-- "Muito Gelo e Dois Dedos d'Água". Brasil. Año 2006.
-- Dirección: Daniel Filho.
-- Actuación: Mariana Ximenes, Paloma Duarte, Ângelo Paes Leme, Thiago Lacerda, Laura Cardoso, Ailton Graça, Matheus Costa, Carla Daniel.
-- Guión: Alexandre Machado y Fernanda Young.
-- Banda Sonora: Guto Graça Mello, acreditado como director de orquesta (no hay créditos al compositor).
¿DE QUÉ SE TRATA?
Hace muitos años atrás, una abuela se llivaba a un par de crianças a la playa, y las obligaba a tustarse bajo e sol muito candeinte, a cortarse as cutículas, a pasar por as penas do inferno para verse bonitas e saludável... Mais, as crianças han crecido, y ahora es tiempo de pagar por todas las que la abuela ha hecho pasá. De manera que organizan tuto para secuestrar a la vieja. Ahora, a hermana mayor está casada con un urólogo que es tuto mangoneado por la palanca do sexo, y a hermana menor es una rebelde sin causa que anda por a vita sin estabilidade. Entre ambas llevarán a cabo su retorcido plan, en el cual, por azares do destino, se verá embarcado un joven e poco avispado abogado. Aderezarán o plan con a casa na playa, muita marihuana e sua poca de desnuido mamario. Será un fin de semana inolvidável para la vieja y sus dos nietecitas. También para o abogado, e para o urólogo. E para la policía en busca do estupefacientes...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
La cinematografía brasilera debe ser una de las más sólidas del continente, aunque sea por puro criterio demográfico: es más fácil sostenerla en un país con una población estimada de 190 millones de habitantes, que en los misérrimos 15-16 millones de Chilito. Vale que Brasil habla portugués y eso dificulta grandemente la exportación de cualquier cosa que no sea esos telepredicadores todos mijis que seducen desprevenidas amas de casas proletas con su muito religiuso portuñol, pero por otra parte, contra lo que se piensa habitualmente que Latinoamérica es una e indivisible bajo la férula de la sanguinaria dictadura lingüística de la Real Academia Española de la Lengua, en Latinoamérica se hablan tantos españoles como países hay (a veces más de uno, y si no miren a un chilote tratando de entenderse con un puis del altiplano acá en Chile), y eso dificulta grandemente que una peli argentina penetre en Chile o una chilena penetre en México. Por el contrario, Brasil ha seguido creando pelis y pelis de manera ultraconsistente, apoyados por la diversificación del portafolio de inversiones llevadas a cabo por las cadenas televisivas generaculebrones (O Globo particularmente, aunque Manchete no se queda atrás), que ganan su turro exportando teleseries y más de alguna vez lucrando con el negocio de los remakes. ¿Qué puede importarle entonces a Brasil que sus pelis sean poco vistas en el extranjero, que casi ninguna llegue a los cines del resto de Latinoamérica (por lo menos en Chile, con suerte, se estrenan de cero a una por año), que encontrarlas en DVD sea una proeza ciclópea, y que en el cable las exhiban a ritmo de una por cada período geológico de la Tierra? Brasil, como la India, es casi una especie de supercontinente cinematográfico por derecho propio, y eso no va a cambiar porque el resto del mundo decida seguir su camino y hacerle el Inch'Allah a Hollywood. Una lástima, por supuesto, porque el cine brasilero ha alcanzado altos estándares de calidad, y no sólo por sus lacrimógenas pelis de denuncia sobre las favelas y la corrupción política, sino también por pelis históricas ("La guerra de Canudos" se me viene a la mente), dramas, comedias... Yo no reniego del Hollywood que tantos y tan buenos momentos me ha hecho pasar en la vida, pero si llegara un poco más de Brasil a las costas cinematográficas chilenas... ¡Por Dios que agradeceríamos el alivio!
¿POR QUÉ VERLA?
-- Esta es una de esas pelis que uno podría calificar de atemporales, no en el sentido de ser clásicos marmóleos y eternos, sino de que no tienen la preocupación de reflejar un aquí y un ahora. A la larga, eso de todas maneras pasa (las técnicas audiovisuales empleadas en la narración son puro postmodernismo con su toque sutil de kitsch). Lo que interesa aquí es el desmadre absoluto y el pasársela bien. La idea de secuestrar a la abuela para hacerla pagar por lo desagradable que alguna vez fue, podría dar para un hercúleo clásico hitchcockiano, pero esta peli sabiamente no se va por ese lado ni pretende hacerlo, sino que aborda tal premisa como un mero pretexto para lo que de verdad importa: montar una bizarrada tras otra. Podría decirse que es una especie de comedia de enredos con anfetaminas. A la larga no importa demasiado qué pasa con la abuela, o con las miraditas entre el abogado y las dos chicas, o con el urólogo en problemas con la ley, porque la peli no pretende ser un denso análisis psicológico, e incluso cuando amenaza con ponerse dramática, pasa esas cosas a sotavento (genial en esto es recrear las escenas para el recuerdo como dibujos animados, contribuyendo así poderosamente a desdramatizar tales situaciones potencialmente lacrimógenas). Influye, por supuesto, que Daniel Filho es un director formado principalmente en teleseries brasileras, rubro en el que ha estado trabajando desde los '70s, y por tanto maneja al dedillo la manera de darle pulso a la historia (las secuencias postmodernas, como por ejemplo los viajes alucinógenos de la vieja y de las chicas, o esa banda sonora con acordes burlescos ezqueIndianayonescos, están más que bien manejadas, y le dan carpetazo a los intentos de los wannabies recién egresaditos de las Academias de Cine que creen que por eso son los bacanes que impondrán el New Cinema...). Al final queda la sensación de no haber visto algo demasiado trascendente, ni siquiera demasiado importante, pero ¡qué importa!, si uno se echa en el sillón y se relaja, se va a pasar el gran rato de la china concibiendo chinitos. ¿Qué más le puedes pedir a la vida? ¿Pantuflas y una chimenea...?
-- No podíamos dejar de hablar, como toda producción brasileira que se precie de tal, del tema, ejem... femenino. Mariana Ximenes, la prota rebelde y reventá por la vida, es un tanto cargante, aunque no alcanzo a discriminar si es ella quien no da la talla o el personaje se supone que es así (si yo hubiera visto más pelis de ella, quizás...). Paloma Duarte, como la hermana mayor que se toma el fin de semana para desinhibirse un rato, brilla más que bien en registro de comedia, y también cuando tiene que soltar su lagrimón dramático por ahí. Y sí, hay carne en la parrilla (algún topless fugaz, no hay sexo, nada del otro jueves, pero menos leche da Jessica Alba...). Y ya que estamos en el apartado femenino, tenemos que darle también espacio a Laura Cardoso, presencia incombustible de los culebrones brasileros, que le da presencia a la abuela (si la peli le hubiera dado un poco más de lugar en vez de desplazarla a una especie de secundario de lujo, hubiera quedado incluso mejor, pero en fin...).
-- Escenas memorables. La vieja en el portamaletas. El estriptís (no muestra mucho, pero no tratan de forzar lo sexy). La secuencia de créditos, presentando un curioso cover de "It's oh so Quiet" de Björk, cantada en portugués... Todas las secuencias en dibujos animados. La fuga de la veterana. El duelo entre un urólogo y un rottweiler.
IDEAL PARA: Relajarse.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Página oficial de la peli, en portugués.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en portugués.
-- (Ir a la página) Comentario en MiSeptimaPasión.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en portugués, sin subtítulos].
-- En viaje, con doña marihuana y su combo de alucinaciones [en portugués, sin subtítulos].
-- Diálogo entre las hermanitas [en portugués, sin subtítulos].
-- Escena romántica de la peli, pura conversación y nada de sexo por si se lo están imaginando, ustedes, malpensados... [en portugués, sin subtítulos].
-- Dirección: Daniel Filho.
-- Actuación: Mariana Ximenes, Paloma Duarte, Ângelo Paes Leme, Thiago Lacerda, Laura Cardoso, Ailton Graça, Matheus Costa, Carla Daniel.
-- Guión: Alexandre Machado y Fernanda Young.
-- Banda Sonora: Guto Graça Mello, acreditado como director de orquesta (no hay créditos al compositor).
¿DE QUÉ SE TRATA?
Hace muitos años atrás, una abuela se llivaba a un par de crianças a la playa, y las obligaba a tustarse bajo e sol muito candeinte, a cortarse as cutículas, a pasar por as penas do inferno para verse bonitas e saludável... Mais, as crianças han crecido, y ahora es tiempo de pagar por todas las que la abuela ha hecho pasá. De manera que organizan tuto para secuestrar a la vieja. Ahora, a hermana mayor está casada con un urólogo que es tuto mangoneado por la palanca do sexo, y a hermana menor es una rebelde sin causa que anda por a vita sin estabilidade. Entre ambas llevarán a cabo su retorcido plan, en el cual, por azares do destino, se verá embarcado un joven e poco avispado abogado. Aderezarán o plan con a casa na playa, muita marihuana e sua poca de desnuido mamario. Será un fin de semana inolvidável para la vieja y sus dos nietecitas. También para o abogado, e para o urólogo. E para la policía en busca do estupefacientes...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
La cinematografía brasilera debe ser una de las más sólidas del continente, aunque sea por puro criterio demográfico: es más fácil sostenerla en un país con una población estimada de 190 millones de habitantes, que en los misérrimos 15-16 millones de Chilito. Vale que Brasil habla portugués y eso dificulta grandemente la exportación de cualquier cosa que no sea esos telepredicadores todos mijis que seducen desprevenidas amas de casas proletas con su muito religiuso portuñol, pero por otra parte, contra lo que se piensa habitualmente que Latinoamérica es una e indivisible bajo la férula de la sanguinaria dictadura lingüística de la Real Academia Española de la Lengua, en Latinoamérica se hablan tantos españoles como países hay (a veces más de uno, y si no miren a un chilote tratando de entenderse con un puis del altiplano acá en Chile), y eso dificulta grandemente que una peli argentina penetre en Chile o una chilena penetre en México. Por el contrario, Brasil ha seguido creando pelis y pelis de manera ultraconsistente, apoyados por la diversificación del portafolio de inversiones llevadas a cabo por las cadenas televisivas generaculebrones (O Globo particularmente, aunque Manchete no se queda atrás), que ganan su turro exportando teleseries y más de alguna vez lucrando con el negocio de los remakes. ¿Qué puede importarle entonces a Brasil que sus pelis sean poco vistas en el extranjero, que casi ninguna llegue a los cines del resto de Latinoamérica (por lo menos en Chile, con suerte, se estrenan de cero a una por año), que encontrarlas en DVD sea una proeza ciclópea, y que en el cable las exhiban a ritmo de una por cada período geológico de la Tierra? Brasil, como la India, es casi una especie de supercontinente cinematográfico por derecho propio, y eso no va a cambiar porque el resto del mundo decida seguir su camino y hacerle el Inch'Allah a Hollywood. Una lástima, por supuesto, porque el cine brasilero ha alcanzado altos estándares de calidad, y no sólo por sus lacrimógenas pelis de denuncia sobre las favelas y la corrupción política, sino también por pelis históricas ("La guerra de Canudos" se me viene a la mente), dramas, comedias... Yo no reniego del Hollywood que tantos y tan buenos momentos me ha hecho pasar en la vida, pero si llegara un poco más de Brasil a las costas cinematográficas chilenas... ¡Por Dios que agradeceríamos el alivio!
¿POR QUÉ VERLA?
-- Esta es una de esas pelis que uno podría calificar de atemporales, no en el sentido de ser clásicos marmóleos y eternos, sino de que no tienen la preocupación de reflejar un aquí y un ahora. A la larga, eso de todas maneras pasa (las técnicas audiovisuales empleadas en la narración son puro postmodernismo con su toque sutil de kitsch). Lo que interesa aquí es el desmadre absoluto y el pasársela bien. La idea de secuestrar a la abuela para hacerla pagar por lo desagradable que alguna vez fue, podría dar para un hercúleo clásico hitchcockiano, pero esta peli sabiamente no se va por ese lado ni pretende hacerlo, sino que aborda tal premisa como un mero pretexto para lo que de verdad importa: montar una bizarrada tras otra. Podría decirse que es una especie de comedia de enredos con anfetaminas. A la larga no importa demasiado qué pasa con la abuela, o con las miraditas entre el abogado y las dos chicas, o con el urólogo en problemas con la ley, porque la peli no pretende ser un denso análisis psicológico, e incluso cuando amenaza con ponerse dramática, pasa esas cosas a sotavento (genial en esto es recrear las escenas para el recuerdo como dibujos animados, contribuyendo así poderosamente a desdramatizar tales situaciones potencialmente lacrimógenas). Influye, por supuesto, que Daniel Filho es un director formado principalmente en teleseries brasileras, rubro en el que ha estado trabajando desde los '70s, y por tanto maneja al dedillo la manera de darle pulso a la historia (las secuencias postmodernas, como por ejemplo los viajes alucinógenos de la vieja y de las chicas, o esa banda sonora con acordes burlescos ezqueIndianayonescos, están más que bien manejadas, y le dan carpetazo a los intentos de los wannabies recién egresaditos de las Academias de Cine que creen que por eso son los bacanes que impondrán el New Cinema...). Al final queda la sensación de no haber visto algo demasiado trascendente, ni siquiera demasiado importante, pero ¡qué importa!, si uno se echa en el sillón y se relaja, se va a pasar el gran rato de la china concibiendo chinitos. ¿Qué más le puedes pedir a la vida? ¿Pantuflas y una chimenea...?
-- No podíamos dejar de hablar, como toda producción brasileira que se precie de tal, del tema, ejem... femenino. Mariana Ximenes, la prota rebelde y reventá por la vida, es un tanto cargante, aunque no alcanzo a discriminar si es ella quien no da la talla o el personaje se supone que es así (si yo hubiera visto más pelis de ella, quizás...). Paloma Duarte, como la hermana mayor que se toma el fin de semana para desinhibirse un rato, brilla más que bien en registro de comedia, y también cuando tiene que soltar su lagrimón dramático por ahí. Y sí, hay carne en la parrilla (algún topless fugaz, no hay sexo, nada del otro jueves, pero menos leche da Jessica Alba...). Y ya que estamos en el apartado femenino, tenemos que darle también espacio a Laura Cardoso, presencia incombustible de los culebrones brasileros, que le da presencia a la abuela (si la peli le hubiera dado un poco más de lugar en vez de desplazarla a una especie de secundario de lujo, hubiera quedado incluso mejor, pero en fin...).
-- Escenas memorables. La vieja en el portamaletas. El estriptís (no muestra mucho, pero no tratan de forzar lo sexy). La secuencia de créditos, presentando un curioso cover de "It's oh so Quiet" de Björk, cantada en portugués... Todas las secuencias en dibujos animados. La fuga de la veterana. El duelo entre un urólogo y un rottweiler.
IDEAL PARA: Relajarse.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Página oficial de la peli, en portugués.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en portugués.
-- (Ir a la página) Comentario en MiSeptimaPasión.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en portugués, sin subtítulos].
-- En viaje, con doña marihuana y su combo de alucinaciones [en portugués, sin subtítulos].
-- Diálogo entre las hermanitas [en portugués, sin subtítulos].
-- Escena romántica de la peli, pura conversación y nada de sexo por si se lo están imaginando, ustedes, malpensados... [en portugués, sin subtítulos].
3 comentarios:
La acabo de ver y está buenísima. No pierde el ritmo.
Concuerdo que el uso de los dibujos animados es excelente: te pinta los recuerdos tristes pero no le baja intensidad cómica al relato.
Eso sí: la escena final entre Roberta y la abuela pudieron ahorrársela.
Bueno, considerando que es una de esas pelis en donde importa más el cómo te lo cuentan que lo que se cuenta, que haya escena más o escena menos... Sigue siendo entretenida, sin complejos.
Mire esta pelicula "Mucho hielo y poca agua" doblada en español:
http://www.youtube.com/watch?v=DfYW5spNDPU
y muchos otras peliculas brasileñas dobladas en español también ;)
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