11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

sábado, 17 de febrero de 2007

"Cabo de miedo" (1991).


-- "Cape Fear". Estados Unidos. Año 1991.
-- Dirección: Martin Scorsese.
-- Actuación: Robert De Niro, Nick Nolte, Jessica Lange, Juliette Lewis, Joe Don Baker, Robert Mitchum, Gregory Peck, Illeana Douglas.
-- Guión: James R. Webb, con desarrollo posterior de Wesley Strick, basados en la novela de John D. MacDonald.
-- Banda Sonora: Bernard Herrmann, con adaptación y arreglos de Elmer Bernstein.

-- "Cabo de miedo" en IMDb.
-- "Cabo de miedo" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Las puertas de la cárcel se abren. Y Max Cady, un ciudadano que ha purgado su condena, sale libre. Desgraciadamente para su antiguo abogado defensor, este ciudadano está muy enojado. Cuando fue llevado a juicio por violar a una doncella, el abogado escondió una evidencia que podría haberlo salvado de 14 años de cárcel. Después de todo, su cliente, un pobre diablo semianalfabeto, no iba a darse cuenta, ¿verdad? Ni siquiera pensó que podría aprender a leer, hacerse defensor de su propio caso, y revisar su propio expediente, ¿verdad? Y para peor, el infeliz en la cárcel se hizo protestante... y ya sabemos la clase de persona (o "criatura", mejor dicho) que son los protestantes yankis. El abogado va con su bella esposa y su tonta-pero-linda hija, y recibe algunas bocanadillas del cigarrillo habano del tipo de adelante que es... sí, ¡Cady ha regresado! Luego, empieza a aparecerse en los muros de la casa, empieza a pasearse por ahí, pasan cosas raras... Y el abogado empieza a descubrir que para él, el sistema no funciona, que no es capaz de proteger ni a su familia ni a su casi-amante... Vamos, lo que todos los ciudadanos de a pie ya sabemos por experiencia propia. Pronto, deberá pensar en recurrir a las medidas más extremas para huir de Cady, pero,. ¿cómo despegarse de alguien dedicado 24 horas al día y siete días a la semana para un único objetivo...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¡Ah, los '90s! Qué tiempos aquellos, ¿verdad? Se acababa el Muro de Berlín, Estados Unidos imperaba sin contrapeso en el mundo, los buenos habían ganado... Pero muchos yankotas sabían en su fuero interno que algo huele podrido en Dinamarca (o en EEUU). El propio Pueblo Elegido de Dios para llevar la libertad y la democracia al resto del mundo no siempre actuaba de la manera más correcta posible. A veces, los buenos ciudadanos tienen cadáveres escondidos en el armario, algo que sabía bien en ese tiempo la incipiente Generación X. A veces, la religión no nos libera, sino que nos transforma en asesinos y viciosos. No es casualidad entonces que el viejo cine de asesinos psicópatas, que en los '80s había derivado a una especie de metáfora de la represión sexual (Freddy Krueger y Jason Vorhees te matan si intentas tener coito), pasara en los '90s, por obra de este filme (y más en particular por "El silencio de los inocentes", todo sea dicho), a transformarse en un espejo distorsionado de todo aquello que los yankis de buena cepa no quieren ver en ellos mismos. Después de todo, el asesino psicópata estilo '90s es una mera exteriorización de aquello que en todos nosotros puede potencialmente estallar. Y qué mejor, que tomar una vieja película de 1962 (llamada también "Cabo de miedo") y hacer un remake. Y para mejor, llamemos a Scorsese, cineasta cuya carrera fílmica ha ido de más a menos, y que por ende, en esos años estaba en un punto intermedio. El resultado es un filme bueno, sí, aunque quizás un tanto sobrevalorado por la posteridad.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es un pequeño clásico del cine de "asesino psicópata". Porque digamoslo de una vez: por debajo del envoltorio caro (director de lujo y elenco VIP, fundamentalmente), no pasa de ser "otra de psicópatas". Y no vale eso de que Max Cady es una metáfora del pasado que regresa para pasarnos la cuenta y todo eso: hasta cierto punto vale, pero por la ejecución y resolución final, no es sino otra de villano indestructible que finalmente es destruido. Algo que los guionistas de "Los Simpsons" tenían meridianamente claro, cuando se burlaron sin piedad del argumento de esta peli, y de su cretino final, en un clásico episodio con Bob Patiño.

-- Robert de Niro. En aquellos días, Robert de Niro todavía se esforzaba un poquitito por actuar, algo que en el 2000 y siguientes olvidó casi por completo. Su interpretación de Max Cady es, de lejos, lo mejor de la película: burlón, cínico, seductor, pero también calculador, manipulador y brutal.

- El resto del elenco está bien. Jessica Lange nos regala uno de sus mejores papeles, como esposa de bien que, de un día para otro, se ve víctima del pasado de su marido. Juliette Lewis lleva a su perfección ese estereotipo de chica oligofrénica que ha paseado por varias otras películas ("Kalifornia", entre ellas). Robert Mitchum y Gregory Peck aparecen en sendos cameos, y aparecen bien (ambos fueron los protas de la versión '62).

- Escenas de lujo. La manera en que Max Cady envuelve y seduce a la cretina de la hija del abogado, tiene todo el morbo que se le puede arrancar a aquello de "corromper la inocencia". El ataque de Max Cady a la amiguita del abogado también está por todo lo alto. O la paliza que los matones parten a darle a Max Cady. Lástima que todo ese trabajo de joyería haya sido arruinado por un final tan convencional.

-- La banda sonora de Elmer Bernstein. Inspirada en el soundtrack del "Cabo de miedo" original, acompaña bastante bien, a pesar de que en rigor es otra de ésas que resuelven el tema de crear suspenso mediante golpes de sonido. Pero se acopla bien con la peli, así es que si funciona, no lo arregles.

-- Hay algunas sublecturas bastante interesantes en la peli. La más obvia es la social, porque en verdad el abogado resulta ser una criatura tan negra como el psicópata, incluso hasta por "buenas razones" en ambos casos, pero el abogado luce mejor porque no ha ido a la cárcel (aún así, eso de que el poderoso leguleyo quede desprotegido y a merced de un tipo recién salido de la cárcel, muestra que eso es Estados Unidos, porque aquí en Chile, las cosas habrían sido bien distintas). Una más soterrada, es la religiosa. Uno puede buenamente preguntarse sobre quién es el malo, si el psicópata que acosa al abogado, o el abogado que con su mal actuar creó una motivación en el psicópata. A la larga es el mismo reclamo que el monstruo de Frankenstein le hace al doctor Víctor Frankenstein: por qué diablos lo acusan de ser "el malo", si él no pidió nacer, no pidió ser hecho tan feo, y para colmo el tipo bueno que lo creó se desentiende de él. Lastima que no le dieron más énfasis a estos puntos, con lo que la película hubiera ganado varios enteros, y en cambio se fueron por el lado del espectáculo y del psicópata inmortal en plan "la hago más difícil para jo'er". Pero así es como está el cine por estos días (y desde hace tiempo).

IDEAL PARA: Ver una de asesino psicópata de alto presupuesto y con pretensiones de cine arte.

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