11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 9 de marzo de 2008

"Serpico" (1973).


-- "Serpico". Estados Unidos. Año 1973.
-- Dirección: Sidney Lumet.
-- Actuación: Al Pacino, John Randolph, Jack Kehoe, Biff McGuire, Barbara Eda-Young, Cornelia Sharpe, Tony Roberts, John Medici, Allan Rich, Norman Ornellas, Edward Grover, Albert Henderson, Hank Garrett, Damien Leake, Joseph Bova.
-- Guión: Waldo Salt y Norman Wexler, basados en el libro de Peter Maas.
-- Banda Sonora: Mikis Theodorakis.

-- "Serpico" en IMDb.
-- "Serpico" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Man down! Man down! I repeat, man down! La sirena de una ambulancia anuncia cómo se están llevando a un oficial de urgencia al sanadero. Dicen por ahí que han baleado a Serpico, alguien pregunta que quién lo ha baleado, y uno por ahí dice cínicamente que conoce a unos seis oficiales que estarían felices de haberlo hecho... ¿Cómo demonios llegó Serpico a ser tan impopular? Veamos. Había una vez un buen oficial, que juró proteger y servir, y que por puro espíritu de superación personal, empieza a tratar de estudiar, mejorar, etcétera, en vez de ir por el lado fácil, o sea, aceptar sobornos por parte de malandrines para que no los sequen entre rejas. Este oficial, Frank Serpico, por puro meterse en estudios cada vez más estudiosos, pues bien, acaba metido en la contracultura estudiantil. Para su desgracia, son los ilusos y utopianos '60s, en que los nenes hijitos de papá se asqueaban de su propia riqueza y usaban la mesada de papito para enpeyotarse unos porros y cambiar al mundo desde la óptica lisérgica (después maduraron y se transformaron en los impulsores seniors del corporativismo ochentero... con la plata de papi, igualmente). Frank Serpico no sólo acaba metido en eso, sino que le toma el gusto a eso de andar con las charnas desgreñadas, y además toma clases medias extrañas (¿ballet?), aunque por otra parte, se moja alguna linda rubiecita, así es que todo está bien, por ese lado. Algunos nenes se tomaron el asunto de lo hippie en sorna, para fornicar como conejos so excusa de que estaban en el viaje y no se daban cuenta, o estaban abriéndose a las puertas de la percepción, etcétera, otros se lo tomaron un poco más valientemente y fueron a protestar contra Vietnam, escondidos en el anonimato de la multitud, pero la borrachera sesentera coge bien mal parado a Serpico, que se lo toma tremendamente en serio y empieza no sólo a cuestionar el sistema, cosa que siempre es saludable por aquello de la válvula de vapor, sino a... ¡horror! ...tratar de cambiarlo. Y la emprende con la corrupción policíaca. Más alto. Y más alto. Y cada vez más alto. Hasta hacer un escándalo de todo. Pasa lo que debía pasar: los polis corruptos (o sea, la mayoría, la leche de la nata, la ballena del aceite, el tabaco del cigarrillo), en vez de hacer examen de conciencia y preguntarse con humildad y contrición si deberían abjurar de sus malas vidas y empezar a esforzarse otra vez por hacer un trabajo honesto y bien hecho, deciden que todo está bien como está y los peatones a joderse, y ese maldito Serpico que se le suelta el 33rpm, pues algo habrá que hacer con él, que no van a sacrificar sus, ejem, pensiones para la vejez, por cositas tan tontas como evitar que la sociedad civil sufra a manos de la delincuencia y cosiacas así. La suerte de Serpico está echada, pero no se irá sin dar pelea (es Al Pacino, ¿OK?).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Algo olía mal en los yanketas '70s. Las semillas estaban incubándose ya en los '60s. Los nenes del baby boom crecieron y trataron de cambiar a la sociedad, pero empotrados en drogas hasta las patas y con la mano en las bragas de alguna señorita, leyendo los dislates de los beatniks y de algún oportunista mahavira oriental, difícil es que pudieran hacer algo, y así el país siguió precipitándose hacia el despeñadero de Watergate (que por cierto, es del mismo año que esta peli). Que el sistema entero estaba podrido desde la raíz hasta la médula es algo que ya venía proclamando, muy visionariamente, el bueno de Harry, que en la peli "Harry el Sucio" estiraba un tanto el concepto legal de "homicidio justificado" para hacer su trabajo. Serpico, en la otra trinchera, buscaba en cambio apegarse lo más posible a la letra de la ley. Por algo Harry el Sucio gana y Serpico termina abaleado (punto para Harry). Siempre los polis han tenido manzanas podridas en el cajón, pero es que en ese tiempo, había suficientes manzanas podridas como para hacer jugo de pulpa de fruta para regimientos completos. La historia de Serpico entusiasmó a alguien que escribió un libro (siempre hay quien hace trabajo de investigación sobre estos outsiders bienintencionados gracias a los cuales el mundo más o menos funciona). Luego, el libro cayó en las manos del inefable productor Dino de Laurentiis, en aquellos años muy activo al otro lado del charco, en su nativa Italia, y con ansias de pasarse al otro lado, a los USA, donde está el money (en ese tiempo produjo "La Biblia", "Capricho a la italiana", "La batalla de Anzio" y "Barbarella", y después de "Serpico", ya bien instalado en Hollywood, produciría pelis como el "King Kong" de 1976, "Orca", "El huevo de la serpiente", "Flash Gordon", "Conan el Bárbaro", "Duna", "El cuerpo del delito", "Asesinos", "Hannibal"... hombre múltiple del cine). Ni corto ni perezoso, de Laurentiis llamó a Al Pacino, superestrella desde que le diera vida a Michael Corleone en "El Padrino" (otra que incidentalmente toca el tema de la corrupción). El resto fue coser y cantar: "Serpico" se transformó casi en un clásico instantáneo. Y con notables razones para ello.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Los lectores que saben un poquito de cine esperarían que partiera por Al Pacino. Pero no. Al César lo que es del César, y a Lumet lo que es de Lumet. Si quieres cine con nervio y garra, quienes a Sidney Lumet en la dirección. Su filmografía incluye "Doce hombres en pugna", "Asesinato en el Expreso de Oriente", "Tarde de perros", "Network: Noticias que matan"... Y bueno, algunas quizás no tan inspiradas (el remake de "Gloria", "Un extraño entre nosotros", "Negocios de familia"...), pero que siguen mostrando la huella de alguien que conoce su oficio. "Serpico" nos muestra al mejor Lumet, a uno en plena forma, lo que es más o menos sinónimo de decir una de Arnold Schwarzennegger en la que Arnie pega sus golpes más contundentes. Como cualquier peli estilo "basada en un hecho real" (ya pueden irlo diciendo en "Gangster americano"), la acción amenaza con tornarse aburrida porque no se puede dotar a una peli así de espectacularidad sin traicionar a Su Majestad La Vida, pero es la zarpa de Lumet dirigiendo lo que le da una enorme tensión dramática.

-- Ahora sí. Al Pacino. Uno dice "Al Pacino, gran actor", y todo el mundo asentirá como si hubieran escuchado las Bienaventuranzas y el resto del Sermón de la Montaña. Sin embargo, ya sabemos que Al Pacino se hizo un cartel como gran actor en los '70s, y después empezó a declinar cada vez más, abusando de su propio arte y de la complacencia del público, para ofrecer roles cada vez menos intensos e interesantes. Su rol en "Serpico" es de los buenos, es de cuando todavía tenía que hacerse un nombre a pulso. "El Padrino" lo hizo un grande, y en "El Padrino II" se consagró, pero entre medio rodó "Serpico", y con eso demostró que su gran rol como Michael Corleone no había sido una casualidad. Su personaje es intenso y apasionado sin caer en el cliché del héroe justiciero buscando redimir a una sociedad enferma (incluso, queda bien en claro que Serpico es un personaje más extraño que héroe), y es falible y capaz de caerse. A la larga, esto hace de Serpico un héroe más admirable que un simple Yo-Soy-La-Justicia. Gracias, Pacino, por rol concedido.

-- El tema principal de la peli, por desgracia, es el de siempre: ¿Quis custodiet ipsos custodes? ("¿Quién cuida a quienes deben cuidarnos?", en traducción libre). Se supone que la policía vigila las calles para que rateros y malacatosos no la emprendan con nosotros, los ciudadanos decentes, pero por otra parte... ¿por qué ellos iban a arriesgar más el pellejo que nosotros mismos por eso? Se supone que para eso tienen vocación de policías, y también existe eso de, perdonen la redundancia, "vocación de servicio", pero... ¿quién dice que la gente se hace policía por las razones correctas? Piénsenlo, se supone que mucha gente se hace médico o abogado porque quiere luchar por la vida o la justicia, pero no pocos lo hacen por los escuálidos ingresos monetarios (y muchos se hacen profesores porque el puntaje de la PSU no les da para más). Esta peli plantea crudamente dicho problema. No es sólo que los polis corruptos reciban maletines tránsfugas con una sonrisita de "BUAHAHAHAHÁ, qué malo soy". Vemos toda la institucionalización de la corrupción, hasta el punto que tienen redes para recolectar el dinero de los sobornos. Y los polis corruptos no se ven esencialmente malos. Uno de los polis corruptos se encarga de advertir a Serpico, incluso por su propio bien, sin tenerle inquina especial: no es necesario que te disparen directamente. Simplemente te enviarán el primero a la línea de fuego, o te comisionarán a los barrios más peliagudos, o estarás en un tiroteo y tus compañeros no te respaldarán, o te apuntarán y ellos mirarán para otro lado, y todo lo que suceda de ahí en adelante será un lamentable accidente. Curiosamente, existe más de un punto de coincidencia entre Serpico y Harry el Sucio. En la primera, en la "Harry el Sucio" original (que como decíamos, es dos años anterior), decían de Harry que le decían "el Sucio" porque le mandaban a hacer todo el trabajo desagradable que nadie más quería, y él lo hacía por una impecable vocación del deber (aunque sus métodos eran un poco, ejem, expeditos). Quizás es el destino de los grandes: terminar haciendo el trabajo sucio de los demás, para que éstos puedan engordar tranquilamente.

IDEAL PARA: Ver una peli poderosa, realista y sin concesiones, sobre un tema que, bien mirado, debería preocuparle a todo el mundo.

No hay comentarios.:

Seguidores