-- "Hostel: Part II". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Eli Roth.
-- Actuación: Lauren German, Roger Bart, Heather Matarazzo, Bijou Phillips, Richard Burgi, Vera Jordanova, Jay Hernandez, Jordan Ladd, Milan Knazko, Edwige Fenech, Stanislav Ianevski, Patrik Zigo, Zuzana Geislerová, Ivan Furak, Monika Malacova.
-- Guión: Eli Roth.
-- Banda Sonora: Nathan Barr.
-- "Hostal: Parte II" Entrada en IMDb.
-- "Hostal: Parte II" Artículo de la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El pobre chiquillo que sobrevivió a la primera parte ahora es un recluso que debe vivir escondido porque, saben, él HA VISTO COSAS, se ha adentrado en el submundo por debajo de la materia y la carne, etcétera, y esos poderes en la sombra que acechan no le van a dejar vivir en paz de ahora en adelante. Pobrecillo. No sabe que con esto de Internet, todo se filtra, ya todo el mundo lo vio en la peli ésa, y por lo tanto está marcado para la muerte. Y como no aparecerá Steven Seagal para salvarlo, bueno, pues bien... Cambio de escena. Vemos en Italia a tres estudiantas pintando a un homo en bolas (homo, decimos, porque ningún macho viril se presta a empelotarse para algo tan sarasa como servir de modelo, y si no, miren lo amariconados que se veían los machos en bolas en las pinturas renacentistas). Y viene el cambio, desaparece el modelo y aparece una chica en bolas que te defecas de gusto, hombre... Y la chica empieza a echarle tórridas miraditas a una de las tres estudiantas... Y le mete conversa... Y después, cuando ve que abordan un tren a Praga, se hace la encontradiza con ellas. Las tres chicas son una, una rica heredera, otra su putifa mejor amiga (putifa stright, eso sí), y la tercera una descolocada que todo lo encuentra bonito y lindo aunque no lo sea (es lo que tiene ser virgen o casi, que aún eres impresionable). Y de Praga, la chica las desvía a Eslovaquia. ¿No que estaba en guerra civil?, dice la putifa, y rapidito la corrigen que eso es Croacia... (bueno, ¿quién quiere a la putifa para conversar...?). Y a dónde se les ocurre llegar... Bien, si han visto la primera parte, reconocerán el hostal de marras. Olerán el matadero cercano. Y cayendo las ratitas en el laberinto, empieza la puja para ver qué gato se llevará las vísceras al buche...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En el año 2005 un tal Eli Roth, protegido de Quentin Tarantino, sacó una peli llamada "Hostal". La peli fue recibida con discreto entusiasmo. A los amigos de la parroquia les gustó porque ofrecía más gore. A muchos les pareció un simple rip-off de "El juego del miedo", lo que obviamente es una injusticia, porque si bien la premisa de género es la misma (Pornogore), y su tema filosófico de fondo es muy similar (la cosificación del cuerpo, para salvación del alma en el caso de Jigsaw y por meros propósitos mercantilistas en lo del Hostal), cada mitología tiene su propia personalidad particular. Claro, Jigsaw se ambienta en los Estados Unidos, y lo de Hostal en Europa, en Eslovaquia (¿cómo se sentirán los eslovacos por la manera en que pintan su patria...?), dándole por un tanto un sello un tanto más exquisitamente decadente, casi de Condesa Bathory, a todo el asunto. Pero como lo que manda no es la calidad artística, sea mucha o poca, sino qué tan redituable es el asunto (y ahí tienen cómo un bodrio robogore como "Transformers" tendrá secuela...), pues vino la secuela de "Hostal". Aunque en este caso con un poquito menos de imaginación. Porque podría ser secuela, pero también podría ser remake, casi con los mismos personajes, sólo que con trío de chavalas en vez de chavales. Bueno, por algo no le fue tan bien, y dicen que la tercera parte será un direct-to-DVD (qué, ¿creían que no iban a seguir descuartizando la gallina de los huevos de oro...?).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Vayamos por partes, como dijo el descuartizador. Esta peli es irregular. Tiene sus puntos fuertes, y tiene sus caídas. Y en ambos casos, son de importancia. De partida, la primera "Hostal" era lo suficientemente redonda como para no necesitar de una continuación, y además tenía personalidad propia, más allá de cierta coincidencia temática con "El juego del miedo". Por tanto, "Hostal: Parte II" iba a partir necesariamente a medio vapor, y en cualquier caso no logra nunca desprenderse de su carácter de secuela, y para peor, le introducen un prólogo únicamente para contarnos lo que pasa con el prota de la primera, prólogo que, por supuesto, si no viste la primera ronda de descuartizamientos, te va a rodar por encima. En segundo lugar, la prota de esta peli, la bella pero un tanto anoréxica Lauren German, tiene un personaje interesante entre manos, y es notorio que se esfuerza por hacerlo carismático, pero al guión le falta crudeza para describirnos su evolución a través de la experiencia de enfrentarse a todo un submundo psicopático como éste (vamos, que es crudo en el gore, pero tibio en la descripción psicológica), todo eso fusilado por un final enormemente blandengue para toda la presión que venían acumulando en la olla. Pero no se piense por esto que la peli es despreciable. Aunque secuela y muy secuela, tiene puntos de interés. Por una parte ayuda a construir la mitología de este universo narrativo, ya que por primera vez vemos partes del otro lado, incluyendo a los organizadores de todo esto, y las motivaciones de los clientes para meterse en el asunto (bueno, eso ya estaba descrito en la primera, pero acá se abunda un poco más en eso). Además, el trío de protas es carismático (la ya mencionada Lauren German, la siempre salida putorrona de Bijou Phillips, y la espléndida Heather Matarazzo), y la chica modelo es interpretada con mucho morbo por Vera Jordanova (aún así, hay cierta línea que no se atrevieron a cruzar...). Por tanto, ¿es buena esta peli? Más o menos sí, pero podría haber sido mucho mejor. Los que gustaron de la primera "Hostal" probablemente se la van a pasar de maravilla (aunque esta peli tenga a ratos un tono más light que la primera... sólo un poco), mientras que quienes abominan del pornogore van a encontrarla un desastre.
-- El tema de la cosificación del cuerpo, de cómo las personas ya no son esos entes ilustrados dotados de derechos fundamentales e inalienables sino mera mercancía de cambio o simples objetos que se pueden usar y destruir, que ya estaba presente en la primera "Hostal", acá da un paso más allá. Se hace evidente que los secuestrados para ser torturados son objetos, pero a la larga los clientes del servicio también lo son, en el sentido de que no importan sus personas, sino el dinero que paguen (aunque lo pagan, y espléndidamente), y de ahí que no puedan optar entre ponerse o no el tatuaje, o que si el cliente no es de provecho, también se le puede desechar. Este es probablemente el giro más interesante de la peli. Lástima que debamos leerlo de manera casi subliminal, porque la peli no insista mayormemente con esto... (Lo dicho, ese final podría haber sido mucho más contundente y horroroso, pero algo falló, y simplemente no se atrevieron... o no tuvieron la ocurrencia, más allá de montar una historia que permitiera mostrar a una chica literalmente desangrada en una bañera al mejor estilo Elizabeth Bathory...).
IDEAL PARA: Quienes gustaron de la primera parte.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [varios idiomas, subtítulos en español].
-- Acorralada en un spa [en inglés, sin subtítulos].
-- Dirección: Eli Roth.
-- Actuación: Lauren German, Roger Bart, Heather Matarazzo, Bijou Phillips, Richard Burgi, Vera Jordanova, Jay Hernandez, Jordan Ladd, Milan Knazko, Edwige Fenech, Stanislav Ianevski, Patrik Zigo, Zuzana Geislerová, Ivan Furak, Monika Malacova.
-- Guión: Eli Roth.
-- Banda Sonora: Nathan Barr.
-- "Hostal: Parte II" Entrada en IMDb.
-- "Hostal: Parte II" Artículo de la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El pobre chiquillo que sobrevivió a la primera parte ahora es un recluso que debe vivir escondido porque, saben, él HA VISTO COSAS, se ha adentrado en el submundo por debajo de la materia y la carne, etcétera, y esos poderes en la sombra que acechan no le van a dejar vivir en paz de ahora en adelante. Pobrecillo. No sabe que con esto de Internet, todo se filtra, ya todo el mundo lo vio en la peli ésa, y por lo tanto está marcado para la muerte. Y como no aparecerá Steven Seagal para salvarlo, bueno, pues bien... Cambio de escena. Vemos en Italia a tres estudiantas pintando a un homo en bolas (homo, decimos, porque ningún macho viril se presta a empelotarse para algo tan sarasa como servir de modelo, y si no, miren lo amariconados que se veían los machos en bolas en las pinturas renacentistas). Y viene el cambio, desaparece el modelo y aparece una chica en bolas que te defecas de gusto, hombre... Y la chica empieza a echarle tórridas miraditas a una de las tres estudiantas... Y le mete conversa... Y después, cuando ve que abordan un tren a Praga, se hace la encontradiza con ellas. Las tres chicas son una, una rica heredera, otra su putifa mejor amiga (putifa stright, eso sí), y la tercera una descolocada que todo lo encuentra bonito y lindo aunque no lo sea (es lo que tiene ser virgen o casi, que aún eres impresionable). Y de Praga, la chica las desvía a Eslovaquia. ¿No que estaba en guerra civil?, dice la putifa, y rapidito la corrigen que eso es Croacia... (bueno, ¿quién quiere a la putifa para conversar...?). Y a dónde se les ocurre llegar... Bien, si han visto la primera parte, reconocerán el hostal de marras. Olerán el matadero cercano. Y cayendo las ratitas en el laberinto, empieza la puja para ver qué gato se llevará las vísceras al buche...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En el año 2005 un tal Eli Roth, protegido de Quentin Tarantino, sacó una peli llamada "Hostal". La peli fue recibida con discreto entusiasmo. A los amigos de la parroquia les gustó porque ofrecía más gore. A muchos les pareció un simple rip-off de "El juego del miedo", lo que obviamente es una injusticia, porque si bien la premisa de género es la misma (Pornogore), y su tema filosófico de fondo es muy similar (la cosificación del cuerpo, para salvación del alma en el caso de Jigsaw y por meros propósitos mercantilistas en lo del Hostal), cada mitología tiene su propia personalidad particular. Claro, Jigsaw se ambienta en los Estados Unidos, y lo de Hostal en Europa, en Eslovaquia (¿cómo se sentirán los eslovacos por la manera en que pintan su patria...?), dándole por un tanto un sello un tanto más exquisitamente decadente, casi de Condesa Bathory, a todo el asunto. Pero como lo que manda no es la calidad artística, sea mucha o poca, sino qué tan redituable es el asunto (y ahí tienen cómo un bodrio robogore como "Transformers" tendrá secuela...), pues vino la secuela de "Hostal". Aunque en este caso con un poquito menos de imaginación. Porque podría ser secuela, pero también podría ser remake, casi con los mismos personajes, sólo que con trío de chavalas en vez de chavales. Bueno, por algo no le fue tan bien, y dicen que la tercera parte será un direct-to-DVD (qué, ¿creían que no iban a seguir descuartizando la gallina de los huevos de oro...?).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Vayamos por partes, como dijo el descuartizador. Esta peli es irregular. Tiene sus puntos fuertes, y tiene sus caídas. Y en ambos casos, son de importancia. De partida, la primera "Hostal" era lo suficientemente redonda como para no necesitar de una continuación, y además tenía personalidad propia, más allá de cierta coincidencia temática con "El juego del miedo". Por tanto, "Hostal: Parte II" iba a partir necesariamente a medio vapor, y en cualquier caso no logra nunca desprenderse de su carácter de secuela, y para peor, le introducen un prólogo únicamente para contarnos lo que pasa con el prota de la primera, prólogo que, por supuesto, si no viste la primera ronda de descuartizamientos, te va a rodar por encima. En segundo lugar, la prota de esta peli, la bella pero un tanto anoréxica Lauren German, tiene un personaje interesante entre manos, y es notorio que se esfuerza por hacerlo carismático, pero al guión le falta crudeza para describirnos su evolución a través de la experiencia de enfrentarse a todo un submundo psicopático como éste (vamos, que es crudo en el gore, pero tibio en la descripción psicológica), todo eso fusilado por un final enormemente blandengue para toda la presión que venían acumulando en la olla. Pero no se piense por esto que la peli es despreciable. Aunque secuela y muy secuela, tiene puntos de interés. Por una parte ayuda a construir la mitología de este universo narrativo, ya que por primera vez vemos partes del otro lado, incluyendo a los organizadores de todo esto, y las motivaciones de los clientes para meterse en el asunto (bueno, eso ya estaba descrito en la primera, pero acá se abunda un poco más en eso). Además, el trío de protas es carismático (la ya mencionada Lauren German, la siempre salida putorrona de Bijou Phillips, y la espléndida Heather Matarazzo), y la chica modelo es interpretada con mucho morbo por Vera Jordanova (aún así, hay cierta línea que no se atrevieron a cruzar...). Por tanto, ¿es buena esta peli? Más o menos sí, pero podría haber sido mucho mejor. Los que gustaron de la primera "Hostal" probablemente se la van a pasar de maravilla (aunque esta peli tenga a ratos un tono más light que la primera... sólo un poco), mientras que quienes abominan del pornogore van a encontrarla un desastre.
-- El tema de la cosificación del cuerpo, de cómo las personas ya no son esos entes ilustrados dotados de derechos fundamentales e inalienables sino mera mercancía de cambio o simples objetos que se pueden usar y destruir, que ya estaba presente en la primera "Hostal", acá da un paso más allá. Se hace evidente que los secuestrados para ser torturados son objetos, pero a la larga los clientes del servicio también lo son, en el sentido de que no importan sus personas, sino el dinero que paguen (aunque lo pagan, y espléndidamente), y de ahí que no puedan optar entre ponerse o no el tatuaje, o que si el cliente no es de provecho, también se le puede desechar. Este es probablemente el giro más interesante de la peli. Lástima que debamos leerlo de manera casi subliminal, porque la peli no insista mayormemente con esto... (Lo dicho, ese final podría haber sido mucho más contundente y horroroso, pero algo falló, y simplemente no se atrevieron... o no tuvieron la ocurrencia, más allá de montar una historia que permitiera mostrar a una chica literalmente desangrada en una bañera al mejor estilo Elizabeth Bathory...).
IDEAL PARA: Quienes gustaron de la primera parte.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [varios idiomas, subtítulos en español].
-- Acorralada en un spa [en inglés, sin subtítulos].
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