11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

viernes, 12 de febrero de 2010

"Los cronocrímenes" (2007).


-- "Los cronocrímenes". España. Año 2007.
-- Dirección: Nacho Vigalondo.
-- Actuación: Karra Elejalde, Candela Fernández, Bárbara Goenaga, Nacho Vigalondo, Juan Inciarte, Miguel Ángel Poo.
-- Guión: Nacho Vigalondo.
-- Banda Sonora: Eugenio Mira.

-- "Los cronocrímenes" en su página oficial.
-- "Los cronocrímenes" en IMDb.
-- "Los cronocrímenes" en la Wikipedia en castellano.
-- "Los cronocrímenes" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Héctor está bien sentadito en su casa con su semiotoñal esposa, con su vida bien tranquilita y sin que nada le perturbe, y ¡joer!, es lo que pasa por venirse a una casa en las afueras, que de pronto, así como así, de la nada, te pones a mirar por un par de binoculares y ves a una tía con cuescos bien buenos despelotándose en medio del bosque. Y como más tira un par de t***s que un par de carretas, pues bien, ahí va nuestro hombre a fisgonear, que la feminorra está bien buena a fin de cuentas (se llama Bárbara Goenaga, la actriz, no el personaje, so pajilleros, así es que vayan, y... ¿ya volvieron? Bien, seguimos). Héctor se mete a través del bosque, y... ¡Oh, demonios! Ahí está la chica, bien encueradita (y tiene una academia que, ¡OLÉ!), tiradita en el suelo... ¿Muerta? ¿Asesinada? ¡GLUP! Cuando nuestro buen Héctor está necrohusmeando, ¡sorpresa, que le atacan con un par de tijeras en el brazo! Sale a escape. Cuando se detiene a recobrar el aliento (bueno, lo poco que le dejó la carrera, y andar fisgoneando de las que no hay paraíso también), mira otra vez, y ¡Jesuh-María-Joseh, es un hombre con la cabeza toda vendá! Vamos arrancando de nuevo (¡sí, señores, ríanse conmigo, estamos viendo una slasher movie hispánica en la que el prota no es un musculoso y aguerrido joven, sino un vetustus pelao y fondón!). El hombre salta una cerca y se mete al interior de una casa de arquitectura de peli Sci-Fi sesentera que, por supuesto, no augura nada bueno. Mientras tanto, va cayendo la noche. Un poco más que sigue y sigue y sigue, y ¡blup!, acaba de lleno dentro de una cubeta de un líquido lechoso de muy discutible prosapia. Cuando a los pocos segundos sale, mira por la ventana... ¡y es de día de nuevo! ¿Qué ha pasao, macho? Que hace unos minuticos era de noche, joer, y ahora es de día... ¿Qué mierda de hongos le metieron a ese líquido, y por qué mierda me lo bebí? No, macho, le dicen, que no te lo has bebío ni estás fumao, que esto es una máquina del tiempo, joer, y ¿te acuerdas de ese día de pesadilla en que viste a una buenorra en santas pelotas y después te persiguió un maniático con la cabeza con vendas y con tijeras? Pues que vas a revivir el mismo día otra vez. Joputá, claro, pero es lo que tienen los viajes en el tiempo, joer...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los viajes en el tiempo son tema de rancio linaje en la Ciencia Ficción. No es descabellado considerar que el género mismo principia en la literatura con "La máquina del tiempo" de H.G. Wells (adaptada al cine como "La máquina del tiempo" o "El tiempo en sus manos", a según si eres espalda mojada o ezpañoh...), aunque el buen Wells no se atrevió a meterse con la pregunta fundamental que el capítulo "Tiempo y castigo" de "Los Simpsons" sí se atrevía a afrontar con los dos bolones de hierro de Homero Simpson: ¿que pasa si regresas al Mesozoico y bostezas y te tragas un mosquito? Pues que cambias toda la Historia, y no llegarás a existir. Bueno, hay un problema peor, que es el qué pasa si un mosquito del Mesozoico bosteza y te traga a ti (en esa época tenían el tamaño, probablemente), pero aunque te mueres digerido por sus potentes e insectiles jugos gástricos, acá en puridad no hay paradoja temporal, así es que no tenemos problema (nosotros, el resto de los mortales, no tú, cuyos pedacitos están chapoteando en clorhídrico del bueno). O como ese bizarro capítulo de "Futurama" en el cual Fry descubre que es su propio abuelo, el muy degenerete. O ya puestos en serio, cuestiones similares planteadas por "Rescate en el tiempo", por "Desafío al tiempo", por "Pídele al tiempo que vuelva" (también por "Terminator", pero como ésa no tiene la palabra "tiempo" en el título, no la menciono porque me rompe el chiste). "Los cronocrímenes" es la humirde aportación que le aportamos que le dijimos, al cine de paradojas temporales. Hecha con dos chauchas del vuelto del pan. Apoyándose, miren qué horror, ¡en un buen guión en vez de los FXs a lo "Terminator 3: La rebelión de las máquinas"! ¿En qué estarían pensando? ¡Ah, sí, en el remake yanketa de pro, que parece se va a llamar "Timecrimes" y viene para el 2011! Y nosotros que pensábamos, que el fin del mundo venía en el 2012...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Er... Hmmmmmm... ¿Apoye la cinematografía nacional? No, ese argumento no me convence, yo soy chileno y no baturro. ¿Apoye la cinematografía en castellano? Bueeeeeeno... Si asumimos que el idioma ezpañoh es una especie de subdialecto del castellano de toda la vida, claro. Porque, a ver... ¿vale la pena ver esta peli? En un sentido sí... y en otro sentido no. Por un lado, tenemos una peli correctísima, en la que la falta crónica de presupuesto del cine extrayanki se tapa de lo más bien y ni siquiera molesta. O sea, al igual que la denostada y aún así buena "Abre los ojos", no hay FXs de encender fuegos artificiales y disparar, vale, pero tiene su ingenio que la máquina del tiempo sea una cubeta llena de líquido, lo que ahorra gastarse un pastón en eso precisamente, en los FXs. El guión también está bueno, con todas las piezas estupendamente bien colocadas (bueno, en términos de guión el empelote de la actriz Bárbara Goenaga es superfluo, pero es que oigan, en primera nadie iría a ver una peli española en donde alguna chica no muestre carnazo, y en segunda la morocha está cañón), y si bien el asunto tarda en arrancar y ponerse interesante, cuando lo hace está bien. Con poquitos mimbres, se construyeron una estupenda peli de paradojas temporales, que en nada desmerece a productos yanketas mucho más pulidos de dinero. Incluso, cosa rara, el asunto de las paradojas temporales va bien aderezado con una pasada al estilo Slasher Movie, y una segunda pasada que podría ser vista como una comedia negra (servidor quien esto escribe, por lo menos, se partió de la risa en más de alguna ocasión... aunque probablemente no fuera la intención del guionista/director, todo sea dicho). En algunos minutos el guión no puede evitar caer en algunos tics y manías del cine culturetoide hispano de toda la vida (que el prota a ratos se aliena de la sociedad y se vuelve loco, joer, que una peli en V.O. español no es peli V.O. español hasta que el personaje principal se aliena de la sociedad y se vuelve loco, joer de nuevo). Pero quizás el problema más grande, es que si te has visto una chupetecientorrada de pelis sobre viajes en el tiempo, no te vas a encontrar ninguna sorpresa aquí. Que ya sabes lo que va a pasar, vamos. O sea, que este detallito casual que viste, y que no debería sorprenderte, en realidad ya sabes, porque el género es así, que no es un detalle casual y que en X minutos más de peli te lo van a explicar como otra paradoja temporal más. Y esto, como que arruina un poco la fiesta. O sea, si no has visto demasiadas pelis de ésas de qué se han fumao para enredar tanto el curso de la flecha temporal (y, alternativamente, no te has mamao cincuenta veces "La Era de Apocalipsis" y exmeníadas similares), ésta te la vas a gozar como chino, pero si ya has tenido tu buena ración de Kyle Reese y Sarah Connor por sus buenos restos, entonces la cosa va a quedar en un entretenimiento insubstancial, en la frikada de "miren, es una de viajeros en el tiempo que la cagan cuando vuelven al pasado, pero hablada en ezpañoh y con despelote mamario en las serranías cervantinas cantadas por Antonio Machado, hombre". Y es una lástima, porque en verdad esta peli merecía un destino mejor. Aunque por otra parte, si los yankis se fijaron en ella para hacer su propio remake ("Timecrimes", en su cine favorito en el año 2011, según anuncio de IMDb), entonces la peli igual tenga todavía capacidad de sorprender al personal. Igual, cuando tengamos la versión yanki, podremos pedorrearnos en ella, y sacando pechito con auténtico espíritu de fraternidad hispanoamericana, decir "sí, la versión hispana está hecha con cuatro duros, pero tenía dignidah... y un prota calvito y con michelines, y lo queremos por eso". Sí, hombre, lo queremos por eso. Porque es hispano, grande y nuestro.

IDEAL PARA: Completistas del cine hispánico y del cine de Ciencia Ficción de paradojas temporales, y por qué no decirlo, si alguna vez quieres ver un producto fílmico decente en vez de toda la morralla direct-to-DVD que viene de los Yueséi.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "LOS CRONOCRÍMENES":

-- "Los cronocrímenes: a viajar en el tiempo" en Plano Subjetivo.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español, sin subtítulos].

4 comentarios:

Davo dijo...

¿El dialecto "ezpañoh" es una especie de subdialecto del castellano? Madre mía, cuánto daño hace la ignorancia. El español es un idioma desarrollado a partir del concepto de koynè, es decir, conformado a partir de numerosas contribuciones tales como el euskera, el galego, el mozárabe, el catalán... siempre manteniendo su base latina, claro está. La identidad del español se basa indudablemente en la aceptación de elementos externos a él, adstratos lingüísticos que le otorgan su especial razón de ser.
En otras palabras: el español es la lengua que emplean todos los hispano-hablantes, guste o no el término. Si a los sudamericanos no les agrada decir "español" es simplemente por razones históricas y sociopolíticas, pero debajo de tamaña mascarada sólo yacen los complejos de unas cuantas naciones emancipadas de Herodes (la obsoleta administración de una España carpetovetónica) para caer en Pilatos (la hegemonía económica anglosajona).
Algo parecido sucede en España, el español es un vocablo que empieza a ser tabú, porque las periferias regionalistas niegan su existencia. Por eso ha medrado el uso del término "castellano" para referirnos a nuestra lengua común. Yo, como andaluz, me siento insultado con la apostilla empleada en esta página. ¿Ha pretendido el autor burlarse de mi habla al escribir de forma pedestre y sandia el término "ezpañoh"? Me temo que sí. Bueno, un servidor también podría incurrir en valoraciones de tan baja estofa y responder con otras calificaciones parecidas acerca del español hablado en Chile, pero no vale la pena, pese a la desazón que me produce la escucha de tan perezosa e interminable variedad de mi idioma; pero es preferible el conocimiento y el entendimiento mutuo, digo yo.
Lo cierto es que toda la comunidad de hispano-hablantes empleamos el español. Es éste la LENGUA, que se divide a su vez en VARIEDADES DIALECTALES o VARIEDADES DEL ESPAÑOL. Entre esas variedades están el castellano, el andaluz o el canario, por supuesto, el chileno. Que quede bien claro: el castellano es una variedad del español, y se halla al mismo nivel que cualquier otra variedad, ni por encima, ni por debajo; es, simple y llanamente, otra forma de hablar el español, como el chileno. Y ambas variedades se encuentran al mismo nivel. La normativa creada en torno al uso de nuestra lengua común se centra en el uso del español, no del castellano, como actualmente se empeñan en hacernos comulgar en tantas regiones no sólo ya de mi país, sino de mi planeta, únicamente por razones espurias que no atañen a verdaderos argumentos lingüísticos.

Un saludo desde España. Espero que este comentario sirva para unirnos a partir de una herencia cultural común y no para segregarnos en vana búsqueda de lo individual o nacional, que no sé qué es lo peor.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Davolico, soy un compatriota tuyo. No creo que el general Gato haya querido menospreciar al español que hablamos en España (porque además hablamos con varios acentos distintos). Creo que es una forma de humor políticamente incorrecta con ánimo de crear complicidad entre todos los hispano-hablantes (incluidos nosotros), pero nada más. Lo que dices sobre los aspectos lingüísticos es cierto (todos lo sabemos): el idioma hablado en España e Iberoamérica es el español. Después, según el área geográfica, uno habla con acento castellano (la lengua originaria), chileno, argentino o de las chimbambas.
Respecto a la película, supone todo un hito en el panorama cinematográfico español el poder encontrarse de vez en cuando a un joven director como Vigalondo, con ganas de hacer un imaginativo relato de ciencia-ficción. Y como casi siempre, a este director le han puesto tantas trabas en nuestro país que ha decidido emigrar y hacer su próximo film en el extranjero. En fin.

Saludos a todos

General Gato dijo...

Como diría un barriobajero de Chile... (léase con tono ligeramente alto y gangosonasal): "¡Chiá, loo-go, soi tillible picaaao!" (traducción a la lingua franca hispanocentrosudamericana: "oiga, caballero, usted se enoja con facilidad"). Bueno, ahora en serio. El tema de los idiomas siempre es complicado en primera porque evolucionan (palabras que caen en desuso, extranjerismos, barbarismos, etcétera), y en segunda porque no se pueden establecer en puridad las fronteras entre idioma e idioma y dialecto y dialecto, como bien lo sabe cualquiera que viaje a una zona fronteriza entre idiomas. Después de todo, el castellano, el catalán, el gallego, el portugués, el italiano, el francés, etcétera, todos algún día fueron variedades del latín, y ya vemos... Y el inglés, sin ir más lejos, es un híbrido de alemán con francés normando medieval... Y ya vamos en camino a la construcción de un Spanglish... El idioma que hablamos hoy en día no llegó para quedarse, sino que a su vez irá cambiando y mutando, eso le pongan el nombre que le pongan (castellano, español, qué más da). Habrá quienes reivindiquen el idioma como seña de identidad de esto o aquello, pero a las últimas, los porfiados vocablos seguirán su camino más allá de lo que lexicógrafos de izquierdas o derechas quieran tratar de imponer...

Y ahora volviendo a lo nuestro, a la peli, la noticia de que el señor Vigalondo haya decidido emigrar para que lo traten mejor afuera, no me sorprende en lo absoluto. Después de todo, mientras que un cuarto de mis lectores son de España, casi nadie en Chile me lee (incluyendo la mayor parte de mis amigos...). ¡Por algo dicen que nadie es profeta en su tierra!

General Gato dijo...

Y bueno, yo el maleducado, irme sin despedida. Saludos a todos. ;-)

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