11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 23 de agosto de 2015

"El exorcista" (1973).


-- "The Exorcist". Estados Unidos. Año 1973.
-- Dirección: William Friedkin.
-- Actuación: Ellen Burstyn, Max von Sydow, Lee J. Cobb, Kitty Winn, Jack MacGowran, Jason Miller, Linda Blair, Mercedes McCambridge (sólo voz), William O'Malley, Barton Heyman, Peter Masterson, Rudolf Schündler, Gina Petrushka, Robert Symonds, Arthur Storch.
-- Guión: William Peter Blatty, basado en su propia novela.
-- Banda Sonora: Varios (versión de 1973), con música adicional de Steve Boeddeker (versión 2000 "Version You've Never Seen").

-- "El exorcista" en IMDb.
-- "El exorcista" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Irak. Excavación arqueológica. Porque, ¿cuál es el origen del mal? El pasado, y más en concreto dentro de las eras geológicas, la Era Cthulhuiana. El padre Merrin dirige la excavación, hasta que encuentra una estatuilla. Esta podría ser lo mismo un amuleto confeccionado por algún babilonio para combatir el dolor de muelas, pero ¡no! Es una estatuilla de una criatura demoníaca, lo que en esta clase de pelis significa... EL MAL SE APROXIMA. Salto a... Estados Unidos. Porque en estas pelis, cuando el mal se aproxima, el bien está en ESTADOS UNIDOS. Vemos a una señora que, horror de horrores... ¡es una mujer moderna! ¡Es una MADRE DIVORCIADA que está tratando de CRIAR A SU HIJA SOLA! ¡Oh, Bastet, en dónde quedaron los valores en los que solíamos confiar...! Y resulta que para colmo, esta mujer TRABAJA. ¡¡¡ES ACTRIZ!!! Y además, ¡NO REZA! ¡¡¡ES ATEA!!! Joer, si ya tiene el cartelito de "vengan posesiones satánicas a mí, miren qué anticristiana soy, miren cómo no me caso con un hombre para preñarme de él y atenderle la casa". El caso es que su hija está en esa edad turbulenta en donde las hormonas empiezan a marchar para invadir Polonia, y en medio de todo eso, ¿va y se deja follar por el buenorro de la escuela como toda chica de pro? Naturalmente que no. Su manera de darle escape a su sexualidad naciente es... ponerse a jugar con una tabla ouija. Seriously. ¿Ya lo ven, niños? ¡¡¡EL SEXO ES MALO, NUNCA DESPIERTEN, NUNCA PIERDAN LA PUREZA!!! El caso es que vemos un poco de folletineo por parte de la madre que, miren ustedes, está en relaciones extramatrimoniales con el director de la peli en que trabaja (no te preocupes, trepilla, no eres la única). Todo esto condimentado con la historia en paralelo del padre Karras, un sacerdote que tiene algunas serias dudas existenciales sobre su fe, y que no se desfoga con niñitos, miren ustedes qué buenoide él. El caso es que al padre Karras la madre, que es una griega anciana y vive sola, se le pone pa'llá primero, y se le despacha después. Dolor, desesperación, OH DIOS MÍO POR QUÉ ME HAS ABANDONADO (eso te pasa por venerar a un dios patriarcal y machista, en vez de reverenciar a la ÚNICA VERDADERA DIOSA, que es Bastet, que es gata y además sexy). El padre Karras, que además funge de psiquiatra, podría estar en la ruta hacia su autodestrucción (buenoooooo...), de no ser porque en el intertanto, la actriz sueltorra empieza a ver como los inocentes jueguitos con la tabla ouija de su hija han ido escalando a mayores. A ruidos en el ático primero. A camas que se mueven después. A heridas en la piel de su hija al último, incluyendo apuñalarse a sí misma el himen con un crucifijo (en todos los comentarios de esta peli lo leerán como "masturbarse con un crucifijo", pero nunca he visto a alguien macho o hembra masturbándose salpicando tanta sangre. Salvo el Joven Manos de Tijera). Ahora, el demonio que ha enfrentado alguna vez al padre Merrin ha vuelto, la madre que pensaba que estaba segura en su dominio sobre la materia está desconcertada ante LO SOBRENATURAL, el padre Karras es la última esperanza, y cuando incluso eso falle... WHO GONNA CALL??? GHOSTBUST... er, no, el padre Merrin, sí, eso es. La batalla decisiva por expulsar al Demonio del cuerpo de la pobre Regan y por hacer ingresar el dinero en la taquilla, ha comenzado.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Lo hemos discutido varias veces en Cine 9009, pero volveremos a insistir por aquello de los contextos adecuados y otras mendas que tanto le gustan a los estructuralistas, además de rellenar párrafos que es un gusto para la incontinencia. Los '70s fueron serios. Muy serios. Mortalmente serios. El mismo 1973 en que se estrenó "El exorcista", es el año en que la Casa Blanca fue exorcisada de Richard Nixon, figúrense. La gente venía de los flopis '60s, haz el amor y no la guerra y todas esas cosas, viendo como todo estaba saliéndose de madre, de cómo las instituciones estaban corruptas hasta la médula (no en balde 1973 es también el año de "Serpico", la peli afiche de la corrupción policíaca en aquellos años), y de como el amor libre estaba ganando la partida, con el correspondiente clamor de ¿¿¿ALGUIEN QUIERE PENSAR EN LOS NIÑOOOOOOS??? La sociedad de los '70s estaba dividida entre los conservadores que venían de los eisenhawerianos '50s (ya saben, suburbios, publicidad, pastel de manzana en la ventana...) y que hacían lo que mejor podían para no perder la fe en Dios y América en medio de toda la apertura a la depravación de aquellos años, y los malvados y sucios hedonistas por el otro, que están cargándose nuestros buenos y santos valores de toda la vida, mezclando el trabajo con ¡¡¡DIVERSIÓN!!! en vez de levantarse a las siete, cenar a las siete, acostarse a las diez, hacen vivir al hombre diez veces diez. En medio de todo eso, el cine de terror también empezó a evolucionar. Los '60s habían sido la década del terror livianito y cheesy, muy artsy too, las pelis de Edgar Allan Poe estilo "El cuervo" o "La máscara de la muerte roja" de Roger Corman, o las pelis de monstruos de la Hammer. Era hora de ponerse serios de nuevo. Los primeros lanzazos llegaron con "La noche de los muertos vivientes" de George Romero de 1968, y sobre todo "El bebé de Rosemary" del mismo año, dirigido por nuestro perturbado favorito el señor Roman Polanski. En medio de todo eso arribó la novela de un pobre diablo (seriosly: vivía de la asistencia social) llamado William Peter Blatty, llamada "El exorcista", supuestamente basada en un exorcismo perpetrado por allá por 1949 en Estados Unidos. Blatty pensó que la idea era buena para el cine, y empezó a hincharle los cocos a los estudios de Hollywood hasta que la Warner se interesó (en buena hora para ellos: "El exorcista" es la peli más taquillera que ha producido la Warner jamás, ajustadas las cifras por inflación eso sí). Comenzó así una producción atribulada a más no poder, tanto que generó la famosa leyenda negra de que el rodaje de "El exorcista" estaba maldito. En realidad algo de eso hay, pero los problemas que plagaron a la producción tuvieron más que ver con el carácter tiránico del director William Friedkin, que con la mano mora del Príncipe de las Tinieblas metido en medio del sarao. Hablando del señor Friedkin: el baile de directores incluyó a Arthur Penn (quien declinó por estar dedicado a la enseñanza), Peter Bogdanovich (quien estaba en otros asuntos y declinó, lamentándolo después cuando vio como "El exorcista" se forró) y Mike Nichols (quien no quería rodar una "peli con niñata"): Friedkin terminó siendo reclutado por la insistencia de Blatty, quien pensaba después de ver "Contacto en Francia" que era la clase de hombre capaz de aportar el toque de rudeza necesario en una peli de vamos juntos a plantarle cara al Colúo (hablamos del mismo tipo prestigioso que dos décadas después acabó dirigiendo "Jade: La piel del deseo"...). Luego vino el casting. Ellen Burstyn no era la primera opción, y sólo obtuvo el rol después de que se cayeran los nombres de Shirley McLaine, Anne Bancroft, Jane Fonda (¡!) y Audrey Hepburn (¡¡¡!!!). El estudio quería a Marlon Brando como el padre Merrin, pero Friedkin no quería "una peli Brando", y el venerable Max von Sydow acabó en el casting (¡hey, tiene lógica! ¡En 1965 él fue JESUCRISTO en "La historia más grande jamás contada"! ¿Quién mejor para echar demonios del cuerpo de una núbil preadolescente?). La primera opción para el padre Karras era... Jack Nicholson. Seriously (a veces trato de ser paródico, pero cuando la historia misma es tan retorcida, cuesta ser más over-the-top que la mismísima realidad). Luego, Stacey Keach, aunque el rol terminó en las manos de Jason Miller, un actor de teatro que nunca había hecho cine antes (hizo carrera en el cine después, pero su rol posterior más importante fue... repetirse como el padre Karras en "El exorcista III". Ups). El listado para potenciales Regan fue larguísimo, incluyendo una Brooke Shields (¡¡!!) que acabó descartada por ser demasiado joven para el rol (considerando lo que pasó después con Linda Blair, fue casi una bendición. Aunque Brooke Shields igual hizo sus cosas salidorras como "Niña bonita" y "La laguna azul"). La propia Linda Blair no fue enviada por su agencia de casting (seguramente pensaban que le estaban haciendo un favor), y fue la propia señora Blair que la llevó e hinchó hasta que la contrataron (en el rol que le cagó la vida a Blair... thanks mom...), recibiendo la señora en cuestión un cameo en la peli como premio (es una de las enfermeras que aparece en la escena del examen en donde a Linda Blair le salta un chorrito de sangre por la cánula en el cuello... thanks mom again). La voz demoníaca, eso sí, fue doblada por Mercedes McCambridge, quien comió huevos crudos y se fumó cajetillas enteras y RENUNCIÓ A SU ABSTINENCIA AUTOIMPUESTA PARA LUCHAR CONTRA UN ANTIGUO ALCOHOLISMO, PARA ESTROPEARSE LAS CUERDAS VOCALES CON WHISKY, para conseguir la voz perfecta para el Demonio (después no fue acreditada, según la gente de la peli porque no quería, según ella porque no sabía, después de ver la peli amenazó con demandar, y la Warner acabó incluyéndola en los créditos). El rodaje mismo fue tan infernal (ehm...) que se pensó en llamar a un sacerdote a exorcisar el set (al final no se practicó ningún exorcismo, ninguno real por lo menos, en parte porque el cura pensaba que iba a poner ansioso a la gente y salir para peor, aunque accedió a darle una bendición. Por si las moscas). El rodaje de 85 días se extendió por 224, en medio de los cuales uno de los sets de grabación se quemó, y tuvo que ser reconstruido entero de nuevo. Lalo Schiffrin, compositor hot por el tema de la serie televisiva "Misión Imposible" y por "Harry el Sucio", y que ese mismo año musicalizó "Operación Dragón" (la primera, última y única peli de Bruce Lee en Hollywood) compuso un soundtrack que fue rechazado, generando la leyenda de que el señor Schiffrin lo reutilizó después en "Terror en Amityville". Por cierto, nadie sabía a ciencia cierta si es que la peli iba a funcionar, porque (suena hilarante en la actualidad, pero era 1973, ¿vale?) cuando la audiencia fue encuestada, descubrieron que casi nadie sabía lo que era un exorcista o un exorcismo, por lo que los productores estuvieron en un tris de cambiarle el título a la peli (lo que hace bastante más explicables las escenas en donde a la madre le explican lo que es un exorcismo, y que lo describan como una especie de "vieja vergüenza" para la Iglesia Católica). Claro, hoy en día todos saben lo que es un exorcismo gracias a "El exorcista" precisamente. Pero si todas las pelis malditas se ruedan así, entonces que se hagan más, debieron decir los de la Warner, que se mandaron un taquillazo supremo con 110 millones en taquilla, sólo un poquito por detrás de la peli más taquillera de 1973, que fue "El golpe" y sus 115 millones (en la época, por comparación, el listón de peli más taquillera de todos los tiempos estaba clavado por "El Padrino" y sus 142 millones, antes de ser destronada por "Tiburón"), 110 millones que con el correr del tiempo y los sucesivos reestrenos, se empina hasta los casi 450 millones. El público fue galvanizado por la peli, y hubo gente que de hecho se escapó de la función (aunque según se reportó, la escena más chocante no fue el exorcismo, los vómitos o las guarradas que se manda la chica con un crucifijo o sin él, sino... la escena de la cánula en el hospital. Lo que algo dice sobre la naturaleza del terror). Un tipo que se desmayó en el cine y se rompió la mandíbula contra el respaldo del asiento de adelante, demandó a la Warner porque se había desmayado por culpa de que la peli era demasiado terrorífica (la demanda fue rechazada, sobre la comprensible base de que si el tipo es impresionable, para qué se fue a meter a una peli de terror en primer lugar). La crítica, no diré que la hizo pedazos, pero la recibió más o menos como se recibe hoy en día todo el cine blockbuster, con los clásicos argumentos de "puros efectos y nada de substancia", "guión mal desarrollado", "personajes unidimensionales", etcétera (lo que hace más irónico que el único Oscar que se llevó la peli, fue a Mejor Guión Adaptado). Por supuesto que con el paso del tiempo, la peli fue cambiando en la percepción de los críticos. Ayudó la incontable cantidad de plagios posteriores, por no hablar de sátiras como... sí, la mencionaré... "Y dónde está el exorcista" (con Leslie Nielsen, sí, tan terrorífica que nunca debió haberse rodado. Y no terrorífica de que cause sustos. Intencionalmente, por lo menos. Y con Linda Blair parodiándose a sí misma cual Adam West de la vida). Ni qué decir, "El exorcista" se volvió una de las pelis más influyentes de todos los tiempos, un giro radical en la manera de concebir y rodar el cine de terror, y por qué no decirlo, el punto de partida del terror moderno. Tanto, que revisitarla hoy en día ni siquiera asusta. Por el efecto costumbre, eso es.

¿POR QUÉ VERLA?

-- "El exorcista" fue tan mortíferamente eficaz en asustar a las audiencias de 1973, que hoy en día no asusta a nadie. Porque todos lo han visto, en primer lugar (salvo los más jóvenes, para quienes esta peli es VEJESTORIO). Y porque ha sido imitada, plagiada, parodiada y saqueada a destajo, por lo que mucho de su potencial de choque se ha perdido. Pero aunque como peli de terror no funcione tan bien como antaño, aún así sigue siendo más perturbadora que muchos de sus imitadores. Hoy en día, cualquier mediocre realizador de terror rueda una peli en donde un grupo de personajes absolutamente detestables están expuestos a una fuerza sobrenatural de tal o cual tipo, que se los va merendando en medio de golpes de efecto, golpes de ruido, golpes de cámara, golpes de lo que sea para asustar a la audiencia. En definitiva, el punto del cine de terror hoy en día pareciera ser que gocemos viendo como el mal masacra a un grupo de pobres infelices. Un terror que no asusta sino que se disfruta. Contradictio in terminis, pero las misteriosas leyes de Hollywood así lo han decretado. En ese sentido, "El exorcista" es casi un Monte Ararat, con un Arca varada e inútil pero aún en las alturas. Porque 1.- "El exorcista" dedica cerca de la mitad de la peli a desarrollar sus personajes y relaciones y que nos encariñemos con ellos, de manera que cuando el mal ataca con toda su fuerza, nos angustiamos con lo que sucede en la pantalla debido a que le sucede a personajes QUE REALMENTE NOS SIMPATIZAN Y NO QUEREMOS VER SUFRIR. Y 2.- "El exorcista" recurre el mínimo a los golpes de efecto más teatrales (a ratos sí, pero más bien poco), y deja que la situación espantosa se desate por la propia inercia y lógica narrativa interna. Cuando por ejemplo aparecen los demonios estampados en la pared, no necesitamos un golpe de ruido para que nos asusten: la peli ha tenido a bien escenificar con mucha lentitud y calma la presencia del mal, en figuras a veces en apariencia tan inocuas como una pelea de perros al comienzo, de manera que no necesita agredir al espectador llegado el momento culminante porque EL ESPECTADOR YA ESTÁ SUGESTIONADO CON LO QUE LE ESTÁN NARRANDO. La principal fuente de angustia deriva, por supuesto, de la madre que está en trance de perder a su hija, no porque ella pueda fallecer (lo que es una posibilidad, y aterradora, claro) sino porque además PUEDE SER QUE SU ALMA SE VAYA AL INFIERNO. La peli tiene la sabiduría de dejar que ese miedo fluya, y debido a éste, todo lo demás pasa a segundo plano. Eso es saber rodar una peli de terror como corresponde.

-- Inadvertidamente, esta peli hace buena la tesis de Stephen King de que todo el cine de terror es inherentemente conservador. Piénsenlo por un minuto. La madre es una mujer liberada, moderna, trabaja de manera independiente, y es actriz que se reune con actores, la clase de gente progre encantada de conocerse y de mirar en solfa los "valores tradicionales". Tiene una hija y la cría sola, es decir, sin familia (incluso, cuando la hija le pregunta sobre un posible segundo matrimonio, la madre dice que como que no mucho, con la implicancia de que hay sexo extramatrimonial y sin arrepentimiento de la clase de "pasemos por la libreta mejor"). Además no es creyente, como ella misma afirma, y no educa a su hija con valores religiosos (cuando la chica se pone a jugar con una ouija, la madre no le presta la menor atención al asunto). Y por tener todos estos valores rupturistas y esta actitud de ningunear al buen y viejo cristianismo de toda la vida, recibe su CASTIGO, y donde más le duele: en su hija, en lo que inconscientemente es su legado para el mundo. Atacar a la hija, incluso matarla si fuera el caso, dejaría a la mujer sin legado y por ende como estéril e inútil, como alguien cuya existencia no mereció la pena de ser vivida (hay como un atisbo de lo contrario cuando el detective le pide a la actriz un autógrafo, pero es muy sutil y no alcanza a compensar, claro). La señora, cuando su hija se está yendo por el drenaje, recurre primero a LA CIENCIA, y los científicos dan su mejor pelea, pero al final LA CIENCIA NO ES SUFICIENTE. La religión es la respuesta. (Una década después, "Los Cazafantasmas" sería la respuesta). Los verdaderos héroes de la peli son por supuesto los sacerdotes católicos, quienes dan su mejor pelea y hasta las últimas consecuencias para derrotar a aquel quien en definitiva no puede ser derrotado. Por si fuera poco, la peli tiene un fuerte mensaje antierótico. La clave de la peli radica en el despertar sexual de Regan: la primera escena en que vemos a la chica, la escuchamos decir que ha soñado con un apuesto jinete montando un brioso corcel. Una referencia más sexual sin hacerse demasiado obvia, imposible. Cuando la chica empieza con los síntomas de la posesión, uno de los primeros es decir malas palabras, que por supuesto tienen que ver con la sexualidad ("goddamn cunt"). Y cuando el demonio ataca de manera abierta, la chica se masturba con un crucifijo al grito de "¡¡¡DIOS TE FORNICA, JESÚS TE FORNICA!!!", además de tratar de forzar a su propia madre a lamerle allí donde una chica buena no se lame jamás. ¿Moraleja? Lleva una vida buena, una vida pía, reprime todo lo que puedas tu sexualidad en vez de tomártelo como algo natural, cásate como le gusta a Dios y ten hijos. Y si eres mujer, no trabajes por libre, que en el trabajo está la tentación y el pecado (el tentador, el cineasta en este caso, es un cabrón jopú que sube y baja al mayordomo por ningún otro motivo aparente que ser un malparido, y después recibe su justo castigo, por supuesto). Ahora bien... lo que hemos dicho varias veces. Puede ser que estés de acuerdo con el mensaje, puede que no (nosotros acá en Cine 9009, por descontado que no). Pero de todas maneras se aplaude la mortífera eficiencia con la cual la película consigue transmitirlo, lo que revela cierto genio, por supuesto. Aunque, por supuesto... si tan solo hubieran utilizado su genio para el bien...

-- Parte importante del atractivo de esta peli, es la exquisita entrega de todos los actores. Ellen Burstyn transmite de manera excelente toda la angustia de una madre desesperada ante lo imposible. Jason Miller como el padre Karras está también excelente, y Max von Sydow sigue siendo el gran caballero del cine que siempre ha sido. Linda Blair por su parte tiene la naturalidad suficiente como para crear mucha ternura como Regan primero, y después para destrozar sin misericordia y a martillazos toda esa ternura como la Regan poseída. Incluso Lee J. Cobb ("12 hombres en pugna") en uno de sus últimos roles (fallecería en 1976, a los 64 años) como el detective encargado de investigar la sospechosa muerte del cineasta, transmite grandeza y hace importante a su personaje a pesar de que, en términos estrictos, el mismo es un tanto superfluo para la trama. Esta peli era, admitámoslo, de casting complicado. Pero los creadores sortearon la trampa con dignidad, y consiguieron poner a una buena plantilla de actores al servicio de una peli prácticamente redonda en cada uno de sus aspectos.

IDEAL PARA: Ver una de las pelis de terror definitivas dentro del género.

1 comentario:

Lore dijo...

Yo creo que la escena del escaner y la canula siguen siendo aterradoras.

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