11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 26 de diciembre de 2010

"Las Crónicas de Narnia: El Viajero del Alba" (2010).


-- "The Chronicles of Narnia: The Voyage of the Dawn Treader" (título original en inglés), "Las Crónicas de Narnia: La travesía del Viajero del Alba" (título en España), "Las Crónicas de Narnia 3" (título en Venezuela). Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Michael Apted.
-- Actuación: Georgie Henley, Skandar Keynes, Ben Barnes, Will Poulter, Gary Sweet, Terry Norris, Bruce Spence, Bille Brown, Laura Brent, Colin Moody, Tilda Swinton, Anna Popplewell, William Moseley, Shane Rangi, Arthur Angel.
-- Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely y Michael Petroni, basados en la novela de C.S. Lewis.
-- Banda Sonora: David Arnold.

-- "Las Crónicas de Narnia: El Viajero del Alba" en IMDb.
-- "Las Crónicas de Narnia: El Viajero del Alba" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La guerra sigue allá afuera (la guerra que de verdá estuvo buena, o sea, la WWII), aunque parece que la cosa ya no escuece tanto como en la entrega anterior, en donde veíamos... ya recuerdan ustedes, ¿no? El caso es que las cosas andan mal para los hermanos Pevensie (ahora harto más crecidos que cuando la cosa empezó cinco años antes, a pesar de que en el mundo de la peli han pasado... ¿dos o tres años...?). Dos de ellos están en América, pero los otros dos tienen que habérselas con el primo Eustace, un chico pesado y malcriado que, para mostrar lo verdaderamente antipático y malparido que es, y como esto se basa en una novela del cristianoide ése, resulta que ¡¡¡NO ACEPTA LA FE!!! ¡¡¡Y NO LEE LIBROS FANTÁSTICOS!!! ¡¡¡Y CONSIDERA LAS COSAS QUE LE HAN CONTADO SOBRE NARNIA COMO UNA TONTERÍA!!! ¡¡¡Y SÓLO ACEPTA LA LÓGICA Y LOS HECHOS!!! Es que lo ves y te queda claro que, vamos, la dictadura del relativismo moral y la ciencia desatada son los grandes males que la Humanidad debe combatir con los tres grandes valores espirituales de la fe, el candor y el optimismo. En fin, el caso es que de pronto, cuando están frente a un cuadro marino muy poco prometedor (como casi todos los cuadros marinos, dicho sea de paso), resulta que los dos hermanos Pevensies miran y el barco que aparece tiene una pinta de narniano que tira pa'trás. Y justo, famosas últimas palabras, el agua del cuadro empieza a desbordarse y comienza a inundar la habitación. Y, ¡alehop!, he aquí que el trío acaba en alta mar, y deben ser rescatados desde el barco. Que, por supuesto, ya lo estaban deduciendo ustedes, en efecto resulta que es narniano. A bordo se encuentran con... ¡¡¡EL PRÍNCIPE CASPIAN!!! Bueno, ahora convertido en rey (ustedes vieron la entrega anterior, ¿no?). Que es tan buen príncipe y rey, que en vez de quedarse rigiendo sus dominios y asegurándose que los poderosos y notables no abusen de los débiles, se ha tomado una temporadita de vacaciones y ha emprendido una misión a cargo de él mismo (sí, suena como cuando al malo supremo de los dibus se le acaban las tropas luchando contra el bueno de turno, y anuncia al final del penúltimo capítulo: iré YO MISMO a destruir al héroe). Por supuesto que los dos hermanos Pevensie están fascinados de estar de regreso en Narnia, que es la chupi mejor que el jodido Hogwarts de Harry Potter porque no son niños alumnos mandoneados sino REYES, jódanse ustedes con eso. Pero claro, los narnianos son unos aprovechados porque nunca llaman a los Pevensies para una invitación a tomar el té y degustar galletitas mientras conversan acerca de la plebe, sino que se acuerdan de ellos cuando hay problemas de los grandes y para que les limpien la papeleta. En este caso, el mal grandote está suscitándose en el borde del mundo, es una niebla de miérchica que se roba a la gente quién sabe para qué, y deben luchar contra ella porque, bueno, es lo que Aslan el león ése haría, ¿no? La guerra contra las fuerzas del mal (la ENÉSIMA guerra contra las fuerzas del mal) ha comenzado de nuevo, y los Pevensie están de nuevo en el ojo del huracán. La buena noticia para ellos es que en la cuarta parte (si la ruedan) le dejarán descanso y tendrá que ser el primo odioso el que se banque el chiste. Bromas pesadas que te hace Narnia si eres un Elegido y además un Pevensie, JUAS-JUAS-JUÁS.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Ya me referí un poco a esto a propósito de mi comentario sobre "El príncipe Caspian", pero démosle de nuevo, porque ustedes son unos flojos del demonio que no van a pinchar el enlace, si es que Internet/Google/Wikipedia los tiene acostumbrados a tener todo hechito. En fin, ¿en qué estaba? Ah, sí, las Crónicas de Narnia. Siete tomos que son de duración estándar, no como los tochos de Harry Potter, y de lejos más aventureros que los mastodontes de J.R.R. Tolkien (tengo amigos que han leído el Silmarillion y han acabado con coma terminal). La premisa del primer tomo, que es autoconclusivo y por lo tanto claramente no iba a transformarse en saga, es muy simple: cuatro hermanos pasan al otro lado de un ropero y se encuentran con un universo de fantasía en donde son los héroes y salvan el día y al final son reyes y todo. La fantasía de cualquier niño, no me digas que no la tuviste tú a esa edad. Todo eso aderezado con algunas ideas acerca de cómo debe funcionar el mundo (Aslan el León es chupipoderoso y si no hace imperar el bien a secas y a la bruta es porque tiene peazo plan para el desarrollo cósmico de Narnia que ustedes los pobres humanitos no pueden entender así es que deben aceptarlo por fe, porque sí, porque Aslan lo dice, que para eso es Aslan y ruge y tiene melena y too, el leoncete éste, y en Narnia lo llaman Aslan pero en la Tierra parece que, pudiera ser que, quizás con un poco de imaginación diríamos que, no es que sea propagandística la cosa ni ná, pero es que... podría ser que Aslan fuera Cristo y por lo tanto el Cristianismo fuera la religión verdadera, miren ustedes quiénes al final tenían razón). Los niños felices por la aventura, y los papis que compraban esos libros a los niños (era 1950, la época en que los padres se imponían a los niños en materia de comprarles cosas y no al revés) felices porque eran libros CON VALOREH, algo fundamental en la Inglaterra de post-guerra en donde todo el Empire estaba cayéndose a pedazos y por lo tanto qué nos queda sino la fe. C.S. Lewis tuvo la inteligencia (en eso fue superior a la Rowling) de que cuando hubo que escribir secuelas, no se repitió a sí mismo ni convirtió la cosa en un culebrón, sino que tomó inspiración de un poco y todas partes para ampliar el universo de Narnia, y como resultado el universo narrativo es tremendamente creativo y variopinto. Si la primera parte puede verse como una adaptación a lo bruto de los Evangelios, muerte-y-resurrección de Aslan incluidos (pero con villana mujer... ¡nadie dijo que el cristiano Lewis no fuera misógino!), y la segunda una metáfora de la rebelión anglosajona contra la conquista de los normandos con aires de legitimidad a la dinastía de Guillermo el Conquistador (Caspian es un invasor contra Narnia, pero que se vuelve contra los otros invasores para salvar a Narnia, sin dejar de gobernarla eso sí que para eso sabe lo que es bueno y el principio de autodeterminación a freir carajos), la tercera parte podemos verla como un trasunto o la versión narniana de los relatos de viajes marítimos, que tanto se han prodigado en la literatura universal, partiendo por la fundamental Odisea de Homero. Claro que una estructura tan desperdigada hacía un poco complicado de adaptarla para el cine, pero desde cuándo eso ha sido un obstáculo para los productores ávidos de dinero. Además de que las Crónicas de Narnia tenían su público asegurado, porque los adoradores de la religión de Aslan iban a ir en masa a verla. O eso se calculaba. "El león, la bruja y el ropero" funcionó magníficamente bien, a pesar de que como peli tenía algunos problemillas bastante serios (en parte de la peli misma, aunque se esforzaron, y en parte por el material de base, que a ratos a fuerza de prurito paraevangélico se vuelve bastante irritante y absurdo). Pero "El príncipe Caspian", por alguna razón, no funcionó tan bien en taquilla (¿quizás porque es más oscura, más English-friendly y menos evangélica?), y los estudios Disney que tanto se han forrado haciendo cine "con valores" (cristianos, se entienden) decidieron que eso de adaptar una saga cristiana al cine para promocionar los valores cristianos está bien, pero botar una franquicia cristiana por poco rentable está incluso mejor. En el marasmo, fue la FOX quien se llevó al palo al agua. Cabía temer lo peor, habida cuenta de que la FOX es conocida en los últimos años por su filosofía take-the-money-and-run ("Wolverine", ¿recuerdan?). Además estaba esa cosa de subirse al carro 3D, algo que Narnia nunca ha necesitado en realidad. Y para colmo dirigía el siempre irregular Michael Apted. Era para tener miedito. Y... no... Les diré que este su seguro servidor el General Gato quien esto escribe, felino veterano de mil batallas cinéfilas, sobrevivió a la prueba, y bien. Ahora se está preguntando cómo infiernos van a rodar la cuarta y la quinta entregas, en que los hermanos Pevensie no aparecen ni por la tapa (el que aparece en la cuarta, si la memoria no me falla, es el irritante primo Eustace, que para colmo ya ni es tan irritante tampoco). Pero en fin, eso será dolor de cabeza para los estudios, los productores, etcétera. Por ahora tenemos la tercera, y a ésa nos ceñiremos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partiré con un comentario panorámico. Cuando salimos del cine mi gatita y yo, después de haber visto la peli, estábamos en trincheras encontradas. Ella considera que "El príncipe Caspian" es la mejor de la trilogía (que andando el tiempo quizás llegue a heptalogía, vaya uno a saber, pero por ahora en trilogía está el conteo), mientras que yo considero que "El Viajero del Alba" es la mejor de la trilogía (me pregunto si algún derrapante por ahí incriminará a "El león, la bruja y el ropero" como la mejor de la trilogía... alguno habrá, digo yo). La opinión de ella es que es más seria, mejor hechita, más redonda, etcétera (puntos concedidos, sí). Mi opinión es que ésta es más aventurera, tiene mejor desarrollo de personajes y es más light-hearted (menos seria, sí, pero es que bueno, nunca he podido dejar de tomarme a guasa el trasfondo cristianoide de las Crónicas de Narnia). Ahí tienen ustedes, para que estimen a discreción. Pero como ella no tiene un blog y yo sí, pues... defenderé mi hipótesis, hehehé. El director Michael Apted (el irregular detrás de cosas como "Gorky Park", "Gorilas en la niebla", "Proceso final", "Nell", "Medidas extremas", la James Bond "El mundo no es suficiente"...) acá se defiende bien, no diré con arte, pero sí al menos con oficio, y saca avante la franquicia (es el primer director en llegar a la misma desde afuera, porque las dos anteriores fueron dirigidas por Andrew Adamson). La historia está bastante alterada respecto de la novela original, no siempre con los mejores resultados, pero al menos tratan de hacerla más redonda y coherente (la novela original era mucho más episódica, y por lo tanto, bastante intratable en una adaptación al cine). Puede objetarse en su contra que nunca trasciende el nivel de la mera peli de aventuras, pero frente a eso podemos defenderla diciendo que al menos es una BUENA peli de aventuras. No es Indiana Jones ni mucho menos, claro, pero entretiene, agarra, y a pesar de un argumento un poco repetitivo (ahora visitamos una isla, ahora visitamos otra, ahora visitamos una tercera... y así), mantiene el interés de principio a fin sin decaer. Y todo eso, rodado de manera directa y sin esas horribles cámaras epilépticas o el forzarse a que cada escena sea más grandilocuente que la anterior, dos males que suelen plagar el cine de acción nowadays. No es poco, bien mirado.

-- Los actores. Como de costumbre, y al revés de lo en Harry Potter o TLOTR, acá tenemos un elenco de bajo perfil, discreto, pero cumplidor. Los Pevensie lo hacen bien, pero eso no es una sorpresa habida cuenta de que ya los habíamos visto en las dos entregas anteriores. La gran sorpresa es Will Poulter, el niñato que interpreta al condenado primo Eustace, que cuando debe resultar malo-insoportable saca bien su personaje sin ser insufrible, sabe proveer buenos momentos cómicos sin caer en la payasada, y la evolución y maduración de su personaje resulta convincente incluso más allá de un guión a ratos un poco facilón (porque claro, no podía ser que madurara por sí mismo y se encontrara finalmente sin ayuda, sino que tenía que aparecer el tal Aslan para darle un empujón, porque quién eres tú pobre y abandonado si no tienes la gracia de Aslan en tu corazón). Ben Barnes da bien el tipo de joven intrépido y heroico como el ahora rey Caspian, el desconocido Gary Sweet es la mar de divertido en su arquetípico rol de capitán duro, y Tilda Swinton hace un cameo de cortesía como la Bruja Blanca (y van...). Y por supuesto que la rata Ripichip en todas sus apariciones se merienda con patatas al resto del elenco, y eso que es apenas una criatura infográfica (incluso hasta emociona y todo su destino final, que no revelaré para mandarme un spoiler, a pesar de que si leíste la novela ya sabes en qué acaba). Ninguno va a cambiar la historia de la actuación con sus roles aquí, pero están cumplidores y resultones, y eso es lo que cuenta. Y cómo olvidar la aparición de la desconocida Laura Brent como Lilliandil, tan bella ella, tan etérea, tan... eh... er... hola, mi gatita... cómo est... ¿qué cosa, eso que estoy escribiendo? Nada, mi gatita, no, fíjate que sólo comentaba que... espera, no... ¿eso que escribí de Laura Brent? Pero si es sólo un comentario nada m... oye, no, si ni me sabía el nombre, que lo investigué en la Wik... ¡Oye, si siempre abro la Wikipedia para buscar información puntual sobre la peli que...! ¡Oye, espera, no, oye, NO, SOCORRO, NO...!!!

-- Er... Agh... Ehm... Jap-jap-jap-jap... ¿En qué estaba...? Ah, sí... Bien, veamos. Un detalle interesante de esta peli, es el cuidado con el que trata a los personajes. Se deja entrever que cada uno de los protas tiene un problema o crisis personal que resolver. No es un recurso nuevo, claro está, pero es bueno ver que el grupo está conformado por personajes y no por simples "ayudantes del héroe" ni mucho menos. El encuentro final con Aslan (OK, debí avisar de spoiler, pero es que oigan, si se supone que Aslan es un trasunto narniano de Cristo y estamos dentro de un imaginario paracristiano, creo que es tan obvio decirlo como que afirmar que en un peli de 007 el agente secreto va a doblarle la mano al villano, ¿no?) tiene mucho de ajuste de cuentas de cada personaje consigo mismo y con sus propios demonios internos. No es que se pasen de drama tampoco ni haya escenas épicas de dolor y tortura interior, sino que está en su justa medida, lo necesario para entender que los personajes tienen flaquezas más allá de su heroísmo, y eso siempre se agradece. Podríamos quejarnos de que algunas resoluciones son demasiado abruptas (en particular la pequeña Pevensie), pero no dije que esta peli fuera perfecta: sólo que es un detalle interesante, no original, pero sí tratado con (¿utilizaré la palabra "delicadeza"? No, creo que no), tratado, decía, con cuidado.

IDEAL PARA: Ver una peli que no es más que una peli de aventuras, pero que cumple con ser una buena peli de aventuras.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LA Verdad es que las 3 me gustaron por igual auque si he de ser sincero yo ya me habia leido los 3 libros antes de las peliculas hacia tiempo y creo creee que la mas fieles son la 1y 2 parte que son casi copy paste de los libros esta 3 parte es un tanto difernte por lo del asunto de la bruma que no esta en el libro enrealidad no hay malo en el 3r libro si no que es una aventura tipo simbad o la odisea donde llegas a una isla que tiene x peligro pero cada uno diferente y no conectado con el otro.

En el libro todos querian llegar a la isla de los suños le desian donde se cumplian lo que soñabas donde encontraron al loco que lleva años viviendo en la isla con temor a dormir por que tambian hacia las pesadillas realidad y nada mas la dejaron atras y no la volvieron a ver ni pensaron en ella.

El final tambien es algo abrupto y repentino ya que despues de la isla de la mesa de piedra pasan varias dias antes de llegar al pais de aslan auque aun asi es correcto conv respecto al libro

como dije esta igualmente me gusto con respecto a la otras.

General Gato dijo...

Hasta el minuto lo que actualmente es la trilogía de pelis me han gustado, aunque sin estridencias porque a veces las tramas son a mi gusto demasiado armadas para que se note la prédica cristiana de fondo (algo que no es culpa de los cineastas porque eso ya estaba en el material original, claro, y no hubieran podido cambiarlo sin desnaturalizar el espíritu de las Crónicas). Entendiendo eso, me lo he pasado pipa con las tres pelis.

Me acuerdo poco de la novela original porque la leí hace una porrada de años, pero sí me acuerdo con claridad que tenía una estructura mucho más episódica, y ya me preguntaba cómo diablos la iban a adaptar al cine para que fuera coherente (una estructura episódica funciona en una novela porque no se supone que uno se la lea en una tacada, pero con las pelis pasa distinto). La alteración del material de base me lo tomo un poco de esa manera, por más que en el camino se haya perdido algo de la poesía del original.

A mi gusto, los tomos 4 y 5 son los más blandos de la saga, sin el gancho que tiene el poner a los protas de siempre, de manera que me pregunto cómo los adaptarán sin que se estrellen en la taquilla (como no sea filmándolos back-to-back, claro). En lo que a mí respecta, si se saltaran de una a los tomos 6 y 7, no echaría de menos el material intermedio.

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