"The Lonely Guy". Dirigida por Arthur Hiller. Protagonizada por Steve Martin, Charles Grodin, Judith Ivey, Steve Lawrence, Robyn Douglass, Merv Griffin, Joyce Brothers, Candi Brough, Randi Brough, Julie Payne, Madison Arnold, Roger Robinson, Dan Hannafin, Joan Suveny, Nicholas Mele. Estados Unidos. Año 1984.
¿De qué se trata?
Larry Hubbard llega a la gran ciudad, con la intención de escribir la novela que lo hará célebre, famoso, exitoso... Y se transforma en el fuellefuelle de Danielle. Hasta que la chica de nombre rossoporno se fuellefuelle con Raúl. Larry recoge sus cosas, y a pedido de Danielle, la basura, y sale hasta el parque. Allí se topa con Warren, un sujeto que le hace ver una cruel verdad: ahora Larry ha entrado a esa categoría de personas que se llaman... ¡¡¡EL HOMBRE SOLITARIO!!! Y empieza a darle algunos sensatos consejos, como por ejemplo como comprar tu primer helecho (a falta de women, se transformarán en tu mejor amigo). O como decorar el departamento para aguantar mejor tu soltería. A partir de lo cual Larry se embarca en una carrera científica para descubrir a la siguiente chica de su vida. Que puede estar en cualquier parte. Paralelamente, intenta escribir su retrasada novela, hasta que se pega la cabeza con la palma de la mano y se dice "¿Qué demonios sé yo sobre Oliver Cromwell?" (en serio, lo dice), y empieza a escribir un libro sobre los hombres solitarios, que curiosamente se transforma en éxito de ventas y le cambia la vida... o no.
El espíritu de los tiempos.
Las relaciones sentimentales ya no son lo que eran... Hace 200 años, papi decidía que la niña de sus ojos se casaba con un adinerado pretendiente (a veces más viejo que el padre), sin amor de por medio, y ¡alehop!, resulta que el matrimonio duraba toda la vida (algo convenientemente corto si el vejete estaba con tubérculos en los pulmones y con los pergaminos listos para el cementerio). Ahora, en cambio, como las chicas deciden con quién quieren casarse o enquistarse, pues bien, un buen grueso de las relaciones sentimentales terminan por irse al demonio, antes o después de iniciadas, porque verán, "es que éste me gusta, es que éste no, es que éste que no me gustaba ahora me gusta"... La edad para emparejarse sube y sube, lo propio para ser padres, y ya ven como las naciones desarrolladas están con una tasa de natalidad por el subsótano, y las cuotas de renovación y aumento de la población deben ser rellenadas con inmigración (y ya ven lo malagradecidos que son, tratan de matarlos a garrotazo limpio en vez de agradecerles que sean los trapeapisos europeos del siglo XXI); eso, por no hablar del envejecimiento de la población, que tiene a la gerontocracia haciendo malabares sobre un sistema de Seguridad Social cada vez más exprimido. Ya ven las catástrofes que pasan porque las chicas pueden elegir a sus respectivos partners, en vez del buen y viejo sistema de la compraventa de esposa (perdón, quizás suena demasiado crudo, digamos mejor "dote nupcial"). Esta película no tiene nada de crítica social, una lástima, pero a cambio, entra de refilón en ese tema: ¿qué demonios hacen los hombres hoy por hoy, frente al problema de conocer chicas, y que esas chicas decidan interesarse en ti, en vez de mirarte la billetera o los bíceps...? (sí, ya sé lo que dicen, que las atrae la inteligencia y el sentido del humor... ¡pero por Dios que se refuerzan esas cosas cuando además hay de lo otro!).
¿Por qué verla?
- Veamos... Es una peli de Steve Martin. El hombre es un buen comediante... la mitad del tiempo. La otra puede resultar insufrible. En esta peli deja contentos a moros y cristianos: es una buena comedia a la mitad, y una comedia insufrible durante la segunda. La primera parte es humor absurdo del bueno. Bueh, ya saben que el humor absurdo apela directamente al intelecto, y por lo tanto, las masas tienden a encontrarlo un poco aburrido (por algo, en los clip shows de "Los Simpsons" ponen más imágenes de Homero cayéndose por las escaleras, que de diálogos ingeniosos que haya dicho alguna vez). Si califican para ese tipo de humor, esta peli es la suya... hasta la mitad. Porque la gracia es que nuestro protagonista es, en el fondo, un fracasado. Y se nos hace entrañable porque, a pesar de fallar una y otra vez, no se desanima ni se rinde, cumpliendo el axioma según el cual nos atraen los personajes estilo retroceder nunca, rendirse jamás. Pero la segunda mitad... en la segunda mitad nuestro personaje tiene éxito. O sea, ya no tiene para qué intentarlo más. Pero entonces descubre que el éxito no es todo, si no tiene... ¡¡¡CHACHÁN...!!! Nada menos que el VELDADELO AMOL. Así es que se embarca a la conquista de su VELDADELO AMOL. O sea, el delicioso humor absurdo de la primera parte se transforma en una traca sentimentaloide que la hubiera podido rodar Sandra Bullock en sus horas bajas (¡y por Dios que ha tenido horas bajas esa chica!). Tampoco ayuda demasiado la desmañada dirección de Arthur Hiller, con un extensísimo currículum que parece responder al principio "la cantidad compensa la calidad".
- Uno de los puntos fuertes de la peli, es la idea subyacente según la cual la seducción y la existencia de un hombre solitario ya no es un arte, sino que está tan estudiado y reglado, que bien puede ser considerado una ciencia. O peor, porque ya no está en la etapa de conocimiento puro sino aplicado, y por lo tanto pasa a ser una tecnología. Las enseñanzas de Warren son de antología, y crean el absurdo de que hay técnicas para ser un hombre solitario y no terminar suicidándose por la presión.
- Grandes momentos. Steve Martin practicando sus dotes de seductor con la almohada. Los VHS de acuarios y fogatas... Las cortesías entre suicidas. Lo que pasa cuando tratas de sacar a pasear un perro para buscar chicas. La escena en lo alto del techo. La entrevista con el corredor de propiedades. El Policía Solitario. Hay varias...
IDEAL PARA: Amantes del humor absurdo... Hasta la mitad de la peli (ya sé que suena absurdo, pero eso es lo que estoy diciendo, ¿no?: AMANTES DEL HUMOR ABSURDO).
¿De qué se trata?
Larry Hubbard llega a la gran ciudad, con la intención de escribir la novela que lo hará célebre, famoso, exitoso... Y se transforma en el fuellefuelle de Danielle. Hasta que la chica de nombre rossoporno se fuellefuelle con Raúl. Larry recoge sus cosas, y a pedido de Danielle, la basura, y sale hasta el parque. Allí se topa con Warren, un sujeto que le hace ver una cruel verdad: ahora Larry ha entrado a esa categoría de personas que se llaman... ¡¡¡EL HOMBRE SOLITARIO!!! Y empieza a darle algunos sensatos consejos, como por ejemplo como comprar tu primer helecho (a falta de women, se transformarán en tu mejor amigo). O como decorar el departamento para aguantar mejor tu soltería. A partir de lo cual Larry se embarca en una carrera científica para descubrir a la siguiente chica de su vida. Que puede estar en cualquier parte. Paralelamente, intenta escribir su retrasada novela, hasta que se pega la cabeza con la palma de la mano y se dice "¿Qué demonios sé yo sobre Oliver Cromwell?" (en serio, lo dice), y empieza a escribir un libro sobre los hombres solitarios, que curiosamente se transforma en éxito de ventas y le cambia la vida... o no.
El espíritu de los tiempos.
Las relaciones sentimentales ya no son lo que eran... Hace 200 años, papi decidía que la niña de sus ojos se casaba con un adinerado pretendiente (a veces más viejo que el padre), sin amor de por medio, y ¡alehop!, resulta que el matrimonio duraba toda la vida (algo convenientemente corto si el vejete estaba con tubérculos en los pulmones y con los pergaminos listos para el cementerio). Ahora, en cambio, como las chicas deciden con quién quieren casarse o enquistarse, pues bien, un buen grueso de las relaciones sentimentales terminan por irse al demonio, antes o después de iniciadas, porque verán, "es que éste me gusta, es que éste no, es que éste que no me gustaba ahora me gusta"... La edad para emparejarse sube y sube, lo propio para ser padres, y ya ven como las naciones desarrolladas están con una tasa de natalidad por el subsótano, y las cuotas de renovación y aumento de la población deben ser rellenadas con inmigración (y ya ven lo malagradecidos que son, tratan de matarlos a garrotazo limpio en vez de agradecerles que sean los trapeapisos europeos del siglo XXI); eso, por no hablar del envejecimiento de la población, que tiene a la gerontocracia haciendo malabares sobre un sistema de Seguridad Social cada vez más exprimido. Ya ven las catástrofes que pasan porque las chicas pueden elegir a sus respectivos partners, en vez del buen y viejo sistema de la compraventa de esposa (perdón, quizás suena demasiado crudo, digamos mejor "dote nupcial"). Esta película no tiene nada de crítica social, una lástima, pero a cambio, entra de refilón en ese tema: ¿qué demonios hacen los hombres hoy por hoy, frente al problema de conocer chicas, y que esas chicas decidan interesarse en ti, en vez de mirarte la billetera o los bíceps...? (sí, ya sé lo que dicen, que las atrae la inteligencia y el sentido del humor... ¡pero por Dios que se refuerzan esas cosas cuando además hay de lo otro!).
¿Por qué verla?
- Veamos... Es una peli de Steve Martin. El hombre es un buen comediante... la mitad del tiempo. La otra puede resultar insufrible. En esta peli deja contentos a moros y cristianos: es una buena comedia a la mitad, y una comedia insufrible durante la segunda. La primera parte es humor absurdo del bueno. Bueh, ya saben que el humor absurdo apela directamente al intelecto, y por lo tanto, las masas tienden a encontrarlo un poco aburrido (por algo, en los clip shows de "Los Simpsons" ponen más imágenes de Homero cayéndose por las escaleras, que de diálogos ingeniosos que haya dicho alguna vez). Si califican para ese tipo de humor, esta peli es la suya... hasta la mitad. Porque la gracia es que nuestro protagonista es, en el fondo, un fracasado. Y se nos hace entrañable porque, a pesar de fallar una y otra vez, no se desanima ni se rinde, cumpliendo el axioma según el cual nos atraen los personajes estilo retroceder nunca, rendirse jamás. Pero la segunda mitad... en la segunda mitad nuestro personaje tiene éxito. O sea, ya no tiene para qué intentarlo más. Pero entonces descubre que el éxito no es todo, si no tiene... ¡¡¡CHACHÁN...!!! Nada menos que el VELDADELO AMOL. Así es que se embarca a la conquista de su VELDADELO AMOL. O sea, el delicioso humor absurdo de la primera parte se transforma en una traca sentimentaloide que la hubiera podido rodar Sandra Bullock en sus horas bajas (¡y por Dios que ha tenido horas bajas esa chica!). Tampoco ayuda demasiado la desmañada dirección de Arthur Hiller, con un extensísimo currículum que parece responder al principio "la cantidad compensa la calidad".
- Uno de los puntos fuertes de la peli, es la idea subyacente según la cual la seducción y la existencia de un hombre solitario ya no es un arte, sino que está tan estudiado y reglado, que bien puede ser considerado una ciencia. O peor, porque ya no está en la etapa de conocimiento puro sino aplicado, y por lo tanto pasa a ser una tecnología. Las enseñanzas de Warren son de antología, y crean el absurdo de que hay técnicas para ser un hombre solitario y no terminar suicidándose por la presión.
- Grandes momentos. Steve Martin practicando sus dotes de seductor con la almohada. Los VHS de acuarios y fogatas... Las cortesías entre suicidas. Lo que pasa cuando tratas de sacar a pasear un perro para buscar chicas. La escena en lo alto del techo. La entrevista con el corredor de propiedades. El Policía Solitario. Hay varias...
IDEAL PARA: Amantes del humor absurdo... Hasta la mitad de la peli (ya sé que suena absurdo, pero eso es lo que estoy diciendo, ¿no?: AMANTES DEL HUMOR ABSURDO).
2 comentarios:
me encantó la critica de cine, jaja.
Yo vi la colitafinal de la pelicula. A ver si la arriendo, pa ver la mejor parte (lo del humor absurdo)
Si yo morío con el puente del k todos se matan, era muy chistoso.
Chao!
Bueno, gracias por el encanto. De todas maneras, ésta la reví en el cable, así es que con un poco de suerte, de sobra que la pasan por ahí otra vez.
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