11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 24 de octubre de 2010

"Resident Evil 4: Resurrección" (2010).


-- "Resident Evil: Afterlife" (título original en inglés), "Resident Evil: Ultratumba" (título en español). Inglaterra / Alemania / Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Paul W.S. Anderson.
-- Actuación: Milla Jovovich, Ali Larter, Wentworth Miller, Kim Coates, Shawn Roberts, Sergio Peris-Mencheta, Spencer Locke, Boris Kodjoe, Sienna Guillory, Kacey Barnfield, Norman Yeung, Fulvio Cecere, Ray Olubowale, Christopher Kano, Tatsuya Goke.
-- Guión: Paul W.S. Anderson.
-- Banda Sonora: tomandandy.

-- "Resident Evil: Resurrección" en IMDb.
-- "Resident Evil: Resurrección" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Japón. Gente caminando apiñada como lo hacen los japoneses. De pronto vemos unas piernas con minifalda. ¿Es Alice que ha regresado? Pues no, porque tiene cara japonesa... o algo así, porque pronto la cara se le convierte en pura mandíbula mientras le salta al caracho a otro japonés, y así comienza. La epidemia del virus T se propaga por la Tierra y envía la civilización al demonio, en particular porque los muertos no sólo se niegan a permanecer muertos, sino que resucitan, vuelven como zombies, quieren tu cerebro, hacen carrera política, etcétera. Resident Evil, ¿recuerdan? Cuatro años después, en los subsuelos de Tokio, en la base supersecreta de la Corporación Umbrella, vemos una infiltración. A pesar de que la cámara no nos muestra quien, los que hemos seguido pacientemente la saga entrega tras entrega ya podemos adivinar que se trata de Alice. A los pocos minutos, en medio de una masacre de personajes de los que acreditan con símbolo # y con número en los créditos finales, vemos que efectivamente es Alice. Y de pronto, ¡horror!, un tiro le llega a Alice. ¡Suspenso, emoción, mataron a la prota a los cinco minutos de peli! O no, porque detrás vienen más. Los que vimos la entrega anterior sabemos que al final de la misma, la Alice de verdad se encontraba con clones suyos manufacturados con todo mimo por Umbrella, etcétera, y he ahí la explicación (los que no la vieron, deben haberlo encontrado chorra, pero en fin). Volviendo a RE4. El ejército de Alices pasa la aplanadora, metafóricamente hablando, en los cuarteles de Umbrella, hasta que finalmente los destruyen. Sí, leñe, llevamos quince minutos de peli, y el cuartel principal de los malos a los que has aprendido a odiar durante tres pelis al hilo, explota sin mayores ceremonias. El caso es que el malo maloso más maloso escapa, él y sus lentes oscuros que lo hacen verse EVIL, y lo hace en peazo helicóptero etcétera, que debe gastar combustible a lo bruto, en un mundo postapocalíptico en donde no parecen haber mayores problemas de suministro de petróleo, por lo visto. ¿Escapa? ¡No! Porque diligentemente se mete Alice y le pone una pistola en la cabeza. ¡Y Alice dispara, dicen ustedes, y el malo muere! Cuánta ingenuidad, mis estimados. No, Alice será la heroína de la franquicia, pero es media brutita cuando le conviene al guión, así es que le dice algo así como que digas tus últimas palabras, y lógicamente el malo maloso más maloso, que por algo es el malo maloso más maloso, y llegó al top one de la Corporación Umbrella suponemos eliminando despiadadamente a todo el resto de los gerentes y subgerentes por el camino, este malo maloso más maloso le hace una jugada sorpresa a Alice y le inyecta un suero que le quita sus superpoderes de Jean Grey. Y cuando el malo maloso más maloso está a punto de desquitarse y matar a Alice, vieran ustedes que el helicóptero se estrella oportunamente, y ¡CHAN! ¿Se acabó la peli a los quince minutos? No, pues, que algo hay que alargar la cosa para justificar la entrada. Así es que después Alice se va a Alaska, total, en un mundo en que toda la producción bencinera debe estar parada pegarse un viajecito de EEUU a Japón y de ahí a Alaska debe ser como un de aquí al negocio de la esquina y cuidadito con quedarse con el vuelto, cabro tonto... Y en Alaska se pone a buscar a los personajes de la anterior entrega, porque resulta que algunos actores de la anterior entrega renovaron contrato y de alguna manera tienen que aparecer back to life. Encuentra a una, esperablemente la que tenía mayor cartel en la tercera, y luego se van a vivir nuevas aventuras, que por mucho que le pongan, no van a ser ni tan espectaculares como los primeros minutos de la peli. Vaya una manera de montársela, hombre.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Nacida un poco entre Cochabamba y la Amazonia, la saga de Resident Evil se ha transformado en una respetable presencia dentro del panorama fílmico de los 2000s, siempre dentro de ese entrañable terruño cropógeno que es la serie B. Hablamos de una franquicia que con cuatro pelis y una inversión miserable para los estándares de Hollywood, se ha embolsicado la bonita suma de más de 600 millones de dólares. Ninguna saga basada en videojuegos ha conseguido algo semejante. ¿Ninguna saga basada en videojuegos, dije? ¡No existe ninguna otra saga basada en videojuegos! Bueno, está "BloodRayne" y secuela, o la secuela de "Mortal Kombat", pero hablamos de sagas serias acá (bueno, tan serias como se puede pedir, que los videojuegos tampoco tienen como guionistas a Cervantes, Shakespeare o el Alighieri tampoco). La primera "Resident Evil", escrita y dirigida por Paul W.S. Anderson, tuvo éxito dentro de lo suyo, y desde ese entonces han sacado una nueva cada tres años. Y Milla Jovovich, actriz de cierto talento que nunca acabó por encontrar su nicho, feliz porque una vez cada tres años cobra un suculento cheque. Pero el combustible se agota. Porque "Resident Evil" estaba bien (acción y gore, si tampoco es para pasarse, pero como matarratos...), y "Resident Evil: Apocalipsis" era una secuela inferior pero resultona, pero ya con la tercera entrega, "Resident Evil: Extinción", dirigida por el chafado de Russell Mulcahy (conocido como el sonado que se ha mandado cagón tras cagón tras cagón pero sigue siendo el one-hit-wonder que dirigió "Highlander", antes de sepultar la saga con "Highlander 2", además de casi sepultar ésta), la cosa había degenerado hasta el punto que abrió la temporada de caza con los chistes fáciles sobre que la saga de los no muertos andaba media muerta. ¿Cómo revitalizarla y seguir explotando la teta? En primer lugar Paul W.S. Anderson, que venía de dirigir la entretenida pero anémica "Death Race", se hizo cargo una vez más de la dirección, lo que se veía una buena noticia (de hecho, si le di una oportunidad después de rejurar que no seguiría más allá de "Resident Evil: Extinción" en el cine, es por eso). En segundo lugar, había que componer algunas idas de olla de las dos entregas anteriores, porque eso de los poderes telekinéticos de Alice quedaban muy bien para una peli suelta, pero complicaban enormemente la continuidad de una saga debido a que los protas demasiado poderosos no tienen ningún interés ya que es difícil ponerles rival a su altura. La movida resultó perfecta en donde importa, o sea, en la taquilla: a pesar de las críticas desastrosas (y merecidas en parte, todo sea dicho), "Resident Evil: Resurrección" ha sido de lejos la más taquillera entrega de toda la saga (más de 240 MILLONES, 100 MILLONES MÁS que "Resident Evil: Extinción"). Quizás haya ayudado algo que es la primera entrega en 3D y apalearon a lo bruto con la entrada, vale, pero no importan los medios, importa el contante y sonante en el balance final. Tanta fe se tienen, que (reventemos un punto del final, aunque lo que diré no será una sorpresa para los que han tenido estómago de seguir la saga hasta acá) al final, por enésima vez, tenemos un continuará en toda regla.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Llega un punto en toda saga cinematográfica en que el universo fílmico se embrolla lo suficiente como para que los neófitos empiecen a perderle interés a eso de meterse en ella por la mitad, y por lo tanto las nuevas entregas tienden a dirigirse cada vez más hacia los fanáticos y a ser cada vez más autorreferentes. Lo que obligan a sacar secuelas apuraditos (¿alguien dijo "El juego del miedo VII"?), hacer reboot de tanto en tanto ("Batman inicia"), etcétera. Con Resident Evil, la cosa pasó cuando el mundo se fue definitivamente al carajo en la tercera parte ("Resident Evil: Extinción"). En un minuto se llegó a decir, cosa graciosa, que con la tercera parte estaba cerrada la trilogía, que Milla Jovovich se descolgaba de la franquicia, o que sólo iba a prestarle la voz a una Alice en una de animación 3D, que habría un reboot, etcétera. Al final, la sangre no llegó al río (money talks), pero la idea de limpiar un poco la mesa seguía presente. De hecho, eso fue lo que hizo Paul W.S. Anderson: en la primera escena vemos el inicio de la epidemia, lo que debió haber ido en "Resident Evil: Extinción", o sea, simbólicamente, hay una autoexpiación por haber... rodado... ESO. Lo que es gracioso si se considera que el guionista fue el propio Paul W.S. Anderson, vaya. Pero algo pasó por el camino. Generalmente defiendo a Paul W.S. Anderson como un buen artesano dentro de la serie B actual, pero ya con "Death Race" había dado muestras de agotamiento, con una peli dirigida con buena artesanía, pero con un guión debilísimo (lo que siendo una de acción serie B, ya es decir), y acá seguimos en caída libre. ¿Qué pasó con el Anderson que nos entretuvo con "Mortal Kombat", con "La nave de la muerte", con la mismísima primera "Resident Evil"? Las comparaciones son odiosas, pero es que en la primera "Resident Evil" teníamos más suspenso, más gore, más dureza en general... Después del final de la tercera entrega, con esa sala llena de clones de Alice, y con la original prometiendo que iba a hacer tiritas a los tipos de Umbrella, uno hubiera esperado que la cuarta entrega fuera justamente eso, una enorme y apoteósica guerra en donde Umbrella se parapeta hasta los dientes y las Alices... No esperábamos la Batalla del Abismo de Helm ni mucho menos, pero si eran tan villanos y tan poderosos los malos... Y resulta que la tontera se arregla en quince minutos, a los malos los infiltran como si tal cosa (¿esos mismos malos que dieron tanta guerra e incluso querían meter un bebé nuclear en Racoon City en "Resident Evil: Apocalipsis"?) y hacen desaparecer discretamente a las Alices, y a otra cosa. Luego, desandan todo lo del refugio sin infección que venía de la entrega anterior, y meten a Alice de nuevo a la acción urbana, a lo "Resident Evil: Apocalipsis" pero en versión postholocausto, y nosotros aburriéndonos lo suyo. Para colmo se mandan alguna que otra incongruencia de lógica interna, como que por ejemplo se supone que a Alice le roban los superpoderes obtenidos del virus T, y ¡sorpresa!, sesenta segundos después sobrevive a un castañazo aéreo que ni los rugbistas uruguayos en Los Andes oigalé, para acto seguido seguir haciendo el kungfú y aguantar yoyah estoicamente a lo largo de toda la peli. No es que a la peli le falte pulso, no es que los actores no se la jueguen por sus personajes, pero resulta claro que un guión como correspondía hubiera significado quizás el fin de la saga, y estos tipos querían mantenerla abierta a cómo diera lugar (el final de esta peli hubiera sido un aceptable BIG END, pero tenían que dar a entender que el malo se salva, y después meter un continuará forzado a decir basta). El taquillazo les dio la razón, aún a costa de una buena historia. Y para asegurar aún más a los fanáticos (y esto puede ser considerado una decisión buena u oportunista según el cariz), por primera vez en la saga traen de vuelta a personajes de una entrega anterior (y sí, joer, Jill Valentine reaparece, deben quedarse sentados en su butaca durante la secuencia de créditos para ver su cameo... y sigue siendo Sienna Guillory, pero ahora en rubio). Pero a pesar de todas las críticas, una cosa en bueno podemos decir de esta peli: mejora el nivel de "Resident Evil: Extinción". Un poco, al menos. La saga estaba en la UCI, y ahora pasa a la sala común. Si ustedes son fanáticos de la saga en el cine (otra cosa es el videojuego, que nunca lo he jugado y por tanto no puedo establecer comparaciones), con "Resident Evil: Resurrección" tendrán una continuación más o menos aceptable, con su poco de manga ancha. Pero tampoco es que deban ir corriendo a su cine favorito a pagar por la entrada. Con verla en DVD, o por otros medios un poco más, dijéramos, reñidos por la ley, no se van a perder un mundo de diferencia precisamente.

IDEAL PARA: Los que han seguido con devoción cuasi religiosa la saga hasta estos pagos.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

2 comentarios:

Piru dijo...

Te he dejado comentarioss en el jardinero, el aura, y en 007

General Gato dijo...

Respondidos.

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