Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
domingo, 7 de marzo de 2010
"Astroboy" (2009).
-- "Astro Boy". Hong Kong / Estados Unidos / Japón. Año 2009.
-- Dirección: David Bowers.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Kristen Bell, Nicolas Cage, Donald Sutherland, Samuel L. Jackson, Charlize Theron, Bill Nighy, Freddie Highmore, Matt Lucas, Eugene Levy, Nathan Lane, Madeline Carroll, Moises Arias, Ryan Stiles, Sterling Beaumon, Victor Bonavida, Tony Matthews.
-- Guión: Timothy Harris y David Bowers, basados en el manga de Osamu Tezuka.
-- Banda Sonora: John Ottman.
-- "Astroboy" en IMDb.
-- "Astroboy" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Muchos años atrás, la Humanidad la lió parda en eso del medio ambiente, y como las cosas no están para ponerle hombro al trabajo, que para eso somos seres humanos y consecuentemente somos algo flojitos, entonces nada de limpiar, que eso cansa mucho, y mejor tomamos a Ciudad Metro y la hacemos levitar en el aire, y sanseacabó. Resulta que el Jefe Jefazo Jerifalte de la División UltraMegaTecnológica de Ciudad Metro tiene un crío que es un genio, etcétera. Y el crío, metete como él solo, acaba yendo al trabajo de su papi a ver el último robot chachipiruli que están fabricando, en vez de ser obediente y aplicadito al estudio como los manuales de educación cívica mandan. Mala idea, porque algo sale catastróficamente mal, y el crío en cuestión tiene una muerte horripilante, con su padre el científico mirándolo todo para que sea más trágico (sí, señores, no es joda, han pasado quince minutos dentro de una peli infantil, y ya tenemos a un personaje infante cuya edad está dentro del target objetivo de esta peli, rosquisado como pollo al vapor, y los críos dentro del cine llorando... bueno, como críos. No es broma). El padre queda comprensiblemente traumado de que su hijo el genio haya tenido una muerte tan brutal, y decide construir un robot que sea la viva imagen de su hijo. El problema es que, como hubiera recordado el científico de marras si no hubiera estado tan sobrecogido por esas cosas que ustedes los humanos llaman "sentimientos", no se puede fabricar un duplicado perfecto de nadie, y el nuevo robot no lo es. Y el muy cabrón se olvida de que el chico está programado con exactamente todos los sentimientos de su hijo, y lo rechaza porque le recuerda a su hijo muerto (¿habráse visto cabrón más grande? ¿Y para qué lo creó, en primer lugar? Es que estos científicos son todos unos desalmados, si ya lo decía mi bisabuelita, que para qué tanta ciencia si tenemos la Biblia). El chico robot, al darse cuenta de que su padre putativo (bueno, su padre a secas, que para eso lo creó) pasa olímpicamente de él, hace lo que todo crío de pro emancipado de estos días, y se larga, con la ventaja de que él está armado con una tonelada de armas que le permitirán afrontar la supervivencia darwiniana allá afuera. Y que harta falta le harán, porque el político malo maloso que causó el fracaso del experimento anterior en primer lugar, ahora está a la caza del chico por uno de sus componentes en particular. La pelea está servida.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Los más mayorcitos seguramente recordarán una empalagosa canción que iba de "Marte es podero-so... y sabe lu-char... eeel enemigo más feroz se vuelve atrás...". Tetsuwan Atomu, conocido en Latinoamérica como Jet Marte primero, y en la cool ola anglisizante actual como Astroboy, es un icono del manga japonés, el equivalente para las historias de robots japonesas de lo que es Superman para las historietas de superhéroes. La comparación no es ociosa: en ambos casos es el primero de su clase, pero mientras que Superman es un adulto viviendo aventuras en un mundo de adultos, Astroboy es un niño buscando su lugar en... bueno, un mundo de adultos. Y en ambos casos, su carácter icónico les juega en contra. Al igual que Superman no es realmente un personaje con fuerzas y flaquezas, sino un símbolo de muchas cosas (la libertad, la justicia, el bien, etcétera), Astroboy es más o menos lo mismo, un perchero en el que le podemos colgar todo lo que consideremos que es "el bien". De ahí el carácter un tanto campy que tenían las series televisivas sobre el personaje (la original no la he visto, pero sí la segunda de los '80s, así como algunos capítulos de la más moderna, la del 2003, convenientemente upgradeada para calzar con el angst adolescente tempranoXXI). Ahora que la oleada de los superhéroes ha comenzado a amainar, que los planes para una nueva de Superman se alargan, que Christopher Nolan dice que quizás sí y quizás no haga la secuela de "The Dark Knight", que los spin-off de los "X-Men" y que "Spiderman 4" no despiertan el mismo interés que hace una década, y que la década del 2010 promete reemplazar a los superhéroes yanketas por el manga/anime japonés como fuente de inspiración/saqueo para los futuros blockbusters, era lógico que se volvieran hacia un personaje tan emblemático como Astroboy. Después de todo, ya el camino está siendo abierto por "Meteoro" y "Dragonball: Evolution" (bueno, quizás la expresión "camino abierto" sea una exageración en el último caso), y se habla de versiones hollywoodenses de "Robotech", de "Akira" y de "Fuerza G". Ahora lo que les falta es un exitazo de taquilla que los convenza de las bondades del negocio, y ahí se arrojarán como langostas sobre todas las franquicias habidas y por haber. Por lo pronto, "Astroboy" no va a ser la que se lleve la piedra al canto porque fue un fracaso de taquilla. Inmerecido, probablemente (entre "Astroboy" y "Transformers" me quedo claramente con la primera, pero bueno, la exquisitez siempre ha sido privilegio de minorías...). Pero que una peli cueste 65 millones y recaude menos de 30, es lo que se llama darse la hostia padre, ¿no?
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos desde el comienzo por despejar algunas expectativas, para valorar esta peli como lo que es, y no como lo que nos gustaría que fuera. Como apuntaba más arriba, el personaje mismo de Astroboy es un tanto ñoño porque es "el bueno" a secas, y aunque la vida lo trata a las patadas (reemplácese la primera "a" por una "u", ejercicio que no hice porque estamos en horario para menores). En ese sentido, sacar una buena peli de Astroboy es tarea casi tan ímproba como sacar una peli profunda sobre Superman. Si nos merece alguna valoración "Superman" y "Superman II", es porque supieron hacer una dupleta de pelis épicas sobre el superhéroe, no porque sean acabados estudios de carácter. Y cuando se les ocurrió profundizar un poco más en la psicología del personaje y darle un poco más de dramón, se sacaron el churro de "Superman regresa", que no le gustó ni a Cristo ni al Diablo. Con Astroboy pasa algo parecido. No es más que la fantasía del niño con superpoderes que lucha contra el Mal y es reconocido por eso. Todo niño ha tenido fantasías en esa línea, y Astroboy (él, y Harry Potter, y Luke Skywalker, y muchos otros) subliman esa fantasía. Una peli sobre Astroboy exigía por tanto un tratamiento bigger than life, y en esto se ha visto muy perjudicada (¿quién diablos fue el genio que le dio la gorra de director al tipo que dirigió "Lo que el agua se llevó"?). En primer lugar, el trabajo de animación es currado, vale por eso, pero los resultados son discretos; con decir que una peli como "Final Fantasy: El espíritu en nosotros", que la antecede casi una década, tiene una animación mejor trabajada, está dicho todo. Además, la trama nunca termina por decantarse entre el drama a la japonesa (ya saben, si el héroe no es enfermizo de bueno, o al menos "justiciero", con estoicismo de samurai, a pesar de que la vida lo put... er... patee horripilantemente, entonces no es una peli japonesa), y algunas peripecias propias de peli infantil yanki, en particular en su segunda mitad, y esta indefinición, como que le hace mal. Pero si bien esta peli mantiene algunos defectos que, todo sea dicho, también lastraban al material de base original, también tiene algunas virtudes. Cuando quiere ponerse seria y cruda, lo es sin concesiones: vemos la muerte del hijo del científico protagonista en circunstancias bastante crueles (off camera, claro está, si es para niños la cosa, pero aún así), en más de algún minuto Astroboy está a punto de ser destruido (no tan gore como "Ghost in the Shell", por supuesto, pero para un niño pequeño...), y la lucha final contra un enemigo tan demoledor le debe poner la carne de gallina a más de algún chiquiturrín a quien su madre lo llevó al cine para que viera "una de monitos". Y a pesar de la yankización del argumento, el tratamiento del Doctor Tenma como un personaje en principio bondadoso, pero enloquecido por la muerte de su hijo, es interesante y le aporta profundidad a la trama, más allá del escenario "buenos contra villanos". El guión también se permite algunos cambios de escenario, algunos afortunados (la idea de reemplazar el retrofuturismo tecnooptimista original por un escenario más parecido a "WALL-E", discutible en resultados, pero al menos más creíble para nuestros tiempos), y otros no tanto (eso de poner en el cine al villano como un trasunto maligno de George W. Bush, como que empieza a cansar un poco). Las secuencias de acción son creativas, más allá de las limitaciones del CGI, y el siempre eficiente y discreto John Ottman compone una buena banda sonora de fondo. En ese sentido, si bien Astroboy nació como una peli limitada, y le cuesta defenderse contra sus evidentes handicaps, cumple sobradamente con lo que se espera de un entretenimiento palomitero. A riesgo de ser majadero: esta peli costó la tercera parte de lo que "Transformers" del 2007, y no sólo "Transformers" no es tres veces mejor peli que "Astroboy", sino que ésta desde su humilde esquina le gana por cancha, tiro y lado.
IDEAL PARA: Ver una buena adaptación de un personaje japonés en principio un tanto complicado de adaptar.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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