11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
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jueves, 22 de abril de 2010

"Patlabor 2" (1993).


-- "Kidô keisatsu patorebâ: The Movie 2" (título original en japonés), "Patlabor 2: The Movie" (título internacional en inglés). Japón. Año 1993.
-- Dirección: Mamoru Oshii.
-- Actuación: Mîna Tominaga, Toshio Furukawa, Michihiro Ikemizu, Issei Futamata, Daisuke Gôri, Shigeru Chiba, Osamu Saka, Ryûnosuke Ôbayashi, Yoshiko Sakakibara, Tomomichi Nishimura.
-- Guión: Kazunori Itô.
-- Banda Sonora: Kenji Kawai.

-- "Patlabor 2" en IMDb.
-- "Patlabor 2" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Es el futuro, el año 2002 (¡¡!!). Los antiguos miembros de la División 2 de Patlabor están cada uno en su propia vida. Los antiguos labors tienen que irse jubilando porque el tiempo pasa y la tecnología mejora, etcétera. La capitana Shinobu Nagumo regresa a Japón después de haber dado algunas conferencias acerca del Proyecto Babilonia (que sigue avante, a pesar del traspiés que significaron los eventos de la peli anterior), sólo para verse inmersa en un embotellamiento de tránsito... y ser testigo de cómo la sección central de un puente colgante salta por los aires (cómo el dichoso puente colgante pierde una sección sin que el resto del cableado pierda tensión y se venga la estructura entera abajo, como "La Tierra sin humanos" nos ha enseñado que pasa con todo puente colgante que se respete a sí mismo, es un misterio de la Física que se me escapa). Gracias a testigos y a un video aficionado, parece ser que los maloh son... ¡¡¡LOS AMERICANOS!!! (y van...). La tensión va escalando porque los militares japoneses se están mosqueando, parecen haber miembros del Gobierno interesados en derribarlo, y en general todo es un embrollo de proporciones. Y los antiguos miembros de la División 2 están ahora en medio del fuego cruzado, por la intervención de un agente que busca su ayuda para detener a un peligroso terrorista que podría estar detrás de todo el desaguisado... y que además conoce de antemano a la capitana Shinobu Nagumo...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Patlabor puede ser calificada como una franquicia "de culto", nunca demasiado popular debido a ser "una de robots gigantes" en la cual los robots gigantes al final del día ni siquiera tenían demasiado peso específico dentro de la trama, pero que ha tenido valores suficientes para generar una pequeña cohorte de acólitos. Es que tiene su mérito plantear una historia de robots en la cual los robots son simplemente algo secundario, centrarse en los personajes que son seres humanos en vez de héroes molones de toda la vida, y además tener el descaro de salirse con la suya. La franquicia engendró una serie televisiva de bastante calidad en los '80s, además de "Patlabor: La película". Parecía que el asunto iba a morir ahí, pero ya saben ustedes cómo son las franquicias: mientras haya one last fan man stading, habrá una secuela que trate de arañar con los dedos agarrotados sobre el vidrio un pedacito más de continuidad. De manera que cuatro años después de "Patlabor: La película" vino la secuela. Que se suponía le iba a poner punto y final a la saga (no fue así, porque después vino "Patlabor 3": lo dicho anteriormente vale). Esta peli iba a ser por lo tanto la definitiva, tanto en términos del universo narrativo como en el apartado técnico. Y los resultados fueron... esteeeeee... como decirlo...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Digamos de entrada que la valoración de esta peli es algo dificultosa porque depende en mucho del punto de vista que asumamos para verla. Bueno, eso es algo que vale para todas las pelis, pero en ésta dicho elemento (la relatividad al punto de vista del observador) es agresivamente obvio. Partamos por la salida más obvia, que es preguntarnos si es una buena peli de la franquicia de Patlabor. Y a esto, la respuesta habrá de ser forzosamente negativa. Es cierto que en Patlabor el elemento humano está por sobre el factor tecnológico, y que los labors de patrulla que le dan nombre a la franquicia en realidad son un pretexto o mecanismo argumental para contar historias sencillas y de valor humano, y desde ese punto de vista, el relato de cómo avanza y progresa un eventual golpe de estado sobre Japón cumple con lo que se supone es el espíritu de Patlabor. Pero si desde ahí emergemos a la trama, el asunto hace agua. El recurso argumental del viejo y entrañable grupo que se ha desbandado y que se reune para una última misión, puede que sea un tópico narrativo archirrepetido, pero no por ello es menos eficaz. Sin embargo, la atención acá se centra en los dos capitanes, y el resto del equipo queda a un lado hasta el final. Y en ningún minuto hay esa sensación de "¡hey, chicos, qué bueno estamos juntos otra vez, recapitulemos un poco para despedirnos con añoranza al tiempo que luchamos contra este último villano!". Para colmo, resulta que dentro de la situación, los personajes de Patlabor se limitan a ser testigos mangoneados de un lado a otro, sin iniciativa ninguna. Patlabor nunca fue una franquicia cuyo fuerte estuviera en las escenas de acción (ni pretendía serlo, tampoco, eso de entrada), pero que haya transcurrido más de una hora de peli sin que saquen los Patlabor a la calle más que para una escena (un asedio a una base militar en la que para colmo están parados y sin hacer nada, sin construir nada de tensión narrativa desde el punto de vista argumental), y después cuando aparecen los Patlabors es para (¡¡¡SPOILER ACÁ!!!) ser destruidos en su hangar sin que siquiera sus pilotos hayan tenido oportunidad de llegar hasta ellos para tripularlos, y para colmo no vemos a los protas de toda la vida en la serie derramar una simple lagrimita por el golpe que les han propinado (¡¡¡FIN DEL SPOILER, PUEDES SEGUIR LEYENDO!!!), es que podemos decir que esto es cualquier cosa, menos una peli de Patlabor. El problema básico es tan simple como que la amenaza planteada, el villano establecido, es uno contra el cual los patlabors simplemente son inoperantes. Es como si, por ejemplo, pusiéramos a Acuamán a saltar de techo en techo para atrapar villanos como Batman, o a Batman a tratar de detener un avión cayendo sobre una ciudad cosmopolita como Superman. Una de las premisas de cualquier historia de héroes es que la amenaza debe ser proporcionada al héroe. A lo mejor eso era lo que querían transmitir, la idea de un grupo de héroes siendo superados por las circunstancias. Puede ser, y en ese caso la peli gana puntos, pero no estamos en el apartado de si la peli es buena en sí, sino en el acápite de si la peli responde a los parámetros de lo que cabría esperar en una de Patlabor. Y en esto, como decíamos, la respuesta es negativa.

-- Ahora bien, respecto de la peli en cuanto peli, y de la historia en cuanto historia, ¿es buena? La respuesta en este punto es un sí. Irónicamente, es muy probable que "Patlabor 2" sea mejor apreciada por el espectador casual que por el fanático de Patlabor de toda la vida, al estar menos condicionado por un universo narrativo previo y más abierto de mente a la historia planteada. Y la historia planteada es a la vez simple y abrumadora: ¿qué pasa con una sociedad civil democrática, organizada pero frágil, cuando la combinación de un enemigo externo y de intereses creados internos la ponen a prueba de una manera que podrían hacerla saltar en pedazos? Esta cuestión puede parecer muy obvia hoy en día, que ya hemos tenido de sobra eso en el cine post 9-11, pero esta peli, recordemos, es de 1993. Además, fue hecha en Japón, un país que ha vivido desde 1945 traumatizado por la destrucción del sueño nacionalista, la ocupación militar posterior, y la dependencia frente a los prepotentes Estados Unidos (véase "Akira", por ejemplo). Puede que esta peli hable específicamente de un Japón hundiéndose (así como "Contra el enemigo", por ejemplo, hablaba de las libertades cívicas de Estados Unidos hundiéndose), pero su tema es universal para cualquier sociedad democrática actual. Que los protas ocupen un lugar secundario en los acontecimientos, y consigan hacerle frente a la amenaza en la hora undécima más por casualidad que por verdadero esfuerzo individual, es un claro reflejo de la impotencia ciudadana frente a fuerzas que en el seno de nuestras sociedades democráticas están absolutamente desbocadas: gobiernos hinchados de burocracia y politiquería, militares demasiado entusiasmados por proteger a la democracia de ella misma (anulándola si es preciso, todo en bien de la Patria, claro está), terroristas aprovechando las junturas del sistema para volcar todo su resentimiento contra gente inocente muerta, relaciones internacionales complicadas y marcadas más por el abuso maquiaveliano de la fuerza que por principios de buena fe y respeto por las diferencias, etcétera. Frente a todo eso, ¿qué puede hacer el peatón de toda la vida? La respuesta de esta peli es clara: nada. El obligado final feliz en que los protas consiguen hacerle cara al villano y aún doblegarlo, parece así más una concesión al público que espera que los buenos ganen porque para ver a los malos ganando ya está la vida real, gracias, pero también puede leerse incluso entre líneas como una especie de fino cachondeo respecto del espectador. El final es tan postizo, que SABEMOS no podría terminar así en la vida real, no con ESOS personajes metidos en ESA situación. Así es que, irónicamente, aunque esta peli no sea una buena de Patlabor, sí que es una buena peli de trasfondo político (no diré un thriller, que por su ritmo pausado y meditabundo probablemente tampoco califique para tal, y desde luego que frenética esta peli no es).

-- En el apartado técnico estamos bien. A la animación le dieron un buen upgrade desde el dibujo claramente más sencillo de que Patlabor gozaba en los '80s (incluyendo "Patlabor: La película"), e incluso a casi veinte años de su realización, su estilo de animación y lo currado del trabajo no han envejecido en lo absoluto. La banda sonora, por su parte, es minimalista y funcional, salvo por un par de secuencias aquí y allá en que se requiere un timbre más heroico (en las cuales también cumple, por cierto). Así es que si te gusta la animación de calidad, estás en buenas manos acá.

IDEAL PARA: Ver una peli de reflexión política muy débilmente enmascarada como "una de robots gigantes".

VIDEOS.

-- Comienzo de la peli [en español].

jueves, 15 de abril de 2010

"Patlabor: La película" (1989).


-- "Kidô keisatsu patorebâ: Gekijô-ban" (título original en japonés), "Patlabor: The Movie" (título internacional en inglés). Japón. Año 1989.
-- Dirección: Mamoru Oshii.
-- Actuación: Voces de (en el original japonés) Toshio Furukawa, Mîna Tominaga, Ryûnosuke Ôbayashi, Yoshiko Sakakibara, Yô Inoue, Michihiro Ikemizu, Issei Futamata.
-- Guión: Kazunori Itô, basado en el manga de Masami Yûki.
-- Banda Sonora: Kenji Kawai.

-- "Patlabor: La película" en IMDb.
-- "Patlabor: La película" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En el futuro, en la década de 199o (¡¡!!), la sociedad se ha arrojado irreflexivamente por la pendiente de la robotización. La labor de construcción de edificios, que antes daban empleo a ocho vagos más dos que hacían el trabajo de cinco cada uno para que sumen entre todos diez, ahora están en las manos de un único operario con un robot tamaño industrial, llamado los labors. Y como no andan muy creativos, a los robots policías los llaman los patlabors, o sea, los labors de patrulla. Todo esto ha posibilitado que Japón construya... ¡¡¡ISLAS ARTIFICIALES!!! La expansión de Japón significa la del Proyecto Babilonia. ¿Para bienestar de una nueva sociedad futurista de alegres colores chillones por TV? Bueno, sí, claro, por supuesto, pero también para que el Gobierno y las corporaciones robóticas se forren, si no nos llamemos a engaño, que los contratistas son los que profitan a mansalva. Hay demasiado dinero de por medio para que algo salga mal. ¿Y qué podría salir mal? Por ejemplo, que algún que otro maldito labor, una veintena más o menos en los últimos meses, simplemente decidan mandarse solos haciendo caso omiso de los pilotos, y empezar a hacer kakagodzilla por todo Tokio, como suelen hacerlo los robots en los dibus japoneses, los alienígenas en los dibus japoneses, los dragonbolzetas en los dibus japoneses... A menor escala, que éste es un anime más "realista", pero con casitas y edificios destruidos por igual, que hay costumbres narrativas que sale caro romper. La División 2 de Patlabor toma a su cargo la investigación, y descubre un hecho bastante inquietante: todos los labors comprometidos han sido armados con un nuevo chip que es un upgrade, ha dejado obsoletos a los modelos anteriores, etcétera. Y para hacerlo más bonito, resulta que los patlabors mismos también se supone que les han instalado el bendito chip, a ver cómo sales a hacer labor policial con un robotito de chupitantas toneladas que en cualquier minuto se ponga a hacer el demueletokio. Y para colmo, el diseñador del chip ha desaparecido, y muchos tipos lo vieron saltar desde un puente (sin volver a asomar la nariz después, claro está). Y nadie (la compañía menos que nadie, claro) quiere que salga a la luz que el chip podría tener problemas. Solos contra el mundo, la División 2 tendrá que ponerse en campaña para evitar un demente plan que tiene en la mira a todos los labors del mundo, y podría arrojar a la sociedad robótica de regreso a la primitiva Era de los Obreros Humanos.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En los '80s nació otra franquicia manga/anime en Japón (y van...), que es la de Patlabor. La premisa era muy interesante: una historia de robots que no se centra en los robots (no Mazinger Z, no Robotech), sino en los tripulantes de los robots. Los mechas de Patlabor en realidad eran un detalle accesorio. Si los hubiéramos cambiado por los patrulleros de toda la vida, Patlabor bien podría haber sido "Chip: Patrulla motorizada", "Cops", o cualquiera de esos shows de polis con auto. Algunos consideran que la franquicia de Patlabor es aburrida porque para qué diablos quieres ver una historia de mechas si después argumentalmente los mechas al final del día pesan menos que un paquete de papas fritas. Servidor quien esto escribe lo considera estupendo, no porque aborrezca las historias de mechas y mientras menos mechas mejor, sino porque siempre se agradecen los enfoques diferentes, los que se salgan del esquema, en particular cuando el esquema suele ser "piloto molón de robot molón", y ahí ya tienes a todos los otakus babeándose y sintiéndose un poco EVA de Evangelion (y así de destructivos después salen afuera). El caso es que, como cualquier franquicia japonesa que se aprecie, más tarde o más temprano iban a hacer la peli. La hicieron en 1989. Y la siguieron con dos secuelas a la fecha de escribir esto ("Patlabor 2" y "Patlabor 3", ambas bastante inferiores a ésta).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta es la clase de pelis que desde su puesto de retaguardia pelea duramente por abrirse camino a puntos, y lo consigue. Patlabor no tiene el brillo ni la espectacularidad de otras franquicias robóticas de su tiempo (Macross/Robotech, Gundam, Transformers, Jinete Sable...), particularmente por su tono down-to-Earth y su preocupación por los personajes, a despecho de la acción pura y dura, por lo que la tiene difícil en cuanto a ganarse un público que busca explosiones y más explosiones en los mechas. Pero asumiendo las reglas del juego (que vas a ver una franquicia sobre robots en la que los robots juegan un papel de trasfondo, salvo para la infaltable escena de acción final), resulta que la peli de Patlabor está más que bien. La ambientación "en un futuro cercano" (1999, o sea, diez años después del estreno de la peli) en realidad no es más que un recurso narrativo para plantear una sociedad igualita a la del presente, con el añadido de los robots de construcción y policiales para hacerla "una de mechas". O sea, en el fondo estamos ante una limpia parábola de nuestro presente, en el cual por cierto ya existen robots (y no me refiero sólo a los celebérrimos brazos mecánicos en las cadenas de ensamblaje de automóviles, sino también a los seres humanos que se mueven y piensan como robots). Lo que tenemos en el fondo es una historia que, so pretexto de los robots, habla de un grupo de polis empeñados en hacer lo correcto, pasando por encima de problemas tan mundanos como los intereses corporativos, las componendas gubernamentales, los intereses creados, y la interminable burocracia. Casi todo el caso se resuelve sin demasiada acción (salvo por la traca final, claro), sino por la pura aplicación de ese músculo llamado "inteligencia". Sin embargo, no se piense que es otro nihilista manga cyberpunk con una sociedad distópica y alienada que etcétera. Por el contrario, esta peli rebosa optimismo, los problemas no son irremontables, tampoco hay una conspiración omnipresente allá afuera, etcétera. Que no es una de "el individuo contra el sistema", vamos. Los resultados finales son discretos y probablemente esta peli no califique como un must-see, pero en su renuencia a aceptar las fórmulas habituales (héroes de dientes apretados luchando contra codiciosos capitalistas, muchas explosiones, etcétera) para profundizar en los personajes y el boceto social, esta peli se gana merecidamente su nicho.

-- La trama de la peli integra bastante bien las referencias bíblicas. Utilizar la Biblia como fuente de inspiración o hacer parábolas sobre ella es un recurso terriblemente socorrido y por lo general usado de manera chusca, simplemente para que la audiencia abra la boca y diga "¡¡¡GUAU, ESTO HABLA DE LA BIBLIA!!!". Este no es el caso. El Proyecto Babilonia en realidad es lo que se supone que era la Babel bíblica, y su ambigüedad como centro cosmopolita de la realización del nuevo estadio de la sociedad humana por un lado, y como fuente de destrucción para los modos de vida ancestrales que hacían feliz a la gente por el otro, aunque no se explota a fondo, sí que se plantea en términos correctos. Y las motivaciones del villano, así como su plan, suenan razonables dentro de las coordenadas de "una de mechas". La peli puede verse como una especie de transliteración de la viejísima historia de la Torre de Babel, adaptada en el seno de una historia de mechas, y funciona muy bien.

-- ¿Es una buena peli de Patlabor? La respuesta es sí. La situación planteada es una en que los polis deben hacer trabajo de investigación antes de utilizar la fuerza bruta, cada personaje importante tiene aunque sea un minutito de participación, y la amenaza principal ataca justamente por el flanco más característico de la serie, que son los labors (y los patlabors por extensión). De manera que los fanáticos de Patlabor (los cuatro gatos que lo sean, y bueno, er... me cuento) no deberían sentirse decepcionados por esta peli, sino todo lo contrario, ya que captura estupendamente el espíritu de la historia original.

IDEAL PARA: Ver una historia de mechas que, por una vez en la vida, prioriza el elemento humano por encima de la espectacularidad vacía y sin sentido.

P.S. Como dato de trivia, digamos que secuencias de esta peli fueron utilizadas para el videoclip "Juke Joint Jezebel" de KMFDM.

VIDEOS.

-- Comienzo de la peli [en español].

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