11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

sábado, 19 de agosto de 2006

"El monstruo de la laguna negra" (1954).


-- "Creature from the Black Lagoon" (título original en inglés), "La mujer y el monstruo" (título en España). Estados Unidos. Año 1954.
-- Dirección: Jack Arnold.
-- Actuación: Richard Carlson, Julie Adams, Richard Denning, Antonio Moreno, Néstor Paiva, Whit Bissell, Bernie Gozier, Henry A. Escalante.
-- Guión: Harry Essex y Arthur A. Ross, sobre una historia de Maurice Zimm, basados en una idea de William Alland.
-- Banda Sonora: Henry Mancini, Hans J. Salter, Herman Stein.

-- "El monstruo de la laguna negra" en IMDb.
-- "El monstruo de la laguna negra" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una expedición arqueológica en la Amazonia descubre el fósil de una misteriosa criatura palmípeda. El investigador a cargo se marcha con el fósil en cuestión, a fin de buscar apoyo científico. Y lo encuentra en un esforzado macho que acude a la cita, con su hermosa mujercita, y también en un ambicioso tipo vinculado a la institucionalidad científica que, cómo no, en realidad los huesos lo tienen indiferente, pero el apoyo monetario que podría conseguir le vendría muy bien. Cuando llegan a la laguna, los latinos que la estaban cuidando han pasado a tocar el arpa en la orquesta celestial, víctimas de un monstruo no identificado, quizás un jaguar. Pero... ¿alguien cree verdaderamente que se trata de esa clase de bestia? ¡Pues no! Una especie de gigantesco hombre pez de piel coriácea (o eso deberíamos creer, porque la verdad es que huele a caucho desde lejos), nietecito lejano del fósil incrustado en la roca con el cual todo partió, ha estado haciendo de las suyas, en particular cuando la chica se pone un atrevido trajebaño blanco y se mete a la laguna a hacer un poco de ejercicio. Ahora, la cacería comienza.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La década del '50 fue el reinado indiscutible de la serie B y de las scream queens. Era la época en que los monstruos atómicos caminaban sobre la Tierra, las hormigas crecían y las arañas devoraban humanos con sus poderosas mandíbulas. En esos tiempos surgió este filme que evita el lugar común del holocausto atómico, pero a cambio, nos entrega el lugar común de la criatura sepultada en un paraje olvidado del mundo al cual el hombre blanco yanki occidental jamás debería ir.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una película de monstruos, pero con ciertas pretensiones. Partiendo por los diálogos, verdaderas joyas de declamación que están ahí más para informar al público de los arcanos recónditos de la ciencia de los monstruos olvidados, que para comunicarse los personajes cosas entre sí. Y mejor no hablar del prólogo grandilocuente en donde se nos informa que al principio Dios creó el cielo y la tierra, y el planeta se enfrió durante millones de años, y algunas de sus criaturas evolucionaron para adaptarse al medio ambiente, etcétera (va en serio: de verdad que dicen todo eso). Por supuesto que esto no hace más que desatar un cierto humorismo involuntario, pero vale, eso es un valor añadido, a fin de cuentas.

-- Los, ejem, efectos especiales. Está el repertorio clásico de (d)efectos de la época, como por ejemplo: hombre dentro del traje de hule, explosiones hechas con petardos, etcétera. A cambio, las escenas subacuáticas están resueltas de una manera bastante brillante y realista, y cuentan como lo mejor de la película. Y no se diga nada: el monstruo de la laguna, aunque resuelto dentro de ciertas coordenadas (se mueve como un humano pesadote a pesar de ser una especie de pez-reptil), resulta tan entrañable con sus gruñidos que al final dan ganas de que por una vez en la vida gane el villano, que para eso humanos de reemplazo hay a paladas.

-- Julie Adams en trajebaño. ¡¡¡UFFFFF!!! Con todo lo arcaico del modelito, y sin técnicas de belleza femenina como la silicona y similares, la señorita Adams nada tiene que envidiarle a las bellezas actuales, a una buena parte de las cuales las supera por todo lo alto. Pero no se entusiasmen: es una de los '50s, así es que no hay desnudos ni sexo. Bueno, por otra parte, en las pelis de ahora tampoco hay mucho de eso, porque las chicas están cada vez más pretenciosas, se hacen famosas y ya no filman desnudos. Por lo visto, no han cambiado mucho las cosas desde...

IDEAL PARA: Ver una clásica de monstruos.

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