11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

lunes, 7 de febrero de 2011

"Los siete samurais" (1954).


-- "Shichinin no samurai" (título original japonés), "Seven Samurai" (título internacional en inglés). Japón. Año 1954.
-- Dirección: Akira Kurosawa.
-- Actuación: Takashi Shimura, Toshirô Mifune, Yoshio Inaba, Seiji Miyaguchi, Minoru Chiaki, Daisuke Katô, Isao Kimura, Keiko Tsushima, Yukiko Shimazaki, Kamatari Fujiwara, Yoshio Kosugi, Bokuzen Hidari, Yoshio Tsuchiya, Kokuten Kodo, Takuzo Kumagaya.
-- Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni.
-- Banda Sonora: Fumio Hayasaka.

-- "Los siete samurais" en IMDb.
-- "Los siete samurais" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Japón, a finales del siglo XVI. En ese agujero historiográfico tan profundo que los textos escolares de Historia ni lo ven siquiera (pero que los críos aprenden igual gracias al manga y a la saga de Azumi), los campesinos las pasan canutas. Porque los señores feudales se echan el banquete a la cara, y los campesinos pagan los platos rotos. Vamos, que aparecen samurais a robarle a los campesinos, y ellos, por no ser samurais, y por lo tanto no estar entrenados en técnicas de combate, tienen que dejarse pillar. Pero ¡NO MÁS! Vamos a rebelarnos, vamos a sublevarnos, vamos a enseñarles. De manera que, recurriendo a la técnica que siempre no funciona, que es la de contratar a mercenarios para luchar contra mercenarios (¡ya lo decía el viejo zorro de Maquiavelo!), van a la aldea y se ponen a contratar a samurais. La tarea sale un parto de gemelos y tres cuartos del parto siguiente porque como los campesinos son pobres, bueno, obtienes lo que pagas. Aún así, siete samurais (bueno, en realidad, considerando que son mercenarios sin amo, deberíamos decir siete ronin, pero así no suena tan bonito, así es que como la peli, dejémoslo en siete samurais) se reclutan para defender a la aldea. Por supuesto, como en todas las pelis de "siete contra el mundo" (¿por qué nunca son ocho o cinco...? Ah, verdá, en "Sailor Moon" eran cinco. Al comienzo, al menos), cada uno de los siete tiene alguna característica particular: el jefe severo-pero-benevolente, el jovencito ávido de sabiduría, el hiératico que viene de vuelta de todo, y suma y sigue. Por supuesto que llegan a la aldea y deben esconder a las doncellas porque los samurais, es que son una tropa de glotones, y se le entran las japonesas al ojo (bueno, no por nada Japón es el país de la cultura idol, que como vemos en esta peli, tiene hondas raíces en el XVI, ehm...). Y ahí están los samurais, preparando sus planes de defensa contra el tiempo, lidiando con campesinos que con muy buena lógica se preguntan para qué demonios alimentan a una panda de inútiles en vez de entregarse de una vez a los bandidos (puro espíritu Los Magníficos, que a cambio de liquidar a los extorsionadores te extorsionan de vuelta lo suyo)... hasta que de pronto la amenaza se hace presente y real... los bandidos aparecen... y entonces los siete deberán lidiar con decenas...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Akira Kurosawa debe ser el cineasta japonés más conocido en Occidente. Algo no demasiado difícil de conseguir cuando se es el cineasta japonés más occidentalizado de todos. No en balde, Akira Kurosawa hizo la bravata de adaptar nada menos que a William Shakespeare dentro del cine histórico japonés (¡y se salió con la suya, para colmo!). Ahí tienen esa versión bastarda del "Rey Lear" que es "Ran", por ejemplo. Akira Kurosawa afrontó el dilema propio de muchas culturas originariamente no occidentales (incluso acá en Chile), de ser ultrazelotas renegando de todo lo que huela a europeo, o aceptar con los brazos abiertos la herencia occidental, o buscar un camino intermedio que combine las raíces europeooccidentales con la herencia indígena nativa. Kurosawa es uno de los cineastas que eligió ese camino intermedio, con muy buenos resultados. "Los siete samurais" es una de las pelis más influyentes de la Historia (aparte de su remake, el Western hollywoodense "Los siete magníficos", influyó en gentes desde Francis Ford Coppola hasta George Lucas), en parte porque si bien está ambientada en el Japón clásico y sus personajes son de mentalidad también japonesa, la aproximación cinematográfica al asunto es absolutamente occidental (que no vas a encontrar a nadie haciendo el ritual del té ni recitando haikús acá). En esa época, recordemos, el cine clásico hollywoodense estaba en crisis debido a la televisión, al cambio social producto de la nueva juventud rebelde ("Rebelde sin causa" es del año siguiente, de 1955), y en el frente interno al agotamiento de los mecanismos narrativos que habían estado en vigencia desde el inicio del sonoro y la entrada en vigor del Código Hays de censura a inicios de los '30s. Como sea, "Los siete samurais" fue la peli con la que Akira Kurosawa descargó el bombazo en Occidente, siguiendo desde entonces unos treintayalgos años de carrera cinematográfica para el insigne japonés. Que no es poco.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partiré por las malas noticias, para que después no digan que soy hipercrítico o me las doy sacrificando vacas sagradas. Esta peli es demasiado larga. Como buen cineasta "soy artista", Akira Kurosawa incurre en el feo vicio de que "todo lo que ruedo está bien y tiene un sentido para la historia, porque así soy yo de genial y ustedes, pobres borregos, aguántenme", vicio que no le abandonó en toda su cinematografía posterior (a ratos "Kagemusha" y "Ran" se ponen más que un tanto laterillas, y de la ladrillaza "Rapsodia en Agosto" ya no hablemos). Cortándole media hora de metraje, hubiéramos quedado mucho más aviados. La peli tarda en partir lo suyo, mientras se están coleccionando los samurais, y para cuando llegan a la aldea por fin, ya han pasado como 40-45 minutos de metraje. Después tenemos un buen rato más de idas y venidas en tanto la aldea y los samurais se preparan para la batalla. Pero después... Madre mía, lo que viene después. La batalla entre los samurais y los bandidos redimen cualquier pecado cometido en la mesa de edición (bueno, los pecados de cortar y pegar metraje, que con las otros pecados que se pueden hacer en una mesa, de edición o no de edición, yo no me meto). Salvando el despliegue de CGIs y el gore inherente al relajamiento de la censura, la verdad es que este combate final no tiene nada que envidiarle a la batalla del Abismo de Helm en "Las dos torres", en lo que a pulso narrativo y tensión fílmica se refieren. Incluso el hecho de que estemos en paisajes plenamente naturalistas (¡eso podría haber sido rodado en el campo chileno!), le añaden un plus adicional, porque la batalla en definitiva se ve mucho más realista y sucia, que si se tratara de los decorados estilizados que son la marca de fábrica del Hollywood de toda la vida. Servidor quien reseña esto, que estaba mirando el reloj cada cierto rato al comienzo, en la última hora (que es más o menos lo que cubre la batalla) se olvidó del dichoso artefacto de marras, y se dedicó a gozar viendo caer bandidos como malos de la cabeza (y bueno, algún que otro samurai también, que eso del "escudo de fuerza guionística que protege al protagonista", conocido también como "efecto stormtrooper" por la fanaticada, acá no corre). Y con un final que encaja bien con el resto, aunque sea su tantín deprimente, y quizás un tanto poco realista (o quizás más japonés, porque uno puede preguntarse legítimamente cómo la aldea no terminaría por cambiar de amos, en su empresa de contratar renegados para masacrar renegados rivales, como sí ocurre por ejemplo en la muy británica "El último valle", que presenta varias similtudes argumentales con "Los siete samurais").

-- Las actuaciones acá están de lo mejor. Bueno, no sé ustedes, pero servidor se lía un poco tratando de reconocer rasgos faciales distintivos entre tanto ojo rasgado, y eso como que no ayuda mucho a evaluar o gozar de los talentos actorales desplegados por los chicos ante cámaras, pero aún así cada uno está más que bien ajustadito a sus roles. Y era que no, que Kurosawa era conocido y temido por su perfeccionismo (bueno, no tanto como Stanley Kubrick, pero es que al lado de Kubrick cualquiera es un blandengue). Cada uno de los siete samurais está perfectamente caracterizado y configurado, a veces con muy pocos rasgos. El ingenio del guión está muy bien expresado cuando se nos muestra a un samurai más cercano a la tierra tratando de apoderarse de un rifle y todas sus peripecias para conseguirlo, que bordan lo cómico, mientras que cuando el samurai más reflexivo y experimentado hace lo mismo, se nos hace una larga elipsis que deja sumido sus métodos en el más profundo de los misterios: el resultado final es el mismo (cada uno se hace de un fusil, joer), pero ese simple giro narrativo hace que miremos a un samurai con simpatía y cierta condescendencia, y al otro con un profundo y ceremonial respeto, cuando en esencia, bien mirado, ambos hicieron más o menos la misma proeza.

-- Secuencias notables. Las dos secuencias en que deben apoderarse de los rifles. Las secuencias del samurai más joven con una campesina a la que estratégicamente le han cortado el pelo para que parezca muchacho y los samurais no se la agarren (como si el cine japonés, incluyendo el anime o el manga, le tuviera asco a la ambigüedad sexual, ehm...). La recepción en la aldea. El duelo inicial en que aparece el swordmaster más master de todos.

IDEAL PARA: Ver una clásica peli de acción "japanese style".

2 comentarios:

Piru dijo...

Estupendísima película, mucho mejor que el remake a la americana realizado posteriormente. Es un auténtico clásico del cine en general, no solo japonés y, en mi opinión, también bastante más entretenido que su siguiente versión.

Un saludo General

Anónimo dijo...

Classico para todos los otakus que les guste el anime de samurai, aunque por echis razones yo soy mas fan de sailor moon que de kenchin, p pero igual es un clasic.

Segun lei en un libro de stephen king hay otra que es parodia de esta llamada los Los siete magníficos, auque no vi esta ultima si vi otra con trama igual de parodica llamada los 3 amigos que va de lo mismo 3 supuestos pistoleros, enrealidad actores de cine, contratados para acabar con el infame el guapo. Salen Steve Martin, Chevy Chase, como vaqueros.
Finalmente decir que es La misma trama de la pelicula A busg Life de pixar.

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