"City by the sea". Dirigida por Michael Caton-Jones. Protagonizada por Robert de Niro, Frances McDormand, James Franco, Elisha Dushku, William Forsythe, Patti LuPone, Anson Mount, John Doman, Brian Tarantina, Drena de Niro, Michael P. Moran, Nestor Serrano, Matthew Cowles, Linda Emond, Cyrus Farmer, George Dzunza. Estados Unidos. Año 2002.
¿De qué se trata?
En un triste barucho de playa, aparece un jovencísimo con ganas de vender una guitarra para obtener un poco de pasta con la que comprar de la buena. Se ve enredado así en una pelea por drogas, que acaba cuando el contrincante recibe una puñalada y se queda tomando alegremente el sol para siempre. La investigación recae en un policía que, ¡ups!, a medida que avanzan los interrogatorios, resulta ser padre del principal sospechoso, o sea, el niñato yonki. Y a este policía empieza a desmoronársele el mundo, porque hay que ver lo sufrido que es: su padre murió ejecutado por un crimen que no cometió (o al menos, cometió de manera involuntaria, o eso dice él), su esposa lo dejó y le quitó la custodia del niño, tiene una relación sentimental que amenaza cada cinco minutos en irse por el caño debido a sus propias mañas de hombre viejo... Y ahora ESTO. O sea, para agarrar a correazos al nene para que aprenda de una vez.
El espíritu de los tiempos.
En 1956, hubo un secuestro de niños en el cual el bebito resultó muerto. Años después, los descendientes del secuestrador se vieron metidos en una traca adicional de asesinato e investigación policial. Esto fue suficiente para echar a andar la creatividad de un guionista que tomó la historia real y la adaptó tan bien adaptada, que de real quedaron los nombres de los personajes y poco más. La dirección cayó en Michael Caton-Jones, y en buena hora para éste, porque es una de sus mejores películas (aunque eso no es un gran mérito si en tu currículum figuran créditos como director de "Doctor Hollywood", "El chacal" o "Bajos instintos 2").
¿Por qué verla?
- El guión. Como en las de Columbo, aquí sabemos desde la primera escena todo lo que pasó, y el misterio policial queda entonces al margen, en beneficio de los personajes. De este modo, la investigación policíaca viene como complemento de éstos. O sea, no veremos los clásicos recursos hollywoodenses de la vuelta de tuerca, del sospechoso que no era, de la pelea final con explosión, del villano más indestructible que la muerte, etcétera. O sí (no podía ser perfecta, tampoco), porque está el tópico del policía que obtiene la prueba absolutoria y al que nadie quiere oir. U otro tópico más: el poli muerto a mitad de trama, y cuya muerte se la cargan al pobrecito inocente. Pero es que algo tenía que tener, para ser made in Hollywood, ¿no?
- Las actuaciones. Robert de Niro entrega una buena actuación, no tan memorable como otras de antaño, pero sí harto mejor que los manierismos y tics de los últimos años, en que se ha dejado estar vergonzosamente desde un punto de vista actoral. Frances McDormand es su digno contrapunto. James Franco, quien es mejor conocido como el amiguete nene-rico conflictuado de Peter Parker en "Spiderman" y secuelas, entrega un estupendo rol como el crío caprichoso, yonki y nadie-me-quiere-todos-me-odian protagonista. Elisha Dushku hace su rol de siempre, o sea, chica dura/linda, pero encaja bien en la trama, así es que no desentona, además que le da más matices a su personaje que Fe la Cazavampiros.
IDEAL PARA: Ver un drama policial con algo de músculo (a pesar de venir dirigida por Michael Caton-Jones).
¿De qué se trata?
En un triste barucho de playa, aparece un jovencísimo con ganas de vender una guitarra para obtener un poco de pasta con la que comprar de la buena. Se ve enredado así en una pelea por drogas, que acaba cuando el contrincante recibe una puñalada y se queda tomando alegremente el sol para siempre. La investigación recae en un policía que, ¡ups!, a medida que avanzan los interrogatorios, resulta ser padre del principal sospechoso, o sea, el niñato yonki. Y a este policía empieza a desmoronársele el mundo, porque hay que ver lo sufrido que es: su padre murió ejecutado por un crimen que no cometió (o al menos, cometió de manera involuntaria, o eso dice él), su esposa lo dejó y le quitó la custodia del niño, tiene una relación sentimental que amenaza cada cinco minutos en irse por el caño debido a sus propias mañas de hombre viejo... Y ahora ESTO. O sea, para agarrar a correazos al nene para que aprenda de una vez.
El espíritu de los tiempos.
En 1956, hubo un secuestro de niños en el cual el bebito resultó muerto. Años después, los descendientes del secuestrador se vieron metidos en una traca adicional de asesinato e investigación policial. Esto fue suficiente para echar a andar la creatividad de un guionista que tomó la historia real y la adaptó tan bien adaptada, que de real quedaron los nombres de los personajes y poco más. La dirección cayó en Michael Caton-Jones, y en buena hora para éste, porque es una de sus mejores películas (aunque eso no es un gran mérito si en tu currículum figuran créditos como director de "Doctor Hollywood", "El chacal" o "Bajos instintos 2").
¿Por qué verla?
- El guión. Como en las de Columbo, aquí sabemos desde la primera escena todo lo que pasó, y el misterio policial queda entonces al margen, en beneficio de los personajes. De este modo, la investigación policíaca viene como complemento de éstos. O sea, no veremos los clásicos recursos hollywoodenses de la vuelta de tuerca, del sospechoso que no era, de la pelea final con explosión, del villano más indestructible que la muerte, etcétera. O sí (no podía ser perfecta, tampoco), porque está el tópico del policía que obtiene la prueba absolutoria y al que nadie quiere oir. U otro tópico más: el poli muerto a mitad de trama, y cuya muerte se la cargan al pobrecito inocente. Pero es que algo tenía que tener, para ser made in Hollywood, ¿no?
- Las actuaciones. Robert de Niro entrega una buena actuación, no tan memorable como otras de antaño, pero sí harto mejor que los manierismos y tics de los últimos años, en que se ha dejado estar vergonzosamente desde un punto de vista actoral. Frances McDormand es su digno contrapunto. James Franco, quien es mejor conocido como el amiguete nene-rico conflictuado de Peter Parker en "Spiderman" y secuelas, entrega un estupendo rol como el crío caprichoso, yonki y nadie-me-quiere-todos-me-odian protagonista. Elisha Dushku hace su rol de siempre, o sea, chica dura/linda, pero encaja bien en la trama, así es que no desentona, además que le da más matices a su personaje que Fe la Cazavampiros.
IDEAL PARA: Ver un drama policial con algo de músculo (a pesar de venir dirigida por Michael Caton-Jones).
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