Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
jueves, 31 de diciembre de 2009
"Avatar" (2009).
-- "Avatar". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: James Cameron.
-- Actuación: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Stephen Lang, Michelle Rodriguez, Giovanni Ribisi, Joel Moore, CCH Pounder, Wes Studi, Laz Alonso, Dileep Rao, Matt Gerald, Sean Anthony Moran, Jason Whyte, Scott Lawrence.
-- Guión: James Cameron.
-- Banda Sonora: James Horner.
-- "Avatar" en IMDb.
-- "Avatar" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El futuro, el siglo XXII. La Humanidad se ha expandido por el espacio y se dedica a la colonización planetaria con el espíritu de "antiguos espíritus del Mal, conviertan a este cuerpo decrépito... ¡¡¡EN HERNÁN CORTÉS!!! ¡¡¡EL INMORTAL!!! ¡¡¡HUAAAAAÁ!!!". Una de esas personas que antes se llamaban "tullidas" y ahora son "minusválidas", que le puedes prender fuego a las dos patas y sólo se va a dar cuenta cuando sienta el chamuscado en las narices, viaja en una nave espacial. A pesar de ser un completo inútil por su invalid... perdón, por su "incapacidad", tiene el material genético de su hermano gemelo, y por eso es convocado al planeta Pandora: para hacerse cargo de un avatar, una criatura híbrida de genes humanos y na'vi que es capaz de respirar en la venenosa atmósfera de Pandora (los na'vi son los nativos de Pandora, y en buena hora se les ocurrió por fin lo obvio, de no llamar "pandorianos" a las criaturas nativas del planeta, como tanta CF bruta al uso). Así, los humanitos se quedan cómodamente instalados en sus bases, y envían a los avatares al terreno. Bueno, o casi, porque el proyecto Avatar, lejos de ser apoyado por los jerifaltes de turno, es puteado de lo lindo por las altas autoridades, quienes prefieren confiar en la solución militar de toda la vida (ya saben, más napalm y menos diplomacia), y tienen a los científicos porque bueno, uno nunca sabe qué de bueno pueda salir de un lab, así es que por si acaso... pero los científicos no se hacen mucho de querer porque después de todo, ellos tienen la idea de... ¡estudiar! ...al planeta, y peor aún, tratar de... ¡comprenderlo! ...y mucho peor aún... ¡de preservarlo! ...en vez de hacer lo que se debe hacer con todo planeta poblado por una raza inferior, a saber, matar a los nativos, apropiarse de sus recursos, darse la high life, y cuando venga el empacho, ir a Copenhagen a decir que no se va a firmar ningún puto acuerdo que implique disminuir el bonito estándar de vida que nos ganamos expoliando por siglos al Tercer Mundo, perdón, al Tercer Universo. Resulta que nuestro discapacitado entra en control de su avatar, y es enviado a misión, como guardaespaldas del científico. En su primera misión, queda el cagazo. Porque como inexperto en cuestiones relativas a la flora, fauna, geología y astrología de Pandora, acaba por completo perdido y a merced de las bestias salvajes. Pero nuestro chulo jovencito, o mejor dicho su avatar, no se arredra, porque de pronto aparece una bestia salvaje de sexo femenino y muy buen ver, una na'vi por más señas, que está nada más mona, y que como corresponde a la más rancia tradición palomitera, pasa olímpicamente del héroe y se hace la difícil (esssssso ya cambiará, pierdan cuidado). Y como más tiran un par de tetas que un par de carretas, pues bien, nuestro jovencito decide que es hora de darle una oportunidad a los na'vi, a ver si esos salvajes tienen algo de interés. Y empieza a comprender al planeta, y entra en sintonía con el universo, y canta mantras New Age, y todo eso, y finalmente descubre lo que nosotros ya sabíamos desde hacía como una hora y media de peli, a saber, que los na'vi son los buenos porque son medioambientalistas y multiculturales, mientras que los humanos son los malos porque son imperialistas y destruyen todo lo que tocan. Así es que se cambia de bando, listo a plantar cara a los invasores humanos, para que triunfe el bien, la democracia, el principio de libre determinación de los pueblos, y el consumo de productos psicoactivos varios. ¿Conseguirá nuestro jovencito dar la pelea contra la imparable maquinaria militar humana neocon...? ¿Se ambientará la segunda parte de "Avatar" en los parques de Alaska amenazados por las prospecciones petrolíferas enviadas desde Texas...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Aunque ustedes no lo crean, había una época en que en las pelis de vaqueros e indios, los indios eran los malos. O sea, tenías a un jovencito camisolimpio bueno para las pistolas, cargándose a balazos indio genérico tras indio genérico, de ésos que no tienen otra línea de diálogo que ulular a lo bestia, y después de la escabechina, pues que ya tenemos protegida la familia y la civilización. Eso vale tanto para las pelis de John Wayne, como otros productos etnófobos como "La carga de la brigada ligera" o "Gunga Din", ambientadas en la India, o esas pelis de arcabuceros británicos contra guerreros zulúes (también genéricos, salvo su malvado y ungabunga líder), y etcétera. Pero en los '60s, la marea empezó a cambiar. Porque resulta que empezaron a surgir los ideales New Age, de revalorizar la naturaleza y las flores (y fumárselas, a según), el respeto por la ecología, los seres vivos, la maquinaria de la Tierra, el todo del que todos somos parte, etcétera. Y de pronto, antes de que nos diéramos cuenta, descubrimos que el codicioso y capitalista carapálida era el malo, y las culturas ancestrales y milenarias que aplastábamos eran los buenos, porque ellos eran los sabios y nosotros los tontos (pero pregunten ustedes en qué lado de la valla nacieron y trabajaron Miguel Angel, o William Shakespeare, o Johann Sebastian Bach, hehehé). Puntualmente hemos tenido varias pelis que nos recuerdan eso: los indios son más buenos que los occidentales ("Danza con lobos"), los japoneses son más buenos que los occidentales ("El último samurai"), los amerindios más buenos que los occidentales ("1492: La conquista del paraíso"), y sólo un reaccionario como Mel Gibson se atrevió a poner a los indios como malvados y siniestros pecadores cuyos pecados debían ser lavados por el agua bautismal de la cruz cosida en las velas de las carabelas españolas ("Apocalypto"). ¡Joer, si hasta los mayas se cachondean de nosotros desde la ultratumba en "2012"! La gente tiende a olvidar lo chocante que era para las audiencias de los '60s que un extraterrestre orejipuntiagudo y pielverde como el Sr. Spock fuera "de los buenos", o que la cubierta del Enterprise hubiera rusos, japoneses, y mujeres (¡y negras!) en vez de machos viriles WASP a cargo del cotarro (aunque el prota, eso sí, era yuzio, para no perder la costumbre). Hoy en día, el concepto de Prime Directive, de que las naves espaciales de la franquicia trekkie no pueden intervenir con civilizaciones más primitivas (concepto base de "Viaje a las estrellas: Primer contacto" y "Viaje a las estrellas: Insurrección"), es casi parte del paisaje. Pero nunca está de más recordar lo ya dicho: que somos malos, que somos malvados, que debemos golpearnos el pecho por nuestro ecopecados, y debemos renunciar a todo lo que tenemos para irnos a meter en alguna tribu de ewoks a elevar cánticos a alguna genérica deidad no antropomórfica y entrar en contacto con la naturaleza, etcétera. "Avatar" se encarga de recordárnoslo, por si lo hubiéramos olvidado desde "El último samurai" a esta parte.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Esta peli es el triunfo del espectáculo por el espectáculo, sin paliativos. Siempre he considerado un tanto sobrevalorado al director James Cameron, que no es un genio cinematográfico, y que cuando ha estado más cerca de rozarlo, es con "Terminator", pero que a cambio es un artesano obsesivo y minucioso con los detalles, hasta el punto que nadie podría imputarle haber rodado una mala peli jamás. En ese sentido, James Cameron es el continuador natural de directores como Cecil B. DeMille, de construir historias ciertamente descafeinadas de contenido, pero a cambio entretenidas, contadas con brío, y con todo el componente espectacular por el cual vale la pena pagarse la entrada en vez de conformarse con una miserable pantallita de TV dentro de la casa. Probablemente sea exagerado decir que "Avatar" es la mejor peli del 2009, y ciertamente no es la revolución fílmica que se nos prometió en el hype precedente, pero a cambio aspira (y gana de cancha) el trofeo a la peli más espectacular del año. Dura dos horas y media, y en verdad no se sienten, ni siquiera en los momentos más ridículos y ñoños (que los tiene, no se crea que no, porque esa tribu de na'vi moviéndose como en una fiesta rave al ritmo de la percusión tribal...), y ya no hablemos de las secuencias de acción pura y dura (la batalla final, es que te c... en el cine). Uno le perdona entonces que la historia no tenga prácticamente nada de original (el asunto pasa como un remake alienígena de "Danza con lobos", con detalles como robarse el rito de pasaje de "Dune", por ejemplo), porque a cambio, lo que cuenta, lo cuenta con empaque. James Cameron se dejó esperar doce años desde su peli anterior ("Titanic", otra excelente muestra de cine espectáculo), pero la espera valió la pena, porque nos entregó un producto que en lo formal al menos, está cuidado hasta los más mínimos detalles.
-- Esta peli es probablemente la máxima expresión de esa concepción de James Cameron de ser un gran mitógrafo (en el buen sentido del término) o un gran cosmólogo. Es notorio en el cine de Cameron su vocación no sólo de contar una historia, sino de construir universos narrativos enteros, como un Tolkien de toda la vida. No debe ser casualidad que su peli más débil (la entretenida pero olvidable "Mentiras verdaderas") sea justamente la menos mitológica de todas, la más lineal y menos ramificada de todas sus narraciones. Se dice que para "Avatar" se creó un mundo completo, y se lo creo. La trama en general es bastante respetuosa con las leyes naturales (se da a entender que el gigantismo de la flora y fauna de Pandora respondería a una gravedad menor que la terrestre, y se le da una explicación puramente científica a la unión de todos los seres de Pandora en una sola noósfera, por ejemplo, aunque a cambio la manera en que los humanos pueden controlar por telepresencia a sus avatares, o la forma en que las famosas rocas colgantes efectivamente cuelgan suspendidas en el aire, son cosas que se le escapan a mi inteligencia). En cuanto a la parte biológica, las bestias se ven realmente como bestias extraterrestres y no como el clásico cliché del "insecto gigante". Las plantas lucen también como criaturas alienígenas y no como el enésimo "filmed in Hawaii, try to believe it is an alien jungle". El famoso idioma na'vi suena un poco indigenoide, es cierto, pero tiene una entidad que le es propia (en una parte me pareció escuchar que, en una frase referida a los na'vi, el indígena de turno partía diciendo "na'vi", lo que quiere decir que su idioma tiene la muy inusual estructura de partir las oraciones con el predicado). Lo único un poco chocante de todo esto, es que los na'vi mismos sean tan antropomórficos, en un mundo absolutamente alienígena: tienen cuatro miembros en un planeta con una enorme cantidad de fauna con seis miembros, se pintan la cara casi con los mismos diseños que los pieles rojas de toda la vida (¡joer, si hasta se pintan rayitas en las mejillas antes de ir a la batalla!), las hembras tienen pechos igual que las mujeres humanas, sus hábitos de apareamiento parecen ser casi iguales a los humanos, etcétera. Pero uno acepta esto último porque, después de todo, en cualquier obra narrativa (y el cine lo es, igual que la Literatura o el Teatro), es necesario que "los buenos" tengan características humanas para que podamos identificarnos con ellos. No es cosa de que sean tan extraños, que no los podamos entender, luego no nos identifiquemos con sus peripecias, y al último el asunto nos aburra (pecado mortal para una superproducción de estas características, compelida de manera compulsiva a recuperar el dinero a como dé lugar). Si quieres un extraterrestre verdaderamente extraterrestre, siempre puedes ir a ver "Solaris" (la original, o la "Solaris" yanki del 2002)... y descubrirás que las peripecias del entretenido océano oleaginoso planetario omnipresente allí te importan más o menos un cuesco y tres partes de otro cuesco distinto. Pero es que allá se trataba de eso, de la incomunicación entre los seres, de la crítica a nuestro antropocentrismo, etcétera. Sería ciertamente ingenuo pedir lo mismo en una peli que se ha vendido desde el comienzo como un puro y duro festival de FXs para divertir de manera inocua al respetable, ¿no?
-- Los fanáticos de la CF me entenderán. Esta peli, desde el punto de vista estético, curiosamente no es "un paso adelante" sino "un paso atrás". Porque todo se ve y huele como a pulp, una mezcla de John Carter de Marte con pulp militarista cienciaficcionero de los '40s. Y no sólo por los escenarios presentados ni el look audiovisual que le dieron a las máquinas, los nativos y el planeta, sino también por el mismísimo guión, tan lineal como solían serlo esas historias (boy meets girl, buenos versus villanos, planeta exótico y de lujuriosa vegetación, militarofilia a discreción... lo dicho, vaya). Pero realizado obviamente con toda la tech de ahora. Si eres fanático de las historias pulp antiguas, al estilo de Doc Savage o el Capitán Futuro, entonces esta peli es un must-see para ti. Algunos dirán que no se ha avanzado entonces demasiado desde "Capitán Sky y el mundo del mañana". Bueno, qué diablos, si después de todo, desde la Biblia que no hay nada realmente novedoso bajo el Sol, en lo que a contar historias se refiere.
-- La ejecución en el detalle está más que bien lograda. Las escenografías son estupendas, y no sólo las infografías de Pandora, sino también los laboratorios humanos (aunque la tecnología de las pantallas táctiles, después no sólo de "Sentencia previa", sino hasta de "Quantum of Solace", se vea casi outdated). La maquinaria bélica humana se ve también impresionante. James Horner compone un soundtrack que, cuando no cae en la tentación del afrotribalismo, acompaña notablemente bien, recordando por momentos su excelente soundtrack para "Viaje a las estrellas II: La ira de Khan". En cuanto a los actores, dan todo lo que tienen de sí, aunque sus roles son un poco estereotipados (consecuencia natural de una peli que se plantea bastante maniquea: humanos=malos, na'vi=buenos) y por eso no lucen como deberían. Sam Worthington es un prota defendible en un rol sin mayores exigencias actorales, Sigourney Weaver aporta su presencia y convicción como científica, Michelle Rodriguez interpreta su rol de chica dura de siempre y encaja acá la mar de bien, y Giovanni Ribisi como CEO cabrón se mueve también como corresponde. Sin embargo, la pantalla se la roban íntegra por un lado Zoe Saldana, como la alienígena Neytiri, en un rol con escenas enormemente desgarradoras (en particular cuando descubre en qué pie ha calzado el prota todo el rato), y por el otro Stephen Lang como el milico cabrón que es de verlo y te dan ganas de meterle una barra de hierro al rojo vivo por el aguj... er... bien, ya me entendieron el punto. A tanto llega esto, que se los doy firmado: si alguna vez James Cameron rueda la secuela de "Avatar" (y prometió que si la recaudación iba bien la rodaría, y parece que únicamente en su primer fin de semana recobró los dos tercios de los 300 que costó, y se empinó de una al Top Ten de las diez pelis más rentables del 2009, así es que parece que para allá va el asunto), pueden contar con vuestro seguro servidor el General Gato comprando con religiosa contrición su entrada en la boletería del cine. Total, otros doce años hasta el 2021 pasan volando...
IDEAL PARA: Ver una peli simplemente espectacular.
VIDEOS.
-- Un poco de la música de James Horner para "Avatar".
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domingo, 27 de diciembre de 2009
"El culto siniestro" (1973).
-- "The Wicker Man". Inglaterra. Año 1973.
-- Dirección: Robin Hardy.
-- Actuación: Edward Woodward, Christopher Lee, Diane Cilento, Britt Ekland, Ingrid Pitt, Lindsay Kemp, Russell Waters, Aubrey Morris, Irene Sunters, Walter Carr, Ian Campbell, Leslie Blackater, Roy Boyd, Peter Brewis, Barbara Rafferty.
-- Guión: Anthony Shaffer, tomando como base de manera sumamente vaga una novela de David Pinner.
-- Banda Sonora: Paul Giovanni.
-- "El culto siniestro" en IMDb.
-- "El culto siniestro" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Inglaterra en la actualidad (bueno, en la actualidad de 1973, se entiende). Pero no la Inglaterra londinense Beatles-style o, considerando que son los '70s, el Londres de pubs cerveceros volados por bombas del IRA. No, nada de eso, sino la Inglaterra bucólica y semirrural, esa alejada del mundanal ruido, en donde la civilización parece haberse detenido medio siglo atrás, o quizás antes. En uno de esos poblachos con casas semicampestres, escuelitas rurales y con taberna a falta de pub, llega un hidroavión. Los nativos, que se vaya, que se vaya, que esto es propiedad privá, pero el otro que no, que es funcionario del Gobierno, que se reportó la desaparición de una niña, y dicha desaparición debe ser investigada. Comienza el interrogatorio, y los lugareños contestan más o menos como si fueran una tropa de tarados. Sin sacar nada en limpio, el inspector de policía, o lo que sea su cargo policial, se queda alojando en la taberna. Allí la suda fría porque la hija del tabernero está buena y quiere puro que el policía le aseste un lumazo, pero él, muy compuestito y cristiano, que tiene noviecita y todo, y además es virgen, no cede a las lúbricas tentaciones. A medida que la investigación sigue, descubre algunos asuntillos cada vez más fuera de lugar. Como que, por ejemplo, los lugareños cantan cancioncillas hippies trasnochadas. O que en las escuelas sus niños aprenden sobre (¡¡¡OH, ABOMINACIÓN!!!) ...shut, digámoslo bajito mejor... ...sobre sssssseeeeeexo... O que la comunidad ha abrazado abiertamente el paganismo. El misterio de la desaparición de la chica empezará entonces a tomar un curso cada vez más inesperado, cuando nuestro pobre inspector descubra la macabra realidad detrás de los inocentones pueblerinos...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
El mundo era un lugar raro en 1973. En Estados Unidos, Richard Nixon caía como plomada después de lo de Watergate. En Medio Oriente, los israelíes se trenzaban a trompadas como por tercera o cuarta vez en un cuarto de siglo con los egipcios, en la Guerra de Yom Kippur. En Chile, el socialismo con gusto a vino tinto y empanadas dejaba paso al bailongo de los militares durante 17 años. En Inglaterra, Roger Moore era reclutado para "Vive y deja morir", su primera peli Bond. Y en todas partes, había un sentimiento general de desazón, una resaca post-68 de y-too-esto-paqué. Claro, en la década pasada se había impuesto el hippismo, la vuelta a la naturaleza, y toda esa cosa chillona y rebelde para destrabarse de los empaquetados '50s. Pero ahora, el rompedientes rock sesentero daba paso al más estirado y artificioso Rock Progresivo, el asunto de la naturaleza se hacía menos New Age y más científico (ya saben: sobrepoblación, desequilibrio ambiental...), y en general todo se hacía más melancólico, tétrico y claustrofóbico. En este ambiente arribó "El culto siniestro". Que partió tomando una novela de un tal David Pinner, a la que se limitaron a cambiarle toda la tapa (título incluido) y casi todo el interior, por lo que adaptación, lo que se dice adaptación, no es. La peli tuvo un pasar discreto, no hizo demasiado ruido, pero con el tiempo engrosó ese turbio listado que los pedantes llaman "pelis de culto", nombre generalmente utilizado para designar al cine que no le importa a nadie, salvo a los cinéfilos estirados que se creen mejores que los demás. Dio origen incluso a un criticado remake en 2006 ("El culto siniestro" con Nicolas Cage), operación comercial absolutamente estúpida porque si hay una peli que es inremakeable, es justamente ésta. Pero bueno, volvamos a la original de 1973...
¿POR QUÉ VERLA?
-- Saludada como una de las mejores pelis de terror de todos los tiempos, "El culto siniestro" en realidad es bastante inclasificable. La valoración de la misma depende fuertemente de qué esperas encontrar en ella, y de seguro si buscas tal o cual cosa, saldrás decepcionado. Es una peli de terror, pero no aterroriza realmente. Es una comedia, pero el siempre bienvenido humor irónico british está tan cargado aquí (o diluido, a según), que no hace reir. Es un musical, pero a medida que la trama transcurre, los números musicales van desapareciendo, o bien engarzan dentro de la trama, algo que ningún buen musical de pro debe hacer, porque si música y peli se integran, la música se hace invisible (o inaudible). Es, simplemente... "El culto siniestro". Y punto. Una peli hecha con espíritu de baratillo british, un poco como se hacían las pelis de la Hammer por los años corrientes e inmediatos, pero más luminosa, que a ratos parece incluso una de esas cansinas y flemáticas series de época producidas por la BBC. ¿Es mala entonces? No. ¿Es buena? Por algunos aspectos, sí. ¿Me atrevería a saludarla como una obra maestra? Lo dudo. Pero ningún espectador de mente abierta debería salir decepcionado de aquí. Bueno, si aguanta hasta el final. Porque el arranque de la peli es soporífero a más no poder, y si la ves como cine de trasnoche, te descubrirás abriendo los ojos y descubriendo que ya amaneció hace rato. Es desde la segunda mitad en adelante cuando el asunto entero cobra bríos, donde las cosillas que parecían un poco insertadas al azar dentro de la trama empiezan a cobrar sentido, y en donde todo se arma en definitiva.
-- El tema de la peli es interesantísimo en grado sumo, y más bien poco tratado en el cine en general: la religión. Sí, ya sé, me van a decir que la religión es un tema recurrente por aquello de Cristo contra Satán y "El exorcista" y "La profecía" y etcétera. No, no me refiero a eso con "la religión", a la cosa parafernálica del "good vs. evil", sino a la substancia misma de lo que, se supone, es en términos sociales la religión. Que ésta no es una de esas pelis de terror baratas yankis en donde una secta obtiene poderes demoníacos de esto o de esto otro, para que nos entendamos. Incluso, la peli es ambigua respecto de lo sobrenatural: ¿existe, no existe...? El culto al que se alude, y que influye de manera tan inesperada sobre la vida de los lugareños, ¿es realmente una religión "verdadera", en el sentido de tener respuestas ciertas y conseguir manipular a la naturaleza, o es otra superchería de mentes delirantes que creen haber visto a Dios en la naturaleza o en los cielos...? La respuesta es, cuando menos, ambigua, y a según cómo se interprete, puede dar para una posibilidad u otra, de manera que en un caso estaríamos ante una peli de terror de raza (o sea, una peli en donde lo sobrenatural irrumpe en la vida de las personas para destruirlas), o simplemente un descarnado estudio sociológico ultrarrealista sobre cómo funciona el fanatismo religioso. Parte importante de esta ambigüedad recae en su prota. La aldea es claramente pagana, hasta el punto que desafía muchas convenciones arraigadas en nuestra sociedad atea en lo práctico, agnóstica en el discurso, pero criptocristiana en las convenciones. Pero el prota no es un científico ni un hombre racionalista, sino un cristiano que ve el mundo con los ojos de un cristiano, y por lo tanto, a medida que el culto pagano va quedando un poco en ridículo, vemos la poca efectividad que tienen las verdades cristianas para afrontar un enemigo que en principio se antoja tan débil (habida cuenta de que la religión pagana no estaría apoyada por dioses paganos, porque engendros ridículos como Zeus, Wotan o Cernunnos no podrían existir de verdad, ¿cierto que no?). ¿En definitiva son los paganos quiénes tienen razón? Quizás. Pero sí es claro que tampoco los cristianos tienen la respuesta. En muchos sentidos, esta peli es el reverso de esas pelis estilo "El nombre de la rosa", en donde alegres inquisidores cristianos despachan a la hoguera a tristes paganos, aprovechando que la balanza social está a su favor: acá la balanza social está a favor de los paganos, y esa es toda la diferencia.
-- La ambientación en general es sicodélica a más no poder. Podía haber sido realizada unos cinco años antes, y no se notaría. Se clava justo en el punto de inflexión entre el hippismo irreflexivo de los '60s, y lo campy melancólico '70s. Si te gusta la New Age y sientes melancolía por aquellos años en que había que estar en contacto con la naturaleza y todo eso, esta peli te va a encantar, con las canciones incluidas. Porque hay canciones. Varias. Cantadas a santo de nada. Como en la mejor tradición de los musicales.
-- El elenco está brillante. No es que luzcan demasiado individualmente, porque esta no es una peli "de personajes". Pero cada uno en su lugar, está muy bien. Edward Woodward está notable como el prota, que no es un héroe como en las pelis yankis al uso, sino un funcionario ciertamente algo gris, pero honesto y cumplidor con su trabajo. Christopher Lee, tratando de sacarse de encima el rol de Drácula que había hecho tantas veces para la Hammer en años previos, está inmenso como la vida en su rol de juez de paz de la localidad. Hay un pequeño y simpático papel para Britt Ekland, como la hija del cantinero, chica sueca de culto que, siendo de lo más fiel al estereotipo de "sueca es, y que en mi playa veranee por favor", nos regala generosas tomas de su anatomía. Para la trivia digamos que la Ekland y Christopher Lee coincidirán al año siguiente como chica Bond y villano Bond en la por otra parte deplorable "El hombre de la pistola de oro". Y como buena producción británica, acá los lugareños parecen de verdad lugareños, no como en las pelis yankis en donde se nota mucho que son modelos carilindos disfrazados de piltrafas (estilosas, eso sí) para fingir que son de la plebe.
IDEAL PARA: Ver una interesante peli sobre el tema religioso.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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jueves, 24 de diciembre de 2009
"El último cuplé" (1957).
-- "El último cuplé". España. Año 1957.
-- Dirección: Juan de Orduña.
-- Actuación: Sara Montiel, Armando Calvo, Enrique Vera, Julia Martínez, Matilde Muñoz Sampedro, Laly del Amo, Aurora García Alonso, Beni Moreno, Luis Orduña, Erasmo Pascual, Consuelo de Nieva, Miguel Fleta, Manolita Guerrero, Antonio Alcázar, Rafaela Aparicio.
-- Guión: Jesús María de Arozamena y Antonio Mas Guindal.
-- Banda Sonora: Juan Solano.
-- "El último cuplé" en IMDb.
-- "El último cuplé" en la Wikipedia en castellano.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Ante nosotros se abre el telón de un retablo cervantino, y una voz de radiolocutor en off nos informa que estamos a punto de ver un homenaje a un mundo que desaparece, el mundo de los cuplés (¡mi Dios, la peli es de 1957, ya lleva cinco décadas a cuestas, y miran a los cuplés como algo pasado de moda!). Pues bien, en ese decadente y franquista 195..., en un cabaret de pésima muerte está la gran estrella María Luján, entregándose tanto al apolíneo arte de la música como al dionisíaco deporte del codo empinado. En ese hundimiento la encuentra un antiguo admirador, que como corresponde al espíritu de la época, expresa su admiración en términos bombásticos y ditirámbicos (ya saben: "en verdad no hay voz tan grande en todo Isr...", perdón, "...en toda España", etcétera). Cual magdalena proustiana, esto abre una catarata de recuerdos, desde 191... (cuán Edgar Allan Poe, esto de esconder el último número del año). En aquellos felices tiempos monárquicos, María Luján era una joven que empezaba a despuntar en el mundo del baile, y además tenía su noviecito. Pero, ¡ay!, la cola del demonio encontró su camino para meterse, y ahí es como descubren a María Luján. Entre la adorable granuja de su tía y su nuevo manejador, se las arreglan para ir dejando en el camino al noviecito, y de paso preparar la carrera de María Luján en los cuplés, arte que ella no quería abrazar porque el cuplé, verán, era para la hez del mundo musical (para ella, zarzuelas y óperas, por favor), pero al final, bueno, así es el mundo y hay que comer... De esta manera comienza una vida llena de resonantes triunfos y ardientes pasiones, con María Luján cada vez más grande que la vida, y al mismo tiempo cada vez más perdida dentro de su propia fama y fortuna... "Behind the Music", vamos.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Para la mayor parte de la gente hubo tonadas medievales, luego música clásica, y después llegó el rock-yeah, y he ahí condensados quince siglos de evolución de la música occidental. ¡¡¡Pobre tonto!!!, diría Mario Baracus. Porque en medio ha existido toda una amplia gama de músicas, como el tango, la polka y más recientemente, gracias a las pelis de Chuck Norris, el gangoso llamado árabe desde lo alto del minarete a la oración. Una de esas músicas, más o menos nativa de Ezpaña (en realidad medio importada, como una buena cantidad de lo que es bueno en Ezpaña, en este caso desde Francia) es el cuplé. El cuplé era para finales del XIX lo que la música tropicaliente para nuestros días: o sea, canciones con una estructura musical simplona, que hablaban sobre sexo (los de la vieja guardia me van a decir que cómo, de qué está hablando Mi General, etcétera, pero en comparación a la zarzuela o a la ópera seria, el cuplé es musicalmente simplón, que más voy a decir, y en cuanto a lo del sexo, es cierto que las letras eran un poquito más elaboradas que "Gasolina" o el ella me bate como si fuera mayonesa, pero el tema es el mismo, e igual de abierto para la censura de la época)... Por su parte, y al revés de los gorgoritos de los cantones de ópera, el cuplé tiene el encanto de lo simple, casi como un haikú japonés. Y como el hip-hop, había cuplés sobre echarse polvos, y otros sobre viscisitud política. Todo eso empezó a desvanecerse más o menos cuando llegó la radio, y el público español tuvo oportunidad de desprovincianizarse y familiarizarse con otros estilos musicales (es lo que tiene el que pierdas todas tus colonias, como le pasó a los ezpañóle en 1898: te olvidas de ser el ombligo del mundo, pares a Ezpaña, escribes unamunadas y descubres que you're not alone in the world). Después vino el paternalismo vigilante de Mi Caudillo, don Francisco Franco, Salvador de Media Ezpaña (a la otra media, la mandó al paredón). El cuplé tenía dos vertientes tocahuevos para Franco: una era la sátira política que ofendía su, ejem, unitarismo institucional, por decirlo así, y la otra vena era esa fijación con "puez, coño, tía buena" (aunque cantado en elegante, claro, pero es que en el idioma que sea, la urgencia sexual es la urgencia sexual), que ofendía su proyecto iglesionacionalista. De modo que por babor o estribor, Mi Caudillo acabó prohibiendo el cuplé, lo que terminó poniéndole la lápida al género. Que han tratado de revivir varias veces, pero con el regusto a fruta congelada de supermercado que tiene cualquier revival: si quieres leer una historia de elfos, anda al original, a Tolkien, y pásate de la "Dragonlance". "El último cuplé" es más que una película: es el digno y gran adiós para un género musical que tuvo sus tiempos de gloria y dejó grandes recuerdos en quienes peinan canas (o que las guardan en un confortable sepulcro, a estas alturas...).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Lo dicho. Esta peli es un gran retrato de lo que fue la España cupletera, aquella España popular del XIX, que por ser provinciana y vivir de espaldas a la civilización, desarrolló su propio microclima cultural. Ya para 1957, como la peli se encarga de transmitir sutilmente, toda esa cultura había sido reemplazada por el espíritu franquista de las vacaciones en Marbella; las pelis de Pili y Mili estaban ya a la vuelta de la esquina. Pero este filme es un más que digno colofón. O la primera mitad, por lo menos. La segunda recorre los caminos del Music Hall, en particular cuando María Luján, en el colmo de su triunfo, emprende gira por Estados Unidos y canta después del fin de la guerra en Francia (sí, antes que la Edith Piaf de "La Vie en Rose" fue... ¡¡¡MARÍA LUJÁN!!!).
-- Es también un destacado exponente del género cinematográfico que podríamos llamar "Behind the Music", y que muestra el ciclo triunfo-borrachera-degradación-miseria-regreso-apoteosis de cualquier músico que se precie de tal (un músico que no ha pasado por un triunfo glamoroso al comienzo y luego se haya hundido en los infiernos del alcohol y la droga, no es un músico, no importa qué tan Mendelssohn sea). Sabemos lo mucho que morbiliza a la gente esto de ver a los grandes emborracharse de éxito a barricas, para luego verlos caer y revolcarse, en particular cuando no es mala suerte externa sino que se la andan buscando, y esta peli ofrece de esto. Porque hay que ver lo malagradecía que es la María Luján que le dicen, con los que tratan de apuntalarla en su camino. Y lo de apoteosis final es literal, con ese regreso que ni la Edith Piaf en el Olympia de París, oigan... (además, María Luján hizo su retorno triunfal en una peli de 1957, así es que es tres años antes que la francesa).
-- Sara Montiel. La peli la muestra bella, y además se luce cantando distintas canciones (no sólo cuplés). No puedo describir esto. Mejor prueben a verla. Ni Madonna en sus mejores días, dénlo por hecho. De hecho, en aquellos años Sara Montiel empezaba a triunfar en Hollywood, y se dice estaba liada, ahí es nada, con James Dean (se supone incluso que iba a viajar en ese auto fatal en que James Dean partió a la eternidad). Pero con "El último cuplé" regresó a España, y le fue tan bien que se olvidó de ser la joven promesa de Hollywood siguió haciendo pelis como la gran reina del cine musical ezpañó. Ya sabes lo que dicen: mejor ser cabeza de ratón que cola de león. Lo que Sara Montiel entendió por las buenas, después Penélope Cruz hubo de entenderlo por las malas...
-- Hay ciertas situaciones fílmicas que son de una ingenuidad desarmantes. Para los efectos del melodrama cincuentero estaban bien, pero ahora invitan a una sonrisa condescendiente, o peor aún, a la carcajada postmoderna. Aún así, siguen teniendo su valor justamente por esa naiveté, por el recuerdo de cuando las cosas eran menos complicadas, y bastaba con mostrar una línea férrea desde un tren traqueteando, junto con sobreimpresiones de los nombres de las ciudades, en plan Looney Tunes, para dar a entender que la artista estaba de gira y pasando de triunfo en triunfo. Y ya no digamos ese final hecho para sacarle lagrimitas de emoción a las veteranas... Podrían volver a hacer películas como ésta. Las llamaríamos, no sé... Retromusicalismo.
IDEAL PARA: Hacer ejercicio de nostalgia con un gran musical que viene nada menos que desde... ¡¡¡ESPAÑA!!!
VIDEOS.
-- Sarita Montiel cantando "Tú no eres eso" en la peli [en español, ¿necesitan subtítulos acaso?].
-- Sara Montiel canta "Sus pícaros ojos" [en español].
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domingo, 20 de diciembre de 2009
"Bailarina en la oscuridad" (2000).
-- "Dancer in the Dark". Dinamarca, Alemania, Holanda, Italia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Suecia, Finlandia, Islandia, Noruega. Año 2000.
-- Dirección: Lars von Trier.
-- Actuación: Björk, Catherine Deneuve, David Morse, Peter Stormare, Joel Grey, Cara Seymour, Vladica Kostic, Jean-Marc Barr, Vincent Paterson, Siobhan Fallon, Zeljko Ivanek, Udo Kier, Jens Albinus, Reathel Bean, Mette Berggreen.
-- Guión: Lars von Trier.
-- Banda Sonora: Björk.
-- "Bailarina en la oscuridad" en IMDb.
-- "Bailarina en la oscuridad" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
La vida es una putada y luego te mueres. O bien emigras y tratas de buscarte una nueva vida en América, la Tierra de las Oportunidades, Land of the Free, etcétera. Como la inmigrante checa Selma. Que de niñita veía esos programas de comedias musicales, y miren ustedes cómo es de bruta la gente, creía que todo eso era de verdad, y que en serio la gente en NY se ponía a hacer el saltimbanqui en la calle con Fred Astaire o Gene Kelly. Ahora está sepultada en un empleo de mierda, haciendo bandejitas con una máquina de pillarse los dedos, y piticiega como un topo con cataratas. Pero está juntando platita-platita, dame lunita. ¿Para crecer y surgir en la vida? No, porque no importa lo que haga, Selma está condenada a los lentes oscuros y el bastón. Pero está su hijo. Que heredó la misma perra condición genética. Nunca bien especificada por el guión, no vaya a ser cosa que alguien sepa de Medicina y diga que eso no puede ser. Bueno, qué importa. El caso es que si el chico se opera antes del deadline, que por pura coincidencia es el cumpleaños N° X ("equis", no "diez romano", prefiero especificar por aquello de...), entonces el chico quedará salvo, curado, y será un nuevo inmigrante del Crisol de Razas y todo eso. Claro, hasta ahí la cosa tiene arreglo. El problema es que se mete de por medio el policía que le arrienda una cabañita, y que dice que ese dinero le vendría bien, que el sueldo de sheriff defendiendo la democracia no le alcanza, y que, bueno, veamos qué se puede hacer al respecto... ¡Pero no importa, no hay nada que no pueda arreglarse con un poco de música! ¡Y de canciones! ¡Y de baile! ¿O no? ¿O no? ¿O...? Oh, mi God... No... No... ¡Selma, no! ¡Sálete de ahí, Selma! ¡No, no lo hagas, Selma! ¡Oh, no! ¡Oh, no! ¡Oh, no...! ¡Pero para dónde vas, Selma! ¡Selma, para dónde vas...!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En Cine 9009 no hemos posteado muchas pelis de Lars von Trier. Creo que en las 500yalgos a la fecha, no hay ninguna. Y hay una muy buena razón para eso. Dicho en términos bien simples, tipo ecuación matemática: "LvT=KK". Sí. KAKA dije. Nunca me he topado con un fanático de Lars von Trier que piense. Todo fanático de Lars von Trier que se precie de tal, lo es un poco porque el tipo anda de tan guay por la vida, que van los borregos intelectualoides y dicen "yo también soy guay, así es que lo reconozco como guay". En "Los idiotas" no se notaba tanto porque entre tanto idiota, el director como que se camuflaba un poco, pero "Contra viento y marea" (creo que en España la estrenaron como "Rompiendo las bolas", título más acorde con el inglés "Breaking the Waves") es consistentemente una de las cagadas más grandes que se ha mandado el cine de los '90s, y podría estar con holgura en el Top 100 de las Peores Películas de Cine Arte jamás producidas. Pero con "Bailarina en la oscuridad" había que arriesgarse, básicamente porque salía Björk, y cualquiera que hubiera estado ahí para verla en los tiempos de sus videos para el disco "Debut" del '93 (ya saben, "Violently Happy", "Human Behaviour", "Venus as a Boy") se daba cuenta de que la chica es una actriz tremenda, y no sería la primera vez que la estrella le arreglara la planilla al director. Había que darle una oportunidad, por si Björk le hacía el cosido y el cantado a Lars von Triers, y...
¿POR QUÉ VERLA?
-- ...efectivamente se lo hace. Sobre la trayectoria musical de Björk no nos pronunciamos demasiado (brillante en "Debut", medio sí medio no en "Post", cuasimística en "Homogenic", y al despeñadero todo lo demás), pero por su talento actoral, es una p*** m***** que haya decidido no volver a actuar más. ¿Por qué? Una vez más por culpa de Lars von Trier, que no contento con hacer pelis como el azúcar hace dientes cariados, además dijo que se encargaría personalmente de traumatizar a Björk hasta el punto del estrés postraumático estilo Síndrome de Vietnam, para que NUNCA MÁS VOLVIERA A ACTUAR EN UNA PELI Y QUEDARA SÓLO COMO LA ACTRIZ DE (mi peli) "BAILARINA EN LA OSCURIDAD", ¡¡¡MUAHUAHAHAHÁ!!! ¡¡¡MUAHAHAHAHÁ!!! El caso es que Björk se manda una actuación que hubiera tirado de espaldas a cualquiera de los nominados al Oscar ese año (que por cierto, como comparativa, lo ganó Julia Roberts por su bien-y-listo protagónico en "Erin Brockovich"). Pero me he dado muchas vueltas. ¿Por qué es tan buena? Simplemente, porque su personaje está cargado de matices. Es la prota de la peli, pero no es de ninguna manera un ser angelical ni la chica soñada (salvo para un worker que ronda por ahí), sino una cabezota de cuidado que por puro esto-o-aquello, se las arregla para meterse en líos titánicos. Pero por otra parte, esta resentida médica y social es también una soñadora, y ambas facetas se despliegan bien en la actuación, pasando de la una a la otra sin problemas. Y además de eso canta y baila, por supuesto, aunque no representa una sorpresa viniendo de ella. Pero todo eso encaja y se integra perfectamente en su personaje. Quizás el único defectillo, que en realidad no es de ella sino de un guión deficiente en ese plano, es que este personaje, bastante opaco a la hora de la verdad, se las arregla para hacerse querible de todo el mundo con el carácter terrible que tiene (el tipo que la ronda, vale, la amiga durazna, vale también, el jefe de la compañía de teatro, mmmmmm..., el médico de la clínica, WTF, ¿la guardiana de la cárcel? Plssssss...). Y en esto entrevemos la verdad: Björk rompe y supera un guión bastante interesante, pero también bastante memo en diversos aspectos. Tengo la intuición de que Lars von Trier contrató a Björk para dárselas de cultureta (además, podía promocionar el soundtrack como "una de Björk" y se forraba con la peli), pero admitámoslo, más allá de los fríos cálculos comerciales sobre cómo metérsela sin vaselina a los culturetas, ninguna otra cantante devenida a actriz (ni la decente-cuando-quiere Beyoncé, ni la quiero-y-no-puedo Madonna, ni la insufrible J-Lo, y de los mohínes de Britney o de Miley ya no hablemos) hubiera podido con esto. Uno no dice que esta peli es decente-a-buena a pesar de ser una de Lars von Trier. Uno dice que esta peli es decente-a-buena porque Björk le salvó el día al hombre. Y miren como el desgraciao se lo pagó, acomplejándola y podándola hasta la raíz de su talento actoral, el muy cabrón.
-- Podemos ver esta peli como una especie de "anticomedia musical". En las comedias musicales de pro, o por lo menos en los musicales de la Era Dorada de Jolivú, la trama es lo de menos, y sirve sólo para meter número de baile tras número de baile. Y por lo general, las pelis musicales, por el mismo hecho de girar alrededor de la música, tienen una cierta de feeling-good y todo eso. Nadie podría decir que "Moulin Rouge", "Chicago" o "Mamma Mia", por mencionar ejemplos post-2000s, son dramones de cuidado, y los elementos dramáticos se canalizan por la música para... ya ven, feeling fine. "Bailarina en la oscuridad", en cambio, es una peli deprimentemente oscura, sobre un personaje terriblemente destruido (inmigrante pobre y sin familia y piticiega pa' llevarse la tripleta completa), a la cual las circunstancias se van enmarañando tanto las muy jodías que todo le va saliendo mal, y todo eso rodado con los tonos más mortecinos que se pueda, y las escenas musicales, aunque rezuman casi todas bastante optimismo y good vibes, en el fondo son, y se notan que son, y la gracia es que se noten que son, meros interludios, y luego ¡de cabeza al drama otra vez! ¿Qué bicho le picaría a Lars von Trier a tratar de cagarse en los bailarines bajo la lluvia y en las novicias rebeldes? No tengo ni la más pituitaria idea. Pero el caso es que lo hizo. Y bien hecho (bueno, digámoslo otra vez, gracias a Björk, porque buena la hubiera hecho si hubiera contratado a los gorgoritos de Madonna...).
-- Los actores (de Björk, y hemos enfatizado el punto, pero en fin) están brillantes. Catherine Deneuve está bien, y si su rol no brilla más, es porque el guión tampoco hace demasiado por él. David Morse pasea una vez más su enorme presencia actoral a todo lo grande, como ese sheriff que... bien, véanlo. Cara Seymour representa más que bien ese estereotipo de minorra que es súper amable y súper dije, pero que en realidad nunca se entera de nada. Y tenemos a dos siempre ilustres secundarios haciendo lo suyo, a Peter "Prison Break" Stomare como enamorado bobalicón de Björk, y a Zeljko "Héroes" Ivanek como implacable fiscal cazaBjörks. Y aunque en sentido estricto no lo invitaron por actor sino por bailarín de tap, démosle crédito también a la genial escena que se manda Joel Grey como Oldrich Novy, bailando tap en el tribunal (¡así como suena!). El propio Oldrich Novy de verdad no lo habría hecho mejor... un momento... ¡nunca existió un Oldrich Novy! ¡Era mentira! ¡Todo este tiempo era mentira y nadie me lo había dicho! ¡Maldita, maldita sea, tenían que hacerlo, malditos!
-- Existe una sutil vena antiamericana dentro de la peli, que... bueno... no sé si considerarla como un plus o un minus, pero por lo que pueda valer, comentémoslo. De partida, la peli misma es un discurso contra las comedias musicales ligeras de toda la vida, y si hay un género fílmico aparte del Western que sea típicamente Americanischen, probablemente sea la comedia musical. Además, los representantes del sistema son todos distantes en el mejor de los casos (el sistema judicial, con un Zeljko Ivanek cabronazo), y corruptos hasta la médula en el peor (ese sheriff consumista y endeudado...). Y por último, en la incivilizada y cruel América existe... ¡¡¡PENA DE MUEEEEEERTEEEEEE...!!! Y la pena de muerte es MAAAAAALAAAAAA... Y por si no te queda claro el mensaje que tu Sumo Pontífice Cinéfilo Su Majestad Real e Imperial Lars von Trier trata de comunicarte a ti, ¡oh, pobre mortal!, te lo remarca con un cartelito final para que tengas bien claro lo que tienes que pensar de la pena de muerte saliendo del cine. Pero bueno, es un director cultureta europeo, no iban a esperar que le gustara la filosofía Harry el Sucio. Si les gusta el cine ideológicamente cargado -panfletario digamos- échenle un vistazo a esto, verán que les gusta.
IDEAL PARA: Ver a Björk. A pesar de Lars von Trier.
VIDEOS.
-- Björk interpretando "I've Seen All".
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jueves, 17 de diciembre de 2009
"La mujer del año" (1942).
-- "Woman of the Year". Estados Unidos. Año 1942.
-- Dirección: George Stevens.
-- Actuación: Spencer Tracy, Katharine Hepburn, Fay Bainter, Reginald Owen, Minor Watson, William Bendix, Gladys Blake, Dan Tobin, Roscoe Karns, William Tannen, Ludwig Stössel, Sara Haden, Edith Evanson, George Kezas.
-- Guión: Ring Lardner Jr., Michael Kanin y John Lee Mahin (este último sin acreditar).
-- Banda Sonora: Franz Waxman.
-- "La mujer del año" en IMDb.
-- "La mujer del año" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un grupo de coleguetes de esos de trabajo, que están en el muy viril deporte de pasaportar grados de vaso a hígado en un bar, escuchan la radio (bueno, eran los '40s, aunque no lo crean hubo una época en donde no había SKY TV en cada barucho de la ciudad), y allí sale una comentarista de esas súperdupy-listillas que "soy mujer y le hago a too, que yo no limpio trapos sino que soy muy liberá" y todo eso, que de pronto demuestra su más supina ignorancia en materia de deportes. A uno de los escuchas, que es periodista deportivo, le baja la indignación suprema, porque cómo esa chica, que es periodista y se cree la Enciclopedia Británica con patas, no va a saber algo tan americano como el béisbol. Y le escribe una editorial con harta sal y pimienta. A la chica, que no nació chica liberá para andar agachando el moño delante de ningún hombre, oiga usté (de hecho... ¡ni siquiera usa moño! ¡miren ustedes qué indecencia, qué falta de femeneidad!), le cae en muy mala gracia que el otro sea tan respondón en vez de un ca'allero de los de toda la vida, y le contesta en plan "mí-mujer-tú-orangután". El otro está listo para dejarle caer una nueva filípica desde todo lo que se llama el interior del recio macho americano, cuando de pronto es llamado a cuarteles desde la planta superior del periódico. Y allí está... ¡ups! ...la chica. Que es para mirarla y babearse, y es que Katharine Hepburn es mucha Katharine Hepburn, oiga usté. Al otro se le mueren todas las cruces en la punta de la boca (por no aplicar la palabra "punta" a una expresión anatómica que algunos considerarían más soez), y el switch le cambia de "macho recio" a "macho galante". Pero, ¿cómo se puede cortejar a una chica que se la pasa permanentemente ocupada, atendiendo teléfono, hablando "in castehyanou" con Batista (faltaban 17 años para Fidel, ¿vale?), leyendo la prensa en chino y todo eso...? ¿cómo...? Bueno, vean esta peli y entérense. Mmpf. Yo, dando consejos sentimentales. A este paso voy a acabar cerrando Cine 9009 y abriendo Corazones 9009 o algo así. En fin, ¿en qué estábamos? Ah, sí, íbamos a...
...EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
¡Liberación femenina, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Así habría dicho Madame Roland, de levantar hoy en día la cabeza (bueno, no creo que pudiera, después de todo se la guillotinaron). Lo he dicho y pontificado urbi et orbi, y lo vuelvo a decir y pontificar: la liberación femenina no ha sido ni de lejos la panacea para resolver esa eterna conflagración para la cual se ha acuñado el manoseado término de "guerra de los sexos". Con eso no quiero decir que la mujer debería volver a coser, zurcir, cocinar, planchar y un etcétera de otras labores eisenhowerianas de pro, sino remarcar lo que de tan obvio a veces se pierde de vista: no hay recetas universales para nada. Que la mujer ganó mucho con la liberación femenina, ganó. Pero que también perdió, perdió lo suyo. Porque algunas (probablemente las menos) fueron sensatas, levantaron la cabeza y dijeron: "bueno, ahora que estamos en pie de igualdad, lleguemos a un nuevo acuerdo y a ver qué sale". Pero otras (una importante mayoría, mucho me temo, y acepto diagnósticos en contrario) salieron al mundo a avasallarlo, exactamente igual que los hombres, con filosofía "no hay peor amo que el que antes fue esclavo", y como pensar eso incluso para sí mismas sería algo feo ("no-no-no-no-no, yo no soy una mala persona"), entonces lo cubren con excusas ("es que ellos empezaron"), con victimizaciones ("en un mundo hecho para hombres, las mujeres tienen que trabajar el doble o si no..."), con la bandera de los derechos civiles ("¡no es mi lucha, es la lucha de todas las mujeres del mundo, mujeres del mundo uníos!"), con juzgamientos ("sí, soy una perra, pero ellos se lo merecen"), ¡incluso con espíritu de perfecta comprensión social por sus semejantes! ("si es que al final les gusta que los maltraten"), etcétera. ¿Es que entonces todas las mujeres son unas bellacas, mi General Gato? No, no, no, no me están entendiendo el punto. Hay seres humanos buenos y hay seres humanos malos, ser bueno o malo es cuestión de opciones personales, y hay mujeres que han usado la liberación femenina para mejorar como personas, y otras para... bueno, lo dicho, así como hay hombres "a la antigua" que son unos perfectos gentlemen, y otros que son unos cabrones de cuidado (y hombres "a la moderna" también, para qué vamos a andarnos con rodeos). Las personas son así, independientemente de su sexo. Bueno, volviendo a esta peli. El tema de la guerra de los sexos ya era viejo en tiempos de las comedias de Aristófanes (que le dedicó al tema su bonita comedia "Lisístrata", en donde las mujeres paran la Guerra del Peloponeso "cortándoles el agua" a sus maridos atenienses y espartanos hasta que ellos, sedientos, deben firmar la paz), y el cine no se iba a quedar atrás. En particular porque cuando empezó el despegue del cine "de verdá" con la llegada del sonoro, ya se llevaba como una década de liberación femenina a ultranza con la androginia de la ropa de Coco Chanel, y las flappers y todo eso. Si consideramos que la chica de "La mujer del año" debería rondar sus 30 (la Hepburn tenía 35 al rodar la peli), entonces tenemos que es una especie de post-flapper, de la primera camada de chicas verdaderamente liberadas e independientes que vio la cultura occidental. "La mujer del año" es así una de las primeras reflexiones que nos ha entregado el cine sobre la liberación femenina, y por qué no decirlo, una de las más potentes incluso a casi ochenta años de su estreno, lo que no es poco (y cuando se cumplan los ochenta años cabales se acabará el mundo, como "2012" se encargó de recordarnos).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Lo dicho. "La mujer del año", a pesar de su vetustez, sigue siendo un potente ejemplo de lo que pasa cuando una chica descarría el camino y trata de convertirse en superwoman, tratando de demostrar (aunque sea inconscientemente) que no sólo puede lo mismo que un hombre, sino que además más y mejol. Pero no se crea que es una de esas pelis conservadoras en las que al final la mujer, después de haberse perdido en el árido desierto del feminismo militante, acaba por descubrir la luz y la felicidad eternas entregándose a su hombre por completo y transformándose en una geisha sumisa, como una comedia de Reese Witherspoon o de Sandra Bullock al uso (que bueno, incluso en "Amor a segunda vista", tan liberada esa peli, caía un tanto en eso). Bueno, el final tiene algo de eso (no lo adelantaré por aquello de los spoilers, pero aunque se sepa, sigue siendo desopilante igual), pero viene también cargado con su poca de inquina y mala leche subliminal, porque con el diálogo final del periodista (Spencer Tracy por todo lo alto, creo que no lo había dicho) queda claro que tampoco el camino es "bueno, eso de la liberación fue una cagada, mejor mandemos a todas las chicas de vuelta a los colegios de monja a que aprendan a ser buenas amas de casa", sino el llegar a un nuevo acuerdo en que hombres y mujeres puedan comprenderse y apoyarse. Moraleja simple hasta lo obvio, pero que por simple muchas veces es desatendida (sí, no sólo por las "superwomen", sino también por más de algún machorro que anda dando vueltas por ahí).
-- Spencer Tracy y Katharine Hepburn. Se encontraron en esta peli por primera vez, y formaron una de las parejas más incombustibles de Hollywood, no sólo en términos fílmicos (rodaron nueve pelis juntos), sino también personales (que se lo hacían juntos, vamos). La química entre Tracy y la Hepburn era, por decir lo menos, muy especial: mientras que el temperamento volcánico de la Hepburn y sus innegables dotes de seducción la hacían parecer llevar el pandero, en realidad era el carácter aplomado y rocoso de Spencer Tracy el que al final, de una manera o de otra, acababan tirando de las situaciones. Y esa química se trasladó a la pantalla grande de una manera tan brillante, que me c..., perdón, que es de verlos y defecarse en eso de la química de Brangelina en "Sr. y Sra. Smith" (allá puro físico, en lo de acá es esa cosa casi intangible y espiritual que rodea a dos seres cuando sus auras... er... bueno, mejor vuelvo a Cine 9009). Es cierto que el guión es soberbio, y que el drama está bien llevado, pero no es menos cierto que Tracy y la Hepburn se echan la peli al hombro y corren alegremente con ella. Sin ellos hubiera sido una buena peli. Con ellos, es un clásico indiscutible.
-- La historia, la trama, el guión. La peli parte con un declarado tono de comedia, y la verdad es que, incluso con lo inocentón que era el humor de los '40s en comparación a la actualidad, tiene algunas secuencias que son para partirse de la risa (el primer encuentro entre los dos periodistas rivales es una joya de comedia). Luego, poco a poco, la peli pasa a ser una comedia romántica y funciona muy bien. Después, a medida que las cosas se espesan, se desliza hacia el drama, y logra crear una potente situación sin caer en los trucos de melodrama barato, y sin chantajear al espectador en ningún minuto. Y luego, cuando la cosa parece un ya-no-va-más, retoma el tono de comedia ligera para un final grande como la vida. Que una peli se defienda bien en uno de esos rubros, es ya una gran cosa. Que se deslice por todos ellos y se mantenga incólumne, es casi un trabajo de genios.
-- Secuencias memorables. Spencer Tracy rabeando contra "esa mujer que no sabe de béisbol". El primer encuentro de ambos (ya dicho). Spencer Tracy invitando a su chica a ver el béisbol (¡¡!!). Spencer Tracy leyendo la prensa mientras espera a Katharine Hepburn. La despedida en el aeropuerto. Y no sigo para no soltar spoiler tras spoiler, pero... hay más. Ah, y bueno... el final, claro está.
IDEAL PARA: Ver una de las mejores pelis sobre "guerra de los sexos" que se hayan rodado jamás.
VIDEOS.
-- Comienzo de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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domingo, 13 de diciembre de 2009
"10: La mujer perfecta" (1979).
-- "10". Estados Unidos. Año 1979.
-- Dirección: Blake Edwards.
-- Actuación: Blake Edwards.
-- Guión: Dudley Moore, Julie Andrews, Bo Derek, Robert Webber, Dee Wallace, Sam J. Jones, Brian Dennehy, Max Showalter, Rad Daly, Nedra Volz, James Noble, Virginia Kiser, John Hawker, Deborah Rush, Don Calfa.
-- Banda Sonora: Henry Mancini.
-- "10: La mujer perfecta" en IMDb.
-- "10: La mujer perfecta" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
¡Sorpresa, viejo! Y viejo de verdad, porque cumples 42. Como cuando tenías 24, pero al revés. O sea, con menos tonicidad, menos enamorado de la vida... esas cosas. Y eso que tu vida es un éxito porque tienes un buen trabajo, vives en un lugar de p*** m****, follas con una chica que no te quiere llevar de las narices al altar a cambio de abrirte las piernas... ¿qué más quieres? Bueno, nuestro prota está con ese problema, de querer - algo más. Hasta que de pronto pasa una bellísima chica, una Venus de novia, rumbo a la iglesia para casarse. El tipo queda flechao por todo lo alto, y empieza a investigar cosas, como un stalker cualquiera. El asunto hubiera quedado ahí, pero por una serie de desafortunados incidentes, que incluyen dentista, anestesia, pelea con la novia, pastillas y alcohol, acaba en una orgía primero, y en México después. Hacia donde la chica, ahora recién casada, se ha ido a honeymoon. Bueno, nuestro sátiro acosador de 42 está persiguiendo nada menos que a la buenorra de Bo Derek, así es que se comprende, ¿no? Y nosotros, doblándonos las espaldas preguntándonos con angustia cómo haremos para que el sueldo se nos estire hasta fin de mes...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Blake Edwards. Toda una institución en eso de las comedias. ¿Quién diablos no ha visto "La Pantera Rosa" o alguna de sus secuelas? (la de Peter Sellers, por supuesto). Las bendiciones sobre su nombre ocupa las mentes de todos los comentaristas de cine del último medio siglo. ¿Todos? ¡No! Un blog poblado de un irreductible gato resiste ahora y siempre al invasor. Siempre he dicho, y lo vuelvo a sostener, que Blake Edwards es un director increíblemente sobrevalorado. Las pelis que hacía con Peter Sellers eran potentes porque, bueno, era Peter Sellers, y verlo de gracioso corrige cualquier malparida de guión ("La Pantera Rosa", "La fiesta inolvidable"...). De hecho, con muy buen sentido común, Blake Edwards quería a Peter Sellers en el protagónico de esta peli, lo que hubiera arreglado cualquier cosa, pero el aludido se rehusó, así es que tuvo que conformarse con Dudley Moore, cómico de mucho éxito en sus días y soberano olvido en los nuestros (y con justicia). De pronto, Blake Edwards tuvo un deslumbrón con una chica que iba en una limusina camino a su matrimonio, y se dijo "¡caray, tengo una peli!". Y claro, se puso a escribir sobre sus fantasías de perseguir a una chica recién casada y que estuviera buenorra. La peli trataba de ser una especie de radiografía de lo que significaba la masculinidad en caída libre a los 40, en una década (los '70s) llamada con mucho acierto "la Década del Yo", liderada por libros sociopáticos como "Tus zonas erróneas" y similares (ese libro que te enseñaba a no hacer caso a los demás y concentrarte sólo en lo que tú quieres para ser feliz). Trataba, probablemente. Porque al final lo que queda... lo que queda... veamos lo que queda de esta peli, treinta años después.
¿POR QUÉ VERLA?
-- En esta peli son meridianos los vientecillos de liberación sexual que corrían en los '70s, década tétrica donde las haya, pero que precisamente por eso, campeaba con un cierto sentido de liviandad en lo sexual. O sea, lo que los '60s predicaban, los '70s lo vivieron. La peli no se ahorra desnudos ni cosas así (y bueno, más de alguna está buenorra, dicho sea de paso), pero no va sólo en eso, sino en el enfrentamiento del par de carcamales cuarentoneros (Dudley Moore y Julie Andrews) y el sexual lifestyle. Viendo cosas como ésta, se explica que los neocon pusieran el grito en el cielo ante la degeneración de la moral, que si esto sigue así a donde vamos a ir a parar, pussomm, y vamos erigiendo la victoria neocon de Ronald Reagan en 1980. En los '80s, el sexo se volvería reprimido e interesante otra vez. En cualquier caso, no se piense: a pesar de tener una generosa ración de anatomía femenina, esta peli no es precisamente liberal, ya que la conclusión final es que no hay felicidad sin casita ni familia, o qué pensaban, si acaso Hollywood alguna vez iba a producir una peli que no se vistiera de pretendidamente liberalistoide para vender el mismo discurso facha conservador de toda la vida.
-- Bo Derek. El papel de la chica 10 (bueno, no es 10, Dudley Moore la califica con un 11... entendiblemente si se la mira con detención) fue escrito para una jovencísima Melanie Griffith (¡¡!!), y se pensó en una también casi infante Kim Basinger para llenar el cupo. Pero Bo Derek se llevó el palo al agua, después de haberse paseado sin pena ni gloria por "Orca: La ballena asesina", y su salto a la fama fue inmediato y perdurable: fue necesario que perpetrara "Tarzan", y luego que siguiera con "Bolero" y "Los fantasmas no pueden hacerlo", para que la gente (los productores de Hollywood, al menos) entendieran de una puñetera vez que la chica era sólo un rostro bonito (y ahora ni eso). Pero en esta peli, Bo Derek justifica sobradamente el título. Si tan solo tuviera algunos diálogos durante la primera mitad de la peli, en que se limita a posar como la Venus de Milo, o acaso suprimiera ese perpetuo mohín de niñata mimada que se gasta escena sí y escena también... Pero en fin, por academia la chica no se queda sin magna cum laude.
-- Mientras que Dudley Moore hace un rol supuestamente gracioso y prueba no ser capaz de echarse la peli al hombro, al lado suyo están nada menos que Julie Andrews, ya idos sus años de "Mary Poppins" y "La novicia rebelde" (¡o "La cortina rasgada"!), pero aún llenando pantalla con una vitalidad asombrosa (repetiría con Blake Edwards y le salvaría la papeleta en "Victor Victoria"). Y en un rol pequeñito, como el tipo que sirve vasos en un bar mexicano, tenemos a un novel Brian Dennehy, en esos años hecho un crío, con toda la bonhomía del mundo comiéndose la escena en las narices del prota (¡sí, joer, este tipo fue tres años después el comisario que trató en vano de hacerle la vida de tiritas a "Rambo"!). Y el detalle friki del asunto es que Bo Derek se casa... ¡con Sam J. Jones! (¡"Flash Gordon" himself! ¡y en su primer rol!), que de actuar no actúa, y de hecho apenas sale, pero lo hace con una cara de buenondismo que cómo no cobrarle cariño, joer, si faltaba un año para que nos salvara a todos de Ming el Despiadado a ritmo de Queen...
IDEAL PARA: Babearse con Bo Derek.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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jueves, 10 de diciembre de 2009
"Bob, Carol, Ted y Alice" (1969).
-- "Bob & Carol & Ted & Alice". Estados Unidos. Año 1969.
-- Dirección: Paul Mazursky.
-- Actuación: Natalie Wood, Robert Culp, Elliott Gould, Dyan Cannon, Horst Ebersberg, Lee Bergere, Donald F. Muhich, Noble Lee Holderread Jr., K.T. Stevens, Celeste Yarnall, Lynn Borden, Linda Burton, Greg Mullavy, Andre Philippe, Diane Berghoff.
-- Guión: Paul Mazursky y Larry Tucker.
-- Banda Sonora: Quincy Jones.
-- "Bob, Carol, Ted y Alice" en IMDb.
-- "Bob, Carol, Ted y Alice" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Finales de los '60s. El mundo ha sido esclavizado por... ¡¡¡LA PAZ!!! ...y... ¡¡¡EL AMOR!!! Todo está siendo invadido irremisiblemente por esa marejada de criaturas llamadas... ¡¡¡HIPPIES!!! ¡¡¡BUAAAAAÁ, TENGAN MIEDO, TENGAN MUCHO MIEDO!!! En un tantracampamento para encontrarse a sí mismo y hacer la versión New Age de lo que sería una experiencia E.J.E., la parejita conformada por los muy chic Bob y Carol, se encuentran a sí mismos, se enfrentan a sus defectos, pulen su vida de pareja, etcétera. Y deciden entonces que su vida será de honestidad brutal. Tan brutal, que arrollará cualquier convención social al respecto. Nada de mentirijillas ni tonterías con los sentimientos, los sentimientos se expresan y se acabó. Después de todo, ¿por qué tu pareja debería sentirse herida si le expresas tus sentimientos? ¿Aunque eso implique decirle que no es tan sexy, y que por eso decidió mandarse entre pecho y espalda a otro(a) chico(a)? Como Bob y Carol no tienen mayores problemas financieros (ambos trabajan en el negocio de Jolivú y están bien encumbrados, así es que tienen tiempo y recursos de sobra para complicarse la vida), van y le dan la tabarra al bien equilibrado y cementado matrimonio de Ted y Alice. Al principio, ellos como que no le hacen mucho caso al asunto. O sea, primero viene el "qué se habrán fumao éstos", porque verán, eso de andarse confesando todos los sentimientos es tonto, si después de todo la cosa no funciona si uno no tiene sus secretillos y sus trapillos sucios. La sociedad funciona así, qué caray. ¡Qué desastre sería si todos expresaran lo que sienten, sería la anarquía, el caos! ¡¡¡EL HIPPISMO, MADRE MÍA!!! Bueno, el caso es que Bob decide que una de sus asistentes está buena, y como hay que ser fiel a uno mismo, etcétera, se la pasa por todo lo largo y ancho de lo que es la piedra, y después va y se lo cuenta a su mujercita. Ella le arma pataleta, por supuesto, mira que andar mojando jardines ajenos y todo eso, pero después, tarada ella, descubre que su marido la quiere porque le ha confiado ese sucio secretito, y después van y comparten su regocijante descubrimiento con Ted y Alice que, por supuesto, al enterarse de que ella se toma la infidelidad de él tan fresca, se atragantan lo bueno. A Ted y Alice, como que esa cosa emotional intelligence de Bob y Carol les da asquito, pero como que igual les va gustando, si es que en el fondo debajo de la fachada de respetabilidad todos son unos pervertidillos. Y también Ted y Alice, ahora contagiados del espíritu quijotesco de estos newagers, se lanzan a sus propias exploraciones. ¿En dónde rematará todo? No, no les voy a reventar el final. Pero no es que sea tan difícil adivinarlo tampoco, vamos, si es que se ve a la legua.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Alguien dijo que lo malo del amor libre, eran los bebés que por libre venían después. Y de los cuales la madre se conoce, pero el padre, vaya uno a saber, si es que entre porro y porro de maría juana... En 1969 terminaban los '60s (miren ustedes qué descubrimiento, estoy listo para el Nobel de Física), y con ello alcanzaba su apogeo la onda hippie del viaje espiritual (si con ayahuasca mejor), el misticismo indostaní, Lucy-Sky-Diamons, y todo eso que pronto la brutal represión neocon de los '70s se encargaría de barrer. Uno de los tópicos de la época fue el amor libre, eso de que la pareja monógama y matrimonial era una imposición social, y la gente debía ir y venir y amar a su antojo y dejar de amar también a su antojo (claro, cuando dejas de amar es fácil, pero cuando es al revés y te dejan de amar, ahí es un poco más complicado el tema del amor libre, y ahí quieres mejor el dichoso cartoncito del Registro Civil de por medio para que no se te escape tan rápido, y muestran su valor el diamante de las convenciones sociales... y si nunca amas ni dejas de amar, es que no hubo amor libre para tí, sólo sexo... lo cual bien mirado tampoco está tan mal, hehehé). Y el otro tópico es el descubrimiento de uno mismo, el ser auténtico frente a las convenciones sociales que por ser eso justamente, convenciones, son todo mentira y farsa. En medio de todo eso el cineasta Paul Mazursky, tipo al que nadie podría acusarle de ser un depravado liberal, se le ocurrió meterse en este asuntillo de las parejas libres y full of sentimentalism. ¿Un fachilla y conservador como nuestro Mazursky, hablando de amor libre? ¡Qué bueno! Porque con eso se asegura que la peli no va a ser apologética ni nada. Ya saben, si es conservadora puede darse el lujo de reirse entre dientes de esto o aquello, mientras que si es media progre, debe ser mortalmente seria para que se vea que lo que dicen, lo dicen de a de veritas.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Esta peli en cierto sentido es muy de su época, y por lo tanto un tanto pasada de moda (eso del amor libre, del encuentro con uno mismo...), pero en otro sentido es muy actual, e incluso atemporal. ¿Para qué diablos sirven las convenciones sociales? ¿Son pura hipocresía, o son el cemento sobre el cual se funda la sociedad? La peli es perfectamente neutra: le asesta palos a ambos lados de la barricada. La pareja de Bob y Carol son tan modernos, tan ultras y tan... "in"... por decirlo así... que llegan hasta ser ridículos en lo suyo. Hablan de lo suyo como "amor", pero en el fondo uno puede buenamente preguntarse si no serán un par de globos rellenos del caliente aire del narcisismo. Después de todo, al dejarse de preocupar por la fidelidad y esas cosas, en cierto sentido disminuye también la preocupación por la pareja, y lo que se gana en comunicación por un lado, se sufre por el otro. Pero Ted y Alice, los buenoides conservadores de toda la vida, tampoco salen mejor librados, porque ellos sí que se sienten muy cómodos dentro del convencionalismo social (aquí sinónimos de "familia y propiedad, joer"), pero a poco andar y exponerse al virus rad de sus amigotes, descubren que son infelices, están profundamente insatisfechos, etcétera. ¿La solución final...? Y... ¿quién dijo que hay solución final? La vida no es un manual de protocolos, mein Freund, sino que cada uno debe buscar el camino que le acomode mejor. Aunque eso signifique... bueno, que algunas búsquedas interfieran unas con otras, como en el caso de la verdadera búsqueda de Alice, por ejemplo. En fin, lo dicho, que si quieres tu vida enteramente reglamentada y resuelta, métete al Ejército mejor.
-- Una peli que se apoya por completo en sus personajes, debe tener como mínimo buenos actores que la sostengan. Este es el caso. Bob viene interpretado por Robert Culp, con todo el estilo canchero necesario para su personaje, y que en aquellos años estaba on top por su papel en "Yo espía". Carol viene en el sólido empaque de Natalie Wood, mostrando todo el talento actoral que le labró un lugar de oro en Hollywood... ("Rebelde sin causa", "Esplendor en la hierba", "West Side Story") ...y también una estupenda academia en bikini, para que vamos a pasar una cosa por otra. El anodino Ted viene correcta y sobriamente interpretado por Elliott Gould (que con tres décadas más llegó a ser uno de los miembros de la banda de "La gran estafa" y ambas secuelas... además de un sinfín de secundarios por quí o por llá). Y finalmente, una jovencísima, casi niña Dyan Cannon (bueno, no tanto, tenía 28) se pasea como neurótica en lencería como Alice. Un elenco que no será de primera división (salvo por Natalie Wood, claro), pero que se defiende con uñas y dientes y brindan las que probablemente son algunas de sus mejores interpretaciones para el cine. Paul Mazursky tiene la sabiduría de no dárselas de cineasta y dejar que la historia se cuente sola, y que los personajes la carguen sobre los hombros, sin ninguna clase de efectismos, y con esta simplísima receta, que más de algún cineasta de hoy en día debería aprender a imitar, consigue aquello de que menos es más. ¿Qué más se puede pedir?
IDEAL PARA: Ver en pareja y reflexionar un poquitito sobre la pareja. Bueno, si son valientes.
VIDEOS.
-- Carol tiene una confesioncilla que hacer, la muy z... [en inglés, sin subtítulos].
-- Dyan Cannon mostrándose en lencería frente a sus amigos [en inglés, sin subtítulos].
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domingo, 6 de diciembre de 2009
"Coco antes de Chanel" (2009).
-- "Coco avant Chanel" (título original en francés), "Coco Before Chanel" (título internacional en inglés). Francia. Año 2009.
-- Dirección: Anne Fontaine.
-- Actuación: Audrey Tautou, Benoît Poelvoorde, Alessandro Nivola, Marie Gillain, Emmanuelle Devos, Régis Royer, Etienne Bartholomeus, Yan Duffas, Fabien Béhar, Roch Leibovici, Jean-Yves Chatelais, Pierre Diot, Vincent Nemeth, Bruno Abraham-Kremer, Lisa Cohen.
-- Guión: Anne Fontaine y Camille Fontaine, basadas en el libro de Edmonde Charles-Roux.
-- Banda Sonora: Alexandre Desplat.
-- "Coco antes de Chanel" en IMDb.
-- "Coco antes de Chanel" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Francia, comienzos del XX. En un orfanato viene gente a ver a toooooodos los niños. ¿Y la pequeña Chanel? Para ella no alcaaaaaanzaaaaaa... Quince años después, nos encontramos a la petite Chanel cantando una canción sobre un perrillo llamado Coco, en un barucho de ésos de mala muerte, que igual los frecuentan tipos bien, porque verán, en esa época, los hombres tenían a una señora de bien en la casa cuidando los hijos y la vida social, mientras ellos se iban de parranda a esos lugares con mujeres de mala vida a... bueno, a hacer lo que un hombre debe hacer, joer, que en esa época no los hacían metrosexuales ni capaos. ¿En qué estaba? Ah, sí, la petite Chanel chantant Coco. Una de sus amiguetas está chalá hasta las repatas por un barón que, según ella, se va a casar y too... Y Chanel, que es fría y arisca como toda una zorra del XX, le dice que es tonta, que la quiere para puro eso, etcétera. Lo que no impide que Chanel caiga en las redes del amiguete de la chica. O que él caiga en las redes de ella, vaya uno a saber. Porque él trata de ayudarla y mover influencias, un poco mal y un poco peor, y como no resulta, se manda a cambiar ráspido, no vaya a ser cosa que esto del sexo informal acabe en relación y peor aún... ¡en boda! ¡¡¡Y CON UNA BATACLANA, POUR L'AMOUR DE DIEU!!! Pero ella sabe donde está l'argent, y se va detrasito suyo, y se le enquista en la mansión, y a punta de hacer ya-saben-qué, consigue hacerse un lugarcito en la cama, ella que no tiene lugar donde ir en el mundo. Claro, debe aguantar p*t*das como que la envíen a la cocina a comer con el resto de la servidumbre, o que el resto de la servidumbre la trate como la ramerilla que, bien mirado, en efecto es. Pero... ¿creen que Chanel se va a detener en esto? ¡No! Porque la ahora llamada Coco Chanel, con hombría y arrogancia viriles, encontrará el modo de abrirse paso en la vida, hasta ascender de p*t*lla andrógina hasta la mayor revolucionaria de la moda del siglo XX.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En estos tiempos en que vas por la calle y ves a un EMO y no sabes si lo que tienes por delante es un hombre o una mujer, porque los hombres parecen tapettes y las hembras parecen gouines, cuesta quitarse la idea de que esto es novedoso, y remontarse en el tiempo hasta los flappers '20s, en que una oleada de androginismo también invadió al mundo civilizao, hasta el punto que los señores Ortega y Gasset (como los citaba Mi Almirante) tuvieron que escribir un libro llamado "La rebelión de las masas" para tener too ordenao y en su lugar, joer, que un señorito tiene que ser bien señorito, y una dama... bueno, una madame (o mademoiselle, a según). Recordemos que hasta la WWI (la del '14-'18), la Belle Epoque que la llaman, los hombres tenían que andar eduardianamente de terno y las mujeres con corsetes y miriñaques y tonteras (lo que no impedía que hicieran sus tonteritas no demasiado impecables, como "Inconscientes" o "Te doy mi alma" entre otras pelis se encargan de recordarnos a veces). Después, les hommes se fueron a la guerra y las mujeres pasaron a ocupar el trabajo de las factorías y todo eso, masculinizándose en el proceso (y eso que estábamos a años luz de los Duran Duran haciendo el criptogay en la acerería de "Wild Boys"...). En esos felices '20s, resulta que las mujeres... ¡¡¡SE CORTARON EL PELO!!! ¡¡¡A LO GARÇONNE!!! ¡¡¡LAS MUY DEPRAVADAS, PARECEN HOMBRES!!! En el centro mismo del vórtice de estas protoemos o protolesbis o protofotologueras estaba Coco Chanel, que estaba condenada a ser "la rarita" ésa que se vestía de hombre, hasta que el mundo entero cambió en su dirección y entonces a ella le tocó el turno de reirse y hacer discretos alardes bisex. Para que vean: que el mundo no ha evolucionado nada desde aquellos días. Que las modelos están cada vez más andróginas y flacas y con menos curvas, que se les cuentan las costillas, y mientras más ahombradas de cara mejor (¿soy el único que encuentra media machorra a Bar Refaeli?). Que la moda está cada vez más unisex y la falda es casi un artilugio medieval. Que el sexo se ha vuelto algo casi ameboideo, porque es cuestión de extender seudópodos para atrapar algo... sin que importe si es XX o XY. Que en resumen, desde la retaguardia de la Historia Contemporánea, Coco Chanel está más de actualidad que nunca.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Como biopic es bastante cumplidor. En realidad, los biopics tienden a ser más interesantes cuando el biopicado es un guerrero, un conquistador (de territorios o de mujeres, tanto más da, que tan bueno es Alejandro Magno como Casanova... o no, que tanto "Alexander" como "Casanova" se estrellaron en 2004 y 2005 respectivamente). O como cuando un hombre que se despelleja las manos luchando por causas civiles (abolición de la esclavitud, del Apartheid, liberar a la India, etcétera). ¿Qué tanto podía entregar entonces la vida de una chica que se ganaba la vida clavando alfileres en la tela para después cortar? La verdad, no demasiado, como no sea sacar adelante un culebrón de ver y tirar pa'trás. Esta peli se lo asume así, y no trata en ningún minuto de potenciarse a sí misma con alguno de los trucos baratos a que nos tienen acostumbrados las pelis de época. O sea, no vamos a tener escenas de Coco atormentada corriendo en cámara lenta por escenarios abiertos con estruendosa música de violines para suscitar las emociones del respetable. ¿Y qué tenemos a cambio? Una historia discreta (en el fondo, un triángulo amoroso de los de toda la vida, en ambientación de época), contada de pé a pá como corresponde, con sencillez y agilidad. Bueno, tiene sus arranques de cine arte por aquí y por allá, que al final la directora es mujer y las directoras mujeres de cine arte tienden a... bueno, a tratar de sacar el lado sensible de esa manera, por lo que tenemos alguna imagen puesta ahí para la postal, pero estamos lejos de los alardes pirotécnicos de la sobrevalorada "Expiación", por ejemplo (que esa, para que no me tachen de machista, la dirigía un hombre). Una peli un poco en filosofía Coco, o sea, sin adornos superfluos que conviertan a esta pequeña ave en un pajarraco todo mal afeitado. Claro, esta peli no se va a llevar ningún Oscar porque no tiene esa cosa que le gusta tanto a la Academia de Jolivú, de que la peli the bigger the best, pero a los que nos gusta el cine sin estridencias cuando corresponde contar una historia sin estridencias (conocidos también como "espectadores inteligentes", a mucha honra y sin falsas modestias), cumple sobradamente con lo suyo.
-- Audrey Tautou. Esta pobre chica, que debe maldecir día sí y día también haber protagonizado "Amelie" (que la lanzó a la fama, pero la convirtió en símbolo y referente de todas las girlie girls fifís y autorreferentes), y que desde entonces ha tratado como ha podido de desmarcarse del personaje (a veces de maneras bastante penosas, como su rol cero-EEG en "El Código da Vinci"), acá literalmente se echa la peli al hombro y corre con ella los 110 con vallas, dando perfectamente el tipo de chica medio andrógina (por no decir ahombrada y machorra de una), haciendo un estupendo trabajo actoral al expresar mitad con diálogos y mitad con una rica y discreta gestualidad los pensamientos y sentimientos de su personaje (sí, ésta es la misma chica que aparecía bien minorra en "Enamórate de mí", para que se vean). A su alrededor se ve reforzada por un muy buen elenco actoral, que consiguen darle bien la réplica. Y siempre cargando la atmósfera con esa ambigüedad sexual que tanto se le asocia a Coco (así como ella aparece como marimacho, su enamorao el personaje de Alessandro Nivola aparece como un metrosexual de cuidao), y que la ha hecho la santa patrona de los diseñadores de moda de todo el mundo (circuito gay donde los haya, junto con el de las tenistas profesionales y el de los emologueros de toda la vida).
-- ¿Y vemos diseños de Coco, al final? Bueno, un poquito. Resulta que la peli es justamente Coco antes de Coco, o sea, algo así como la precuela de una peli que nunca antes has visto (bueno, quizás no tanto, si hay varias pelis y miniseries sobre Coco Chanel rondando por ahí), y por lo tanto, igual como no veías a Darth Vader sino hasta "La venganza del Sith", acá no ves diseños Chanel sino hasta la escena final. Una hermosa escena final, todo sea dicho, en donde la decadente estética eduardiana que ha dominado toda la peli, es al fin reemplazada por el Modernismo que se asocia tanto a la moda Chanel de entreguerras, en una transición fotográficamente muy bien cuidada. Quizás puede ser decepcionante para los que querían ver a Coco Chanel en plena gracia, gloria y majestad, pero es que oigan, ¿leyeron bien el título de la peli? Se llama "Coco antes de Chanel". Y bueno, consuélense. Si después de "Elizabeth" rodaron "Elizabeth: La edad de oro", quizás algún día rueden la secuela de "Coco antes de Chanel". Total, la peli la deja justo en el momento en que empieza a surgir como costurera y obtener reconocimiento para crear su gran imperio textil, cual Simplemente María de toda la vida, y aún quedan historias de ella por contar. Pero, así como terminaba "Conan el Bárbaro": "eso es parte de otra historia".
IDEAL PARA: Ver un biopic histórico tejido de manera fina y discreta, y sin costuras a la vista.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en francés, subtítulos en español].
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jueves, 3 de diciembre de 2009
"Jumper" (2008).
-- "Jumper". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Doug Liman.
-- Actuación: Hayden Christensen, Jamie Bell, Rachel Bilson, Diane Lane, Samuel L. Jackson, Michael Rooker, AnnaSophia Robb, Max Thieriot, Jesse James, Tom Hulce, Kristen Stewart, Teddy Dunn, Barbara Garrick, Michael Winther, Massimiliano Pazzaglia.
-- Guión: David S. Goyer, Jim Uhls y Simon Kinberg, basados en la novela de Steven Gould.
-- Banda Sonora: John Powell.
-- "Jumper" en IMDb.
-- "Jumper" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
¿Me están viendo? Soy cool. Soy muy cool. Hoy día estuve en Londres, en la Polinesia y encima de la Esfinge de Egipto, todo antes del mediodía. No sé en qué horario, si GMT o algún otro huso horario, pero estuve. Pero así como me ven, cool, no fui toda la vida. Antes era un nerdy y un loser, exactamente como tú, que ves pelis como ésta y las disfrutas porque a través de ellas vives de manera vicaria tus propias fantasías de poder y conquista. Cuando era nerdy y loser, quería hacerle los puntos a una chica. Esa chica igual como que me miraba, pero nunca falta el tarado que grita "¡Dios y España!", y viene y me bravuconea porque sí, porque es una chica y yo soy el puñetero rebelde con causa, igualito a tu puñetera e injusta vida. De manera que acabo arriba del río congelado. Y como soy un puñetero nerdy, tan loser como tú, el hielo se quiebra, y caigo, y... ya lo sé, deseas que me ahogue, pero sabes que no, en primera porque soy el prota, y en segunda porque si estoy contando la historia "p'atrás", sabes que salí de ésta. El caso es que por alguna razón, acabé teleportado en la biblioteca de esto-o-aquello. Entonces descubrí que me puedo teletransportar, y por lo tanto, puedo ser cool. Dejé que el mundo me creyera muerto, y me marché. El dinero lo saqué de unos cuantos latrocinios a unos cuantos bancos. ¡Hey, nunca dije que yo fuera un ejemplo para la juventud! ¿Vale? El caso es que ahora tengo una vida. Me revuelco con la chica que quiero porque soy cool (lo que tenga que ver con el superpoder de teleportación, que no se lo puedo mostrar a nadie, por supuesto, es aparte). Pero resulta que aparece un tipo con muy mala leche, diciendo que nos odian porque sólo Dios puede estar en todas partes, no nosotros, sin detenerse a ver lo obvio (que nosotros no somos abominaciones, sino seres humanos, etcétera. Puro X-Men). Y como soy un cabrón, después de que me zafo de su trampa, me voy a ver a la chica a la que pretendía en el cole, que sólo ahora me acuerdo de ella. Y emprendo el viaje, sin pensar en que con esto la pongo en peligro, porque la pueden utilizar de rehén, como arma en contra mía. Pero, ¡qué quieren! ¡Soy así de tarado, si después me todo me interpreta Hayden Christensen...!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
¿Qué se puede decir de la historia de esta peli, o de sus hechos y tiempos? ¿Que es la adaptación de una novela de un tal Steven Gould? No he leído la novela original, pero por las noticias que tengo, parece que los guionistas sometieron el argumento a una reingeniería completa, que las hace a ambas tener en común el título y algún soplillo de parecido. ¿Que habla sobre el narcisismo de la juventud actual? Todos los jóvenes han sido y serán siempre narcisistas, que creen que la Historia Universal empieza con ellos y los aristócratas al farol. ¿Qué iba a ser el siguiente rol de Hayden Christensen para desmarcarse de su penoso andar como Anakin Skywalker? Lo valdría si Hayden se hubiera esforzado en actuar (si tuviera talento, en primer lugar). ¿Que es la enésima peli de la Era Bush en que los fanáticos religiosos son los villanos? Justamente, es la enésima en su tipo, así es que ahí queda todo. Pero déjenme decirles esto: la peli costó 85 millones de los verdes, y recaudó 222. Si alguien cree que no habrá secuela, está soñando. Aunque para eso tengan que poner a un equipo entero nuevo de personajes, que total, la cosa no se llama como el protagonista, así es que pueden prescindir de él. Como en "xXx 2: Estado de emergencia". Que a propósito, también el único que seguía desde "xXx" era Samuel L. Jackson. Que también actúa acá. Por aquello de los precedentes.
¿POR QUÉ VERLA?
-- ¿Merecía estas pelis todas las collejas que se ganó en su tiempo? Sí... Y no. Veamos. Uno por ejemplo puede maravillarse de que mugres como "Transformers" (la 2, lo he dicho, no la he visto a la fecha, y estoy esperando a que sea gratis en el cable) cuesten 150 millones, pero recauden más de 700, pero no hay que ir demasiado lejos para explicárselo: unos buenos FXs para encandilar al respetable (a los no tan respetables, en este caso), y listo. Puede que nosotros seamos la punta de lanza que seguimos manteniendo la civilización enhiesta, pero como buena punta, somos minoría de materiales aquí. Quéjate lo que quieras, pero eso es un hecho. Pero en lo de "Jumper", huelga decirlo, había la correspondiente cuota de FXs, pero no aparecían robots ni nada. ¿Puede ser que una cantidad de espectadores dispuesta a gastarse 222 millones de dólares estén equivocados? Probablemente no. La crítica la hizo pedazos, vale, pero los críticos siempre han sido estiradetes. ¿Dónde está el misterio? Creo que la respuesta es muy simple, tan simple que por obvia la gente no cae. Esta peli es simplemente una fantasía juvenil. Todo joven se ha sentido oprimido por sus amigos y por la sociedad, y fastidiado por no poder tener todo aquello a que cree tener derecho tener. Sobre si tienen razón en sentirse así no me pronunciaré, el hecho concreto es que así se siente estar en el rango 15-20: es parte de la experiencia de ser teenager, y si dices que a esa edad no pasaste por lo mismo, entonces mientes con desafuero. Esta peli ofrece justamente eso: el prota puede teletransportarse a cualquier parte del mundo, y cuando descubre su habilidad, no se dedica a salvar al puñetero mundo de sus catástrofes o a luchar por el bien y la justicia como un Capitán Futuro cualquiera, sino que hace lo que cualquier joven en su situación haría: pasársela estupendamente bien y sin ataduras ni responsabilidades. Siempre ha habido pelis así, e incluso hoy en día hay nostálgicos treinteañeros que miran como bodrios estas pelis, y reivindican en cambio pelis igual de malas de los '80s, simplemente porque les parecieron buenas porque en esa época tenían el feeling adecuado para apreciarlas porque claro, en esa época eran jóvenes (¿alguien recuerda ese atentado a la Ciencia Ficción que era "La chica explosiva", ésa en que Kelly LeBrock salía de una computadora?). "Jumper" es eso. Dicen que la novela original es mucho más darkie de tono, pero como no la he leído, no tengo idea. La peli, como decía, reune todos los ingredientes para la chiquillería: un joven cool con el cual puedan identificarse, buenos bien buenos y malos bien malos para que no se pierdan, acción y aventuras (mediocres, vale, pero las ofrece), y una chica linda a la que rescatar. La trama tampoco es ninguna de las siete maravillas del mundo capitalista, y no es más que acumular lugar común sobre lugar común, pero eso tampoco tiene por qué ser algo malo a priori (tampoco suele ser algo bueno, vale también por eso). Pedirle en estas condiciones a alguien que actúe de verdad es una soberana tontería. Y sí, Hayden Christensen hace un papel penosísimo, y sí, Rachel Bilson está buenorra e inspira simpatía y poco más, y sí, Samuel L. Motherfucker Jackson interpreta una vez el motherfucker papel que ha interpretado en cada una de sus motherfucker pelis desde la motherfucker "Pulp Fiction" a la fecha, y sí, las estupendonas Diane Lane (MILF) y AnnaSophia Robb (cheque a fecha...) están buenas cada una en su brevísimo cameo, y sí, también hace cameo la carezorra Kristen Stewart (¡la "Crepúsculo" girl himself!), y sí, nada de eso ni le da nivel ni hunde a la peli, porque es tan anodino (ni bueno ni malo, sólo anodino) como todo en esta peli. ¿Deberías verla? Depende. ¿Estás en el grupo etáreo 12-25? (12-20, siendo más ajustados). Si no lo estás, ni pierdas tu tiempo, esta peli de cajón no te va a gustar. Es puro entretenimiento adolescente. Dicho sin mala voluntad ni con afán de dárselas. Así como deben haber pelis de Ciencia Ficción que sean poderosas, profundas y reflexivas, como "WALL-E" o "Distrito 9", también deben existir pelis como "Jumper", por aquello de mantener los equilibrios. Y créanlo o no, si ruedan una segunda parte de seguro la veré, por aquello de la curiosidad. En el cable y gratis, claro, que tampoco da para tanto el cariño. Y créanme también, no me apura repetirme ESTA entrega en particular (caso de haber segunda entrega). ¡Bueno, pero entonces, mi General Gato, usted no me está diciendo que la peli sea buena o mala! Ah, bueeeeeeno... la realidad no se divide en cosas buenas y malas, la realidad suele ser un poco más compleja que eso. Que si no, cualquiera podría ser comentarista de cine. ¡Un momento, cualquiera puede serlo! Me corrijo: cualquiera podría ser BUEN comentarista de cine. Signifique eso lo que signifique, en nuestra cada vez más compleja blogósfera.
IDEAL PARA: Ver un poco de escapismo adolescente.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
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