"Radio Corazón". Dirigida por Roberto Artiagoitía. Protagonizada por Manuela Martelli, Daniel Muñoz, Daniel Alcaíno, Claudia Di Girolamo, Juana Vale, Néstor Cantillana, Amparo Noguera, Tamara Acosta, Felipe Braun, Katyna Huberman, María Paz Grandjean, Bastián Bodenhöfer, Roxana Campos, Claudia Santelices, Alvaro Salas. Chile. Año 2007.
¿De qué se trata?
¡Bienvenidos una vez más a su gran programa radial, "El Chacotero Sentimental", los estaremos acompañando desde las dos hasta las cuatro de la tarde...! Todo Chile escucha y sintoniza el programa radial que conduce el Rumpi, y en el cual se desatoran todos los atorados con sus cuitas y chirindangas sentimentales. Como por ejemplo Nice, una curvilínea estudiante de Cuarto Medio (Manuela Martelli, ¿OK?), que no quiere perder su virginidad con cualquier hueón calentorro, y como tiene con sus amigas un pacto de llegar a los 18 siendo una mujer, pues bien, tiene que ponerse en campaña, aunque eso signifique nada menos que, ejem, extorsionar a su propio padrastro para que éste le haga la faena (como sufre Daniel Muñoz, ¿eh?). O Sandra, una señora bien alterna, y con recursos económicos para dárselas de alterna, claro está, que tiene a su hijo too pollerúo y mamón, y que recibe en su casa a la noviecita de éste (su futura nuera) porque se van a casar... y descubre poco a poco que la nuera está bien buena, la suerte de su hijito, y cómo vamos a desperdiciarla, dice ella... O como Valeria, una especie de mayordoma e institutriz de niños en un fundo patronal bien apatronao, en el cual hay una fulanita con pasaporte a fecha pa'l patio 'e los callaos, que se dice a si misma "bueno, yo me voy a morir, así es que dejemos a mi joven y apuesto maridito con una chica linda que cuide a los niños", y le pide a la Vale, pobrecita ella, que se sacrifique y se tire a su marío para que éste se enganche. Esa onda, compa're... La 'urazna, logo...
El espíritu de los tiempos.
La democracia ha avanzado en Chile a trompicones. En 1990, cuando Patricio Aylwin asumió la Presidencia de Chile, agarrándole a tirones con sonrisa la banda presidencial a don Daniel López... perdón, don Augusto Pinochet Ugarte, pues bien, en ese 1990 todos creían que la democracia llegaba acompañada de un destape a la ezpañola en que íbamos a poder ver tetas y culos al aire, con lo que fueran a ser los equivalentes chilenos de Marta Sánchez... Y, puez no, porque después de exhibir a la medianoche teleseries calentorras como "Pantanal", o de que Patricia Rivadeneira se falopiara con la bandera chilena en un discutido desfile, los moralistas dijeron que democracia zí, zeñó, pero libertinaje no, carajo, así es que todo se reprimió de nuevo, como en los mejores tiempos de nuestro benemérito Capitán General. De modo que cuando en 1995 salió un programa radial desencartuchado como "El Chacotero Sentimental", en que la gente tenía tribuna para contar sus penas y aventuras amorosas, resultó un éxito brillante. Era el programa justo para el momento justo, porque dejó en evidencia que Chile no era como los pechoñeques querían que fuera, tranquilo y gris, sino uno rabiosamente vivo y multicolor. El tirón dio incluso para una peli, "El Chacotero Sentimental", precisamente, que de tan exitosa, siempre se dijo que venía la segunda parte, lo cual en el fondo es una cretinez, porque no puede haber una segunda parte para una peli que en realidad es una colección de tres cortos. Pero como el Rumpi, el conductor del programa radial y productor de la peli, ha ido cada vez más en la cuesta abajo, pues en algún minuto tenía que reverdecer laureles. Así es que aquí tenemos otra vez calcadita la fórmula de "El Chacotero Sentimental", nueve años después de la anterior, en la peli "Radio Corazón". Que todavía una peli como ésta funcione, es sintomático: parece que en nueve años, el país no ha avanzado mucho, porque en un país en donde no estuvieran tan bien aposentados los enemigos de la democracia, una película como ésta estaría condenada irremisiblemente al fracaso...
¿Por qué verla?
- ¿Podríamos decir que por ser una radiografía del Chile actual...? Mmmm... Quizás. La primera historia, la de la chica empecinada en perder la virginidad, claro que sí. Después de todo, las pokemonas hoy en día están todas sueltas, y lo que es peor, no tienen responsabilidades sexuales de ningún tipo, simplemente porque nadie se ha preocupado de inculcárselas (los grupos conservadores no cuentan, para ellos "inculcar responsabilidad" es enseñar a rezar el rosario y elevar las plegarias a personajes de ciencia ficción como Dios o la Virgen María, en vez de promover el uso del condón, enseñar sobre el SIDA, o desarrollar planes educativos que compatibilicen la vida sexual con la sentimental). La segunda es demasiado elitista como para resultar interesante como radiografía del Chile actual; digámoslo con todas sus letras, la mamita alternativa de buena situación que se retrata, con aficiones artísticas y que pasa metida en perfomances y cosas así, pertenece en realidad a un segmento etáreo bastante minoritario en la sociedad chilena; el personaje de interés ahí es el amiguete amargado del prota, que tuvo un divorcio traumático con su señora y desde entonces dice que son todas unas perras, todas unas putas, etcétera (pero lo más bien que va donde ella cuando ella lo llama, calzonúo 'e mierda nomás). Y la tercera ya no digamos, de realismo no tiene nada, salvo que tomemos la historia por su dimensión satírica. Porque de que es una crítica feroz contra el clasismo chileno, lo es; no recuerdo haber visto en ninguna peli chilena del último tiempo una descripción tan perfecta y acabada de la soberbia, arrogancia, prepotencia y falta de valores democráticos de nuestra élite chilena, como en la grandiosa escena en que la familia en masa se niega a aceptar que uno de sus hijos regalones se siente a la mesa con una antigua nana, que en el concepto de ellos debería quedarse como nana para siempre, faltaba más, que quisiera encaramarse por la pirámide social y ser gente como uno, la rota descarada. Pero debido a que siguen el mismo esquema, es inevitable comparar a "Radio Corazón" con "El Chacotero Sentimental", y ahí queda claro que en general la ferocidad social está bastante atenuada.
- El trabajo de la peli es bastante pulcro y correcto. Roberto Artiagoitía, el Rumpi, decidió esta vez prescindir de los servicios de Cristian Galaz, el que le dirigió "El Chacotero Sentimental", y que desde ese entonces ha estado en la cuesta abajo (antes de embarcarse acá, dirigió las mediocres "Carrera, el príncipe de los caminos", y "Rodríguez, el hijo de la rebeldía", para el ciclo de "Héroes, la gloria tiene su precio", por no hablar de su inane teleserie "Hippies"). Esta vez el propio Rumpi se hace cargo de la dirección, y la mano se nota. Se diga lo que se diga, el Rumpi no es un cineasta, ni siquiera un aficionado genial. Hace su trabajo bien, es pulcro, limpio y ordenado, pero poco más; no hay nada en la peli que nos remezca un poco fuera de lugar, como podíamos decir por ejemplo de la entretenidísima "Sexo con amor", dirigida con mucho más inspiración por Boris Quercia. Incluso hay su toque ególatra, cuando muestra a medio Chile pegado a la radio, escuchando al Rumpi y su programa radial... (como se deben echar de menos aquellos tiempos de gloria, ¿eh?). El Rumpi tomó la saludable decisión de meter a la licuadora todo lo que funcionara en términos de darle el gusto al público, y listo. ¿Quieren historias con una mordida de morbo? Pues llamamos para los guiones a Pablo Illanes, ilustre y truculento guionista de culebrones como "Adrenalina", "Playa salvaje", "Machos" o "Alguien te mira", y listo. ¿Al público le gustan las tetas al aire? Contratamos a Manuela Martelli y Tamara Acosta, y estamos aviados. ¿Las lesbianas son hot? Pongamos una historia de niñas haciendo tortillas, y estamos OK. ¿Las liceanas pokemonas la llevan? Pues una liceana más y perfecto. ¿No hay que cansarse mucho dirigiendo actores? Pues llamemos a algunas sandías caladas, como Daniel Muñoz, Claudia Di Girolamo o Amparo Noguera, y vamos sumando activos. ¿Al público le gusta la historia del príncipe y la pordiosera? Hagamos entonces nuestra propia versión de "Sueño de amor", y ya marchamos bien. Todo está bien, todo encaja, todo resulta a pedir de boca... pero ¿hubiera sido mucho pedir un poquito de riesgo, sólo un poquito...? ¿En particular, considerando que respecto de la creatividad y las platas, el Rumpi no debía rendirle cuentas a nadie...?
- Las actuaciones son, en general, de buen nivel. En la tercera parte no lucen mucho porque es un cuento de hadas vulgar y corriente, con papeles estereotipados a más no poder, salvo por Amparo Noguera, que se luce como enferma terminal. En la segunda, Claudia Di Girolamo está en su punto, sin pasarse tampoco, Néstor Cantillana la hace bien, pero a cambio, Juana Viale como la noviecita argentina no muestra ni de lejos las razones que deberían haberla convertido en la perdición emocional no sólo del chico embobado, sino también de su futura suegra. Y en la primera, la llevan por todo lo alto Manuela Martelli y Daniel Muñoz, con la limpia eficiencia que se espera siempre de ellos.
- Bueh, vamos a la parte femenina, que no hay buena historia de amor y sexo si no hay al menos una mamadera al aire. Aquí, la delicadeza corre por cortesía de Manuela Martelli, con un topless ilustre en "B-Happy", y que con títulos como "Machuca" y "Malta con huevo" está encaramándose como el relevo generacional de Tamara Acosta... Y para más énfasis, ¡¡¡la escena es COMPLETAMENTE GRATUITA!!! Y la mencionada Tamara Acosta, que ya había estado hot en "El Chacotero Sentimental" (y en varias otras más, digamos), y que envejece bien... y por Dios, qué bien... Lástima que en la parte de la historia lésbica, nuestro heroico Rumpi se nos acobarde. Porque la famosa Juana Viale es un miscasting completo, si ella sabe actuar entonces yo soy Daniela Romo, y verla en cueros hubiera sido lo único que la hubiera podido reivindicar ante nosotros.
IDEAL PARA: Ver una película que más o menos cumple con todo el hype que se montó alrededor suyo. Lo de "cumple", signifique eso lo que signifique.
¿De qué se trata?
¡Bienvenidos una vez más a su gran programa radial, "El Chacotero Sentimental", los estaremos acompañando desde las dos hasta las cuatro de la tarde...! Todo Chile escucha y sintoniza el programa radial que conduce el Rumpi, y en el cual se desatoran todos los atorados con sus cuitas y chirindangas sentimentales. Como por ejemplo Nice, una curvilínea estudiante de Cuarto Medio (Manuela Martelli, ¿OK?), que no quiere perder su virginidad con cualquier hueón calentorro, y como tiene con sus amigas un pacto de llegar a los 18 siendo una mujer, pues bien, tiene que ponerse en campaña, aunque eso signifique nada menos que, ejem, extorsionar a su propio padrastro para que éste le haga la faena (como sufre Daniel Muñoz, ¿eh?). O Sandra, una señora bien alterna, y con recursos económicos para dárselas de alterna, claro está, que tiene a su hijo too pollerúo y mamón, y que recibe en su casa a la noviecita de éste (su futura nuera) porque se van a casar... y descubre poco a poco que la nuera está bien buena, la suerte de su hijito, y cómo vamos a desperdiciarla, dice ella... O como Valeria, una especie de mayordoma e institutriz de niños en un fundo patronal bien apatronao, en el cual hay una fulanita con pasaporte a fecha pa'l patio 'e los callaos, que se dice a si misma "bueno, yo me voy a morir, así es que dejemos a mi joven y apuesto maridito con una chica linda que cuide a los niños", y le pide a la Vale, pobrecita ella, que se sacrifique y se tire a su marío para que éste se enganche. Esa onda, compa're... La 'urazna, logo...
El espíritu de los tiempos.
La democracia ha avanzado en Chile a trompicones. En 1990, cuando Patricio Aylwin asumió la Presidencia de Chile, agarrándole a tirones con sonrisa la banda presidencial a don Daniel López... perdón, don Augusto Pinochet Ugarte, pues bien, en ese 1990 todos creían que la democracia llegaba acompañada de un destape a la ezpañola en que íbamos a poder ver tetas y culos al aire, con lo que fueran a ser los equivalentes chilenos de Marta Sánchez... Y, puez no, porque después de exhibir a la medianoche teleseries calentorras como "Pantanal", o de que Patricia Rivadeneira se falopiara con la bandera chilena en un discutido desfile, los moralistas dijeron que democracia zí, zeñó, pero libertinaje no, carajo, así es que todo se reprimió de nuevo, como en los mejores tiempos de nuestro benemérito Capitán General. De modo que cuando en 1995 salió un programa radial desencartuchado como "El Chacotero Sentimental", en que la gente tenía tribuna para contar sus penas y aventuras amorosas, resultó un éxito brillante. Era el programa justo para el momento justo, porque dejó en evidencia que Chile no era como los pechoñeques querían que fuera, tranquilo y gris, sino uno rabiosamente vivo y multicolor. El tirón dio incluso para una peli, "El Chacotero Sentimental", precisamente, que de tan exitosa, siempre se dijo que venía la segunda parte, lo cual en el fondo es una cretinez, porque no puede haber una segunda parte para una peli que en realidad es una colección de tres cortos. Pero como el Rumpi, el conductor del programa radial y productor de la peli, ha ido cada vez más en la cuesta abajo, pues en algún minuto tenía que reverdecer laureles. Así es que aquí tenemos otra vez calcadita la fórmula de "El Chacotero Sentimental", nueve años después de la anterior, en la peli "Radio Corazón". Que todavía una peli como ésta funcione, es sintomático: parece que en nueve años, el país no ha avanzado mucho, porque en un país en donde no estuvieran tan bien aposentados los enemigos de la democracia, una película como ésta estaría condenada irremisiblemente al fracaso...
¿Por qué verla?
- ¿Podríamos decir que por ser una radiografía del Chile actual...? Mmmm... Quizás. La primera historia, la de la chica empecinada en perder la virginidad, claro que sí. Después de todo, las pokemonas hoy en día están todas sueltas, y lo que es peor, no tienen responsabilidades sexuales de ningún tipo, simplemente porque nadie se ha preocupado de inculcárselas (los grupos conservadores no cuentan, para ellos "inculcar responsabilidad" es enseñar a rezar el rosario y elevar las plegarias a personajes de ciencia ficción como Dios o la Virgen María, en vez de promover el uso del condón, enseñar sobre el SIDA, o desarrollar planes educativos que compatibilicen la vida sexual con la sentimental). La segunda es demasiado elitista como para resultar interesante como radiografía del Chile actual; digámoslo con todas sus letras, la mamita alternativa de buena situación que se retrata, con aficiones artísticas y que pasa metida en perfomances y cosas así, pertenece en realidad a un segmento etáreo bastante minoritario en la sociedad chilena; el personaje de interés ahí es el amiguete amargado del prota, que tuvo un divorcio traumático con su señora y desde entonces dice que son todas unas perras, todas unas putas, etcétera (pero lo más bien que va donde ella cuando ella lo llama, calzonúo 'e mierda nomás). Y la tercera ya no digamos, de realismo no tiene nada, salvo que tomemos la historia por su dimensión satírica. Porque de que es una crítica feroz contra el clasismo chileno, lo es; no recuerdo haber visto en ninguna peli chilena del último tiempo una descripción tan perfecta y acabada de la soberbia, arrogancia, prepotencia y falta de valores democráticos de nuestra élite chilena, como en la grandiosa escena en que la familia en masa se niega a aceptar que uno de sus hijos regalones se siente a la mesa con una antigua nana, que en el concepto de ellos debería quedarse como nana para siempre, faltaba más, que quisiera encaramarse por la pirámide social y ser gente como uno, la rota descarada. Pero debido a que siguen el mismo esquema, es inevitable comparar a "Radio Corazón" con "El Chacotero Sentimental", y ahí queda claro que en general la ferocidad social está bastante atenuada.
- El trabajo de la peli es bastante pulcro y correcto. Roberto Artiagoitía, el Rumpi, decidió esta vez prescindir de los servicios de Cristian Galaz, el que le dirigió "El Chacotero Sentimental", y que desde ese entonces ha estado en la cuesta abajo (antes de embarcarse acá, dirigió las mediocres "Carrera, el príncipe de los caminos", y "Rodríguez, el hijo de la rebeldía", para el ciclo de "Héroes, la gloria tiene su precio", por no hablar de su inane teleserie "Hippies"). Esta vez el propio Rumpi se hace cargo de la dirección, y la mano se nota. Se diga lo que se diga, el Rumpi no es un cineasta, ni siquiera un aficionado genial. Hace su trabajo bien, es pulcro, limpio y ordenado, pero poco más; no hay nada en la peli que nos remezca un poco fuera de lugar, como podíamos decir por ejemplo de la entretenidísima "Sexo con amor", dirigida con mucho más inspiración por Boris Quercia. Incluso hay su toque ególatra, cuando muestra a medio Chile pegado a la radio, escuchando al Rumpi y su programa radial... (como se deben echar de menos aquellos tiempos de gloria, ¿eh?). El Rumpi tomó la saludable decisión de meter a la licuadora todo lo que funcionara en términos de darle el gusto al público, y listo. ¿Quieren historias con una mordida de morbo? Pues llamamos para los guiones a Pablo Illanes, ilustre y truculento guionista de culebrones como "Adrenalina", "Playa salvaje", "Machos" o "Alguien te mira", y listo. ¿Al público le gustan las tetas al aire? Contratamos a Manuela Martelli y Tamara Acosta, y estamos aviados. ¿Las lesbianas son hot? Pongamos una historia de niñas haciendo tortillas, y estamos OK. ¿Las liceanas pokemonas la llevan? Pues una liceana más y perfecto. ¿No hay que cansarse mucho dirigiendo actores? Pues llamemos a algunas sandías caladas, como Daniel Muñoz, Claudia Di Girolamo o Amparo Noguera, y vamos sumando activos. ¿Al público le gusta la historia del príncipe y la pordiosera? Hagamos entonces nuestra propia versión de "Sueño de amor", y ya marchamos bien. Todo está bien, todo encaja, todo resulta a pedir de boca... pero ¿hubiera sido mucho pedir un poquito de riesgo, sólo un poquito...? ¿En particular, considerando que respecto de la creatividad y las platas, el Rumpi no debía rendirle cuentas a nadie...?
- Las actuaciones son, en general, de buen nivel. En la tercera parte no lucen mucho porque es un cuento de hadas vulgar y corriente, con papeles estereotipados a más no poder, salvo por Amparo Noguera, que se luce como enferma terminal. En la segunda, Claudia Di Girolamo está en su punto, sin pasarse tampoco, Néstor Cantillana la hace bien, pero a cambio, Juana Viale como la noviecita argentina no muestra ni de lejos las razones que deberían haberla convertido en la perdición emocional no sólo del chico embobado, sino también de su futura suegra. Y en la primera, la llevan por todo lo alto Manuela Martelli y Daniel Muñoz, con la limpia eficiencia que se espera siempre de ellos.
- Bueh, vamos a la parte femenina, que no hay buena historia de amor y sexo si no hay al menos una mamadera al aire. Aquí, la delicadeza corre por cortesía de Manuela Martelli, con un topless ilustre en "B-Happy", y que con títulos como "Machuca" y "Malta con huevo" está encaramándose como el relevo generacional de Tamara Acosta... Y para más énfasis, ¡¡¡la escena es COMPLETAMENTE GRATUITA!!! Y la mencionada Tamara Acosta, que ya había estado hot en "El Chacotero Sentimental" (y en varias otras más, digamos), y que envejece bien... y por Dios, qué bien... Lástima que en la parte de la historia lésbica, nuestro heroico Rumpi se nos acobarde. Porque la famosa Juana Viale es un miscasting completo, si ella sabe actuar entonces yo soy Daniela Romo, y verla en cueros hubiera sido lo único que la hubiera podido reivindicar ante nosotros.
IDEAL PARA: Ver una película que más o menos cumple con todo el hype que se montó alrededor suyo. Lo de "cumple", signifique eso lo que signifique.
2 comentarios:
Hola,
llegue a tu blog por el comentario que hiciste del Dr. No.
En cuanto a radio corazon, no me ha dado para verla por los malos comentarios. Y tu comentario en parte me confirma lo mismo.
Buen blog ojala puedas conocer el mio y en una de esas hacemos intercambio de links.
Saludos.
¡Al fin uno que llega por una peli Bond! Es que no tienes idea de la cantidad de gente que llega por "Acoso sexual" o "La espada en la piedra"... (bizarro mundo, ¿eh?). En cuanto a tu blog, quedaré de revisarlo... bueno... en algún minuto de Noviembre, supongo, que el tiempo me tiene acogotado, y hasta para ir al cine he estado flojo, amén de estar recurriendo desvergonzadamente a la reserva de borradores. Pero prometido queda. Saludos cordiales.
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