11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

viernes, 19 de febrero de 2016

CINE 9009 CUMPLE DIEZ AÑOS EN LÍNEA.

DIEZ AÑOS. Diez. Cuéntenlos bien. El día 19 de febrero de 2006 nació a la vida un nuevo y radiante blog que cambió para siempre el rumbo de la historia del cine: Cine 9009 (bueno, quizás esté exagerando un poco en las flores, pero si no me las arrojo yo, ¿entonces quién...?). A lo largo de estos diez años hemos comentado un sinfín de pelis. Entre 1100 y 1200, si mis cálculos no fallan. A razón de una peli por posteo. No le hemos hecho el asco a casi nada. Bueno, todavía no hemos publicado casi nada de artes marciales, y el softcore no ha hecho acto de aparición, pero tiempo al tiempo. ¿Y, qué decir...?

Pues, no mucho.

Creo.

Es que los gatos nos comunicamos con maullidos, y ustedes los humanitos son medios tontos para entendernos. Así es que, a fuerza de teclado tendrá que salir esto. Y bien... ¿qué teclear? Más o menos lo siguiente:

Dar las gracias a los lectores. Los que partieron desde los inicios con Cine 9009 y los que se han ido sumando por el camino. Los que pensaron que en un minuto Cine 9009 había desaparecido para siempre, y se alegraron de que fuera apenas un breve alto en el camino. Los que han dejado comentarios (a pesar de que no los responda porque... bueno... reumatismo, sí, soy gato viejo, yeah, that's the ticket). Los que han compartido posteos en Google+. Y en general, los que se han paseado aunque sea de manera casual y con ello le han dado movimiento y tráfico a esta parroquia medio abandonada de Dios (pero no de Bastet, loado sea Su Nombre. Además, Bastet es más curvilínea que el Dios Bíblico, y ésas son las diosas que me gustan a mí).

Esperar que los comentarios de estas pelis hayan ayudado a los lectores a descubrir pelis que no se imaginaban que existieran. A darle oportunidad a pelis que pensaban no iban a valer la pena (y si después de eso valieron la pena, pues tanto mejor, claro está). Y por supuesto, a esquivar balas con pelis que, todos sabemos, mugrosas las hay a montones, y alguien tiene que verlas para que alguien más NO tenga que verlas. (De nada).

Soñar con un mundo en el cual se valoren las pelis porque son entretenidas o buenas, en vez de apuntalarlas con explosiones para hacerlas pasar la cota de los 1000 millones de recaudación. Con un mundo en donde Michael Bay vuelva a ser el realizador más o menos solvente de sus inicios y no el documentalista de fuegos artificiales posando como cineasta que es ahora. Con un mundo en donde los hipsters dejen de alabar pelis "profundas" o "que te hacen pensar" y que en realidad son latazos buenos para curar el insomnio o peor, o llenos de antihéroes cuyo gran mérito es haberse tatuado en la mente el sello de la autodestrucción porque eso es ARTSY. Con un mundo en donde PROHIBAN POR LEY EL CONSUMO DE POP CORN EN EL CINE (sí, lo sé, es una imposibilidad, el lobby del gremio de empleados del cine es casi tan poderoso como el de la construcción porque si no hay cine para divertirse, capaz que la gente empiece a pensar en sus propios problemas y derribe al gobierno. Pero soñar no cuesta nada).

Divertirse con las pelis divertidas, soñar con las pelis imaginativas, asombrarse con las pelis ósom, azucararse con pelis de vaporosos suspiros románticos, suspirar con ojitos de cordero degollado con cada chica starlet veinteañera que nos ofrecen como la siguiente next best thing antes de que cumpla treinta y la envíen a papeles de madurona o al olvido, y arriscar la nariz en la boletería cada vez que tratan de que piquemos para comprar la entrada para una peli de Adam Sandler (porque, leñe... ¿quién diablos las sigue comprando...?).

Bueno, son unos cuántos párrafos. ¿"No mucho", escribí? No mucho, mis bolas cinéfilas. Me gusta escribir. Me gusta explayarme. Me gusta darme cincuenta millones de vueltas para llegar a un punto porque VERBORREA y EXHIBICIONISMO y DESMESURADO EGO DE GATO.

¿Y qué viene a futuro en Cine 9009? Pues ya saben cuál es la ley de Jólivu para las secuelas: lo mismo PERO MÁS.

Con el doble de DESMESURADO EGO DE GATO.

¿Seguirá existiendo Cine 9009 por allá por 2026, cuando debería cumplir veinte años? Quién sabe. Pero si llega a ser, debemos primero comenzar por el año 11. Que comienza... ahorita... en un segundo... mismito... ahooooooraaaaaa... ¡¡¡YA!!!

Saludos para todos, y bienvenidos al Año 11 de Cine 9009.

(Con DESMESURADO EGO DE GATO).

jueves, 18 de febrero de 2016

"El pibe" (1921).


-- "The Kid" (título original en inglés), "El chico" (título en España). Estados Unidos. Año 1921.
-- Dirección: Charles Chaplin.
-- Actuación: Charlie Chaplin, Jackie Coogan, Edna Purviance, Carl Miller, Tom Wilson, Henry Bergman, Charles Reisner, Raymond Lee, Lita Grey, Jules Hanft, Frank Campeau, F. Blinn, John Coogan, Sr., Esther Ralston, Granville Redmond, May White, Silas Hathaway, Albert Austin.
-- Guión: Charles Chaplin.
-- Banda sonora: Charles Chaplin (edición de 1971).

-- "El pibe" en IMDb.
-- "El pibe" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una mujer ha cometido el mayor pecado de todo el mundo. ¡Ser madre! O sea, ser madre soltera, entendámosnos (por supuesto que por mí, cualquier humanito es bienvenido en el mundo, o si no, quién fabricaría mis Whiskas, ¿ah?). Qué tiempos aquellos en que una madre soltera era tratá como ESCORIA y no como ahora que las perrujas de 13 se embarazan para el programa ése de madres adolescentes de MTV... Ahogada por la desesperación, recurre a la única solución viable: ¡¡¡DEJAR ABANDONADO AL CRÍO EN PLENA VÍA PÚBLICA!!! (¡joer! ¡Chaplin, uno de los más grandes genios cómicos del cine, acaba de parir su primer CULEURÓN VENEHOLANO). El caso es que lo deja en un vehículo porque... qué se yo por qué, pero conviene al guión. Y el vehículo se lo roban unos cacos porque... qué se yo por qué, pero conviene al guión. Y los cacos descubren el bebé (después de entrar a puntapistola a ver qué gime tanto... joer con estos cacos, están listos para pacos reprimiendo estudiantes), y lo dejan botao por ahí porque... qué se yo por qué, pero conviene al guión. ¿Y quién iba pasando por ahí? Pues, quién más va a ser, el Vagabundo, o sea, Chaplin. Que pasa y mira al bebé, y ya sabes, si encuentras a uno de esos engendros del demonio, ya te lo vas quedando, porque la LEY DE JÓLIVU dice que si ves un bebé, te toca. El caso es que Chaplin trata de deshacerse del condenao bebé, pero ya saben cómo es esto, hay días en que no puede uno deshacerse de un condenao bebé, así es que... se lo queda. Pasa el tiempo, cinco años, ahora el bebé es un cachorro humano ná más mono, y... Sí, señores. Es casi como un hijo putativo para Chaplin (y por suerte es varoncito. Ya sabemos lo que Chaplin le hacía a las chicas que eran así de chiquitas. Exacto, se casaba con ellas. Cuatro veces). Son casi como una familia, viviendo en una pobreza casi como el Chavo del Ocho (aunque con así unas rumas de panqueques para desayunar... hasta para ser pobre antes tenían ESTILO). Todo marcha bien, pero... la madre todavía anda revoloteando por ahí, claro está. Y además de eso, están LOS SERVICIOS SOCIALES. ¡¡¡EL GOBIERNO!!! ¡¡¡EL OPRESIVO GOBIERNO SOCIALISTA QUE NO DEJA A LA GENTE SER LIBRE EN PAZ!!! (Joer, y despuéz acusaban a Chaplin de comunistas. Sin lugar a dudas no vieron esta peli, en donde los servicios sociales quedan como monos de Madagascar). ¿Podrán Chaplin y su pibe salir adelante juntos en esta vida cruelosa...? Por una vez la respuesta no es tan obvia. No es tu blockbuster favorito, para que nos entendamos. Es Chaplin, y ése te salía con cualquier cosa (en particular en el metraje del final... véanla y entenderán).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En retrospectiva, resulta increíble constatar lo mucho que avanzó el cine en apenas su primer cuarto de siglo. En 1895 estaban exhibiéndose las primeras cosas, ya para 1902 o 1903 estaban llegando las primeras pelis hechas y derechas de ficción ("Viaje a la Luna", "El gran robo al tren"...), ya para los 10s habían inventado el epic monumental ("Cabiria"), y en paralelo, vino la enorme explosión que tuvo la comedia en esos años, género muy agradecío porque como el cine era mudo y eso limitaba un resto las posibilidades narrativas (¿se imaginan las parrafadas de Shakespeare en cine mudo...? Nosotros tampoco). De esa hornada de comediantes, el que más caló en la memoria popular fue sin lugar a dudas Charles Chaplin, que con su personaje Charlot, o el Vagabundo, hizo historia. En la época rodó churretecientos millones de cortos, pero en esa época decidió dar el salto al largo. Bueno, a lo que era un largometraje en esos días ("El pibe" dura como 52 minutos, minuto más o minuto menos, o sea, menos de una hora en total). Y además, dando otro tiple salto al vacío: a diferencia de sus cortos que son divertimentos ligeros y comédicos, "El pibe" por debajo de los chistes y el slapstick clásico de Chaplin, es un drama de aquéllos (porque, leñe, se trata de un niñito huérfano adoptao por un adulto que es un ESCORIA SOCIAL, al final del día). La jugada fue coronada por un éxito completo. "El pibe" fue la segunda peli más taquillera de 1921, superada sólo por "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", que lanzó a una efímera y suspiriosa fama a Rodolfo Valentino. Y andando el tiempo, "El pibe" quedó también como uno de los grandes hitos del cine mudo, y como una de las más grandes pelis rodadas por Chaplin, y de éstas el hombre tiene unas cuantas ("La quimera del oro", "Tiempos modernos", "El gran dictador").

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Peli de cine mudo? ¡Puaj! ¿Quién quiere ver esas cosas hoy en día? ¡Queremos oir diálogos idiotas y EXPLOSIONES ESTRUENDOSAS! Lo queremos tanto, que en nuestras pelis de zenzafixión las explosiones se oyen hasta en el ezpacio sin aire que transmita el sonido, figúrense. Pero, ¡no temáis, humanos perecederos! "El pibe" era y sigue siendo una de las mejores pelis de ésas que combinan drama y comedia. Mudita y too. (Bueno, hay quien dice que calladitas son mejores, hehehé). Porque Chaplin tiene el intelecto suficiente como para tomar una premisa que explicada plana y brutalmente es de lo más angustiosa (las penurias de un huerfanito viviendo en condiciones prácticamente dickensianas, casi-casi Oliver Twist), y sacar de ella una comedia de las buenas, comedia de verdá, no de esas pelis en donde los chistes son de mal gusto o no alcanzan a tapar el horror de la situación. Porque esta peli sabe ser lo que es: hace reir cuando toca la tecla de comedia, te saca sus buenos lagrimones cuando la cosa va de drama (la escena de Chaplin persiguiendo por los tejados al chico que se lo lleva, oprime el corazón hasta de nosotros los gatos, que como los humanos saben, solemos carecer de ese superfluo órgano), y te hace soltar un "AAAUUUuuu, mira como se quieren" cuando se pone emotiva. Algunas soluciones narrativas son un tanto forzadas, y es mejor aceptarlas un poco con lógica de "es un drama, dejémoslo así que es más dramático" (miren ustedes lo fácil que es establecer la identidad del chico, de cara a que su madre pueda reclamarlo de vuelta, o el final quizás un tanto facilón porque si la cosa terminaba en su curso natural, iba a ser un final más bien deprimente, muy poco de comedia). Otras son más bien discutibles (la secuencia final, en donde vemos un bizarro sueño surrealista tres años antes de que, en efecto, se publicara el Manifiesto Surrealista, a mí en lo personal me gusta por el derroche de imaginación y creatividad que muestra, siempre dentro de los limitados medios de la época eso sí, pero otros espectadores la pueden encontrar ñoña, ridícula, o que saca demasiado del argumento). Pero se le perdona todo a cambio de todo lo emotivo que resulta ver a los dos protas (Charles Chaplin, claro, y a su lado un Jackie Coogan como uno de los mejores actores infantiles ever) tan compenetrados uno con el otro, como una verdadera familia afrontando juntos las miserias y veleidades. La peli es de hecho bastante simple, y no va mucho más allá de esa premisa. Pero, como si hiciera falta. Con eso basta, y basta tanto, que "El pibe" se tiene bien ganado su lugar entre los monumentos de la historia del cine.

IDEAL PARA: Ver una emotiva historia de cariño paterno filial, y una poca de crítica social de paso.

miércoles, 17 de febrero de 2016

"El húsar de la muerte" (1925).


-- "El húsar de la muerte". Chile. Año 1925.
-- Dirección: Pedro Sienna.
-- Actuación: Pedro Sienna, Piet Van Ravenstein, Clara Werther, María de Hanning, Dolores Anziani, Hugo Silva, Luis Baeza, Octavio Soto, Federico Geimza, Guillermo Barrientos, Emilia Sierra, Ángel Díaz, Víctor Véjar.
-- Guión: Pedro Sienna y Hugo Silva.
-- Banda sonora: Horacio Salinas (para la versión restaurada de 1995).

-- "El húsar de la muerte" en IMDb.
-- "El húsar de la muerte" en la Wikipedia en español.

¿DE QUÉ SE TRATA?

1814. Se ha producido el DESASTRE DE RANCAGUA y los patriotas se disponen a MORIR POR LA PATRIA porque son PATRIOTAS, mientras el enemigo español avanza reconquistándolo too a su paso... ná, mentira, no. No, en realidad los patriotas se fugan a Mendoza como conejos, porque muy patriotas serán, pero también son CHILENOS. ¿Es que acaso toda esperanza está perdida, es que acaso Chile nunca tendrá FREEEEEEDOOOOOOMMMMMM??? No, no toda. Porque para eso el buen William Wallac... perdón, peli equivocada. Para eso el buen Leónid... er... perdonen de nuevo, peli equivocá otra vez. Para eso el Zorr... er... ¡no, no! Voy de nuevo. Para eso el buen Manuel Rodríguez... sí, ahora sí. Para eso el buen Manuel Rodríguez organiza GUERRILLAS. Y mientras los realistas festejan la reconquista española HACIENDO UN BRINDIS y REFORCILÁNDOSE EN SU MALDÁ MALDADOSA y BEBIENDO LA SANGRE DE UN NIÑO EN SU CRÁNEO y... (bueh, esto último es exageración, porsiaca, pero habría quedado de p*** m****, ¿no?), va Manuel Rodríguez y les tira un papelito por la ventana diciéndole que LOS PATRIOTAS NO SE RINDEN y tal (y los talaveras, el Polizeiapparat de los realistas, sin pescarlo, así, a plena luz de día, porque parece que esos también fueron a la Academia Stürmtruppen StarWars). El caso ejke Manuel Rodríguez comienza a organizar sus guerrillas, porque FREEEEEEDOOOOOOMMMMMM!!!, mientras los talaveras son tan malos maldadosos que le dan palizas a los niños patriotas en las calles (seriously, ahora no me lo estoy inventando). Y uno de esos niños, que jugaba así a los patriotas así como en la actualidad juegan a ser Mazinger Z (bueno, o jugaban. Que ahora no se los saca de la Xbox, patanes grasógenos), y que recibe la paliza, ahora decide que será PATRIOTA EN SERIO. Dicho y hecho, va y encuentra a Manuel Rodríguez así en un pestañear, con una eficiencia que ni Lois Lane en el reboot de Superman, y por las buenas le pide ser su corneta (er... sonó mal eso. Explicación: le pide ser el chico que agarra la corneta y se la toca a Manuel Rodríguez. ¡Perdón, eso sonó peor! Quiero decir, el chico que interpreta notas musicales con el instrumento musical llamado corneta, y que se utiliza por las fuerzas militares y paramilitares de la época para impartir instrucciones a los soldados en el frente de batalla. Eso es. Bola de malpensados). Manuel Rodríguez va y le dice entonces que primero tienen que tener una corneta que tocar. Dicho y hecho, el chico como es lo más de lo más, puez que va y se roba una corneta a los talaveras, que serán malos y temibles, pero también son más TONTOS que un cartoon ochentero. Ahora, Manuel Rodríguez y su corneta (el chico bajo sus órdenes que imparte instrucciones tocando el instrumento musical llamado corneta, vamos) están juntos, codo con codo y mano a mano, luchando por FREEEEEEDOOOOOOM!!!, para que desaparezca de Chile el cruel, opresivo, tiránico e inhumano dominio de la aristocracia ezpañola, y principie el cruel, opresivo, tiránico e inhumano dominio de la plutocracia nativa.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Volvamos un poco atrás en el tiempo, en concreto unos dos siglos exactos y cabales. En 1810, en Chile, los vecinos de Santiago proclamaron la primera Junta de Gobierno, y surgió entonces la llamada Patria Vieja, que intentó independizarse de Ezpaña, pero la cosa no prendió mucho porque todo eso era cosiacas de los enchufaos de siempre que querían libertá para estoquello, pero el bajo pueblo la menda, si al final del día daba lo mismo si pagar impuestos al Rey o a la Patria, que FREEEEEEDOOOOOOM siempre es wena cuando hay money que gastar, pero y si no, qué tanto más da (¿oíste, Friedman? Libertad de elegir mis cohóne de gato masho, neoliberasho). Cuando el Desastre de Rancagua y la Reconquista (1814-1817), los ezpañóle destruyeron la obra de los patriotas, y too lo de la Patria Vieja pudo haber quedado en un simpático interludio, pero los ezpañóle tuvieron la estúpida idea de implementar una represión policíaca más allá de todos los límites, vulnerando la honra con tribunales de vindicación, la libertad con relegaciones, la vida con ejecuciones masivas (no tantas, pero las hubo), y lo más pior de lo pior... la billetera, con contribuciones masivas forzosas, too lo cual tuvo el glorioso efecto de que todos los tibios que no le echaban demasiado de los realistas a su café con leche en la mañana, pero que tampoco eran patriotas convencidos, se pasaron de bando en masa y empezaron a apoyar la independencia a gritos. Así se hace, genios. Al inicio de la Reconquista en 1814, la causa patriota era el sueño de unos poquitos aprovechaos que querían ser califa en lugar del califa, mientras que para la Batalla de Chacabuco en 1817, que la perdió el realista Rafael Maroto (un fulano al que le encantaba perder batallas... ¡era carlista!), apenas tres añitos después de ná (dos y medio en realidad, de octubre de 1814 a febrero de 1817), el único chileno que quedaba apoyando a los realistas era José Santiago Rodríguez Zorrilla, el implacable Obispo de Santiago, porque si usté quiere un gil que atornille al revés, ponga un cura en su vida (el hombre pagó sus molestias con relegación, durante el gobierno de O'Higgins lo enviaron a Mendoza para que no jodiera la pita). Es en este ambiente que surge la leyenda de las montoneras, los grupos de guerrilleros que se armaron oficialmente contra la Corona (algunos sí, pero otros estaban en ello por el puro y simple bandidaje, admitámoslo), y de los montoneros y guerrilleros, el más importante de toos fue el héroe popular Manuel Rodríguez, que, bueno, popular en la leyenda, aunque en realidad era un pijito lindo jugando a "uno del pueblo" (Manuel Rodríguez era abogao titulao, que en la época no era un "pague matrícula y arancel en una univ privá y llévese su cartón, y por dos carreras cursás, la tercera tiene 50% descuento, ofertón LLEVE YA", y además era amigui de la aristocrática familia Carrera, que le dieron un puestecito en el Gob cuando J.M. Carrera llegó al poder vía coup d'état. Aún así, la leyenda de Rodríguez como héroe del populus sobrevivió en la mentalidad populá, hasta el punto que cuando cierto gobierno militar de infausta memoria se abrió paso a punta de Hawker Hunter a La Moneda, un grupo guerrillero que se armó en contra se hizo llamar el Frente Popular Manuel Rodríguez (FPMR, pa' los amigos). Nada de raro entonces que cuando esa nueva cosa del cine empezó a prender en Chile, una de las primeras cosiacas que se hizo fue rodar una peli llamada justamente "Manuel Rodríguez", que se estrenó para el centenario, en 1910 (su estatus hoy en día es el de "peli perdida", hasta donde llegan mis noticias), además de un nuevo "Manuel Rodríguez" en 1920, en donde actuó Pedro Sienna. Este prohombre del cine chileno dezpué dirigió la "El húsar de la muerte" que nos ocupa (ayudado en el guión por Hugo Silva, famosillo en las letras chilenas por su entretedisíma y racista novela "Pacha Pulai"). (Quizás no sea casualidad que hayan surgido tres pelis sobre el guerrillero en apenas dos décadas: en el período 1891-1925, Chile estuvo sumergido en la República Parlamentaria, que es el nombre finoli que los historiadores le ponen al período en que los señores políticos dieron un golpe de estado contra el gobierno constitucional y convirtieron a la institucionalidad chilena en su puta particular, dándose una peazo orgía que terminó con las rebeliones de 1925 y 1932, y bueno, quizás tener varias pelis de un héroe luchando contra LA OPRESIÓN DEL PODER en ese tiempo era cuestión de timing). También el héroe ha tenío un capítulo de "Héroes: La gloria tiene su precio" ("Rodríguez: El hijo de la rebeldía") y un culebrón hot (bueno, hot para los estándares pechoñoconservadores de los culebrones de las 19:00 horas, para que nos entendamos). Pero fue la peli de 1925 la que marcó un antes y un después en el cine chileno, casi su examen de título si nos ponemos. Hoy por hoy, gracias a las sucesivas restauraciones en los 60s y 90s, es también la única peli del cine mudo chileno que podemos ver más o menos íntegra (énfasis en el "más o menos", por aquello de las secuencias perdías y tal. Lo de siempre con el cine mudo, vamos). Y por cierto, digámoslo acá porque la peli no lo explica (o si lo explica, me lo perdí porque los cartelitos ésos de cine mudo, son un infierno): en 1818, Rodríguez fundó un cuerpo de combate llamado los húsares de la muerte, con muy cool casi-totenkopf de símbolo, y de ahí el título de la peli. Para que no vayan a pensar que es una licencia poética o algo (a su vez, los húsares de la muerte de Rodríguez parecen inspirados en los hussards de la mort franchutes revolucionarios de 1792, pero eso es otra historia).

¿POR QUÉ VERLA?

-- La verdá verdadera... esta peli es un tanto difícil de seguir. Cosiacas de que la peli, por muy restaurá que esté, sigue siendo un clásico del mudo, y eso significa: metraje perdío, contraste B/N como las reverendas, cartelitos explicativos que no explican ná porque no los lee ni un conejo con sobredosis de vitamina A, y el siempre omnipresente problema de que para el público actual acostumbrado a los diálogos de besugo del cine jolivudense actual, tener pura música sin actores salivándose unos a otros puede ser una experiencia más que crispante. El argumento en sí, más allá de tomar la premisa básica de la TIRANÍA ezpañólah y de la REBEL SCUM poniéndole las peras a cuatro a los simpáticos calav... perdón, talaveras de la reina, por su parte, desaprovecha mucho de las leyendas en torno a Rodríguez (a saber si historias ciertas o mitificaciones posteriores, vale, pero ejke son la columna vertebral de la leyenda de Manuel Rodríguez), para construir una historia armada a cuadros más o menos episódicos (algo obligado, considerando la premisa de base), lo que hace la peli inexacta ya no digamos de la historia sino incluso de la leyenda, y además un tanto ripiosa de seguir. En ese sentido, puede decirse que su valor pertenece más que nada al terreno de la arqueología fílmica (porque si te interesa el cine chileno, tienes que verla sí o sí, pero si eres un espectador casual, puede que se te haga cuestarriba). Pero sin embargo, la peli tiene algunos logros notables, incluso en el día de hoy. El principal es por supuesto un Pedro Sienna que (además de guionizar y dirigir, claro, y no sabemos si claveteó tablas de la escenografía, aunque con lo precario que era el cine chileno en esos años, capacito que así haya sido), un Pedro Sienna, decíamos, que clava al personaje de Rodríguez y nos presenta a un héroe formidable, que de verdá nos creemos que ese sujeto es capaz de pararle los pies al IMPERIO EZPAÑÓ él solito sin ser Rambo ni ná. Acompañado por un Guillermo Barrientos como el Huacho Pelao (seriously, así aparece el personaje) en su debut y despedida del cine (era un niño en esos años, hoy en día seguro que está bajo tierra, o sería un abuelito centenario de récor Guínes), que interpreta al famoso corneta ése, y lo hace de una manera estupenda, expresando de manera superlativa su entusiasmo por sumarse a la causa patriota, su admiración por Rodríguez, y por supuesto, la pena inmensa dezpué de la muerte del héroe (sí, joer, que a Rodríguez se lo cargaron a traición, spoiler del final, leñe, pero ejke eso too el mundo lo sabe, si hasta está la canzión de Patricio Manns de que se lo llevan camino a Tiltil porque el Gobernadó no quiere ver por la cañá su porte gentil, blablablá). La puesta en escena es bastante rudimentaria, consecuencia de la falta de porsupuesto, claro está, pero se redime haciendo un abundante uso de exteriores en una época en donde el cine de Jólivu que corría en paralelo hacía lo imposible por rodar en estudios (¡y tienen escenas con fusilería! ¡Y con caballos! ¡Y más de uno! ¡Y les sacan trote a los pobres pingos!). Viendo esta peli, resulta clara la vocación de rodar algo que superara los limitadísimos medios técnicos de la época (particularmente los limitadísimos medios técnicos de la época en Chile y en una era anterior a las subvenciones del Gob), y a punta de creatividad y de ñeque, puez que van y lo consiguen. Para refregarles los logros de esta peli en la cara a tanto cineastamerda que anda por ahí en estos días y que con toda la técnica de hoy en día y subvenciones estatales, lo único que hacen son sacarse tostones "con conzenza sozial" o pelis de humor baratomerda. En definitiva, "El húsar de la muerte" requiere un tipo de espectador más o menos curtido, que esté dispuesto a afrontar ciertas dificultades a la hora de ver una peli que, no por nada, ya tiene sus buenas nueve décadas en el cuerpo, pero para los elegidos para la gloria que estén dispuestos, les queda un filme con notables fortalezas dentro de las limitaciones de la época y el porsupuesto.

IDEAL PARA: Ver el abuelito del cine chileno, además de una interesante recreación de uno de los máximos héroes del legendarium chileno.

martes, 16 de febrero de 2016

"La marca del Zorro" (1920).


-- "The Mark of Zorro". Estados Unidos. Año 1920.
-- Dirección: Fred Niblo.
-- Actuación: Douglas Fairbanks, Marguerite De La Motte, Noah Beery, Sr., Charles Hill Mailes, Claire McDowell, Robert McKim, George Periolat, Walt Whitman (no ESE Walt Whitman, of course), Sidney De Gray, Tote Du Crow, Noah Beery, Jr., Charles Stevens.
-- Guión: Douglas Fairbanks y Eugene Miller, ambos sin acreditar, basados en el folletín "El azote de Capistrano" escrito por Johnston McCulley.
-- Banda sonora: William P. Perry o William Axt, según la versión.

-- "La marca del Zorro" en IMDb.
-- "La marca del Zorro" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

California, inicios del XIX. La nación vive bajo OPRESIÓN porque TIRANÍA porque MALDAD, etc. (la vieja pesadilla yanketa del miedo al poder del estado, de los milicos, del colectivo, etceterín etceterán). Pero UN HOMBRE se levanta contra LA MALDAD, un enmascarado que lucha para salvar a las víctimas de la opresión, envuelto en las sombras de la noche, un hombre que durante el día es un petimetre idiota que no calienta a nadie, pero durante la noche SIEMBRA EL TERROR EN EL CORAZÓN DE SUS ENEMIGOS. Y ese hombre es... ¡BATMAN! er, no... perdón... Ese hombre es... ¡LA PIMPINELA ESCARLATA! er... no... tampoco... perdón perdoncito... voy de nuevo... Ese hombre es... ¡PATOAPARATO! ¡¡¡NO, JODDDER, PERRRDÓN PORFAVORCITO!!! Ese hombre es... ¡EL ZORRO! Ya, ahora sí que sí. Bien, el caso es que un milico bruto dice que apenas agarre al Zorro lo va a voltear, pegar, brutalizar y sodomizar porque él's muuuuuu masho, y después de un ratito luciéndose, pues, ya sabes que no hablas del diablo sin que éste llegue, y... sorpresa. Llega. El Zorro himself. El milico merda se lleva entonces flor de humillación: le plantan la Z del Zorro, le sueltan un odre de a saber qué porquería encima, le dejan la ropa lista para el zurcidor japonés... ¿Quién será ese misterioso Zorro? ¡Ah, secreto...! (la peli lo juega como un misterio misterioso, pero joer, es casi como que Batman es Bruce Wayne, si el Zorro es Diego de la Vega, leñe, o han estao bajo una piedra en los últimos... 96 años. 97 desde el folletín). Ya, el caso es que, por un lado, tenemos a la familia Pulido, muuuuuu sangre azul ellos, pero arruinados porque OPRESIÓN y TIRANÍA y MALDAD. Y por el otro tenemos a Diego de la Vega, que es hijo de Alejandro de la Vega, un vejete harto de que su hijo sea tan flojo y repipi (aunque no vemos que le corte la mesada o el internéte, o lo meta al ejército pa' que sihaga hombre). El caso es que ambas familias ven con buenos ojos que Dolores, Lolita (sí, leñe, pero ejke el material es anterior a la novela de Nabokov, ¿OK?) se enargolle matrimonio mediante con el Diego de la Vega, unos por el money, otros porque HEREDEROS, de manera que Diego de la Vega visita a Lolita, y... no pasa ná. Que el hombre es más desabrío que pan de comunión. Pero a poco que el tipo se va, aparece otro galán diferente... ¡El Zorro! Y a la Lolita le comienzan las palpitaciones a mil (las del corazón, no las de otro órgano, panda de malpensaos). Pero, ¡ay!, el jefe de los milicos también le queda gustando la Lolita, y se la quiere puro FFFFFFFFFFFF... ya saben. ¿Conseguirá el Zorro ganar el amorcito de su amorcito, y liberar de paso a California de la opresión del Gobierno gobernoso...? Vamos, ustedes se saben la respuesta, ¿no?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Cuando niño, uno piensa que el Zorro ha estao más o menos ahí desde el inicio de los tiempos. Bueno, por lo menos desde inicios del XIX, que es una especie de leyenda popular como los mitos griegos, el rey Arturo o Michael Jackson. Y... no. El personaje nació en un folletín de 1919 escrito por un tal Johnston McCulley que, para mayor insulto, ni siquiera tenía "Zorro" en el título, sino que se llamaba "El azote de Capistrano" ("The Curse of Capistrano"). Si se leen el material inicial (reeditado como novela en 1924, cuando ya el Zorro era personaje de probado éxito, ahora con un nuevo título: "La marca del Zorro"), se llevarán una sorpresa. Porque además de que no nos revelan la identidad del héroe hasta el último capítulo (seriously), además el Zorro de la novela original usa máscara completa y no antifaz, usa poncho y no capa, y si bien hace uso de su espada, la alterna sin complejos con una pistola (aunque, admitámoslo, era una pistola tipo trabuco, las de la época, o sea, no el colmo del poder de fuego, que las pistolas vinieron a ser armas fiables recién con la aparición del Colt a mediados del XIX), y todo eso, además de que al final de la novela original, al Zorro lo desenmascaran y por lo tanto su identidad no es un misterio para nadie (cosa que, después, en las secuelas, donde digo digo diego de la vega, y listo, toos ignoran después quién es el de la Z). El caso es que la novela le gustó a Douglas Fairbanks, actor que por esos años estaba fastidiado de que le llegaran puros roles de galán, y quiso ensayar algo distinto. En el mismo 1919 en que había sido publicado el folletín original de McCulley, Fairbanks había unido fuerzas con otras dos megaestrellas de la época, Charles Chaplin y Mary Pickford, y entre los tres se habían independizado de la OPRESIÓN y la TIRANÍA y la MALDAD de los estudios fundando su propio estudio OPRESIVO, TIRÁNICO y MALDADOSO: United Artists (la misma que se fue a pique con "Las puertas del cielo" en 1980, sí, ésa). El estudio lo estaba haciendo bien, pero le faltaba un gran hit que lo consolidara. El caso es que Fairbanks, queriendo probar algo nuevo, como decíamos, compró los derechos del folletín, como decíamos, y los hizo peli. Esta peli. ¿Resultados? Exito clamoroso. Tanto, que además de asegurar el futuro de United Artists durante las siguientes seis décadas, esta peli fundó prácticamente de la nada todo un nuevo subgénero hollywoodense: las pelis de espadachines. Y eso, por no hablar de que le dio carta de naturaleza en la cultura popular a este por entonces novísimo personaje, y consolidó el estatus de Fairbanks como lo más chupi de lo más chupi. "La marca del Zorro" de 1920 entonces (porque existe un remake, "La marca de Zorro" de 1940 con Tyrone Power, para que los quejicas sigan con la cantinela de que "ahora se hacen muchos remakes", y ya ven que hace tres cuartos de siglo atrás), "La marca del Zorro" de 1920, decíamos, es una de las pelis más seminales en toda la historia de Hollywood, y del cine en general (porque existe cine fuera de Hollywood. Juro por Bastetcita santa que sí. Créanme por favor, y que se mueran mis calumniadores si no es cierto. De hecho, es tan cierto que HASTA HEMOS POSTEADO SOBRE PELIS NO JOLIVUDENSES ACÁ EN CINE 9009), y en general, es una peli que se ha ganado con justicia el título de clásico indiscutido en el cine. ¿Qué tanto? Pues bien, no sólo la idea del héroe enmascarado sin superpoderes que lucha por la justicia mientras finge ser un rico idiota sangre horchata en las venas será retomada con Batman (entre otros) sino que además, en la versión clásica del personaje... ¿no adivinan qué peli es la que fueron a ver en la fatídica noche en que se cargaron a los papis Wayne? Exacto, ésta peli. Y eso no es coincidencia.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo más obvio: ¿es una buena peli sobre el Zorro? Porque se pueden hacer buenas pelis sobre el Zorro como "La máscara del Zorro" dirigida por Martin Campbell en 1998, y pelis del Zorro que den asquito como su secuela "La leyenda del Zorro" dirigida por Martin Campbell en 2005. Es decir, ¿estamos frente a una buena adaptación del personaje? La respuesta, curiosamente, es... sí... y no. Por un lado, es quizás la versión más fiel a la novela original (bueno, al folletín original, compendiado como novela DESPUÉS de que la peli se forró... ya me entienden). Esta peli incluye prácticamente todas las incidencias de la novela original, de manera algo abreviada (obvio), pero respetando el argumento con escrúpulos casi religiosos, toda una rareza en un Jólivu que transforma las historias de base en un defecadero en donde se cagan primero los guionistas, luego los productores, luego los directores, luego los actores, y luego los editores. Algunos detalles de importancia son cambiados (desaparece un villano, Monasterio, y es sustituido por el gobernador, en un personaje substancialmente diferente, además de que es la primera vez que el Zorro tiene un sirviente mudo), pero el resto está casi intocado. De hecho, esta es quizás la única versión de la historia del Zorro que pueden ver y enterarse de que va realmente la novela, sin haber leído la novela original, mientras que otras pelis, series de TV, culebrones y anime del Zorro (porque lo hay: "Kaiketsu Zorro", que como no he visto, no sé cuántos tentáculos incluye), las otras adaptaciones, decía, tienden a tomar los personajes básicos e inventarse todas las peripecias. Por el otro, la propia caracterización del Zorro cambia respecto de la novela original: en esta peli el Zorro ya no usa poncho sino capa, y usa antifaz en vez de máscara completa... Pero por otra parte, la caracterización del Zorro en esta peli es tan icónica, que terminó definiendo al personaje mucho más que la novela original, de manera que esta peli sí es fiel al personaje... porque esta peli creó su caracterización actual saltándose a la torera los detalles de la novela. (Eso sí, un detalle de esta peli no quedó en la cultura popular: en esta peli, el Zorro fuma como carretonero. En nuestra moderna cultura de cortarle los cohóne a cualquier personaje usando tabaco en una película, ver al Zorro despachándose porrito sí y porrito también con casquivana alegría, es algo entre asombroso e hilarante de ver).

-- ¿Es una buena peli de aventuras? Porque, vale, esta peli definió el cine de espadachines tal y como lo conocemos hoy en día, pero ya sabemos lo que pasa en estas circunstancias, que después vienen los imitadores, y lo que tenía de original la peli se pierde. Como pasó con "Superman" de 1978, peli asombrosa en sus días, pero que hoy en día ha perdido fuerza no porque sea mala o haya quedado superada (los FXs del "Superman" de 1978 siguen siendo bueno incluso hoy, lo que es decir), sino porque otras pelis de superhéroes han partido de ahí y han levantado tanto la vara, que las nuevas audiencias pueden buenamente preguntarse qué le veían los abuelitos al boy scout volador de Christopher Reeves. En cuanto a esta peli... por un lado, es cierto, tenemos un producto de los 20s, del cine mudo, y eso significa por supuesto algunas cosas: banda sonora con pianola, ausencia de diálogos hablados (todo con tarjetas, para que nos entendamos), la clásica noche americana en donde las escenas nocturnas se ruedan de día pero con filtro azul, y sobre todo, la sempiterna costumbre jolivudense de la época de rodarlo todo, lo que se dice TODO, en estudios (y claro, los exteriores siguen siendo los exteriores, pero para que no se note que en realidad es todo un gigantesco estudio, la cámara casi no debe moverse respecto de dos o tres paredes, lo que resulta algo molesto en el mejor de los casos, y claustrofóbico en el peor, y muy poco realista en cualquiera). Pero por el otro, tenemos excelencia allí donde importa: los duelos a espada. No en balde, Douglas Fairbanks es uno de los más grandes espadachines que ha parido Jólivu, y eso, en esta peli lo hace notar, y con fuerzas. Ayudado porque en la época no existía la actual y molesta costumbre de meter corte literalmente a cada segundo, para saturar de imaginería al respetable, con lo que toda la fisicidad de la axión se pierde (porque si al editar metes corte a cada segundo, entonces no tienes una sola secuencia de un minuto sino 60 microfragmentos en ese mismo tiempo, y en eso, se pierde el dimensionar el real esfuerzo físico del personaje). Acá vemos a los tipos realmente correr de un lado a otro del escenario (bueno, el set tampoco es que sea tan grande, ya me entienden, pero igual). Las acrobacias de Douglas Fairbanks cortan el aliento incluso hoy, y más aún cuando se considera que el jodío no usaba stunts ni ná: lo que estás viendo, es que si el desgraciao cae mal, CRAC su hueso o se quiebra el cuello y adío mondo cane, por lo que más nos creemos que el Zorro es lo más de lo más, porque estamos viéndolo jugarse literalmente el pellejo a cada stunt. En ese sentido, la traca final de axión, con el Zorro siendo perseguido por un pelotón de stormtroopers (bueno, soldados ezpañóleh, pero ya me entienden), sigue siendo cine de axión del mejol. Yo no abogo por volver a lo que era el cine de la época porque para algo hemos inventado mejores métodos técnicos de contar tales o cuales historias, pero en algunos aspectos, pedorros como Michael Bay o Zack Snyder harían bien en revisitar a estos clásicos y aprender un par de cosiacas acerca de cómo se rueda el cine de axión, que no en balde el sr. Fred Niblo que dirigió esta cosa, tiene entre sus créditos también el "Ben Hur" de 1925 (la peli más taquillera de su año, junto con "El gran desfile"), "Los tres mosqueteros" de 1921, la original "Sangre y arena" (no el horroroso remake con Sharon Stone) y "La dama de las camelias" de 1926. Porque esta peli consigue lo que el moderno cine de axión no: que sintamos de verdá como el jovencito suda la camiseta en estas escenas. Ya sólo por esto, además de su valor arqueológico, es que esta peli debería ser revisitada por cualquiera que le guste el cine de axión y aventuras del bueno.

IDEAL PARA: Ver el clásico abuelito del moderno cine de aventuras y de acción.

lunes, 15 de febrero de 2016

"El maquinista de La General" (1926).


-- "The General" (título original en inglés), "El General" (título en México). Estados Unidos. Año 1926.
-- Dirección: Clyde Bruckman y Buster Keaton.
-- Actuación: Buster Keaton, Marion Mack, Glen Cavender, Jim Farley, Frederick Vroom, Charles Henry Smith, Frank Barnes, Joe Keaton, Mike Donlin, Tom Nawn.
-- Guión: Buster Keaton y Clyde Bruckman, sobre una adaptación sin acreditar de Al Boasberg y Charles Henry Smith, sobre el libro de William Pittenger, con material adicional sin acreditar de Paul Girard Smith.
-- Banda sonora: The Alloy Orchestra, Carl Davis, Robert Israel o Joe Hisaishi, dependiendo de la versión.

-- "El maquinista de la General" en IMDb.
-- "El maquinista de la General" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Johnny Gray es un tipo más o menos opaco y anodino, que vive su vida en el Sur de Estados Unidos en el XIX (por alguna razón no vemos esclavos ni algodoneras, así es que este South no se siente muy South que digamos, pero en fin...). El caso es que, según nos comentan las tarjetas para leer (porque es peli muda, of course, si es de 1926 que hablamos), el prota tiene dos amores: Annabelle, una petarda ad usum tempore, y La General, que no es el nickname de la mujerona del prostíbulo sino... una locomotora (enamorao de una locomotora. Joer, cómo se fliparía Cronenberg rodando un remake). En fin, el caso ejke ESTALLA LA GUERRA (ya saben cual, la Guerra Civil Yanki, que según Jólivu, es la segunda más importante después de la WWII, y ligeramente por encima de Vietnam). Y tenemos la clásica escena en donde el galán decide que lo bueno y correcto es enlistarse y la chica con trémulas lágrimas en los ojos le pide que por favor no que lo van matar que no vaya... HAHAHA, cayeron, no, mentira cochina. En realidad, considerando que la peli es de los 20s y es comedia más encima, es justo al revés, es EL quien no quiere ir a que lo agujereen a balazo limpio, y es ELLA (petarda, ya lo decía) quien dice que él es un POCO HOMBRE por no hacer lo que debe hacer (bueno, no lo dice, en realidad lo gesticula, y lo leemos por las tarjetitas. Peli muda, lo ya dicho). El prota va y cuando lo interrogan para sacar su cédula de enlistamiento, y dice que es profesión ingeniero, lo dejan afuera porque es más útil craneando maths que pegando tiros (o que se los peguen a él). ¿Ya ven, boys? Estudien, estudien, estudien, y si estalla una guerra, quizás se salven de que los recluten (bueno, es un ingeniero. Si fuera profesor entonces qué más da, al frente y después que lo maten rescatando a algún jodío soldado Ryan). ¿En qué estaba? Ah, sí. El caso es que al descubrir que es ingeniero, se lo llevan a hacer proyectos militares que, poco a poco, lo harán ganar la guerra y... HAHAHA, cayeron de nuevo, no, eso no tiene gracia, así es que lo tiran pa'juera SIN DECIRLE POR QUÉ LO ESTÁN TIRANDO PA'JUERA. El pobre se va too confundío, y la noviecita (petarda-petarda-petarda, no sé cuántas veces tengo que repetirlo) LO DESPRECIA porque él es un COBARDE que no quiere ir a PRO PATRIA MORI. Bueno, pasa el tiempo, la guerra sigue, y de pronto, en uno de los lances... AL PROTA LE ROBAN LA GENERAL (hmmm... ¿cómo me las arreglé para que eso sonara tan feo?). Y se la roban con la petarda de la noviecita a bordo, pero principalmente, LA GENERAL. Salto a... el prota corriendo como un enajenao detrás. Porque lo que comienza es una persecución de aúpa en donde vamos a ver a BUSTER KEATON con su eterna cara de tragar mierda, haciendo lo imposible por recuperar a LA GENERAL. Y a la petarda también, bueno, pero... A LA GENERAL first.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Prácticamente olvidado hoy en día más allá de los círculos cinéfilos, Buster Keaton fue una de las mayores glorias del cine mudo, un humorista que en sus glory days podía competir de tú a tú contra Charles Chaplin (otro gran comediante cuyas comedias tú jamás has visto, porque hoy en día no las ve nadie, lo que es una lástima, por supuesto), contra Harold Lloyd (tan olvidado que hoy en día nadie recuerda que fue el modelo para Clark Kent, y acaso alguien pesque la referencia como Harold Zoidberg, el tío cangrejo de "Futurama")., o contra... contra... contra... ¿qué otro humorista había en la época? Sí, si habían otros, pero... la memoria es frágil, en fin, sigamos. Con pelis como "El navegante" o "El moderno Sherlock Holmes" (¿habían pasado 40 años desde la creación del personaje en la literatura, y ya se necesitaba una versión "moderna"? Para que se quejen después de que HOY EN DÍA hay mucho reboot...), con pelis como ésa, decía, Buster Keaton se ganó el respeto de las audiencias de todo el mundo, con su estilo de humor físico en el cual hacía todos sus stunts y gags (no, ¡¡¡TOM!!! no inventó el prescindir de dobles), siempre con su rostro impasible de que lo que hay es una mierda, pero es lo que hay. Con "El maquinista de la General", se atrevió a ir sobre la Guerra Civil, que para nosotros viene siendo el yankizoico de antiguo en el cine, pero que en la época estaba más o menos a medio siglo de distancia (es como rodar hoy en día una de hippies sesenteros, que también están a medio siglo de distancia de la segunda década del XXI: histórico, sí, pero seguro que tu abuelo, si sigue vivo, te puede contar un par de recuerdos o batallitas de esos años). Se basó en un incidente histórico llamado la gran persecución en locomotora (en donde un puñao de yankis robó una locomotora en el Sur y se las piró causando desastres a su paso, aventura que terminó como de peli: con medallas para uno y horca para otros), para rodar esta peli sobre... una gran persecución en locomotora, precisamente. Que hay que explicároos too. La peli en sí, fue una verdadera superproducción para la época (cerca de 750.000 dólares de inversión, que en ese tiempo era casi como financiarle una de los transfomes a Michael Bay), pero la gente no entendió muy bien la cosa. Problemillas de que Buster Keaton era conocido como comediante, y aquí se presenta más bien como un action hero que ríete tú de Vin Diesel... no, mejor no te rías, o Vin Diesel te dejará caer su diesel en toda tu bonita cara, y terminarás teniendo una fea cara. El caso es que la peli fue un fracaso, y para sobrevivir, Buster Keaton debió aceptar un contrato leonino con MGM, lo que redundó, no diremos ocaso, pero sí en un cierto declive de su carrera. La peli incluso está en el dominio público porque nadie se tomó la molestia de renovar los derechos, por allá por los 50s, porque, buenoooooo... la peli era mugrosilla, decían. Pero véanla hoy. En serio, véanla (bueno, véanla en una buena versión remasterizada, que como es dominio público, hay versiones en excelente HD, y otras que son de vergüenza ajena). Porque esta peli está... pero me estoy pasando a la siguiente sección, así es que...

¿POR QUÉ VERLA?

-- "El maquinista de la General" es casi el bisabuelito de un género hollywoodense que con el paso de los años, ha resultado de lo más agradecido: la comedia de acción. Buena parte de la incomprensión que tuvo esta peli por décadas, es que la gente no encontraba cómo tomarla: como comedia a secas, no es tan graciosa, admitámoslo, y como peli de acción, resulta a ratos algo tontorrona. Y eso es porque, buenoooooo... porque es una comedia de axión, ¿vale? Por supuesto, hay que mirarla con cierto espíritu de época. Hablamos de una peli en que la gran acción se da a través de dos locomotoras persiguiéndose la una a la otra, lo que no tiene mucho punto de comparación con, digamos, una escena de acción con un McDonnell Douglas AV-8B Harrier II como en "Mentiras verdaderas", o incluso con escenas de axión en trenes como "Escape en tren" o "Alerta máxima 2". Pero si uno está más o menos consciente de lo que eran los estándares del cine en los 20s, esta peli resalta como superlativa. Hablamos de una peli que se monta acción sobre trenes de verdá en vías ferroviarias de verdá, en una época en donde TODO se rodaba en estudios (a veces grandes como un pequeño pueblo, OK con eso, pero estudios bien controladitos y mediditos al final del día), y si no, miren la proeza que se mandan con uno de los trenes al final (y maldita sea que no quiero mandarme un spoiler...). En poquito más de una hora y un cuarto, tenemos una trepidante aventura en donde un pobre desgraciao lo arriesga too por sus dos amores, one man army enfrentao a too un ejército enemigo (bueno, unas cuantas docenas de perros en realidad, pero hablamos de una época en donde eran extras de verdad y no monigotes CGI). Además, tiene el valor agregado de que, por una vez en la vida, los buenos son el Sur y los malos son los yankis (no seré yo quien defienda el esclavismo y cosiacas así, pero es que óigale, eso de que los yankis son los buenos en la Guerra Civil, como que comienza a cansar, ¿no?). Buster Keaton brilla como un personaje que, al comienzo, es presentado como un pobre renacuajo, para que después, viéndolo superar uno y otro obstáculo con una voluntad digna de Terminator, se termina ganando nuestro respeto y cariño de calle. Cuando llega el inevitable final (sin spoilers, pero ejke joer, si les pregunto ¿conseguirá salvar a su chica y a la locomotora?, no creo que les cueste demasiado adivinar la respuesta, ¿verdá?), es casi imposible no aplaudir al personaje y meterse a la pantalla y darle un abrazo con un gran "¡Bien, campeón!". Quizás en algunos aspectos la peli se vea envejecida, muy en particular porque el estilo de humor físico axión que despliega Keaton aquí, ha sido tan imitado después, que hay como una especie de acostumbramiento, y lo que era el asombro en esa época, hoy en día no lo sea tanto (piensen en un Jackie Chan, por ejemplo, que hace más o menos lo mismo, pero con artes marciales en la mezcla). Pero no se dejen engañar. "El maquinista de la General", aunque vista sólo por los especialistas del cine que se acuerdan de estas cosas, sigue siendo una joyita del cine mudo que vale la pena repasar. Aunque sea porque la sola idea de que todo lo que ves ES REAL y no stunts, FXs o CGI, hace que las peripecias del prota sean mucho más emocionantes. Bueno, por algo en la actualidad El Rejod... perdón, "El renacido" ha deslumbrao a too el mundo sólo porque en una era de puro CGI, también está rodá "de verdá"...

IDEAL PARA: Ver el abuelito de las comedias de acción.

domingo, 14 de febrero de 2016

"Sin filtro" (2016).


-- "Sin filtro". Chile. Año 2016.
-- Dirección: Nicolás López.
-- Actuación: Paz Bascuñán, Ignacia Allamand, Ariel Levy, Ramón Llao, Antonia Zegers, Antonio Quercia, Lucy Cominetti, Carolina Paulsen, Paulo Brunetti, Alison Mandel, Francisco Ortega, Igal Furman, Nachito Pop, Luis Pablo Román, Álvaro López, Bonnie Fernanda Ramírez, Nicolás Durán, Nick Bolt.
-- Guión: Diego Ayala y Nicolás López.
-- Banda sonora: Manuel Riveiro.

-- "Sin filtro" en IMDb.
-- "Sin filtro" en la Wikipedia en español.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Ytantas de la mañana. La prota tiene que aguantarse los ronquidos de su marido (pooobreciiitaaa) y además le ponen punchipunchi petardotrónico en el otro depa (pooobreciiitaaa), de manera que, qué vamos a hacéle, se pone a guasapeá. A la mañana siguiente, ducha con agua helá porque el mariíto no pagó las cuentas (pooobreciiitaaa) y desayunomerda porque no hizo las compras del super (pooobreciiitaaa), además de aguantar al cuicoflaite que el marío tiene por hijito (pooobreciiitaaa). Luego, manejando su regio tanquetóterreno por las calles, se queda atascá porque una conductora cuicamerda no le dá la pasá (pooobreciiitaaa). Luego llega a su trabajo y se encuentra con que alguien ocupó su lugar de estacionamiento (pooobreciiitaaa), y además, que a su jefe que contrata zorronas pa'tirárselas en la agenciapublicidá, le designa una fulana yutúber súper onda ¿holis-jai?-ay-eres-tan-2013-jijí (pooobreciiitaaa), por no hablar del sacomamertis que le quiere hacer los puntos y naniná (pooobreciiitaaa). Luego va a hablar con su amigui, pero la amigui habla de sus problemas y luego cuando viene la vueltamano, se pone a guasapeá (pooobreciiitaaa... la prota, no la amigui guasapa, valga la aclaración). Y luego va a la fiesta de cumpleaños de... ¡un gato! ¡Guau! ¡¡¡POR FIN, POR FIN, HUMANITOS DE PORQUERÍA, SE ACUERDAN DE QUE LOS GATOS TENEMOS... SENTIMIENTOS!!! Snif-snif... En fin, que la prota va al depa de su hermana que es una santa porque le hace cumpleaños a su felino (snif-snif... me emocionan, desgraciaos... snif-snif...), aunque la peli ahí pierde puntos porque, verán, en vez de pintar a la hermana como una santa virginal digna de veneración y encomio, pues la ponen un poco como que está medio pa'llá, pero bueno, en fin... El caso es que ya tenemos la pata en la puerta, y si no nos la aplastan, pues entonces COMENZARÁ LA INVASIÓN FELINA EN EL CINE, MWAHAHAHAHÁ. ¿En qué estaba? Ah, sí. El caso es que la prota comienza a experimentar ataques, crisipánicos, too eso. Y entonces, por estoquello, pues que va y decide ir a donde un chino que hace acupuntura. Seriously. 2016 y todavía se ruedan de éstas. En fin, el caso es que va a donde un chino que hace acupuntura y que, viva el cliché, habla en venelable-Confucio-decil-ying-yang, y una vez que se mete las agujas y tal... (no se piense mal, óigale), pues que ella va y COMIENZA A REACCIONAR CONTRA TOO Y CONTRA TOOS Y OH-SHIT-MY-GOD JOER ME QUIERO C**** EN LA... Porque es... ÓSOM. Very ÓSOM. ¿Irá entonces a sacar la UZI estilo Michael Douglas y hará Raid los mata bien muertos...? Bueno, no, que esto es una amable comedia chilena, pero... eso hubiera sido ÓSOM, ¿no?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Así a lo tonto, Nicolás López se ha ido haciendo un lugarcito dentro del mundo del cine chileno. Partió con "Promedio rojo", un descarnado retrato de la realidad adolescentemerda que le debía mucho al cine de Kevin Smith, vale, luego siguió con la no demasiado estimable "Santos", para luego irse a meter con la trilogía de Qué pena ("Qué pena tu vida", "Qué pena tu boda", "Qué pena tu familia"), y estrenar en 2013 dos pelis que no las vio ni el consueta ("Aftershock" y "Promedio rojo: El regreso"). "Sin filtro" marca el regreso del hombre por la puerta grande. ¿Qué tan grande? Pues con cagonas 60 salas de estreno a lo largo de too Chile, se convirtió en la tercera peli de mejor debut en la historia del cine chileno, después de "Stefan vs. Kramer" y "El ciudadano Kramer", Y DESTRONÓ A "STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA" CON SUS CASI 200 SALAS COMO LA PELI MÁS TAQUILLERA DE LA SEMANA (bueno, ésa llevaba tres semanas en cartelera, OK, pero es que joer, hablamos de la tercera peli más taquillera de la historia por detrasito de "Avatar" y "Titanic", y por mucho que a veces, se dice, me han dicho, las productoras chilenas igual inflen la recaudación comprando entrás y luego no usándolas, pues qué decir... igual es logro, qué puedo decir). Nada mal para un tipo que hace diez años atrás se creía cool porque metía referencias starwaseras chuscas en "Promedio rojo" y "Santos"...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Tenemos aquí a una de esas pelis que no gana de calle ni mucho menos, pero al final lo consigue por la vía trabajosa, por puntos. La publicidad ya no daba buena espina, presentando la cosa como una especie de "Un día de furia" sudaca cuica feminazi, y los primeros minutos de peli parecieran confirmar esa impresión. Porque, vamos, la prota, problemas, lo que se dice problemas... de tenerlos los tiene, pero admitámoslo, son más bien tipo primer mundo, ¿no? Porque la chica vive en un regio departamento, tiene peazo tanque como vehículo que debe gastar un putón de gasolina, trabaja en una pega cool como lo es una agencia publicitaria, y bueno, el matrimonio va como las reverendas pero ej que usté eligió casarse con ese menda pueh, mijita, ¿no? Claro, las treintonas arribistas figuronas que son el target objetivo, sacando pañuelitos porque pooobreciiitaaa, miren como la vida la putea y tal, si es como si hubieran puesto todo el drama de nuestras vidas en imágenes, miren ustedes. No, joven madre de familia, no, eso no es ser puteá por la vida. Ser puteá por la vida es trabajar vendiendo hortalizas en la feria, tener que bancarse tres horas de Transantiago al día, vivir con el sueldo mínimo, estar acogotá con el crédito, tener dos o tres hijos cuyos problemas no son fumarse un porrito o ser un yutúber sino ser un drogo marginal de malas juntas o una embarazá adolescente de 13... pero supongo que si la prota hubiera sido una proleta cagá por la vida tipo "Génesis Nirvana", pues no hubiera vendido un pimiento, ¿no? (de hecho, "Génesis Nirvana" no vendió un pimiento. QED). O sea, en ese sentido, la primera parte de la peli es más bien un pelín insoportable. Y más aún cuando promediando la peli y ya llega el mentado DAY OF WRATH, la prota incurre en algunos actos moralmente bastante reprobables (incluyendo injustificada destrucción de propiedad ajena, ojito ahí), pero que se justifican porque pooobreciiitaaa, si ella está reventaaando y tal (Hulk al menos tiene la excusa de que cuando se convierte en el bicho verde "no es él" y "a ud. no le gustaría verme enojao" y tal). Hasta ahí la peli se deja ver, pero no es la gran cosa ni mucho menos. Mejor (y más negro) la hacía "Un día de furia", mucho más incisiva y a la yugular, con el mismo tema. Pero luego... luego la peli mejora. Y mucho. Porque la prota misma empieza a darse cuenta de que, con su vorágine de rabiosa sed de destrucción, está metiendo la gamba hasta el escote, y empieza a hacer esfuerzos sinceros por enmendarse. No con volver a ser la de antes ni mucho menos, pero sí a tratar de buscar el correcto equilibrio entre no ser una alfombra písenme-plis por un lado, y el volverse una perra atropelladora y psicótica por el otro. Porque, y tenemos una oscurísima lectura entre líneas aquí... resulta que con su día de furia, la prota al final termina transformándose en una fulana tan atropelladora y prepo como toda la gente que... bueno, toda la gente que TAMBIÉN ha sido atropelladora y prepo como ella, en una cínica y muy negra muestra de que vivimos en un mundo en donde PERRO SE COME A PERRO, y la propia prota, aunque no llega a darse cuenta de eso, como que tiene la intuición de que hay una mejor manera de hacer las cosas (así es que si ustedes son de las petardas que estaban aplaudiendo a la prota porque ES UNA DE NOSOTRAS y LES ESTÁ DANDO SU MERECIDO, ya vayan tomando hora para el psiq. Es un consejo de su amistoso vecino el General Gato). Y luego, la peli se gana otro entero porque evita otra trampa: la del final ñoñoconservador en que al final el sistema gana, porque tiene sus fallas pero al final tiene que seguir funcionando, y todos reconciliados con la vida, y a seguir produciendo como esclavos felices y etcétera (trampa en la que, comparaciones son odiosas pero inevitables, "Un día de furia" parecía terminar cayendo para sortear como un campeón, porque ahí el sistema sí gana, pero se nos ha presentado como tan mierda que no cuenta como un triunfo "de las fuerzas del bien" precisamente). Por el contrario, el mensaje en "Sin filtro" es justo el contrario a esa moralina típica Jólivu de "rebélate contra el sistema pero hazlo dentro del sistema y al final reconcíliate con el sistema" (¿Alguien dijo "El diablo viste a la moda"?): aquí empoderarse y ser una persona nueva no significa reintegrarse al sistema de manera acrítica, sino por el contrario, aprender a vivir la vida de una manera independiente y responsable. Porque muy en el fondo, la peli lo deja caer muy bien, la prota nunca en la vida se ha hecho responsable por nada, y si too el mundo le ha pasao como alfombra por encima, es porque se ha dejado llevar por la marea hasta donde la bote la ola, y encontrar su propia autenticidad no es ir a "porque yo lo valgo", como tanta peli narcisista merda pseudofeminista que anda dando vueltas por allá afuera ("Sex and the City" por ejemplo), sino hacerse responsable, crecer, madurar, y en definitiva, aprender a vivir conforme con las propias decisiones que se van tomando. La escena final (sin spoilers aquí) es una pequeña concesión a la galería conformada por féminas frustrás, pero es acorde con el resto de la peli, y funciona muy bien. En definitiva, "Sin filtro" es una peli que va de menos a más, que comienza como un horrible cliché ainrandiano en versión feminazi, pero que juega con esos elementos para ir construyendo un discurso en esencia muy simple (pero no simplón, ojo), y que es un resto más maduro que el grueso de pelis "para chicas" que andan circulando por allá afuera.

IDEAL PARA: Ver una peli del subgénero de "empoderamiento femenino" en general y por una vez en la vida bien llevada.

domingo, 7 de febrero de 2016

"El Fantasma de la Opera" (1998).


-- "Il fantasma dell'opera". Italia. Año 1998.
-- Dirección: Dario Argento.
-- Actuación: Julian Sands, Asia Argento, Andrea Di Stefano, Nadia Rinaldi, Coralina Cataldi-Tassoni, István Bubik, Lucia Guzzardi, Aldo Massasso, Zoltan Barabas, Gianni Franco, David D'Ingeo, Kitty Kéri, John Pedeferri, Leonardo Treviglio, Massimo Sarchielli.
-- Guión: Gérard Brach y Dario Argento, sobre la novela de Gaston Leroux.
-- Banda Sonora: Ennio Morricone.

-- "El Fantasma de la Opera" en IMDb.
-- "El Fantasma de la Opera" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Bajo la tierra es el mundo de unas criaturas distintas al ser humano: las ratas. Pensándolo bien, no tan distintas. En fin, el caso es que las ratas, por aquello de la afinidad, terminan adoptando a un niñito humanito, que se cría con ellas, etcétera (no vemos muchas escenas de esto, de todas maneras). Pasan los años, y el tipo ha crecido para transformarse en el Fantasma de la Opera, el no va más no va más de lo mijo chuloputo que se puedan creer (Julian Sands, tan mino como siempre, escondiendo la cuarentena con chorros y chorros de difuminado en la iluminación). Al teatro ha llegado una nueva cantante, Christine Daaé, que muy inocente no ha de ser porque viene en el envase de Asia Argento, que ha hecho algo de carrera rodando papeles bordes a las órdenes de su deliciosamente sórdido padre (aquí no es la excepción, porque papito rueda a su hijita en gloriosa pelota picada, avanzadito el metraje, y de hecho las escenas con más piel, las recortaron un poquito para el siempre demasiado puritano mercado anglosajón). Alrededor también anda mosqueando el infaltable Raoul, creyeran ustedes que no. La muy zorra de la Christine igual le hace ojitos y tó, pero ná'más, hay que ser caballeritos, etcétera. Así como la Christine de esta versión no es exactamente una ingénue, el Raoul éste tampoco es el tipejo medio fofo-pero-buenón de otras versiones, y resulta bastante claro por sus miradas de cordero degollado que lo único que quiere es llevársela al catre. Mientras tanto, para no perder la costumbre, el Fantasma empieza a rondar el teatro de la Opera, y hacer lo que mejor sabe hacer: empezar a cargarse indeseables a lo bestia. La peli tiene el buen gusto de incluso inventarnos personajes que no estaban en la novela original, para que tengamos más desgraciaos que terminen bien faenados. Entre los cuales hay una parejilla de idiotas (ella con buenas tetas, eso sí, como muestra en un plano fugaz) que se van a la búsqueda de un tesoro y terminan descubriendo lo que nosotros ya sabíamos, que hay tipejos en el subterráneo con los cuales es mejor no meterse. Y un par de tarados que se les ocurre inventar una máquina para matar ratas. En fin, el caso es que promediando la peli, el Fantasma empieza a impacientarse porque el Raoul sigue mosqueando a la Christine, así es que va y toma cartas en el asunto. Con extrema prepotencia, por supuesto. Y con extrema longitud, podemos presuponer también, porque a la Christine, ¡UPS!, igual le queda gustando la tontera. Quedando forjado el triángulo amoroso que, como no, al final tendrá su clásica resolución y enfrentamiento climático entre el aristócrata y el Chico Rata. Hagan sus apuestas.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Dario Argento se tiene bien ganado, y con razón, su nombre dentro del cine de terror. Junto con Lucio Fulci y Mario Bava, es uno de los grandes dentro del giallo, un subgénero de serie B de thriller de horror italiano de los '70s que se hizo una simple pregunta: ¿qué es lo verdaderamente interesante del cine de Hitchcock y sus imitadores, las delicadas tramas policiales, o el alegre tráfago de perturbados sexuales que lo pueblan? Así es que tomaron el cine hitchcockiano, lo despojaron de cualquier clase de argumento fuera de lo bueno (perturbaciones sexuales), y llevaron su envoltorio visual a la enésima potencia. Pasó lo que pasó, y eso fue la cruz posterior de Argento: fue tan popular que terminó siendo imitado. El giallo es, en muchos sentidos, el eslabón perdido entre el thriller hitchcockiano y el cine slasher, entre otras cosas. Porque, preguntémosnos, ¿qué queda para los realizadores originales de gialli por delante si es que el propio Hollywood se apropia de la fórmula y rueda un "Bajos instintos", que no será un giallo en sentido estricto, pero en donde la influencia es evidente? De ahí que Dario Argento haya ido un poco a los tumbos, en particular desde los '90s en adelante. O sea, cuando el pobre hombre termina reducido a rodar un autohomenaje en 2009 como única manera de reverdecer laureles ("Giallo" con Adrien Brody), y esa peli pasa sin pena ni gloria además, es como para pegarse un tiro. En fin, el caso es que en 1996 había conseguido ganar algo (énfasis en "algo") de la buena voluntad de la audiencia (la conocedora, al menos) con "El síndrome de Stendhal", con la vistosa de su hija, claro está. Y decidió entonces que su siguiente paso iba a ser... going classic. Con un bienamado hito de la literatura de terror, nunca exactamente bien adaptada al cine. "El Fantasma de la Opera" de Gaston Leroux. Porque tenemos entre otras un "Fantasma de la Opera" descafeinado de 1943 en donde la mejor parte es Claude Rains. Y un "Fantasma de la Opera" de 1962 en versión Hammer bastante interesante, pero tampoco muy fiel a la obra original. Y Dario Argento decidió que ésta iba a ser su nueva obra maestra. En qué hora. El resultado fue universalmente detestado por todo el mundo. Por los fanáticos de la novela original. Por los fanáticos de Dario Argento. ¡Joer, por los fanáticos de ASIA ARGENTO y eso que aparece desnudita y too! Sumergiendo de nuevo al pobre Dario Argento en la irrelevancia.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Frente a las hordas de gentes que preferirían quemar esta peli en efigie y en persona también, ¿me atreveré a defenderla? A medias. En realidad, TAAAAAAN mala no es. "Mediocre" es el concepto que mejor se le aproxima. Porque debemos partir de algunas bases. En primer lugar no es el Fantasma original de Leroux, ni podría serlo, sino que es la aproximación personal (y personalista) de Dario Argento, con todos sus tics y manías, el menor de los cuales no es la falta de algo que llamaríamos un argumento coherente. En realidad, es claro que el interés de Dario Argento no se encuentra tanto en el folletín decimonónico, ni en el romance cruzado, sino en crear una especie de habitación mental que a su vez sea un delirio perturbador. O cómo concebir la Opera como la caja craneal de tu cabeza, y diseccionar las verdaderas fuerzas psicológicas que laten detrás de la historia del Fantasma. Es decir, nada de romance ñoño como en "El Fantasma de la Opera" de Joel Schumacher (magnífica por otra parte, pero que en cuanto a elevar el romanticismo a la enésima potencia no es exactamente lerouxiana que digamos). La Christine de esta versión tiene una cierta perversión de niña-mujer, equilibrándose entre ambos extremos. A su vez, el Fantasma es aquí casi una fuerza sobrenatural: se comunica telepáticamente con la prota, y también pareciera controlar a las ratas con la mente. Una chorrada, vale, pero es una lectura tan posible como cualquiera otra (más o menos coherente) de la obra original. El Fantasma es aquí más que nunca un eventual reflejo de la mente perturbada de Christine, que aquí ya no es exactamente una ingenua (y de hecho, la peli tiene a bien mostrárnoslo como corresponde, o sea, sin hacer elipsis ni sugestión sobre EL MOMENTO DE LA VERDAD). Por otra parte, los asesinatos son tan gore y crueles como cabría esperar de un personaje con el trasfondo del Fantasma (este Fantasma es algo así como el Pingüino de "Batman regresa" de Tim Burton, pero llevado al extremo y con ratas en vez de pingüinos). Sumémosle a eso una puesta en escena oscurantista, incluso tenebrista, alejada de la pompa y esplendor de otras versiones que aprovechan el cartel "de época" para mostrar harto terciopelo y encaje, y deberíamos tener una peli ganadora aquí, si no por fiel al material original, al menos por ideas y conceptos. DEBERÍAMOS, escribí. ¿Qué falla entonces, por qué esta peli no termina de remontar? Simplemente porque la realización es mediocre. Las actuaciones no dan mucho ancho de sí (Asia Argento se esfuerza, pero su Christine no termina de mostrar toda la tensión psicológica que debería, mientras que Julian Sands como el Fantasma tampoco termina de dar el ancho como el personaje bigger than life al que interpreta). El presupuesto de serie B se nota a veces de manera dolorosa en algunos efectos especiales. El guión mismo de repente no termina de decidirse en qué dirección seguirá la historia, y se ve algo descoyuntado. Pero lo más criminal de todo es contar con Ennio Morricone en la banda sonora, y que la música, sin ser mala ni mucho menos, se haga perfectamente olvidable. ¡Joer, es que el tipo le puso la musiquita a "El bueno, el malo y el feo" y "La misión"! ¡Y aquí no estaba trabajando con un productito de terror más sino con EL FANTASMA DE LA OPERA! ¡¡¡CUYA AMBIENTACIÓN TRANSCURRE EN LA OPERA DE PARÍS!!! O sea, en definitiva tenemos una peli de la que intuimos podía haber sido algo grande, algo desusado (a diferencia de otras versiones más asépticas, el nivel de gore aquí es más o menos lo que debe ser un buen producto de horror macabro), pero que no termina de cuajar, no termina de hallarse con la grandeza del material de base y de las ideas subsecuentes añadidas. Una pena, una verdadera pena. Dario Argento es un tipo con talento, y estoy seguro de que en sus mejores días, hubiera conseguido darle forma al asunto con mucha más inspiración. Pero en los días de 1998...

IDEAL PARA: Fanáticos completistas de Dario Argento o del Fantasma de la Opera.

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