Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
domingo, 15 de mayo de 2011
"Guerra de novias" (2009).
-- "Bride Wars". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: Gary Winick.
-- Actuación: Kate Hudson, Anne Hathaway, Bryan Greenberg, Chris Pratt, Steve Howey, Candice Bergen, Kristen Johnston, Michael Arden, Victor Slezak, Kelly Coffield Park, John Pankow, Zoe O'Grady, Shannon Ferber, June Diane Raphael, Charles Bernard.
-- Guión: Greg DePaul, Casey Wilson y June Diane Raphael, basados en una historia del primero.
-- Banda Sonora: Ed Shearmur.
-- "Guerra de novias" en IMDb.
-- "Guerra de novias" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un par de chicas, cuando estaban todavía en fase de larvas, se quedaron enamoradas-extasiadas-embobadas con una boda que ven en el Hotel Plaza (M.R.), y se juran a sí mismas que algún día se casarán ahí (nadie podría acusarlas de ser demasiado profundas con eso de planificar dónde será la novia como dos décadas antes de conocer al novio). Y es que no importa qué tan liberadas o sueltas o inteligentes o poco convencionales sean las chicas, al final terminan por querer una boda bonita en un lugar caro, y es que la sociedad peeeeeesa, y muuuuuucho. ¿En qué estaba? Ah, sí. Las chicas quedan tan embobadas que incluso juegan a la boda y todo, una disfrazada de novia y la otra vestida de frac (se supone que es una escena tierna porque son niñitas, pero es el primer coletazo creepy. Vendrán más). Resulta que las chicas crecen y una se convierte en una exitosa abogada Shark Class (Kate Hudson, nacida para el rol), y la otra deviene en la profesora tierna que todos quisimos en nuestra infancia (Anne Hathaway, también clavadita en el papel). Pero a pesar de las evidentes distinciones sociales (o no tanto, porque la profesora igual tiene un pisito bastante decente), ambas siguen siendo amigas. Además, como mandan los estudios sobre costumbres de apareamiento humanas, ambas se han echado novio y conviven sin casarse. Pero como son chicas, por muuuuuu modernas y liberadas que sean, el gen boda sigue estando presente en sus cromosomas, así es que cuando todo empieza a enfilar hacia allá (que los galanes se van a proponer, claro, porque son chicas liberadas y postfeministas y too, pero a la hora de los quiubos son ellos quienes deben dar el paso), ambas saltan de felicidad. Pero como los dos matrimonios se conciertan más o menos al mismo tiempo, ambas chicas tendrán que compaginarse, porque claro, ambas quieren el Plaza. Bueno, ningún problema, fechas distintas, ¿no? Claro, eso sería en el más ideal de los mundos, pero una puñetera serie de coincidencias (un lío hecho por una secretaria que acaba con una conveniente huella de zapato en el trasero por el churreteo, la falta de fechas, la intempestiva llegada de otra chica que también quiere en el Plaza...) hacen que ambas acaben coincidiendo en la misma fecha. Bueno, eso tampoco representa un problema, después de todo se puede hacer una boda doble, ya que ambas han sido amigas desde toda la vida por qué no, ¿verdad? Pues, tampoco, porque cada una quiere SU boda en el Plaza, y que sea SUYA y nada más. Lo dicho, el gen boda agazapado en los cromosomas de cada fémina dizqueliberada. Y claro, las dos amigas que han vivido una vida juntas prácticamente, ahora se van a hacer pedazos por una jodida boda. Ni que todo el asunto fuera para toda la vida hasta que la muerte los separe, vamos...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En medio de los brutales cambios sociales que han ido ocurriendo desde la eclosión del feminismo, un nuevo fenómeno se asoma en el horizonte: ese armagedónico monstruo de aniquilación y destrucción llamado... NOVIAZILLA. (Bridezilla en el original inglés). Si la liberación femenina de lo '60s se hubiera quedado en eso, en liberación, pues habría estado muy bien, pero es que muchas de ellas (no todas, digámoslo, y eso a mucha honra de las mujeres que escaparon a ese canto de sirenas... o de tritones) aprovecharon el salto para victimizarse y diciendo que porque no tenían nada ahora lo quieren todo, y le dieron cuerpo a esa purulencia del feminismo que es el feminazismo, la creencia de que las mujeres son unas pobrecitas y los hombres no valen nada porque son unos desalmados. De ahí que cuando una chica se pone neurótica, maniática, perfeccionista, etcétera, nadie les dice nada porque están reivindicando sus derechos. Se acepta a la chica narcisista (por comodidad, calzonudismo o ambas), pero no al chico narcisista, salvo que sea un metrosexual forrado en dinero (y ya sabemos: todo metrosexual en el fondo es una hembra wannabe que nació en el cuerpo equivocado). De ahí salió ese fenómeno que es la noviazilla, la chica que cuando llega la hora del matrimonio, se vuelve neurótica, maniática y perfeccionista justamente, para desesperación de sus pobres novios que las miran con carita de cordero degollado (bueno, admitámoslo, ninguna persona narcisista se casaría con alguien que no fuera un estropajo humano, dispuesto a arrastrarse para alimentar el fuego siempre voraz del ego narcisista). Y con esto cerramos el círculo, porque dentro de toda mujer hay una potencial noviazilla. Después de todo, quién más quién menos, toda chica sueña con la boda y con la paz mundial. Y felicitaciones a las que, con enorme sacrificio y autocrítica, consiguen superar el síndrome. Una vida de ninguneo conociendo y levantando cartas geográficas de las espaldas de todo el resto de la sociedad las espera por delante.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos diciendo que esta peli cosechó una abracadabrante cantidad de malas críticas y comentarios. ¿Merecidos? A medias. Se le criticó por ejemplo ser una peli sexista (bueno, seamos sinceros, lo es, si después de todo presenta al enésimo estereotipo de chica histérica por estupideces, al estilo Cameron Díaz, Jennifer López, Mandy Moore, e incluso la propia Kate Hudson). Pero eso no es un defecto porque lo que tenemos delante es una peli, no un manifiesto ideológico, y que los santurrones de toda la vida, esos que quieren quitarle toda diversión a la vida so pretexto de corrección política e ideológica, prueben mejor a pastar. Se la criticó también por ser corrientita en materia de chistes (y eso, ¡auch!, sí es cierto), aunque a las últimas igual te ríes viendo como las dos chicas se putean a gusto, y todo por un puto matrimonio (siento las groserías, pero es que encajan bien ahí donde están puestas). Pero quizás la sombra más tenebrosa de esta peli, es que tratando de ser graciosa, acaba por ser tétrica, tenebrosa, creepy. Repasemos la evidencia. 1.- Las dos chicas son amiguis de toda la vida y no se pueden estar la una sin la otra; 2.- Vemos a las chicas jugando de niñitas a la celebración matrimonial; 3.- Una es claramente dominante, agresiva, ahombrada y egoísta (cualidades tradicionalmente asociadas a lo masculino), y la otra es claramente sumisa, pasiva, femenina y entregada (cualidades tradicionalmente asociadas a lo femenino); 4.- Ambas tienen novio pero los famosos novios son unos desaliñados que más que estar con ellas, las sobrellevan, si en el fondo son un par de calzonudos que aguantan todos los cambios de humor, ánimo, etcétera; 5.- Los problemas entre las dos chicas comienzan cuando cada una se va a casar con su novio (metafórico, ¿eh?); 6.- Cuando ambas chicas rompen, cada una llora (literalmente: lloran) en su propia cama echando de menos a la otra y su amistad y consejos y contacto físico y emocional, a pesar de que cada una tiene a su hombre al lado en esa misma cama; y 7.- (((ESTE NUMERAL Y EL SIGUIENTE SON SPOILERS DEL FINAL, ASÍ ES QUE SI NO LA HAN VISTO... YA SABEN))) Cuando uno de los hombres se pone los pantalones y deja plantada a su chica en la boda, la plantada acaba acudiendo al matrimonio de la otra y entran las dos vestidas de novia hasta el altar; y 8.- La prota que quedó plantada en el altar acaba por casarse con el hermano de su mejor amiga, supongo que para que los genes y el mobiliario queden en familia (((FIN DEL SPOILER DEL FINAL AQUÍ))). Yo no sé qué piensen ustedes, pero a mí me da ese mismo tilimbre en la espina que me da cuando veo a dos chicas amiguis muy amiguis, tan amiguis que los novios de cada una no pasan de ser parte del decorado. Creepy, ¿verdad? Creo que ésa es la razón fundamental porque la peli no le gustó a nadie. A los chicos, porque es una peli sobre chicas y sobre bodas, temas a los que tradicionalmente son alérgicos (como no sean gays, claro, o esforzados servidores publiblogueros como el General Gato quien esto escribe). Y a las chicas, porque en el fondo las dos protas son dos amigas que en el fondo están siempre al borde de salir del closet, y por mucho que el lesbianismo hoy en día esté difundido con la voracidad de una epidemia por nuestra sociedad, aún todavía quedan muchas rectas y conservadoras que eso del tortilleo como que no las inspira, o fingen que no las inspira, o por último se dan su espacio para ser bicuriosas y todo, pero para regresar a lo que los cánones sociales de toda la vida mandan, o sea, echarse un macho (ojalá no muy macho, que sea viril-pero-no-tanto, si la cosa es de tapadera y no va en serio), casarse con él, engendrarle hijos y criarlos. Quizás las nuevas generaciones, esas manadas de estudiantes que crecieron con t.A.T.u. y con el anime japonés, y por lo tanto son más tolerantes y permisivas hacia el tema, acaben por valorar y apreciar esta peli por lo que vale en justicia: por ser la crónica de dos amigas reprimidas que no se atreven a dar el siguiente paso lógico de su relación, que es darse húmedos besos de lengua, cómodamente anidadas yaciendo en un mismo mueble. Pero claro, esta peli es de Hollywood y por tanto está todo en el subtexto (y quizás ni los propios guionistas se percataron de ello). Por cierto, para ver una comedia ligera de verdad sobre lesbis saliendo del armario, la recomendación va por el lado de "Imagínanos juntas", que es la peli que llega hasta donde "Guerra de novias" no se atrevió...
IDEAL PARA: Transformarse en peli de culto para el colectivo gay/lesbi.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
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