11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 23 de diciembre de 2007

"El Libro de la Selva" (1967).


-- "The Jungle Book". Estados Unidos. Año 1967.
-- Dirección: Wolfgang Reitherman.
-- Actuación: Voces de (en inglés) Phil Harris, Sebastian Cabot, Louis Prima, George Sanders, Sterling Holloway, J. Pat O'Malley, Bruce Reitherman, Verna Felton, Clint Howard, Chad Stuart, Lord Tim Hudson, John Abbott, Ben Wright, Darleen Carr.
-- Guión: Larry Clemmons, Ralph Wright, Ken Anderson y Vance Gerry, con aportes sin acreditar de Bill Peet, basados en el libro de Rudyard Kipling.
-- Banda Sonora: George Bruns.

-- "El Libro de la Selva" en IMDb.
-- "El Libro de la Selva" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

De haber sabido la de trifulcas que iba a pasar, Bagheera hubiera hecho precisamente eso, pasar, pero del verbo "pasar de largo". Pero no. Por muy pantera que sea, Bagheera se enternece con un "cachorro humano", como lo llama, y se niega a darle muerte y merendárselo. Gracias a lo cual tenemos película, dicho sea de paso (eso pasa por saltarse las leyes de la naturaleza, ¿ven, niños?). Pero veamos. Bagheera se lleva al alevín humano consigo, y lo deja en adopción a una familia de lobos (otro carnívoro más... ¿es que nadie devora a nadie en esta selva...?). La pareja de lobos y su respectiva progenie acceden a criar al lobo calvo, y Mowgli, porque así se llama el polluelo humano (alias "ese loco bajito") se transforma en un niño hecho y derecho. Mas, las malas noticias empiezan a soplar con viento gélido por la selva. Shere Khan, el temible tigre, está de regreso en la jungla. Y todos saben que Shere Khan odia a los humanos por principio, y que a la primera oportunidad que tenga, arrojará la dentellada. De manera que Bagheera tiene otra vez que hacerse caso del renacuajo humano, y llevárselo consigo. En mala hora. El niñato, como es tradición en los filmes de Disney (léase "Pinocho", "Peter Pan", "Alicia en el País de las Maravillas") pasa de los adultos y le gusta hacer las cosas a su reverenda berenjena, lo que por supuesto es caldo de cultivo fácil para la moralina final Disney de "cuando seas niño, obedece a tus mayores, ellos saben lo que es mejor para ti". Pero en fin, regresando a la peli. Bagheera se lleva a la larva humana consigo, y tras algunas peripecias, se encuentra cara a cara con el temible Baloo, un oso que amenaza terriblemente al niño con la peor de las amenazas posibles: le dice al chico que no hay que preocuparse, que la vida de holganza es buena, que debes pasarla bien y relajaaaaaarte, compadre. Y como Baloo está harto más entretenido que Bagheera, el chico empieza a hacerle caso y a irse por el lado del discurso hippientocomunista del oso, y empieza a pasar de la pantera. En mala hora, porque ahí andan dando vueltas los monos de la ciudad perdida y están dispuestos a hacerle pasar un muy mal rato a Mowgli, y eso por no hablar del gran enemiguete, de Shere Khan, quien ha oído y se ha olido la existencia de un ternero humano, y está dispuesto a hacérselo novillos en la panza.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1967, Walt Disney había acumulado treinta años de triunfos glamorosos como productor de dibujos animados, desde su supermegahit "Blancanieves y los siete enanitos", hasta la película en comento (bueh, con alguna excepción, que "Fantasía" le quedó la retemblina de artística, pero de público acabó más bien corta). Uno de los puntales más sólidos del canon fílmico animado de Disney, es su sistemática campaña de masacre y saqueo, con espíritu de conquistador español, de todos aquellos viejos clásicos literarios que fueron adaptados desde las altas cumbres hasta el gusto más bien verde y vulgar del pequeñoburgués yanki promedio: "Pinocho", "Alicia en el País de las Maravillas", "Peter Pan", etcétera. Después de haber hecho pedazos la leyenda artúrica con la anémica "La espada en la piedra", Walt Disney se embarcó otra vez en pos de la Literatura Inglesa. Ahora, la indefensa víctima fue Rudyang Kypling. Por cierto, el espíritu de Kypling se vengó cumplidamente, porque mientras Walt Disney estaba produciendo esta película, falleció de cáncer... A medida que pasaba el tiempo, los filmes Disney se iban haciendo cada vez más conservadores y reaccionarios (ya mencionamos "La espada en la piedra"), y no parecía querer darse cuenta de que mientras seguía haciendo filmes de moralina ramplona y yankizante, el mundo afuera estaba hirviendo de hippies (o acaso por eso).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una película con ciertas pretensiones. El estilo de dibujo es fiel continuación de "La espada en la piedra", en su estilo "corto del Correcaminos", pero está más pulido (por cierto, ambos filmes comparten el mismo director, Wolfgang Reitherman, cuya carrera de director está escalonada de filmes Disney). Incluso hay un bonito efecto especial en el tratamiento visual que se le confiere a una cascada de fondo. Por otra parte, da una pista el hecho de que Shere Khan, el villano principal, en la versión original reciba su voz nada menos que de George Sanders, siempre fiel a su rol de clásico secundario de lujo, en los filmes de los '50s y '60s ("Sansón y Dalila", el "Ivanhoe" de 1952, "Salomón y la Reina de Saba", y agárrense, fue el Señor Frío en el "Batman" televisivo de los '60s). Nosotros no lo pudimos apreciar porque tuve acceso a la versión doblada al castellano, en el cual estaba el humorista mexicano Tin Tan como Baloo (en su época quizás fue un gran aporte, pero ahora)... Consigue ser alegre cuando debe ser alegre, risueña cuando debe ser risueña, y siniestra cuando debe ser siniestra. Consigue incluso un poco de drama, con los constantes narizazos de Mowgli contra una realidad que le supera y le obliga a encaminarse hacia donde debe, hacia la civilización ("por tu bien, hijo mío, por tu bien").

-- Ahora, veamos la parte negra. ¿Alguna vez han leído "El Libro de la Selva", de Rudyang Kypling. Es una maravilla estilística, y al mismo tiempo una hermosa colección de relatos, de los cuales SÓLO ALGUNOS están protagonizados por Mowgli. Dicho más claramente: la película se salta a matacaballo la mayor parte de los episodios para centrarse en Mowgli, y de paso, se carga toda la belleza narrativa. El incidente en la ciudad prohibida, que en la novela está resuelta con tensión, misterio, y un tono siniestro, en la peli es divertida, o al menos pretende serlo (y de buenas intenciones está empedrado el infierno). El discurso intelectual es desagradablemente reaccionario, y se reduce a la idea de que los humanos deben estar con los humanos, y los animales con los animales (¿quién dice?). El personaje de Baloo, que propugna vivir como el buen salvaje, está trágicamente equivocado, porque como buen enemigo de los yankis, le quita el hombro al trabajo. Los monos de la ciudad perdida, en su calidad de caricatura de los hippies y los latinos, no pueden ser más sangrantes. Shere Khan parece una caricatura de sí mismo, y en la novela tiene harta mayor presencia. Presentar a los elefantes como una panda de ridículos es delito, después de haber visto el respeto que tiene Kypling por la profesión marcial. Como siempre, podemos decir que la falta de respeto contra el original literario puede justificarse en parte al menos, si la ganancia supera a la pérdida, pero la verdad de las cosas es que aparte de casi inadaptable en cuanto libro, "El Libro de la Jungla" es demasiado bello para que gane algo si se le quita la más pequeña de sus partes. De hecho, se rumorea que el guionista original, Terry Gylkinson, decidió irse a paseo después de que no pudiera escribir un guión que prescindiera de los aspectos más oscuros del libro, tras lo cual se contrató a un par de paniaguados que culminaran la faena...

-- Lo que voy a decir es de exclusiva responsabilidad personal. ¿Es idea mía, o hay un cierto tono de represión sexual en torno a la historia? Mowgli crece con una familia putativa, y cuando debe marcharse, termina en manos de un Bagheera agresivamente dominante, aunque sensato (la imagen de un padre de familia de la Era Eisenhower, si me preguntan), y un Baloo condescendiente y algo alocado (la imagen de una madre de familia sexy y descocada, también en el Baby Boom). Eso, por no hablar de que Mogwli "se hace hombre" (literalmente, porque deja de ser animal y abandona la jungla) cuando conoce a una chica, con la cual, por cierto, se hace terriblemente torpe. Ya ven: haber conocido a una chica salvó la heterosexualidad de Mowgli.

IDEAL PARA: Niños pequeños y público que NUNCA haya leído el texto original de Kypling.

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