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martes, 24 de junio de 2008
"El fin de los tiempos" (2008).
-- "The Happening" (título original en inglés), "El incidente" (título en España). Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: M. Night Shyamalan.
-- Actuación: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez, Betty Buckley, Spencer Breslin, Robert Bailey Jr., Frank Collison, Jeremy Strong, Alan Ruck, Victoria Clark, M. Night Shyamalan, Alison Folland, Kristen Connolly, Cornell Womack.
-- Guión: M. Night Shyamalan.
-- Banda Sonora: James Newton Howard.
-- "El fin de los tiempos" en IMDb.
-- "El fin de los tiempos" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
NY, Central Park, todo muy de postal, casi como en Sex and the City pero más barriobajero, o en el 9-11. Los beneméritos ciudadanos viven sus vidas tranquilamente, hasta que de pronto, empiezan a hacerse líos consigo mismos. Y se dicen a sí mismos: ¡oh, sí, qué bueno sería morirse, así mi huella de carbono desaparece y dejo de ser una carga para el planeta! ¡Además, si yo no voto, puede que esta vez sí que elijan a un buen Presidente que no invada países más chicos sólo por joer! De manera que empiezan a practicar la eugenesia, matándose de las maneras más expeditas posibles. Al contrario de lo que podría pensarse, estos yankis suicidas no son celebrados como visionarios patriotas o como humanitarios de pro, sino que siembran el terror, porque los demás yankis, que aún no se dan cuenta de cuánta miseria llevan al planeta, fíjense ustedes que no quieren morir. Incluso más, como too lo malo que les ocurre en los últimos años (ya saben: el 9-11, American Idol, Lindsay Lohan curahuilla hasta el copete), ¡los terroristas fueron! De manera que emprenden el éxodo masivo. En medio de todo eso un profesor de Colegio que es muy valentón cuando tiene que humillar verbalmente a un alumno, pero que es un conejo degollao frente a una chica que lo mucho de carrocería le falta de cerebro, debe emprender la fuga junto con una niñata que les cae inopinadamente gracias a un amigote que, como es de rigor en esta clase de pelis, estamos esperando a que se separe de los protas para sufrir una muerte horrible y cruel. Cuando están a campo traviesa, sepultados en Pennsilvania (¡SÍ, MIS AMIGOS...! ¡¡¡HAN CAÍDO EN LOS MACABROS DOMINIOS DE... M. NIGHT SHYAMALAN!!! ¡¡¡MUAHAHAHAHÁ!!!), nuestro prota, que para algo es el listillo del salón de clases (el profe, ¿recuerdan?), hace un inquietante descubrimiento. ¡No son los terroristas! ¡Es la Madre Naturaleza que se está defendiendo, y viene a por nosotros! ¡Estamos en su camino! ¿Qué hemos hecho, Señor, qué hemos hecho...? A partir de entonces comienza la fuga, pero la cuestión es, ¿hacia dónde, si todo alrededor es, a fin de cuentas, Naturaleza...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
De que estamos gambando a la Tierra hasta el cogote, es algo sabido hace mucho tiempo. Desprestigiados desde hace años los ecologistas por su peregrina alianza con los defensores de las etnias pielerrojas y con los curanderos cristalcuarzos de la New Age, desde el 2000 en adelante han levantado cabeza otra vez porque el cambio climático ya es visible, sólo los más recalcitrantes y los más cristianobushianos niegan que Katrina es producto de un nuevo equilibrio de fuerzas atmosféricas, y ya nuestro superhéroe Al Gore con "Una verdad incómoda" nos ha mostrado el camino, guiándonos desde la oscuridad de la Depredación Ecológica hacia la luz mesiánica de un mundo autosustentable, ojalá con estándares de vida del Primer Mundo, mientras que el semper fidelis Roland Emmerich nos había regalado un vislumbre del fin del mundo en su mayestática epopeya (fue sarcasmo, por si acaso) "El día después de mañana". El incontinente M. Night Shyamalan no podía resistirse a brindar su visión particular del fenómeno, si después de todo vimos en "La dama en el agua" que él es el mesías redivivo que nos conducirá a una nueva edad de oro (y en "Señales" no porque para eso estaba otro mesías aún más mesías, que era Mel Gibson). Y escribió un guión que se llamaba algo así como "Efecto verde", que nadie se lo pescó hasta que lo reescribió y vendió como esta peli; después de verla, entendemos claramente por qué había pasado durmiendo angelicalmente varios años en el cajón.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es una del señor Shyamalan. Como he dicho y he sostenido contra viento y marea (sí, me refiero a los bastardos oportunistas que se llenaron la boca con "El sexto sentido", y que apenas sufrió algún traspiés le volvieron la espalda sin detenerse a mirar antes y contestar la pregunta de, ¿era buena...?), Shyamalan es uno de los directores más sólidos y personales que ha salido de la industria hollywoodense en los últimos años (¿cómo hubiera sido si se hubiera quedado en la India y rodado en Bollywood...? Lo mismo, quizás, pero aderezado con más curry y canciones). Uno puede decir de él muchas cosas, la más injuriosa de todas probablemente que es un remedo de Hitchcock, a quien copia estilo y técnica por no decir a veces tramas enteras ("El fin de los tiempos" le roba a "Los pájaros"... ¡UPS, se me salió...!), pero la cosmovisión de Shyamalan es muy de él, y también es muy 2000s, muy Era Bush. "El fin de los tiempos" no se aparta de estas premisas. Es una peli sobre el miedo al desastre, algo latente en el 2000 a medida que cada vez más personas se dan cuenta de cómo la estamos palmando con el planeta, y de lo estúpido que resulta haberle dado el poder a una banda de terroristas cristianos que utilizaron todo ese poder para fomentar sus absurdas creencias en un carpintero ejecutado por sedicioso en el Imperio Romano que supuestamente se habría levantado de entre los muertos para salvarte del Pecado Original que según ellos existe más allá de toda demostración científica. Aunque por otra parte, uno puede preguntarse qué va a pasar con Shyamalan, un tipo cuyo cine es altamente conservador, cuando cambie la marea (esperemos que cambie). El mesianismo campea a sus anchas en el cine shyamalanesco, con personajes sabelotodos que van con Santiago y a ellos torciendo todo lo que sabes sobre el mundo, pobre pagano (ahí tienen al niñato de "El sexto sentido", al superhéroe de "El protegido", al sacerdote quierorecuperarlafé de "Señales", a la campesina whatisthematrix de "La aldea" y a la ninfa ezqueVirgenMaría de "La dama en el agua"), rol que ahora recae sobre el profesor de Cole que, al revés que muchos de su categoría, sí piensa, aunque no puede olvidársele ese prurito propio de los profes de "soy tu profe, cállate". ¿Es una débil de Shyamalan? Sí, probablemente la más débil en su carrera desde "Sexto sentido" en adelante. Quizás, por ser un buen director, las expectativas son altas con él, y un traspiés no se le perdona. "El fin de los tiempos" es una peli irregular en su desarrollo y débil en su desenlace, pero es muy Shyamalan, eso sí, así es que los fanáticos de éste deberían estar de plácemes (o no, quizás tampoco le perdonen que se pase del género del Spooky Monster a las pelis de catástrofes, y es que los fanáticos son los fanáticos...).
-- El tratamiento naturalista de esta peli cuenta como un plus. Como es corriente en otras pelis de Shyamalan (por suerte rueda una peli cada dos años, si lo hiciera más seguido tendría que escribir más veces su maldito apellido...), no hay espacio para lo sobrenatural al estilo hollywoodense CGI. Primero hay que superar la premisa inicial de que las plantas estén revolviéndose contra los humanos para envenenarlos con neurotoxinas, pero la idea no es tan cretina como a primera vista parece (¿alguna vez se han preguntado por qué tenemos un amplio repertorio farmacológico en la naturaleza para drogarnos y ver psicodélicos burros verdes pariendo, qué utilidad puede tener un psicotrópico así dentro de una planta? ¡Claro, la idea es hacer adictos a los hervíboros, provocarles alucinaciones y hacerlos presa fácil para los carnívoros! ¿No es eso guerra química? Sólo que en esta peli las plantas llevan esa filosofía un nivel más allá). Aceptando eso, la peli sobrecoge, al menos en su primera mitad, lo que es un mérito considerando que el enemigo está simplemente parado ahí, esperando a ser talado, en vez de desplegar sus alas majestuosas y atacar (lo dicho, esta peli es más que reminiscente de "Los pájaros" de Hitchcock... pero ahí los malvados podían picotear, ¡y vaya si lo hacían!). Shyamalan opta por narrar lo extraño desde la óptica de lo cotidiano, como suele ser su costumbre, y con ello le da a esta peli un saborcillo muy peculiar. De hecho, ninguno de los personajes es un héroe: el prota es un sabidillo, pero no es la clase de Superman con el cual querríamos identificarnos (la manera en que está baboso por una señora que pasa de él, es de aupa), y la prota es una egocéntrica insoportable que a lo largo del camino difícilmente va a madurar, por muchas pruebas que deba pasar (y, hablemos con la mano izquierda en el corazón y la derecha sobre la Biblia, una fracción apreciable, quizás mayoritaria, de hembras humanas en el segmento etáreo 20-29, como la prota, SON de esa manera). Quizás el final tan blando y permisivo arruine un poco todo lo conseguido en el camino, pero si se hubieran puesto hard y llevado la premisa hasta las últimas consecuencias, otro gallo nos cantaría...
-- Las actuaciones son irregulares. Mark Wahlberg no está convincente, lo que se dice convincente, y tampoco ayuda mucho a simpatizar con sus peripecias. Zooey Deschanel, a pesar de lo antipático de su personaje, se las arregla para insuflarle carisma, y es probablemente la mejor adición al casting. John Leguizamo debe estar feliz de interpretar por una vez a un personaje ciertamente positivo (un padre de familia preocupado por su señora y que trata de mantenerse firme a pesar de que todo se derrumba alrededor), en vez de un asqueroso latinaca yonki "do i look like a nigga?? Ah, ya bastar', punk...?? Asquerojo blanco pinche caurón...". Del resto ni hablar (la niñata no cae en el estereotipo "sé más que los adultos, escúchenme", pero por no caer en ese estereotipo, no hace nada más que estar ahí para ser llevada de un lado a otro, y que nos preocupemos de su suerte... supuestamente). Quizás una dirección de actores un poquito más ajustada hubiera podido obrar el milagro.
-- Mención especial para James Newton Howard, colaborador habitual de M. Night Shyamalan (¡qué hubiera sido de Shyamalan sin Newton Howard, así como qué hubiera sido de Hitchcock sin el bueno de Bernard Herrmann!), que una vez más se saca los zapatos componiendo un gran soundtrack. Las escenas en que la gente cae víctima de las neurotoxinas de los árboles y se suicida en masa no hubieran tenido tanto impacto de no ser por los acordes siniestros y ominosos que Newton Howard proporciona como fondo musical.
IDEAL PARA: Seguidores de Shyamalan, y para ver en DVD.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL FIN DE LOS TIEMPOS":
-- (Ir a la página). Blog no oficial dedicado a la peli.
-- (Ir a la página). Comentario en La Soga.
-- (Ir a la página). Comentario en La Factoría.
-- (Ir a la página). Comentario en El Otro Cine.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
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