11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 5 de noviembre de 2009

"Al maestro con cariño" (1967).


-- "To Sir, with Love". Inglaterra. Año 1967.
-- Dirección: James Clavell.
-- Actuación: Sidney Poitier, Christian Roberts, Judy Geeson, Suzy Kendall, Lulu, Faith Brook, Geoffrey Bayldon, Edward Burnham, Gareth Robinson, Grahame Charles, Fiona Duncan, Patricia Routledge, Adrienne Posta, Ann Bell, Chris Chittell.
-- Guión: James Clavell, basado en la novela de E.R. Braithwaite.
-- Banda Sonora: Ron Grainer.

-- "Al maestro con cariño" en IMDb.
-- "Al maestro con cariño" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Por las calles londinenses, harto menos sicodélicas de lo que cabría esperar siendo los '60s (quizás no rodaban el célebre capítulo triple de Batman en Londres...), el nuevo profe va camino a su labor. Y su labor es... ¡¡¡PADECE Y SUFRE, OH, MAESTRO, PORQUE TRASPASADAS ESAS PUERTAS, PERDED TODA ESPERANZA!!! Lo que hemos visto en cincuenta mil filmes inspiracionales: que entra el tipo, que los profes no están ni ahí con los alumnos, que los alumnos pasan de todo porque, después de todo, a quién carajonios le interesa si Sudamérica está al norte o sur de Estados Unidos si al final acabarás envolviendo pescado en una feria o algo peor. Además, para remate, nuestro profe es negro, lo que en los '60s era ser casi de segunda clase. A cualquiera, esto lo habría tumbado en dos segundos, pero es que nuestro profe no es cualquiera, sino... ¡¡¡SIDNEY POITIER!!! De manera amable, pero firme, el buen Sidney empezará a enrielar a sus chófilos, enseñándoles que los modales no son para maricotas, y que a las ladies les gustan que las traten como eso, como ladies. ¿Conseguirá sobrevivir a su terrible clase, en la cual no sólo están los proletaboys listo para comérselo vivo, sino también una chica pizpireta que lo único que quiere es tener carne de macho en su... er... ya saben...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los '60s, la época en que fumarse su porrito de maría juana era menos grave que la corrupción, y en que la rebelión giraba a 78 RPM. En aquella época se puso de moda eso de cuestionar la autoridad, y que a los mayores ya no se los obedecía porque fueran los mayores y sabían lo que era mejor para tí, sino porque... porque... bueno, hay que ver cómo tienen al mundo estos mayores, con vocación Mafalda "¡Sonamos, resulta que si no cambiamos al mundo, es el mundo el que nos cambia a nosotros!" o algo así. En medio de todo este ambiente, en que ya no había forma de hacer correr la palmeta a los pelmazos que se las daban de bacanes frente a las hembras porque le contestaban al profe (oséase, el profesaurio estilo "The Wall" estaba en vías de extinción... jubilado por viejo o devorado por las fieras, tanto más daba), empezó a surgir el cine de profesores inspiracionales. Porque, verán, hay algunos ingenuotes buena gente que (nunca han estado en un puñetero salón de cla...) creen que al chico hay que tratarlo con mimos y amor, no vaya a ser cosa que si uno le grita, se vaya a traumar el pobrecito, y que si el crío no responde no es culpa del crío que hace lo que se le pega la reverenda gana, sino del maestro que no sabe inspirarlo para ir por el camino del conocimiento. ¡Ya decían los vejetes que "la letra con sangre entra"! Pero bueno, surgiendo el fantasma de los salones de clases con pobrecitos futuros pandilleros y delincuentes, surgió también el contracine del profesor heroico que, más allá del bien y del mal, y con desprecio de su sanidad mental y hasta de su propia vida, pretende seguir manteniendo la civilización, inculcándoles valores y obediencia a una manada de rebeldes incentivados por los medios de comunicación. "Al maestro con cariño" es uno de los más tempranos ejemplos de este subgénero "profe inspiracional", y por qué no decirlo, uno de los mejores, a años luz del wannabe "Mentes peligrosas" o la emochantajista "La sociedad de los poetas muertos", por ejemplo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli es simplemente redonda. James Clavell, que escribió el guión y la dirigió, tenía bien claras las ideas: menos es más. Se limita a ser el cronista de una historia, en donde lo más importante no son las peripecias y revueltas argumentales (de hecho, la trama es bastante escueta, y al cabo de sus cuantos minutos, en realidad no ha pasado mucho), sino la actitud de los personajes frente al conflicto "patéame vs. edúcame". Cada anécdota está resuelta con diálogos cortos y certeros, y luego a otra cosa. De este modo, la peli se hace enormemente ágil, incluso para los estándares de hoy en día. La filmografía de James Clavell no es demasiado frondosa, en parte porque ha compartido su tiempo con su vocación de escritor, pero también, tres años después, nos dejó otra joyita cinematográfica, la muy apreciable "El último valle", para demostrarnos que es un cineasta de fuste, de ésos que sin hacer grandes alardes de dirección ni de confección de arteserié, crean pelis que son verdaderos rectos al mentón.

-- Sidney Poitier. Esta peli no sería lo mismo sin su presencia, que resulta inmensa como la vida. Su personaje no es un héroe ni mucho menos, sino un tipo que anda buscando un trabajo como ingeniero, y mientras tanto, se defiende haciendo clases. O sea, no viene a redimir alumnos ni inspirarlos, y si lo hace, es más que nada porque eso es parte de su trabajo, y eso es todo. Pero, andando el tiempo, le descubre una nueva veta a su labor, toma conciencia de lo importante que es tener buenos educandos para el futuro de la patria, y acaba por aceptar no sólo que es bueno en lo que hace, sino que además, si no fuera por gente como él, la Pérfida Albión se iría básicamente al caralho. El mayor acierto, y soy reiterativo en esto, pero quiero enfatizar el punto, es la bonhomía de Sidney Poitier, cuyo personaje está lleno de pequeños gestitos, miradas y sutilezas propias de un hombre común y corriente, a veces superado por los problemas, y que lo convierten en alguien muy cercano. O sea, tú y yo podríamos perfectamente conocer a un sujeto como ése, e irnos amigablemente a tomar unas copas con él.

IDEAL PARA: Ver la alma mater de las pelis de profes con vocación.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

-- Lulu canta la canción "To Sir, With Love" [en inglés, sin subtítulos]. -- Escena de baile [doblado al español].

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