-- "Volver". España. Año 2006.
-- Dirección: Pedro Almodóvar.
-- Actuación: Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Antonio de la Torre, Carlos Blanco, María Isabel Díaz.
-- Guión: Pedro Almodóvar.
-- Banda Sonora: Alberto Iglesias.
-- "Volver" en IMDb.
-- "Volver" en la Wikipedia en español.
-- "Volver" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En uno de esos puebloz cochambrozoz de la Ezpaña profunda yace una tía media cegatona, media torpe y envejecida entera, que recibe visitas de tres personas: una sobrina de nombre tan caztizo ezpañó como Raimunda, la hermana de Raimundo, y la hija de Raimunda. Esta sobrina Raimunda se preocupa de la tía, porque vive tan sola y está tan a medio morir saltando, pero la muerte es piadosa y se la lleva rápido. Empero, para cuando la tía en cuestión pasa a formar parte de la Ezpaña Eterna, y vive Dios, resulta que la Raimunda no puede ir al funeral. El maridito de la Raimunda ha tenido la mala ocurrencia de compensar el ser despedido, con tratar de aprovecharse de la hija de la Raimunda (sí, ya sé que es un lío, pero qué quieren, es Almodóvar). Y las cosas salen todo lo mal que pueden. Ahora, por vueltas del destino, la Raimunda está a cargo de un restaurante que no es suyo, y pardiez que le saca pasta, mientras que en el pueblo perdido de los arrabales de Dios hace su aparición nada menos que la madre muerta. ¿Es un fantasma, está viva...? ¿No se supone que había desaparecido en un incendio, años ha...? Con lo que termina de liarse la de un demonio, ¡hostias!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
El cine ezpañó nunca ha sido particularmente pródigo en películas de calidad, y quizás su única faceta rescatable sea el grotesque, al estilo Alex de la Iglesia, cuyo cine es tan charro como el de cualquier ezpañó, pero al menos tiene el gusto de darse por enterado y hacer la charrería como corresponde, o sea, sin tomarse a sí mismo en serio y usar la ironía y el humor. Almodóvar no se ha dado nunca cuenta de eso, por lo que jamás hubiera llegado hasta donde llegó de no ser porque su taquillazo internacional "Mujeres al borde de un ataque de nervios" lo ubicó bruscamente en el mapa internacional. Claro que con dobles lecturas, porque lo que en España era una desopilante muestra de la movida y la apertura postfranquista, en el resto del mundo era algo desopilantemente folclórico y listo. Con el tiempo, al no poder repetirse, Almodóvar tuvo que pulirse, depurarse, hacerse más esteta, etcétera. En una palabra, madurar como cineasta. Las armas de Almodóvar como realizador son simples: contar historias enrevesadas de melodrama, con personajes sacados de tiesto, y haciendo uso y abuso de las emociones primarias (lo mismo que hace el cine de Hollywood, pero por alguna razón, cuando ellos lo hacen está mal). El ámbito natural de Almodóvar no hubiera sido la película española de los '90s sino el culebrón mexicano de los '70s, pero así se dieron las cosas. Pero al menos filma entretenido, más ahora que antes, y eso se agradece.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por la crítica internacional. Muchos la han alabado como una obra maestra o poco menos. Y obra maestra, no lo es. Es simplemente contar una historia de folletín al estilo de los franceses del siglo XIX, con encuentros y desencuentros, secretos escondidos, fantasmas y espectros errantes, etcétera (sólo falta el bebé perdido y ya tenemos una venezolana). Eugene Sue o Alejandro Dumas hijo (el de "La dama de las camelias", no el de "Los tres mosqueteros") hubieran vendido el alma al diablo por escribir un culebrón como éste. No es para tirar fuegos artificiales, pero sí se deja ver, a condición de que uno lo asuma como es, porque en cuanto a lógica, la historia en verdad no tiene mucho, o mejor dicho, tiene la lógica de una radionovela del año '40; puesta a destripar la historia, uno puede preguntarse muchas cosas (¿y nadie le pidió documentos a la rusa?, ¿y nadie investigó el incendio?, ¿y nadie nunca se dio cuenta de que algo raro pasaba en la casa del fantasma?, ¿no hubo ningún tanatólogo forense dando vueltas?, ¿elige la sobrina a los hombres a propósito?, ¿no podían buscarse un padre más rebuscado para la chavala?, ¿hasta cuándo hinchan los cojones con eso de que se cruzan y no se cruzan, se cruzan y no se cruzan?, y así).
-- Penélope Cruz está en su punto y raya. Después de hacerse sus pinitos para Fernando Trueba ("Belle Epoque") y Bigas Luna ("Jamón jamón") se creyó el cuento de la estrella internacional, se encamó con Tom Cruise y se puso a rodar películas a cual peor en Hollywood (bueno, "Las mujeres arriba" por lo menos algo entretenía, y la Cruz estaba vistosa). Después del resultado obvio y predecible, era natural que volviera a España con la colita entre las piernas (¡ejem!), y Almodóvar le regaló un rol para lucirse. Y se luce bastante. Aunque uno puede preguntarse si la tal Raimunda no será en realidad el alter ego de la propia Penélope Cruz, y por eso le sale tan interesante el papel. El resto del elenco, bien, aunque no para tirar fuegos de artificio, en roles que no son ni arquetípicos ni bizarros, y eso también se agradece. Por cierto, ya que Almodóvar está en plan de firmar culebrones sórdidos de alto presupuesto, ¿por qué no contrata a Natalia Streignard como actriz? Aprovecha de internacionalizarse, y sería un nuevo golpe a la cátedra, ¿no?
IDEAL PARA: Ver un culebrón que termina en dos horas, en vez de en cien capítulos.
-- Dirección: Pedro Almodóvar.
-- Actuación: Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Antonio de la Torre, Carlos Blanco, María Isabel Díaz.
-- Guión: Pedro Almodóvar.
-- Banda Sonora: Alberto Iglesias.
-- "Volver" en IMDb.
-- "Volver" en la Wikipedia en español.
-- "Volver" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En uno de esos puebloz cochambrozoz de la Ezpaña profunda yace una tía media cegatona, media torpe y envejecida entera, que recibe visitas de tres personas: una sobrina de nombre tan caztizo ezpañó como Raimunda, la hermana de Raimundo, y la hija de Raimunda. Esta sobrina Raimunda se preocupa de la tía, porque vive tan sola y está tan a medio morir saltando, pero la muerte es piadosa y se la lleva rápido. Empero, para cuando la tía en cuestión pasa a formar parte de la Ezpaña Eterna, y vive Dios, resulta que la Raimunda no puede ir al funeral. El maridito de la Raimunda ha tenido la mala ocurrencia de compensar el ser despedido, con tratar de aprovecharse de la hija de la Raimunda (sí, ya sé que es un lío, pero qué quieren, es Almodóvar). Y las cosas salen todo lo mal que pueden. Ahora, por vueltas del destino, la Raimunda está a cargo de un restaurante que no es suyo, y pardiez que le saca pasta, mientras que en el pueblo perdido de los arrabales de Dios hace su aparición nada menos que la madre muerta. ¿Es un fantasma, está viva...? ¿No se supone que había desaparecido en un incendio, años ha...? Con lo que termina de liarse la de un demonio, ¡hostias!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
El cine ezpañó nunca ha sido particularmente pródigo en películas de calidad, y quizás su única faceta rescatable sea el grotesque, al estilo Alex de la Iglesia, cuyo cine es tan charro como el de cualquier ezpañó, pero al menos tiene el gusto de darse por enterado y hacer la charrería como corresponde, o sea, sin tomarse a sí mismo en serio y usar la ironía y el humor. Almodóvar no se ha dado nunca cuenta de eso, por lo que jamás hubiera llegado hasta donde llegó de no ser porque su taquillazo internacional "Mujeres al borde de un ataque de nervios" lo ubicó bruscamente en el mapa internacional. Claro que con dobles lecturas, porque lo que en España era una desopilante muestra de la movida y la apertura postfranquista, en el resto del mundo era algo desopilantemente folclórico y listo. Con el tiempo, al no poder repetirse, Almodóvar tuvo que pulirse, depurarse, hacerse más esteta, etcétera. En una palabra, madurar como cineasta. Las armas de Almodóvar como realizador son simples: contar historias enrevesadas de melodrama, con personajes sacados de tiesto, y haciendo uso y abuso de las emociones primarias (lo mismo que hace el cine de Hollywood, pero por alguna razón, cuando ellos lo hacen está mal). El ámbito natural de Almodóvar no hubiera sido la película española de los '90s sino el culebrón mexicano de los '70s, pero así se dieron las cosas. Pero al menos filma entretenido, más ahora que antes, y eso se agradece.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por la crítica internacional. Muchos la han alabado como una obra maestra o poco menos. Y obra maestra, no lo es. Es simplemente contar una historia de folletín al estilo de los franceses del siglo XIX, con encuentros y desencuentros, secretos escondidos, fantasmas y espectros errantes, etcétera (sólo falta el bebé perdido y ya tenemos una venezolana). Eugene Sue o Alejandro Dumas hijo (el de "La dama de las camelias", no el de "Los tres mosqueteros") hubieran vendido el alma al diablo por escribir un culebrón como éste. No es para tirar fuegos artificiales, pero sí se deja ver, a condición de que uno lo asuma como es, porque en cuanto a lógica, la historia en verdad no tiene mucho, o mejor dicho, tiene la lógica de una radionovela del año '40; puesta a destripar la historia, uno puede preguntarse muchas cosas (¿y nadie le pidió documentos a la rusa?, ¿y nadie investigó el incendio?, ¿y nadie nunca se dio cuenta de que algo raro pasaba en la casa del fantasma?, ¿no hubo ningún tanatólogo forense dando vueltas?, ¿elige la sobrina a los hombres a propósito?, ¿no podían buscarse un padre más rebuscado para la chavala?, ¿hasta cuándo hinchan los cojones con eso de que se cruzan y no se cruzan, se cruzan y no se cruzan?, y así).
-- Penélope Cruz está en su punto y raya. Después de hacerse sus pinitos para Fernando Trueba ("Belle Epoque") y Bigas Luna ("Jamón jamón") se creyó el cuento de la estrella internacional, se encamó con Tom Cruise y se puso a rodar películas a cual peor en Hollywood (bueno, "Las mujeres arriba" por lo menos algo entretenía, y la Cruz estaba vistosa). Después del resultado obvio y predecible, era natural que volviera a España con la colita entre las piernas (¡ejem!), y Almodóvar le regaló un rol para lucirse. Y se luce bastante. Aunque uno puede preguntarse si la tal Raimunda no será en realidad el alter ego de la propia Penélope Cruz, y por eso le sale tan interesante el papel. El resto del elenco, bien, aunque no para tirar fuegos de artificio, en roles que no son ni arquetípicos ni bizarros, y eso también se agradece. Por cierto, ya que Almodóvar está en plan de firmar culebrones sórdidos de alto presupuesto, ¿por qué no contrata a Natalia Streignard como actriz? Aprovecha de internacionalizarse, y sería un nuevo golpe a la cátedra, ¿no?
IDEAL PARA: Ver un culebrón que termina en dos horas, en vez de en cien capítulos.
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