11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 3 de abril de 2011

"Superman IV" (1987).


-- "Superman IV: The Quest for Peace".
-- Dirección: Sidney J. Furie.
-- Actuación: Christopher Reeves, Gene Hackman, Jackie Cooper, Marc McClure, Jon Cryer, Sam Wanamaker, Mark Pillow, Mariel Hemingway, Margot Kidder, Damian McLawhorn, William Hootkins, Jim Broadbent, Stanley Lebor, Don Fellows, Robert Beatty.
-- Guión: Lawrence Konner y Mark Rosenthal, sobre una historia de éstos y de Christopher Reeves, y basados en los personajes creados por Joe Shuster y Jerry Siegel.
-- Banda Sonora: Alexander Courage.

-- "Superman IV" en IMDb.
-- "Superman IV" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Tri- dva- odin- Un artefacto espacial poblado por tres rusoskas anda dando vueltas en el espacio exterior, cuando de pronto una cosa que viene desde alguna otra parte, y que por alguna razón los detectores rusos (refacciones comunistas, ¿no?), golpea a uno de los cosmonautas que está haciendo caminata exterior. El pobre individuo que acaba de cambiar el Soviet por la Eternidad, parece condenado, pero ¡NO! Porque aparece nada menos que... ¿es un tren? ¿es un avión? ¿es el transbordador espacial Columbia? ¡No, es Superman! El hombre de acero recoge al cosmonauta, lo acuna y arropa convenientemente en la cápsula, saluda en ruso (otro de los superpoderes de Superman: superidiomas) y se larga. Una vez asentado que Superman es el defensor no sólo de Yankilandia, sino de toda la Tierra, volvemos a Smallville, en donde Clark Kent está tratando de vender la vieja propiedad familiar, pero no lo quiere hacer a un tipo que se construya peazo edificio corporativo, sino a otro granjero que le guste el campo, Kansas, los valores tradicionales... quizás tenga suerte y algún amish se entusiasme, pero por el minuto sigue siendo la granja de Superman. Después de extraer un cristal kryptoniano esto-o-aquello, regresa a Metrópolis para toparse con una muy mala noticia. Resulta que el Daily Planet ha sido objeto de una compra hostil, y hay nuevos dueños. Los propietarios de una cadena de periodicuchos sensacionalistas. Y las cosas comenzarán a ponerse difíciles para Clark Kent, porque aparte de lidiar con Lois Lane, la hija del nuevo jefe está buena y quiere puro con él (Mariel Hemingway en sus mejores años, ahí es nada), y para peor, Lex Luthor se fuga de la cárcel. Las cosas se precipitan cuando las tensiones internacionales entre las superpotencias arrecian, y un crío decide que lo que los hombres no pueden hacer, hay que rezárselo a Dios, y envía una carta a Superman para que solucione el problema de las armas nucleares simplemente destruyéndolas. El nuevo tabloide sensacionalista Daily Planet recibe la nueva y orquesta toda una campaña porque eso vende. Y Superman entonces, a pesar de que le han repetido como churretecientas veces que no debe interferir en la historia humana y todo eso, pues va y empieza a hacer bola-bola con los misiles nucleares y enviarlos al Sol. De lo que se aprovechará Lex Luthor para enviar material genético de Superman al Sol y fabricar un clon que... mwahahahahá... MWAHAHAHAHÁ... ¡¡¡MWAHAHAHAHAHÁ!!! ¡¡¡DIE, SUPERMAN, DIE!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1978, la Humanidad creyó que un hombre podía volar. La peli "Superman", aunque en la actualidad algo avejentada por culpa de esos pantalones patelefante y esos peinados semiafro, sigue siendo una pieza superlativa dentro del género de los superhéroes, y una buena peli a secas. Pero puestos a exprimir la teta, ya llegó "Superman II" y "Superman III". Con inteligencia presciente, los hermanos Salkind, productores de las tres primeras, decidieron que la franquicia ya no daba más de sí (en particular después del bochorno de "Supergirl"), y se deshicieron de los derechos. Para mala suerte de todo el mundo, y los fanáticos de Superman no en último lugar, los compradores fueron... Menahem Golan. Sí, señores, la Cannon, el estudio que produjo "Fuerza Delta" y otras americanadas de Chuck Norris, trataba de pasar a las grandes ligas nada menos que con una secuela de Superman. Convencieron a Christopher Reeves de que se pusiera las mallas filogay por cuarta vez a cambio de darle control creativo, la dirección de una eventual quinta, y además financiarle otro proyecto completamente a su gusto (la cosa al final fue una peli casi desconocida y que no aparece nunca en ninguna parte, llamada "Un periodista astuto"). Para que repitiera Gene Hackman como Lex Luthor (baja sensible de "Superman III", en donde los supervillanos no calentaban a nadie y el más carismático de todos era una supercomputadora, lo que es algo triste bien mirado), le frotaron lascivamente un cheque por las narices. Trajeron de nuevo a Lois Lane, metieron a Mariel Hemingway con calzador... ¿qué podía salir mal de todo eso? Bueno, quizás la herencia de Menahem Golan le jugó en contra, porque en lo pesetero, la cosa era un proyecto de más de 30 millones de dólares, que quedó reducido a 17. La producción de la peli fue un desorden completo (además no tenían a Richard Donner sino a Sidney J. Furie de director, que venía directamente del guilty pleasure "Aguilas de acero", y de acá iría a caer directamente a "Aguilas de acero II", pobre hombre), y lo que resultó no le gustó a nadie. Al final de la peli, Christopher Reeves le dice a Lex Luthor "te veo en veinte" (en veinte años de cárcel, se entiende). Al final fueron sólo 19, hasta el estreno de "Superman regresa", secuela directa de "Superman II" que por tanto hizo caso omiso de "Superman III" y "Superman IV" y creó su propia continuidad paralela en donde Superman no decía "te veo en veinte", eliminando por tanto esa continuidad... demonios, ya incurrí en una paradoja temporal. ¿En qué estaba? Ah, sí. Iba a decir por qué hay que ver (o no) esta peli.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es costumbre universal pitorrearse en esta peli como en un cagarro indigno. Y la verdad de las cosas es que buena parte de las collejas que se ha ganado, las debe lucir con orgullo. Pero otras son un poco injustas. A pesar de que el guión se manda algunas de campeonato (gente en mangas de camisa respirando en el espacio exterior, Lex Luthor cortando un pelo de Superman capaz de sostener 100 toneladas sin que el alicate se le melle, el Hombre Nuclear horadando un volcán en su interior a pesar de que sin luz solar se desactiva... cosas así), el concepto general es bastante interesante, y hay como un intento de volver al drama puro y duro de "Superman" y "Superman II", eliminando los aspectos de comedia de "Superman III". Si en ambas pelis veíamos a un Superman mesiánico llegando a ustedes los pobres humanitos a resolverles la papeleta, acá tenemos a un Superman profundamente humano, que se ha asimilado tanto a la vida en la Tierra que ve con temor la destrucción de su mundo adoptivo, así como en su tiempo murió Krypton. En este caso, la destrucción viene desde un ala tan ochentera como es el espectro del holocausto nuclear. Puede parecer que esta peli en realidad son dos, una primera mitad dedicada a Superman salvando al mundo de las armas nucleares, y una segunda con un supervillano más tópica y predecible, pero como acá en Cine 9009 tuvimos acceso a la edición especial en DVD con escenas descartadas, descubrimos que en la segunda parte se seguía a lo menos en parte la trama de la lucha de Superman contra un eventual holocausto nuclear, y ambas historias estaban más imbricadas de lo que en principio parecía. Y ya que estamos, la peli dura 90 minutos, pero en versión completa habría durado dos horas y un cuarto, y habría aparecido nada menos que el supervillano Bizarro (aunque este descarte fue criterioso porque las escenas de Superman contra Bizarro eran ridículas, al revés de otras escenas cuya eliminación fue un error fatal y una puñalada contra el guión). La peli lleva más lejos que nunca en la saga fílmica de Superman sobre cuáles son los límites del superhéroe, qué cosas puede hacer o no. En muchos sentidos, esta peli emparenta con una novela gráfica llamada "Superman: Paz en la Tierra", en la que éste intenta utilizar sus superpoderes para combatir la hambruna mundial, sólo para descubrir que hay cosas que ni siquiera un semidiós con capa puede arreglar. Es notorio que Christopher Reeves quiso hacer no sólo un divertimento, sino también una peli significativa: la gran moraleja es que no es malo confiar en gente que nos resuelva nuestros problemas (sea un Superman ficticio o sean nuestros políticos o etcétera), pero es mejor aún confiar en nosotros mismos para arreglar este maltrecho planeta y hacerlo más habitable para vivir. No es una mala moraleja, probablemente, pero es un final agridulce para una peli de Superman.

-- Quizás parte importante de que esta peli haya chirriado, es el enorme cambio sufrido por el Superman del cómic en el período intermedio. El personaje del "Superman" de 1978 y sus secuelas es claramente el "Superman Pre-Crisis", casi todopoderoso y que se saca un nuevo poder de la manga historieta sí e historieta también, luchando contra un Lex Luthor que es un científico loco. Pero desde "Superman III" hasta "Superman IV", resulta que DC Comics había publicado la "Crisis de las Tierras Infinitas" y había liquidado esa continuidad, recreando a un Superman menos poderoso y más humano, que ahora necesitaba trajes espaciales para viajar al espacio exterior y cosas así, luchando contra un Lex Luthor que ahora era un magnate corporativo. Y "Superman IV", sin enterarse. Contra quienes critican al Superman de "Superman IV" por hacer cosas tan absurdas como utilizar poderes telekinéticos para reconstruir la Gran Muralla China, recordemos que el Superman Pre-Crisis de repente se las arreglaba para tener los superpoderes más chorras del mundo, y nadie se quejaba. En ese contexto, estas críticas son injustas. Aún así, hay como un intento de actualizar a Lex Luthor, haciendo que su complot le lleve a desplazar a los antiguos traficantes de armas y apoderándose del negocio. Y si Superman vacila a su antojo a las dos chicas detrás suyo, por otra parte no es menos cierto que el Superman de los '50s (el Superman Pre-Crisis) era un perro malparido con Lois Lane. Quizás el principal problema de esta peli a ese respecto (tiene muchos otros problemas, pero limitémonos a esto por el minuto) es que sigue teniendo una visión muy naif de Superman como personaje, visión que era pasable en el Superman de 1978, pero no nueve años después. No debe ser casualidad que para una eventual "Superman V", que al final no llegó a realizarse, intentaron cincuenta mil trucos para actualizar el personaje, todos ellos aprovechando la continuidad de la muerte de Superman a manos de Doomsday en las historietas, para darle un giro de timón al personaje y actualizarlo respecto de la visión tardíosetentera en que la franquicia había quedado estancada.

-- Y ahora vamos al apartado de la, ehm... realización. Y aquí es donde una peli bienintencionada y que tenía potencial, hace aguas por todas partes. Para una franquicia cuyo gran eslógan era "creerás que un hombre puede volar", y cuyos efectos especiales no han envejecido casi nada desde 1978 por mucho CGI que le pongan ahora, lo cierto es que los de "Superman IV" dan pena. O sea, cuando ves a Superman volando por el espacio con un fotomontaje que deja como buenos los efectos especiales del Chapulín Colorado, ya puedes ir buscándote los pañales para no manchar la parte trasera de tus calzoncillos, y más aún cuando la peli termina con la escena final de "Superman" de 1978 volando en el espacio para observar el enorme contraste en la calidad de los efectos especiales (repito: nueve años después). Y eso, por no hablar de la escena de Superman volando en la Luna, en que se ven claritos los dos cables que están sosteniendo por la espalda a Christopher Reeves (y el General Gato quien esto escribe no tiene reputación de aguja con los efectos especiales fallidos, así es que ya pueden ir tomando nota de que fueron MUY notorios). Esto no sería tan grave si fuera un serial de los '50s, o una serie televisiva, o el guión estuviera cerrado y bien cerrado, o fuera un reboot por parte de un estudio que desde el comienzo anunciara lo suyo como "otra cosa", pero el problema es que es la secuela de la saga iniciada en 1978, cuyos efectos especiales eran de cátedra, y por tanto a "Superman IV" simplemente no se le perdonan unos FXs que no hubieran cantado tanto en una de serie B de las de toda la vida. En ese sentido, el guión de la peli y el esfuerzo de Christopher Reeves por sacar adelante una peli que fuera más que pura y simple aventura (y sorprendentemente, el tener un villano que da su poco de cuco, si dejamos de mirarles las uñas largas y su leotardo gay), se merecía un presupuesto más holgado que permitieran esconder los evidentísimos fotomontajes y transparencias. Es poco probable que esta franquicia, así como iba, hubiera aguantado un "Superman V", pero al menos hubiéramos tenido un cierre digno y decente para una franquicia icónica dentro de género, en vez de esta purulencia que salió al final de esta involución darwiniana.

IDEAL PARA: Ingresar en el reino de las potencialidades desperdiciadas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

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