11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 11 de junio de 2009

"Vicky Cristina Barcelona" (2008).


-- "Vicky Cristina Barcelona". España / Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Woody Allen.
-- Actuación: Rebecca Hall, Scarlett Johansson, Javier Bardem, Penélope Cruz, Christopher Evan Welch, Chris Messina, Patricia Clarkson, Kevin Dunn, Julio Perillán, Juan Quesada, Richard Salom, Manel Barceló, Josep Maria Domènech, Emilio de Benito, Maurice Sonnenberg, Lloll Bertran, Joel Joan, Sílvia Sabaté, Jaume Montané, Pablo Schreiber, Carrie Preston, Zak Orth, Abel Folk.
-- Guión: Woody Allen.
-- Banda Sonora: No aparece nadie acreditado.

-- "Vicky Cristina Barcelona" en IMDb.
-- "Vicky Cristina Barcelona" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Vicky y Cristina llegan a Barcelona, y justifican así el horroroso título de la peli, que para colmo, por una puñetera y equivocada vez en la vida, no lo tradujeron creativamente al español. Ambas chicas son amiguetes, y ambas están para bailarles el cante jondo encima hasta dejar liso el tablao (y por Bastet que tiene sinuosidades ese tablao...). Vicky es súper-hiper práctica y realista, la clase de chica que necesita todo organizadito en su lugar, y cada pilcha en su cajón, con su respectiva etiqueta (Rebecca Hall, con una cara permanente de resignada convivencia con la insatisfacción vaginal crónica). Y se va a casar con un buen partido en dos patas. Cristina, en cambio, es una zorra de cuidado que, so pretexto de buscar emociones y beberse a fondo la vida, va de cama en cama (no se dice, pero se insinúa) y de la correa transportadora de ETSs ya ni hablamos (Scarlett Johansson, dándole credibilidad a su foxie a punta de pechito). Ambas llegan a Triunfa España, a Barcelona, so pretexto de que Vicky está terminando una tesis sobre la identidad catalana. Algo que puede complicarse un poco considerando que lee español, pero no sabe hablar más que frasecitas sueltas en ezpañoh, y de catalán suponemos que nada. Ambas recorren la ciudá de Barcelona en plan turista japonés, todo muy bonito y muy kitsch (la Catedral de Gaudí y todo eso), hasta que de pronto, ¡¡¡CHAN!!! Ya saben que en toda peli yanki en que los yankis van a Mediterráneolandia o sus alrededores, yace la tentación del Shicoh Latinoh que es la encarnación del latin lover y todo eso (Javier Bardem, en una sangrante y probablemente involuntaria parodia del dizque macho latino a lo Antonio Banderas). El tipo, con lógica suprema (turistas yankis, cara de cachondas, deben ser unas sueltas estas tías), se acerca, las invita a pasear, y como cuatro líneas de diálogo después, les propone un menachatruá. La pringadita tesista dice que no, que cómo se le ocurre, mientras que la rubia de los bubones de oro dice que sí, que se apunta. Viajan a Oviedo. El azar vengador interviene y manda a la Scaldasono con patas a reposo por indicación médica, y por lo tanto, es la pechoña compuestita la que recibe a la Santísima Trinidad en pleno por el canal de parto (lo siento si ofendí a algún católico por ahí, pero es que esto de que la peli se ambiente en la catoliquísima España, como que incentiva un poco la lascivia herética, ¿no?). El caso es que las cosas se van decantando por su peso. Después del paseíto, el españolete con bonete se mete con la Cristina, con la rubia calefactora, mientras que la otra se queda toda pensativa, porque verán, aunque ordenadita y todo, y se va a casar con una chequera con patas, verán, es que al final como que le queda gustando eso de que se la encaje un machorro ibérico bien pintao (bueno, más o menos, Javier Bardem con sus ojos de corderito en Cena Pascual, ¿recuerdan?). ¿Y pensaban que el asunto remataba ahí? ¡Pinzas! Porque aún falta que en lo de Cristina y su pintor aparezca esa institución tan castiza de la familia hispanoamericana que es "la ex", la ex esposa en este caso. Que está como un p*** cencerro, pero como está buena (Penélope Cruz, rejuvenecida después de pasar por detox luego de lo de Tom "Cuchillo Envenenado" Cruise), pues que el pintor no se olvida de ella. So, I can say... Welcome to the Spanish hell!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Antaño, hasta su buena porción del siglo XX, si conseguías llegar a la cima del Parnaso artístico y mojigangas, pasabas a la Historia con letras de bronce y como ídolo generacional, muriendo en tu mullido lecho mientras los wannabies te hacían reverencias como a una vaca sagrada y todo. En la actualidad, en cambio, en que podemos medir las generaciones no por inseminaciones sucesivas dentro de una familia, sino por décadas, e incluso por menos, el riesgo de que la rompas a los 20 para hacerte famoso a los 30, internacionalmente reconocido a los 40, desafiado a los 50, enviado al osario como un artesaurio a los 60, y quedarte puñeteras dos décadas más de vida para sufrirlo como colmo, es, por decir lo menos, altísimo. Chaval, que si yo trabajaba en una compañía de seguros, no le extendía pólizas por su arte a esos vejetes. Con Woody Allen pasó lo propio. En los '60s y tempranos '70s era un tipo que te rompía las bolas con cosas como "Bananas" o "Todo lo que usted quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar" (no me hagan escribirlo de nuevo). En los finales '70s y en los '80s fue un consagrado, y hasta memeces como "Días de radio" pasaron como pelis apoteósicas, por puro llevar la firma de Woody, así como Andy Warhol hacía cualquier mamarracho y por su pura firma se iba derecho a Sotheby's al mejor lote. Los '90s, y con mayor intensidad los 2000s, lo han tratado mal. Sus pelis ya no interesan a esos jóvenes rebeldes ácratas que buscan pura demolición intelectual, o alternativamente, reflexiones pseudofilosóficas sobre la naturaleza humana (recordemos que Woody Allen, pese a ser reconocido como comediante, alguna vez ha confesado que le hubiera gustado ser un dramaturgo a lo Ingmar Bergman, y más de alguna peli suya trata de ser bergmaniana... sin conseguirlo, empero). Esos jóvenes que mencionábamos, ahora la flipan con "Batman inicia" o "El caballero de la noche", o con subproductos aún peores, pero inflados a punta de FXs, y no tienen tiempo ni tendrían por qué tenerlo para cosiacas más, ya saben, "de cine arte". ¿Quiénes todavía le damos una oportunidad a Woody Allen en el cine? Los productores que mueven fondos millonarios en dólares no, por supuesto, ya que Woody Allen ha cosechado éxitos relativos de crítica con "Match Point", "Scoop" o "El sueño de Casandra", pero aún así no ha cosechado en abundancia esa dulce berrie llamada DI-NE-RO. Y ahí tienen a Woody Allen de mendigo por toda Europa buscándose fondos (ahora, las autoridades edilicias de Barcelona en pleno). ¿Entonces...? Pues, los intelectualoides de toda la vida que van a la sagrada eucaristía fílmica del Allenismo cada año, y algún que otro outsider del sistema que coquetea con el "cine mainstream" y con cosas más artísticas, pero que no se casa ni con uno ni con otro, como vuestro seguro servidor el General Gato quien esto escribe (¿han conocido un gato que no haga así la corte?). Una lástima. Porque "Vicky Cristina Barcelona" no será la mejor peli de Woody Allen, y tendrá más que alguna seria carencia fílmica, pero aún así sigue siendo un ladrillazo demoledor a la jeta, así como muy superior al noventa por ciento de todo lo que se rueda hoy por hoy. Pero es la desgracia del genio: haz algo que sea simplemente bueno, pero no genial, y se te tirarán encima a desollarte vivo. ¡Te queremos genio de siempre, jodepú, para eso te pagamos! ¡Si nos gustara un mono con cámara que ruede pelis, iríamos a ver a Michael Bay con "Transformers: La venganza de los caídos"! (No, no tengo programado ir a verla, con la primera de ensarte ya me basta; UPGRADE: Terminé viéndola en el cable, y ¡mamá mía, qué espanto!).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Lo de siempre con Woody Allen. Es Woody Allen. Ha hecho pelis desde lo mediocre hasta lo genial, pero si uno no espera que cada nueva peli suya sea rompedora/remoledora/headsmasher, y se conforma con una trama bien narrada, estamos en lo nuestro. No es tampoco la mejor que haya hecho, pero tiene un nivel muy digno, y por qué no decirlo, hacía tiempo que no lo veíamos destilar tanta mala leche (ni en "Match Point" era tan amargo). Bueno, incluso una rodada con el piloto automático, como era "Scoop", ya era mejor que la mayoría de escobillanazos que se estrellan, perdón, se estrenan cada año en el cine, y ésta está hecha con un poco más de mimo en eso. Eso sí, de entrada puede que caiga como patada porque toma algunas opciones narrativas un tanto arriesgadas. De partida, contrariando todos los manuales sobre lo que se supone debe ser el buen cine, usa y abusa de la voz en off. Pero Woody Allen le saca un enorme partido a este recurso. La peli se trata sobre relaciones sentimentales, sobre búsquedas eternas, y por qué no, de gente con oxiuros en el corazón. Y como esto no es una romántica viñeta de Hollywood al estilo Sandra Bullock y Jennifer Lopez, en donde la gente madura a la fuerza (y de manera forzada) y descubre la felicidad, el amol y las campanas de boda tras una carrerita final al aeropuerto para gritar "¡¡¡NO TE VAYAS, DESCUBRÍ QUE TE AMO!!!", sino que es la pura verdá verdadera de lo miserable que es la vida sentimental de las personas (extensión de que las personas en sí sean miserables), el mensaje sería insoportable de no ser por un poco de distanciamiento irónico que le baja un poco el perfil a todo. Como el que provee la dichosa y denostada voz en off, precisamente. Que le da a la peli un aire irreal, casi de cuento de hadas... sólo para refregarnos en la cara que lo pasado por la pantalla no es un cuento de hadas, justamente. Tiene también su miga que la peli, a pesar de poner un ménage à trois FMF en pantalla, algo con lo que otros directores se habrían dado un festín lúbrico (ya tienen el que hicieron Neve Campbell, Denise Richards y ese-otro-desgraciado-como-me-acuerde-lo-mato en "Criaturas salvajes"), Woody Allen apenas intenta explotar los ribetes morbosos del asunto. Como si quisiera decir que no importa lo ultimate de la situación, o lo cerca e ideal que se pueda estar del paraíso, el ser humano simplemente no pareciera estar hecho para eso. O cierta clase de seres humanos, a lo menos. El anticuento de hadas perfecto. Un dato significativo: esta peli salió de un guión que Woody Allen tenía en el cajón hace años, pero ambientado en San Francisco. Por lo tanto, que la peli esté ambientada en Barcelona es apenas un dato. ¿Se presenta una Barcelona de postal, como cicerone de un guia turístico, que nada tiene que ver con la Barcelona real? Bueno, fue hecha por un yanki para vender la peli, y además, se supone que eso potencia los aspectos de ironía "cuento de hadas" de la peli. Que los barceloneses, y los ezpañoleh en general, la hayan puesto a parir por eso, es apenas un pecado venial, si no una completa estupidez, porque esta peli no se supone que trate de ser una radiografía de la urbe catalana, por más que por aquello de vender la peli, Woody Allen alguna vez haya declarado que "es un canto de amor" a la ciudad o algo así (además, tuvieron más suerte que nosotros los chilenos: al menos está filmada en locaciones, no como "De amor y de sombras" que se supone es Chile y fue filmada en Mendoza, cuando no nos toca que nos filmen en México). Podía haber sido Barcelona o cualquiera otra ciudad exótica o pseudoexótica del mundo, lo importante no es el lugar sino las personas: y la clave irónica es justamente presentar una Barcelona de postín, que los personajes son incapaces de apreciar y aprovechar más allá del kodakismo al uso (ahí tienen a la chica tesista que se va a Barcelona para hacer una tesis sobre la identidad catalana sin apenas hablar español, y suponemos que de catalán menos, que frases en español se dicen en la peli, pero en catalán, parece que ninguna).

-- Los actores están perfectos para sus roles. Scarlett Johansson, la chica sobre la cual se cachondeaba la bisex Megan Fox por "tengo ubres pero trato de mostrar que soy inteligente y actúo", por una vez en la vida abandona sus roles de chica baba-baba, y Woody Allen saca lo mejor de ella, después de haberla explotado en "Match Point" y "Scoop" (hombre vivo: en "Match Point" la ponía en una calenturienta escena de sexo en lingerie, en "Scoop" le ponía de cuerpo entero en trajebaño, y acá la hace besarse con Penélope Cruz... WOODY, YOU ROCK!!!), y la pone al servicio del rol de un estereotipo muy particular, y por desgracia muy abundante, de chica: la artista narcisista que está permanentemente insatisfecha de todo, y que es crónicamente incapaz de tener la felicidad, siempre pensando que algo mejor está en la vereda del frente, más que nada para no aceptar que se muere de inseguridad y en el fondo es una pechoñita tradicional que busca aceptación y cariño como todos mientras va con la parada de I ROCK por la vida. A su lado, y sin desmerecer en lo absoluto, sexy a la manera de las fotos de secre semiporno de, ehm, algunos websites por ahí que me han dicho que existen (gente cochina, por Bastet...), Rebecca Hall da el punto como otro clásico estereotipo de chica, también por desgracia muy abundante: la minita insegura que necesita tener todo orquestado, armado y preprogramado a su alrededor para sentirse segura en la vida, aunque eso implique renunciar el tomar riesgos y dejar la propia realización personal por detrás (¿para qué diablos quiere hacer una tesis sobre la identidad catalana, si al final tiene programado casarse con la versión humana de un dispensador de Whiskas, y dedicarse, suponemos, a ser una buena y afanosa ama de casa...? Con servidumbre, nos imaginamos, que éstas no se casan con pobres diablos sin criada). Javier Bardem parece la parodia de otro estereotipo, la del sexy latin lover rompecorazones estilo Antonio Metrosexual Banderas, y se encarga de equilibrar la balanza cagando a los hombres, después que los otros dos personajes se caguen en las mujeres. Penélope Cruz está bien, quizás no tanto como en "Volver", aunque quizás la crítica la ha puesto un poco por arriba (en realidad no es tan difícil hacer el papel de chica histérica, basta con sobreactuar su poco y listo). Aún así, es gracias a Penélope Cruz que tenemos algunas de las mejores escenas de la peli (aparte de algún que otro piquito furtivo, está ésa en que confiesa, tan suelta de cuerpo, que le registró la maleta a Scarlett Johansson, es de antología). La venerable Patricia Clarkson, por su parte, está en un rol casi de apoyo, y aunque se esfuerza, su rol sigue siendo un mero apoyo, aunque refleja también otro estereotipo de mujer insatisfecha: la que se ha pasao toda la vida buscando lo cómodo, sólo para descubrir que lo bueno estaba en otra parte... y que ahora ya no tiene tiempo por delante para arrepentirse. Y el simpático grupete está completado por Chris Messina como el noviecito de Rebecca Hall, que también corresponde a otro estereotipo: el pijecito que lo tiene todo en la vida, y que no es en realidad un ser humano sino un cyborg programado para caminar según un currículum vitae rígidamente establecido de antemano en su sistema operativo, y que puede darse el lujo de renunciar a tener una vida que le sea propia porque tiene el dinero necesario para eso. Para complementar lo dicho un buen poco más arriba: esta peli está bien actuada, y los personajes actuados responden a diversas búsquedas que están destinadas a fracasar porque los propios buscadores son un fracaso desde el punto de partida. Y, por desgracia, no me canso de insistir en esto: los personajes son estereotipos puros no porque sean clichés de Hollywood, sino porque son clichés de la vida, de personas que de verdad se toman la vida de esa manera, y abortan y se sabotean a sí mismas cualquier posibilidad de ser felices, en la Barcelona de Gaudí o en cualquiera otra parte.

IDEAL PARA: Reirse un rato a costa de cómo las propias personas se encargan de cavar su sepultura sentimental y vital por su incapacidad de asumirse en esto o aquello.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés y español, subtítulos en español].

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