11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 29 de octubre de 2006

"Los diamantes son eternos" (1971).


-- "Diamonds Are Forever" (título original en inglés), "Diamantes para la eternidad" (título en España). Inglaterra / Estados Unidos. Año 1971.
-- Dirección: Guy Hamilton.
-- Actuación: Sean Connery, Jill St. John, Charles Gray, Lana Wood, Jimmy Dean, Bruce Cabot, Putter Smith, Bruce Glover, Norman Burton, Joseph Fürst, Bernard Lee, Desmond Llewelyn, Lois Maxwell.
-- Guión: Richard Maibaum y Tom Mankiewicz, basados en los personajes creados por Ian Fleming.
-- Banda Sonora: John Barry.

-- "Los diamantes son eternos" en IMDb.
-- "Los diamantes son eternos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una elegante pared de papel en un edificio japonés se rompe repentinamente: es Bond, James Bond, agarrado a trompazos con un matón de los malvados. Una sola pregunta: ¡Dónde está Blofeld! Después de tres o cuatro interrogatorios por el estilo, Bond llega hasta la guarida de Blofeld, teniendo una última lucha con su archienemigo antes de verlo sumergirse para siempre en un caldero de barro hirviente. Después de este ajuste de cuentas, en que ha conseguido poner en su lugar a su archinémesis que le ha perseguido en varias entregas, y además de paso le ha matado la señora, parte a investigar una operación de contrabando de diamantes entre Holanda y Sudáfrica. En Holanda conoce a una ladrona supuestamente muy hábil, y a través de ella (y de unos cuantos golpes más con algunos matones), llega hasta Estados Unidos. Allí hace un terrible descubrimiento: toda la operación de contrabando de diamantes en realidad no tiene nada que eer con las finanzas internacionales, sino que va destinada a conseguirlos para un gigantesco láser orbital que quedará impecablemente bien en las manos de SPECTRE. ¿SPECTRE, dije? Sí, SPECTRE sigue vivo, porque quien está detrás de todo este lío es, ¿adivinan quién...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después del fiasco de "007 al Servicio Secreto de Su Majestad", los productores Broccoli y Salzsman tenían que enrielar a como diera lugar la saga Bond, o de lo contrario la gallina de los huevos de oro moriría. Hacerlo sería difícil, porque el mundo entero estaba saliendo de los sicodélicos '60s para entrar a la resaca de los '70s. La respuesta a ello fue crear una película que fuera "la última de las antiguas", y después pasar a otra cosa. Y no se anduvieron con chicas. Pidieron de nuevo a Sean Connery, quien aceptó a cambio de una suma altísima, con la esperanza de que los productores se descorazonaran... y tuvo que hacerla cuando le pagaron. Y ya que la cosa no iba de oro, pero sí de diamantes, llamaron de regreso a Guy Hamilton, quien anteriormente se había hecho cargo de la fundacional "Goldfinger", razón por la que ambos filmes comparten una cromaticidad amarillenta muy peculiar, pero que por lo sicodélico de la trama de "Los diamantes son eternos", la hacen aún más extraña e irreal, si es que cabe. Y para no quedarse cortos, llamaron también de regreso a Shirley Bassey para cantar la canción de créditos ("Diamonds are Forever"); la Bassey había cantado ya justamente "Goldfinger". También hicieron arreglines con la trama: la primera escena, ambientada en Japón, enlaza derechamente esta cinta como una continuación tácita de "Sólo se vive dos veces", la anterior cinta Bond con Connery, haciendo caso omiso en forma tácita de "007 al Servicio Secreto de Su Majestad", y recurrieron a un guión rocambolesco que se aleja del intento de dotar a Bond de mayor realismo en la entrega anterior. Por todo lo anterior, "Los diamantes son eternos" es una de las películas Bond más extrañas jamás filmadas.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El guión no tiene desperdicio alguno. Es cierto que los filmes Bond no son prodigio de verosimiltud, pero éste en particular se lleva la palma en muchos aspectos. Es decidor que buena parte de su trama se ambiente en Las Vegas, entre circos y casinos, casi como un guiño inconsciente a su condición de filme impostado, de "entrega de la saga que no debía estar ahí". ¿Diamantes para fabricar un espejo orbital que sea un arma láser...? ¿Un multimillonario estilo Howard Hughes que es la fachada del villano...? ¿Alusiones a la teoría de la conspiración sobre una eventual falsificación de la llegada del Apolo XI a la Luna...?

-- Es una de las películas Bond con enfoque ideológico menos convencional (para bien o para mal). Entrando a los liberales y permisivos '70s, se permite ser abiertamente homofóbica al presentar como villanos secundarios a una pareja homosexual que huelen a mariconeo desde el planeta vecino, un par de matonas con toda la apariencia de lesbianas que responden a nombre de dibujo animado de Disney, y el breve paseo por Holanda da a entender que ese lugar es una especie de tierra permisiva y liberal que, a fin de cuentas, es bastante aburrida. O sea, es un filme con la moral CONSERVADORA de los '60s, ¡pero filmado en 1971!

-- Es la última película Bond en donde aparece el clásico villano Blofeld, el jefe de SPECTRE (si descontamos el breve "cameo" en "Sólo para tus ojos"). En ese sentido, es también una despedida de los '60s.

-- Se diga lo que se diga, Shirley Bassey sigue siendo una buena entrada para cualquier filme Bond ("Goldfinger", "Los diamantes son eternos", "Moonraker").

-- Algunos de los mejores diálogos de un filme Bond aparecen aquí: la presentación que Bond hace de sí mismo al ingresar a la guarida del villano, los diálogos de los matones maricones, el despectivo comentario que hace el villano sobre Kansas, las dos líneas de Bond respecto de una rata que se encuentra en determinado lugar...

IDEAL PARA: Ver una película Bond rarísima, en más de un concepto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena crítica. Como la que hizo también Juan Tejero en www.cinemitos.com/tbeditores

General Gato dijo...

Gracias. Pero me fue mal con el enlace, no pude llegar hasta la reseña de Juan Tejero... :-(

Anónimo dijo...

Curiosa forma en que pulsa con los dedos las teclas de máquina incineradora uno de los asesinos "gay", el del flequillo, creo.

General Gato dijo...

Curioso detalle, la verdad no lo puedo recordar. Habrá que echarle un nuevo vistazo, o a lo mejor aparece la escena en YouTube...

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