11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 18 de junio de 2009

"Duplicidad" (2009).


-- "Duplicity". Estados Unidos / Alemania. Año 2009.
-- Dirección: Tony Gilroy.
-- Actuación: Clive Owen, Julia Roberts, Tom Wilkinson, Paul Giamatti, Dan Daily, Lisa Roberts Gillan, David Shumbris, Rick Worthy, Oleg Shtefanko, Denis O'Hare, Kathleen Chalfant, Khan Baykal, Thomas McCarthy, Wayne Duvall, Fabrizio Brienza.
-- Guión: Tony Gilroy.
-- Banda Sonora: James Newton Howard.

-- "Duplicidad" en IMDb.
-- "Duplicidad" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

CONSULADO DE LOS ESTADOS UNIDOS EN DUBAI, 4 DE JULIO DE 2003. Mientras alrededor hay más grúas de construir edificios que edificios mismos, se está de fiesta por el séptimo aniversario de la derrota de los extraterr... ah, perdón, eso era ficción, me confundí con ID4. Bien, vamos de nuevo. Están de fiestoca, y un tipo muy majo él, alguna vez candidato a Bond-JamesBond, se acerca a una chica MILF para flirtear un poco. El flirt acaba para él todo lo mal que se supone debe acabar: lo narcotizan y le roban unos documentos. Exactamente, ambos son espías, y se han topado en sus respectivas misiones, ella para la CIA y él para el MI-6 (bueno, Clive Owen se sacó el gustito de haber sido desbancado por Daniel Craig para Bond, ehm). Año 2008. El chico, que diríamos pobrecito-ahora-en-la-calle, de no ser porque en el sector privado pagan su buen poco más, ahora está metido en una empresa llamada Equikrom (léase "écuicrom", miren qué chulo suena), en la sección de... ehm... bueno... ya saben, esa clase de secciones con nombre eufemístico y con presupuesto reservado, para hacer un poco de cochinada industrial (espionaje, robo de secretos industriales, esa clase de cosiacas, que eso de la libre competencia está bueno para predicarlo, que no para practicarlo, o si no cómo quieren que uno se haga rico, caramba). Equikrom está en el negocio de las pastas y menjunjes para caras de mujeres y metrosexuales, y su gran rival es Burkett & Randle, que también está en el ibídem negocio, y que, bueno, sus líderes se odian cordialmente (ya saben, la clase de cordialidad empresarial que involucra liarse a mamporros en la losa del aeropuerto bajo la lluvia... captan la imagen). En la misión actual, resulta que pueden robarse un secreto valiosísimo gracias a un insider del otro lado. Nuestro Equikrom-boy parte a la misión, y luego de ya-saben-qué, descubre que, ¡UPS!, la chica que debe proporcionarle la información es la misma que lo chagueó en Dubai, cinco años antes. Luego de una conversación cargada al filosismo verbal, la chica pasa la información, y el chico maravilla se la lleva. Y queda como rey. Porque han descubierto que Burkett & Randle está lista para lanzar su producto estrella al mercado. Uno que hará época entre las Eras Geológicas y que cambiará la Historia de la Tierra para siempre. Ahora, Equikrom tiene nueve días para descubrir de qué demonios se trata todo, y ojalá poder adelantar el quien vive. Millones, quizás billones de dólares están en juego. So... LET THE WAR BEGINS!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Cuando el cine de finales de los 2000s parece empantanado en blockbusters robóticos sin alma, en comedias románticas protagonizadas por tías histéricas que no seducen a nadie, en cintas de terror que ya ni asustan, o en culturetas del tres al cuatro que más que hacer pelis parecen gemirlas, es interesante descubrir que de tarde en tarde todavía tenemos perlas dando vueltas por ahí. ¿El responsable? Tony Gilroy, tipo con un currículum un tanto irregular dándole al teclado y guionizando cosas como la respetable "Dolores Clairbone", la esforzada pero en definitiva mediocre "El abogado del diablo", o la saga de Jason Bourne ("Identidad desconocida", "La supremacía de Bourne" y "Bourne: El ultimátum") antes de saltar a la silla de la dirección, ya un tanto pasadita la cincuentena, y convertirse en el nuevo chico maravilla de Hollywood con la correcta-pero-sobrevalorada "Michael Clayton". ¿Había que ver "Duplicidad" después de ver "Michael Clayton"? Bueno, podíamos decir que "Michael Clayton" era la peli titubeante de un buen director en ciernes, o bien una inspirada peli por parte de un director mediocre, y ambas cosas hubieran calzado bien, pero ésta, la segunda, era la definitiva, la ahora-sí-sin-errores. ¿Pasa el test? Sí, lo pasa. Y bien. No es una obra maestra ni mucho menos, pero pasa bien la prueba.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Podríamos decir que "Duplicidad" es un thriller un poco a la antigua usanza. Una peli como ésta hubiera podido ser filmada sin problemas (salvando las diferencias estilísticas, claro) por un John Huston, un Howard Hawks o un Alfred Hitchcock. Porque el acento está puesto en contar bien el cuento, no en crear una historia terriblemente inverosímil que confunde el concepto de "causar desconcierto con una inesperada vuelta de tuerca final" con "crear un final que ignora y viola flagrantemente todo lo transcurrido y establecido en la primera hora y media de peli". Bueno, no es que la historia esté tan terriblemente bien construida tampoco (en algunas partes, como que se esfuerza mucho en encajar las piezas), pero el guión es muy superior a la media de guiones de thrillers en Hollywood, confía en la tensión narrativa en vez de apabullarnos con secuencias de acción imposible, y puede decirse que el desenlace es, por una vez en la vida, más o menos imprevisible, cualidad que los guionistas de thriller en Hollywood parecen haber perdido de vista hace muchos años atrás. Tony Gilroy toma, por otra parte, la muy acertada decisión de dirigir esto en un decidido tono de comedia sofisticada, un poco en estilo campy ondero-sesentero a lo "Once a la medianoche" (¡o a su remake "La gran estafa"!), y en este no tomarse excesivamente en serio, la mayor parte de los defectillos de la peli pasan soplados. Sumémosle un descacharrante soundtrack de James Newton Howard, con un fuerte punch jazzístico (¿en serio este tipo que compuso esta banda sonora tan desopilante, es el mismo tenebroso compositor de "Batman: El caballero de la noche" o de las pelis de M. Night Schyalaman?), y tenemos la atmósfera perfecta para la peli, una que tiene un regusto campy sin pasarse de roscas en el homenaje visual como "La gran estafa".

-- A pesar de tener algunos buenos ingredientes (el guión, el soundtrack, un acertado sentido de la dirección), pasa aquí como en "Michael Clayton", que casi todo el carisma de la peli recae sobre los actores. Clive Owen hace más o menos su papel tipo, y como que hace un ratito que empieza a cansar en eso, pero da muy bien en la tecla en esto de hacer comedia sofisticada. Julia Roberts, por su parte, actriz inmensa por donde se la mire cuando se esfuerza por salirse de su casilla de "american sweetheart", sigue adelante con esos roles de dama sofisticada que, aunque no han resultado taquillazos como sus comedias románticas, le han dado buenos réditos en materia de cartel actoral ("Confesiones de una mente peligrosa", "La gran estafa", "Juego de poder"), y de verdad haberla tomado para el rol fue una elección imbatible. El siempre cumplidor Tom Wilkinson repite con Tony Gilroy desde "Michael Clayton", ahora como CEO de Burkett & Randle, y como de costumbre, cumple, mientras que su gran rival es Paul Giamatti, otro que también empieza a cansar un poco hiperventilándose cuando actúa (sin críticas contra el actor mismo, que en la reciente serie de TV "John Adams" estuvo magnífico), pero que da bien la cara en su papel. A ratos, cuando te pierdes en medio de los recovecos de la trama (y en más de alguna vuelta de tuerca de la historia puede pasar eso, créanme), la peli sigue siendo placentera de ver gracias a este cuarteto, hasta que nuevamente te reencarrilas en lo que estaba pasando y sigues viéndola sin problemas. Tanto, que no me molestaría gastarme el dinerillo de la entrada al cine para ver una eventual secuela de esta peli (que fuera escrita/rodada por Tony Gilroy again, claro está, y con el mismo elenco, o por lo menos con los dos protas). Sí, ya sé, estoy soñando, que esto no va a dar para un "Spiderman 4" ni mucho menos, pero como soñar es gratis... ¡Pero qué diablos, si "La gran estafa" dio hasta para una tercera parte, ésta también eventualmente podría! (Bueno, superando el pequeño detallito de quién la va a financiar, si esto no resultó ser un taquillazo tampoco, y ya se sabe que las secuelas no tienen nada que ver con la calidad del material).

IDEAL PARA: Ver un thriller romántico a la antigüita, mucho más cumplidor que otros subproductos groseramente más caros y mucho más pobres en resultados, de los que vienen de Jolivú.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].


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