11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 6 de septiembre de 2007

"Mr. Brooks" (2007)


"Mr. Brooks". Dirigida por Bruce A. Evans. Protagonizada por Kevin Costner, Demi Moore, Dane Cook, William Hurt, Marg Helgenberger, Rubén Santiago-Hudson, Danielle Panabaker, Aisha Hinds, Lindsay Crouse, Jason Lewis, Reiko Aylesworth. Estados Unidos. Año 2007.

¿De qué se trata?
Vamossssss... Sabes que quieres haceeeeeerrrloooooo... El pobre tipo reza y reza y reza (y recibe el cariño de su esposa y el reconocimiento del público en un acto de homenaje), pero esa presencia sigue diciéndole "vamossssss... Sabes que quieres haceeeeeerrrloooooo...". El fulano es un empresario de vida tranquila, quizás un tanto gris, con una casa convencional, una esposa convencional y una hija también convencional, pero su idea de diversión no es ir al cine el fin de semana, sino algo un poquito más sofisticado: él no es otro sino el Asesino de la Huella, un peligroso psicópata con posible doble personalidad, que hacía dos años que no mataba, pero ahora ha decidido regresar a las andadas. Es que verán, el pobre tipo en el fondo es un buen chato, pero esa cosita adentro que le hace twiki twiki le anda metiendo ideas raras, como que por ejemplo sería un estupendo subidón de adrenalina el pirarse a punta de pistola a parejas que se lo hacen bien hechas. El problema es que, esta vez, comete un error fatal. Comete el asesinato en una habitación, con las cortinas abiertas. Al poco tiempo sucede lo que tenía que suceder: alguien le ha tomado una fotografía. Y el tipo de las fotos no pierde tiempo en extorsionarlo. Y si creían que eso era todo, se equivocan. Al tiempo que debe lidiar con el chantajista, su hijita llega corriendo a casa desde la universidad, contando una extraña historia que, a poco de avanzar todo, se vuelve cada vez más retorcida. Y no olvidemos a la detective de rigor que, con obsesión casi fanática, no parará hasta atrapar al m*****f****r son of a b**ch. ¿Conseguirá nuestro simpático homicida serial salir impune de todo esto, antes de que la vida se le venga demasiado encima...?

El espíritu de los tiempos.
En Hollywood se ha visto a muertos cargando ataúdes. Terminado (de momento al menos) el ciclo de Hannibal Lecter en el cine, con la sobreviniente película sobre Hannibal jovencito, el cine se queda ayuno de asesinos psicológicos de peso (lo siento, pero "Zodíaco" no cuenta, porque está basada en hechos reales, y por tanto no da para secuela/franquicia). Así, pues, ¿por qué no inventar al Hannibal Lecter del 2000? Un asesino que no sea tan truculento ni pirado ni metafísico como el Jigsaw de "El juego del miedo" y secuelas, sino uno más contenido, desde una perspectiva más normalita y psicológica. El guionista Bruce A. Evans ("Starman: El hombre de las estrellas", "Cuenta conmigo") decidió intentarlo, y se puso por segunda vez en quince años detrás de las cámaras, filmando un guión de su autoría. La movida maestra fue contratar a dos contemporáneos de "El silencio de los inocentes", Kevin Costner y Demi Moore, que desde hace años vienen dando tumbos por el mundo de Hollywood, con la promesa de lanzarlos al firmamento hollywoodense de nuevo por todo lo alto, por la puerta ancha, con un rol que muestre cuánto han madurado fílmicamente. El problema es que la empresa entera pierde credibilidad, cuando a la mucama se le ve demasiado el plumero...

¿Por qué verla?
- Kevin Costner. La principal y quizás única razón para verla. Como he defendido numerosas veces, Kevin es uno de los mejores actores de su generación, pero después de su protagónico en "Los Intocables" se vendió al Lado Oscuro de la Fuerza, y decidió ser el chulomijo de "Danza con lobos" y "Robin Hood: Príncipe de los ladrones", y otros productos diseñados para venderlo como el supersemental lubricachicas. Y como la ambición rompe el saco, tuvo que venir el desastre de "Mundo acuático" para enseñarle que no todo en la vida de un actor es poner la cara de lindo, sino que también actuar (a pesar de que un poco antes, en "Un mundo perfecto" de Clint Eastwood se despachó una gran actuación). Desde entonces, a veces Kevin nos regala alguna que otra perla ("Trece días", por ejemplo), o no. Aquí, Kevin otra vez es grande y majestuoso. El asesino psicópata que compone no es más inteligente que el hambre como Jigsaw, o más refinado que el aceite de oliva made in Grecia como Hannibal Lecter, e incluso en su vida de aburrido ejecutivo de oficina es un fulano más bien poco carismático, pero es justamente este rasgo de realismo que le confiere un encanto especial, en medio de tantos asesinos de diseño sueltos por el cine hollywoodense. Kevin Costner entiende esto, y sintoniza de lo más bien con el personaje, construyéndolo por medio de gestos y expresiones sumamente variados: es un amante esposo, es un padre querendón, es un asesino arrepentido, y es también un tipo burlesco y canalla cuando corresponde. Si hicieran alguna vez la secuela, iría a verla únicamente por ver otra vez a Kevin Costner llenar la pantalla. Se lo merece, el pobre hombre, después de cómo lo ha hundido la vida (o su propia arrogancia, mejor dicho).
- El resto... El resto está más o menos. Demi Moore trata una vez más de dar con ese gran papel que la catapultará otra vez a ese cielo hollywoodense del cual nunca pretendió salir (todavía recordamos su gran patinazo en la paupérrima "Los ángeles de Charlie 2: Al límite"), y una vez más fracasa estrepitosamente; además que, a diferencia del personaje de Kevin Costner, que es interesante por sí mismo, el rol de la Moore no puede ser más tópico, como la detective dura-pero-tonificada, en proceso de divorcio, obsesionada con el caso policial... William Hurt aporta su talento actoral como el alter ego de nuestro psicópata, pero lo hace un poco en piloto automático, quizás a desgana. Dane Cook como el chantajista, Marg "CSI" Helgenberger como la amante esposa, y Danielle Panabaker como la hijita de papá, por su parte, sin descollar actoralmente, acompañan bien a la historia.
- La historia misma es confusa y deslavada. Lo principal es claramente la trama del chantajista, pero además hay otras historias paralelas que quedan malamente resueltas. Es aquí donde se nota claramente la vocación de construir esto como una franquicia. Lo diré así: en un océano plagado de sardinas, tenían la oportunidad de pescar una albacora, pero no conformes con eso, intentaron ir a por el tiburón. Porque lo cierto es que la historia de la detective (Demi Moore, ¿recuerdan?) no termina de juntar ni pegar nunca con la historia del psicópata, además de aportar algunos de los momentos más palomiteros de una peli que fue construida justamente con la intención de no ser "otra película palomitera sobre psicópatas". En cuanto a la historia de la hijita de papá, tiene un cierre provisional, pero reclama a la legua una secuela que profundice en los aspectos que plantea. Y ya no hablemos de ese "cierre sorpresa" que, después de ver a la contundente Reiko Aylesworth (ilustre finada en "24") en el papel de abogada del marido de Demi Moore, no era tan sorpresa: el ex marido se acuesta con su abogada. Demasiado tópico para un punto de vista interesante, y que son la perdición del pobre Kevin, que trata de esforzarse al máximo, y miren ustedes cómo lo apuñalan traperamente por la espalda. Así es como nos va por la vida...

IDEAL PARA: Ver una de psicópatas que se salga de lo común, con un psicópata tratado con algo más de fineza que el estándar habitual de Hollywood.

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