno de esos terribles criaturos conocidos como ¡¡¡NIÑOS!!!, llega junto con sus papis en un tour. Allí, a pesar de las recomendaciones de sus papis (y es que estos críos de ahora, yo no sé cómo los educan...), va y se mete a una rampa de mantención de las pirámides. Y cae contra la pirámide. Listo para estrellarse. Hacerse talco. Como se lo merece, crío del demonio, quién te manda desobedecer a los autores de tus días. En fin, el caso es que se estrella con toda su humanidad grasienta... contra un colchón de hulespuma contra el cual rebota y se salva. Así se descubre que... ¡se han robado las pirámides! ¡Vergüenza nacional! Y no falta el locutor de telenoticias que grita como desaforado... ¿¿¿QUÉ SUPERVILLANO HABRÁ HECHO ESTA ATROCIDAD SEMEJANTE...??? En la secuencia siguiente vemos a Gru, un tipo con cara de malvado caliginoso que, bueno, es malvado y todo, pero al poco andar descubrimos que él NO robó la dichosa pirámide. Y que su honor de supervillano está en juego. De manera que diseña un plan mucho más bizarro, para robarse nada menos que... ¡¡¡LA LUNA!!! El problema es que cuando va a conseguir financiamiento al... ¡¡¡BANCO DEL MAL!!! (anteriormente Lehman y Brothers, no, en serio, hacen ese chiste obvio), descubre que ya no le financian porque está viejo, y los supervillanos más jóvenes están tratando de tomar el puesto y tal. Ahora, nuestro supervillano Gru tiene entre sus manos no sólo el trabajo de robarse la Luna, sino ganarle el quien vive a un supervillano más joven con una cara de Bill Gates que tirapatrás. ¿Sus recursos? Su viejo inventor, una panda de secuaces que son criaturillas de esto-o-aquello con tanto tesón y lealtad como torpeza e incompetencia (¿qué esperaban? ¡secuaces de supervillano, al final del día!), y tres niñitas que venden galletas puerta a puerta. Con esta panda de inútiles, parece que el mundo sigue a salvo, por algunos días más al menos...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los supervillanos ya no son lo que eran. En los tiempos remotos, eran cabrones de cuidado contra los cuales se necesitaba a los mejores y más idealistas héroes para mantenerlos a raya y proteger al mundo civilizado. Hablamos de diabólicas mentes criminales armados con ejércitos y ejércitos de secuaces y asesinos a sueldo, con nutridos arsenales e incontables recursos financieros, que extendían sus tentáculos por todas las tierras emergidas del planeta de una u otra manera. Aunque el villano como enemigo del héroe es una idea vieja como el Goliat de la Biblia, la idea de un supervillano que conquistara el mundo entero debía esperar a que justamente existiera la tecnología para viajar por todo el mundo al mismo tiempo, lo que ocurrió más o menos en el siglo XIX. Ahí es donde hombres como Robur el Conquistador, el Profesor Moriarty, el Doctor Fu Manchú y otros de ralea similar, en un linaje que atraviesa al malvado Ernst Stavro Blofeld de las pelis de James Bond o a Lex Luthor y el Doctor Doom de las historietas, y llega hasta el Doctor Claw del Inspector Gadget, han adquirido carta de presencia. Pero lo poco gusta y lo mucho cansa, y en estos tiempos postmodernos en que ya nada es cierto y todo es relativo, pues bien, el supervillano como ha estado de capa caída, en beneficio de malvados como corporaciones financieras, gobiernos en la sombra, altos funcionarios militares, terroristas, etcétera. Quizás el punto de inflexión fue la serie televisiva sesentera de "Batman", en que cada supervillano era más ridículo que el anterior (Vincent Price como un supervillano con fetiche por los huevos... seriously). Y así es como llegamos a una peli como "Mi villano favorito", en que los protas son supervillanos a secas, y en la cual a falta de héroes, son los propios supervillanos los que se arrugan entre sí la papeleta. Como en las historietas de Superman en donde un grupo de villanos se reune para destruirlo, sólo para terminar saboteándose a sí mismo con sus estúpidas rencillas internas, vaya. Sólo que sin Superman de por medio.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli se mueve en ese terreno intermedio entre lo entretenido y lo bueno. No es una joya ni de lejos, pero consigue hacer pasar una horita y media de lo más divertido. La premisa de la peli, de darle el protagonismo de la historia a un supervillano, es a priori muy interesante, pero todo sea dicho, un poco impracticable para una peli infantil en que se supone, por aquello de la enseñanza y lo didáctico y todas esas zarajandas, que los valores morales deben estar claramente establecidos entre el bien y el mal. De ahí que esta peli tome una discutible decisión de guión: el supervillano protagonista adopta a un trío de chicas para la realización de sus planes. Con un poco más de mala leche, podríamos estar en el terreno de "Una serie de eventos desafortunados", con un Gru (Steve Carell, cómo tiene que haberse divertido dándole voz) como sosías de Jim Carrey. Pero no, resulta que el supervillano acaba descubriendo toda su nueva faceta de padre putativo y todo eso, y ya la cosa empieza a degenerar en lo que podría ser un episodio del Conde Pátula o peor. Además, se nos explica que este supervillano es como es porque su madre no le prestaba ninguna atención, y en este paso de humanizar al supervillano para hacerlo aceptable ante las audiencias infantiles, es donde acaba de hacer la inevitable transición a antihéroe, y ahí es donde la premisa se va por la borda. Porque es lo mil veces visto, que el nene malo y egoísta en definitiva tiene su corazón de oro y hasta es capaz de sacrificarse y todo por un bien superior y etcétera. Así expuesto, podría parecer que la peli es un muermo y que no vale la pena verla. Pero tampoco es tan así. Porque aunque la trama sea lo mil veces visto, a lo menos está bien resuelta, con humor inteligente y aún con ternura en algunos respectos (además de que la idea de robarse la Luna... ¡¡¡Y SE LA ROBAN!!! ¡¡¡Y CÓMO!!! ...es de por sí un desquicio). Los secuaces aportan también su cuota de chistes, algunos demasiado forzados (el típico síndrome "niños, he aquí sus nuevos mejores amigos"), y otros que son verdaderamente ingeniosos (el suero antigravedad...). En resumen, el principal pecado de esta peli es querer pasarse de listos, de querer ser inteligentes, y sobre eso se impone la siniestra sombra de Pixar, que es el summum y referente de lo que se supone es una peli de animación "seria", y contra eso no hay nada que hacer. Pero si por un minuto nos olvidamos de las comparaciones odiosas y nos lo tomamos como lo que es, o sea, un divertimento para niños bastante más blanco de lo que su premisa podría hacernos creer, la verdad es que es una peli para pasárselo pipa. Aunque sea un poco en la categoría de los placeres culpables, pero, ¡hey!, la vida son dos días y después al hoyo, así es que culpable o no culpable, un placer sigue siendo un placer.

IDEAL PARA: Ver distendidamente.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español].



-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 12 de agosto de 2010

"McQuade: El lobo solitario" (1983).


-- "Lone Wolf McQuade". Estados Unidos. Año 1983.
-- Dirección: Steve Carter.
-- Actuación: Chuck Norris, David Carradine, Barbara Carrera, Leon Isaac Kennedy, Robert Beltran, L.Q. Jones, Dana Kimmell, R.G. Armstrong, Jorge Cervera Jr., Sharon Farrell, Daniel Frishman, William Sanderson, John Anderson, Robert Arenas, Tommy Ballard.
-- Guión: B.J. Nelson, sobre una historia de éste y de H. Kaye Dyal.
-- Banda Sonora: Francesco de Masi.

-- "McQuade: El lobo solitario" en IMDb.
-- "McQuade: El lobo solitario" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Texas. Bajo los acordes de un... ¡¡¡EPICO!!! ...soundtrack, vemos como un hombre vigila una operación contra unos cuatreros. ¿Hombre, dije? ¡¡¡NO, POR BASTET!!! Porque él no es un hombre. El es... ¡¡¡CHUCK!!! ¡¡¡CHUCK NORRIS!!! DIE TEXANISCHE ÜBERMENSCH!!! Y cuando la cosa se pone fea, Chuck Norris se mete al medio. Dejando el consiguiente reguero de cadáveres, porque como sabemos desde los tiempos de Aristóteles, CHUCK=CHUCK. Y pobre del desgraciado que abrevió esta ecuación como Ch=Ch, porque Chuck no soporta que lo abrevien. El caso es que del operativo, Chuck saca conclusiones de que alguien está traficando armas a través de Texas. Lo mesmésimo podrían haber sido traficantes de leche, que ya Chuck les va a dar hostias como el capellán del ejército del Día D. Pero su jefe, no apreciando la buena labor de ¡¡¡CHUCK!!!, tiene el atrevimiento de... ¡¡¡ponerle un compañero!!! ¡¡¡a CHUCK!!! ¡¡¡Sí, señores, hemos llegado a los límites de la realidad, estamos viendo el infinito más 1!!! Hasta el minuto los pobres pringaos ya podrían irse tomando las medidas para el ataúd, pero se pone mejor. Primero, porque Chuck conoce a una chica que, bueno, la tipa es amazona que monta a caballo y too, pero es cosa de mirar a Chuck y querer colocarse plácidamente bajo él y ser la madre de sus hijos y parirlos con mucho dolor porque para algo Chuck es ¡¡¡CHUCK!!! El problema es que la chica, es también la chica de un malo malísimo que, además, es karateka. Y que, por supuesto, está liado en el asuntillo ése del tráfico de armas y too. Y si hasta el minuto Chuck tiene algunos testosterónicos motivos para partirle la mandarina en gajos al maloh karateka, tendrá uno adicional: por irse a hacer cositas con su noviecito, la hija de Chuck descubre lo que no debe descubrir, y con eso, los malos la envían al hospital (se la saca barata, el noviecito acaba muerto). Sí, señores, como lo leen. ¡¡¡Estos malos son tan imbéciles que han mandado al hospital a la hija de... CHUCK ...y piensan que van a vivir para contar el cuento!!! Ahora la guerra de Chuck Norris, perdón, de McQuade el lobo solitario, es personal. Y ya sabemos que con Chuck no hay guerras, sólo pobres pringaos que donan su cuerpo para averiguar si existe vida después de la vida...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Sé que todos ustedes aprendieron en la escuela que A.C. significa Antes de Cristo, ¿verdad? WRONG!!! Porque sepan ustedes, ignorantes, que A.C. significa ¡¡¡ANTES DE CHUCK!!! Efectivamente, aunque ustedes no lo crean, hubo un tiempo en que Chuck Nuestro Salvador no había arribado todavía a las salas de cine. Chuck Norris ya venía teniendo protagónicos desde finales de los '70s, pero fue "McQuade: El lobo solitario" la peli que lo cambió todo, poniendo a Chuck definitivamente sobre el mapa. A partir de entonces, las pelis de Chuck Norris fueron grito y plata, y ya tenemos a los de la Cannon rompiéndose los carrillos interiores a punta de felarse a Chuck para que no se fuera a hacer pelis a otro estudio (aunque "McQuade: El lobo solitario" fue producida por Orion, canónica compañía de pelis ochenteras donde las haya, porque partió en 1978 y se dio el batacazo en 1992). En realidad, no tiene mucho sentido hablar de McQuade como personaje. Al igual que otras pieles ficticias en las que se vistió Chuck Norris, McQuade es en realidad otra chapa bajo la cual se esconde el mismo Chuck Norris, que es ubicuo e inmortal y viaja en el espacio y en el tiempo para combatir a los musulmanes de "Fuerza Delta" y rescatar prisioneros vietnamitas en "Desaparecido en acción"...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli es una condensación de todo lo que se supone es el cine de Chuck Norris. Lo vemos en un rol tan icónicamente yanketa como un policía de Texas, luchando por el bien del sistema (incluso contra los propios apontigados burócratas que tiene como jefes, poniéndolo así en clara línea de descendencia de parafascistas como Harry el Sucio o el Vengador Anónimo), masacrando malos que por ser los malos son malos malísimos, cepillándose a la chica, etcétera. O Chuck Norris como el epítome de la virilidad de los grandes paisajes de América (la América del Norte, claro, que para ellos Sudamérica es ese lindo patio trasero en el que esquilmar tesoros arqueológicos). A esta peli no hay que buscarle la quinta pata del gato (¡¡¡MIAU!!!), sino simplemente dejarse llevar por el carisma rompecostillas de... ¡¡¡CHUCK!!! A cambio, tienes una montaña rusa de emoción a la vena. La chica buena está realmente buena (Barbara Carrera en sus mejores años, y es que en ese mismo 1983 fue también la chica Bond de "Nunca digas nunca jamás"), el malo es un cabrón de cuidado como ya no se ven por estos parajes (David Carradine, duelo épico donde los haya poniendo frente a frente a los dos maestros de las artes marciales), el compañero del héroe derrocha simpatía (Robert Beltran), tenemos al inevitable negro (León Isaac Kennedy), y la chica es todo lo carebuenorra y sexualmente modosita que debería ser la hija de un republicano de pro (Dana Kimmell). Además tenemos el soundtrack de Francesco de Masi, insigne compositor de música incidental de Spaghetti Western, que aquí hizo una breve colaboración con Er Mundoh Oxidentáh, y que le da un aura de Western casi clintisgudiana a varias escenas de la peli. A ratos, de hecho, nos preguntamos qué hubiera pasado si efectivamente Chuck Norris hubiera hecho un Spaghetti Western alguna vez. Entretención pura y simple, incluso descerebrada, pero que en ningún minuto intenta ser otra cosa ni salirse de los márgenes de ese aroma a cine de barrio, y que por lo mismo se gana nuestro más ferviente entusiasmo. Y que los culturetas de toda la vida berreen porque consideramos siquiera como digna de ver una peli de Chuck Norris. Ya irá Nuestro Mesías Walker Texas Ranger a amputarles la jeta con su patada voladora (por cierto, se supone que Walker Texas Ranger era justamente McQuade en serie televisiva, pero que no se llamó así por una cuestión de derechos).

IDEAL PARA: Ver a Chuck Norris defendiendo uno de los más emblemáticos ambientes de la América Profunda con artes marciales importadas desde Asia, contra otro villano que usa artes marciales importadas desde Asia.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Inicio de la peli [en inglés y español, subtítulos en portugués].

domingo, 8 de agosto de 2010

"Depredadores" (2010).


-- "Predators". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Nimród Antal.
-- Actuación: Adrien Brody, Topher Grace, Alice Braga, Walton Goggins, Oleg Taktarov, Laurence Fishburne, Danny Trejo, Louis Ozawa Changchien, Mahershalalhashbaz Ali, Carey Jones, Brian Steele, Derek Mears.
-- Guión: Alex Litvak y Michael Finch, basados en los personajes creados por Jim Thomas y John Thomas.
-- Banda Sonora: John Debney.

-- "Depredadores" en IMDb.
-- "Depredadores" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Debe ser acojonante que tienes los ojitos cerrados y cuando los abres, estás en un paisaje selvático... pero no como Jack Shepard el pringao médico de Lost, tiradito tomando el sol de espaldas en la jungla, sino en plena caída libre a churretecientos metros sobre la superficie, y la gravedad amenazando con estrellarte y dejarte paté en el suelo. Pero bueno, a nuestro prota se le abre un paracaídas, y acaba teniendo un descenso que no vamos a decir "contrato esa aerolínea de nuevo e invito a mis amigos para que vivan el turismo aventura como nunca antes", pero del que al menos se sale vivo y sin hueso roto, que es lo que cuenta. A poco de caminar, aparece otro pringao que también tomó la aerolínea equivocada. Y otro. Y otro más. Hasta sumar ocho en total. Mientras más se miran, más descubren que tienen algo en común. Sus armas. Y bueno, sus personalidades tras sus armas: hay un Black-Ops, un CIA, un afroguerrillero, un Yakuza, un matachechenos, un FBI Most Wanted, un matachingatumare, y el que chirría es el médico. El caso es que los PJs emprenden la marcha por la jungla, haciendo tiradas de percepción para esto o aquello, y empiezan a descubrir que algo anda muy mal. Por ejemplo, el magnetismo planetario está en día de reparaciones. Y el sol apenas se mueve. Después de caminar y caminar un rato, llegan finalmente hasta un área en donde por fin pueden ver el otro lado del cielo. Y ahí pueden ir diseñando el jodido plan B, porque cuando miras hacia lo alto y descubres una manga de planetas en tecnicolor que ni Frank Frazetta con un colocón, ya te puedes ir cagando de miedo y haciendo voto a diablos de que estás en una situación realmente jodida...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después del espíritu realista, sucio y amargo del cine de los '70s, los '80s vieron el renacer de la fantasía, de las historias de autosuperación personal a lo "Rocky" (bueno, "Rocky III" y "Rocky IV" más bien, que la original es setentera), y de la Ciencia Ficción por todo lo alto a lo "E.T.". La leyenda dice que alguien soltó el comentario de que a Rocky le iba faltando puro meterle nudillos al hocico de E.T., y de ahí nació la idea de tener a un ultracampeón terrestre luchando en un hand-to-hand contra un alienígena. La peli "Depredador", que salió de esas cogitaciones mentales, se transformó en un clásico casi instantáneo debido a una premisa explotada con mucha inteligencia, y a un John McTiernan dirigiendo en estado de gracia (ésta y "Duro de matar" son sus joyitas, aunque el resto no desmerece tanto tampoco). Ah, y bueno, Schwarzenegger también, aunque haga más o menos el mismo rol de siempre (nadie ha vuelto a decir con ese gracejo suyo aquello de "you're a very ugly motherfucker"). Pero después de los discretos resultados de "Depredador 2", la franquicia parecía haber quedado aparcada. Y es que "Depredador", bien mirada, era una de esas pelis en que una secuela era innecesaria porque, qué más se le va a añadir, si todos son variaciones del mismo tema (al final todo se reduce al monigote del espacio profundo que viene por lana y sale trasquilado). Ya en los 2000s el interés resurgió, después de "Freddy versus Jason", e hicieron la ecuación contranatura que ya habíamos visto en los cómics. Frente al coro de detractores que sangran sin misericordia "Alien versus Depredador", yo me atrevo a defenderla como un sencillo entretenimiento palomitero, lo que no está mal, aunque por supuesto sin alcanzar las cotas de sus franquicias madres ("Alien versus Depredador 2: Réquiem", por el contrario, es una mugre que no merece perdón de Bastet). Más allá de los resultados discretos de calidad de la franquicia AVP, la cosa probó que había interés por el personaje del Depredador, y así es como vamos sacándole más jugo. Esta vez, tuvieron el tino de dejar las cosas en las manos de Robert Rodríguez, controvertido en algunos respectos (y es que a veces mi amigo se pasa un poco de friki), pero que por lo menos no es un mercenario que se deje sodomizar sin vaselina por los grandes estudios, y por lo tanto, algo bueno cabía esperar de su labor (como productor, en este caso). Robert Rodríguez tuvo también la inteligencia de descartar toda la purulencia de AVP y se quedó con "Depredador" y "Depredador 2" (y ya puestos, podemos considerar incluso la propia "Depredador 2" como descartada, ya que en "Depredadores" no se hace la menor alusión a ella), y prosiguió la mitología a partir de ahí. El resultado es que dejó la franquicia en un sólido pie para seguir explotándola hasta que, en palabras de Troy McClure, ya no sea más redituable. Y dejó un lío padre de paso con la continuidad de las pelis, porque a pesar de que todos los fanáticos quieran olvidarse de AVP como de una excecrencia de sinusítico, la verdad es que siguen estando ahí, de manera que ahora tenemos que Alien desemboca en AVP, y Depredador desemboca en AVP y en otra continuidad paralela... y nadie parece demasiado confundido. Es lo que tiene la destrucción del historicismo bien puesto de toda la vida en nuestra cultura, que de pronto ya nada tiene sentido en ninguna mitología.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Dividiré este comentario en dos partes, uno para los fanáticos de toda la vida y otro para el resto de la morralla comepopcorn. Los primeros no tienen nada que temer acá, y saldrán enormemente complacidos de ver esta peli. Sin ser tan superlativa como la "Depredador" original, sigue teniendo un enorme empaque y no se corta so pretexto de ser "para adolescentes" e infantilizarse (vemos, entre otras cosas, la inevitable escena del depredador arrancando trofeos... sé que me entienden). A la vez, el guión es más simple y redondo que "Depredador 2", además de estar filmada con mayor ritmo. En la historia, uno de los personajes hace un breve retelling de los eventos de "Depredador", pero no hay alusiones a "Depredador 2". Ni menos a AVP, por supuesto. Se recita por supuesto la clásica línea del "you're a very ugly motherfucker" (en ruso, así es que no se preocupen si no la pescan, lo que es yo me enteré echando un vistazo en IMDb). Vemos algunos depredadores más y se amplía un poco la mitología respecto de la franquicia original. Por el lado de los humanos ahora ya no tenemos a un grupo de boinas verdes sino a una patrulla más heterogénea (¿tributo a la corrección política moderna?), cada uno bien perfilado en lo que corresponde, o sea, en sus cualidades para matar y escabullirse de ser matados. La premisa de base está bien explotada, y la peli en general es respetuosa con la mitología, más allá de algunas cosas que no es que no calcen, pero quedan un poco inconexas o no se explican del todo (¿por qué los depredadores cambiaron la Tierra por un planeta alienígena como coto de caza?). Aunque tampoco es que sea necesario explicarlo todo para disfrutar de la peli. O sea, quienes disfrutaron con la "Depredador" original están en muy buenas manos aquí.

-- Para el resto, "Depredadores" es una buena peli de acción. Uno espera que si la peli va de cazadores y presas, hayan algunas de subido tono violento, y de haberlas las hay. El guión es simple, pero bien llevado, salvo por alguna vuelta de tuerca un poco tirada de las mechas (Topher Grace debería llamarse Topher DisGrace). Si nunca has visto "Depredador" o "Depredador 2" entonces no importa porque te explican lo esencial sobre la marcha, y quizás hasta sea mejor porque sorprende más. Y el final es sencillo y elegante, y por supuesto que deja abierta la puerta para una nueva secuela (con todo, no es un "continuará" en regla, de manera que si no hay secuela no quedaremos con el "qué pasó" soplando en el cuello). La gente detrás de esta peli tuvo la ambición de apuntar más alto que a una peli que fuera sólo entretenida (léase "Los Magníficos", por ejemplo), y quisieron hacer una de acción de las buenas, y la verdad es que lo consiguen. El equipo actoral, por su parte, está bien afiatado, aunque conspira contra el suspenso de la peli el tener el presentimiento casi cierto de que el actor con el currículum más pesado es el que tiene más posibilidades de sobrevivir, o al menos, de llegar con bien hasta el final de la peli. Contra lo esperado, lo cierto es que Adrien Brody resulta un buen héroe de acción, no tan chulo como Arnold ni tan socarrón como Bruce ni tan mazacote como Vin, y por lo mismo más creíble en esa situación desesperada de "mata o muere". El otro nombre bien conocido en la peli es Alice Braga (me encanta ese apellido, hehehé), aunque sea por haber intervenido en la recta final de "Soy leyenda", y cumple como mujer dura sin ser tan pesada como Michelle Rodríguez. Laurence Fishburne por su parte se divierte de lo lindo con un rol bastante inesperado, y Topher Grace... bueno, Topher Grace siempre ha sido un gusano miserable (el Venom de "Spiderman 3", ¿recuerdan?), así es que para qué engañarnos. El bueno de John Debney por su parte recrea muy bien la banda sonora original del gran Alan Silvestri. Quizás "Depredadores" no sea la mejor peli del 2010, ni va a aparecer en los Top Ten de ningún crítico "serio", pero es todo lo que una buena peli de acción puede ofrecer, y cumple con creces lo que promete.

-- (((SEMISPOILER AQUÍ, SI NO QUIERES ENTERARTE DE QUÉ ESCENA DEL TRAILER NO SALE EN LA PELI SÁLTATE ÉSTE PÁRRAFO, PERO LO CONSIGNARÉ DE TODAS MANERAS PORQUE ME SENTÍ INDIGNADO Y ESTAFADO EN ESTO, QUE ES EL ÚNICO DISGUSTO SERIO QUE ME DIO LA PELI))). ¿Recuerdan esa escena del trailer en que, en la noche, sobre Adrien Brody se proyectan como novecientos triángulos láser apuntándole y dando la idea de que se lo van a cargar en uno punto cuatro segundos...? Esa escena no aparece en la peli. (((LISTO, LO DIJE. ES LO BUENO QUE TIENE MANTENER UN BLOG DE CINE, QUE SI ALGO TE MOLESTA, SIEMPRE LO PUEDES REPRODUCIR HACIA EL EXTERIOR))).

IDEAL PARA: Los fanáticos de la saga de Depredador, y los consumidores habituales de cine de acción en general.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 5 de agosto de 2010

"Excalibur" (1981).


-- "Excalibur". Inglaterra / Estados Unidos. Año 1981.
-- Dirección: John Boorman.
-- Actuación: Nigel Terry, Helen Mirren, Nicholas Clay, Cherie Lunghi, Paul Geoffrey, Nicol Williamson, Robert Addie, Gabriel Byrne, Keith Buckley, Katrine Boorman, Liam Neeson, Corin Redgrave, Niall O'Brien, Patrick Stewart, Clive Swift.
-- Guión: Rospo Pallenberg y John Boorman, sobre una adaptación del primero de la obra de Thomas Malory.
-- Banda Sonora: Trevor Jones.

-- "Excalibur" en IMDb.
-- "Excalibur" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Inglaterra, la Edad Media. Guerra, caos, confusión. Es tiempo de gloria. Es tiempo de leyendas. Es tiempo de... ¿Excalibur? Bueno, sí, quizás, depende... El mago Merlín piensa que sí, y que debería ser empuñada por Uther. Se nota que ese día el mago tenía su bola de cristal en el servicio técnico, porque el tal Uther, es cuestión de verlo y descubrir que es un pendenciero, un jactancioso y un matasiete a quien la misión de pacificar a Inglaterra le queda claramente grande. Pero de todas maneras, marrullerías de Merlín mediante, Uther lo consigue. Hasta que mira a la buenorra de Igrayne, la esposa de su principal vasallo. Y va a la guerra con su vasallo únicamente por darle gusto al celo canino. Merlín tira entonces la toalla, y en vez de mandarle a Uther una buena indigestión que libere a Inglaterra de su tiranía y el otro vasallo se imponga como rey único, crea un plan retoíto complicao que tardará de una a dos décadas de sufrimiento en fructificar. El plan es que le dejará meterse con la chica, pero él se llevará al crío resultante. Así se hace, Uther pierde la vida de manera conveniente en el camino, y el chico se cría lejos de todo. Cuando llega el momento, vendrá el gran certamen en que el chico sacará la espada de la piedra, todos le reverenciarán como rey, etcétera. Pero la aventura no ha hecho más que comenzar. Arturo traerá la paz y la justicia a sus dominios, pero el mal nunca descansa...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Así como en la vida biológica, en el amplio repertorio de mitos hay también darwinismo puro y duro. La mayor parte de las historias y leyendas quedarán como algo curioso, del folclore, o de algún libro olvidado. Otras inspirarán nuevas historias y reversiones a lo largo del tiempo, y se consolidarán como un frondoso linaje de historias recontadas una y otra vez. El Rey Arturo es una de estas grandes sagas épicas. Sobre el verdadero Arturo es poco lo que se sabe, más allá de que, si existió, debió haber sido un caudillo militar semibárbaro que defendió a la población anglorromana contra invasores foráneos. Después vino alguien que le inventó otros caballeros y aventuras, otro le metió un mago Merlín y orígenes en amores adulterinos, otro le introdujo la Mesa Redonda, otro lo entroncó con la leyenda del Grial, y así vamos sumándole, total el pobre Arturo aguanta todo, hasta que el oscuro peleón primitivo quedó convertido en un peazo macho con un par de acero reforzado. Arturo se transformó en el héroe medieval por excelencia, y aunque olvidado en los más pragmáticos Tiempos Modernos con su prurito antimedieval, el Romanticismo del siglo XIX lo vio renacer. Y cuando el cine se volvió hacia la literatura para hacer pelis, que eso del saqueo generalizado no empezó ahorita como los quejicas de los remakes quieren hacernos creer, la saga de Arturo fue de inmediato carne de cañón para una tonelada de adaptaciones, más o menos afortunadas. Y dentro de todo el siglo XX, es probablemente "Excalibur" la más canónica de estas adaptaciones, hecha con todos los conceptos del cine-espectáculo moderno, pero aún en la época en que importaba hacer buenas pelis en vez de cortar boletos en la taquilla poniendo vampiros quinceañeros a lo "Crepúsculo".

¿POR QUÉ VERLA?

-- "Excalibur" es, en los primeros 100 años del cine por lo menos, la mejor peli sobre el Mito Artúrico: es la que tiene uno de los mayores presupuestos, uno de los mejores guiones, y también la de mayor atrevimiento en cuanto a alcances. Porque esta peli cubre prácticamente todos los incidentes principales de la leyenda: el nacimiento mágico, la espada en la piedra (en veinte minutos, lo que en "La espada en la piedra" de Walt Disney nos daba el latazo de una peli completa), la entrada de Lancelot, la erección de Camelot y la construcción de la Mesa Redonda, el matrimonio de Ginebra con Arturo, el adulterio de Ginebra con Lancelot, la búsqueda del Grial, las intrigas de Morgana, la muerte de Arturo... Todo compendiado en cerca de dos horas y media de peli (se suponía que iban a ser tres horas, pero algunos recortes por aquí y por allá la dejaron en su duración actual, y benditos sean, que la peli consigue el milagro de ser tremendamente ágil sin resultar atropellada en ningún minuto). Es así no sólo una peli sobre Arturo o sobre la Edad Media, sino ante todo sobre el mito, y no sólo sobre el Mito Artúrico, sino sobre EL MITO en general. Porque, a punta de meterlo todo, la peli se ve obligada a destilar mucho, y así, los elementos más puramente míticos emergen a la luz de manera nítida. Vemos el ciclo vital completo de Arturo como un mesías o un Ubermensch: su nacimiento milagroso, su formación como héroe, su misión, su caída en desgracia, y su redención final, con aromas de santidad estilo "Los diez mandamientos" en versión vikinga incluidos. Son pocas las pelis que pueden lucirse tanto en este campo, y ésta lo logra.

-- La puesta en escena es bastante buena. Más allá de algunas decisiones estéticas o técnicas discutibles (el abuso del "Carmina Burana", aunque en esa época el "O Fortuna" de Orff no estaba tan puteado como ahora, o el saqueo sistemático al bueno de Wagner), o que son un poco producto de su época y hay que hacer un poco de ejercicio de perdón con ellos (esos lentes que provocan un efecto de difuminado, tan propios del cine fantástico tardíosetentero y tempranochentero), la verdad es que la recreación del mundo artúrico es simplemente fantástica. Vemos una Edad Media mítica, ni alzada y caballeresca que lo haga un delirio fantástico, ni tan cochambrosa que nos haga pegarnos de bruces con la mugre de la realidad. Las armaduras pesadas cantan un poco, pero la peli no trata de ser una recreación de la Britania del siglo V (el ámbito natural del Arturo original) sino de la mentalidad romántica sobre la Edad Media, y de esta manera están bien. La peli se toma atrevimientos que el cine espectáculo de hoy en día no podría, tal y como por ejemplo incluir escenas de desnudos, e incluso una violación (la chica violada, Igrayne, que en el proceso provoca el primer topless de la peli, viene siendo interpretada por Katrine Boorman, que es hija del director John Boorman, en una sórdida ramificación freudiana de esta peli que...).

-- Los actores. Aparte de algunos secundarios que estaban en sus comienzos (Gabriel Byrne como Uther, Patrick Stewart futuro capitán Picqard y Profesor Xavier como un caballero, y Liam Neeson como Gawain), Nigel Terry resulta un Arturo muy convincente, tanto interpretándolo como un joven ignaro de las cuestiones de la vida, como después un adulto apasionado y un rey majestuoso, y finalmente un hombre acabado y derrotado por la vida. Nicol Williamson tiene una estupenda química con él, como Merlín. La ahora adusta y señorial pero en sus tiempos bastante salidorra Helen Mirren, acá interpreta a una Morgana que vive y respira maldad, aunque las motivaciones de su personaje, buscando venganza por la violación de su madre, en realidad son un poco difusas (años después, ironías del cine, Helen Mirren llegará al trono de Inglaterra en "La reina"). A cambio, Cherie Lunghi interpreta a una Ginebra quizás un tanto desteñida (puede que por contraste, porque tampoco lo hace mal, o al menos lo hace soberanamente mejor que Julia Ormond en "Primer caballero", aunque ésa estaba fácil), pero no podemos negarle que en desnudo integral justifica sobradamente el arrebato de lujuria de Lancelot hacia ella. Nicholas Clay como Lancelot resulta un poco blandengue y carilindo, aunque no desentona tanto tampoco. Y cerremos con Paul Geoffrey, que compone también a un estupendo Parsifal, primero patoso y métomentodo, para después ir evolucionando y convertirse en el más aventajado de los caballeros de Arturo.

-- Un tópico interesante que toca esta peli, y que le confiere un cierto hálito trágico, es el conflicto de religiones. Recordemos que la Britania del siglo V era una tierra a medias cristianizada (paganizada después por los anglosajones, y reconquistada para Roma recién en el siglo VII), y por lo tanto, en la leyenda artúrica confluye un sustrato pagano con numerosos añadidos cristianos. La peli consigue armonizar todo esto muy bien. Al principio vemos a Merlín como una gran fuerza natural, pero luego, conversando con Morgana, descubrimos que todo su mundo pagano está cayéndose a pedazos, mientras el Unico Dios sigue un imparable avance. La segunda mitad de la peli se dedica en buena parte a la búsqueda del Grial, y aquí vemos al Cristianismo triunfante. Aunque, ¡ojo!, todo ello en el subtexto (bueno, no es tan subliminal desde que todos saben del Grial gracias a "El Código Da Vinci"), y finalmente se produce una curiosa amalgama, con un Arturo más mesiánico que nunca levantándose metafóricamente desde la muerte para derrotar al Mal, a la vez un Ubermensch que combina el poder del cristianismo y el paganismo (al respecto, es ilustrador cuál es realmente el secreto del Grial... y no, no lo revelaré aquí). No deja de ser así una lectura atrevida del conflicto de religiones y de la Cristianización de Bretaña, y de algo que el espectador informado probablemente dé por obvio, aunque no suela hablarse mucho de ello fuera de los círculos académicos: que el Cristianismo y el Paganismo en realidad son una y misma cosa, bien sea porque el Cristianismo se apropió de numerosos mitos paganos y los reconvirtió para hacerles la competencia (así como una marca de galletas saca un tipo de galletas similar a la empresa rival que se está forrando con un producto nuevo), bien sea porque ambos beben de un sustrato aún más profundo que la Historia, y que podemos llamar el subconsciente colectivo, la memoria colectiva de la Humanidad, el imaginario común, etcétera.

IDEAL PARA: Ver la que probablemente es y será por mucho tiempo la versión fílmica definitiva en materia de Mito Artúrico.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Inicio de la peli [en español].



-- Arturo en una batalla más para imponerse como el único rey [en inglés, sin subtítulos].

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