11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 17 de abril de 2011

"Rango" (2011).


-- "Rango". Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Gore Verbinski.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Johnny Depp, Isla Fisher, Abigail Breslin, Ned Beatty, Alfred Molina, Bill Nighy, Stephen Root, Harry Dean Stanton, Timothy Olyphant, Ray Winstone, Ian Abercrombie, Gil Birmingham, James Ward Byrkit, Claudia Black, Blake Clark.
-- Guión: John Logan, basado en una historia de éste, de Gore Verbinski y de James Ward Byrkit.
-- Banda Sonora: Hans Zimmer.

-- "Rango" en IMDb.
-- "Rango" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La vida es un gran escenario y todos tenemos un papel. El de Rango es retozar tranquilamente sobre la arena, actuando con una chica (en realidad, un busto desarmado de muñeca que... un momento... ¿el prota tiene una muñeca de plástico como mejor amiga...? ¿No se suponía que era para niños la cosa...?), y además con un gigantesco pez de plástico, recitando monólogos que oscilan entre lo existencialista y lo pulp... claro, es la suerte de un camaleón que, según averiguamos con el clásico alejarse de cámara, está encerrado cómodamente en una pecera. O insectario. O terrario... una caja con paredes de vidrio, ya me entienden. Y justo en el momento en que Rango tiene una epifanía y descubre que no puede ser el héroe porque le falta su motivación, su reto, su desafío, su kriptonit...¡¡¡BANG!!!...que el vehículo se pega una frenada de órdago y saltan caja y lagarto (er, perdón, camaleón) al mundo exterior. Y claro, cuando el mundo exterior es una de esas polvorientas carreteras de Estados Unidos en que las únicas almas que pasan por ahí son esas pintorescas calaquitas de vacas con cuernos convenientemente blanqueados por los buitres y el sol, pues como que te vas empezando a preocupar. Si a eso le sumas un armadillo salido de vaya uno a saber donde que dice más encima que te tienes que salir de la carretera, y cuando miras que hay pallá ves puro desierto y desierto y desierto, pues como que te entra mala espina... Pero nuestro buen camaleón, que ha llegado a la conclusión de que como buen camaleón, no tiene ni pajolera idea de quién es, decide que es un héroe, o acaso que tiene que arriesgarse para sobrevivir, y se adentra en el desierto. Lugar en donde le comenzarán a suceder una serie de incidencias, en particular cuando llegue a un pueblo en busca de agua y descubra que el agua se le está acabando al pueblo. Y todo eso salpimentado con unos búhos cantarrancheras que a cada minuto prometen que Rango, en algún minuto, pues, qué decir... que se va a morir. Ya lo sabía yo, en el fondo los búhos son unos cabrones.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿Quién hubiera dicho que ese renacuajo que partió dirigiendo infraproductos como "Un ratoncito duro de cazar" o "La mexicana", llamado Gore Verbinski, iba a acabar siendo uno de los grandes del cine de entretenimiento de Hollywood a comienzos del XXI? Aunque fuera con un remake de críos japoneses carapálida ("El aro") o con una montaña rusa de Disneylandia ("Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra" y secuelas). Pero después de mandarse una borrachera de campeonato con sus dos olvidables secuelas, quizás el encanto de Verbinski se hubiera agotado. A lo mejor la flauta sonó de casualidad como el burro flautista, lo que podríamos llamar el síndrome Zack Snyder, que cuando por primera vez le dejan las manos verdaderamente libre para hacer lo que quiera, va y se descarga con "Sucker Punch" en vez de rodar una peli que... bueno... que sea una peli, en primer lugar. Y más encima producía la gente de Nickelodeon, que tanto pueden mandarse cosillas simpáticas como "Harriet la espía", "Los Rugrats: La película" o "Una serie de eventos desafortunados", como trámites más o menos como "Tiempo congelado" o "Nacho libre". Pero bueno, Verbinski reclutó a su viejo camarada Johnny Depp (y éste se dejó reclutar, no en balde su rol de Jack Sparrow lo hizo una superestrella multimillonaria más allá del circuito artsy), y se las apañó para salir adelante con una peli que consiguió caer razonablemente bien parada (aclamación crítica y lo más importante, duplicó su inversión en la taquilla). Nada mal, señor Verbinski, nada mal. Y por salirse de la cada vez más pestilente franquicia de los Piratas del Caribe y dejarle la cuarta a algún paniaguado que será convenientemente afilado por retaguardia por Disney, aún mejor, señor Verbinski, aún mejor.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Si tuviera que decirles algo sobre "Rango"... sería "esperen lo inesperado". Puede que "Rango" le guste a cierta gente, puede que a cierta otra gente no. Porque su mejor cualidad, es ser ella misma el no querer contentarse con ser un clon simpático de las pelis animadas Disney/Pixar/DreamWorks. Gore Verbinski tiene el talento y habilidad suficientes para rodar esta peli de manera tal que tiene un aroma único y particular, y sólo después de que sales del cine y meditas sobre la peli, te das cuenta de que no han hecho sino contarte la enésima historia del héroe pez-fuera-del-agua que llega a un lugar azotado por el villano y limpia al pueblo de los malvados mientras se queda con la chica que al principio pasa de él... Ese talento para enmascarar lo obvio es justamente eso, talento, del verdadero y bueno, el que vimos a paladas en "Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra" y echamos tanto de menos en sus dos dolorosísimas secuelas. Mientras que otras pelis animadas desde "Shrek" en adelante han consagrado la fórmula de la acción desaforada y destartalada para que los peques se rían y asombren, sumado a toda clase de referencias metatextuales puestas para que los adultos no se aburran tanto y se sientan, bueno... adultos... descuidando de paso la continuidad, el sentido, la verosimiltud, etcétera... en "Rango" tenemos justamente eso, un intento de construir una peli que sea verosímil. Y entiéndaseme bien: verosímil no quiere decir "realista", sino un universo que funcione con sus propias reglas, y siga esas reglas hasta su bendito final. Si hubiera una palabra para calificar el guión, sería de "surrealista", tanto por los evidentísimos guiños (las alusiones al surrealismo de Dalí, el evidentísimo cameo de Johnny Depp again como su rol en esa chalada psicodrójica de "Pánico y locura en Las Vegas", la aparición medio entre sueño y realidad del Espíritu del Desierto encarnado por Clint Eastwood himself), como por la cuidadísima manera de desmontar el espacio y el tiempo para construir una "no man's land" perfectamente atemporal en donde pueden convivir los vaqueros del siglo XIX con la tecnología del XXI, y animales animados con conspiraciones corporativas muy al estilo actual. Claro, esto trae el problema de que mucha gente puede quedarse descolocada. Lo advierto desde ya: esta peli no es exactamente para críos demasiado críos, ni para padres que esperen entretenimiento ligero. "Rango" no es un trepidante carrusel de acción ni una peli repleta de chistes tontos (hay un poco de humor de golpe-porrazo-caída, pero está bastante medido). Tampoco es un latazo meditativo y existencialista, conocido también como "truño pretencioso de cine arte". "Rango" se equilibra muy bien entre estos dos extremos, tratando por una vez en la vida de hacer un producto comercial que tenga dignidad y un par de ideas geniales en su interior, una peli que intente entretener a la audiencia sin tomarla por estúpida ni descerebrada. Es para aplaudirlo.

-- Resulta curioso observar que "Rango" es en muchos sentidos una parodia del Western, pero tan bien hecha y construida que se derrama de ese continente y se transforma en casi un subgénero del Western por derecho propio. La peli explota varios tópicos del Western, pero al servicio de una trama propia y original. Curiosamente, existen muchos parecidos entre esta peli y "Piratas del Caribe: En el fin del mundo", ya que en ambas pelis los buenos defienden un sistema de vida romántico-pero-humanitario, frente al pragmatismo economicista de los villanos que miran a "los buenos" como algo pasado de moda que deben quitarse del camino en nombre de El Progreso (además de las brillantes concesiones al surrealismo, que en lo de los piratas estaba limitado a la afterlife de Jack Sparrow, pero que aquí se toma mucho más espacio y tiempo de la peli). Las alusiones a pelis Western están ahí, claro está, pero son medidas y no están puestas ahí únicamente para que alguien en la platea diga "yo sé y nadie más"... La puesta en escena es impecable, y Hans Zimmer compone una muy estupenda banda sonora para redondear.

-- Rango es sin lugar a dudas un personaje muy querible e interesante. En la peli queda claro que Rango es realmente el único personaje que está vivo (no que sea una metáfora y estén todos muertos o una chorrada semejante... me refiero a la vida interior, claro está). Aunque obtiene su nombre por casualidad porque lee una botella que dice "DURANGO" con el dedo izquierdo tapando las dos primeras letras (¡cómo nos habríamos cachondeado si fuera el dedo derecho tapando las últimas tres...!), lo cierto es que es el único personaje que evoluciona por algo tan vital, como cuestionarse su identidad y su lugar en el mundo. Rango no parte la peli como esos héroes de una pieza tipo Luke Skywalker diciéndose "¡quiero ser piloto espacial!". Por el contrario, tiene una muy vaga idea de lo que quiere ser, y no puede concretar esta idea porque en su existencia adocenada y acomodada, tampoco tiene claro quién es él. Este detalle en su evolución personal está remarcado porque las grandes secuencias oníricas le pertenecen: son alucinaciones personales suyas, y están marcadas por ese entorno que lo conecta con la escuela de pensamiento del Surrealismo y su descubrimiento del inconsciente y la vida interior. No es una historia ni un personaje originales o que nunca se hayan contado antes, pero una vez más, es el tratamiento lo que hace la diferencia. Es poco probable que "Rango" sea LA MEJOR peli del 2011 (aún falta por recorrer), pero Rango el personaje es serio candidato para serlo.

IDEAL PARA: Ver un Western cómico-existencialista que se esfuerza por tener identidad propia... y lo logra.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "RANGO":

-- "Rango (2011) - Gore Verbinski" en Amazing Movies.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español].

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