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domingo, 29 de junio de 2008

"Súper Agente 86" (2008).


-- "Get Smart". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Peter Segal.
-- Actuación: Steve Carell, Anne Hathaway, Dwayne Johnson, Alan Arkin, Terence Stamp, Terry Crews, David Koechner, James Caan, Bill Murray, Patrick Warburton, Masi Oka, Nate Torrence, Ken Davitian, David S. Lee, Dalip Singh, Bernie Kopell.
-- Guión: Tom J. Astle y Matt Ember, basados en los personajes creados por Mel Brooks y Buck Henry.
-- Banda Sonora: Trevor Rabin.

-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mientras el cielo está arado y sembrado de satélites que te vigilan por tu propio bien, un simpático inoperante allá abajo está tenso y nervioso. Quizás, por fin, sólo quizás, le den el pase de media cancha para salir de analista y convertirse en agente de campo. Se trata de Maxwell Smart, quien trabaja para CONTROL, una agencia de seguridad famosa de los '60s a la que todos creen fenecida, pero que aún sigue al tope de la bandera, en la clandestinidad, por supuesto. Esta vez el Jefe tiene los resultados de los exámenes, y son... ¡¡¡seropositivos!!! ¡¡¡Maxwell Smart será agente de campo!!! O no, porque hace tan buen trabajo como analista, que ni modo, como analista te quedas (es lo que tiene privilegiar la eficiencia por encima de la autorrealización humana, que produce sociedades ordenadas y muy funcionales, pero al precio de sacrificar todo aquello por lo que vale la pena vivir la vida). Bueno, reflexión existencialista aparte, el caso es que todo hubiera quedado ahí, de no ser porque la base de CONTROL es tomada por asalto, y como en el patio de colegio cuando aparece el inspector, toos silbando y la pelea nadie fue. A resultas de esto, todo el sistema de CONTROL está comprometido, y no hay cómo responder porque todos los agentes han sido identificados. El único contraataque posible es enviar a los dos únicos agentes que no están fichados por el enemigo: 99, una bella y más que apetecible ciudadana que se ha operado recientemente el rostro y por ende es supuestamente irreconocible, y 86, nada menos que... ¡¡¡Maxwell Smart elevado a la categoría de agente secreto de campo!!! (al fin...). La investigación los llevará a ingresar en la Santa Madre Rusia y lidiar una vez más con el siniestro Sigfried, el malvado prohombre de KAOS, y detener su maligno nuevo plan para apoderarse del mundo libre... It's good to be in the '60s again!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En la actualidad, considerando que James Bond es casi parte del paisaje doméstico y debe luchar enconadamente contra sepetecientas franquicias de otros tantos sepetecientos estudios, cuesta rememorar el impacto que "El satánico Doctor No", y más genéricamente el Agente 007 causaron en los '60s. La jamesbondmanía llevó a la creación de un sinfín de efímeros rocambolescos agentes secretos con combinaciones chulas de letras y números por código (ya saben: Agente XX7, Agente X-9, Agente 00X7, Agente Macross-7, cosas así). La moda alcanzó a pelis como "Modesty Blaise" (en estricto rigor adaptación de un cómic que sí venía inspirado en James Bond), "Flint: Agente secreto", etcétera, sin conseguir por supuesto la química del original (¿a quién se le ocurriría poner a James Coburn como sucedáneo de Sean Connery...?). Subiéndose a la ola, pero del lado del humor y la parodia, un por entonces joven y hambriento Mel Brooks, que aún no había irrumpido en el cine con su "Locuras en el Oeste", creó la réplica para la televisión, en clave de parodia: Maxwell Smart, Agente 86 de CONTROL, operario del recontraespionaje, en perpetua guerra contra la maligna organización KAOS (un poco replicando a la organización SPECTRE con la que James Bond lidiaba en aquellos años), recargado de artefactos secretos a cual más bombástico, etcétera. Con el paso del tiempo, el humor casi surrealista de la serie de TV la hizo superar su condición de parodia y terminó por darle una personalidad propia y estatus de culto. Ya en los '80s habrían deslavados intentos por resucitar el asunto, con pelis como "La bomba que desnuda" o "Atrapen a Smart otra vez", pero en aquellos años lo que molaba eran los culebrones de zorras millonarias con cardados atizándose en piscinas, y la ciencia ficción, y por lo tanto había poco espacio para resucitar a este hijo pródigo de los '60s. A finales de los '90s se habló otra vez de resucitar la franquicia, esta vez prescindiendo de un cada vez más viejo Don Adams y poniendo al impresentable de Jim Carrey al frente (parte del encanto original de la serie era ver a Don Adams poniendo cara de babainas ante cada metida de pata, algo que la hipertrofiada gesticulación de Jim Carrey hubiera mandado al tacho). Para nuestra fortuna, en el intertanto empezó a sonar el nombre de Steve Carrell, gracias fundamentalmente a la gran comedia "Virgen a los 40", por lo que cuando salió la noticia de que ÉL interpretaría a Maxwell Smart, era claro que no sólo habría peli, sino que además sería buena, aunque fuera sólo por las caras de imbécil que sólo ÉL es capaz de conseguir. Y así es como, en el ocaso de la Era Bush, con una política exterior estadounidense completamente desprestigiada ya no digamos en el mundo, sino incluso en su propio jardín delantero, llega esta peli de espías en donde los espías ya no son lo que eran. Después de ver la versión fílmica 2008 del Super Agente 86, ya no volveré a mirar "24" de la misma manera... (¿es que sigue esa serie, todavía...?).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Ya hemos dicho que adaptar al cine una serie de TV con más de veinte años de antigüedad ("Misión Imposible", "Perdidos en el espacio", "Los ángeles de Charlie", "Starsky y Hutch", "Los Dukes de Hazzard"...) presenta el problema substancial de que en el intertanto las espectativas y valores del público han cambiado, y lo que antes molaba, ya no. La serie original aguanta por el Efecto Nostalgia, pero otra cosa distinta es upgradearla al presente. Lo que crea el dilema de rescatarla como era y que no le guste a nadie en la actualidad, o por el contrario, darle un upgrade y actualizarla al precio de restarle todos aquellos elementos e ingredientes que la hacían única en primer lugar. En lo del "Super Agente 86" tomaron cumplida nota de esto, y se preocuparon notablemente por mantener los equilibrios. Primero se preocuparon de determinar qué era lo principal y qué lo accesorio en la serie original, y preservaron lo primero echando por la borda lo segundo. Así, evitaron abusar de situaciones y de un tipo de humor que estaba más que bien para los '60s, pero que en el 2000 no pasan ni con vaselina (por ejemplo: en la peli se ve un poco de humor de baño, pero no mucho, apenas una escena, pero esto hubiera sido impensable en los '60s, época en la que la Agente 99 debió llamarse así porque los productores encontraron muy fuerte que se llamara Agente 69, como iba a ser en un principio)... De esta manera, la peli consigue el casi imposible de ser más o menos fiel a los conceptos de la serie original, y a la vez de tener un feeling muy actual, y todo eso sin que se descuadre en ningún minuto. No es un ejercicio de retronostalgia, no es el Agente 86 perdido en un mundo que ya no es el suyo, ni es tampoco una burla abierta contra la serie original. Es, ni más ni menos, que una adaptación correcta de la serie a los tiempos actuales y las audiencias actuales, sin tomar el material original de manera estatuaria o marmólea, pero tampoco sin irse al extremo contrario de convertirlo en un puro y soberano payaseo. No deja de ser una alquimia difícil, y acá la consiguieron plenamente.

-- La peli te hace reir. No de manera delirante ni hasta caerte de la silla, pero te saca carcajadas de las buenas, no de ésas que lanzas medio forzado en el cine porque fuiste a ver una comedia para reirte, y pues bien, te vas a reir aunque no sea gracioso para amortizar la inversión de la entrada... Este no es el caso. Los chistes son buenos. La mayoría están en la vena de la serie original, aunque hay algunos un poco más subidos de tono (a tono con los tiempos, también, podríamos decir). Algunas situaciones humorísticas se producen por supuesto trayendo a colación los gags recurrentes de la serie, pero tampoco abusan de este recurso. Tampoco intentan irse en plan postmodernista metatextual, con el a estas alturas obvio recurso de trufar la peli con guiños y referencias para los cazatrivias. Hay también la inevitable sátira política, poniendo al Presidente de Estados Unidos leyéndole cuentos a los niños (guiño infalible a "Fahrenheit 9/11"), con un James Caan más grande que la vida haciendo de ilustre secundario.

-- La parte de acción está más o menos bien trabajada. Estos tipos asumieron que no es el gran producto de acción, sino una comedia más bien familiar, así es que no tratan de hacer el Mátrix en ningún minuto, algo que a estas alturas del partido se agradece. Los productores apostaron bajo, por una intriga más realista que la serie de TV original (no van a ver nada como ese delirante episodio en que KAOS trata de convencer al último descendiente de Cristóbal Colón que le venda sus derechos sobre América, por ejemplo), y con esto consiguen, quizás no levantar el escenario, pero sí tampoco caer en el ridículo más supino. Después de todo, ¡esto es KAOS, aquí no caemos en el ridículo! Mención especial para la secuencia de acción en paracaídas, que homenajea abiertamente al combate que libran James Bond y el matón Jaws en la secuencia de precréditos de "Moonraker" (y por una vez, el "homenaje" no suena pesado).

-- Podrá ser una vulgar comedia de verano y poco más que eso, pero hasta para eso se necesita algún talento. En este caso, lo tenemos asegurado con Steve Carrell y Anne Hathaway, que son unos reemplazantes de lujo para Don Adams y Barbara Feldon, y le dan cada uno un estupendo upgrade a sus personajes (y pensar que se barajó el nombre de Jim Carrey para el Agente 86 y de Jennifer Love Hewitt y Rachel McAdams para el de la Agente 99...). En esta versión el Agente 86 es torpe, como en la serie original, pero a diferencia de ella, no es tonto (de hecho, parte en la peli como analista de CONTROL, y se da a entender que de los buenos... quizás demasiado). Steve Carrell no recurre tampoco al odioso y barato truco de poner al personaje en situación que inspire lástima, sino que le confiere toda la dignidad que sólo él es capaz de darle a uno de sus personajes. A su lado, aparte de que físicamente Anne Hathaway estaba hecha para el rol (hehehé...), el tipo de chica dura/sensible le queda la mar de bien. Con todo, su Agente 99 no es ya la "segunda detrás del macho" como en la serie sesentera, que arreglaba todas las situaciones con mano mora y dejaba que el Agente 86 se quedara con el crédito, sino que es una contribuyente de armas tomar, que al inicio no le cae bien tener a su lado a un zopenco como el Agente 86 (lógico, ¿no?), pero que al final encontrará que es un buen hombre, de gran corazón, que se las arregla para sobrevivir como espía, además que ella viene con traumas del pasado, blahblahblah. Un upgrade dudoso, pero bien servido al menos (además que las feministas se hubieran lanzado con furia de ver a la 99 original trasvasijada así, sin más, en la nueva peli).

-- El resto de los actores está en su punto. Ya mencionamos a James Caan en un ilustre cameo. Siegfried viene interpretado por Terence Stamp (conocido por haber interpretado casi tres décadas antes al maloso General Zod de "Superman II"), y le da un tinte más siniestro que el actor original (no es que lo haga mejor: es que estamos en 2008, y el Sigfried payasesco de la serie original ya no cuela, ¿no?). Dwayne Johnson ("la Roca") hace lo suyo, y en algún minuto amenaza con robarse la peli, pero el guión está bien tramado para que sus machadas no opaquen al prota (pobre Johnson, debe estar feliz con esto, después de haber alcanzado cierta gloria con "El Rey Escorpión" sólo para despeñarse en "Doom" y "El tesoro del Amazonas"). Alan Arkin, a cambio, resulta un poco débil como sucedáneo del gran Leonard Platt (el Jefe), pero es que la tenía difícil también, no neguemos eso. Y no olvidemos a Bill Murray haciendo un breve cameo como el Agente 13 (pobre hombre, las cosas que deben hacerse para comer), a Dalip Singh como un matón de categoría, y a nuestro buen Masi Oka (¡¡¡yataaaaaa...!!!), el friki quiebrocontinuumtiempoespacio de "Héroes", como un computín en plan Venganza de los Nerds.

IDEAL PARA: Fanáticos de la serie original, y espectadores casuales buscando una buena peli para relajarse.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "SÚPER AGENTE 86":

-- (Ir a la página). Comentario en Cine Mifune.
-- (Ir a la página). Comentario en Sobras.com.
-- (Ir a la página). Comentario en MDZ Online.
-- (Ir a la página). Comentario en Un Silencio Visual.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al español].

viernes, 27 de junio de 2008

"Hulk: El Hombre Increíble" (2008).


-- "The Incredible Hulk". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Louis Leterrier.
-- Actuación: Edward Norton, Liv Tyler, Tim Roth, Tim Blake Nelson, Ty Burrell, William Hurt, Christina Cabot, Peter Mensah, Lou Ferrigno, Paul Soles, Débora Nascimento.
-- Guión: Zak Penn.
-- Banda Sonora: Craig Armstrong.

-- "Hulk: El Hombre Increíble" en IMDb.
-- "Hulk: El Hombre Increíble" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hace cinco años atrás, un experimento de irradiación genética se salió de control, y convirtió a un asténico sabidillo en... ¡¡¡HULK!!! El tal Hulkito dejó algunos cuerpecitos para la Funeraria el Radioactivo Contento, y además mandó a la Unidad de Mandíbula Intensiva a su noviecita, que para colmo (el Síndrome Meterse Con La Hija De Quien No Se Debe) es descendiente directa carnal en primer grado de un violento General que, ya saben, AMERIKA ÜBER ALLES, MEIN BLUTENREICH!!! El flaquito que cuando se enoja se pone verde de GRRRRRR se esconde en Brasil y trata de llevar una vida normal. Pero un accidente estúpido, de ésos que sólo pueden pasar con los controles de calidad pseudoambiental de las factorías del Tercer Mundo, pone al General Ross (repitan conmigo otra vez: AMERIKA ÜBER ALLES!!!) sobre la pista, y en vez de optar por los métodos civilizados de respetar la soberanía extranjera procediendo a una petición respetuosa y formal de extradición para con el Gobierno de Brasil, envía a un grupo de chicos malos a hacer las cosas a la bruta. Les va como les va, porque ya saben, nuestro buen Banner está enojado, y cuando se enoja no es él... Ya que no hay cura posible, y además no hay lugar del mundo en que pueda esconderse de un general yanketa malagestado, Banner emprende entonces el regreso a los Estados Unidos de América, a enseñarles a esos empleaduchos fiscales del Gobierno que América es para los libres, y si quiero enojarme y transformarme en Hulk y dejar media Nueva York en ruinas, pues lo hago, que eso se llama derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad, carajo. En el camino se reencontrará con su antigua noviecita, que a pesar de tener novio nuevo cinco años después, igual sigue babosa por el científico irradiado (ya ven: le gustan las palizas, la hembra ésta). Además, deberá lidiar con un nuevo enemigo, la Abominación, que parece se llama así porque el resto de la peli es abominable.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hulk es una de las franquicias más clásicas del Universo Marvel, y por qué no decirlo, una de las más atípicas. La fórmula clásica del superhéroe impone "SecretID+superpoder+I'mJustice". La de Hulk podría ser "SecretF*CK***ID+anomalía+LETMEALONE!!!". El personaje sintonizó muy bien con el Zeitgeist de los '60s en que fue creado, porque los adolescentes de esa época berreaban porque a sus padres no les gustaban esos melenúos de Liverpool, miren ustedes los tarros que escucha la juventú ahora, y leyendo a Hulk esos jóvenes de entonces podían sentirse un poco como él, estallando de ira y reventando chiches bonitos. La historieta de Hulk debería ser promovido como material educativo, y así quizás hubiéramos podido rescatar por sublimación psicológica a asesinos estilo Columbine y cosas, pero como en los Yueséi el Gremio de Padres Contra Historietas Que No Sean De Animalitos Tiernos es poderoso, ahí tienen las masacres que tienen... En la cultura popular, al menos hasta antes de que la Marvel se hiciera gárgaras con el "Hulk" de Ang Lee (ya saben: "¡¡¡VEAN LA NUEVA PELI DE HULK...!!! (queesunhéroeMarvel) ¡¡¡VEAN LA NUEVA PELI DE HULK...!!! (que,noselesolvide,esunhéroeMarvel"), nadie hubiera asociado al bueno de Bruce Banner con un superhéroe, y de hecho la clásica serie de TV por la que los treintones y cuarentones no frikientos conocieron al personaje, tenía más de Road Movie que de historieta superheroica (a diferencia, por ejemplo, de "La mujer maravilla" con Lynda Carter... MMMMMM... LIIIIIINDAAAAAA...). Bueno, ¿en qué estaba? ¡Ah, sí! El personaje de Hulk. Después de algunos penosos telefilmes en que para colmo mataban al personaje (sí, aquello de "La muerte del Hombre Increíble"), pues, nadie hubiera querido derroch... "invertir" su dinero en una peli de Hulk. Hasta que con "X-Men" y "Spiderman" pusieron de moda otra vez el Universo Marvel (y ahí nos tienen sentados en el cine con "Daredevil", "Los Cuatro Fantásticos", "Iron Man", y "Elektra" no porque me salvé y la vi después en el cable). Pero con "Hulk" quisieron pasarse de listos. Contrataron al director Ang Lee. ¿A quién, dicen ustedes? A un tipo que tenía un currículum tan variado como el choque multicultural en "El banquete de bodas", el pijerío angloaristócrata de "Sensatez y sentimientos" y el Wuxia pseudoMatrix (que a su vez "Matrix" era pseudoWuxia, ¿quién entiende...?) de "El tigre y el dragón", recorrido fílmico del cual sólo cabía esperar una cosa: cualquier cosa. Y miren ustedes la estupidez del señor Ang Lee, que tenía un héroe simplecito (trama estándar: Bruce Banner puteado, Bruce Banner cabreado, Bruce Banner se pone verde y emerge Hulk, Hulk aplasta, FIN. ¿Qué tantas vueltas había que darle al argumento?) y lo retorció hasta un punto que quedó muy chulo y artístico, sí, pero el público dijo a coro WTF porque esperaba un espectáculo tipo World Wrestling Federation, no un rollete psicológico que explorara las profundidades carnosas del cerebro subconsciente de un científico incomprendido. Por lo que la secuela quedó en el congelador por varios años, los protas (Eric Bana como Banner, Jennifer Connelly como su mamaria novia Betty y Sam Neill como el suegro pesadote) desistieron, y la plana mayor de Marvel aprovechó para recambiar too, que esto es una historieta, joer, y no la condenada zorra cultureta intelectualoide de Jane Austen. Era previsible entonces que esta peli, a medio camino entre la secuela y el reboot (como "Batman inicia", un poco, pero a lo bestia), iba a tener menos contenido psicológico y más acción. Los fanáticos de los cómics, encantados, claro está. Los que hemos desarrollado nuestros cerebros un paso más allá, pues bien, hmmmmmm...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Si eres fanático de la historieta original, o si te gustan las pelis de acción, vas a estar en tu salsa. El asunto es como sigue. Los primeros 20-25 minutos de peli (la secuencia en Brasil) tiene una trama: vemos a Bruce Banner escondiéndose, conferenciando vía Internet con alguien que trata de curarlo, hay insinuaciones de romance con una brasileira con tudo bem puesto, hay todo un microambiente en las favelas y en una embotelladora que quedan muy bien... después vemos a los milicos haciendo su aparición como suelen hacerlo, o sea disparando primero y preguntando después, tenemos una gran secuencia de acción con Bruce Banner agitándose para huir, pero no tanto que emerja ya-sabemos-quien (¡Hulk machacará!) y se transforme en el Katrina de Brasil él solito... Pero después Bruce Banner regresa a Estados Unidos, y adios trama, lo que viene es pelea, pelea, pelea, pelea, pelea. Ya sabemos que en una peli de acción promedio, la trama suele ser una excusa para montarse una explosión tras otra, pero la gracia es que no sea tan evidente, que te engañen un poquitito al menos, que te den un espejismo de argumento que sea. Para colmo, aquí todas las escenas de acción huelen a ya visto, aunque sea por la marejada de pelis Marvel que hemos aprendido a sufrir en los últimos años. Con decir que el mejor crédito anterior del director Louis Leterrier era "El transportador 2", está todo dicho. El guionista era Zak Penn, que cuando le desataron las manos las utilizó para perpetrar los guiones de "Inspector Gadget" y "Detrás de las líneas enemigas"... y esas pelis tenían trama, qué quedará para ésta entonces. Para el Universo Marvel, este individuo escribió los guiones de "Elektra" y "X-Men: La batalla final"... Como puede verse, no es el caso que los productores querían hacer una peli buena, pero con más acción. Simplemente hicieron una peli mala a propósito. Y lo lograron. Todavía no comprendo la efervescencia en cierto sector de la parroquia friki respecto de esta peli. ¿Tan necesitados están de nuevas pelis Marvel, que aceptan una piedra en lugar de pan? ¿Tan cretinos y primarios son en sus gustos que saludan a esta peli como la igual e incluso superior de la mucho más profunda (quizás fallida en cuanto a ritmo, pero sí mucho más reflexiva) "Hulk" de Ang Lee? Es como para saludar a los bárbaros golpeando las puertas de Roma. ¿Qué irán a saludar después? ¿El hentai de Hulk con Elektra...?

-- Digamos algo sobre el elenco. Las comparaciones con "Hulk" del 2003 son inevitables. El talento actoral de Eric Bana es ciertamente más limitado que el de Edward Norton, pero para lo que se le exigía en esa peli, una contención casi Zen para contrastarla con la violencia de Hulk, estaba bien. Aquí, en cambio, si bien Edward Norton es un actorazo cataclísmico y una más que estupenda opción para Bruce Banner, da lo mismo como actúe porque su personaje no es un personaje, es una caricatura (¡y se supone que él mismo reescribió casi media peli...! O a lo mejor por eso). Liv Tayler con su cara necesitada de babero no resiste comparación con Jennifer Connelly (no por nada, el único papel decente en su carrera es el de elfa respingona y paso-de-todo en "El Señor de los Anillos"). Con William Hurt por sobre Sam Neill salimos ganando, más que nada porque en "Hulk", Neill no se imponía tanto (¿qué le habrá pasado a Neill, usualmente grande, en aquel día?), mientras que Hurt compone un General Ross que es y huele a cabronazo. En cuanto a Tim Roth, a principios de la peli es un villano de categoría, como un soldado que ama y cumple su deber hasta el final, pero los guionistas no encuentran nada mejor que desperdiciar su talento convirtiéndolo en un psicópata al uso, en vez de crearle motivaciones más complejas que le permitan lucirse como actor y robar un poco de cámara (su personaje no evoluciona psicológicamente: involuciona). Mención especial para el irritante cameo de Stan Lee, creador de Hulk (es el tipo que se toma la botella con sangrita de Hulk, pero desgraciadamente no lo vemos convertirse en un monstruo verde, ver a Stan Lee lanzando rayos gamma por los ojos hubiera sido una gozada espectacular).

-- Si te gustan los homenajes/cameos y todo eso, esta peli los tiene a raudales. El homenaje más obvio es a la serie de TV setentera. Hay algunos también a la historieta, incluyendo una pista sobre el suero del súpersoldado (referencia obvia al Capitán América... obvia para el que sepa un poco de cómics, claro está), la primera aparición del Líder (aún no como tal), y el cameo de Robert Downey Jr. repasando su papel de Tony Stark, más las referencias a S.H.I.E.L.D., que así como en "Iron Man", están pavimentando el camino para la peli de "Los Vengadores". En eso la peli cumple, por lo menos.

-- La batalla final, al menos, está bien lograda. No es la que más suspenso me haya metido en el cuerpo ni mucho menos (como dije, al final el villano resulta tan cartonpiedresco que ni me di cuenta cuando transitó del flesh&bones al CGI), pero luce aceptablemente bien. Vemos a Hulk decir su clásica línea ungabunga (ya saben: "Hulk aplastará"), hay escena épica con Bruce Banner haciendo algo muy heroico...

IDEAL PARA: Fanáticos de la historieta y público no excesivamente exigente.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "HULK: EL HOMBRE INCREÍBLE":

-- (Ir a la página). Incredible Hulk Movie Fan, blog sobre la peli, en inglés.
-- (Ir a la página). Comentario en La Zona Fantasma.
-- (Ir a la página). Comentario en Manox Films.
-- (Ir a la página). Comentario en V3ctor.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

martes, 24 de junio de 2008

"El fin de los tiempos" (2008).


-- "The Happening" (título original en inglés), "El incidente" (título en España). Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: M. Night Shyamalan.
-- Actuación: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez, Betty Buckley, Spencer Breslin, Robert Bailey Jr., Frank Collison, Jeremy Strong, Alan Ruck, Victoria Clark, M. Night Shyamalan, Alison Folland, Kristen Connolly, Cornell Womack.
-- Guión: M. Night Shyamalan.
-- Banda Sonora: James Newton Howard.

-- "El fin de los tiempos" en IMDb.
-- "El fin de los tiempos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

NY, Central Park, todo muy de postal, casi como en Sex and the City pero más barriobajero, o en el 9-11. Los beneméritos ciudadanos viven sus vidas tranquilamente, hasta que de pronto, empiezan a hacerse líos consigo mismos. Y se dicen a sí mismos: ¡oh, sí, qué bueno sería morirse, así mi huella de carbono desaparece y dejo de ser una carga para el planeta! ¡Además, si yo no voto, puede que esta vez sí que elijan a un buen Presidente que no invada países más chicos sólo por joer! De manera que empiezan a practicar la eugenesia, matándose de las maneras más expeditas posibles. Al contrario de lo que podría pensarse, estos yankis suicidas no son celebrados como visionarios patriotas o como humanitarios de pro, sino que siembran el terror, porque los demás yankis, que aún no se dan cuenta de cuánta miseria llevan al planeta, fíjense ustedes que no quieren morir. Incluso más, como too lo malo que les ocurre en los últimos años (ya saben: el 9-11, American Idol, Lindsay Lohan curahuilla hasta el copete), ¡los terroristas fueron! De manera que emprenden el éxodo masivo. En medio de todo eso un profesor de Colegio que es muy valentón cuando tiene que humillar verbalmente a un alumno, pero que es un conejo degollao frente a una chica que lo mucho de carrocería le falta de cerebro, debe emprender la fuga junto con una niñata que les cae inopinadamente gracias a un amigote que, como es de rigor en esta clase de pelis, estamos esperando a que se separe de los protas para sufrir una muerte horrible y cruel. Cuando están a campo traviesa, sepultados en Pennsilvania (¡SÍ, MIS AMIGOS...! ¡¡¡HAN CAÍDO EN LOS MACABROS DOMINIOS DE... M. NIGHT SHYAMALAN!!! ¡¡¡MUAHAHAHAHÁ!!!), nuestro prota, que para algo es el listillo del salón de clases (el profe, ¿recuerdan?), hace un inquietante descubrimiento. ¡No son los terroristas! ¡Es la Madre Naturaleza que se está defendiendo, y viene a por nosotros! ¡Estamos en su camino! ¿Qué hemos hecho, Señor, qué hemos hecho...? A partir de entonces comienza la fuga, pero la cuestión es, ¿hacia dónde, si todo alrededor es, a fin de cuentas, Naturaleza...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

De que estamos gambando a la Tierra hasta el cogote, es algo sabido hace mucho tiempo. Desprestigiados desde hace años los ecologistas por su peregrina alianza con los defensores de las etnias pielerrojas y con los curanderos cristalcuarzos de la New Age, desde el 2000 en adelante han levantado cabeza otra vez porque el cambio climático ya es visible, sólo los más recalcitrantes y los más cristianobushianos niegan que Katrina es producto de un nuevo equilibrio de fuerzas atmosféricas, y ya nuestro superhéroe Al Gore con "Una verdad incómoda" nos ha mostrado el camino, guiándonos desde la oscuridad de la Depredación Ecológica hacia la luz mesiánica de un mundo autosustentable, ojalá con estándares de vida del Primer Mundo, mientras que el semper fidelis Roland Emmerich nos había regalado un vislumbre del fin del mundo en su mayestática epopeya (fue sarcasmo, por si acaso) "El día después de mañana". El incontinente M. Night Shyamalan no podía resistirse a brindar su visión particular del fenómeno, si después de todo vimos en "La dama en el agua" que él es el mesías redivivo que nos conducirá a una nueva edad de oro (y en "Señales" no porque para eso estaba otro mesías aún más mesías, que era Mel Gibson). Y escribió un guión que se llamaba algo así como "Efecto verde", que nadie se lo pescó hasta que lo reescribió y vendió como esta peli; después de verla, entendemos claramente por qué había pasado durmiendo angelicalmente varios años en el cajón.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una del señor Shyamalan. Como he dicho y he sostenido contra viento y marea (sí, me refiero a los bastardos oportunistas que se llenaron la boca con "El sexto sentido", y que apenas sufrió algún traspiés le volvieron la espalda sin detenerse a mirar antes y contestar la pregunta de, ¿era buena...?), Shyamalan es uno de los directores más sólidos y personales que ha salido de la industria hollywoodense en los últimos años (¿cómo hubiera sido si se hubiera quedado en la India y rodado en Bollywood...? Lo mismo, quizás, pero aderezado con más curry y canciones). Uno puede decir de él muchas cosas, la más injuriosa de todas probablemente que es un remedo de Hitchcock, a quien copia estilo y técnica por no decir a veces tramas enteras ("El fin de los tiempos" le roba a "Los pájaros"... ¡UPS, se me salió...!), pero la cosmovisión de Shyamalan es muy de él, y también es muy 2000s, muy Era Bush. "El fin de los tiempos" no se aparta de estas premisas. Es una peli sobre el miedo al desastre, algo latente en el 2000 a medida que cada vez más personas se dan cuenta de cómo la estamos palmando con el planeta, y de lo estúpido que resulta haberle dado el poder a una banda de terroristas cristianos que utilizaron todo ese poder para fomentar sus absurdas creencias en un carpintero ejecutado por sedicioso en el Imperio Romano que supuestamente se habría levantado de entre los muertos para salvarte del Pecado Original que según ellos existe más allá de toda demostración científica. Aunque por otra parte, uno puede preguntarse qué va a pasar con Shyamalan, un tipo cuyo cine es altamente conservador, cuando cambie la marea (esperemos que cambie). El mesianismo campea a sus anchas en el cine shyamalanesco, con personajes sabelotodos que van con Santiago y a ellos torciendo todo lo que sabes sobre el mundo, pobre pagano (ahí tienen al niñato de "El sexto sentido", al superhéroe de "El protegido", al sacerdote quierorecuperarlafé de "Señales", a la campesina whatisthematrix de "La aldea" y a la ninfa ezqueVirgenMaría de "La dama en el agua"), rol que ahora recae sobre el profesor de Cole que, al revés que muchos de su categoría, sí piensa, aunque no puede olvidársele ese prurito propio de los profes de "soy tu profe, cállate". ¿Es una débil de Shyamalan? Sí, probablemente la más débil en su carrera desde "Sexto sentido" en adelante. Quizás, por ser un buen director, las expectativas son altas con él, y un traspiés no se le perdona. "El fin de los tiempos" es una peli irregular en su desarrollo y débil en su desenlace, pero es muy Shyamalan, eso sí, así es que los fanáticos de éste deberían estar de plácemes (o no, quizás tampoco le perdonen que se pase del género del Spooky Monster a las pelis de catástrofes, y es que los fanáticos son los fanáticos...).

-- El tratamiento naturalista de esta peli cuenta como un plus. Como es corriente en otras pelis de Shyamalan (por suerte rueda una peli cada dos años, si lo hiciera más seguido tendría que escribir más veces su maldito apellido...), no hay espacio para lo sobrenatural al estilo hollywoodense CGI. Primero hay que superar la premisa inicial de que las plantas estén revolviéndose contra los humanos para envenenarlos con neurotoxinas, pero la idea no es tan cretina como a primera vista parece (¿alguna vez se han preguntado por qué tenemos un amplio repertorio farmacológico en la naturaleza para drogarnos y ver psicodélicos burros verdes pariendo, qué utilidad puede tener un psicotrópico así dentro de una planta? ¡Claro, la idea es hacer adictos a los hervíboros, provocarles alucinaciones y hacerlos presa fácil para los carnívoros! ¿No es eso guerra química? Sólo que en esta peli las plantas llevan esa filosofía un nivel más allá). Aceptando eso, la peli sobrecoge, al menos en su primera mitad, lo que es un mérito considerando que el enemigo está simplemente parado ahí, esperando a ser talado, en vez de desplegar sus alas majestuosas y atacar (lo dicho, esta peli es más que reminiscente de "Los pájaros" de Hitchcock... pero ahí los malvados podían picotear, ¡y vaya si lo hacían!). Shyamalan opta por narrar lo extraño desde la óptica de lo cotidiano, como suele ser su costumbre, y con ello le da a esta peli un saborcillo muy peculiar. De hecho, ninguno de los personajes es un héroe: el prota es un sabidillo, pero no es la clase de Superman con el cual querríamos identificarnos (la manera en que está baboso por una señora que pasa de él, es de aupa), y la prota es una egocéntrica insoportable que a lo largo del camino difícilmente va a madurar, por muchas pruebas que deba pasar (y, hablemos con la mano izquierda en el corazón y la derecha sobre la Biblia, una fracción apreciable, quizás mayoritaria, de hembras humanas en el segmento etáreo 20-29, como la prota, SON de esa manera). Quizás el final tan blando y permisivo arruine un poco todo lo conseguido en el camino, pero si se hubieran puesto hard y llevado la premisa hasta las últimas consecuencias, otro gallo nos cantaría...

-- Las actuaciones son irregulares. Mark Wahlberg no está convincente, lo que se dice convincente, y tampoco ayuda mucho a simpatizar con sus peripecias. Zooey Deschanel, a pesar de lo antipático de su personaje, se las arregla para insuflarle carisma, y es probablemente la mejor adición al casting. John Leguizamo debe estar feliz de interpretar por una vez a un personaje ciertamente positivo (un padre de familia preocupado por su señora y que trata de mantenerse firme a pesar de que todo se derrumba alrededor), en vez de un asqueroso latinaca yonki "do i look like a nigga?? Ah, ya bastar', punk...?? Asquerojo blanco pinche caurón...". Del resto ni hablar (la niñata no cae en el estereotipo "sé más que los adultos, escúchenme", pero por no caer en ese estereotipo, no hace nada más que estar ahí para ser llevada de un lado a otro, y que nos preocupemos de su suerte... supuestamente). Quizás una dirección de actores un poquito más ajustada hubiera podido obrar el milagro.

-- Mención especial para James Newton Howard, colaborador habitual de M. Night Shyamalan (¡qué hubiera sido de Shyamalan sin Newton Howard, así como qué hubiera sido de Hitchcock sin el bueno de Bernard Herrmann!), que una vez más se saca los zapatos componiendo un gran soundtrack. Las escenas en que la gente cae víctima de las neurotoxinas de los árboles y se suicida en masa no hubieran tenido tanto impacto de no ser por los acordes siniestros y ominosos que Newton Howard proporciona como fondo musical.

IDEAL PARA: Seguidores de Shyamalan, y para ver en DVD.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL FIN DE LOS TIEMPOS":

-- (Ir a la página). Blog no oficial dedicado a la peli.
-- (Ir a la página). Comentario en La Soga.
-- (Ir a la página). Comentario en La Factoría.
-- (Ir a la página). Comentario en El Otro Cine.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 22 de junio de 2008

"Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" (2008).


-- "Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Steven Spielberg.
-- Actuación: Harrison Ford, Cate Blanchett, Karen Allen, Shia LaBeouf, Ray Winstone, John Hurt, Jim Broadbent, Igor Jijikine, Alan Dale.
-- Guión: David Koepp, basado en una historia de George Lucas y Jeff Nathanson, basados a su vez en los personajes creados por Philip Kaufman y George Lucas, basados en su vez en las seriales de matiné de los '40s, basados a su vez en las novelas de acción africana del XIX, basados...
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" en IMDb.
-- "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Nevada, 1957. Premonitoriamente, ya se ponen a gritar en esos años "Russians are coming!!! Russians are coming!!!". La malvada y fetish Irina Spalko, doctora en esto y aquello (¡en Parapsicología, demonios! ¿Qué sigue, una carrera profesional de cinco años para graduarse de rabdomante?), brazo derecho de Stalin (¿no que se había muerto en 1953? ¿No que habían fusilado al buen Laurent Beria? ¿No que estamos en plena Era Kruschev?), con su piquete de malvados rojos ingresa al Hangar 51, y para buscar información utiliza a su rehén estrella: Indiana Jones. El objetivo es un misterioso estuche de plástico que guarda a un individuo bien quieto y rígido, con consistencia de pastrami, que por estar en el Area 51 probablemente no sea demasiado humano, que digamos (no, no se ve al young Fox Mulder rondando por ahí). La cosa termina bastante mal, porque verán, estamos en plena Era Eisenhower y el Macartismo va viento en popa (pero, pero, pero... ¿no que McCarthy se lo habían cargado en 1952...?). Aquejado por toda clase de sospechas de antiamericanismo y esas cosas, el hombre que evitó a la Humanidad la apertura del Arca de la Alianza es ahora un catedrático sin cátedra, que por sus vacaciones forzadas no le queda más que hacerle caso a un rebelde estilo Marlon Brando, que anda con una motocicleta con esos gorritos que en esa época se veían tan yo hago mis propias reglas, y en la nuestra tan ridículos y old fashioned (sí, emos, algún día su rebelde atuendo victorian black será visto como "eso que usaban mis abuelos para parecerse a mis tatarabuelos"). El joven responde al nombre de Mutt (nunca mejor dicho lo de "responde", porque parece nombre de perro, y en inglés es de hecho el nombre de una raza de perro). Y le dice que un antiguo colega de Indiana Jones está desaparecido/secuestrado/en-problemas, y el papá de Indiana no es porque ése buscaba el Santo Grial y éste busca las calaveras de cristal (todos los arqueólogos monomaníacos encuentran su camino hasta Indiana, así no se puede tener vida), y además porque ya están matando de antemano al venerable Sean Connery, enterrando a su personaje (al fiel Marcus Brody también, pero ése porque de verdad el actor se murició). Bien, resulta que Indiana Jones se la tiene jurada a los rusos por haberlo puesto en pastelón, así es que cuando nota que los esbirrros rrrojos de la KGB están tras la pista de Mutt, Indiana se les suma, porque joer, él no será James Bond, pero cuando un problema requiere látigo, ahí está Indiana, y Betty Page a freir páginas cincuenteras... De este modo tenemos a Indiana Jones embarcado en una nueva carrera para descifrar el misterio de Francisco de Orellana y las calaveras de cristal, que lo pondrá nuevamente en la ruta de su archinémesis Irina Spalko...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después de esa resaca seria y adusta que fue el cine setentero, la audiencia estaba lista otra vez para el entretenimiento banal e insubstancial. George Lucas y Steven Spielberg abrieron el camino con sus respectivas fantasías cósmicas "La guerra de las galaxias" y "Encuentros cercanos del Tercer Tipo", que mezclaban sabiamente el espíritu de los matinales del '40, la serie B del '50, el hippismo pseudoZen de los '60 y un premonitorio aire New Age '80s que creó toda una epidemia de pelis basadas en el espacio exterior. Pero quien no tiene ningún éxito quiere uno, y el que tiene uno quiere dos, así es que se juntaron el par de coleguetes para decidir qué hacer a continuación, que no se ponen todos los hueos en la misma cesta, joer, y hay que diversificar el portafolio para prosperar. Y decidieron hacerla de oro mezclando a un prota estilo James Bond, siempre al filo del imposible sin despeinarse, con las seriales de matiné de antaño (¡otra vez!), pero ésta vez las de arqueólogos, estilo "La daga del rey Salomón", "Los peligros del Nyoka" y cosas añosas por el estilo (¿se preguntaban de dónde salió la expresión "el año del ñauca"...?). Lo de James Bond no les quedó tan resultón porque la gracia es perpetrar una del agente secreto cada dos años y a veces en años consecutivos (tres ahora, y es que se han puesto más finolis, los productores), mientras que en lo de Indiana Jones hubo tres en ocho años ("Los cazadores del Arca Perdida", "Indiana Jones y el Templo de la Perdición" ahora elevado a nivel de créditos el prota, e "Indiana Jones y la última cruzada"), y después la franquicia entró en un bien merecido receso, ya que en realidad no daba mucho más de sí tampoco. Lo siento por los frikis de toda la vida que consideran a Indiana Jones como el súmmun de la Cultura Judeocristiana, aquello por lo que las generaciones han gemido y estado de parto, pero (sin mirar en menos tampoco, que la saga tiene su venerabilidad) también existen otras cosas... Bueno, si supieran que existen otras cosas no serían frikis, tampoco. Vuelvo a lo que comentaba: Indiana Jones no daba para una cuarta peli, en esos tiempos por lo menos, porque si tan mal resultaba sacarlo de su entorno desierto/nazis para llevarlo a algo tan parecido como jungla/Indostán (y eso que "Indiana Jones y el Templo de la Perdición" también bebía de matinales, en este caso del viejo cine imperialista indostánico de la primera mitad del XX), el riesgo de aburrir por reiteración era enorme. No es por nada que en "La momia 3" amenazan con hacer viajar al prota a China... Es lo que tiene elegir como objeto a cazar reliquias tan sagradas como el Arca de la Alianza o el Santo Grial: que si les pones algo mínimamente menos sagrado, como la Piedra Sankara, adorada por todos esos supersticiosos paganos que prefieren adorar a un dios que muere y resucita como Rama en vez de creer en la muy respetables y venerada revelación del dios que muere y resucita como Cristo en el Cristianismo, pues que el gancho no es lo mismo. En ese sentido, meter a Indiana Jones al frigorífico (¡no sólo figuradamente!) era una buena opción para no manchar el legado de la saga, magnífico en su épica aventurera, pero tan poco, ¿cómo decirlo...? Tan poco '90s... (ya saben: cine indie, grungies, mirarse el ombligo...). Pero más tarde o más temprano, si venían pelis resucitamuertos como "Duro de matar 4.0", "Rambo: Regreso al infierno" o "Rocky Balboa", era inminente que saliera una cuarta de Indiana Jones. A este paso, capaz que rueden "Y dónde está el piloto 3000: Se nos acabaron las ideas"...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por el valor más obvio que podría tener la peli. ¿Es un buen aditamento a la franquicia de Indiana Jones considerada como un todo? La respuesta es un rotundo sí. Muchos podrán salir decepcionados porque hay cosas que no se condicen con el Indiana Jones ochentero: los CGI (prometieron que no los iban a usar, pero en algunos casos, ni modo, qué remedio...), la falta de cierto sentido del humor, un Indiana Jones que simplemente ya no está en edad para el wir tanzen und wir springen... Pero por otra parte, conserva el espíritu más genuino de la saga, de poner a un aventurero invencible (¡y es que, qué caray, ni la edad puede con él!) en una entretenida misión arqueológica que lo llevará a enfrentarse con fuerzas más allá de nuestro mundo. Quizás lo único que desentona, y que le da un carácter un tanto raro a la peli, es que por primera vez el poder al que se confronta Jones no es místico como el Arca de la Alianza, las Piedras Sankara o el Santo Grial, sino tecnológico, porque desde el comienzo queda más que clara la relación entre las famosas calaveras de cristal y una eventual presencia extraterrestre en la Tierra (¿por qué otra cosa si no, iban a perpetrar el delito de violación de domicilio nada menos que en el Hangar 51, como un Mulder y Scully cualquieras...?). Pero esto, que algunos recalcitrantes mistogogos y masoretas del Indianajonismo podrían verlo como una impía traición contra lo más sagrado de la saga, los más inteligentes de nosotros lo vemos como una oportunidad de ampliar ésta hacia nuevos horizontes. No mucho tampoco, que se trata de darle un aromilla de nuevo para contar en definitiva lo mismo de siempre, que nueve décimos de la cultura postmoderna es exactamente eso. Pero en fin.

-- Relacionado con lo anterior: en esta peli, Indiana Jones da el salto desde el cuento folklórico de hadas (bueno, de arqueólogos y poderes místicos) hasta la cosmología. Y no me refiero porque los extraterrestres sean invitados de piedra a la saga, sino porque es la primera vez que se establece un vínculo recio con pelis anteriores de la saga. Sí, ya sé que el personaje de Salah y el de Marcus Brody habían aparecido en la primera y la tercera, pero esto es casi anecdótico, porque de dichos personajes, a pesar del cariño que de hecho el espectador de "Los cazadores del Arca Perdida" e "Indiana Jones y la última cruzada" llega a tomarles, lo que sabemos no pasa de lo anecdótico (a saber, que ayudaron alguna vez a Indiana Jones y sobrevivieron para contar el cuento, que él es Indiana Jones y no Harry el Sucio o Jack Bauer). En cambio, acá se toman derechamente elementos de pelis anteriores, y muy en concreto de "Los cazadores del Arca Perdida", para contar "la mañana después" de dicha historia (de hecho, el Arca del Convenio hace un cameo por ahí... ¡y sin cobrar! Esa es la mejor parte). Es decir, con esta peli empieza a hacerse exégesis del mito de Indiana Jones, algo que los eruditos y enciclopedistas podrían empezar a agrupar en un cuerpo mitológico coherent... ¡No, por favor, no me interrumpan con ese ladrillazo a la jeta que fueron "Las crónicas del joven Indiana Jones"! Mi tío el gato Sinforoso se las quedó viendo, y del coma terminal subsiguiente no salió nunca más. Además, qué tanto suspenso tenían, si ya sabíamos que al final tenía que sobrevivir a todas sus peripecias de joven porque de lo contrario, ¿quién era el Indiana Jones de las pelis, un impostor...?

-- Irina Spalko. Sí, Belloq era un cabronazo, el tipo pintarrajeado de la segunda (¿alguien recuerda su nombre?) era claramente un sociópata como sólo de una raza inferior puede esperarse, y la rubiecita de la tercera estaba más rayada que pared de perrera, pero Irina Spalko tiene ese no sé qué, que qué se yo... Sí, viene interpretada por Cate Blanchett, pero no se agota allí el asunto. Tiene su morbo verla vestida de uniforme soviético, tanto más porque a diferencia del uniforme nazi, el de la intelligentzia estalinista era mucho más opaco y mortecino, y por lo tanto, mucho más fetish. Al final de la peli, queda un cierto regusto a "sí, qué gran villana, podría haber sobrevivido para otra". Bueno, no es que fuera la más peligrosa de todas (hay que ver como Indy se la columpia de la manera más indigna... en combate armado sobre vehículos, no se piense otra cosa). Pero de imponer una nueva moda, la impone. No puedo evitar pensar que su inspiración bebe directamente de Rosa Klebb, villana Bond muy bien recordada por los fanáticos de la saga (sintomáticamente, "Desde Rusia con amor", la peli en donde Rosa Klebb hace su aparición y desaparición magistral, es de 1963, mientras que "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" está ambientada cerquita, apenas seis años antes, en 1957...). Como homenaje, está más que bien (¿así era Rosa Klebb de joven...? Mmmmmm...).

-- Con Harrison Ford poniéndose añoso, no era cosa de poner a su personaje otra vez a perseguir nazis, salvo que lo pusieran camino a descubrir el Vril-Ya en Nueva Suabia o algo por el estilo. Pero por otra parte, eso implicaba abandonar la exitosa fórmula Indy/desierto/nazis por una mucho más incierta Indy/macartismo/estalinismo. Si las primeras de Indiana Jones podían encajar débilmente en el Dieselpunk (bueno, no tanto como "Capitán Sky y el mundo del mañana", si es que no llega a tanto el fanatismo tampoco), ésta bebe más bien de la serie B cincuentera y del Atompunk (explosión atómica y extraterrestres incluidos). Era un salto al vacío, y comprensiblemente los pergenios detrás del asunto (Steven Spielberg y George Lucas, por si se han olvidado) estaban nerviosos por el resultado. George Lucas llegó a declarar, antes de que las críticas salieran, que no iba a prestar atención a las críticas negativas, una buena operación de salud mental después de haberse tragado mamadera de palos por su desastrosa "La amenaza fantasma". Pero si uno se olvida de la cosa mística y se deja llevar por el Atompunk desembozado, es una estupenda revisión de ese tipo de cine. Porque la verdad, los elementos puestos en juego (motoristas rebeldes sin causa, arqueólogos, el Area 51, extraterrestres, macartismo, estalinismo, nativos sudacas) podían no encajar, y encajan de lo más bien. La fórmula es, por supuesto, citar sin exagerar. Aquí funciona. Es una rareza ver una de Indy Atompunk, y de hecho se ha criticado a esta peli por meter extraterrestres, como si meter al cajón de espíritus incineradores que era el Arca del Convenio fuera mucho más lógico, pero tampoco se les ha ido la brocha en el pintado (bueno, puedo imaginar a Spielberg diciéndole a Lucas: "¡Quita tus sarmentosas y starwaseras manos de Indy y déjalo respirar, hombre!"). En todo caso, por la rareza, saldríamos más que beneficiados de una quinta parte. O no. Depende. El trío creativo (Spielberg/Lucas/Ford) ha tenido buen cuidado de no putear la saga. A ver si el Alzheimer no les juega una mala pasada en contrario (¡oh, sí, pongamos al hijo de Indiana Jones en una de Cyberpunk ochentero...! Ah, perdón, eso se llama Lara Croft).

-- Démosle crédito también a John Williams. Lejanos están los días en que este hombre creaba sus partituras inmortales para "Tiburón", "Superman", "La guerra de las galaxias" o (citada otra vez) "Los cazadores del Arca perdida", y aún más lejanos los días en que era... ¡¡¡Johnny Williams, creador del tema de "El túnel del tiempo"!!! Y se nota. Porque aparte de abusar de los coros en el "Duel of the fates" de "La amenaza fantasma" y de dárselas transcribiendo y obligando a sus coristas a regurgitar en sánscrito, lo cierto es que su carrera musical en los últimos años (¿décadas?) había ido de menos a peor (¿quién otro que no sea fanático de Harry Potter se descargaría el trabajo de John Williams para esa saga?). Pero aquí está de regreso, no diré en plena forma, pero cómodo de regresar a lo viejo, a lo clásico, a su querido tema de la Marcha de los Cazadores ("Raiders' March"). El soundtrack no tiene secuencias memorables, pero sí acompaña muy bien. Eso está bien, al final del día.

-- En el balance final, quizás el sentimiento común es la nostalgia. Para todos los involucrados (Lucas, Spielberg, Ford, Williams), ésta podría ser la última vez que trabajen en conjunto para la saga. Se rumorea una quinta, pero vaya uno a saber cuándo el Hollywood lifestyle vaya a pasarle la cuenta a alguno. Es una de Indy testamentaria, casi crepuscular. Quizás la imagen más poderosa de toda la peli sea ese Indiana Jones otoñal, más fuerte que la vida, cerca de cierto electrodoméstico que no espoilearé, sobreviviendo a toda una explosión nuclear, nada menos. Así de indestructible resultó Indiana Jones, que casi una generación después no sólo sigue en activo, sino que además es capaz de convocar a legiones de espectadores. Pero también el tiempo pasa. El envejecimiento llega. Y el grupo ya no está para esos trotes. Siguen haciendo bien su trabajo, y pueden disimular el cansancio de los años de circo porque la saga de Indiana Jones siempre fue de aventuras y nada más, y nadie espera que sea una gran y filosófica reflexión sobre la multiplicidad semiótica de la metamodernidad. Pero sí tiene ese algo crepuscular. Hay un aire a William Munny, el prota interpretado por Clint Eastwood en "Los imperdonables". Esa peli era el fin de una era, el del Western como género épico prototípicamente yanketa. Esta peli también es casi el final de una era, el testamento de las seriales de matiné (coincidentemente, con el advenimiento de la televisión, estas seriales dominicales dejaron de producirse justamente en los '50s en que se ambienta la peli), uno de los bastiones fundamentales del cine desde que éste es cine. Para las nuevas generaciones que ven a los '90s como ese tiempo arcaico en que tenías que optar entre hablar por teléfono o conectarte a Internet porque una función de la línea telefónica te liquidaba la otra, y para las cuales esos panelitos iluminados en las paredes de la Estrella de la Muerte starwasera es algo propio de la era cinezoica, los elementos propios de las seriales (la limpieza moral de los buenos versus la villanía de los malvados, el cliffhanger, la espera entre episodio y episodio, el universo romántico de arqueólogos versus nazis) simplemente se salen de su horizonte histórico (si es que con Internet y YouTube se puede hablar de la existencia -aún- de un horizonte histórico). Y por último, las mismas cosas que hacía Indiana Jones, las hace Lara Croft con más tecnología y con más bubies. Sic transit omnia gloria mundi...

IDEAL PARA: Seguidores de Indiana Jones y amantes del popcorn de calidad.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL":

-- (Ir a la página). Comentario en Viruete.
-- (Ir a la página). Comentario en Blog de Cine.
-- (Ir a la página). Comentario en Cítrico de Cine.
-- (Ir a la página). Comentario en Gesloten.
-- (Ir a la página). Comentario en El Zoco de Lakkmanda.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

"Azul extremo" (2005).


-- "Into the blue". Estados Unidos. Año 2005.
-- Dirección: John Stockwell.
-- Actuación: Paul Walker, Jessica Alba, Scott Caan, Ashley Scott, Josh Brolin, James Frain, Tyson Beckford, Dwayne Adway.
-- Guión: Matt Johnson.
-- Banda Sonora: Paul Haslinger.

-- "Azul extremo" en la IMDb.
-- "Azul extremo" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mar Caribe, en los tiempos actuales (o sea, mucho después de muerto Jack Sparrow). Es noche de tormenta, y un avioncito de los pequeños, y por ende altamente sospechoso de cualquier cosa, sufre las consecuencias de volar a baja altura (¿y por qué volaba a ras de tierra? ¿Ah?). Pasa la tormenta, y un chico guapo con su chica guapa tratan de ir a la cacería de un tesoro, porque verán, las tormentas remueven el légamo marino (¿no se asienta, después?), y pueden ver si hay piezas de un naufragio o algo así. El problema es que tienen que ganarle el quien vive a un pendehhho con pinta de cabronazo, que le ofrece a nuestro jovencito trabajar para él, a lo que nuestro heroico jovencito dice que púdrete, a pesar de que su lanchón se está cayendo a pedazos, óxido sí y óxido también. La gran oportunidad se le presenta cuando aparece un amiguete que viene con una chica que es su nueva pareja, y con la que lleva la friolera de 14 horas (toda una vida, para algunas). El amiguete es abogado de los chicos malos, de los que venden porquería a los que venden porquería en la esquina de los colegios, y por tanto cuenta con recursos suficientes para pagar cualquier aventura. O no tanto, pero está mejor que su colega el honrado. Los dos chicos y las dos chicas unen fuerzas, y en medio de todo eso descubren el avión con el cual se abrió la peli. Sería una situación maravillosa, porque algo caerá como recompensa, hasta que de pronto las cosas se complican. Porque el avión en cuestión transportaba unos pequeños saquitos de ese polvo blanco que no es talco para bebés ni aspirina molida. Porque la chica de las 14 horas es como burra para la jala. Porque no tienen dinero y el otro tipejo anda rondando. Y porque si hacen la denuncia de la droga, pierden para siempre la oportunidad de dar con el Zephyr, el más grande cantichupi de los naufragios que ha habido por haber y habrá jamás. ¿Conseguirán zafarse del lío de la droga, nuestros amiguetes, antes de que los narcos, la poli y los tiburones den cuenta de ellos...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¡Ah, los 2000! Antes, las cosas eran simples. Podías hacer una peli de medio o bajo presupuesto, y podías perfectamente mostrar chicas con los biberones armados para la acción en glorioso technicolor. Eso, aunque ni los tuvieran tan abundantes en leche (léase Linda Hamilton en "Terminator"). Pero en la era Internet, en donde es más fácil que nunca obtener y descargar pornografía, pues fíjense bien, de pronto hacen películas con chicas sexys mostrando cuerpos bien tonificados... y ninguna presa que pudiéramos calificar de zona erógena primaria. "Azul extremo" parte de esta permisa. Que el gran reclamo de esta peli sea mostrar a Jessica Alba dice algo. Que venga dirigida por John Stockwell, cuyo otro gran crédito aparte de éste sea "Olas salvajes" con Kate Bosworth haciendo lo mismo (deprimente, ¿verdad?) dice más; por cierto, el tipo tiene fijación con el mar azul, porque el título original traducido de la otra peli es "Estrellón azul", y el de ésta, "En lo azul"... Y espero que Peter Blenchey haya estado mirando hacia otro lado, porque la verdad es que el argumento de esta peli está ya no digamos inspirado, sino directamente plagiado de "Abismo", otra de cazadores de tesoros con una por entonces explosiva Jacqueline Bisset, mucho más curvilínea que Jessica Alba, y que también mostraba más con esa polera blanca mojada... (¡y era 1977, Dios mío!).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Jessica Alba. En bikini. Con un cuerpo como un resorte en tensión. Así de tonificada. Exquisita por cada músculo de su cuerpo. Así me gusta hacer submarinismo a mí. El resto de la peli, cuando no aparece ella, es bastante letárgico (una peli en donde hay tiburones que no comen gente, y que no despierta interés ni en estas escenas, es claramente una peli fallida); quizás si la hubieran hecho un poco más gore... Pero no, dale con que querían obtener la calificación "Mayores de 13", y así es como les fue. Pero cuando aparece Jessica... ¡Oh, Jessica...! (igual se veía más sexy Jacqueline Bisset en la original, jejejé)...

IDEAL PARA: Echarle un vistazo con nuestro salvador y bienamado Fast Forward, conocido también como Nuestro Amigo FFWD.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "AZUL EXTREMO":

-- (Ir a la página). Nota en Fotograma.com.
-- (Ir a la página). Comentario en ZonaFreak.
-- (Ir a la página). Comentario en Cinencanto.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, el bikini de Jessica Alba puede leerse en cualquier idioma de todas maneras].



-- Comienzo de la peli [en inglés, sin subtítulos].

jueves, 19 de junio de 2008

"El orfanato" (2007)


-- "El orfanato". España. Año 2007.
-- Dirección: Juan Antonio Bayona.
-- Actuación: Belén Rueda, Fernando Cayo, Roger Príncep, Mabel Rivera, Montserrat Carulla, Andrés Gertrúdix, Edgar Vivar, Óscar Casas, Mireia Renau, Georgina Avellaneda, Carla Gordillo Alicia, Alejandro Campos, Carmen López, Óscar Lara, Geraldine Chaplin.
-- Guión: Sergio G. Sánchez.
-- Banda Sonora: Fernando Velásquez.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Es que ya la primera escena da mal rollo: tienes a un grupo de esos locos bajitos, en este caso bien bajitos, en una casa antigua, vestidos a la antigua, y jugando un juego de esos que ya no vuelven por culpa del Playstation. Y listo. Por ahora. Porque ya sabes que en éstas de terror, puez que el pasao ziempre vuelve, joer... Pasa el tiempo, y una familia llega a vivir a esa casona antigua y decrépita, que ahora naturalmente está más antigua y decrépita, por mucha modernidá que le quieran meter, Jesú-María-José. Pero empiezan a pasar cosas raras. Como que el niñato de la familia, el típico pergenio respondón al que con ternura le dedican "miren esos jueguiiiiiitos que juega con sus amigos imaginarios", al final resulta que los imaginarios quizás no son tan imaginarios, vaya uno a saber. O como que algo raro pasó en las cavernas del mar, y algo anda rondando por ahí. O como que de pronto, los juegos ya no son más juegos, y el Simoncito que le dicen, termina haciéndose humo bien humo. Claro, es que esta familia no ha aprendío naa de las pelis de terror con caserón antiguo, que siempre, siempre, cobijan algo oculto-sobrenatural-quetemeas. Y así es como se paga la ignorancia. Bueno, hay otros ignorantes que llegan a diputados o senadores. Molaría una de fantasmas en el Congreso Nacional, ¿eh?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El terror gótico nunca muere. No importa cuántas veces intenten rodar "Alianza siniestra" o "El convento", nunca lo matarán. No pueden. Al igual que el ultraclásico fantasma del caserón, que no puede ser exterminado con armas de protones como en "Los cazafantasmas" y debe ser conjurados con hechizos y ouijas que siempre funcionan en condicional, en la clásica modalidad do ut des, estas pelis seguirán existiendo mientras el ser humano sea humano. Lo que puede ser una cantidad deprimemente corta de tiempo, habida cuenta de los avances genéticos que en el XXI permitirán crear la Raza Ariosófica y permitirán eliminar el gen del miedo. Pero mientras eso no suceda y no estemos saludando "Heil Khan Noonien Singh!", las pelis de terror gótico seguirán teniendo su lugar. El cuento de fantasmas activa un resorte psicológico muy peculiar en el subconsciente, ese resorte del "mira, el Homo Tecnológico se hace chupi la naturaleza, pero hay cosas allá afuera que no puedes controlar". Nuestro buen Pepe Cavernícola le tenía miedo al velocirraptor que podía merendárselo, y el buen Pepe Cavernícola que llevamos dentro todavía le teme a ese imponderable sobre el cual no hay modo de controlar. En el siglo XVIII, superado lo que podríamos llamar el Racionalismo Renacentista (ya saben, esas cosas locas que hacían Cornelio Agrippa, Paracelso, Atanasius Kircher, Christian Rosenkrantz y otros ilustres iluminados), el terror a lo fuera de la naturaleza cobró nueva forma en el llamado Terror Gótico, en el fantasma como parte del inventario solemne del castillo medieval en ruinas. En la actualidad ya no quedan castillos, y los que quedan son muy caros tanto de habitar para los personajes como de rodar para los cineastas, pero quedan las casonas y los orfanatos. ¿A la antigua, old fashioned? Sin lugar a dudas, "El orfanato" lo es. ¿Desactualizada? ¡NEVER! Se los promete el General Gato, que cuando muera irá a rasguñarles las patas a todos ustedes por la noche, MUAHAHAHAHÁ...

¿POR QUÉ VERLA'

-- Es una sólida peli de género. Ya saben que cuando se dice "peli de género", es "hecha como siempre y sin mayores novedades, y bien apegada a la convención". Esto la lastra un tanto, porque después de ver tantas veces la historia de los fantasmas traviesos circulando ("Poltergeist" se me viene a la cabeza), pues como que ya nos sabemos hacia dónde circula la historia. No puedo evitar en ese sentido compararla con ese clásico del "quiero y no puedo terror 2000s" que es la ultraambiciosa, discursiva, pedante y aburrida "El convento" (AKA "El internado", AKA "Saint Ange"). En lo de acá, Juan Antonio Bayona no trata de sorprendernos con la-última-novedad-que-no-es-novedad, pero a diferencia de la francesa que mencionábamos, tampoco cae en el "soy Shmalayan", "soy un genio", "soy Jesucristo Supercineasta". Sabe bien que su material es viejo como la movilización a pie, y no trata de ser innovador, para centrarse más bien en el ejercicio de estilo. Con esto sale mucho mejor parado que el anémico terror yanketa que nos ha llegado durante el 2000. Porque esta peli, aunque se sabe en qué dirección marcha el asunto, igual consigue sacar escalofríos. O es buena, o la gente no aprende. O le gusta ser asustada. El señor Bayona lo sabe. Y lo aplica más que bien.

-- El final. No diré nada de él, para no espoilerear a los espectadores a mansalva, pero es un estupendo final. Me pregunto si en Hollywood hubiera pasado. Claro, si llegan los representantes hollywoodenses hubieran dicho: "¡Pero nadie hace un final así! This is madness!!!", ante lo cual hubieran respondido: "Madness??? THIS... IS... SPAIN!!!". Y lo rodaron, caramba. Es lo bueno de no tener demasiada industria. Que se producen bodrios monumentales (las siete octavas partes del cine ezpañó, y para que vamos a andar vendiendo tónicos para la calvicie, las siete octavas partes del cine chileno también), pero de tarde en tarde se permiten lujos como éste.

-- Las actuaciones son bastante buenas. Belén Rueda, que ya había hecho sus pinitos en "Mar adentro" (¿por qué he visto tantas reseñas españolas sobre esa peli que la maltratan de ese modo? ¡Ah, sí, la ignorancia!), Belén Rueda, como decíamos, hace un estupendo protagónico, sosteniendo sobre su entera persona (¡MILF, MILF, MILF, MILF, MILF!) el peso de la peli. Al lado tenemos a Fernando Cayo, acompañando bastante bien, aunque sin estridencias tampoco. El nenito viene interpretado por Roger Príncep, y no podría decir si el guión lo pone en situación imposible o si al pergenio no le pueden sacar una actuación decente, porque hay que ver lo insufrible que es el crío sábelotodo (el viejo síndrome "Niño Respondón Lo Sabe Antes Que Los Mayores"). Los secundarios están finos en su punto, destacando los cameos de Edgar Vivar con su bonhomía de siempre (sí, nuestro buen amigo el Señor Barriga, que ya había estado en "Bandidas", se está internacionalizando, ¿qué pasa con eso?) y Geraldine Chaplin (¿es que esta señora tiene guardado el secreto del elíxir de la inmortalidad...?).

IDEAL PARA: Ver una de terror ultraclásica, bien manufacturadita y envueltita delicadamente en papel de regalo.

ENLACES.

-- (Ir a la página). Sitio oficial de la peli.
-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página). Artículo de la Wikipedia en español.
-- (Ir a la página). Comentario en El Pasadizo.
-- (Ir a la página). Comentario en De Cine 21.
-- (Ir a la página). Comentario en Blog de Cine.
-- (Ir a la página). Comentario en Aullidos.com.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español].



"El convento" (2004).


-- "Saint Ange". Francia. Año 2004.
-- Dirección: Pascal Laugier.
-- Actuación: Virginie Ledoyen, Lou Doillon, Catriona MacColl, Dorina Lazar, Virginie Darmon, Jérôme Soufflet, Marie Herry, Eric Prat.
-- Guión: El Word Office de Pascal Laugier, trabajando de manera autónoma respecto del cerebro de su usuario (esperemos).
-- Banda Sonora: Joseph LoLuca.

ADVERTENCIA: Como pelis como ésta me hacen querer que la misericordia de Bastet caiga sobre todos ustedes, pobres humanitos, entonces espoilearé indiscriminadamente el final de esta peli, así no tendrán que pasar por el suplicio de verla. Sigan bajo su propia responsabilidad... por el camino beatífico de la salvación de ver ESTO.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En una casa antigua y ruinosa, de noche para no violar el lugar común, un par de niñitos quieren ir a hacer pis. La cosa termina mal porque resulta que unas llaves empiezan a tratar de mandarse por sí solas, y las criaturas niñescas deciden investigar. Y ¡ZUAC! que el pergenio termina en el suelo, con la cabeza golpeada contra un lavabo, y la niña lo encuentra y chilla. Es el año 1958 o 1959, qué-me-importa-me-da-lo-mismo, y una nueva criada llega a hacerse cargo de las faenas manuales del monasterio/convento/orfanato/whatever-is-it, justo después de que muriera el chico éste y las autoridades están dispuestas a intervenir y cerrar el lugar (éstas son autoridades, no como las de Chile). La nueva chica se queda así con una emigrante de una de esas naciones inexistentes marvelitas de Europa Oriental, y con una de las chicas más antiguas, que ha crecido, nadie la ha adoptado, y está loca como un puto cencerro. Nuestra nueva chica, la recién llegá, para colmo, está preñá, y ya sabemos lo que significaba tener un hijo en esos años: ser leprosa, outcast, etcétera. Las cosas se complicarán porque los poltergeisten de la casa empiezan a hacer de las suyas, y todo parece vincularse de alguna manera con el feto de la chica en cuestión, y quizás con la locura de la no-adoptada, de manera que se disponen a averiguar el misterio de la casona... Y no, al final todo el misterio es que la recién llegada preñada está aún más puta loca que una cabra, los fantasmas no existen, y los gatitos que aparecen ahogados a mitad de peli, la prota los ahogó. FOR THE PEACE OF THE CITIZENS, I REPEAT: THERE IS NOT PHANTOMS HERE. En cuanto al accidente de los niñitos y la llave, parece que es simplemente que la casa estaba muy vieja, o algo así... No sé, no lo entendí, no me importa. He perdido dos horas de mi vida de mejores modos, créanme.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿Qué espíritu? Un saco'ebre'as que para colmo su apellido en inglés suena como "el que se está riendo", se le ocurrió un día poner a prueba eso de que si mil monos aporrean sendas máquinas de escribir más tarde o más temprano las obras de Shakespeare. El creía que era Shakespeare. Nosotros sabemos que no. Desgraciadamente, lo sabemos después de ver esta peli (si ustedes lo saben porque me están leyendo, considérense bienaventurados). Un día el pobre desgraciao va a aparecer en un callejón oscuro. Mutilado. Desangrado. Violado analmente. Por alguien que pagó su entrada del cine para ver este pseudoShakespeare. No fui yo. Yo la vi en el cable. Gracias a Bastet.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El terror clásico de casa fantasma con fantasma en la casa parece ir en retirada. Pero aún así, aunque sea por vocación de retroterror o de meterte arcaicosusto, se siguen pergueñando pelis así. Tenemos "Los otros" de Alejandro Amenábar, y más recientemente "El orfanato". Estas son las buenas, o al menos las interesantes. ¿Qué las hace buenas? Bien, juegan con cosas que son lugares comunes desde la vieja novela con fantasma encadenado y castillo en ruinas. Pero lo hacen con tacto. Con talento. Con calma. Aquí, en cambio, no hay nada. El argumento no llega a tanto que carezca de sentido, como se ha criticado a veces, pero sí que está muy mal hilvanado, quedan varios cabos sueltos (¿de dónde se volvió loca la prota, por qué hace todo lo que hace?, ¿qué pasó al final con los niños escondidos en el orfanato al final de la guerra, por qué fue tan traumática su llegada?, ¿por qué las cañerías estaban en mal estado, en primer lugar?). La idea de peli de terror en donde la prota es al final el monstruo es notablemente buena, pero hay que manejarla con mucho tino. Hitchcock, con este material, hubiera llegado a enormes alturas, probablemente (Hitchcock tiene su propia historia de pirados en casa embrujada que es "Psicosis"). Pero este tipo, el tal Pascal Laugier, que el infierno se coma su santo nombre, no es Hitchcock. Ni la sombra de Hitchcock. Ni el zurullo de Hitchcock. Ni el paramecio que le sirve de alimento a la ameba que parasita a la mosca carroñera sobre el detritus que alguna vez fue el gordo cuerpo de Hitchcock. Les hago el resumen: la peli tarda en partir, tiene pocos personajes, los sustos no empiezan nunca, cuando empiezan no salen de lo habitual (alguna que otra sombra corriendo por ahí, casona antigua...), y cuando por fin le baja el Kubrick y se manda una escenita buena (el parto en una habitación blanca y alba donde sólo el rojo de la sangre destaca), la peli termina con que la chica está loca, y con un diálogo forzado a más no poder para que lo entendamos. Que alguien haya podido hacer una peli así, eso sí que es de terror. Sólo queda rogar que no perpetre una nueva peli a futuro... y que ustedes se salven de ver ésta (¡demasiado tarde! ¡Acabo de corroborar que para 2008 amenaza con una nueva!).

-- ¿Diré "Virginie Ledoyen hace desnudo integral y se le ve el arbusto"...? Bueno, sí, Virginie Ledoyen hace desnudo integral y se le ve el arbusto. Reformularé la cuestión: ¿diré como un "por qué verla" el hecho de que Virginie Ledoyen hace desnudo integral y se le ve el arbusto? No, no lo diré. Por esos escasos cinco segundos de gloria celestial no vale la pena empotrarse la peli entera. Y por último, si le dan al YouTube o en el peor de los casos al Google Image, tendrán el mismo placer sin tener que ser analmente penetrados por esta peli.

IDEAL PARA: Buscar en Google Image las escenas de Virginie Ledoyen mostrando carrocería (a pesar de estar embarazada... bueno, hay gente a la que le gusta eso).

ENLACES.

-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página). Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página). Comentario en Rincón Cinéfilo.
-- (Ir a la página). Comentario en El Cultural.
-- (Ir a la página). Comentario en RedCasting.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, francés o español da lo mismo...].



domingo, 15 de junio de 2008

"El Príncipe Caspian" (2008).


-- "The Chronicles of Narnia: Prince Caspian". Inglaterra / Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Andrew Adamson.
-- Actuación: Ben Barnes, Georgie Henley, Skandar Keynes, William Moseley, Anna Popplewell, Sergio Castellitto, Peter Dinklage, Warwick Davis, Vincent Grass, Pierfrancesco Favino, Cornell John, Damián Alcázar, Alicia Borrachero, Simón Andreu, Predrag Bjelac, Sim Evan-Jones (voz), David Walliams (voz), Eddie Izzard (voz), Tilda Swinton, Liam Neeson (voz de Aslan).
-- Guión: Andrew Adamson, Christopher Markus y Stephen McFeely, basados en la novela de C.S. Lewis.
-- Banda Sonora: Harry Gregson-Williams.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Los cuatro niños Pevensie están algo más creciditos desde la última vez que los vi (¡uy, ya estoy hablando como tío imbécil!). Ahora Peter está más machito, agarrándose del moño... perdón, de las solapas con compañeritos buscapleitos, mientras que Susan está floreciendo y soltando feromonas al aire... En ese difícil trance conocido como la adolescencia (pobrecitos ustedes, los humanos, nosotros los gatos crecemos en cuestión de meses y pasamos de ser lindos photoshops a estar listos para la cacería erótica de una), la magia de Narnia funciona otra vez y terminan transportados hacia el otro lado, hacia el mundo mágico de etcétera. Lo que ha pasado es que un mozalbete se ha quedao en tocar un cuerno mágico, y que los ha convocao, ¡voto a Dios! Los chicos Pevensie encuentran a Narnia un tanto cambiadita. De partida el castillo en donde pasaron sus juegos de niñez, está ahora convertido en una lástima de ruinas al lado del Partenón, las pirámides de Tenochtitlán y la Expo Sevilla 1992 del Quinto Centenario. Y en segunda, quedan apenas unos cuantos narnianos levantando cabeza, porque una chusma de horrorosos extranjeros ha invadido el terreno (es lo que pasa cuando desaparece la autoridad, joer, que llega cualquiera y se cree con derecho a reinar). Y para colmo, resulta que como los cuatro niños Pevensie se han ido, pues bien, el buen Aslan ya no es más deus ex machina y se ha mandao cambiar, eso es un responsable Rector de la Creación y no el Yahveh Sabaoth de la Biblia, rayos. Ahora los chicos la tienen cruda, porque deberán lidiar con la invasión y restituir al legítimo heredero al trono en ese lugar, en el trono precisamente (¿alguna vez leeré una historia de Sword&Sorcery en el cual el asunto sea restituir al legítimo heredero del TABERNERO en la TABERNA que es por derecho suya...?). Además, han pasado cientos de años y sus antiguos aliados están todos fertilizando narcisos (aunque debemos ver la facilidad con lo que les creen cuando aparecen diciendo "sí, somos los reyes, nos tomamos una siestecita y volvimos..."). La batalla final contra los invasores está a punto de producirse, y esta vez los chicos están... Bueno, no está Aslan con ellos, así es que tendrán que hacer lo que todo héroe en esta clase de pelis: valerse por sí mismos, buscar el valor en su propio corazón, desafiar la adversidad... ¡Vencer, demonios!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hagamos resumen. En los '50s, un grupo de maduritos catedráticos de Oxford, que allá son catedráticos porque saben mucho y no como acá que cualquier patipelao puede enseñar en una universidad con tal de exhibir el carnet de fraternidá masónica (y es que aceptan a cualquiera en estos tiempos, están majaretas estos masones...)... Ya me desvié del tema. Recapitulo. En los '50s, varios catedráticos de Oxford se reunieron en un club en el cual, como buenos british chapaos a la antigua, chupaban como ostras en un pub descuerando mujeres y hablando de libros. Dos de ellos publicaron sendas sesudas obras de fantasía pseudogermánica o pseudocéltica según lo quieran ver, concretamente el juicioso anglicano J.R.R. Tolkien y sus interminables (y por lo general aburridas) sagas de la Tierra Media, y su amiguete el fanático católico C.S. Lewis, que hizo lo propio con las Crónicas de Narnia (bueno, además de esta saga fantástica de trepidante acción católica, había publicado ya una saga de ciencia ficción de trepidante acción católica llamada la Trilogía de Ransom). En vida, como autor responsable y paternal que era con su obra, decía que cómo iban a adaptar las Crónicas de Narnia para el cine, que los efectos especiales eran demasiado malos y jamás funcionaría (se ve que se murió mientras iba a la función de cine a ver "Jasón y los argonautas", que presentaba FXs bastante funcionales para la época). Pero los herederos se la pensaron mejor, porque oigan eso del respeto a la obra literaria está bien, pero es que nosotros no vamos a seguir dándole creatividad a Narnia, si al vejete era quien le gustaba eso de perder el tiempo escribiendo leseras (leseras muy rentables, sí, pero leseras al final del día), y nosotros vamos a usufructuar del legado del viejo, que de algo sirva su chochera senil, ¡faltaba más! Supongo que durante años, la idea de rodar una saga fílmica basada en Narnia era casi una apuesta, si cosas como "El hechizo del águila", "Leyenda" o "Laberinto", no importa qué tanto trabajo, cariño y calidad se invirtiera en ellos, tendían a salir mal paradas en taquilla, y lo que molaba era más Star Trek, más Star Wars o más stars, spaces y galaxies a secas. Pero el curso de la marea cambió con la nueva generación friki que creció pegadita a la anterior haciendo el macarra con clérigos, ladrones, guerreros o magos (sí, hubo una época en que jugar al rol era jugar a AD&D y no a "Vampiro: La mascarada"), y cuando esa generación llegó al poder, se encargó de financiar un monumento a su propia egolatría que Ramsés míranos, cual fue "El Señor de los Anillos". Y como les fue bien con eso, entonces pues, ¡faltaba más! ¡Dónde hay más franquicias con magos y hechiceros y parafernalia medieval! ¡Ah, sí! ¡Narnia! De pronto las fantasías criptopaganas del católico senil que era C.S. Lewis valieron lo que una mina de oro. Y rodaron "El león, la bruja y el ropero". Y ya puestos, rodaron "El príncipe Caspián", y al paso en que vamos, quizás lleguen a rodar los siete tomos. Bueno, si consiguen superar el bache de rodar las poco carismáticas y anticlimáticas historias de la silla del plata y del caballo y su niño, capaz que lo logren... Total, menos agua hay en el molino de Harry Potter, y ya van por la quinta ("Harry Potter y la Orden del Fénix" o algo así).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es más entretenida que la primera ("El león, la bruja y el ropero"). Bueno, esto era inevitable. La segunda novela es con mucho más entretenida que la primera, después de todo. Si uno lee con atención el primer tomo, completamente cerrado, autoconclusivo y autosuficiente tanto en historia como en propaganda católica subliminal, es fácil darse cuenta de que C.S. Lewis no tenía pensado escribirse una saga entera basada en los narnianos. Pero como la jugada iba bien, escribió una segunda parte. Y una tercera. Y una cuarta. Y llegó a la séptima. La primera era alegoría a lo bruto del Evangelio, con un pseudoCristo muriendo y levantándose de la tumba para derrotar al Satán de Narnia que es la Bruja Blanca. Para la segunda parte, Lewis ya puede irse desprendiendo de las alegorías bíblicas, y por eso la historia es mucho más suelta, y por qué no, más fácil de adaptar al cine que la primera, siempre demasiado respetuosa con el simbolismo eucarístico y el Dogma de la Transubstanciación y esas cosas. Siempre he pensado que, habiendo pasado cuántos, ¿1300 años?, entre la primera y la segunda parte (Narnian Meridian Time), la segunda parte se inspira, a lo menos de lejos o inconscientemente, en la invasión de los normandos contra Inglaterra, con un pseudoHaroldo sajón/narnianoputativo criptocelta defendiendo a Narnia/Britania contra los malvados y despiadados vikingrooters temerianos/normandos (sintomáticamente, el malvado Rey Miraz no es rey legítimo porque es un usurpador, así como al normando que abatió a Inglaterra,
Guillermo el Conquistador, no le correspondía tampoco el trono según los cánones medievales por ser un hijo bastardo). Por lo tanto, la novela original tiene mucho menos aburrido simbolismo esotérico que la primera, y por lo tanto es más consistente en tanto aventura pura y dura (y hace menos el ridículo, porque eso que en el Evangelio queda tan molón, de que nuestro dios solar resucita de entre los muertos, ¡qué ridículo se ve traspuesto a Aslan, por muy Aslan que sea!).

-- Andrew Adamson brilla aquí en su punto. El hombre ya había dirigido la adaptación de "El león, la bruja y el ropero", y aún antes había dirigido la brillante "Shrek" y la no tan brillante "Shrek 2", que aún así, en comparación a la anémica "Shrek 3", luce casi como una gorda rebosante de salud (además se apellida Adamson, que en inglés significa "Hijo de Adán", ¿y no se supone que Narnia va a ser salvada cuando un Hijo de Adán ocupe el trono de Narnia...?). Para esta peli, Adamson y compañía eligieron darle un tono más oscuro. Aunque en la novela el Príncipe Caspian es el típico niñito "quiero ser grande, ¡¡¡BUAHHH!!! me asusta ser grande, bueno ya soy grande, juego a ser grande, ¡¡¡UY, MATÉ AL MALO, GANÉ, SOY EL REY!!!", aquí tuvieron el buen tino de elegir a un actor algo más mayorcito, perteneciente a esa categoría que en los ochenta hubiera sido llamada "adulto joven", y con esto hacen el asunto mortalmente más serio. Además, a diferencia de la siempre pastelosa Bruja Blanca (nada contra Tilda Swinton, que allí donde aparece la hace de oro, pero es que el personaje...), el Rey Miraz es un malo que sí tiene categoría. Tampoco se recatan en las batallas, y aunque como hay que venderle la peli a los niños y a los papis de la Asociación de Padres Pipis Contra la Violencia no es asunto de mostrar sangre, brazos cercenados o gore en escena (de hecho, si bien recuerdo, creo que no muestran gotas de sangre en ningún minuto, contradiciendo la tendencia en materia de epic movies desde "Corazón valiente" y "El Señor de los Anillos"), sí que vemos momentos en que los buenos también mueren, y mueren de maneras heroicas o injustas. Además, está el siempre bien socorrido tema de "tú mataste a mi padre, maldito bastardo", lo que debe ser la pesadilla de cualquier pergenio. Este enfoque más oscuro siempre se agradece, porque aumenta la profundidad dramática de la historia. Vale que la dirección de actores no siempre está a la altura y si juzgamos a los chicos por esta peli, no podríamos adivinar si tenemos aquí al futuro Robert de Niro o a la futura Meryl Streep, pero por otra parte cumplen con mantener el nivel aventurero, sin esforzarse demasiado por poner cara de "¡rayos, qué preocupado estoy, estoy en batalla y me voy a morir!" (debe ser cada vez más difícil, habida cuenta de que ahora tienen que hacer todo eso frente a una impersonal pantalla azul).

-- La ambientación no puede decirse suntuosa y está resuelta casi toda con CGI, pero por otra parte la estética está bien tratada. Los malos malosos tienen un look y feeling entre conquistadores españoles y lores isabelinos que es inusual en las pelis de ambientación pseudomedieval. Los narnianos no lucen tan vistosos como en la primera parte, aunque esto es lógico si se considera que están obligados a actuar en plan Sendero Luminoso o Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y por lo tanto se compensa la falta de animalitos parlantes (sin duda el elemento más característico de esa tierra pseudocéltica que es Narnia) con el realce a los minotauros y su look más recio. La batalla en el sepulcro quizás carezca del feeling épico del kicking-and-killing en el Abismo de Helm ("El Señor de los Anillos: Las dos torres"), pero está correctamente resuelta. El asalto al castillo, a plena luz de luna, también se ve bastante sólido, habida cuenta de que tienen que sacarle partido a una ambientación propia de cuento de hadas, con todo el peligro de ñoñería visual estilo Cenicienta que eso involucra. La música no es la mejor partitura que he escuchado en el cine, pero por otra parte Miklós Rózsa lleva sus añitos fallecido, y además tiene la virtud de no caer en la trampa de "pongámosle más coros y hagámosla más atronadora para hacerla más épica", que tanto lastró el por otra parte correcto trabajo de Howard Shore para "El Señor de los Anillos" o el de Don Davis para "Mátrix".

IDEAL PARA: Ver una secuela de Narnia en forma y con músculo, que no renovará el género ni nada parecido, pero que asegura (¡dos horas y media!) de entretención.

ENLACES.

-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página). Artículo en la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página). Comentario en Decine21.com.
-- (Ir a la página). Comentario en CineVista (o CineVistaBlog, como se llame).
-- (Ir a la página). Entrada de la peli en NarniaFans.com.
-- (Ir a la página). Comentario en El Blog del Chacal.
-- (Ir a la página). Comentario en Inside the Electric Circus.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al ezpañó, perdón, al español de España].



-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].