11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

viernes, 16 de febrero de 2007

"Las minas del Rey Salomón" (1950)


"King Solomon's Mines". Dirigida por Compton Bennett y Andrew Marton. Protagonizada por Deborah Kerr, Stewart Granger, Richard Carlson, Hugo Haas, Lowell Gilmore, Kimursi, Siriaque, Sekaryongo, Baziga. Estados Unidos. Año 1950.

¿De qué se trata?
Africa, 1897. Después de observar la estúpida y deportiva actitud de unos jactanciosos perdonavidas ingleses, de cacería en la jungla (cacería que costó la vida de uno de los negritos), Allan Quatermain está harto. Tiene un hijo de siete años en Inglaterra, y quiere salirse de la aventura. Pero le llega un trabajito más. Uno que podría ser el último. El último por dinero, por una parte, ya que le pagan 5000 libras esterlinas (su tarifa usual son 200-250). Y el último también porque implica ir a una región desde donde ningún explorador europeo ha vuelto. El asunto es traer de regreso al marido de una mujercita de la alta, que estaba enfebrecido con la posibilidad de hacerse con el paradero de las míticas minas del Rey Salomón. De manera que la esposa de la alta, y el hermano de la esposa de la alta, parten en misión con Allan Quatermain. Lo que viene después es Africa: afrontar insectos, fieras salvajes, nativos enojados (o no tanto, bwana), etcétera. ¿Encontrarán finalmente las míticas minas del Rey Salomón...?

El espíritu de los tiempos.
En 1885, el escritor inglés H. Rider Haggard desató una bomba literaria publicando su novela "Las minas del Rey Salomón". Era la primera novela de aventuras ambientada plenamente en Africa, y la primera de la venerable tradición de "inglechutes/yankis encuentran salvajes remanentes de una vieja civilización desaparecida", algo que se volvería lugar común en el cine (ver "King Kong"), la literatura ("El mundo perdido" de Arthur Conan Doyle) y los comics (díganselo a Tío Rico, Donald y sus sobrinos, que se la pasan abandonando Patolandia para viajar al Tercer Mundo y encontrar ruinas con mucho oro). Allan Quatermain, aparte de ser adoptado por escritores y dibujantes (Philip Jose Farmer, o Allan Moore en "La liga de los caballeros extraordinarios"), recibió de papi Haggard una larga serie de secuelas (más de diez); además es el modelo más o menos confeso de Indiana Jones ("Los cazadores del Arca perdida"). No es raro entonces que "Las minas del Rey Salomón" haya sido adaptada al menos unas cuatro veces para el cine y la televisión. Tampoco es raro que su popularidad haya decaído con el tiempo: es que el exotismo que destilaba el Africa inexplorada en la Europa de 1885, es muy distinto a lo que ahora vemos y sabemos de Africa por los noticiarios. Hay bien poco de romántico en un Africa deprimida y vandalizada por Occidente, como se muesta por ejemplo en la reciente "El jardinero fiel". Por eso, hay que ser indulgentes con este filme de 1950, que en su época quizás fue un pequeño terremoto para las audiencias populares, pero que hoy en día resulta, pues bien, digámoslo de una vez, un tanto lisérgico.

¿Por qué verla?
- Stewart Granger. Con su carisma habitual, interpreta a un estupendo Allan Quatermain, al mismo tiempo rudo por el tipo de vida que lleva, y sensibilizado por la naturaleza y el entorno africano (Sean Connery será un venerable actor y antiguo James Bond, pero como Allan Quatermain en "La liga de los caballeros extraordinarios" no llega a los talones de Granger). Como contraparte tiene a Deborah Kerr, y pues bien, está un poco menos desangelada que de costumbre, lo que siendo un comentario sobre ella, es un elogio (Deborah Kerr actuó también en "Quo Vadis", "El prisionero de Zenda", "Julio César", "De aquí a la eternidad", "El rey y yo", "Algo para recordar" y "La noche de la iguana").
- No cabe duda que el filme está hecho con dispendio de recursos. Las escenas con animales cuentan de lejos como lo mejor. No en balde, secuencias de este filme fueron reutilizadas ad nauseam en productos posteriores. Las estampidas y ataques y muertes de los mismos se ven tremendamente realistas, tanto, que uno puede preguntarse si PETA, o su equivalente en aquel tiempo, no se habrá enojado con los productores. Por más que quieran, los ordenadores de hoy en día no consiguen reproducir esa magia: quizás algún día, pero hoy por hoy, todavía no.
- La trama es la clásica historia de la novela. O sea, se ven esta película y quedan bien enterados de que va el asunto sin tragarse el mamotreto. La mala noticia es que el carácter episódico de la historia le resta varios enteros: como dijimos, todos los incidentes menores de la novela eran exóticos para los ingleses de 1885, pero hoy en día no puede decirse que den mayor entusiasmo. Si hay gente que se queja del tratamiento estilo videojuego de algunas películas de hoy, deberían ver ésta: Etapa 1, luche con los mosquitos, Etapa 2, liquide al fiero león, Etapa 3, sobreviva a la estampida... Y el final es bastante carca, dejando esa sensación de "¿y todo lo anterior para ESTO...?". O sea, podemos considerar o no un plus el respeto por el material literario de base, pero consignémoslo, sólo por si acaso hay entre nuestros lectores alguien con placer de anticuario (yo lo tengo, ejem, pero ése soy yo, y ustedes no tienen por qué ser como yo, ¿verdad?).

IDEAL PARA: Enterarse de qué consideraban como exótico y salvaje nuestros abuelitos y bisabuelitos.

4 comentarios:

Lucas dijo...

No has puesto un enlace donde poder verla. Quizás tendrías que haber dicho ¿Por qué comprarla?

General Gato dijo...

Bueno, yo me limito a comentar pelis. La manera en que cada uno se la agencie, eso corre por cuenta del lector. Yo mismo la vi en una ocasión en que la tiraron por TCM. ¿O acaso quiere que además le lleve el DVD a la casa, lo introduzca en el reproductor, y le prepare un piña colada con un picadillo para que se lo sirva mientras aprecia la peli...?

Randjody dijo...

¿Hace todo eso, general? Entonces, yo me apunto con una sesión.

Yo creo que hacmebemos varios que guardamos cierto gusto por estas películas aventureras antiguas, del estilo Kipling-Sadokán-Tarzán-capayespada, que pueden llegar a ser muy tópicas, pero que tienen ese gustillo de ver algo que -en su tiepo- se hizo por el amor a la aventura más que mostrar efectos especiales.

De "Las minas...", ésta versión no la he visto. Cuando joven (hace pocos años, cof, cof), vi la de los '80 con Richard Chamberlain y, la verdad, no me acuerdo mucho.

¡Anotada para verla si la encuentro por ahí!

Randjody dijo...

Es "habemos", "Sandokán" y "tiempo" las palabras, por si acaso... =v_v=

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