11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 6 de julio de 2008

"WALL-E" (2008).


-- "WALL•E". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Andrew Stanton.
-- Actuación (voces de, en el original inglés): Ben Burtt, Elissa Knight, Jeff Garlin, Fred Willard, John Ratzenberger, Kathy Najimy, Sigourney Weaver.
-- Guión: Andrew Stanton.
-- Banda Sonora: Thomas Newman.

-- "WALL-E" en su sitio oficial en español.
-- "WALL-E" en IMDb.
-- "WALL-E" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Es un bello y pasteloso día allá afuera en la Tierra. Pero no diré "los pajaritos cantan y las flores saludan al Sol". Hay Sol, sí, pero no birds, no flowers. Sólo vastas y vastas cantidades de basura. Y en medio de todo eso corretea el último habitante de la Tierra. Su nombre es WALL-E, y es un simpático robotito que, fiel a los ideales que hicieron Grande a la Nación, no necesita estar conectado a teletrabajo ni tener supervisión superior directa para cumplir su misión tal y como se le enseñó a hacerlo, hace la sepetecientada de años. Su único amigo es una simpática cucaracha que corretea por ahí, y que lo mira salir, meterse basura, compactarla, escupirla, apilarla, meterse basura, compactarla, escupirla, apilarla, meterse basura, compactarla, escupirla, apilarla, meterse basura, compactarla... bien, creo que ya me entendieron el punto. Un día cualquiera, un simpático rayito de luz roja aparece en el suelo. WALL-E, nuestro simpático Waste Allocation Load Lifter - Earth-Class, curioso e inquisitivo como él solo, va a buscar de qué se trata, y cuando descubre, termina a milímetros de ser achicharrado por las potentes toberas de un cohete espacial, que después de anunciarse de tan discreta manera suelta como paquete una nueva compañera de trabajo, pero destinada a otra sección corporativa diferente... más "ejecutiva", si me entienden. El pobre WALL-E queda entonces flechado por sus ojitos azules (¡literalmente!) y piel blanca como... como... bien, esto de antromorfizar a los robots siempre es complicado. Sigamos. El pobre WALL-E se queda igual que los niñitos cuando llega una linda nueva niñita al Colegio y no encuentra como acercársele y hablarle sin que le den de calabazas (además que la robota tiene un acabado que la hace la Scarlett Johansson de las autómatas, pero un genio de los demonios que ya no hablemos). Pero WALL-E es persistente, e insistirá hasta ganarse el corazón (metafóricamente hablando, claro está, que los robots no tienen el músculo de la vida) de la recién llegada, que dice llamarse EVE. Todo podría marchar bien para WALL-E, de no ser porque EVE ha sido diseñada para un fin que está más allá del conocimiento y comprensión del pobrecito apilador de cubitos de chatarra comprimida. Pero no se rinde. A pesar de tener la personalidad de un niñito chico, WALL-E en el fondo es viril, y cuando EVE deba cumplir con su misión, WALL-E llegará hasta donde jamás imaginó que podría viajar, en busca de desconcertantes respuestas sobre el destino de la raza humana... y sobre eso que empieza a sentir en sus circuitos por... EEEEEEVEEEEEE... (luego dicen que el amor no nos hace mongos)...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Esta gente de Pixar la sabe hacer. Rompieron todos los moldes con "Toy Story", crearon finas pelis como "Bichos" y "Monsters Inc.", parieron monumentos como "Buscando a Nemo" y la apoteósica "Los Increíbles", y cuando parecía que la creatividad se estaba agotando y sus pelis empezaban a apostar por fórmulas clásicas y consagradas (léase entretenimientos divertidos, pero un tanto moralizantes, como "Cars" o "Ratatouille"), irrumpen con ESTO. Fieles a cierta tradición según la cual las pelis para niños no deberían referirse a esa sucia política o esa aburrida economía y cosas así, las pelis Pixar siempre han abordado temas más metafísicos (bueno, algunas más que otras, y es que "Los Increíbles" era una enorme parábola sobre el ser diferente y sobre las complejas relaciones entre la sociedad humana y los miembros que pueden hacer algo para cambiarla, para bien o mal). En este caso dieron un paso hacia el tema de moda en el 2000, y con razón: la ecología. A estas alturas del partido hay que ser demasiado ciego para no darse cuenta de que estamos liquidando no a nuestro planeta, que es demasiado grande para cargárnoslo por mucha antropolatría que le pongamos al proceso, sino a nosotros mismos, disparándonos en el propio pie, devorando aceleradamente los recursos naturales y convirtiéndolos en basura, y aniquilando de paso el equilibrio ecológico que nos permite cultivar/apacentar/pescar los alimentos indispensables para nuestra propia supervivencia. Era algo que la ciencia ficción de los '60s y '70s ya apuntaba ("Cuando el destino nos alcance", por ejemplo, con el final que sufre Charlton Heston cuando descubre el horripilante secreto de la supervivencia humana en un mundo superpoblado), pero que en los '80s se desvaneció frente a la más inminente amenaza del cáncer corporativo y de la maquinización/deshumanización del ser humano ("RoboCop", "Terminator"), que en los '90s pasó a ser preocupación por la realidad virtual ("El hombre del jardín", "Mátrix"...). Ahora en el 2000 tenemos otra vez la catástrofe ecológica servida ("El día después de mañana" por ejemplo), y ya bastante más cerca que a la vuelta de la esquina. "WALL-E" lidia también con el día después. O con 700 años después, mejor dicho. Pero la idea es la misma.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Quienes son lectores de larga data de Cine 9009 saben que digo muchas veces "esta peli es entretenida y está bien facturada" como razón suficiente para verla, y si alguien espera más del cine, bien, supongo que no la verá de todas maneras. Pero pocas veces, o casi ninguna, digo algo como lo que diré ahora. "WALL-E" es un clásico instantáneo. Un cinco estrellas de cinco. Es, con mucho, la mejor peli de la hornada de blockbusters Mayo-Junio-Julio del 2008. Es muy superior en su enfoque postapocalíptico a la yankimesiánica "Soy leyenda", y es probablemente no sólo la mejor peli de Ciencia Ficción del 2008, y una muy seria candidata a Mejor Peli de Ciencia Ficción de la Década. Estoy seguro de que en Marzo de 2009, la Academia se contentará con darle un Oscar a la Mejor Película Animada o algún premio menor por el estilo, pero la verdad, merecería de sobra el Oscar a la Mejor Película, de frentón. Pixar se ha superado a sí misma, y Andrew Stanton, que era entretenido pero un más que tanto formulaico en su anterior "Buscando a Nemo", aquí está grande como la vida. La peli no se deja riesgo por correr. Sus dos grandes protas, WALL-E y EVE, son dos robots que apenas balbucean algunas palabras (no lo necesitan, son robots, ellos se comunican a chasquidos, pitidos y silbidos), lo que es la manera ideal de conseguir que el público no entienda qué carajos se están diciendo... pero todo lo que hacen se entiende a la perfección. La peli respeta sagradamente el principio según el cual no se puede mostrar violencia excesiva en una peli para niños, y aún así tiene grandes secuencias de acción. Echaron también por la borda todos los malditos clichés de pelis animadas: no hay amigos wannabies bocatarros aburriendo a la platea con su "¡hola, soy el nuevo mejor amigo de los niños!" (aparece la cucaracha, y luego aparece una troupe de robots dignos literalmente de psiquiátrico, pero nunca llegan a robarse la peli), no hay canciones (WALL-E a veces se expresa mediante ellas, pero por eso mismo están perfectamente integradas en la peli), no hay superabundancia de homenajes metamodernos a otras pelis o series de TV antiguas que no vengan a cuento (apenas unas referencias/homenajes a "Hello Dolly" que no están de bonus track sino que encajan bien en la trama, y una a "2001: Odisea del espacio" casi inevitable considerando lo bastante que "WALL-E" comparte con la peli kubrickiana), y si bien hay su cuota de moralina, ésta fluye naturalmente a través de la peli. Es más: tampoco en la peli hay un personaje que pueda reconocerse como el villano, y el único que funciona como obstrucción para los protas, tampoco es verdaderamente responsable por serlo. Difícilmente puede uno alabar cosas específicas de esta peli, considerando que no hay prácticamente nada que se pueda criticar, y por lo tanto, encontrar por dónde comenzar los loores y peanes es un tanto complejo. Bueno, los cienciaficcioneros más quisquis encontrarán algunos defectos clásicos de estas pelis (en el espacio el sonido no se transmite, las leyes de la inercia no funcionan así en gravedad cero... lo típico), pero a cambio, el universo futurista que plantea la peli es enormemente autoconsistente, y extrapolando algunas tendencias actuales, suena aterradoramente real.

-- WALL-E es en sí mismo un gran personaje. Su diseño está llevado tan al límite como se puede, tratando de que en verdad sea un robot y no un ser humano ensacado en un cuerpo de metal, como tantas otras pelis plantean. Bueno, hay cosas que no son de robot (se enamora, siente curiosidad por cosas más allá de su programación...), pero es que de otra manera la peli no funcionaría, primero porque no habría tensión dramática, y segundo porque sería algo demasiado extraño a la experiencia humana como para que el espectador pudiera identificarse con el prota, requisito necesario para que cualquier obra pueda tener éxito. Sus creadores le dieron la personalidad de un niño chico, más que un poco torpe en la vida y tímido en el amor, pero a cambio lleno de curiosidad por el mundo alrededor y con mucha ternura. ¡¡¡Sí, señores, tenemos una peli en la que el prota es un niño chico, y se sale del estándar del niñato insufrible!!! WALL-E no pretende ser el insufrible sabelotodo que al final, después de que los adultos la cg... perdón, meten la pata, tiene la respuesta a todo, en su aleccionante inocencia infantil. Por el contrario, a ratos son los propios despropósitos de WALL-E lo que lo meten en problemas. Pero también tiene voluntad de superación, y está dispuesto a lo que sea por EVE (sí, los machitos no siempre somos los monstruos sexófagos que las mujeres cabezotas, o sea el 80% del género, creen que somos, a ver si pescan el memo)... A cambio, la robot EVE está diseñado un poco en el modelo de mujerota cabezota dura-pero-sensible, según el modelo postprincesaleiano que conocemos en la CF desde "La guerra de las galaxias", pero al final resulta ser una pareja perfecta para WALL-E. Esto hace de WALL-E uno de los mejores personajes que nos ha entregado el cine en años. Y ojo, que WALL-E es una creación original para el cine, no una adaptación literaria/televisiva/comiquera/consolera como son la mayoría de personajes cinematográficos de grandes blockbusters que hemos visto en los últimos años. Tanto mayor mérito por ser más grande la apuesta, al no estar basado en ningún precedente monetariamente redituable, que calmara los nervios de los productores siempre ávidos de recobrar la inversión con no menos de un 50-100% de margen de ganancias (y nosotros, pobres mortales, raspando apenas el 5-10%...).

-- Mencionemos también el gran trabajo que ha hecho Thomas Newman, compositor del soundtrack de la peli. Las aventuras de WALL-E no serían lo mismo sin una partitura maestra como la que escuchamos de fondo acá. Hasta el momento no había dado mucho de qué hablar, pese a una ingente cantidad de colaboraciones en muchas pelis notorias del mapa fílmico (desde cosas como "La revancha de los Nerds" y "Desesperadamente buscando a Susana", hasta "Belleza americana", "Erin Brockovich" y "Buscando a Nemo"), pero aquí se saca los zapatos y construye algo realmente grande. Nunca subestimen lo que una buena banda sonora puede hacer por un filme. Y la danza entre WALL-E y EVE no sería lo mismo sin la preciosa suite que Newman les compuso.

-- La parábola ecológicosocial es terrible. Cierto es que jamás se acumulará en la Tierra tanta basura como la que debe recolectar el pobre WALL-E a lo largo de varios cientos de años de hormigoso trabajo (en parte porque no hay tantos recursos en la Tierra para generar tanta basura, y además porque antes de haber conseguido manufacturar tantos desechos, la electricidad necesaria para hacer funcionar las factorías responsables habría reventado el sistema de suministro energético mundial y nos habría devuelto a la Edad de Piedra), pero salvando ese detalle, que podemos tomarlo como un dato para que funcione la peli, la descripción de la sociedad futura es horrible. Trataré de no adelantar mucho de lo que encuentra WALL-E cuando termina viajando al espacio exterior por accidente (por cabezota, mejor dicho, y es que uno hace tonteras cuando está enamorado) , pero sí diré que la molicie y la pérdida de la virtud cívica, y hasta de las propias ganas de vivir, han campeado a sus anchas sobre una sociedad que literalmente lo tiene todo. Y no tenemos que esperar 700 años para ver eso. Ya en la actualidad tenemos personas que viven más en YouTube o en Facebook que en la mismísima vida real, y se cabrean visiblemente si no obtienen recompensa inmediata, aunque sea virtual, por aquello en lo que invierten. ¡Cuánta gente, durante la moda 2005-2006 de los blogs, no empezó uno creyendo que de inmediato se harían populares y famosos en la red por ser tan chupi ellos, y al descubrir que eso no sucedió al día siguiente, abandonaron sus blogs en vez de tratar de mejorarlos y esforzarse por ellos hasta hacerlos productos de calidad, que sus lectores quisieran espontáneamente visitar! Y el lado más siniestro de esa sociedad futurista, digna sucesora del Brave New World huxleano, es por supuesto uno invisible, debido a que los sirvientes de ese futuro son los robots: en nuestro mundo real ya existen criados de ese tipo, maltratados y abusados por patrones que lo tienen literalmente todo en esta vida. Los llamamos inmigrantes ilegales, son sujetos sin derechos (como los robots), y están para servirnos, porque de lo contrario, al igual que arrojamos el robot descompuesto a la basura o lo enviamos al taller de reparaciones, ponemos al inmigrante ilegal detrás de la frontera, y a tiros con él si trata de regresar a buscarse una vida por sobre el nivel mínimo de subsistencia, faltaba más el insolente, querer tratar de vivir... Sí, "WALL-E" podrá ser Ciencia Ficción, pero no es necesario ahondar demasiado para descubrir que se parece escalofriantemente a nuestra propia sociedad real. ¡Ah! Y por supuesto, el medio ambiente fue el que pagó los costos. Mientras esos ociosos humanitos se dan la gran vida, ahí tienen al pobre WALL-E machacándose por 700 años, fabricando cubitos de basura y apilándolos, con estoicismo digno de mejor causa... Bien, al menos no tenía un jefe negrero dándole con el látigo. Eso alivia las condiciones laborales de cualquiera, creo yo.

-- Terminemos con una nota optimista. "WALL-E" apuesta por los viejos valores de toda la vida, y la apuesta no suena forzada ni desesperada, sino que encaja naturalmente con la peli. Los dos robots son capaces de superar sus diferencias, entenderse, y finalmente enamorarse (¡pero por Bastet que las pasa canutas el pobre WALL-E antes de...!). Hay seres humanos que deciden decir "¡basta!" y se rebelan para conseguir una vida digna de ser vivida. Y no importa la magnitud del desastre, no importa cuántos hayan desesperado y arrojado la toalla en el empeño, y no importa cuán perfecta sea una sociedad, siempre hay una posibilidad de hacer las cosas mejor. En ese sentido, la secuencia final de créditos, un homenaje a todas las tradiciones pictóricas en la historia de la humanidad desde el arte rupestre hasta las vanguardias del siglo XX, no sólo es notablemente creativa, sino también un final simbólico perfecto para la peli.

IDEAL PARA: Ver la mejor peli del 2008, una gran peli romántica, una gran peli de aventuras, una gran peli de Ciencia Ficción, y una gran peli a secas.

ENLACES A OTRAS PÁGINAS SOBRE "WALL-E".

-- (Ir a la página). Comentario en Palabrerío.
-- (Ir a la página). Comentario en CGNauta Blog.
-- (Ir a la página). Sobre los ataques conservadores contra "WALL-E".

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado en español de Ezpaña].

3 comentarios:

Ayaxsoul dijo...

mmm... lo voy a decir... si me ponen un revolver en la cabeza y me preguntan cual fue la película de los 00's, yo diré "Wall-e" sin pestañear... pocas películas me han hecho sentir orgulloso de ser un humano capaz de percibir emociones... es una de esas que mandas al espacio para que otras especies conozcan quien eres... y esa secuencia magnifica de los créditos, es apoteosica en su sencillez, la cual tiene un dejo Miyazakiano por cierto...

General Gato dijo...

Andando el tiempo, pareciera ser que sí, "WALL-E" se ha mantenido incólumne como una obra maestra, y quizás va a terminar siendo la joya de la corona de Pixar. Que hartas y de bastantes quilates tiene incrustadas, por lo demás.

Grulio dijo...

Que grande que es esta peli, por Dios!!... terminé de verla y tuve la trepidante sensación de que antes de ver esta peli no había visto nada en absoluto, es como si tuviera una nueva oportunidad de ver las cosas por primera vez, tal y como le ocurrió al capitán de aquella nave en esta peli... que grande por dios!!, qué grande!!!...; pero ahora que lo pienso, tal vez es -así- de grande tan solo porque logró enamorarme como solo me suele suceder las primeras veces... porque no es la primera vez que veo una historia de chico que busca chica, aunque ésta me gusto muchísimo más que las que ya he visto antes... tampoco es la primera vez que veo que las maquinas pasan por alto a los humanos, defendiendo según su lógica el bienestar de los propios humanos; pero esta vez resultó ser una situación más temible (no porque esas maquinas fuesen más formidables o atemorizantes que por ejemplo las de matrix, las de terminator o las de yo robot... sino porque los humanos como contrincantes en ésta peli wall-e resultan ser todo un cero a la izquierda. Imagínense que ni saber parase, por dios!!!).... tampoco es la primera vez que veo un viaje en el espacio exterior, pero mira que bailar como bailan ellos, impulsándose con un bendito extingidor; y qué tal ese viaje de wall-e colgado a la nave de EVE en dirección a la nave nodriza o como se llame que ya no recuerdo. Todo un show la verdad. (Y aquí vale recalcar un error en la peli, porque cuando esa nave con EVE y el tal Wall-e colgando fue directo desde la tierra a la nave nodriza -no usó- la velocidad especial que si usó la tal nave nodriza cuando el capitán la puso en curso a la tierra)... en fin... que con esta peli me enamore como si lo que vi en ella lo hubiera visto por primera vez, pero la verdad mucho de ello ya lo había visto antes... pero que atino por dios!! que atino!!

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