11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 3 de febrero de 2013

"Una aventura extraordinaria" (2012).

-- "Life of Pi" (título original en inglés), "La vida de Pi" (título en España). Estados Unidos / Taiwán. Año 2012.
-- Dirección: Ang Lee.
-- Actuación: Gautam Belur, Ayush Tandon, Suraj Sharma, Irrfan Khan, Tabu, Adil Hussain, Ravi Patel, Ayan Khan, Mohamed Abbas Khaleeli, Vibish Sivakumar, Gérard Depardieu, Po-Chieh Wang, Rafe Spall, Shravanthi Sainath, Andrea Di Stefano.
-- Guión: David Magee, basado en la novela de Yann Martel.
-- Banda Sonora: Mychael Danna.

-- "Una aventura extraordinaria" en IMDb.
-- "Una aventura extraordinaria" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

A la casa de un indostaní con cara de "mi ser swami, mi ser sabio, mi ser-no-occidental", llega un illiteratus homo muy caucásico él, y por lo tanto, tratándose del tipo de peli que se trata, con cara de "mi hombre one, tú hombre diez, mi ser civilizado, tú ser barbarie", con un respeto que oscila entre lo genuino y esa cierta autoindulgencia frente a "lo exótico" que caracteriza al occidentalis barbarus (señores, créanlo o no, el sánscrito viene de la misma raíz indoeuropea que el latín del que vienen los idiomas de media Europa... pero me desvío del tema). El caso es que el tipo anda bloqueado porque quería escribir su GRAN NOVELA (porque los escritores no suelen querer escribir una gran novela sino una GRAN NOVELA, así con mayúsculas), y no le resulta, así es que con las tácticas imperialistas de toda la vida, se entera de que un pobre indostaní tiene un buen cuento, y miren ustedes que no, vamos a saquearlo y hacernos ricos con él, en vez de, digamos, que el indostaní exprese con sus propias palabras su propia historia (la táctica Diego de Landa, podríamos decir). El caso es que el indostaní empieza entonces a dar el latazo (sí, es de esas de "story within a story") porque su historia habla acerca de... ¡¡¡DIOS!!! La historia debe tener interés porque, leñe, ¡¡¡DIOS!!!, o el Dios Judeocristiano (bueno, judeocristianohinduístabrahmánico según esta peli, adelantemos) es tan espectacular que hay que escribirlo con mayúsculas y tres corchetes, igual que ¡¡¡TOM!!! El caso es que el indostaní es un latero de marca mayor porque se remonta ya no digamos a su niñez, sino... a la juventud de su padre. Un tipejo tan mala clase que bautiza a su hijo con el nombre de una piscina, y de una que está en París y no en la India más encima (cuando tenga un hijo lo voy a llamar, no sé, Portillo, y que se joda si no le gusta al desgraciao... o se lo acorte a Po). El caso es que Piscine suena como a "pipí", así es que nuestro héroe le dobla la mano al destino reduciendo su nombre a Pi como el número, y ganándose la admiración de sus compañeros de curso llenando dos pizarras completas de los guarismos que comienzan con 3,1415926535etc (eso en vez de, digamos, ser reducido a collejas por sus compañeros por ser el empollón de la clase, se ve que en la escuela de Bart Simpson a Pi lo habrían sacado con protección policial para salvarlo de las garras de los Nelson Rufino que abundan en Occidente). Esto del número pi (perdón, seamos técnicos: π) no vuelve a pintar para nada después en la peli, pero la repucha que sirve para que parezca profunda la cosa además de rellenar metraje. En fin, el caso es que el papá trabaja en un zoológico, en donde el chico conoce a un tigre. Y, los niños son los niños, Pi quiere hacerse amigo del tigre. Entonces papá le enseña que los tigres son maaaaaalos, razón por la que presumiblemente hay que tenerlos encerrados en zoológicos en vez de, digamos, dejarlos tranquilos en su medio ambiente natural, me imagino. Después vemos la primera historia de amor de Pi (que tampoco pinta para nada en el resto de la peli, pero la repucha que sirve para que parezca profunda la cosa además de rellenar metraje). Y después se van a Occidente porque el zoológico ya no renta (malditos tipejos de la India, hasta ellos se venden al vil capitalismo... ¿acaso no ven que son filosóficamente superiores porque se han malnutrido de cereal por los últimos 3500 años? En el camino el barco naufraga, y Pi termina por azares de esto y aquello a bordo de un barco. Con un tigre. Porque, ¡al fin! Después de como tres cuartos de hora AL FIN empezamos a ver la historia que aparece en el afiche de la peli, y para la que pagamos en primer lugar, que es la cosa ésa del tigre y el chico ambos en la misma barcarola. 45 minutitos de ná, tiíto Peter Jackson estaría orgulloso.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¡Ah, la moda oriental...! Al igual que la peli, hagámosla larga. Y volvamos nuestros ojos la majestuosidad de medio milenio, para ver el mundo otra vez con los ojitos de esos simpáticos exploradores/sojuzgadores de la Era de los Descubrimientos. Los marineritos que debían tragarse la sal y el agua marina terminaban tan hartos de esos viajes de meses e incluso años de duración, que al arribar a tierras vírgenes ya estaban en estado rabioso suficiente para desvirgarlas a ellas y sus nativos (metafórica o literalmente hablando, según el caso). Pero esas cosas no llegaban a los eruditos europeos, que recibían todo el beneficio de las noticias sin bancarse el viaje, así es que esos eruditos veían las nuevas tierras con espíritu de lo que pronto se transformó en indomanía, chinomanía, japomanía, cachiyuyomanía, etcétera. Desde entonces, la manía con la India ha infectado a insignes monstruos totalitarios como Adolfo Hitler o The Beatles, que han propagado la onda de "Europa kaka, India superior". Porque toda la verdad del universo, según estos chifladitos, no están en nuestras buenas y Santas Escrituras, sino en decir... ¡¡¡OM!!! De hecho estos sánscritos están tan chiflados que piensan que OM es el nombre de Dios, en vez de, como todos sabemos, YHVH. Y entonces llegó un escritor canadiense llamado Yann Martel que escribió una novela de espiritualidad hindú, o védica, o qué se yo (es lo que tienen esos simpáticos idólatras simsimsalabim, que tienen una solución de compromiso en la que tienen tantos dioses, que hay para todos sin que se molesten, no como el Dios Monoteísta que como es uno solo, deben peleárselo a muerte por hoguera entre distintas facciones de herejes). Novela que fue rechazada por un cuantuhay de editoriales londinenses, quizás porque en Londres están hasta la tusa de inmigrantes pakistaníes (qué habría sido del cine temprano de Stephen Frears estilo "Sammy y Rose se van a la cama" sin ese elemento). Pero después cuando fue publicada, fue un éxito rotundo. ¡Hubo gente que no sólo la compró, sino hasta que la leyó! Porque vamos, al menos EL GUIONISTA debió habérsela leído, ¿no? La novela llamó la atención y se escribió rapidito un guión. Empezó entonces el inevitable baile de directores, porque vamos, no es el Batman de Nolan, ¿eh? Primero se subió al carro M. Night Shyalaman, que después declinó para irse a rodar "La aldea", que tiene sus qué de "Una aventura extraordinaria" en esa nebulosa atmósfera de lo religioso (aunque con menos espiritualidad, más cinismo, y toques más creepies, claro). Luego la iba a dirigir Alfonso Cuarón, que se desmarcó para dirigir otra cosa que no tenía nada que ver ("Niños de los hombres", y le fue bien con ésa, dicho sea de paso). Luego se subió Jean-Pierre Jeunet, el mesmo que lo mismo nos deleita con "Delicatessen" que nos deja fríos con "La ciudad de los niños perdidos", indigna a la parroquia con "Alien: La resurrección", y me indigna a mí con "Amelie" (no una mala peli, pero hay que ver la de hembras hipsters que han encontrado su Mein Kampf en la peli y personaja de marras). Al final, el que terminó llevándose el palo al agua fue Ang Lee, un tipo que lo mismo te puede dejar caer un sensible retrato del conflicto tradiciónchina/modernidadoccidental ("El banquete de bodas"), que un correcto thriller de época ("Sensatez y sentimientos", y quien no diga que no es un thriller no se ha detenido a pensar en lo hardcore que puede ser la señora Austen cuando le pone cuore a la cosa, que es casi siempre), que un intro-to-wuxia ("El tigre y el dragón"), que una de supers ("Hulk"), que una de vaqueros antiyaketas ("Secreto en la montaña", y miren lo mal guardado que está el secreto hoy en día, si todos sabemos que se lo hacían la parejita ésa). O sea, el tipo del que puedes esperar cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa, el wild card del Hollywood de qualité. ¿El resultado? Una peli hecha para explotar el 3D y de paso tratar de llevarse algunos calvos dorados que, de seguro, le terminarán siendo esquivos porque no en balde está peleando contra el leviatán de "Lincoln" y contra el caballo tapado de "Argo", pelis mucho más yanketas y por ende mucho más oscarizables, que el cine indostánico sólo importa para el público yanketa cuando se trata de un personaje que busca ascender en la escala social ("Slumdog Millionaire"), no uno que se la queda mirando contemplativamente en busca de... algo más... que dinero... en esta vida... ¿la única que tenemos...? bajo la mirada de UNA SOLA NACIÓN Y UN SOLO DIOS... [UPGRADE: Igual se llevaron el palo al agua Ang Lee como Mejor Director y Mychael Danna por la banda sonora, además de otros dos calvos dorados. 27-III-2013].

¿POR QUÉ VERLA?

-- Yo no sé cómo lo hace. Quizás llamar "artista" a Ang Lee sea demasiado, porque es difícil reconocer en él una visión de mundo consistente como por ejemplo un Steven Spielberg (vale que la visión de mundo del judiíto ése es claramente proyanketa, prosionista y promística, pero está ahí). Pero no es tampoco un mero artesano como un James Cameron en busca del más espectacular. Ang Lee se las arregla para incursionar de género en género (saquen cuentas: cine hongkonés, wuxia, superhéroes, Inglaterra de época... le falta rodar una comedia gamberra española con tetas, o una peli de flaites chilenos, y tiene la escalera real completa en la mano), y aún así mantener una identidad, una mirada, a veces distante, a veces serena... si hubiera que definir de alguna manera el cine de Ang Lee, es eso, que se trata del cine de la serenidad (claro, eso hizo que "Hulk" tuviera un enfoque muy interesante, pero también que los fanáticos del personaje ávidos de verlo machacar cosas se fueran del cine con ají en el recto). "Una aventura extraordinaria" es quizás la plasmación definitiva del ideario de Ang Lee, de esa mirada contemplativa suya, de ese sentimiento de querer, comprender y apreciar el misterio de la vida. No es una peli redonda ni mucho menos. Algunos pasajes son lateros o parecen alargues innecesarios (lo son, de hecho). Otros están puestos ahí únicamente para mayor gloria del 3D, y de que se ven bonitos, se ven bonitos, pero eso también les da un aura de realismo mágico que tampoco le hace muy bien a que nos tomemos en serio el cuento (se comprende la intención de convertirlo en una fábula, pero es que a veces se pasa de roscas el hombre). A veces, la parte filosófica y reflexiva está tan enterrada detrás del simbolismo que termina por no entenderse mucho, y pasa lo que pasa con el Cristianismo, que todo tiene su justificación teológica, pero tan retorcida que al final o lo aceptas por fe o apostatas (o te bancas la "Ciudad de Dios" y la "Summa Teológica", pero ésas son opciones para valientes, claro). Pero si asumimos que el todo es más que la suma de las partes (¡hey, qué holístico me quedó eso!), entonces el resultado en general es bueno. Ang Lee nunca deja que un aspecto de la peli termine descarrilando el cuadro general, y eso se agradece. Consigue además plasmar de manera convincente lo que es por una parte una especie de biopic de un personaje ficticio, y por la otra un derrotero espiritual y místico. El prólogo extendido es con mucho la parte más prescindible del relato, y si bien es necesario para que conozcamos al personaje y nos internalicemos en su búsqueda, podría haberse abreviado un poco (no sé cómo está el tema en la novela, o si algunas escenas tienen justificación en el libro... yo hablo por la peli porque, vamos, no tengo intenciones de empollármelo por el minuto, ¿eh?). Es a partir del viaje por el mar que la cosa realmente se pone en ambiente, y descarga toda su artillería pesada. La conclusión es también bastante sibilina, y tiene la virtud de ser congruente con las tesis planteadas dentro del relato, a la vez que bastante abierta como para no pecar de ser un tractatus panfletario. Si aceptas la tesis, tienes una peli filosófica muy redonda, y si no la aceptas, a lo menos te queda un bonito relato de autodescubrimiento espiritual, que no es poco.

-- La realización es magnífica. Los actores están soberbios. Puede uno quejarse de que Irrfan Khan como Pi adulto y Gerard Depardieu como el cocinero están desperdiciados, pero los minutejos que aparecen son tan buenos, tan notables ellos (ambos los minutos y los actores, eso es), que compensan lo poco (si quieren ver a Depardieu verdaderamente desperdiciado, vean "Misión Babilonia"... lo de "vean" es un decir, claro). La imaginería CGI, si bien a ratos chirría un poco, consigue en general crear un efecto de fábula que, cuando no se le pasa la mano, funciona muy bien. Mención especial se merece Mychael Danna por un soundtrack magnífico que nos hace creer que el tipo podría cualquiera de estos días emocionarnos musicalizando la guía de teléfonos. (Además el tigre que aparece, parece que lo basaron en un tío mío, aunque no sé si le pagaron regalías...). Y eso sería, mi comentario... para... la... peli que... er... ¿qué cosa dicen ustedes...?

-- ¿...que cuál es la tesis de la peli según yo, si soy tan chorito? ¿Que si la entendí y no soy otro mastuerzo que la encontró bonita y muuu profunda y que por eso la pongo por allá arriba, para dármelas? A ver, trataré de explicarlo (con la peli, que el libro, insisto, ni lo he leído ni lo tengo en lista de prioridades). La cosa va acerca de la inmanencia de Dios. ¿Que Dios es inminente? ¡Que no, no dije INMINENTE, dije INMANENTE! Uno de los más viejos problemas filosóficos es cómo se relaciona Dios con la Creación (bueno, problema para los que creen, que yo soy más de la escuela de Conan rezándole a Crom, pero en fin). La metáfora del comienzo, con Dios tragándose al universo, más o menos marca el camino: la Creación está en Dios, pero Dios va o está más allá de la Creación. El eclecticismo/promiscuicismo de Pi marca otra idea: hay más de un camino para llegar a Dios, porque Dios mismo aparece de más de una manera (además el prota es Pi, o sea π, un número que no puede ser reducido a una razón o una proporción entre dos números, y que al escribirlo en numerales es infinito). Luego, ¿vieron el nombre del barco? ¿No? Yo tampoco. Pero después consulté IMDb, eso es. El barco se llama Tsimtsum. Palabra hebrea que designa el concepto de Dios retirándose o contrayéndose hacia el vacío para "dejar espacio al mundo", por decirlo así. El naufragio del barco marca un cambio en las reglas del juego: al igual que Dios crea al ser humano y lo deja un tanto deliberadamente a que se las arregle solo, queda también Pi en una barca sobre un océano interminable y acosado por el tigre. El tigre podría ser real, o bien podría ser una manifestación de la psique enferma del prota, o bien podría ser la personalidad salvaje (el ello, en términos freudianos) del prota, o podría ser Dios mismo... o podría ser TODO ESO AL MISMO TIEMPO, si asumimos que Dios, por decirlo así, se ha retirado del mundo en apariencia, sin haberse retirado realmente, sino que sigue a través de su Creación, impregnándola consigo mismo de alguna manera (o de manera algo más retorcida, pero congruente con el resto, que Dios es también la interioridad de Pi, un poco como "todos llevamos un dios dentro de nosotros"). Al final (((SPOILER, LEÑE, AUNQUE TRATARÉ DE NO SER TAN EXPLÍCITO))) se nos ofrece una opción: ¿queremos creer en la segunda historia, la cruel, descarnada y materialista, en donde los hombres están ciegos y arrojados el uno contra el otro? ¿O preferimos creer en la historia de fábula del chico y el tigre? ¿Cuál historia es la correcta? Bueno, ¿recuerdan ustedes ese episodio de Futurama en donde aparece una Galaxia que podría ser o no ser Dios, y que dice que "cuando un trabajo está bien hecho, nadie lo nota"? Pues eso. O si no me entienden... ¿recuerdan ese chiste del tipo que se está ahogando en una inundación, se pone a rezar para que Dios lo salve, pasa una lancha, el tipo en vez de salvarse sigue rezando, y al último cuando muere ahogado y se queja ante Dios de que no lo salvó, Dios le responde que por qué no se subió a la lancha que le había enviado...? Pues de eso mismo se trata la peli, de como Dios... perdón, ¡¡¡DIOS!!! está presente pero de manera invisible... de manera, y acá va la palabra, INMANENTE a la Creación. No era tan difícil, ¿verdad? Ya pueden (sarcasmo) ir por ahí (sarcasmo, sarcasmo) predicando que entendieron la peli (sarcasmo, sarcasmo, sarcasmo) y explicarla de veritas sin tener que acreditar (SARCASMÓMETRO AL MÁXIMO AQUÍ...) que el General Gato vuestro seguro servidor se las regaló masticadita. ¡Leñe, seguro que ustedes con mi pequeño resumen la entienden mejor que los vejetes de los Oscares y los Globos de Oro...!

IDEAL PARA: Ver una interesante y muy bien hecha peli filosófica/teológica/existencialista/espiritual.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

3 comentarios:

Lore dijo...

Tengo ganas de ir a ver esta pelicula, pero por lo que lei (no todo porque no quiero spoilerarme) me preocupa que tenga mucho efecto 3D, ya yo no puedo verlo ¿Se pierde mucho al verla en 2D? ¿y si la veo en 3D vere algo más que manchas borrosas?

Es que fui a ver the avengers en 3D y se me hizo una soberana lata. La gran batalla final para mi fueron un monton de manchas sin ningun sentido, y me di cuenta que el guion era una mugre.

Saludos.

Secutor dijo...

buena peli, a mi me gusto mucho, de lo mejor de este verano. Y va otro dato al cohete, o al santo botón para ponernos a tono con ¡¡¡DIOS!!!, resulta que así como el nombre del barco tiene sus connotaciones, el nombre Richard Parker también tiene las suyas, parece que a lo largo de la historia literaria y de literalmente la historia el nombre Richard Parker ha estado asociado a naufragios de todo tipo, aparece recurrentemente en naufragios de todo tipo y en libros como, si mal no recuerdo, " Las aventuras de Arthur Gordon Pym" de Poe, en un naufragio, por supuesto

General Gato dijo...

A LORE: El 3D no parece indispensable para esta peli. Yo por lo menos la vi en el 2D tradicional (y más barato) de toda la vida, y no sentí que me estuviera perdiendo la gran cosa (lo del 3D lo digo porque hay un par de escenas en donde por supuesto hay cosas que vuelan, porque desde "Avatar" que todo ese cine-para-3D tiene que venir con cosas que vuelan). La de "Avengers" la vi en 2D, y si bien me mantuvo entretenido, debo decir que suspiré con alivio de no haber pagado por el 3D. Que una cosa es ser algo masoca para elegir las pelis, y otra muy distinta meterle un sedante al cocodrilo en el bolsillo. Saludos.

A SECUTOR: Tengo entendido lo mismo, aunque la novela ésa de Poe nunca la he leído (¡sorpresa!), así es que no sé más que por referencias. La referencia no es casual en todo caso, debido a ese final que no detallaré para no mandarme spoilers en este comentario, pero que quien haya visto la peli sabe de qué estoy hablando.

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