Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
domingo, 22 de julio de 2012
"Desde el jardín" (1979).
-- "Being There" (título original en inglés), "Bienvenido, Mr. Chance" (título en España). Estados Unidos. Año 1979.
-- Dirección: Hal Ashby.
-- Actuación: Peter Sellers, Shirley MacLaine, Melvyn Douglas, Jack Warden, Richard Dysart, Richard Basehart, Ruth Attaway, David Clennon, Fran Brill, Denise DuBarry, Oteil Burbridge, Ravenell Keller III, Brian Corrigan, Alfredine P. Brown, Don Jacob.
-- Guión: Jerzy Kosinski, con aportes sin acreditar de Robert C. Jones, basados en la novela del primero.
-- Banda Sonora: Johnny Mandel.
-- "Desde el jardín" en IMDb.
-- "Desde el jardín" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Es el amanecer, y ¿la vida llega a nuestro mundo? Todavía no. Se enciende el televisor, y ¡ahora sí! Existe vida en el planeta. La caja idiota le dirige su expresión vacía de contenido a... bueno, a un idiota. Tan idiota que, cuando se levanta, vienen a avisarle que el amo se murió, y bueno... se murió, supongo que ya no está más. Y seguimos mirando televisión. El caso es que se le acaba el trabajo, pero el pringao no se da cuenta porque ha vivido toda su vida en una burbujita. Sale a recorrer el mundo, y por una vuelta del destino, acaba en la casa de un ricachón. Nuestro héroe el idiota que sólo se ha educado por la televisión, lo encuentra lo más natural, y lo más interesante de todo, es que su estilo oracular para hablar, importado 100% de la televisión, todo el mundo se lo celebra como lo más inteligente que han escuchado jamás. Así, nuestro antiguo jardinero el idiota mamatele, ahora está vía al éxito, a la celebridad...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Acepto opiniones en contrario, pero la mía es que la mayor revolución de todo el siglo XX, fue la llegada de la televisión. Existía el cine, claro, pero el cine implicaba (e implica) ir a un lugar físico a encerrarse viendo una peli, mientras que la televisión (y el monitor del computador ahora, pero eso es una continuación de la TV por otros medios) literalmente invade tu casa con el mundo exterior. Tienes la opción de apagarla, claro, pero siendo un medio de consumo fácil, hay que tener valor para apartarse de ella y dedicarse a la prensa o a un libro. A la prensa de papel y no a la prensa de uva, claro. La televisión hizo que el hogar dejara de ser un refugio o un espacio ajeno al mundo, sino que importó literalmente el mundo hasta el living de tu casa. Ni la bomba atómica, ni el bikini, ni la píldora anticonceptiva, han tenido tanto poder para transformar la mentalidad de las personas. La mensajería electrónica, el chat, la actual generación internetúbica, todos esos no son sino epígonos de esa revolución maestra que fue la televización de la sociedad. Pocas novelas han descrito el fenómeno de manera tan acabada como "Desde el jardín" de Jerzy Kosinski, que narra la historia de un perfecto hijo del siglo XX, uno cuya única dieta mental es la televisión, y que por lo mismo encaja milagrosamente con la sociedad hasta el punto que esa sociedad poco a poco (los ricos, los que ven TV, finalmente los políticos) lo va aupando hasta los más altos honores y homenajes, en un horripilante ejercicio de retroalimentación. El actor Peter Sellers, que en los '60s era grito y plata ("La Pantera Rosa", "Doctor Insólito", "La fiesta inolvidable"...), pero que en los '70s iba a los bandazos, y en los '80s no porque se murió víctima de su afición a las "medicinas alternativas", se interesó por el libro y trató de adaptarlo en una peli. Deseaba que fuera la joya de la corona, en lo que a su filmografía se refiere, y pasó sin pena ni gloria (Melvyn Douglas obtuvo el Premio Oscar al Mejor Actor Secundario, pero Peter Sellers, que estaba nominado como Mejor Actor Principal, se quedó sin estatuilla, derrotado por Dustin Hoffman por "Kramer vs. Kramer" (bueno, admitámoslo, el duelo estaba difícil, aunque ambos roles son marcadamente distintos). Decepcionado, hizo después la mediocre "El diabólico plan del Doctor Fu Manchú", y luego no tuvo otra oportunidad porque se murió. Melancólico final para uno de los más grandes comediantes del siglo XX. Así como melancólica resulta, a pesar de tratar de ser una comedia, la peli "Desde el jardín".
¿POR QUÉ VERLA?
-- Hablemos un poco sobre recursividad. Para los que ignoren la palabreja, podemos decir informalmente que se trata de aquello que se refiere a sí mismo. Un poco como "lo mismo conduce hacia lo mismo". La novela de base es recursiva: vemos a un ser humano criado en una burbuja, que ni siquiera posee una identidad legal propia, cuyo único nexo mental con el mundo es la televisión, y que precisamente por esto, consigue encajar estupendamente bien en una sociedad televisada, hasta el punto que su más grande triunfo es llegar a aparecer ÉL MISMO en la televisión (¡Gran Hermano ad portas!), y la sociedad acepta a ese hijo de la televisión en su seno, regresando al útero materno, encajando muy bien porque al ser criado con la televisión, HABLA el código televisivo, y la gente lo comprende mejor que a nadie (la ironía, claro está, es que como la televisión lo distorsiona todo, en realidad nadie entiende nadie... ése es el garrotazo más o menos explícito de la novela). El problema es que parte importante de todo esto lo entendemos, siempre hablando de la novela, porque en ella se describen con frialdad que sólo remarca la suprema ironía, todos los procesos mentales del protagonista (Chance Gardiner), y de cómo toma la opción de hacer o decir tales o cuales cosas debido a su entrenamiento televisivo, y a cómo los personajes de la televisión (pelis, culebrones, comerciales) resuelven sus situaciones. En la peli, todo este riquísimo sustrato es eliminado como concesión al naturalismo, pero con ello, las acciones del personaje prota quedan casi inentendibles. En la novela es simplón porque su formación cultural es pobre, como pobre es también la televisión, pero en modo alguno es un idiota, porque vemos su interioridad y sus mecanismos de pensamiento, mientras que el cine, privado de las herramientas de la literatura para la introspección de los personajes, al ser pura externalidad (en los libros uno puede explicar el comportamiento del personaje, mientras que en las pelis éste debe inferirse a partir de lo externo, lo que dice y lo que hace, y para decir lo que piensa debe recurrirse a la generalmente molesta e invasiva voz en off), percibimos a Chance Gardiner como lo ve el mundo exterior, o sea, precisamente un idiota. Y para cerrar la recursividad, resulta que su seguro servidor el General Gato vio esta peli en la pantalla de un televisor. Creepy, si lo piensan bien. Y para terminar de hundir el asunto, resulta que le encargaron el guión nada menos que al novelista original. Uno podría decir que es una inteligente idea poner al novelista a adaptar su propia novela para el cine, pero esto no siempre es así: el novelista piensa en términos de palabras y frases, no (necesariamente) en términos de imágenes, y por lo tanto tiende a creer que la mejor manera de adaptar una peli es de manera absolutamente literal a la novela, cuando en realidad por tener lenguajes distintos, la Literatura y el Cine, la adaptación debe por fuerza recurrir a mecanismos narrativos distintos. Por no entender esto, es que pelis visualmente tan ricas como "Harry Potter y el secreto de la Piedra Filosofal" o "El Código da Vinci", adaptaciones casi literales de la novela original, son también argumentalmente tan pobres. Y si esto pasa con blockbusters que consiguen el aprobado por los pelos en el mejor de los casos, ¿qué no pasará con una novela tan rica en implicancias como "Desde el jardín"? Bueno, nadie puede decir que esta peli no se refiera a lo plana y chata que es la televisión, hasta las últimas consecuencias: la peli misma es, en resultado, también plana y chata.
-- Peter Sellers. A pesar de que la peli es en definitiva mediocre, la actuación del prota es brillante. Muchos confunden "buena actuación" con algo superlativo, con papeles bigger than life o similares. Claro, eso se puede aplicar a tipos extraños como el Hannibal Lecter magníficamente interpretado por Anthony Hopkins en "El silencio de los inocentes" y secuelas (y si no, vean el triste Hannibal Lecter interpretado por otro actor que aparece en la previa "Cazador de hombres"). Pero el buen actor sabe también transmitir mucho con poco. Este es el caso. Chance Gardiner es un personaje absolutamente plano, criado por la televisión para ser un chato mental, y por ende, interpretarlo de esa manera y que aún así se vea como un ser humano y entendamos su periplo existencial (o mejor dicho, su falta del mismo), implica una enorme exigencia. Peter Sellers lo logra de una manera superlativa. Hace tan suyo el personaje, que resulta casi imposible pensar en otro actor que pudiera interpretarlo correctamente. A pesar de que la peli en sí misma es mediocre, vale la pena verla para observar el magnífico trabajo actoral de Peter Sellers, siempre pétreo e inconmovible, como un Buster Keaton de toda la vida. Pero no se crea que está en solitario. A su lado, Shirley MacLaine como la chica primero intrigada por su inocencia e ingenuidad, y después cautivada por estas cualidades, está simplemente brillante, mientras que el terceto es cerrado por un Melvyn Douglas que crea un personaje entrañable a pesar de que sobre el papel su rol de millonario bonachón es casi tan mitológico como Santa Claus. Juntos sostienen una peli que la desmayada dirección del nunca demasiado brillante Hal Ashby no parecía querer remontar.
IDEAL PARA: Ver el último brillante, y probablemente el más ninguneado, de los papeles de Peter Sellers.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
-- Secuencia de créditos de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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2 comentarios:
Creo que Peter Sellers no ha tenido el reconocimiento que se merecía por sus buenas interpretaciones, que son una cuantas... A veces el participar en comedias (aunque sean excelentes) produce un efecto devaluador a ojos de los críticos de cine. Qué se le va a hacer, pero dicho queda.
Un saludo gatuno
Creo en lo personal que Peter Sellers tiene bastante reconocimiento, y es uno de los comediantes más reconocidos de todos los tiempos. Por desgracia no todas sus comedias son tan interesantes, y eso pesa también lo suyo. También pesa lo suyo que se lo haya comido el papel del Inspector Clouseau en la mentalidad popular, y cada vez que se lo ve en pantalla, hay una cosa de "mira, es el Inspector Clouseau haciendo de...". Por otra parte, concuerdo plenamente en que la comedia por ligera se la mira a huevo, cuando en realidad es mucho más difícil pasar de papeles "serios" a roles de comedia, que a la inversa. Se dice (aunque no he podido confirmarlo) que Joss Whedon tiene muy presente esta idea, y prefiere darle roles dramáticos a actores con buen talento para la comedia en la idea de que después de haber hecho reir, causar drama debería ser juego de niños para ellos.
Saludos igualmente.
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