11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 30 de julio de 2006

"La guerra de las galaxias, Episodio II: El ataque de los clones" (2002)


-- "Star Wars: Episode II - Attack of the Clones". Estados Unidos. Año 2002.
-- Dirección: George Lucas.
-- Actuación: Ewan McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Christopher Lee, Samuel L. Jackson, Frank Oz, Ian McDiarmid, Pernilla August, Rose Byrne, Temuera Morrison, Daniel Logan, Jimmy Smits.
-- Guión: George Lucas y Jonathan Hales, basados en una historia del primero.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "La guerra de las galaxias, Episodio II: El ataque de los clones" en IMDb.
-- "La guerra de las galaxias, Episodio II: El ataque de los clones" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Ha pasado una decena de años desde el luctuoso Episodio I. La antigua Reina Amidala ahora es senadora (¿quién entiende esa menda de sistema político?). Cuando llega a Trantor... perdón, quise decir, a Coruscant, el gigantesco mundo-ciudad, hay un atentado, aparentemente perpetrado por las facciones separatistas que desean abandonar la República. Parece que Amidala murió, pero no, a la que mataron es a una doble (lástima, me hubiera gustado seguir viendo a Keira Knightley en pantalla). Amidala es puesta bajo un grueso cerco de seguridad, que prueba la completa ineficiencia de los jedis en esta clase de faenas, porque una asesina vulgar y cutre consigue infiltrarse y poner en peligro otra vez a la reina jubilada. Aunque la asesina muere en la persecusión subsiguiente, ésta compite en cretinismo con los jedis, porque usa un veneno tan rebuscado, que pone a Obi Wantan Kenobi, u Obi Wan Kenobi, o como se llame, en la pista de un planeta escondido. Allí descubre un programa secreto de la República para crear un ejército de clones que pueda contender con los separatistas. Por otra parte, a los jedi les parece una estupenda idea que Amidala sea custodiada por el inestable, rebelde, problemático, edípico y chulopiscina Anakin Skywalker: o sea, poner al perro a cuidar la carnicería. Por supuesto que Anakin desobedece sus órdenes y se lleva a Padmé Amidala a visitar Tatooine, guiado por sus sueños de sexualidad reprimida sobre su madre. Allí descubre a su madre masacrada, y se venga convirtiéndose en alguien torvo y resentido contra el mundo (o se supone que eso debemos creer). Las andanzas de todos los personajes llevarán hasta la guarida del maléfico Conde Dooku, quien ha estado obrando en las sombras como agente del intrigante de la capucha que entrevimos en la entrega anterior.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Seguro que pocos esperaban que aquel filme que responde al rimbombante título de "La guerra de las galaxias, Episodio I: La amenaza fantasma" fuera una obra maestra, o siquiera algo al nivel de "La guerra de las galaxias original". Lo que nadie esperaba, es que resultara ser tan inenarrablemente malo. Así que papi Lucas tomó apuntes y corrigió algunos puntos. El Episodio II tiene un tono más oscuro, tiene una trama algo más densa, va más al grano, y Jar Jar Binks aparece lo mínimo (lo justo y preciso para meter las patas otra vez, en escala galáctica, transformándose en el títere de Palpatine: ahora sabemos que Jar Jar Binks es el criaturomorfo que aniquiló a la República completita). Pero George Lucas no pudo evitar embarcarse con el chulesco Hayden Christensen en un papel que le queda grande como una casa. ¿Ese rebelde sin causa que se revienta las espinillas masturbándose con su madre... ÉSE va a ser después Darth Vader...? MEIN GOTT!!! Por otra parte, al adquirir la trama un tono más político, los manejos comienzan a parecerse cada vez más a los turbios negocios internacionales de la Dinastía Bush, y la República carcomida por adentro y vigilada por una tropa de jedis incompetentes, empieza a tener más de una resemblanza con los conservadores que luchan por enseñar el diseño inteligente al lado del evolucionismo en las escuelas públicas de Kansas.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Natalie Portman, e Ian McDiarmid. En medio de este desastre general, son los dos actores que se roban la película y la sostienen casi íntegramente cuando aparecen. ¡Seguro que pintan muy bien si algún día hacen el remake de "Titanic"!

-- Las escenas en el planeta escondido, incluyendo los asépticos laboratorios en donde están siendo fabricados los clones que integrarán a futuro el ejército imperial, aunque no son un hallazgo estético (están copiados limpiamente de la estética de "Inteligencia artificial", y se parecen notablemente a los de "Sentencia previa"), están bien trabajados y le dan cierta prestancia a una película sin grandes alardes creativos en lo que a imaginería visual se refiere, como no sea en el apartado de los FXs.

-- Una vez más, así como en el "Episodio I", la subtrama política cuenta como lo mejor del filme. Después de dejar bien clarito que ha perdido la magia, George Lucas opta por irse al terreno del relato de personajes y la historia de acción de matiné, cosas ambas en las que fracasa miserablemente, pero esto es lo que precisamente ayuda a potenciar la trama política: ya que apenas la toca y la deja en guiños y sutilezas de fondo, gana muchos puntos en oscuridad y numinosidad.

-- El resto de la película es un desastre. La trama tiene más agujeros que un termitero. Hayden Christensen es una penosísima elección para futuro Señor del Mal. Contratar a Christopher Lee, antiguo Conde Drácula, en un papel llamado el Conde Dooku, sólo porque Lee era la primera elección para Moff Tarkin en "La guerra de las galaxias" y lo rechazó (y le dieron el rol a otro grande del cine de monstruos, Peter Cushing), no es más que un capricho de niñato mimado por parte de George Lucas. El tercio final de la película, supuestamente el más emocionante, tiene el suspenso y la tensión propia de un videojuego (ahora salta este caldero hirviente... ¡bien, 50 puntos!). Y mejor no hablar de la chorrombélica seguidilla de metidas de pata de los jedi, que podría haber pasado como un estudio crítico de la descomposición interna de un cuerpo o logia u orden de iluminados, pero cuyo tono marcadamente apologético desvirtúa cualquier reflexión "a la Gibbon" sobre el particular.

IDEAL PARA: Ver una peli interesante, aunque fallida, sobre Star Wars.

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