11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 29 de junio de 2008

"Súper Agente 86" (2008).


-- "Get Smart". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Peter Segal.
-- Actuación: Steve Carell, Anne Hathaway, Dwayne Johnson, Alan Arkin, Terence Stamp, Terry Crews, David Koechner, James Caan, Bill Murray, Patrick Warburton, Masi Oka, Nate Torrence, Ken Davitian, David S. Lee, Dalip Singh, Bernie Kopell.
-- Guión: Tom J. Astle y Matt Ember, basados en los personajes creados por Mel Brooks y Buck Henry.
-- Banda Sonora: Trevor Rabin.

-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mientras el cielo está arado y sembrado de satélites que te vigilan por tu propio bien, un simpático inoperante allá abajo está tenso y nervioso. Quizás, por fin, sólo quizás, le den el pase de media cancha para salir de analista y convertirse en agente de campo. Se trata de Maxwell Smart, quien trabaja para CONTROL, una agencia de seguridad famosa de los '60s a la que todos creen fenecida, pero que aún sigue al tope de la bandera, en la clandestinidad, por supuesto. Esta vez el Jefe tiene los resultados de los exámenes, y son... ¡¡¡seropositivos!!! ¡¡¡Maxwell Smart será agente de campo!!! O no, porque hace tan buen trabajo como analista, que ni modo, como analista te quedas (es lo que tiene privilegiar la eficiencia por encima de la autorrealización humana, que produce sociedades ordenadas y muy funcionales, pero al precio de sacrificar todo aquello por lo que vale la pena vivir la vida). Bueno, reflexión existencialista aparte, el caso es que todo hubiera quedado ahí, de no ser porque la base de CONTROL es tomada por asalto, y como en el patio de colegio cuando aparece el inspector, toos silbando y la pelea nadie fue. A resultas de esto, todo el sistema de CONTROL está comprometido, y no hay cómo responder porque todos los agentes han sido identificados. El único contraataque posible es enviar a los dos únicos agentes que no están fichados por el enemigo: 99, una bella y más que apetecible ciudadana que se ha operado recientemente el rostro y por ende es supuestamente irreconocible, y 86, nada menos que... ¡¡¡Maxwell Smart elevado a la categoría de agente secreto de campo!!! (al fin...). La investigación los llevará a ingresar en la Santa Madre Rusia y lidiar una vez más con el siniestro Sigfried, el malvado prohombre de KAOS, y detener su maligno nuevo plan para apoderarse del mundo libre... It's good to be in the '60s again!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En la actualidad, considerando que James Bond es casi parte del paisaje doméstico y debe luchar enconadamente contra sepetecientas franquicias de otros tantos sepetecientos estudios, cuesta rememorar el impacto que "El satánico Doctor No", y más genéricamente el Agente 007 causaron en los '60s. La jamesbondmanía llevó a la creación de un sinfín de efímeros rocambolescos agentes secretos con combinaciones chulas de letras y números por código (ya saben: Agente XX7, Agente X-9, Agente 00X7, Agente Macross-7, cosas así). La moda alcanzó a pelis como "Modesty Blaise" (en estricto rigor adaptación de un cómic que sí venía inspirado en James Bond), "Flint: Agente secreto", etcétera, sin conseguir por supuesto la química del original (¿a quién se le ocurriría poner a James Coburn como sucedáneo de Sean Connery...?). Subiéndose a la ola, pero del lado del humor y la parodia, un por entonces joven y hambriento Mel Brooks, que aún no había irrumpido en el cine con su "Locuras en el Oeste", creó la réplica para la televisión, en clave de parodia: Maxwell Smart, Agente 86 de CONTROL, operario del recontraespionaje, en perpetua guerra contra la maligna organización KAOS (un poco replicando a la organización SPECTRE con la que James Bond lidiaba en aquellos años), recargado de artefactos secretos a cual más bombástico, etcétera. Con el paso del tiempo, el humor casi surrealista de la serie de TV la hizo superar su condición de parodia y terminó por darle una personalidad propia y estatus de culto. Ya en los '80s habrían deslavados intentos por resucitar el asunto, con pelis como "La bomba que desnuda" o "Atrapen a Smart otra vez", pero en aquellos años lo que molaba eran los culebrones de zorras millonarias con cardados atizándose en piscinas, y la ciencia ficción, y por lo tanto había poco espacio para resucitar a este hijo pródigo de los '60s. A finales de los '90s se habló otra vez de resucitar la franquicia, esta vez prescindiendo de un cada vez más viejo Don Adams y poniendo al impresentable de Jim Carrey al frente (parte del encanto original de la serie era ver a Don Adams poniendo cara de babainas ante cada metida de pata, algo que la hipertrofiada gesticulación de Jim Carrey hubiera mandado al tacho). Para nuestra fortuna, en el intertanto empezó a sonar el nombre de Steve Carrell, gracias fundamentalmente a la gran comedia "Virgen a los 40", por lo que cuando salió la noticia de que ÉL interpretaría a Maxwell Smart, era claro que no sólo habría peli, sino que además sería buena, aunque fuera sólo por las caras de imbécil que sólo ÉL es capaz de conseguir. Y así es como, en el ocaso de la Era Bush, con una política exterior estadounidense completamente desprestigiada ya no digamos en el mundo, sino incluso en su propio jardín delantero, llega esta peli de espías en donde los espías ya no son lo que eran. Después de ver la versión fílmica 2008 del Super Agente 86, ya no volveré a mirar "24" de la misma manera... (¿es que sigue esa serie, todavía...?).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Ya hemos dicho que adaptar al cine una serie de TV con más de veinte años de antigüedad ("Misión Imposible", "Perdidos en el espacio", "Los ángeles de Charlie", "Starsky y Hutch", "Los Dukes de Hazzard"...) presenta el problema substancial de que en el intertanto las espectativas y valores del público han cambiado, y lo que antes molaba, ya no. La serie original aguanta por el Efecto Nostalgia, pero otra cosa distinta es upgradearla al presente. Lo que crea el dilema de rescatarla como era y que no le guste a nadie en la actualidad, o por el contrario, darle un upgrade y actualizarla al precio de restarle todos aquellos elementos e ingredientes que la hacían única en primer lugar. En lo del "Super Agente 86" tomaron cumplida nota de esto, y se preocuparon notablemente por mantener los equilibrios. Primero se preocuparon de determinar qué era lo principal y qué lo accesorio en la serie original, y preservaron lo primero echando por la borda lo segundo. Así, evitaron abusar de situaciones y de un tipo de humor que estaba más que bien para los '60s, pero que en el 2000 no pasan ni con vaselina (por ejemplo: en la peli se ve un poco de humor de baño, pero no mucho, apenas una escena, pero esto hubiera sido impensable en los '60s, época en la que la Agente 99 debió llamarse así porque los productores encontraron muy fuerte que se llamara Agente 69, como iba a ser en un principio)... De esta manera, la peli consigue el casi imposible de ser más o menos fiel a los conceptos de la serie original, y a la vez de tener un feeling muy actual, y todo eso sin que se descuadre en ningún minuto. No es un ejercicio de retronostalgia, no es el Agente 86 perdido en un mundo que ya no es el suyo, ni es tampoco una burla abierta contra la serie original. Es, ni más ni menos, que una adaptación correcta de la serie a los tiempos actuales y las audiencias actuales, sin tomar el material original de manera estatuaria o marmólea, pero tampoco sin irse al extremo contrario de convertirlo en un puro y soberano payaseo. No deja de ser una alquimia difícil, y acá la consiguieron plenamente.

-- La peli te hace reir. No de manera delirante ni hasta caerte de la silla, pero te saca carcajadas de las buenas, no de ésas que lanzas medio forzado en el cine porque fuiste a ver una comedia para reirte, y pues bien, te vas a reir aunque no sea gracioso para amortizar la inversión de la entrada... Este no es el caso. Los chistes son buenos. La mayoría están en la vena de la serie original, aunque hay algunos un poco más subidos de tono (a tono con los tiempos, también, podríamos decir). Algunas situaciones humorísticas se producen por supuesto trayendo a colación los gags recurrentes de la serie, pero tampoco abusan de este recurso. Tampoco intentan irse en plan postmodernista metatextual, con el a estas alturas obvio recurso de trufar la peli con guiños y referencias para los cazatrivias. Hay también la inevitable sátira política, poniendo al Presidente de Estados Unidos leyéndole cuentos a los niños (guiño infalible a "Fahrenheit 9/11"), con un James Caan más grande que la vida haciendo de ilustre secundario.

-- La parte de acción está más o menos bien trabajada. Estos tipos asumieron que no es el gran producto de acción, sino una comedia más bien familiar, así es que no tratan de hacer el Mátrix en ningún minuto, algo que a estas alturas del partido se agradece. Los productores apostaron bajo, por una intriga más realista que la serie de TV original (no van a ver nada como ese delirante episodio en que KAOS trata de convencer al último descendiente de Cristóbal Colón que le venda sus derechos sobre América, por ejemplo), y con esto consiguen, quizás no levantar el escenario, pero sí tampoco caer en el ridículo más supino. Después de todo, ¡esto es KAOS, aquí no caemos en el ridículo! Mención especial para la secuencia de acción en paracaídas, que homenajea abiertamente al combate que libran James Bond y el matón Jaws en la secuencia de precréditos de "Moonraker" (y por una vez, el "homenaje" no suena pesado).

-- Podrá ser una vulgar comedia de verano y poco más que eso, pero hasta para eso se necesita algún talento. En este caso, lo tenemos asegurado con Steve Carrell y Anne Hathaway, que son unos reemplazantes de lujo para Don Adams y Barbara Feldon, y le dan cada uno un estupendo upgrade a sus personajes (y pensar que se barajó el nombre de Jim Carrey para el Agente 86 y de Jennifer Love Hewitt y Rachel McAdams para el de la Agente 99...). En esta versión el Agente 86 es torpe, como en la serie original, pero a diferencia de ella, no es tonto (de hecho, parte en la peli como analista de CONTROL, y se da a entender que de los buenos... quizás demasiado). Steve Carrell no recurre tampoco al odioso y barato truco de poner al personaje en situación que inspire lástima, sino que le confiere toda la dignidad que sólo él es capaz de darle a uno de sus personajes. A su lado, aparte de que físicamente Anne Hathaway estaba hecha para el rol (hehehé...), el tipo de chica dura/sensible le queda la mar de bien. Con todo, su Agente 99 no es ya la "segunda detrás del macho" como en la serie sesentera, que arreglaba todas las situaciones con mano mora y dejaba que el Agente 86 se quedara con el crédito, sino que es una contribuyente de armas tomar, que al inicio no le cae bien tener a su lado a un zopenco como el Agente 86 (lógico, ¿no?), pero que al final encontrará que es un buen hombre, de gran corazón, que se las arregla para sobrevivir como espía, además que ella viene con traumas del pasado, blahblahblah. Un upgrade dudoso, pero bien servido al menos (además que las feministas se hubieran lanzado con furia de ver a la 99 original trasvasijada así, sin más, en la nueva peli).

-- El resto de los actores está en su punto. Ya mencionamos a James Caan en un ilustre cameo. Siegfried viene interpretado por Terence Stamp (conocido por haber interpretado casi tres décadas antes al maloso General Zod de "Superman II"), y le da un tinte más siniestro que el actor original (no es que lo haga mejor: es que estamos en 2008, y el Sigfried payasesco de la serie original ya no cuela, ¿no?). Dwayne Johnson ("la Roca") hace lo suyo, y en algún minuto amenaza con robarse la peli, pero el guión está bien tramado para que sus machadas no opaquen al prota (pobre Johnson, debe estar feliz con esto, después de haber alcanzado cierta gloria con "El Rey Escorpión" sólo para despeñarse en "Doom" y "El tesoro del Amazonas"). Alan Arkin, a cambio, resulta un poco débil como sucedáneo del gran Leonard Platt (el Jefe), pero es que la tenía difícil también, no neguemos eso. Y no olvidemos a Bill Murray haciendo un breve cameo como el Agente 13 (pobre hombre, las cosas que deben hacerse para comer), a Dalip Singh como un matón de categoría, y a nuestro buen Masi Oka (¡¡¡yataaaaaa...!!!), el friki quiebrocontinuumtiempoespacio de "Héroes", como un computín en plan Venganza de los Nerds.

IDEAL PARA: Fanáticos de la serie original, y espectadores casuales buscando una buena peli para relajarse.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "SÚPER AGENTE 86":

-- (Ir a la página). Comentario en Cine Mifune.
-- (Ir a la página). Comentario en Sobras.com.
-- (Ir a la página). Comentario en MDZ Online.
-- (Ir a la página). Comentario en Un Silencio Visual.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al español].

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