Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
domingo, 24 de abril de 2011
"Agora" (2009).
-- "Agora". España. Año 2009.
-- Dirección: Alejandro Amenábar.
-- Actuación: Rachel Weisz, Max Minghella, Oscar Isaac, Ashraf Barhom, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Richard Durden, Sami Samir, Manuel Cauchi, Homayoun Ershadi, Oshri Cohen, Harry Borg, Charles Thake, Yousef 'Joe' Sweid.
-- Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil, sobre una historia del primero.
-- Banda Sonora: Darío Marianelli.
-- "Agora" en IMDb.
-- "Agora" en la Wikipedia en español.
-- "Agora" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Alejandría, a finales del siglo IV. El Imperio Romano vive horas apuradas y está en declive. En ese ambiente es que una bella mujer llamada Hipatia tiene el atrevimiento de... ¡saber de ciencia! ¡Y enseñarla! ¡¡¡UNA MUJER!!! ¡¡¡UNA DE ESAS CRIATURAS QUE DEBERÍA ESTAR EN LA CASA CRIANDO A TUS HIJOS Y SATISFACIENDO TUS URGENCIAS HORMONALES!!! El caso es que a algunos hombres les gustan las mujeres superiores porque de esa manera se sienten aplastados y oprimidos y felices, y por eso, alguno que otro decide que quiere hacer que Hipatia sea su mujer. Orestes el trepa, por ejemplo, que hace lo imposible por hacerse notar en la clase haciendo de alumno aplicado en algún minuto y de respondón en otros (además de darle serenatas a teatro lleno, pobre hombre, si es que a esos ridículos nos reduce el amor...). O el esclavo Davos, que como es esclavo no puede aspirar a la mano de su ama, pero igual escucha sus clases y entre latigazo y latigazo del patrón hasta construye su propia maqueta del modelo geocéntrico y todo. Pero este pacífico triángulo amoroso se ve perturbado por las cosas que ocurren allá afuera. Resulta que los cristianos, que hasta hace algunos años eran una secta de patipelaos que les gustaba dárseles de víctima, ahora sacan a lucir sus colmillos de lobo y no se conforman con la tolerancia, sino que además desean la destrucción completa de todos aquellos quienes no aceptan que ELLOS son LA PALABRA DE DIOS, y pongan ustedes de fondo su música épica con coros gregorianos que sea su favorita para complementar lo que aquí escribo. A resultas de que los paganos y los cristianos se están agarrando de las mechas, los desórdenes y disturbios amenazan con quebrar el interior de la sociedad alejandrina. Y lo que se juega no es menor: nada menos que la salvación de la cultura y el conocimiento. ¿Conseguirá nuestra bella Hipatia salvar el legado cultural de la Antigüedad...? (Para los que no saben historia y por lo tanto, son indignos de Cine 9009, les reventaré la respuesta: NO).
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
La ciencia y el cine no suelen llevarse bien. La ciencia, y me refiero a la ciencia de verdad, no a la del tipo Doctor Panchostein, es una actividad métodica, laboriosa, y un tantín aburrida. El héroe en el cine suele ser el hombre de acción, el presto a descargar puñete o sacar pistola para luchar por la justicia y el bien, no el científico que crea maravillas e invenciones para solaz y consuelo de la doliente Humanidad. El científico, de hecho, y cuando aparece, está limitado a ser el asistente del héroe, el Q que le grita a James Bond que ojalá esta vez sí que sí le cuide sus bellos cacharros (cacharros que James Bond inevitablemente destruirá, claro está, y justificado está el cabreo de Q entonces). Por eso hay tan pocas pelis sobre la Grecia Antigua: venden más las historias de heroicos y viriles legionarios, que de amaneraditos y barbilargos sabihondos pontificando sobre los epiciclos y las deferentes. En "300" esto queda patentemente claro cuando Leónidas se cachondea de los debiluchos atenienses diciendo que son "filósofos amantes de niños", de lo que se deduce que lo malo es ser pedófilo y no gay, porque los espartanos eran tan raritos como el resto de los griegos (pero la peli, claro, no lo muestra, pintando más gay a Jerjes que al mismísimo Leónidas), y claro que la peli está protagonizada por los griegos que eran guerreros con peazo pectorales, no por los jonios buenos para darle de crujir a las neuronas (y que, según Heródoto, eran flojitos como combatientes, si por algo Persia les echó la aplanadora encima). Y esto responde a un gusto muy definido de las audiencias: lo que el vulgo desea ver es harta acción, ojalá salpimentado con harta chica mostrando carnes prietas, no profundas disquisiciones existenciales sobre la vida y sus misterios (vean el Top 100 de pelis más taquilleras de todos los tiempos: pupulan los Espílber y los Brukjaime, no los Bergman ni los Haneke). ¿Quién podía entonces ser tan tozudo, tan porfiado, tan macarra, tan cultureta, que iba a ir contra la corriente y montarse una en donde los científicos sean los buenos? Pues, Alejandro Amenábar. O sea, un español. Nacido en Chile. Debe tener huevos binacionales, el hombre (de hecho, existe tratado de doble nacionalidad entre España y Chile... algo debe tener que ver). Olé y huifa rendija.
¿POR QUÉ VERLA?
-- "Agora" es sin lugar a dudas una peli atrevida, que rompe una serie de tópicos acerca de las pelis de toga pseudoShakespeare. Salvando el hecho de que Hipatia es un personaje histórico documentado (no diré BIEN documentado, que poco sabemos de ella, y casi todo lo que cuenta la peli sobre ella es no diré completamente ficticio, pero sí con bastante relleno), lo cierto es que es una prota cinematográfica que rompe todos los cánones: de partida es mujer y no hombre, en segunda trata de apelar siempre a la razón en vez de ser partidaria del recurso de fuerza, en tercera es científica y no (digamos) militar o aventurera, en cuarto es pagana y no cristiana... Resulta comprensible que jamás Hollywood se haya interesado por ella para rodar una peli (bueno, Carl Sagan y "Cosmos" no cuentan como Hollywood). Y Alejandro Amenábar tiene el buen gusto de seguir con esta elección suicida hasta el final: en vez de adocenar la peli metiéndole piezas de acción a tutiplén allí donde se pueda (con algún machorro protegiendo a Hipatia como damisela en desgracia o algo así, Hollywood' style), adecúa la peli entera a su alrededor. Quizás la única concesión a la audiencia es crear un triángulo amoroso alrededor de Hipatia, pero Amenábar no lleva esto tan lejos que termine por ahogar el resto de la historia, sino que lo utiliza como una manera de crear motivaciones para ciertos personajes secundarios: Orestes es el típico político trepa que no duda en vender sus convicciones por acomodarse por allá estas pajas (y lo paga: no falta el exaltado que en un minuto lo conmina a la prueba de la blancura), y el esclavo Davos se debate entre su adhesión al Cristianismo provocada más o menos por resentimiento social, y su admiración por Hipatia ya que ella representa todos esos valores humanistas que los cristianos dicen tener y no tienen. Pero aparte de eso, Amenábar crea una peli sobre un material tan poco promisorio de cara a la taquilla como el conflicto entre la fe y la ciencia, y la tolerancia y la intolerancia, y poniéndose del lado de la causa impopular (la ciencia y la tolerancia, causas que la gente sostiene de boquilla, pero que quedan en evidencia cuando muestran que "si, es bueno que haya ciencia, pero es que no he leído un libro desde... y yo no soy intolerante, ¡oh, no, señor!, pero es que esos cochinos esto-o-aquello"...). No deja de ser un plus.
-- Esta peli renuncia al fácil recurso de apelar a las emociones del público. Por el contrario, es una peli tremendamente fría y cerebral, muy brechtiana. Mientras que en pelis tipo Harry Potter los buenos son los buenos porque sí, y los malos son los malos porque sí, y la adscripción de los personajes a un bando u otro roza la caricatura (hasta el punto que te preguntas, un poco como el Saruman de "El Señor de los Anillos", para qué eres tan estúpido de servir a un señor que obviamente te la va a dar por la espalda a la primera de cambio, porque por algo es el MALOH), en "Agora" tenemos una compleja red de motivaciones para cada personaje. Es cierto que los cristianos son los malos de la peli y los paganos los buenos, pero Amenábar morigera este retrato mostrando que los paganos son burlescos, prepotentes, y en algún caso despiadado (el papá de Hipatia, en los primeros minutos de peli, azota a uno de sus esclavos por el delito de ser cristiano), mientras que se enfatiza que los cristianos tienen su propia red de asistencia social. Al final de la peli te queda clara la moraleja, por supuesto, pero no porque Alejandro Amenábar insista en mostrarte cuán beatos son unos y cuán salvajes son los otros. Los cristianos son malvados porque van ganando y hacen lo que toda religión cuando se impone, que es erradicar y exterminar a todos los que se oponen a sus delirios celestiales, pero se deja entrever que los paganos eran más o menos la misma cosa, hasta que el tarro se les escapó de las manos. En definitiva, la peli deviene en un estudio de la intolerancia en cuanto tal, y deja bien en claro que ser intolerantes no es un privilegio de un bando u otro. Esto se encuentra en las antípodas de "Gladiador" (por pensar en otra peli de romanos con algo de ínfulas sociales), en donde el Emperador es el malo porque sí y sanseacabó, y el héroe es el bueno también porque sí y porque lucha contra la tiranía y por restaurar la República y etcétera.
-- Esta es una de las pocas pelis de su tiempo que actualmente muestra RESPETO por la actividad científica en cuanto tal. Es cierto que la ciencia defendida es la de Ptolomeo, hoy claramente desfasada (además de lo improbable que resulta tener a Hipatia descubriendo las leyes de Kepler), pero muestra como algo positivo la actividad científica y la curiosidad por saber, aunque los descubrimientos resultantes terminen por arrollar más de algún dogma defendido histéricamente por cobardes intelectuales ansiosos de pegarse a las polleras de la religión. Pensemos por ejemplo en "El Señor de los Anillos": los que usan ciencia y tecnología y máquinas e industrias son los villanos que buscan subvertir el orden establecido, orden que sirve a la conveniencia de los que tienen estatus ya ganado (ahí tienen como Gandalf y Aragorn le arman un golpe de estado al Senescal de Gondor en medio de la guerra contra el enemigo, el par de muy cabrones, el "El retorno del Rey"). En "Agora" por el contrario, es la investigación científica lo que puede traer progreso al mundo y hacerlo un lugar mejor. La apertura de la peli es sugestiva: mientras Hipatia explica los misterios del universo mediante una clase participativa en donde sus alumnos tienen que pensar y responder, algo después vemos una escuela de adoctrinamiento cristiano en donde el obispo habla desde el púlpito un montón de sandeces mitológicas acerca de su Cristo a una masa de borregos que están completamente en silencio. Entre los alumnos de Hipatia, a la larga, hay de todos los tipos y valores morales, desde los buscadores de la verdad que tratan de hacer lo correcto hasta los acomodaticios que voltean la enseñanza racional en contra de su maestra, mientras que entre los alumnos del obispo sólo hay fanáticos ávidos de quemar rollos científicos y utilizar a la Biblioteca como establo. Hay quien acusa a esta peli de ser tendenciosa por cosas como ésta, pero es que abramos los ojos: las cosas allá afuera son así. Tú tienes Internet y estás leyendo Cine 9009 en estos minutos gracias a gente como Hipatia que abrió el camino y luchó, con éxito o con fracaso, para impedir que las tinieblas se tragaran los conocimientos científicos necesarios para construir estos chismes que hacen mejor tu vida, mientras que si hiciéramos caso de la enseñanza y prédica de los obispos, aún estaríamos acarreando sacos de trigo en carretas tiradas por caballo, y el simple arte de la lectura sería el privilegio de unos poquitos. Eso no es una opinión, sino la verdad, y es la verdad no porque lo diga yo, sino porque se ajusta a los hechos históricos tal y como los conocemos. Las verdaderas pelis de romanos adoctrinadoras en ese sentido son las que muestran a los cristianos como unos pobrecillos mansos víctimas de los depravados romanos, porque erradican sistemáticamente de sus guiones toda la actividad intelectual pagana, así como los argumentos con los cuales los paganos se atrevían a descreer de las cosas cristianas. Y cuando los cristianos se impusieron no fue con la fuerza de los hechos, sino con la represión, la persecusión y la quema de herejes. Así es que esta peli no sólo no es tendenciosa, sino que, salvando algunas inevitables licencias narrativas (poner a Hipatia en el foco de un triángulo amoroso, lo más recurrente), es en el trasfondo mucho más ajustada a la realidad histórica que el cine clásico de Hollywood sobre romanos.
-- ¿Y en el apartado técnico, cómo estamos? La verdad, bastante bien, quizás sin brillantez, pero tampoco nada de que avergonzarse. Las actuaciones oscilan entre el clavadísimo papel de Rachel Weisz por un lado, y algún que otro fulano medio pasado para el melodrama. La banda sonora acompaña bien, aunque tampoco sin estridencias. La puesta en escena es simplemente perfecta: tengo entendido que se usaron sólo escenarios de cartón piedra a la vieja usanza, pero si se llegaron a usar CGIs en algunos escenarios, la verdad es que no se nota, y eso se agradece (salvando las imágenes cenitales o desde el espacio, claro). La ambientación en líneas generales está bien cuidada, y se ve como la Alejandría del siglo IV en vez de una especie de transposición del siglo XX a nuestra época. No es más de lo que ofrece un buen producto hollywoodense del género, pero tampoco es menos, y eso se agradece. ¿Por qué mucha crítica en español se le lanzó a los ojos a Amenábar criticándolo por esto? Por una vez en la vida que desde España sale una peli decente con un buen tema, con ideas y bien realizada, y resulta que está mal porque es lo mismo que Hollywood, cuando hace rato que cualquiera con dos dedos de frente sabe que Hollywood marca la pauta acerca de cómo debe ser una peli desde el punto de vista técnico, y por eso las pelis de Hollywood son vistas en todo el mundo... Hay que ver lo idiotas que son a veces los críticos. Gracias a Bastet, vosotros tenéis al General Gato para protegeros...
IDEAL PARA: Ver una peli de la época de los romanos que por una vez en la vida trata de hacer pensar en vez de ofrecer emoción barata y vulgar.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés].
Busca otras películas relacionadas:
2009,
Alejandro Amenábar,
Ashraf Bahrom,
Darío Marianelli,
Max Minghella,
Michael Lonsdale,
Oscar Isaac,
Rachel Weisz,
Rupert Evans
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
A mi no me gustó mucho, me pareció una película con un argumento poco sólido, que quiere tocar varios temas (Hipatia, el auge del cristianismo, la ciudad de Alejandría) pero que al final no se centra bien en ninguno. Lo mejor para mi es la ambientación y la radiografía del fanatismo religioso. Le subo algo la nota si tengo en cuenta que es española, ya que conozco bien la calidad estándar de los productos cinematográficos nacionales de mi país.
Un saludo
También hay críticas hacia la película por sus imprecisiones y licencias históricas, como este artículo que escribió hace tiempo José Luis calvo (historiador y ateo): http://goo.gl/xf5TT
A EL BUENO DE CUTTLAS: Bueno, de partida el argumento había que inventárselo completo, porque de Hipatia se sabe poco más que la narración de su muerte y uno que otro detalle. La cuestión es que lo que se inventaron consigue equilibrarse entre subtramas más comerciales (el triángulo amoroso) y las más intelectuales (la investigación de Hipatia) sin irse de madre con ninguna de las dos. Creo que a esta peli le pesó mucho "ser española", que se esperaban algo más "autóctono" o más, no sé... "intelectual", en vez de un estilo de rodar más "genérico" o "hollywoodense", como es el caso aquí.
A LUCIANO DE SAMOSATA: Bueno, partamos de la base de que TODAS las pelis históricas tienen imprecisiones y licencias históricas. "Gladiador" no podría ni haber sido rodada si se hubiera respetado la historicidad (escribí sobre eso en "La verdadera historia tras 'Gladiador'" en Siglos Curiosos). Y en cuanto a "Elizabeth", es innegable que queda más vistoso ver a Fanny Ardant muerta en bolas sobre la cama después de una noche calentona, que de hidropesía como le pasó a la María de Guisa de verdad. La cuestión no es si una peli histórica es ciento por ciento fiel a la realidad histórica, sino si las inevitables desviaciones ayudan a hacerla un producto más cinematográfico o no. Y creo que en "Agora" más o menos lo consiguen, dentro de lo que cabe esperar razonablemente de un producto destinado a mercados internacionales y con un discurso marcadamente distinto al estándar de Hollywood (en donde no se puede rodar una peli de romanos en donde aparezcan cristianos y que no sean "los buenos").
Publicar un comentario