11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 4 de agosto de 2013

"El joven Frankenstein" (1974).


-- "Young Frankenstein" (título original en inglés), "El jovencito Frankenstein" (título en España).
-- Dirección: Mel Brooks.
-- Actuación: Gene Wilder, Marty Feldman, Peter Boyle, Teri Garr, Cloris Leachman, Madeline Kahn, Kenneth Mars, Richard Haydn, Liam Dunn, Danny Goldman, Leon Askin, Gene Hackman, Mel Brooks, Lou Cutell, Ian Abercrombie.
-- Guión: Gene Wilder y Mel Brooks, más o menos basados en el chuleteo a los personajes de la novela de Mary Shelley.
-- Banda Sonora: John Morris.

-- "El joven Frankenstein" en IMDb.
-- "El joven Frankenstein" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Apertura en blanquinegro para que se vea como homenaje en forma. En un lugar tenebroooooo-ssssss-oooooo de Euroooooo-paaaaaa, resulta que alguien abre un ataúd y se lleva un documento, suponemos que un testamento o algo asín, por los sucesos posteriores de la peli. Salto a... una escuela de Medicina en los Yueséi. Con Gene Wilder dictando una clase de anatomía acerca de cómo el nervio subsexuado se inserta en el corpus parabellum a la vez que entronca con el bulbo palpito para conformar... bueno, ya me entienden, yo qué sé de anatomía. El caso es que Gene Wilder es el doctor Frankenstain... ¡ah, no, perdón, se ofende si le decimos así...! Se escribe "Frankenstein", pero se pronuncia "Fronkinstin". Porque no quiere verse relacionado con los experimentos de su abuelobisabueloquemierdaseabuelo el loquito de la familia, el que cosia cadáveres y levantaba muertos y tal. Pero hasta allí llega el tipo con el testamento, que le dice lo que ya sabemos, que el doctor ha heredado las propiedades de su tío en Transilvania (sí, leñe, eso es del vampiro, pero ya puestos a meterle cosecha, pues por qué no). De manera que se despide de su prometida, una pijilla esperémonos hasta el matrimonio porque se me arruga el vestido/escote/maquillaje/peinado, tárjese lo que no corresponda. Cuando llega a Transilvania, se encuentra con un jorobado, que adivinen a qué nombre responde (sí, leñe, Igor. Qué esperaban). Y luego, con una alemana que parezque fiera pa'látigo porque la cara de estreñía desde luego nadie se la quita, en una sutil muestra de que a Mel Brooks le va el fetichismo raro. Y una sirvienta que, como corresponde a las sirvientas de toda clase y condición en estas pelis, está de buen ver. Entre todos, y sobrepasando de una manera u otra la resistencia de Frankenstain... perdón, de Fronkinstin para abrazar el legado de su loco antepasado, harán lo impensable. Primero, viene spoiler. Segundo, si no adivinan cuál es el spoiler en una peli que se llama como ésta, es para que Igor los arroje a los lobos transilvanos. Que sí, joer, que van a agarrar un cuerpito y le van a dar vida con electricidad y decir aquella célebre línea de IT'S ALIVE!!! (bueno, algo así). Que el Monstruo va a salir... bueno, como suelen salir los monstruos de Frankenstein en estas pelis. Que los aldeanos harán lo que se suele hacer en esta clase de pelis (antorchas, ya saben). Y que siendo esto una de Mel Brooks, todo va a ser en clave de reverenda chacota.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Se dice que Gene Wilder y Mel Brooks estaban terminando de rodar "Locuras en el Oeste", la célebre en que Wilder se cachondea de sus cualidades como superpistolero diciendo la genial línea de que "he matado a más gente que Cecil B. DeMille", cuando la conversación derivó hacia lo malas que eran las pelis actuales, que las antiguas sí que eran buenas, que nuestros viejos sí que sabían, etcétera. Y entre esas pelis está, bueno, el legado de la Universal. Los llamados Monstruos de la Universal, que no eran exactamente suyos porque muchos estaban en el patrimonio común, pero que la Universal les dio un aspecto e iconografía tan decisivos, que es imposible no abordarlos sin tener que referirse a dicho legado, para confirmarlo o parodiarlo (muchos críos que hoy en día se cagan de la risa con cagadas como "Hotel Transilvania" ni tienen idea de que los clichés de esa peli son la enésima burla o parodia del "Drácula" de 1931, y menos las han visto, y menos aún les han cobrado gusto). Bueno, la generación de 1974 más o menos todavía recordaba a Bela Lugosi (lo suficiente como para que unos poquitos años después, Bauhaus homenajeara con "Bela Lugosi is Dead"). De manera que, ¿por qué no rodamos una comedia paródica que sea a la vez un homenaje afectuoso a las pelis de la Universal? Gene Wilder puso una condición, eso sí: que Mel Brooks no apareciera. Porque como ya sabemos, Mel Brooks siempre hace su cameo graciosete en sus propias pelis (si es que no las protagoniza, como "La última locura de Mel Brooks"), y eso como que distrae, llama a la cuarta pared, etcétera, y Gene Wilder estaba convencido de que la cosa iba a funcionar mejor tratando de hacerlo todo lo más mortalmente serio y parecido a las pelis Universal que se pueda, para que las graciosetas sean todavía más graciosas. La cosa funcionó bien, salvo algún que otro incidente (la escena del baile con "Puttin' on the Ritz", Brooks la odiaba, y Gene Wilder la adoraba, y Brooks decidió que si su socio la veía tan bien, quizás funcionara bien... y tenía razón, porque la escena tié su gracia). El resultado es una peli que pasó como cazabombardero sobre la taquilla, recaudando 86 millones de dólares (costó apenas casi tres, o sea por cada dólar invertido recaudó 28, chúpense ésa). Nada mal para una peli rodada... en blanco y negro, de manera tan vehemente que Mel Brooks prefirió irse de Columbia a la Fox para rodarla, porque en un lado no lo dejaban el blanco y negro, y en otro lado sí se lo permitían. Eso es amor a la camiseta (y suerte, porque la Fox estaba medio en reestructuración, y el asunto pasó soplado. La historia del arte tiene su punto de genio y otro de pura, simple, llana suerte).

¿POR QUÉ VERLA?

-- "El joven Frankenstein" es ante todo un homenaje afectuoso, en clave de comedia, a las pelis de los '30s, en particular a "Frankenstein", "La novia de Frankenstein" y "El hijo de Frankenstein", pelis a las que cita directamente como parodia. En ese sentido no cabe esperar una sátira desmadrada y deconstruccionista del mito del hombre artificial, al estilo de "Y dónde está el piloto" y similares. En esto la peli se lastra un poco, porque sin conocer las pelis originales, algo de la gracia como que se pierde en el camino. Aún así, queda la suficiente como para echarle pa'lante. En realidad el argumento no es la gran cosa, y en donde la peli se gana los puntos bien ganados es en secuencias aisladas, que sí resultan muy buenas. Ver a Frankenstein y su monstruo bailando tap al son de "Puttin' on the Ritz" es un gran momento musical, las conversaciones acerca de que si el monstruo es grande entonces lo tiene TODO grande, o ese delirante final, son secuencias realmente buenas. Es imposible adelantar mucho más porque implicaría empezar a referir los chistes, y es mejor llegar virgen a la peli (en el sentido de sin spoiler, eso es). Gene Wilder está un poco pesadote, pero a cambio Marty Feldman es un Igor absolutamente derecho (o torcido, ya saben, la giba...), por no hablar de Peter Boyle como monstruo haciendo una excelente parodia, y Gene Hackman en una escena única y absolutamente irreconocible (es el ciego, por más señas, y si no lo sabías y yo no te digo, fijo que no te das cuenta). Mel Brooks aparece no como cameo, sino poniendo voces aquí y allá (incluyendo a un gato... seriosly). Teri Garr y Madeline Kahn están bellas las dos, por no hablar por supuesto del talento actoral de por medio. Y la banda sonora encaja a las mil maravillas con el fondo (Mel Brooks no le dijo al compositor que era una comedia, así es que éste compuso un soundtrack atmosférico de peli de terror, que hace aún más contraste con los desmadres de los protas. Lo que queda por tanto es una comedia fina con chistes algo sórdidos pero jamás vulgares, pero efectuada desde el afecto al material parodiado, en vez del cinismo. Un tipo de comedia que por desgracia, parece que ya no se va a hacer más, en beneficio del chiste de caca-culo-pedo-pis, o de la parodia cínica estilo "Shrek". Para que luego digan que estamos avanzando pa'lante.

IDEAL PARA: Ver un excelente homenaje al cine clásico de monstruos.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- El monstruo de Frankenstein y su Creador bailan "Puttin' on the Ritz" [en inglés, sin subtítulos. Total, para la falta que hacen...].

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