11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 28 de julio de 2011

"Generación perdida" (1987).


-- "The Lost Boys" (título original en inglés), "Muchachos perdidos" (título en México), "Jóvenes ocultos" (título en España). Estados Unidos. Año 1987.
-- Dirección: Joel Schumacher.
-- Actuación: Corey Feldman, Jami Gertz, Corey Haim, Edward Herrmann, Barnard Hughes, Jason Patric, Kiefer Sutherland, Dianne Wiest, Jamison Newlander, Brooke McCarter, Billy Wirth, Alex Winter, Chance Michael Corbitt, Alexander Bacon Chapman, Nori Morgan.
-- Guión: Janice Fischer, James Jeremias y Jeffrey Boam, basados en una historia de los dos primeros.
-- Banda Sonora: Thomas Newman.

-- "Generación perdida" en IMDb.
-- "Generación perdida" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Dos chicos llegan a una localidad mugrienta y rotosa de los Yueséi, porque su madre es tan, pero-tan, pero-tan, pero-tan buena gente, que cuando se divorció del padre de los chicos... ¡¡¡NO LO ESTRUJÓ EN LOS TRIBUNALES!!! ¡¡¡NO LO DEJÓ SIN BLANCA!!! ¡¡¡NO LO OBLIGÓ A REBANARSE EL CUELLO DESPUÉS DE HABERLE QUITADO HASTA EL ÚLTIMO BIEN MATERIAL DE SU VIDA!!! Así de buena es mamita. El caso es que llega con un par de chicos, y el par de chicos, pues bien, están en un pueblo costero y too, pero aunque no lo crean, tratándose de una peli yanki, los bikinis no abundan. Así es que los dos hermanos tienen para aburrirse por delante. Hasta que de pronto, el mayor de ellos queda lelo con una morocha que está para merendársela de cena y desayuno (Jami Gertz, actriz cuya discreta perfomance en esta peli y su atractivo físico muy anclado en los estándares '80s justifican su deslavada carrera posterior). El problema es que la morocha es la chica de... ¡¡¡KIEFER SUTHERLAND!!! ¡¡¡LEÑE, AQUÍ ES DONDE SE VIENE JACK BAUER CUANDO NO ESTÁ PALMANDO TERRORISTAS!!! El caso es que no one mess with Kiefer, de manera que éste lo desafía a que sea macho, etcétera (¿hacerse macho en medio de un grupo de puros machos en donde hay una sola hembra que además está de adorno...? Veamos, quién dirigió est... er... ¡Joel Schumacher! ¡Con razón!). Poco a poco, Kiefer va seduciendo al joven (de manera figurada, que esto no es la mariconada Cruise/Pitt... o al menos tienen mayor gusto en desarrollarla, si es que ésa era la intención), hasta que éste a la mañana siguiente descubre que... está convirtiéndose en ALGO MÁS. Está saliendo algo reprimido, larvado en su interior. ¿Está por salir del closet, descubrir sus tendencias gays, ir a ponerse spandex y...? Cerca, pero no. Lo que pasa, es que está transformándose en vampiro. Ahora, su hermano menor, ayudado por un par de pirados que poseen una tienda de historietas cómicas (harto más simpáticos y presentables que el homólogo de Los Simpsons, ídolo de cuanto idiota se las quiere dar de friki sabidillo que pupula por blogolandia), se embarcan en la misión de rescatar al hermano mayor de la turbia noche de negro y rosa, y de paso de cepillarse el nido de vampiros que le ha saltado a la yugular de la comunidad...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¡Ah, los '80s...! La década del puro-estilo-nada-de-substancia... Bueno, como los '90s. Y los 2000s. Y así como vamos, parece que los 2010s también. Y yéndose en la retro, los '70s fueron tres cuartos de lo mismo. Aunque esta tendencia se hizo patentemente agresiva en los '80s gracias a la irrupción de lo audiovisual en los hogares: por un lado comenzó el despiporre de computadores personales, por otro la proliferación y masificación de videoclubes en donde (¡oh, tiempos aquéllos!) podías arrendar unos gruesísimos cartuchos de plástico que respondían a la críptica sigla de "VHS" y servían para... ¡¡¡VER PELIS!!! Además estaba la programación por cable, incluyendo ese leviatán que los cerebros de tantas y tan vastas generaciones ha reducido a pulpa tipo Stimpy & Ren: MTV. Muchas cosas que venían de antes tuvieron que cambiar para hacerse más modernos, más guay, más cool. Entre ellas, los vampiros. Si tuviéramos que datar el giro copernicano, una buena fecha sería entre 1979 (el último año en que el cine se vio inundada con varias producciones vampíricas de corte "clásico": el remake de "Nosferatu", el "Drácula" pseudoHammer de Badham, y la comedia "Amor al primer mordisco"), y 1983 en que Tony Scott se estrenó en el cine con "El ansia". "Generación perdida" es quizás el epítome de esa manera de entender el cine de vampiros, en cuanto a tratar de ser el non-plus-ultra de lo ondero ochentero en materia vampírica, y por lo tanto un referente ineludible para toda la gente amante y estudiosa de este subgénero del cine. Porque como sabemos, hay gente pa'tó. Y vampiros también.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Una peli de vampiros en donde ser vampiro implica ser cool y usar chaquetas de cuero, y escuchar música rock ochentera a todo trapo...? ¿Y en dónde firmo? Bueno, factor nostalgia aparte, esta peli tenía todas las papeletas para ser una mugre. Milagrosamente, no lo es. Quizás porque por debajo de la cosa estilosa, la peli incide en algunos temillas relacionados con cierta sexualidad que... ehm... ya me entienden. No es que las historias de vampiros en sí no tengan un componente sexual (¿o alguien es tan ingenuo como para creer que los góticos se visten de negro como una puta cucaracha porque están tratando de llegar célibes hasta el matrimonio?), pero en algunas pelis el tema se trata mejor que en otras. De entrada, el concepto original giraba en torno a una especie de versión perversa de Peter Pan: los vampiros serían los niños de Peter Pan que viven para siempre en el País de Nunca Jamás. Y ya sabemos que la historia de Peter Pan que no quiere dejar de ser niño pero al mismo tiempo quiere afilarse a Wendy, tiene más que un puntillo de perversión sexual de por medio (como buena parte de la literatura eduardiana, por lo demás, ¿no?). Sólo que la Wendy de turno en esta peli... es hombre (el hermano mayor que poco a poco se va transformando en vampiro). Y con un look al condenado Andrew Eldritch que mata, para hacerlo más andrógino si es que cabe. Sumémosle a eso todo el asunto de "vivimos de noche, escondidos del resto de los mortales", que todos son hombres salvo por una chica sin mayor importancia para la trama, y que dirige Joel Schumacher, director reconocidamente homosexual cuyas pelis se caracterizan porque en todas ellas hay personajes que viven en el armario, que entran al armario, que salen del armario... literal o figuradamente... Y ya la tenemos armada. Es justamente este contenido perversillo de la peli lo que le permite remontar vuelo y transformarse en algo más que otro rollo ochentero revisitable únicamente por el factor nostalgia. Bueno, en esos años Joel Schumacher se esforzaba por rodar buenas pelis (su trayectoria, como es sabido, después resultó de lo más irregular, con puntos altísimos como "El Fantasma de la Opera", y verdaderas miasmas fétidas como "Batman y Robin"). Aquí no hay de qué preocuparse: Joel Schumacher dirige con mano firme y, casi-casi diríamos de no ser por él... viril.

-- Otro plus de la peli son las actuaciones. Jason Patrick como el hermano mayor está un tantín cargante, aunque quién sabe si por él y si por el personaje (por otra parte estamos hablando del reemplazo de Keanu Reeves en "Máxima velocidad 2"... el rol que rechazó el tipo que aceptó rodar una secuela de "La magnífica aventura de Bill y Ted", vamos). A cambio, Corey Haim como el hermano menor está notablemente bien, y consigue que nos creamos que el terror de verdad está dentro de su casa (pobre hombre, tan bien que lo hacía y tan mal y temprano que fue a acabar). Kiefer Sutherland como el macho alfa está también excelente... ¡si hasta mirándolo en retrospectiva nos podemos olvidar que él fue el jodido Jack Bauer! Por supuesto que el otro valor de la peli es Corey Feldman como el cazavampiros macarra, una especie de borrador de Buffy pero en macho. Mención especial se lleva Dianne West en un rol un poco cliché (la madre desesperada por la conducta misteriosa de sus chicos pero preocupada y buena en el fondo... ya se la saben), pero que lo saca adelante bien y sin complicaciones. Y por si en medio del tráfago de palabras no han captado lo que quiero decir, es... ¡Tenemos una peli de vampiros ondera en donde los actores SABEN ACTUAR! No creo que se pueda decir lo mismo de la gente tras "Crepúsculo" y secuelas, precisamente.

-- Otro punto interesante de la peli, que aparece de manera muy oblicua, pero que puede rastrearse a su través, es un cierto puntillo de crítica social. Recordemos que en los '80s existía una gran tensión entre una juventud rebelde que quería sexo y rock&roll, y un establishment muy marcado por la peste de los telepredicadores tipo Club 700, que como suele ser su costumbre, trataban de enseñarnos cómo debemos vivir y amar a su amigo imaginario llamado Jesucristo. La entrada de la peli con una imagen tan emblemática del imaginario social de los '80s como son los carteles de niños perdidos, ya nos dan una pista: los vampiros son gente perdida para la sociedad. Y luego, la peli deja bien en claro que los vampiros no han llegado porque sí ni desde la nada, no son el "enemigo externo" ni los terroristas, sino que han sido procreados por el propio sistema, o al menos por alguien que representa justamente los valores conservadores del sistema. La bofetada es subliminal, pero no por ello menos precisa: puede que los adolescentes sean una colección de rebeldes y unos "chicos perdidos", pero la culpa de tanto idiota quinceañero inyectándose MTV a las venas no es de ellos mismos ni de esos malvados musulmanes allá afuera: es de los propios padres y la sociedad por haber creado un mundo en que ellos y sus valores no tienen cabida. No creo que los guionistas de la peli hayan pensado en esto ex-profeso, pero aunque sea de manera inconsciente, no deja de ser un mensaje potente.

IDEAL PARA: Ver una peli de vampiros que detrás de la onda y la parafernalia ochentera tiene más que algunos puntos ganados en eso de contar una buena historia y tener su par de lecturillas entre líneas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

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