Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
jueves, 4 de junio de 2009
"Arturo Prat" (2009).
-- "Arturo Prat". Chile. Año 2009.
-- Dirección: Gustavo Graef-Marino.
-- Actuación: Andrés Waas, Ingrid Isensee, Pablo Cerda, Javier Baldasares, Magdalena Müller, Jorge Becker, Aline Küppenheim, Alejandro Montes, León Murillo, Norma Ortiz, Rodolfo Pulgar, Bárbara Ruiz Tagle.
-- Guión: Julio Rojas.
-- Banda Sonora: Andrés Pollak.
-- "Arturo Prat" en el sitio oficial de "Héroes: La gloria tiene su precio".
-- "Arturo Prat" en IMDb.
-- "Héroes: La gloria tiene su precio" en la Wikipedia en castellano.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Bitácora Espacial, Fecha Estelar 2105.79, estamos embarc... perdón, me vengo bajando hace un ratito del Star Trek de Abrams. ¿En qué estoy? Ah, sí, en mi penosa obligación de reseñar... bueno... ESTO. Allá vamos. Es el año de Nuestro Señor Jesucristo de 1879. El capitán Arturo Prat sube a bordo de la Covadonga, en Valparaíso. Es saludado por los grumetes. El tiempo apremia: la Cov... Sí, la Covadonga dije, hombre. Ya sé que la nave que hizo inmortal a Prat, como la Pinta de Colón, como el Nautilus de Nemo, como el Enterprise de Kirk, es la Esmeralda y no la Covadonga, que en ese evento la capitaneaba Carlos Condell, pero sigan leyendo, por favor. Decía que la Covadonga, al mando de Prat, emprende la ruta hacia Iquique. Ha estallado la guerra de los chilenos contra los peruanos, y la escuadra chilena se encuentra anclada en Iquique, que en la época es todavía peruano, bloqueando todo lo que entra y sale, a la espera de que los peruanos ataquen, y ahí mostrar quién es papi. Pero los peruanos no atacan. Y no atacan, y no atacan los porfiados. De manera que el Almirante Williams decide que irán ellos en una incursión sorpresa contra el Callao, y decidirán la guerra, que para eso son machos chilenos. Pero cuando asigna las naves, le dice a Carlos Condell: "Tú vas a la Covadonga". Y a Prat: "Tú vas a la Esmeralda". La que, según hemos sabido, es una bañera de madera casi inmovilizada en el agua. Toda la escuadra emprende la marcha hacia el norte, y tanto Prat como Condell se quedan sepultados, maniobra obvia porque Williams es un car*j*-**jodep*** arrogante que se cree mucho por puro que tienes más galones, y no se da cuenta de que Arturo Prat es el héroe de la marina, como que la peli es de Prat y no de Williams. Entonces vemos como Arturo Prat tiene demasiado tiempo libre, porque empieza a salpimentarlo todo con memorias y recuerdos de su vida pre y post nupcial que, en verdad, nadie le ha pedido, porque si estamos sentados viendo esto es porque queremos ver a los abusones del Huáscar tirando un que te defecas blindado sobre una sencillita cáscara de nuez como es la Esmeralda, y no encontrarnos con el aburrido pasado semiabogadil de nuestro héroe. Pero como todo recuerdo flashback alguna vez tiene que acabar, llega la hora de la verdad. El 21 de Mayo. La fecha en que dos grandes naves peruanas, la Independencia y el Huáscar, hacen acto de presencia en Iquique, listos para levantar el bloqueo y machacar chilenos de paso. Pero Arturo Prat es mucho macho, y no se rinde el majo. Con una nave inmovilizada por unas calderas que se cantan la desperfectata completa, con cañones de poco calibre y expuestos al fuego enemigo, con una tripulación de novatos, ¿qué hará? Bueno, si fuera el capitán Kirk, daría con algún improbable principio científico que le permitiría salvar el trasero y echarse al Huáscar entre pecho y espalda. Pero no es el capitán Kirk. Es la verdá verdadera de las cosas. Es la suerte del chileno. Y como los lectores chilenos ya se la saben, y a los extranjeros, seguramente ni puñetera gana de saber quién demonios fue Arturo Prat, que para eso murió por la patria chilena y no por la de mis lectores extranjeros, lo diré. Se murió. Finito. Réquiem. Marcha fúnebre. Pero sin rendirse, eso sí. Majo el héroe.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En 2007, después de un tiempo labureando como hormigas, el equipo de Canal 13 estrenó su serie de telefilmes pseudodocumentales llamado "Héroes: La gloria tiene su precio". Sacaron cinco entregas antes de ésta: "O'Higgins: Vivir para merecer su nombre", "Carrera: El príncipe de los caminos", "Rodríguez: Hijo de la rebeldía", "Portales: La fuerza de los hechos", y "Balmaceda" (aquí se les agotó el suministro de subtítulos). Los resultados fueron irregulares, moviéndose entre el 3,5 y el 4,5 por lo general (en Chile, con escala de 1 a 7, un 4 es un "aprobado"). Ni chicha ni limoná. La empresa, por descontado, era difícil. Se trataba de hacer pelis sobre héroes nacionales, en una patria en donde ciertos personajes que gustan envolverse en la bandera porque sí, porque son muy chulos ellos, estiman que si es punto menos que hagiográfica, la cosa es un insulto. En serio, para mis lectores extranjeros: en Chile hay cavernícolas tan reaccionarios, que si uno se atreve a balbucear, insinuar, susurrar siquiera, que tal héroe patrio es 99% héroe y no un completo 100%, caen con las rodillas en tierra, se rasgan sus vestiduras, y con los labios temblorosos y los ojos arrasados en lágrimas, se cubren la cabeza con cenizas y gimen a los Cielos por permitir que semejante infiel se atreva a mancillar el santo nombre del tótem de la tribu. Son tipos que consideran a Arturo Prat como el segundo en la cadena de mando universal por debajo de Dios mismo, y con ellos mismos, miren qué casualidad, de terceros, quién los ha nombrado, pero ellos se juran que sí. Y patalean, y gruñen, y lo que es peor, los medios de comunicación, en vez de enviarlos al asilo de ancianos, les hacen caso y les piden sentidas disculpas, como si fueran merecedores de aquéstas a pesar de habernos secuestrado la bandera a todos nosotros y llevársela ellos para la casa como si fuera propia (bueno, para qué estamos, muchos de ellos ponen el money en publicidad para los mass media, así es que...). Ya lo vimos cuando los o'higginistas, que son los que se masturban con O'Higgins, se emputecieron con los carrerinos, que son quienes se masturban con Carrera, cuando salieron las sendas "O'Higgins: Vivir para merecer su nombre" y "Carrera: El príncipe de los caminos", porque en esos documentales no importaba que fueran los protas, sino que además, debía describírselos como el colmo del heroísmo, y pintar a su vil rival (o'higginiano/carrerino, intercálese lo que corresponda) como un abyecto y cobarde reptil. Digo todo esto porque quizás en el extranjero no me crean, o piensen que exagero, pero acá en Chile es así. Bueno, hacer documentales sobre los chilenos más importantes de la Historia, en estas condiciones, era punto menos que labor complicada. Además, tenían que lidiar con el no siempre demasiado abundante presupuesto, y lo que es peor: el cine épico yanki post "Gladiador" / "El Señor de los Anillos" es tan chupi, que hacer lo mismo a la chilena, con menos presupuesto, y por qué no decirlo, con menos ideas, que aquí en Chile los puestos se obtienen por compadrazgo y no por capacidad, era tan suicida como pretender meterse al hipódromo con un jamelgo viejo a correr con un puñado de purasangres que para remate, habían empezado la carrera más temprano. En las entregas anteriores podían hacerse los suecos con el tema presupuesto, reduciendo el tema militar al mínimo (ya saben: pocos extras, tomas breves, mucho primer plano para que no se note pobreza) y centrándose en la siempre asquerosa política, y adios a O'Higgins en la Batalla de Rancagua y a Carrera en el sitio de Chillán (bueno, eso fue resuelto bien a la rapidilla y con un CGI que parecía infografía de diario en "Carrera: Príncipe de los caminos") pero aquí, en que Arturo Prat es un héroe netamente militar, representar el Combate Naval de Iquique era absolutamente ineludible. De manera que se dejaron esperar dos años. Para reunir el dinero. Y que aunque la Esmeralda se fuera a pique, el asunto entero pudiera flotar. Y no se notara pobreza. No demasiada. Después de todo, iba a ser la más épica de las seis entregas, ¿no? Bueno, sí, es la más épica de todas. Pero como las otras cinco tampoco era que fueran leche y nata de épica, pues bien, eso como que no dice mucho, ¿no? Tampoco ayudó la puñetera política de Canal 13, de tomar una peli que dura más o menos su horita y media, y exhibirla en dos partes, en un domingo y luego en el otro domingo, práctica nefasta que creíamos superada desde los tiempos de "los Best Sellers de Televisión Nacional" en los '80s partiendo en dos entregas tanto "Superman" como "Superman II" (en serio, lo hicieron los malparidos). Y para rellenar el espacio de una peli entera, añadiendo a la primera entrega un adelanto de lo que vendrá que duraba como media hora (en serio, un adelanto de media hora para una peli de hora y media). Y en la segunda entrega, resumieron la entrega de la primera (como casi una hora) en treinta y cinco minutos. O sea, sumando todos los tiempos de resúmenes, precuémenes y secuémenes y así, nos vimos la producción casi dos veces enteras. Y ya la producción misma no era para tirar fuegos artificiales, así es que los imbéciles de Canal 13 (lo siento, no me gusta descalificar a nadie, pero si quieren el respeto del General Gato, deben ganárselo con humildad y mucho esfuerzo espiritual, y hasta que eso no suceda, imbéciles les digo hasta que les sangre el culo) con eso terminaron de liquidarla. Deberían haber visto cómo la pusieron a parir en Twitter. Bueno, no era tan mala. Pero había que hacer verdaderos esfuerzos de concentración, como sólo alguien tan eximio e inefable como el General Gato puede hacerlo por ustedes, pobres humanitos, para ver alguna virtud en medio de este descalabro general, tan arteramente potenciado por la política editorial de Canal 13 (autogol, que se llama).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Después de poner en su lugar a la casta de cretinoides que hacen la programación de Canal 13 por su oligofrénica decisión de partir una peli de hora y media en una parte de 50 minutos y otra de 40, dejando así botada a su suerte la primera parte porque es en la segunda donde viene lo bueno (la batalla, que nadie viene aquí a ver lo macho que era Prat antes de que le encajaran un tiro), vamos a ver cómo anduvo la cosa en general. Hay dos cosas acá: el Combate Naval de Iquique mismo, y la historia anterior de Prat (parece que con una mañana de combates no se rellena hora y media de peli, que esto no es "24", además que no parece que Prat haya noqueado a alguien a golpes, de modo que si no lo podemos heroizar con acción física, habrá que hacerlo pintándolo con rasgos nobles y todo eso). Partamos por la historia anterior. ¿Está bien llevada? La respuesta a grandes rasgos es: a medias. Gustavo Graef-Marino, director que hace casi veinte años filmó una de las mejores pelis chilenas de todos los tiempos, y una muy buena peli a secas, cual es "Johnny Cien Pesos", y que nos dio la mejor entrega de todas las de "Héroes: El rating tiene su precio" con "Balmaceda", acá se muestra inusitadamente blando con un guión que, no es que le quede grande (es más bien al revés, Graef-Marino es más grande que el guión), sino que es simplemente imposible. O acaso se lo tomó como un trabajo de encargo, y lo filmó todo en automático, que no todo va a ser cine de auteur tampoco. El señor Julio Rojas, que perpetró este guión, no se calentó el casco pensando cómo mostrarnos el mundo interior de Arturo Prat para mostrarnos lo muuuuuu profundo que era, sino que se limitó a meter una serie de escenas de relleno (Prat mirando el mar, Prat pensando, Prat en su camarote...) con un montón de voz en off narrándonos sus pensamientos más íntimos. A este tipo nadie le dijo aquello de "show, don't tell": vamos al cine a ver imágenes, no a escuchar cháchara, y si no puedes expresar algo con una imagen potente, mejor bota tu guión a la basura, macho, y empieza de nuevo. En una escena de las primeras vemos a Arturo Prat subiendo sus efectos personales a su gabinete a bordo: la escena se explicaba por sí sola, e incluso bien filmada hubiera tenido el valor de una pequeña poesía, pero se arruina inexorablemente cuando escuchamos a Arturo Prat reflexionando en off, reflexionando en off, reflexionando en off, reflexionando en off, hasta que llega un minuto en que nos decimos que maldita sea, qué bueno no somos telépatas porque de leer los pensamientos de todo el mundo así, la vida sería insufrible como en esta escena malograda. Los diálogos a ratos son para partirse de risa, como si los pobres desgraciaos a bordo supieran de antemano que no sólo iban a pelear, sino que además los iban a dejar para ensalada de peces, y que siete años después de su muerte se iba a inagurar un monumento en su honor en la Plaza Sotomayor de Valparaíso. Faltó el puro Wenceslao Vargas diciendo "¡oigan, yo soy el que va a vivir más, me voy a morir en 1958!". La idea de tener un grumete joven y ficticio dialogando aquí y allá con Prat era buena, aunque se malogra su tanto porque el crío, no es que no se esfuerce, pero simplemente no logra la tecla (le habla de una el capitán de su nave, de tú a tú, como tu superior al mando, casi como la palabra de Dios, ¿y no se te sale una carita de susto infantil, hereje?). Andrés Waas se esfuerza por interpretar bien a Arturo Prat, y bien-bien-bien no le sale, pero hay esfuerzo aquí, y al final del día (del segundo día, ya dije que lo exhibieron en dos partes) logra algunas buenas escenas. Ingrid Isensee en el rol de Carmela Carvajal, la esposa de Prat, trata de actuar como una buena señorita del siglo XIX, y trata sinceramente, pero el esfuerzo también se queda a medio gas. El mejor actor de todos aquí, de lejos, es el que interpretó al Almirante Williams, y mira que llegas a odiar al desgraciao por estiradete y puteahéroes, pero por desgracia no puedo decir quién es, y mira que son joputas los desgraciaos, no es que no salga el nombre del actor en la Wikipedia o en IMDb, que esos son pecados veniales, es que ni siquiera le acreditan su buen hacer en el sitio oficial de "Héroes: La gloria tiene su precio", eso sí es que es ser héroe sin gloria. Y olvídense de que me voy a comprar el puñetero DVD a 9.900 pesos sólo para satisfacer mi curiosidad, que con ese dinero me pago casi cuatro entradas al cine en día rebajado, y seguro que "Terminator: La salvación" podrá ser incluso más bodriosa, pero al menos los FXs deberían ser mejores. Así es que, si alguien, en alguna parte, con suerte, dispone del dato de quien interpretó al Almirante Williams, quizás en los comentarios, se agradecería, plis...
-- Vamos a la segunda parte. La épica. Los FXs. Lo bueno: barco contra barco, cañonazos, explosiones, escabechina, sangre y muertos. Si para eso veníamos en primer lugar, que si quería ver un héroe científico me metía con "El curandero de la selva" o "Epidemia". La parte del combate es, con mucho, la mejor, y la que justifica (desde el inicio, por supuesto, pero también en términos de logros) todo esto. No es que sea la batalla más épica que hayamos visto, que los fondos azules hacen lucir a los decorados CGI de "Toy Story" como prodigios de hiperrealismo fotográfico, pero Gustavo Graef-Marino la hace corta, compacta y con empuje (supongo que tampoco daba el presupuesto para más), y más o menos funciona, aunque sea porque nos arranca de la letargia de la hora anterior de trama. Aquí podríamos justificar esto diciendo que "es a la chilena", que los FXs en Chile están en pañales, que no hay un churrutecientos de presupuesto como en DreamWorks o en Pixar para buenos efectos computacionales, pero el sufrido espectador no tiene por qué tragarse esto, por la misma razón por la que ningún consumidor serio acepta que una empresa le traspase sus excesos en los costos de producción a través de un "made in Chile" defectuoso, pudiendo comprar la marca importada que es mejor. Aquí, con los FXs, hacen un esfuerzo serio y honesto, el Huáscar se ve imponente, y las explosiones en la Esmeralda pareciera como que van en serio. Por desgracia, todo parece y tiene un aire a videojuego de los '90s, de andar como coleguetes de tragos con las animaciones del "StarCraft" de 1998 (que además eran más entretenidas porque iban de Zerg y Protoss, no de chilenitos y peruanitos). En medio de tanta pantalla azul, se nos aparece un personaje nuevo, don Miguel Grau, capitán del Huáscar, que está muy bien interpretado por León Murillo, y se agradece que no hayan intentado pintar a los peruanos como "los malos", sino que hacen un esfuerzo honesto por ponerlos tan patriotas y esforzados como los chilenos, y el resto: guerra es guerra, mala suerte si el Huáscar es más poderoso que la Esmeralda. Quizás viendo esto entero de una sentada, la idea de la estrategia de Prat, en su planteamiento y ejecución, hubiera quedado mejor resuelta, pero como el Canal 13 la partió en dos, esto quedó volando en el aire, y el gran damnificado es Gustavo Graef-Marino, que quedó como director de una peli en donde no queda bien planteada la estrategia de Prat. En fin...
-- Mención especial para la banda sonora. No es la mejor que he oído, no es tan power como un epic de Hollywood, se notan mucho las influencias de épicos ilustres como Michael Giacchino o Jerry Goldsmith, pero acompaña bien, y en general, contribuye a levantar un poco el alicaído nivel de la producción.
IDEAL PARA: Ver una apuesta interesante y esforzada sobre Arturo Prat y el Combate Naval de Iquique, aunque la ambición de objetivos y esfuerzos hagan que por desgracia se noten más las carencias.
VIDEOS.
-- Sinopsis de la peli [en español].
-- Inicio de la peli [en español].
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3 comentarios:
Añadi hace poco tu blog a mi lista de blogs, querido General Gato, porque creo que representas, a grandes rasgos, lo que yo quisiera escuchar decir en los comentaristas de cine, tan poco doctos (salvo algunos... los minimos) y tan farandulizados y alienados con tanta silicona y reggaetton culiao (sorry ¿asi se escribe reggaeton?).
en lo que respecta a la "saga" "Heroes" solo vi la pelicula de Rodrigues, demasiado glamuorizada por este otro gil de de Vicuña y la de O´higgins unica y exclusivamente x k uno de mis profes de actuacion trabajaba en ella y lo queria webiar despues cuando lo viera XD.
actoralmente hablando, ya que puedo dar un opinion mas que calificada, estaban mas bien planas, poca evolucion en los personajes y si la habia no se hacia notar mucho. Esta bien que uno les conoce mas o menos la vida de estos gallos pero igual creo que deberia haber un trabajo de creacion de personajes mas solidos, hay bastante material y fuentes.
Me dare la tarea de verlas todas y ahi me hago una cronica o si no me paso por tu blog para compartir mis puntos de vistas contigo.
Bye y sigue haciendo cultura... que es lo que mas le falta a este pais culiao.
(perdon por los exabruptos)
Bueno, gracias por los honores, y sí, la ventaja de Internet es que uno puede navegar sin encontrarse con ningún reguetonero de mierda que se ponga a tiro.
¿En serio te vas a dar la tarea con el resto de las de Héroes? Bueno, buena suerte, pero recuerde, si hay un Cine 9009 cerca suyo, es paraque este esforzado mártir de la blogósfera les permita vivir sin necesidad de descender a aquellos tugurios, hehehé...
Y perdonada por los exhabruptos, que eso se llama libertad de expresión, y por Bastet que eso le falta a este Chile por estos días.
Saludos.
P.D. El enlace a "Es Lo Que Hay" está en la sección de Amigos del General Gato. Y ahora sí, a seguir rodando...
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