11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

miércoles, 6 de septiembre de 2006

"Golpe a la italiana" (1969).


-- "The Italian Job" (título original en inglés), "Faena a la italiana" (título en Uruguay), "Un trabajo en Italia" (título en España). Inglaterra. Año 1969.
-- Dirección: Peter Collinson.
-- Actuación: Michael Caine, Noel Coward, Benny Hill, Raf Vallone, Tony Beckley, Rossano Brazzi, Margaret Blye, Irene Handl.
-- Guión: Troy Kennedy-Martin.
-- Banda Sonora: Quincy Jones.

-- "Golpe a la italiana" en IMDb.
-- "Golpe a la italiana" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En los Alpes italianos, un Lamborghini rojo demasiado bonito, y por tanto condenado a la destrucción según los cánones del cine comercial, marcha a todo pedal. Sucede lo obvio: accidente. O no tan accidente, porque hay un poco de ayuda por parte de cierto sindicato del crimen italiano muy bien organizado. Por su parte en la alegre Inglaterra, un presidiario abandona la cárcel, y recibe un paquete del muertito: un golpe maestro que podrá propinarse en Italia, el famoso "trabajo italiano" del que habla el título original en inglés. El asunto implica usar el sistema computacional de control de tráfico en Turín para atascar un vehículo blindado que transporta cuatro de los verdes grandotes, en barras de oro. El hombre, ni corto ni perezoso, empieza su trabajo. Vienen entonces los inevitables problemas: armar el equipo, conseguir el financiamiento, ¡eludir a la Mafia!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En los '60s se puso de moda el subgénero de los golpes maestros, estafas maestras, etcétera, con pequeños clásicos como "Once a la medianoche" o "Topkapi". Además, era la época de las primeras pelis de James Bond ("Goldfinger" también iba de un gran golpe), y de la serie televisiva "Misión Imposible". "Golpe a la italiana" es otro de esos filmes, que hoy en día, todo hay que decirlo, tienen un cierto encanto naif, lo que les han valido los inevitables remakes ("La gran estafa" para "Once a la medianoche" y "La estafa maestra" para el filme en comento). La película puede ser algo lenta para nuestros días, y haber perdido una buena cuota de espectacularidad, pero aún así sigue siendo una joyita.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Michael Caine. Las peripecias de la banda de ladrones se tornan a ratos bastante aburridas, pero ahí está este actorazo, en los tiempos en que Michael Caine era Michael Caine, y no se había perdido aún en subproductos infumables como "Tiburón IV: La venganza" (ahora se ha repuesto, por sus secundarios en "Miss Simpatía", "Batman inicia" y su secuela "El caballero de la noche" y otros). Tenía el toque y encanto británico, un sentido del humor a prueba de todo, y nadie como él hubiera dicho aquello de "se trataba sólo de volar la maldita puerta"...

-- Los minis. Y es que el operativo entero hubiera tenido la mitad de la gracia sin ver a esos pequeños insectos de la fauna automovilística correteando a lo loco a través de Turín, por encima... y por debajo. No adelantaré nada, pero digamos que, para quienes vieron el remake del 2003, que estos minis se comen con zapatos a los que manejaba Mark Wahlberg.

-- Benny Hill interpreta a un supergenio computacional que siente debilidad sexual por las gordas. Sí, lo leyeron bien, y para que se convenzan, lo escribiré de nuevo: Benny Hill interpreta a un supergenio computacional que siente debilidad sexual por las gordas. No me hagan escribirlo por tercera vez. Aparece poco, pero eso ya de por sí es surrealismo puro, ¿no? (si son demasiado jóvenes para saber quien fue Benny Hill, sorry for all of you)...

-- El final. Cuando empezó el rodaje de la película, nadie sabía exactamente cómo iba a terminar. Surrealista, pero cierto. Y más surrealista aún es el final que se inventaron, completamente impredecible, más o menos desconectado del resto de la trama, y que es el delirio justo para coronar todo esto (y no lo contaremos, para no arruinar nada).

IDEAL PARA: Ver una distendida película de ladrones, con toda la sofisticación y el surrealismo del cine popular de los '60s.

No hay comentarios.:

Seguidores