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domingo, 29 de septiembre de 2013
"Conan el Bárbaro" (2011).
-- "Conan the Barbarian". Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Marcus Nispel.
-- Actuación: Jason Momoa, Stephen Lang, Rachel Nichols, Ron Perlman, Rose McGowan, Bob Sapp, Leo Howard, Steven O'Donnell, Nonso Anozie, Raad Rawi, Laila Rouass, Saïd Taghmaoui, Milton Welsh, Borislav Iliev, Nathan Jones.
-- Guión: Thomas Dean Donnelly, Joshua Oppenheimer y Sean Hood, basados en el personaje creado por Robert E. Howard.
-- Banda Sonora: Tyler Bates.
-- "Conan el Bárbaro" en IMDb.
-- "Conan el Bárbaro" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un joven entre un grupo de jóvenes va a participar en una gran carrera que va a ser, por supuesto, el rito de pasaje, el momento en que el ganador se va a coronar como guerrero adulto blablablá. Y como la cosa así no tendría demasiado interés, pues le sumamos que al grupo lo atacan. Pero Conan, erre con erre, que para algo es muy majo (Jason Momoa todavía no, eso sí, éste es un actor más joven haciendo de "young Conan"), va y termina la carrera luchando con el guerrero y todo. Viene luego una conversación que más o menos se supone recuerda el acertijo del acero, y a continuación lo que todos estamos esperando, o sea, que la pacífica aldea de nativos sea arrasada/masacrada por el villano de turno, que sabemos que Conan es un solitario y por lo tanto no debe tener familia ni otras alforjas que lastren su implacable cruzada por ser el guerrero más chulo y molón de la Era Hibórica. En medio de la batalla, Conan ve como su padre se sacrifica para salvarle la vida, no sin antes de que el villano le arrebate una pieza que va a completar una mística máscara mágica que... mística máscara mágica... ya, llamémosla MMM durante el resto del posteo. El caso es que el villano va a completar la MMM no sólo porque eso le dará PODER, sino además porque a través de ella podrá resucitar a su esposa (AWWWWWW, QUE TIEEEEEERNOOOOOO...). Y eso, aunque se le ofrece su propia hija para reemplazar a su mujé, miren ustedes qué pervertidillos estos villanos (bueno, la hija hechicera, que el papito no, a la hija sí que no, que muy malo será, pero lo que no es, es ser cura católico). El caso es que pasan los años, Conan queda a la intemperie (no en esclavitud, como en la peli del Arnol Chuarzenegue), y crece para transformarse en... ¡¡¡KHAL DROG...!!! er, no, en Jason Momoa, eso es. Aventurero, pero siempre buscando al asesino de su padre. Por vueltas del guión, encuentra una pista, enterándose de que el asesino de su padre ahora es chupipoderoso y el señor y caudillo de todo el continente o poco menos (¿en serio? ¿Y jamás se había enterado? Qué lentas corrían las noticias en la era anterior a Twitter). Lo que lo mete de lleno en la aventura. Una en la que, cómo no, aparecerá una princesita criada en un monasterio (seriously), muuuuuu rica ella claro está (en estas pelis de Heroic Fantasy las únicas mujeres feas son las viejas chuñuscas) que el villano pretende para el ritual de hechicería que resucitará a su esposa (yo más mejol me quedaba con la princesita, que después de todo es Rachel Nichols en su esplendorosa treintena), y que Conan después del inevitable intercambio de pesadeces terminará pasándose por la piedra, como buen bárbaro que se precie de tal (y que por supuesto, la hijita corazón del malo también tendrá tentaciones de pasarse por la piedra, porque como ya hemos visto, es media depravadilla. Rose McGowan, por más señas). Adivinen qué viene después.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Conan el Cimerio es sin lugar a dudas el más icónico personaje de Heroic Fantasy jamás creado. Su creador, Robert Howard, se curtió como escritor relacionado con los Mitos de Cthulhu y perteneció al Círculo de Lovecraft, aunque a él no le tiraban tanto los monstruos de tentáculos japoneses como los machos de músculos broncíneos y fálicas espadas rompiendo cráneos de hermosas hechiceras villanas y rompiendo hímenes de hermosas princesas núbiles por el camino. De hecho, aunque el prototipo del guerrero bárbaro heroico ya existía antes, fue Conan el Bárbaro quien en los 30s popularizó y determinó sus rasgos esenciales: la musculatura, la espada, el código ético basado en el honor, la ambientación en una protohistoria mítica repleta de monstruos y magos, etcétera. Si ha venido un guerrero bárbaro posterior, ha sido una imitación de Conan (aunque, créase o no, el prototipo de guerrero bárbaro posterior como un bruto sin cerebro es una degeneración del primitivo Conan, que en los primitivos relatos de Howard a lo menos, es una criatura inteligente y de buen lenguaje, si bien propensa a resolver los problemas según los métodos expeditivos de la Edad de las Espadas). Aún así, y a pesar de que Howard escribió un buen puñado de relatos y el personaje fue después proseguido por otros autores, tardó en popularizarse más allá del círculo de frikis. A los cómics arribó recién en los '70s, y hablamos de una época en donde leer cómics era todavía una actividad de nerds. En la cultura popular más allá, Conan recién impactó con la peli "Conan el Bárbaro" de 1982, que además del guión de Oliver Stone (¡!), la dirección de John Milius (el que después dirigió "Amanecer rojo") y la bestial banda sonora de Basil Poledouris, fue la plataforma de lanzamiento para un desconocido actorcillo llamado Arnold Schwarzenegger, quien fue a consolidar su reinado con "Terminator" un par de años después (además de reincidir con Conan en "Conan el Destructor", e interpretar a un pseudoConan en un proyecto que partió como spin-off y terminó transformado en... otra cosa, dejémoslo en eso, como es "Sonja la Roja"). Desde entonces, la avalancha de Conan en televisión y videojuegos y cómics no ha parado. Razón de más para que, considerando que no hubo acuerdo para llegar a un tercer Conan con Schwarzenegger (el proyecto de 1987 fue pospuesto porque Arnold estaba en "Depredador" y su contrato con el productor Dino de Laurentiis se había agotado en "Sonja la Roja" y "Juego brutal") y que la proyectada "Conan el Conquistador" terminó transformada, una década después, en "Kull el Conquistador" con Kevin Sorbo, los colmillos de los productores se pusieran a la tarea de rebutear la franquicia, aprovechando la oleada de ributes que vino con "Batman inicia" y "Casino Royale". Con Marcus Nispel en la dirección, el hombre go-to para cualquier reboot/remake que esté disponible (seriously, repasen su, ehm, "filmografía": el reboot "La masacre de Texas" con Jessica Biel, un "Frankenstein" en 2004, "Conquistadores" que al menos es original en 2007, el reboot "Martes 13" de 2009...). El resultado fue un completo desastre. Costó 90 millones de dólares, pero la recaudación no alcanzó ni a los 50. Por no hablar de que la crítica se pitorreó de lo lindo en ella. Existía por supuesto la esperanza de generar secuelas, pero no hubo trato. Para seguir explotando Conan, recurrieron a la salida más desesperada de todas: llamar a un vejete Arnold Schwarzenegger (64 años en 2011, y contando) para reinterpretar al personaje. La proyectada "King Conan" viene en 2014 o 2015, para compaginar el rodaje con... "Terminator 5". Pobre Chuarze, condenado a reeditar los papeles de sus días de gloria, ahora en sus días de ocaso. En fin, supuesto de que todo salga según lo planeado, "King Conan" será una secuela no de "Conan el Destructor" sino del original "Conan el Bárbaro" de 1982... Seriously, en 2014 o 2015 habrán en conjunto cuatro pelis de Conan allá afuera, y una de ellas será original, otras dos serán secuelas paralelas y alternativas una a la otra, y la cuarta será un reboot. Como Superman, pero sin "Conan III" ni "Conan IV". Porque los productores de Hollywood están consiguiendo lo que interminables hordas de guerreros con espadas y magos hechiceros no han conseguido: cargarse a Conan. Y lo están haciendo de maravillas.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos diciendo que esta peli no es tan lastimosa como "El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención". Aunque eso no es mucho decir. Abstraigámonos del hecho de que es un reboot de la bienamada peli "Conan el Bárbaro" de 1982. Incluso, en atención a las hordas de gente que conocen a Conan apenas por el cine y jamás han leído uno de los relatos originales de Howard o han leído el mítico cómic de los 70s (y yo he hecho ambos, aunque de manera casual y sin afán de completismo, dicho sea por si acaso), saltémosnos el eterno debate sobre si la peli es fiel al personaje o no (la razón por la que los fanáticos de "The Dark Knight" son tan hostiables. Bueno, una de las razones, que hay varias). Tenemos una peli de guerrero bárbaro luchando contra las fuerzas del mal, en un mundo repleto de, lo voy a decir otra vez, guerreros brutales y magos malvados. ¿Funciona al menos como eso? La respuesta es: a medias. La peli es tremendamente lineal, con un argumento sin muchas vueltas, pero vamos, no estamos hablando de cine intelectual sino de una burrada pulp como tantas que hay allá afuera, así es que no nos vamos a poner sofisticadillos en eso. Pero de ahí a la ejecución hay un trecho. Cabían esperanzas considerando que Marcus Nispel ya tenía experiencia en historias de guerreros bárbaros ("Conquistadores", la peli ésa del niño vikingo asimilado por pieles rojas en la América Precolombina, que no era una maravilla pero que tenía lo suyo, y que imagino debió servir de antecedente para confiarle el proyecto). Jason Momoa por su parte compone un Conan, SU Conan, y no trata de imitar infructuosamente al Conan de Schwarzenegger, lo que siempre se agradece (además Jason Momoa nos cae bien, no en balde el pobre con el tiempo consiguió superar con honores el horripilante baldón de que su primer rol audiovisual más o menos permanente fue en... "Baywatch Hawaii". Ni siquiera en la "Baywatch" original con Pamela Anderson y bañadores rojos, sino en las temporadas de los bañadores amarillos, porque si hay algo que nos ha enseñado la vida, es que a veces sí se puede caer más abajo que el suelo). Y la verdad es que Jason Momoa cae simpático, más allá de que lo consideremos Conan o no. Tenemos también de villano a Stephen Lang, un tipo tan malvado que estuvo a punto de arrasar un planeta entero en "Avatar" (sí, el militar jodesumadre ése). Y las chicas no desmerecen en el apartado que importa en estas pelis, o sea en lo físico (que nadie las contrata para actuar, vamos), aunque el maquillaje de Rose McGowan no le hace servicio a la vestimenta, y Rachel Nichols muestra más bien poco. Y tenemos a Ron Perlman ensayando activamente para su brillante participación en "El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención". La acción por su parte no abusa de recursos manidos y dolorosos como la jodida cámara epiléptica en mano, las piruetas colgados de cables o el imposible más imposible todavía, siendo en general bastante aplomada y cuerpo a tierra, lo que también se agradece. La banda sonora de Tyler Bates no es tan brillante como otras que ha compuesto (típicamente "300", aunque el señor Bates tampoco es el cúlmine de la creatividad musical que digamos), pero tampoco molesta de manera especial. No son mimbres con los que se confeccione artesanía de Oscar, pero podría haber salido una peli resultona dentro de ciertas coordenadas cercanas a la serie B, al cine palomitero de toda la vida. ¿Qué salió mal entonces? La verdad, no sabría decirlo. Las peripecias simplemente resultan poco interesantes. No están mal, sólo que... carecen de fuelle. Los personajes pelean un poco, corren un poco, dialogan un poco, pero si bien no hay momentos de verdadera vergüenza ajena, tampoco los hay tan épicos que nos dejen con la boca abierta o punto menos. Puede que se hayan fusilado 90 millones en la peli, pero más allá de los escenarios y el CGI, en donde igual más o menos se luce lo gastado, la verdad es que el completo feeling de esto es ser carnaza de serie B. No es la clase de peli que uno esperaría ver en los cines, sino lo que en los 80s hubiéramos llamado carne de videoclub. Se hubieran gastado un tercio, y hubiera quedado más o menos lo mismo (más pobretón de imagen y locaciones, pero el resto igual). Mucho se ha discutido sobre si esta peli es más fiel o no al Conan literario (en algunos respectos sí lo es, en otros no tanto, pero eso es asunto discutible) que el "Conan el Bárbaro" de Milius/Schwarzenegger/Stone/Poledouris, pero en lo que sí le resulta claramente inferior, es que carece de grandeza. El "Conan el Bárbaro" de 2011 se ve de manera distraída como una peliculilla de bárbaros más o menos entretenida, pero en ningún minuto sorprende, corta el aliento o hace alucinar. Y cuando hablamos de una peli acerca de un mundo más allá de nuestra propia época, en escenarios cinematográficos y con personajes supuestamente más grandes que la vida, eso no merece otro calificativo sino el de pecado mortal.
IDEAL PARA: Fanáticos del cine de bárbaros, sin armarse demasiadas expectativas.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
jueves, 26 de septiembre de 2013
"La reina guerrera" (2003).
-- "Boudica" (título original en inglés), "Warrior Queen" (título en Estados Unidos), "La reina de los guerreros" (título en Argentina), "La reina de la guerra" (título en España). Inglaterra. Año 2003.
-- Dirección: Bill Anderson.
-- Actuación: Alex Kingston, Steven Waddington, Emily Blunt, Leanne Rowe, Ben Faulks, Hugo Speer, Gary Lewis, Alex Hassell, James Clyde, Angus Wright, Steve John Shepherd, Jack Shepherd, Gideon Turner, Frances Barber, Andrew Lee Potts.
-- Guión: Andrew Davies.
-- Banda Sonora: Nina Humphreys.
-- "La reina guerrera" en IMDb.
-- "La reina guerrera" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Inglaterra, en los tiempos del Imperio Romano. Como estamos a un siglo después de Asterix, suponemos que ya la famosa aldea gala ésa ha caído bajo las águilas imperiales romanas (dos milenios antes de que Albert Uderzo vendiera los derechos del personaje a un imperio editorial actual... pero eso es otra historia). El caso es que los romanos ahora tienen las manos libres para volverse hacia... ¡Inglaterra!, y comienzan a aplicar lo que cualquiera con dos miligramos de conocimiento histórico, o aún de plano sentido común, entiende como el inicio de la diplomacia de las cañoneras. Llegan los legados romanos y dicen: "Oigan, ustedes, rindan pleitesía a las águilas romanas, y en particular paguen tributo, y no habrá guerra". Resulta que Prasutagus el rey de los icenos, al recibir el mensaje... ¿LANZARÁ UN RUGIDO DE GUERRA BERSERK BÁRBARO E IRÁ A MACHACAR ROMANOS O MORIR EN EL INTENTO? Es lo que todos esperaríamos, pero como bien dicta la Historia, Prasutagus era un cobardón de marca mayor, porque... ¡le ha cobrado repelús a matar! ¡Joer rey bárbaro éste! Su esposa Boudica lo incita primero a luchar, pero después, como con su ñuri-ruchi-ruchi es puro amollllll, la reina bárbara... ¡VA Y LO COMPRENDE EN VEZ DE PONERSE DE ACUERDO CON OTRO GUERRERO CON COJONES PARA MATARLO Y HEREDAR EL TRONO! Joer, ésta va a ser una peli muuuuuu larga... Y eso que a Boudica no le faltan pretes de espada larga (de las de metalurgia, no de las otras, que de eso no se ve, malpensaos). Al final aparece el Emperador Claudio en escena (sí, joer, el tartamudo mierda que no impone ni presencia ni respeto, pero es que fue Claudio el que invadió Inglaterra, mientras que el mucho más entretenido Calígula llegó hasta el Canal de la Mancha, proclamó Inglaterra conquistada POR MIS COJONES, y ni se molestó en hacer el cruce acuático, así es que a joderse tocan), y conciertan tratado y todo. Cuando Claudio vuelve a Roma, su heredero Nerón (sí, ÉSE Nerón) le espeta en la cara que es un cobarde porque HA NEGOCIADO CON TERRORISTAS (sí, ríanse, la peli utiliza la palabra TERRORISMO más de una vez). Pero Claudio, avispado como es, sabe que primero hay que poner un piecito, luego el otro... Bueno, pasan dos cosas de por medio. Por un lado, al tal Claudio se lo carga la señora (Agripina la Mayor, una actriz gorda que para nuestra desgracia es la única que MUESTRA TETA del elenco, como esperamos de una peli europea que se respete, y eso que tenemos a Alex Kingston de prota y a Emily Blunt en un secundario, miren qué mala pata) y Nerón hereda el trono (con Agripina moviendo los hilos, porque esta mamita SE FOLLA A SU PROPIO HIJO PARA MANTENERLO CONTROLADO, y créanlo o no, eso no es invento del guión, sino que está tomado palmariamente de esa revista de papel cuché que es la biografía que el romano Suetonio escribió sobre Nerón). Por otro lado, los romanos hacen un LA POLAR LLEGAR Y ROBAR y muestran a los ingleses que el tratado tiene cláusulas renegociadas de manera unilateral, y ahora tienen que enviar ingleses para... para... ¿como esclavos? ¡Oh, no! En un viaje turístico para educarse y aprender las bellezas de la civilización romana (si en una de ésas acaban como pasto de las fieras en los juegos de gladiadores, pues qué mal. Y no, no escribí "Coliseo" porque éste fue construido en el año 80, más de una década después de que Nerón estaba fertilizando narcisos). Andando el tiempo, Boudica se queda viuda, y como ella sí que tiene los cojones bien puestos, va y le dice a los romanos (ahora comandados por Nerón, como hemos visto) que ENGLAND ÜBER ALLES!!!, y que se van a freir monos con sus repactaciones unilaterales, y si quieren embargarnos casa y bienes, pues tendrán que pasar por encima de nuestros cadáveres. (Bueno, eso y una bonita escena en donde los romanos se muestran como monstruos que no respetan las leyes de la hospitalidad DEJANDO A ALEX KINGSTON CASI MUERTA A AZOTES Y HACIÉNDOLE UN GANG BANG A EMILY BLUNT. Joer, Emily, vaya debut actoral el tuyo, ¿eh?). Así es que Boudica ahora le enseñará a los romanos de lo que está hecha una mujer inglesa. Que en la época no se tendían en la cama y pensaban en Inglaterra, ¿eh? La guerra está viniendo, y será GRANDE. MAJESTUOSA. EPICA. O tanto como lo puede ser con un roñoso presupuesto de telefilme, eso es...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
El ciclo de historias realmente épicas del Imperio Romano se cierra más o menos con Julio César, por una muy buena razón: hasta esa época Roma estaba expandiéndose y por lo tanto tenía algún suspenso que los romanos pudieran sufrir alguna severa derrota a manos bárbaras (que de hecho las sufrieron, a manos de harapientos como Brenno el Celta o diabólicos enemigos de las libertades republicanas como Aníbal el Cartaginés, porque como todos los historiadores romanos nos han enseñado, SI ES ROMANO ES BUENO). Pero eso no quiere decir que los romanos no hayan tenido refriegas fronterizas después. Al momento de instaurarse el Imperio Romano, éste había conseguido más o menos alcanzar fronteras estables en Africa y Asia (en Africa porque los bereberes del desierto impedían avanzar más, o porque el núcleo nubio en la actual Etiopía se resistía demasiado, y en Asia porque más allá estaba el desierto arábigo, y los indómitos partos, aunque la tentación de conquistar Mesopotamia a ratos les ganó, e incluso lograron apoderársela por algún tiempo). Pero en Europa era otro cuento. La frontera militar de los ríos Rin y Danubio era justo la peor de a cuántas hubieran podido aspirar, debido a que era la más larga y difícil de defender de todas, además de que los galos en la Galia siempre recibían refuerzos desde el otro lado del Canal de la Mancha. Los romanos intentaron mejorar su frontera militar invadiendo la Germania occidental y llevando la frontera desde el Rin hasta el Elba (más o menos el mismo largo, pero mucho más territorio que abarcar, y del que cobrar impuestos), sólo para llevarse una derrota tan masiva a manos de un caudillo militar llamado Arminio (9 después de Cristo) que no les quedaron ganas de volver a intentarlo. Hubo como un intento de redondear las fronteras en el área de Helvecia, así como de llevar la frontera militar del Danubio un poco más al norte conquistando la Dacia en 105, pero eso fue todo. Y con lo bonito y corto que hubiera quedado conquistarse Alemania y Polonia y tener una frontera terrestre cortita por Ucrania (y patrullas marítimas en el Báltico, contra los vikingos, claro está). ¿E Inglaterra? Bueno, si hubieran podido conquistar Inglaterra e Irlanda, habrían llevado la frontera hasta el límite occidental del mundo conocido, y un frente menos de hostilidades. Julio César cruzó brevemente el Canal, aunque lo suyo fue una expedición punitiva más que otra cosa, por aquello de que los britones apoyaban a los galos (aunque nos regaló el estupendo cómic "Asterix en Inglaterra", así es que una cosa por otra), y Claudio decidió liquidar el asunto clavando de manera definitiva las enseñas imperiales en la Pérfida Albión. Con lo que abrió todavía otro frente de batalla para los ya recargados romanos: uno contra los highlanders de Escocia (había una época en que "highlander", o sea "montañés", era sinónimo de escocés, no como ahora que es sinónimo de inmortal dándose a poll... er... a espadazos). Los romanos se quedaron en Inglaterra hasta el siglo V, en que se retiraron pacíficamente porque las legiones inglesas eran más necesarias en el continente, contra los francos, no sin antes mantener una activa frontera militar contra esos vecinos del norte y oeste a quienes nunca pudieron conquistar. (La invasión germánica posterior sobre Inglaterra fue de órdago: fue el único país conquistado por los germanos en donde la destrucción de la cultura romana fue tan absoluta, que el Cristianismo fue extirpado y los invadidos e invasores se adscribieron al paganismo: hubo que cristianizar después, de nuevo y a pulso). En medio de todo esto es que aparece la figura de Boudica, una caudilla militar inglesa líder de una tribu llamada de los icenos, que se rebeló contra el Imperio Romano en tiempos de Nerón, hacia 60 o 61. De manera infructuosa, eso sí (sí, spoiler del final de la peli, pero es que leñe, en primera sabemos que el Imperio Romano no se retiró de Inglaterra en 60-61, y en segunda QUE NADIE ENTRE A ESTE BLOG QUE NO SEPA HISTORIA). Boudica fue en realidad otra de tantos caudillos bárbaros que intentaron tener su día de suerte contra el Imperio (seguro que los villanos de Batman se dicen lo mismo: "todos han fracasado, pero yo, ahora sí que sí...") y fracasaron miserablemente. Pero ya sabemos que los perdedores muchas veces reciben el bálsamo póstumo del romanticismo histórico, y terminan transformados en símbolos patrióticos. Así, una personajilla apenas mencionada casi a la pasada por los historiadores Tácito y Dión Casio, terminó transformada en todo un símbolo patriótico para los ingleses. En particular en tiempos de la Reina Victoria, porque bueno, una manera de congraciarse con la reina era cantar loas en su honor de manera subrepticia, ensalzando a otra mujer gobernante inglesa como lo fue Boudica. Que Boudica fuera antiimperialista y Victoria fuera la cúspide del Imperio Británico, era una ironía que esos buenos ingleses no veían o no querían ver (o a lo mejor el imperialismo sólo es malo cuando es contra Inglaterra, no cuando es Inglaterra misma la imperialista). Por cierto, esto último hace muy irónico que Emily Blunt en esta peli interpreta a la hija de Boudica, y en "La joven Victoria" interpreta a... bueno, a la joven Victoria, eso es. El caso es que en 2003 salió este telefilme. Guionizado por Andrew Davies, temible guionista inglés que ha estado dando vueltas desde finales de los '60s, y cuyo currículum además de integrar una tonelada de miniseries británicas (incluyendo la "House of Cards" británica original, la que nadie ha visto pero que sirvió de base para el ahora célebre remake americano de David Fincher con Kevin Spacey), incluye pelis como "Emma" (no la versión de Gwyneth Paltrow, sino el telefilme contemporáneo con una jovencita y núbil Kate Beckinsale), "El sastre de Panamá", "El diario de Bridget Jones" y correspondiente secuela, el "Doctor Zhivago" de 2002 en donde Keira Knightley se manda un desnudo (sí, joer, sí sucedió) y... ¡"Los tres mosqueteros" con Milla Jovovich! Bueno, ESE TIPO escribió el guión de esta peli. Estén preparados para cualquier cosa. Literalmente, para cualquier cosa.
¿POR QUÉ VERLA?
-- En primer lugar, ¿por qué hacer un telefilme patriotero inglés justito en 2003? Considerando que Nerón llama varias veces "terroristas" a los ingleses rebeldes contra el Imperio, la razón se antoja algo obvia. Eran los años de la Guerra Contra el Terror, en donde Tony Blair le movía la cola y ladraba con gusto a sus amos en Estados Unidos, una época en donde "estás con nosotros o eres terrorista". La peli es así una reivindicación solapada (bueno, no tanto) del patriotismo y nacionalismo inglés, por supuesto a través de una gran figura patriótica clásica (bueno, grande más por la mitología que por la Historia, como ya hemos discutido latamente). Esa es una razón para verla... o para pasar de ella, a según el criterio y gusto del público. Y será probablemente una razón por la cual esta peli acabará siendo "muy de su época" (la de rodaje, no la descrita, claro está. Que hay que explicároslo todo).
-- ¿La realización? La verdad... Esta peli es, huele y respira a telefilme barato por todas partes. Los palacios romanos son sets de grabación de cartón piedra (o CGI, me da igual) dignos del "Doctor Who" de los '60s. Las épicas batallas son en realidad cuatro extras y un montón de primeros planos para que no se vea (demasiada) pobreza. El guión se manda una cantidad de desviaciones abismales respecto de la realidad histórica (la peli hace pensar que todos los eventos pasan en algunos meses, un año a lo sumo, cuando la invasión de Roma sucedió en 43, y la rebelión de Boudica en 60 o 61). Y aún así... es difícil odiar a esta peli. No diré que realmente se esfuerzan, incluso ni siquiera hablaré de cariño por el material de base, pero hay algunos factores que la hacen entretenidilla, incluso interesante de ver. Por una parte, aunque el guión es un poco promedio (ni muy bueno, ni muy malo), hay algunas escenas que consiguen mover al respetable en un sentido o en otro (por ejemplo, cuando Agripina tranquiliza a su hijo Nerón FOLLÁNDOSELO... es tan sórdido como parece... o por ejemplo la impecable escena en que azotan a Boudica y se violan a su hija, rodada sin mostrar carne por ninguna parte, y aún así consigue ser perturbadora... o por ejemplo, esos niñitos icenos omnipresentes que al principio más que nada joden la pita, pero después uno hasta les hace barra y too cuando se transforman en factor clave de la derrota romana). Por otro lado, el casting de Alex Kingston como Boudica es un acierto absoluto, no sólo porque se mande una actuación estupenda y muy convincente como una reina que no va a dejarse pasar por encima por el pequeño detallito de haber nacido mujer, sino también porque la actriz misma no es una Miss Great Britain de dientes improbablemente perfectos haciendo fanservice desatado, sino una chica con un atractivo que diríamos promedio, lo suficientemente atractiva como para justificar su liderazgo sobre los hombres, pero sin pasarse. Y como detalle histórico, es la primera actuación fílmica de Emily Blunt, aquí como la hija de Boudica, aunque justo es decirlo, aquí todavía está un poco verde (no mal... sólo inexperta todavía), y resulta claro que la Blunt se pulió bastante por el camino. Quizás el único detalle realmente chirriante de la peli, sea una escena final (sin spoilers) que trata de ser evocativa o significativa, o acaso metafórica, pero que en vez de eso, rompe con todo el tono de la peli y es simplemente ridícula. Pero haciendo el esfuerzo mental de borrar esa escena y quedándose con el resto de la peli, tenemos un producto histórico que, con sus flaquezas y dentro de su condición de telefilme más o menos barato, se sostiene con relativa dignidad.
IDEAL PARA: Ver una recreación quizás no históricamente exacta, pero a lo menos interesante de ver, sobre Boudica la guerrera.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
domingo, 22 de septiembre de 2013
"Star Trek: En la oscuridad" (2013).
-- "Star Trek Into Darkness". Estados Unidos. Año 2013.
-- Dirección: J.J. Abrams.
-- Actuación: Chris Pine, Zachary Quinto, Benedict Cumberbatch, Karl Urban, Zoe Saldana, Simon Pegg, John Cho, Anton Yelchin, Bruce Greenwood, Peter Weller, Alice Eve, Leonard Nimoy, Noel Clarke, Nazneen Contractor.
-- Guión: Roberto Orci, Alex Kurtzman, Damon Lindelof, basados en la serie televisiva creada por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Michael Giacchino.
-- "Star Trek: En la oscuridad" en IMDb.
-- "Star Trek: En la oscuridad" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Planeta Nibiru (¡joer, los magufos tenían razón!). Los nativos están persiguiendo a alguien. Cuando a ese alguien le preguntan si le han visto la cara, él dice que no... ¡Y SE SACA LA CAPUCHA REVELANDO SU ROSTRO! El rostro del Capitán Kirk. Leñe, primera escena de la peli y ya queda como imbécil. Ah, ¿y mencionamos que le pega un disparo al MEDIO DE TRANSPORTE PARA ESCAPAR? El caso es que todo ha sido un operativo para que los nativos no se percaten de que una navecita de las chicas se ha metido a un volcán porque hay que impedir que erupcione y destruya al planeta Nibiru, probablemente porque el efecto de todo volcán que estalla es liberar a Xenu, y eso en un planeta sin Cientología que los defienda, resultaría en la extinción masiva de los nativos (¿cómo es que la peli del Will Smith ése se llevó las acusaciones de estoquello, y ésta no? Misterios de la veleidad de las audiencias). El caso es que por estaquella razón, el caso es que no pueden sacar a Spock del volcán por teletransporte o algo, así es que el capitán Kirk... LEVANTA LA NAVE ESPACIAL DEL FONDO DEL MAR EN DONDE ESTABA ESCONDIDA (la escena es tan ridícula que el propio guión, por boca de Simon Pegg interpretando al bueno de Scotty, tiene que cachondearse de lo idiota/impracticable de la idea). Salvan a Spock (joer, no es un spoiler, tienen que mantenerlo vivo para el resto de las escenas del trailer, ¿no?), al precio de que los nativos ahora dejan de lado de manera muy poco ceremoniosa su pergamino sagrado, y comenzarán a adorar... ¡¡¡AL ENTERPRISE!!! ...como su nuevo dios. Bien, se cargaron la Primera Directiva, así se hace, muchachos. El caso es que el jefazo, el Capitán Pike (los trekkies entenderán la referencia) llama a Spock y a Kirk a dar cuentas de la misión, y Kirk dice que no pasó na, que la bitácora es como está (sin novedad) etcétera, y entonces KIRK DESCUBRE QUE SPOCK REPORTÓ EL INCIDENTE DE LA VIOLACIÓN DE LA PRIMERA DIRECTIVA. Y Kirk se enoja mucho con su amigo por apuñalarlo por la espalda por haberlo salvado en vez de, digamos, culparse a sí mismo por NO HABERLE DICHO A SPOCK QUE IBA A ADULTERAR LA BITÁCORA DE VUELO PARA QUE EL INCIDENTE PASARA PIOLA. Por lo que toman una decisión drástica: Kirk será pateado de regreso a la Academia, pero no, se quedará como segundo al mando, y el capitán Pike quedará a cargo de la Enterprise (con lo que, conocedores de los códigos del género, nosotros ya vamos tomándole las medidas para el ataúd, porque en algún punto Kirk tiene que volver a capitán, o no lo llamaríamos CAPITÁN Kirk, ¿no?). Mientras tanto, en un hospital de Londres, vemos la infalible escena tierna con niñito (es una abramsmovie, kids), en este caso una chica muriéndose a tono con la ciudad, o sea, de esa clásica enfermedad Charles Dickens cuyo principal síntoma es que ni recibe diagnóstico ni tiene síntomas particulares aparte de "estarse muriendo"). Pero un hombre tiene la respuesta, uno con cara de malo que, además, sabemos que es el malo porque lo vimos en el trailer. La niñita se cura, pero a cambio, el hombre malo le pide a papi que... OH-CRAP... cometa un acto terrorista. Ocurre por supuesto lo de siempre, que se reune la plana mayor de la Federación para discutir el atentado, justo a tiempo para... segundo OH-CRAP... El terrorismo vuelve a golpear a sus anchas. Ahora Kirk pierde al capitán Pike, su figura paterna sustituta y también su abogado cuando se mete en problemas. Tendrá que madurar. Tendrá que hacerse responsable. Tendrá que perseguir al terrorista por medio universo y enseñarle que infundir terror en las personas no corresponde porque ¡¡¡ESTO ES STAR TREK, Y STAR TREK ES SOBRE OPTIMISMO Y UTOPÍAS COMUNISTAS DEL FUTURO, JOER!!! La segunda entrega de Star Trek del siglo XXI (porque la de los vampiros estelares NO EXISTE) ha empezado a tomar por asalto la taquilla, profundizando en la bastardización y hottización iniciada en la anterior.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Star Trek ha pasado por varias. En los '60s era un fenómeno cultural no diremos marginal, pero sí, como era "de SciFi", no tuvo la misma prominencia que Jane Fonda, los hippies o los Bítles. En los '70s se transformó en un fenómeno de culto, pero poco más. En los '80s estaba en todas partes (cuatro pelis en una década, figúrense, además de la primera serie de TV spin-off, "La nueva generación"). Y en los '90s, la sobreexplotación la llevó a una decadencia que en los 2000s parecía irredimible. Porque en efecto, después de los desastres de "Viaje a las Estrellas: Insurrección" y "Viaje a las Estrellas: Némesis", desastres por las pelis en sí, y también desastres porque la nueva generación no es que calentara mucho al personal tampoco, la franquicia parecía efectivamente muerta y enterrada, clavo en el ataúd que la cancelación de la televisiva "Viaje a las Estrellas: Enterprise" terminó de martillar. Dos factores conspiraban para seguir adelante. Una, diez pelis y cerca de 500 capítulos televisivos de continuidad que son una paja para cualquiera que se meta con la franquicia. Dos, el hecho de que desde un punto de vista ideológico, la franquicia se había quedado firmemente enraizada en los ideales humanistas de los '60s, y entre medio el mundo había seguido girando adelante y, bueno, estamos en otra pará ahora. Hasta que, "Batman Begins" y "Casino Royale" mediante, surgió la palabra mágica: ¡¡¡REBOOT!!! "Star Trek" de 2009 probó ser un éxito no diré rotundo, pero sí sólido: aclamación crítica a diestra y siniestra, y 385 millones en taquilla en el mismo año de los 2.780 millones de "Avatar", y con "Transformers: La venganza de los caídos" pisando fuerte con sus sobre 800 millones. ¿El secreto del éxito? Simplemente, desmelenarse un poco. El truco del viaje temporal ayudó a borrar continuidad, en particular atreviéndose a cargarse Vulcano, y también echar por la borda los aspectos más densamente filosóficos de la franquicia para privilegiar la aventura de toda la vida. Por alguna razón, "Star Trek: En la oscuridad" se tardó cuatro años en llegar. Pero lo hizo a lo grande. Más de 450 millones de recaudación (la más taquillera de las doce rodadas), firmemente instalada durante meses entre las diez más taquilleras de 2013, relativa aclamación crítica (algo más mezclada que "Star Trek", pero no tan mal tampoco)... Ahora sólo falta la prueba de fuego, la definitiva, el sello definitivo de calidad sin la cual una peli no puede siquiera aspirar a un hálito de eternidad: ¿recibirá un comentario positivo acá en Cine 9009? La respuesta, en el párrafo siguiente.
¿POR QUÉ VERLA?
-- "Star Trek: En la oscuridad" es una peli sin lugar a dudas divisiva. Tiene sus aspectos positivos, y tiene sus deudas. Debemos partir de la base de que se repite toda la plana mayor de "Star Trek" (J.J. Abrams en la dirección, Abrams/Lindelof produciendo, Orci/Kurtzman en los guiones, y Michael Giacchino silbando con la ventana abierta), por lo que lógicamente, "Star Trek: En la oscuridad" es más de lo mismo, para bien o para mal. "Star Trek" tuvo la virtud de haber remecido un poco la franquicia y haberla llevado por un nuevo derrotero, pero al precio de amenazar con convertirla en otra franquicia genérica de Ciencia Ficción más. Consiguió mantenerse en equilibrio, pero era fácil descarrilarse, y sólo las secuelas dirían si se mantendría el sabor Star Trek o la franquicia se convertiría en otra muestra de cine fast food. En ese sentido, "Star Trek: En la oscuridad" hace un intento serio y sincero por no terminar de venderse por completo, de seguir teniendo un perfil propio y de no transformarse en Ciencia Ficción a lo Michael Bay. Pero el intento, como que no termina de cuajar del todo. No es que fracase, tampoco. En algunos respectos lo logra, en otros... no tanto. El Star Trek clásico, desde luego que no es. Por otra parte no podría serlo, simplemente porque ya no estamos en los '60s, y el discurso humanista como que a la gente le suda un resto. Por el otro, esta peli triunfa allí donde fracasó "Viaje a las Estrellas: Némesis": en crear una peli Star Trek darkier and edgier, una en donde no terminemos con ceguera crónica de tanta luz semidivina que se irradia desde ese futuro utópico. Parte importante de esto radica en una cuestión de credibilidad. Estamos dentro de una continuidad alternativa en donde un planeta entero de la Federación, Vulcano, se lo cargaron tranquilamente, y por lo tanto parece bastante más justificado que la Federación actual se vea y sea mucho más militarizada y dispuesta a todo que la clásica. En ese sentido, puede verse como una revisitación de los temas ya planteados en "Viaje a las Estrellas VI: La tierra desconocida", aunque por supuesto sin el filo humanista de dicha peli, ya que "Star Trek: En la oscuridad" es mucho más cínica y negativa (y menos profunda a nivel de guión, admitámoslo). Ya de hecho, la incorporación de la ominosa Sección 31 a bordo de esta continuidad alternativa (que ya había aparecido en las series televisivas, y no para bien, porque son los "black-ops" de la Federación, piénsese en que si la Federación es algo así como Estados Unidos del Espacio, entonces la Sección 31 es algo así como la CIA orquestando golpes militares a mansalva para hacerse una idea) debería decir algo sobre el rumbo que está tomando. Hasta ahí la cosa iba bien. Pero por desgracia se pegan un balazo en el pie y se hunden sin remedio, al tratar por todos los medios de ser un remake de "Viaje a las Estrellas II: La ira de Khan", con el malvado terrorista John Harrison en el lugar de Khan, directo desde la estructura de la peli (la escena inicial en Nibiru es casi una "secuencia de precréditos" en plan peli Bond, pero en directa réplica al test del Ko... bayashi Maru... Koyabashi Maru... como se escriba... con que se abría la mítica de Khan, incluyendo supuesta muerte de Spock) hasta detalles e inclusiones que llegan a ser realmente irritantes y molestas, porque no hacía falta forzar tanto las comparaciones (escenificar el final de "La ira de Khan" con los roles de Kirk y Spock revertidos terminó resultando una pésima idea: si simplemente copias-y-pegas un guión cambiando los nombres y sin entender nada del componente emocional de la escena, lo que te sale es... lo que te sale. Eso). Al menos, un aspecto de "La ira de Khan" que trasladaron bien a esta especie de remake bastardo es el tema de la responsabilidad, algo que Kirk debía aprender por las malas en la peli de 1982 (de hecho, todos los infortunios de esa peli ocurren porque Kirk, de una manera u otra, no se hizo responsable de tales o cuales cosas), y que aquí un Kirk más joven también debe aprender (y admitámoslo, ese arco argumental de la peli está desarrollado con honores). También es una suerte que Abrams y su equipo de adláteres le hayan pescado el pulso a Star Trek, y hayan rebajado un tanto los aspectos mesiánicos que tanto lastraban a la "Star Trek" de 2009 (Star Trek nunca ha sido sobre mesianismo, sino sobre humanismo, y esa perspectiva mesiánica y cristianobajera es algo que le vendría muy bien por ejemplo a Star Wars, en donde se supone que Abrams está trabajando ahora). La peli puede que no sea muy trekkie en cuanto a que es bastante oscura (el consabido síndrome "The Dark Knight", barriendo a diestra y siniestra en el cine desde 2008), pero al menos mantiene el conflicto dentro de una dimensión humana, dejando de lado temas como "el destino" y otras zarajandas similares. Veremos si la próxima entrada (en 2017, al paso en que vamos) conseguirá mantener el paso.
-- Desde el punto de vista popcornero, la peli cumple bien. Es entretenida, tiene ritmo, y consigue enhebrar bien escena de acción tras escena de acción sin resultar saturante como por ejemplo "El Hombre de Acero". El elenco principal está mucho más sólido y firme en sus roles, y actúan mucho más como una tripulación que como estrellas de cine convocadas a hacer causa común en algo que como que no lo terminan de entender del todo bien. Benedict Cumbia... er... Cumberbatch como John Harrison es un excelente villano, además de uno inusual para la franquicia (uno que confía en ser ejército-de-un-solo-hombre en vez de capitán de "la nave espacial de los villanos"), lo que por supuesto confiere a los duelos de la peli un carácter menos espacial y más físico, y por lo tanto más personal. Alice Eve como Carol Marcus es la prueba viviente de que estamos en una continuidad alternativa a la anterior (porque la Carol Marcus de "La ira de Khan" no parece haber tenido entre sus aficiones la de ir a tonificarse al gimnasio como ésta), y actuar lo que se dice actuar, poquito, pero por otra parte está contratada para lo que está (la escena gratuita esa de lencería), así es que no vamos a pedir más. El guión, entretenidillo y funcional si no se lo mira muy de cerca, porque tiene más de algún agujero de guión de importancia (la ecuación transwarp es la más sangrante, aunque también está todo el absurdo de los misiles, que el villano se mande un Joker-Loki-Silva y se rinda a mitad de peli para seguir su plan maligno desde el cautiverio, o la no demasiado bien manejada cuestión Klingon). La banda sonora de Michael Giacchino por otra parte, que ya se había mandado una enorme para "Star Trek", pero que aquí está más flojito y compone casi de encargo, durmiéndose en los laureles. Vale que James Horner en el fondo para "Viaje a las Estrellas III: En búsqueda de Spock" también aplicó copy-and-paste respecto de su trabajo para la anterior... "La ira de Khan" (¿ya ven? Todo reconduce ahí), pero lo de Horner no fue ni de lejos tan flagrante como lo de Giacchino. En fin, tenemos lo justo y preciso para que la franquicia trekkie se mantenga con buena salud, y aguante algunas entregas más. Aunque más de cara al público general no excesivamente exigente, que frente al trekkie promedio, que suele ser un poco más refinadito de gustos (o relamido. O pijo. Aplíquese el calificativo que mejor corresponda). O salvo que terminen mandándose un gambazo como "Viaje a las Estrellas V: La frontera final", por supuesto, posibilidad que ha planeado siempre omnipresente sobre la franquicia.
IDEAL PARA: Los que les haya gustado la entrega anterior del Startrekabramsverso, y fanáticos de la Ciencia Ficción más aventurera en general.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
jueves, 19 de septiembre de 2013
"El ataque" (2013).
-- "White House Down" (título original en inglés), "La caída de la Casa Blanca" (título en México), "Asalto al poder" (título en España). Estados Unidos. Año 2013.
-- Dirección: Roland Emmerich.
-- Actuación: Channing Tatum, Jamie Foxx, Maggie Gyllenhaal, Jason Clarke, Richard Jenkins, Joey King, James Woods, Nicolas Wright, Jimmi Simpson, Michael Murphy, Rachelle Lefevre, Lance Reddick, Matt Craven, Jake Weber, Peter Jacobson.
-- Guión: James Vanderbilt.
-- Banda Sonora: Harald Kloser y Thomas Wanker.
-- "El ataque" en IMDb.
-- "El ataque" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Nuestro prota es... a ver, veamos qué cliché corresponde aquí... ah, sí. Chico rebelde ansioso por ascender en la escala social. En este caso, ascender en la escala social significa ser del Servicio Secreto de los Yueséi. Aunque habla con las ardillas. Seriously. El sentido del humor de Roland Emmerich no conoce fronteras. (En serio: Habla con las ardillas). En fin, el caso es que este chico es... es... veamos la clichepedia... eso es, tiene una ex y una hija, con las que se lleva, veamos... veamos... no se lleva bien por estoquello. Mein Gott, ich liebe Klischees! El caso es que él se olvidó de tal o cual compromiso de la hija (una presentación de chirlíder tipo flamear banderas, cosiacas asá... créanme que ESTO SE TRANSFORMARÁ EN UN PUNTO CAPITAL DE LA PELI MÁS ADELANTE, a la manera de Emmerich que nunca sabemos si se está riendo de nosotros, o con nosotros, o nosotros de él, pero en fin). Pero se va a reconciliar porque, verán, trae unos tickets para... ¿ver la última de Crepúsculo? ¿Patinaje sobre hielo? ¿Ir al Festival de Helados del año? No, mein Gott, que nuestro padre masho recio que sabe de chicas... elige llevar un ticket para invitarla a un paseo guiado por la Casa Blanca (que se ha conseguido, cabrón malparido, haciéndose el lindo con una mina que está verde por comerle too el... er... tiempo de atención, eso es). Y... ¡resulta que conoce a su hija! ¡Porque no es el padre petardo de Furúncul... er... Crepúsculo, sino que su hija es NERDY por la Casa Blanca! Seriously, la cría es una empollona de cuidao porque ELLA ES EL FUTURO DE LA PATRIA, suponemos. Y como ya sabemos por el trailer la que va a pasar, ya estamos llevándonos las patas a la cabeza porque estará metía una niñata insoportable en too el follón que se viene. Bueno, al menos es más simpática que la pijilla ésa de Fur... er... Crepúsculo. En fin, en qué estaba. Ah, sí. Vemos algunas escenas en paralelo en donde, Emmerich' style, vemos a otros miembros del dramatis personae. Uno es el Presidente de Estados Unidos. Un negro pacifista nerdy que por eso mismo lo vamos a llamar Falsobama, no porque Barack Obama sea un falso (bueno... ehm...), sino porque no me acuerdo del nombre del personaje, por eso y por mis santos reverendos cojones. Y que es el bueno porque... ¡¡¡TIENE UN PLAN DE PAZ PARA EL MEDIO ORIENTE!!! Y por si no nos quedara claro que es el bueno... ¡¡¡SUS ENEMIGOS SON EL COMPLEJO MILITAR INDUSTRIAL!!! La otra es una chica del servicio secreto que creíamos que se la habían piteado en la del Dark Knight, y vieran ustedes que sigue viva. El jefe de la anterior, cabeza del Servicio Secreto, blablablá. Los técnicos con mirada de sospecha que es de verlos y sabemos que van a ser lo que la van a liar parda, a qué enchufáo incapaz de hacer su pega tenían revisando los antecedentes del personal. En medio de todo eso, nuestro prota conflictivo mal padre y too, tiene la entrevista en donde la chica del servicio secreto, que parece que resulta ser por coincidencia coincidenciosa un antiguo colchón del sujeto, termina por decirle que oye, nene, tú no sigues las reglas, tú no eres de fiar, no podemos contar contigo, salvo que por una enorme y terrible vuelta del destino ocurra un ataque terrorista en donde todos los protocolos salten en pedazos y necesitemos un héroe que haga sus propias reglas para que juegue el juego, pero hasta ese minuto no hay pega para tí, pero cuando quede la cagada te llamamos para que las arregles, ¿sí que sí? Urg... Y de pronto, ¡¡¡BOOM!!! Bombazo. Porque si hay algo que hace feliz a Roland Emmerich, es reventar la Casa Blanca peli sí y peli también (bueno, destrozada lo que se llama destrozada, más bien por el interior, pero no se desploma entera. Por una vez en la vida. Se nos hace viejo el Emmerich éste, he is too old for this shit). Y luego, en true fashion Duro de Matar, salen los villanos y se toman la Casa Blanca. Y bueno, ya saben lo que pasa cuando ocurre una enorme y terrible vuelta del destino con un ataque terrorista en donde todos los protocolos saltan en pedazos y se necesita de un héroe que haga sus propias reglas para que juegue el juego, y justo en el momento y lugar hay un héroe que hace sus propias reglas para jugar el juego. Pues que el héroe que hace sus propias reglas se pone a jugar el juego, y lo juega a ganar, claro. Que con la SANTA MADRE YANKILANDIA NO SE JUEGA, JOER. Dolor, lo que se llama dolor del bueno, en esta peli no vamos a ver (mucho). Pero risas, de ésas sí. Leñe con tío Emmerich, la ha vuelto a pasar otra vez.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
A estas alturas del partido, Roland Emmerich es un cineasta que no tiene que probarle nada a nadie. Después de todo, está en el top ten de directores que han recaudado más dinero en la historia del cine. Claro que su carrera ha sido un poco complicada. O sea, cuando lo tuyo es cine de desastres, todo se vuelve una eterna fuga hacia adelante en donde cómo lo hacemos para que la próxima peli sea lo más de lo más. Y así llegó hasta "2012", en donde se cargó la Tierra entera porque, bueno, era el siguiente peldaño en la escala. Y con muy buen criterio, Emmerich dijo que hasta ahí llegaba, que lo siguiente era un back to the basics, que iba a tratar de probar suerte con otras cosas. Bueno, con lo que probó suerte es con "Anónimo", y anónimo le gustaría haber sido él como director porque, pobre hombre, el cine histórico no es lo suyo (no si no puede meter una buena explosión, a lo menos), la intriga política se le escurrió de las manos, y en general mostró demasiado sus limitaciones como cineasta. Así es que volvió a lo suyo. A la aventura pura y dura, ojalá con hartas explosiones. Sobre un guión de James Vanderbilt, hombre que puede deslumbrar con "Zodíaco", dejar más o menos bueno-ya con "El sorprendente Hombre Araña", o simplemente PUAJ-KOGH-ARGH con "Básico y letal" (y bueno, ahora para 2014 vienen el remake "Robocop", y "El sorprendente Hombre Araña 2"). ¿Y qué tal salió la jugada? Pues en la crítica, más o menos, bueno-ya, sí-com-sá. La taquilla, no respondió. Esperablemente. ¿Una peli de Roland Emmerich en donde NO EXPLOTA EL MUNDO? ¿Sobre un icono tan patriotero como la Casa Blanca? ¿¿¿EL MISMO AÑO EN QUE SE ESTRENÓ "ATAQUE A LA CASA BLANCA" CON EXACTAMENTE EL MISMO TEMA??? Joer la mala suertecita.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por lo inevitable. "Ataque a la Casa Blanca" versus "El ataque". Si "Ataque a la Casa Blanca" era la versión seria, adusta, republicana del tema, "El ataque" es la versión cachonda e irónica de la misma. Es poco probable que a alguien le guste AMBAS pelis. Los fanáticos de la primera dirán que "El ataque" es cliché, formulaica, acción tirando a aburridona, y humor ramplón. Los fanáticos de la segunda dirán que "Ataque a la Casa Blanca" es demasiado ceñuda, patriotera, y ridícula en su grandiosidad. ¿Quién tiene la razón? Bueno, probablemente un poco los dos. De cualquier manera, sirva este proemio para indicar lo obvio: tenemos más Emmerich. Con sus virtudes y sus defectos. Como de costumbre, es clara la vocación emmerichiana de crear un entretenimiento ligero, nada demasiado sórdido y oscuro, y en particular, hacer un poco de suave ironía sobre la realidad política contemporánea. Este sentido de no tomarse demasiado en serio ni tratar al público con condescendencia es lo que diferencia a un Roland Emmerich (bien) de un Michael Bay (mal) por ejemplo. Es una peli hecha desde el guiño cómplice, desde el "sabemos que lo que estamos mostrando es MUCHO MUCHO MUCHO DEMASIADO, pero haremos cuenta de que nos lo creemos y pasamos un buen rato contando historias junto a la hoguera mientras se asa la pierna de carnosaurio, ¿OK?". Es esta saludable autoconciencia lo que libra de la quema a una peli que parecía condenada desde el minuto 1 por juguetear con los sagrados símbolos de la democracia yanketa. Porque Roland Emmerich no pierde tiempo también en criticar a su patria adoptiva: los malos son el complejo industrial militar, por supuesto (no es un gran spoiler, es algo que se viene dejando caer casi desde el minuto 1), y sus matones a sueldo son ex soldados de mierda, y escoria supremacista blanca. La peli incluso se permite juguetear con echarle la culpa a los terroristas musulmanes, para después dejar bien en claro que los extranjeros no tienen nada que ver en el tinglao, y que el verdadero enemigo de la democracia es el enemigo interno (compárese con "Ataque a la Casa Blanca" con su maniqueísmo entre yankis ultrabuenos versus coreanos malos como espinilla infectada en el culo). Aunque a Falsobama no se lo cree nadie porque, bueno, el personaje está revestido de un aura de tío bueno que hoy por hoy al auténtico no se la compra nadie (y menos que nadie, los que están haciendo petición de firmas para transformar al PRIMER PRESIDENTE NEGRO en EL PRIMER DESPOSEÍDO DEL PREMIO NOBEL, como a la PRIMERA MISS AMERICA NEGRA fue la PRIMERA MISS AMERICA DESPOSEÍDA, ironías de la vida). En definitiva, una peli para ver con el espíritu liviano, dispuesto a entretenerse un rato con humor algo facilón y jugueteo con los clichés y convenciones del género.
-- Un gran punto de esta peli, es el elenco de actores. Parte importante de la credibilidad de esta peli (que de otra manera hubiera hecho agua cosa mala) es lo jugado que está el elenco por el resultado final. O sea, la peli podrá tener su punto de ironía, pero los actores son totalmente serios... sin pasarse al extremo contrario de posar forzados o BIGGER THAN LIFE. Channing Tatum, actor que nunca ha conseguido encontrar del todo su nicho, aquí está en su salsa, y en realidad debería actuar más como héroe en las pelis de Emmerich porque su estilo de, ehm, "actuación", encaja a las maravillas de lo que se espera. Joey King por su parte consigue el enorme milagro a sus cortos catorce añitos de que SU ANTIPÁTICO PERSONAJE DE PERGENIA SABELOTODO MIERDA TERMINE AÚN ASÍ CAYENDO SIMPÁTICA (Joey King es una seria contendiente a actriz de cuidao en los próximos años: se ha paseado casi invisible en la trastienda pero siempre dejando su marca en pelis como "The Dark Knight Rises" y "Oz el Poderoso", y no creo exagerado afirmar que puede llegar a ser toda una Anne Hathaway con el paso del tiempo y los años de circo, si es que no descarrila su carrera a la manera espectacular de una Lindsay Lohan por ejemplo). Jamie Foxx como Falsobama está bastante bien (sin pasarse, ha tenido mejores roles, aunque por otra parte el que le cayó aquí...). Maggie Gyllenhaal por su parte le aporta bastante credibilidad a un rol que en realidad es bastante plano. Y cuando el jefe del Servicio Secreto a punto de sufrir una muy peculiar variante de retironía (vamos, es una peli de clichés, no me van a decir que no lo veían venir, ¿no?) viene interpretado por el gran e inmenso James Wood chupando cámara como contratao, entonces estamos de lo mejor. Puede que el guión sea cliché, puede que la política presentada en la peli a veces se pase de roscas en martillar su mensaje, puede que la realización a ratos tenga casi nivel de telefilme, pero con dicho elenco tienes una pieza clave sin la que ninguna peli puede sostenerse: esa vocecita interior que te dice ME IMPORTA LO QUE LE PASA A ESTOS PERSONAJES, ME INTERESA SABER CÓMO VAN A SALIR DE LA SITUACIÓN.
IDEAL PARA: Ver la enésima peli de ataque contra los Estados Unidos, perpetrada con todo el gozo sarcástico del mundo.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
domingo, 15 de septiembre de 2013
"Hooligans: Defiende a los tuyos" (2005).
-- "Green Street" (título original en inglés, para Inglaterra), "Green Street Hooligans" (título en inglés para distribución internacional). Estados Unidos / Inglaterra. Año 2005.
-- Dirección: Lexi Alexander.
-- Actuación: Elijah Wood, Charlie Hunnam, Claire Forlani, Marc Warren, Leo Gregory, Geoff Bell, Kieran Bew, Henry Goodman, Christopher Hehir, Terence Jay, Ross McCall, Francis Pope, Rafe Spall, David Alexander, Oliver Allison.
-- Guión: Dougie Brimson, Lexi Alexander y Josh Shelov, basados en una historia de los dos primeros.
-- Banda Sonora: Christopher Franke.
-- "Hooligans: Defiende a los tuyos" en IMDb.
-- "Hooligans: Defiende a los tuyos" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En una de esas habitaciones universitarias de Estados Unidos que se prestan para tantas marranadas de ésas que sabemos, vemos que Elijah Wood es expulsado casi a punto de titularse. ¿El cargo? Esnifar blanca. Sólo que no es suya. El azúcar pertenece a su compañero de cuarto que, como buen WASP yanki, tiene apellido gay. Cabrón malagradecío, mira que incriminar al tipo que nos salvó a todos arrojando el Anillo Unico en el Monte del Destino (bueno, casi... dejémoslo hasta ahí). El caso es que el hilo se corta por lo más delgao, el otro tiene influencias y Elijah Wood no, así es que el pobre termina en Inglaterra, en la casa de su hermana. Sólo que su hermana está matrimoniá con un inglés. Que, miren ustedes por donde, no es de esos ingleses estiradetes de peli comercial promedio, sino uno más bien proleta de ésos de cine inglés (aunque, vamos, hasta para ser proletas los ingleses tienen estilo, que no es lo mismo ser proleta en una de esas casas pareadas con maceteros y geranios en las ventanas, que serlo en una población lumpen chilena, y eso que los chilenos son los ingleses de Latinoamérica). Y el inglés al mismo tiempo tiene un hermano, que llega justo a tiempo a sablear algunas libras y peniques. El cuñao del prota, como tiene entradas para un espectáculo de estoquello con su señora (que es Claire Forlani en sus buenos años, así es que no es para culparlo por querer hacer al mundo entero a un lado para estar con su churriñurri), el muy cabrón decide enchufarle el Elijah Wood al hermano, para que ambos dejen de jorobar. Porque si hay algo que haces por tu esposa, es mandar el hermano de la esposa al estadio con el concuñado hooligan. Aweonao. Al principio, el concuñao de Elijah Wood medio fastid... ¿perdidos? Veamos. Elijah Wood, hermano de Claire Forlani (la buenorra), que es esposa del proleta inglés (el cabrón), que a su vez es hermano del hooligan. ¿Nos entendemos ahora? Bien. El caso es que el hooligan maldita sea si le enchufan el amigo americano, así es que primero trata de hacer lo que todo hooligan que se respete hace: asaltarlo (aunque sea su concuñao...). Pero al final, el hooligan encuentra a Elijah Wood tan patético y aweonao, que hasta le cobra cariño y too (únete al club). Sucede lo inevitable: que como Elijah Wood se siente estorbando en la casa de la hermana, y aceptado entre los hooligans (bueno, al principio no, ya saben, por aquello de "debes ganarte tu lugar entre nosotros y tal"), termina convirtiéndose él mismo más y más en un hooligan. ¿Terminará encontrándose a sí mismo entre los románticos rebeldes del fútbol? Déjenme darles una pista. Es una peli inglesa pero financiada además con capitales yanketas. ¿Desde cuándo una peli financiada con capitales yanketas acaba dándole la razón a los rebeldes? Star Wars no cuenta, en Star Wars los rebeldes son rebeldes, pero es que el Imperio se había rebelado antes, y rebelde que se rebela contra rebelde tiene cien años de perdón. Así es que, repito: ¿desde cuándo una peli financiada con capitales yanketas acaba dándole la razón a los rebeldes...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En el cole a todos les enseñan que la historia va de la Antigüedad, en donde todos eran déspotas orientales salvo esos majos griegos y romanos, a la Edad Media en donde todo eran tinieblas y teocentrismo, a los Tiempos Modernos en donde hubo un poco más de libertad económica e intelectual, y finalmente la Epoca Contemporánea en donde hay libertad, democracia y derechos humanos. Aunque a poco de rascar, uno descubre que la Historia no es tan lineal y que cambian los actores y las causas, pero las luchas siguen siendo más o menos las mismas: los de arriba siempre buscando una parcelita adicional de opresión, y los de abajo siempre buscando sacudirse el yugo de la opresión para... ¿construir un mundo mejor? ¡No, joer! ¡Para oprimir a su vez, leñe! ¿Y qué pasa con los perdedores del sistema, los fracasados, los que nunca llegarán a oprimir a nadie más? Pues construirse sus propias parcelitas, sus feudos, aprovechando los intersticios del sistema. Como aprovechar el derecho de libre reunión y asociación para crear barras bravas y transformar los campeonatos de fútbol en batallas campales en donde desquitarse de los demás rompiendo cosas, y a veces huesos. Porque eso del patriotismo y la democracia está bien, pero a la hora de ir a la guerra, qué prefieres: ¿Ir a la guerra por tu país y regresar convertido en un inválido de mierda con desorden postraumático estilo Rambo, y todo para que TU PUTA VIDA NO MEJORE NI UN MILIGRAMO PORQUE LOS BENEFICIOS DE DICHA GUERRA SE LO VAN A QUEDAR LOS PECES GORDOS QUE NO DISPARARON NI UN PUTO TIRO? ¿O prefieres ir a la guerra por tu equipo de fútbol, gente que al menos te proporciona 90 minutos de sano entretenimiento deportivo (con 30 adicionales en caso de empate), con la ventaja de que además ES UNA GUERRA QUE COMO SE PELEA CON PIES Y PUÑOS TIENES UNA MUCHA MEJOR PROBABILIDAD DE GANAR O AL MENOS REGRESAR VIVO Y EN UNA SOLA PIEZA? La respuesta está clara. Está tan clara, de hecho, que se ha transformado varias veces a lo largo de la Historia en política de estado, desde los Juegos Olímpicos de 1936 hasta el juego de rugby ése explotado por un Nelson Mandela tan maquiavélicamente brillante que hasta para adaptación al cine bajo título de "Invictus" dio y too. Y bueno, así surgieron los hooligans europeos, las barras bravas latinoamericanas... a las que, a pesar de todas las rasgaduras con puñales en la vestimenta y cenizas en el pelo por parte de las autoridades que lamentan los heridos y destrozos, en realidad tampoco es que hagan mucho por apretarles las tuercas ya que, como sabemos, el fútbol mueve millones, y muchos de esos millones de repente terminan, así como así, quién sabe cómo, de pura chiripa nomás, financiando campañas políticas. Incluyendo el sueldo de honorables políticos. En billetes que, miren ustedes por donde, después aparecen en los bolsillos (¡o las ligas!) de alguna estriptisera o nudista por ahí. Por pura casualidad, que nadie vaya a pensar mal, caray, que estos billetes viajan a su bola y después miren ustedes dónde uno se los encuentra. El juliganismo no es que se trate de un subproducto lamentable-pero-inevitable de nuestra vida en democracia. El juliganismo en realidad es una muestra del fracaso de la democracia, o al menos de una manera de hacer democracia, LA NUESTRA, por la sencilla razón de que UNA DEMOCRACIA INCLUSIVA Y PARTICIPATIVA NO EMPUJARÍA A TANTAS PERSONAS A REALIZAR CONDUCTAS ANTISOCIALES DE ESA CALAÑA CON TANTA IMPUNIDAD. En medio de todo esto cayó la peli "Hooligans". En la que Elijah Wood tenía interés porque, bueno, sobre él pendía la larga sombra de "El Señor de los Anillos" y tenía miedo de quedarse encasillado como el tierno y criptogay Frodo (aunque su rol en "Hooligans" tiene también mucho de tierno y criptogay, jejejé...), razón por la que también aceptó el rol de creepy serial killah en "Sin City". No te preocupes, Elijah, que lograste sacudirte el typecasting y ahora ya no mucha gente te contrata para hacer de Frodo over and over again. Bueno, ahora ya no mucha gente te contrata para hacer cualquier cosa en realidad, pero lo principal era que no te contrataran para hacer de Frodo over and over again, ¿verdad...?
¿POR QUÉ VERLA?
-- Al contrario que muchas pelis en donde el cine se mete a explorar un submundo marginal y con sus propios códigos, haciéndolo de manera condescendiente para que la audiencia pueda tener seguras y confortables reacciones que oscilen entre el "lo sabía, son unos payasos" y "lo sabía, son unos cabrones de mierda", o por el contrario, que crea alrededor de ellos un aura romántica que los distorsiona más allá de todo reconocimiento (seriously, ¿ustedes han visto a Jack Sparrow y su tripulación de piratas de "La maldición del Perla Negra" y secuelas hacer algo remotamente cercano a VERDADERA PIRATERÍA, como asaltar una nave, saquear un puerto, matar, incendiar y violar? No, ¿verdad?), "Hooligans: Defiende a los tuyos" consigue transmitir una imagen más o menos desapasionada del fenómeno del juliganismo. Debe influir el hecho de que este proyecto sea más inglés que yanketa, salvo por las inevitables inyecciones de presupuesto. Y debe influir también que fue el primer bebé fílmico de Lexi Alexander, una realizadora que dista varias leguas del perfil común del cineasta mercenario (a saber: 1.- Es mujer, 2.- Es alemana y alemana-no-judía, y créanlo o no, 3.- Es campeona de karate). Y que cuando ingresó al sistema, se llevó un fiasco de proporciones ("The Punisher: Zona de guerra"). El caso es que la peli ofrece un retrato bastante ecuánime del juliganismo, ensalzando tanto sus puntos fuertes como los débiles. A veces carga las tintas un poco demasiado, en particular gracias a un guión un poco demasiado bien estructurado para que todo ocurra a conveniencia (los ejemplos más flagrantes son que el prota haya estudiado periodismo, lo que se transformará en un punto de la peli, o la muy adivinable difícil-de-adivinar identidad del mítico hooligan desaparecido), pero nunca resulta moralista ni intenta sermonearnos acerca de lo maaaaaalos que son los hooligans, o por el contrario, venderlos como lo más cool de lo cool. A través de la peli es fácil entender por qué a pesar de ser unos losers sociales (y en buena medida precisamente por ello), los hooligans forman una especie de gran familia en donde pueden sentirse acogidos los que no tienen acogida en ninguna otra parte. Y esto, sin perder de vista por otra parte todo el sinsentido que representa la violencia júligan, en particular la que se sale de madre y deja heridos e incluso muertos en el camino. Como decía, la peli deja que el espectador se forme sus propias conclusiones. El mecanismo narrativo de poner a un yanketa metido entre los hooligans puede ser algo irritante como concesión a la estupidez del espectador promedio yanki, que no puede seguir una historia sin un personaje surrogatorio que sea de su raza para verlo todo con ojos similares a los suyos, pero el buen quehacer de Elijah Wood permite sortear ese escollo sin dificultades. En donde la peli se queda algo corta, es en describir el juliganismo en términos sociales. No es que la peli no lo intente. Un diálogo clave de la peli nos revela el desprecio de un personaje hooligan por la Guerra de Irak, irónico si se considera que ser un hooligan es más o menos estar en permanente estado de pie de guerra contra otros hooligans. En otro punto de la peli, el hooligan que hace de niñera le enseña a Elijah Wood que debe pasar desapercibido bajo las cámaras de seguridad, una alusión directa a la cultura de la invasión de la privacidad y de la supervigilancia orwelliana que se instaló en el mundo post 9-11. Por desgracia estas alusiones y tintes son sólo esto, alusiones y tintes, y faltó más bravura en redondear el concepto (pienso por ejemplo, en un contexto muy diferente, "Fiebre de sábado por la noche" se lleva un festín contraponiendo la brillante cultura disco a la brutal realidad cotidiana de sus personajes perdedores). Pero es un caso de "pudo haber sido mejor", no de peli fallida ni mucho menos. "Hooligans: Defiende a los tuyos", con sus logros y sus fallas, es casi una peli imprescindible para entender y conceptualizar muchas cosas: la manera en que nos relacionamos, cómo formamos tribus urbanas, y sobre todo, como la libertad y la democracia a inicios del siglo XXI no funcionan en lo absoluto para los proletarios cuya única salida al final del horizonte es agarrarse a puñetazo limpio con otros proletarios por una causa tan abstrusa como el color de una camiseta deportiva.
IDEAL PARA: Ver una estupenda peli acerca de las relaciones entre el deporte, las tribus urbanas y nuestra sociedad democrática.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
jueves, 12 de septiembre de 2013
"Tiempos difíciles" (1994).
-- "Hard Times". Inglaterra. Año 1994.
-- Dirección: Peter Barnes.
-- Actuación: Harriet Walter, Bill Paterson, Alan Bates, Beatie Edney, Bob Peck, Emma Lewis, Richard E. Grant, Christien Anholt, Dilys Laye, Damian Hunt.
-- Guión: Peter Barnes, basado en la novela de Charles Dickens.
-- Banda Sonora: Stephen Deutsch.
-- "Tiempos difíciles" en IMDb.
¿DE QUÉ SE TRATA?
"Ahora lo que quiero son HECHOS". Cuando tienes un profesor protovictoriano (bueno, dickensiano, eso es) hablando así ante un salón de clases estilo Another Brick in the Wall, ya te va dando cositas, y no de las cositas buenas precisamente. El profesor en cuestión es un educador encantando de conocerse a sí mismo, y que no enseñará a los chicos nada como imaginación o fantasía, sino LOS DUROS HECHOS. LOS FRÍOS CÁLCULOS. LA CRUDA REALIDAD. Tres criaturillas se verán particularmente expuestos a esta enseñanza digna de planes de estudio chilenos. Dos de ellos son hijos del profe, hermano y hermana. La tercera es una chica que venía del circo, y que el profesor, en uno de esos raptos paternalistas de "miren qué bueno soy, cuánta conciencia social, jojojó", decide adoptar. Los tres críos crecen rápido y juntos (¡sobre todo rápido! ¡El ritmo de esta peli es de marearse!). Y bueno, trataré de no atropellarme, pero hay que presentar a otros personajes. El jefe de la fábrica local, un orgulloso self-made-man que como todos los self-made-man de raza, no pierde ocasión de refregarle a los demás en la cara que SOY LA HOSTIA porque miren de dónde vine y hasta dónde llegué. El obrero que no quiere unirse al sindicato por una promesa estúpida que hizo hace un cuanturreón de años atrás. La señora del obrero que no quiere unirse al sindicato y que aparece de repente para envenenarle la vida a su maridito. La criada del dueño de la fábrica, que igual le tiene un ojito puesto y too, porque se sabe que todo mal jefe se casa con su secretaria, pero toda buena secretaria se casa con su jefe. ¿Me falta alguien? ¡Ah, sí! El estudiantillo aplicadito pobretón-pero-trepa estilo liceano devenido en columnista de diario de derecha, que se lo aprende todito porque quiere llegar a ser ALGUIEN. En fin, el caso es que pasan los años, y el jefe de la fábrica se le ocurre fijarse en la hija del profesor (la hija biológica, no la adoptada... sí, es un chorreón de personajes. Y dicen que es la novela más corta de Charles Dickens, vaya). El profesor, feliz porque es un buen matrimonio (dineri, quiridi, dineri), y le ofrece a su hija una serie de argumentos (¡con HECHOS! ¡¡¡Con ESTADÍSTICAS!!!) en donde prueba más allá de toda duda que ese matrimonio cosa buena es para el funcionamiento de la economía y la prosperidad nacional. (¿Un profesor que está dispuesto a vender a su propia hija núbil a un vejete que le triplica la edad porque eso es lo que se ajusta a los HECHOS DE LA CIENCIA? ¡Joer, que este profesor es un NEOLIBERAL!!!). Pero las cosas comenzarán pronto a salir todo lo mal que pueden salir. En particular cuando aparezca un joven político en el horizonte... Bueno, la cosa se llama "Tiempos Difíciles", ¿no? Hablamos de los inicios de la industrialización en Inglaterra. De la automatización. De la deshumanización. Ya Charles Dickens en esos tiempos primigenios lo criticaba. Dos siglos después, las cosas no se han hecho mucho más fáciles tampoco.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Charles Dickens fue sin lugar a dudas el más grande folletinista inglés del siglo XIX. Dicho sin demérito. Los folletinistas del siglo XIX, esas gentes que publicaban historias por capítulos en la prensa de la época, inventaron prácticamente todos los grandes resortes dramáticos que son explotados hasta el día de hoy por los guionistas de culebrones. El grueso de los folletinistas hoy en día han sido olvidados, por supuesto (vale, el 90% de los folletines eran malos, pero por otra parte, el 90% de todo es malo), pero Charles Dickens ha sobrevivido. En buena medida, porque consiguió plasmar como nadie, en forma de melodrama, todas las tensiones sociales provocadas por la industrialización desregulada en Inglaterra, en donde los plutócratas del carbón y del acero se hacían cada vez más ricos en Liverpool o Manchester, explotando por salarios de hambre y horarios de trabajo indignos a sus obreros sin leyes laborales ni de previsión. No es que Dickens fuera un adalid de la revolución social ni mucho menos, pero él mismo había trabajado de joven en una de esas fábricas, así es que sabía de lo que hablaba, y no quería callar la indignación que le provocaban los excesos de un grupito muy pagado de sí mismo que se llenaban la boca con eso de "dejar hacer, dejar pasar, el mundo marcha solo", "las regulaciones atentan contra el libre mercado", "la economía funciona de manera más eficiente si el Estado no se mete", "flexibilización laboral", etcétera. No en balde, los neoliberales actuales le añadieron el prefijo "NEO" porque quieren ser igualitos a los liberales del XIX. Y están ganando la batalla, porque con la desregulación salvaje, el cheque en blanco a la banca, la cooptación de la clase política y la erosión de los derechos sociales, el siglo XXI está empezando a tener un regusto a XIX que le falta la pura absenta y el opio, leñe (bueno, ya no se hacen guerras imperialistas por el opio. Pero sí por la coca. Las drogas cambian, las tendencias sociales permanecen). Porque la Historia se repite primero como tragedia y luego como comedia, porque al menos los economistas liberales del XIX eran absolutamente serios en lo que decían, mientras que los neoliberales actuales no son más que una manga de payasos de quienes su público no se ríe porque, bueno, ellos son muy selectivos con el público al que invitan a sus conferencias en sus think tank en primer lugar. Debido a la relativa ausencia de melodrama (no es que no haya, pero es que en comparación a "Oliver Twist", "David Copperfield" o "Grandes esperanzas"... en esta novela hay una huerfanita, es cierto, porque es una novela de Dickens, pero no lo pasa ni de lejos tan mal como los otros huerfanitos dickensianos), así como su fijación en el discurso doctrinal, esta novela no es tan popular. Lo que no quita que haya sido adaptada algunas veces. Como por ejemplo esta miniserie de la BBC (bueno, de BBC School, lo que no augura grandes valores de producción precisamente) que para la distribución internacional fue convertida en una peli de dos horitas de duración. Que no tuvo ningún éxito, quizás porque no salía ningún robot transfórmer asesino. Dickens, te estás quedando obsoleto.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Estamos frente a una peli densamente doctrinal. El punto entero es básicamente agarrar al utilitarismo por las solapas, tironearlo al piso, y arrastrarlo por el fango. La primera mitad está dedicada a construir el discurso: vemos como el profesor educa a tres jóvenes y les enseña que el mundo será un lugar mejor con la fría lógica y el cálculo mesurado en vez de esas bajas pasiones, al tiempo que hay pistas que vinculan al movimiento obrero con dichas bajas pasiones (a qué me suena eso...). La segunda mitad explora cómo sale el pastel después de horneado. Porque a saber que las cosas terminarán estallándole en la cara al profesor: su hijo le saldrá un apostador, un dilapidador y un vago porque se rebela contra la educación castradora de su padre, su hija será infeliz en un matrimonio sin amor con un vejetemerda, y la hija adoptiva, curiosamente, será la más feliz del ramillete, en buena medida porque es la que más tarada sale para recibir las enseñanzas de su frío y racional profesor. Seriously, la fila estilo conga de humillaciones que sufren los personajes por recibir una educación MODERNA que los prepare para la SOCIEDAD INDUSTRIALIZADA es de verla. Puede acusarse a la peli de que a veces carga un poco las tintas, pero es que, vamos... estamos en una época en la que regresamos aceleradamente al XIX, y ciertas verdades que creíamos ya aprendidas, es necesario volver a repasarlas, porque hay un chorreón de economistas y políticos actuales que están seriamente necesitados de quedar condicionales para marzo. A pesar de referirse al siglo XIX, esta peli es tremendamente actual porque no sólo quedan tarados que no entienden que nosotros el 99% somos demasiado grandes para caer, sino que además a esos tarados les pagan por aparecer como sesudos comentaristas económicos en la tele, por escribir columnas laudatorias de los políticos (sobre todo de derechas) y del sistema en la prensa, y en general proporcionarle todo el espinazo ideológico a esa depravada forma de expolio económico en que se está convirtiendo lo que alguna vez nosotros llamábamos nuestra democracia. El ideólogo que llama estudio económico a su púlpito de adoctrinamiento religioso, y que llama "populismo" o "demagogia" a cualquier intento por desviarse de la sagrada ortodoxia económica friedmaniana, en realidad es descendiente directo del catedrático de esta peli que insiste en los hechos en vez de la emoción. Algo que es particularmente visible en la escena en que el profesor trata de convencer a su hija para que se case con el millonario porque ES LO RACIONAL. Es casi como estar escuchando a los clase media siendo convencidos por ciertos grupos de interés de que "no se puede aspirar a una sociedad más justa porque los hechos y las leyes de la Economía no lo apoyan". En ese sentido, la peli es un must-see para cualquier persona que todavía sea tan estúpida como para dejarse engañar por la charlatanería de unas urracas cuya prédica social sería para reirse, si hubiera algo de cómico para reirse en las interminables hileras de subempleados trabajando hasta 12 horas diarias en el retail por un salario mínimo que apenas les permite más o menos llegar al mes siguiente.
-- ¿La realización? Asín-asín. Aunque es una "inglesa de época", que nadie se espere grandes valores de producción ni mucho menos. La ambientación de época es funcional, pero no suntuosa. Quizás que haya sido producida por BBC School tenga algo que ver con eso (con ese nombre, me sugiere algo así como "producciones para nuestros pupilos ingleses en el salón de clases", un poco en plan Teleduc). Sumémosle a eso una edición y un ritmo agotador, en donde varios personajes (no diré una tonelada, pero sí más que un puñado) se mueven y relacionan entre sí de manera un tanto confusa, en la primera mitad por lo menos. Imagino que siendo Charles Dickens, tuvieron que condensar un montón de desarrollo de personajes y situaciones, lo que termina por conspirar contra el interés que podamos tener como espectadores en su destino. En lo que la peli no falla, es en esa cosa tan inglesa de que hasta el extra con dos líneas de diálogo es un actor entrenado en Shakespeare, y por lo tanto todas las actuaciones son desde excelente hacia arriba. En definitiva, es una peli que exige paciencia, mucha paciencia. Pero recompensa. Al final, todos los personajes y situaciones terminan encajando en su lugar. El final es algo blando, pero es que también es uno de esos folletines, no le vamos a pedir algo tan trepidante. Por un lado, la peli se queda en deuda, pero por el otro, hablamos de Charles Dickens, un autor por lo general bastante intratable a la hora de adaptarlo debido a la longitud de sus historias y a la cantidad de personajes y situaciones que presenta. O sea, el guión es a ratos laborioso de seguir, pero también es de lo mejor que se podía hacer con el material de base.
IDEAL PARA: Hacer un poco de memoria sobre cómo se las gastaban en el XIX para convencerse de que lo malo era bueno y lo negro era blanco.
VIDEOS.
domingo, 8 de septiembre de 2013
"Se presume inocente" (1990).
-- "Presumed Innocent" (título original en inglés), "Presunto inocente" (título en España), "Presumpte innocent" (título en catalán). Estados Unidos. Año 1990.
-- Dirección: Alan J. Pakula.
-- Actuación: Harrison Ford, Brian Dennehy, Raúl Juliá, Bonnie Bedelia, Paul Winfield, Greta Scacchi, John Spencer, Joe Grifasi, Tom Mardirosian, Sab Shimono, Bradley Whitford, Christine Estabrook, Michael Tolan, Jesse Bradford, Joseph Mazzello, Tucker Smallwood, David Wohl.
-- Guión: Frank Pierson y Alan J. Pakula, basados en la novela de Scott Turow.
-- Banda Sonora: John Williams.
-- "Se presume inocente" en IMDb.
-- "Se presume inocente" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
¿Qué es la justicia? ¿Es una especie de eterno ideal que traspasa las fronteras del tiempo y del espacio a lo largo de la existencia humana? ¿O es apenas un grupo de jutres persiguiendo a un sospechoso y montando lo que mejor se puede un caso con evidencias tomadas de un sitio y dejadas en un tiempo en donde no estuvieron, para someterlas a la consideración de un jurado que vaya uno a saber si va a decidir en función de qué? Rusty Sabich está a punto de encontrarlo. ¿Merecidamente? Diríamos que no. Después de todo, es un buen chato. ¿Cómo lo sabemos? Porque viene interpretado por Harrison Ford, por eso, porque a ver, cuándo el sr. Ford ha interpretado papeles, digamos... ha hecho héroes y antihéroes y tipos comunes y corrientes, pero cuándo ha interpretado a alguien malvado o villanesco, ¿verdad? Bueno, alguno por ahí habrá, pero no es lo habitual. En fin, el caso es que él trabaja como abogado en la oficina del fiscal. Y de pronto, una colega suya ná más rrrica aparece violada y muerta en su departamento. Por eso, por rrrica, ¿verdad? (Greta Scacchi en el que quizás es su rol más bomba ever). El fiscal en jefe le encarga la investigación con suma premura, porque estamos en fechas de elecciones para fiscal, y se ve muy mal que un violador anónimo se cargue a una abogada estrella de la fiscalía, más aún si se piensa que ella además de rrrica se especializaba en los crímenes con harto voltaje sexual (maníacos que amarran a sus víctimas antes de violarlas, que violan a niños, que rompen cráneos de niños, cosas así... no me digan que no era morbosa la señora). Al pobre tipo, miren la que le cae. Porque verán, ella tiene una señora y too, pero... buenoooooo... Harrison Ford se la comió. Con too y zapatos. Pero resulta que si sale a la luz que él le pasaba cepillo y escofina (porque Harrison Ford fue carpintero antes de ser actor, ¿ah, lo captan, lo captan? Cepillo y escofina, qué gracioso soy), si sale a la luz el antecedente, adivinen a quién va a ser el primero que van a ir a buscar. Además que la señora sabe que su maridito se mandaba a la rrrica entre pecho y espalda, por lo que la cosa podría incluso empeorar en el frente doméstico (no lo culpamos, Bonnie Bedelia está interesante igual, pero por más camisón que se quiera poner, es medio aburridona la señora, qué le vamos a hacer). Pronto, nuestro héroe (¿?) se entera de que va corriendo una investigación paralela, por lo que todo el asunto podría salirse de madre. ¡Ah! Y entre medio vemos en extensos flashbacks la historia previa. Una en donde la rrrica llega y decide que Harrison Ford está wenón, así es que vamos a ver si podemos cepillárnoslo. Y bueno, cuando el otro demuestra que no tiene mucha ambición ni ganas de triunfar en la vida, la rrrica va y se busca a otro. Porque el cuerpo femenino es para comerciarlo, ¿verdad? Todo este equilibrio inestable pronto se vendrá abajo porque el fiscal pierde la elección, llega su rival, acelera la investigación, y ¡ups! Todas las pruebas apuntan a Harrison Ford, con su mejor cara de niño bueno inocente. Por suerte que por ley, se presume inocente. El título de la peli, ¿eh, lo captan, lo captan? Pero ahora, el abogado del fiscal va a estar del otro lado de la justicia, en el de los acusados, se va a comprar su abogado particular, y además arriesga el cuello con una sentencia capital. ¿Será Harrison Ford otra vez el héroe injustamente acusado en busca de justicia? ¿O esta vez sí que va en serio, y fue Ford el tipo que se cargó a la rrrica? Hagan sus apuestas señores...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Que la vida es injusta y el mundo un puñetero saco de mierda, eso todo el mundo lo sabe. Que el sistema judicial está ahí para enderezar en algo las cosas de una vida injusta y un mundo saco de mierda, también. Y que las endereza a medias porque, verán, es muy válido eso de que la ley es una telaraña que atrapa a las moscas pero deja pasar a los pájaros, pues también. Aún así, la gente ve pelis principalmente por la evasión, por ver historias de buenos bien buenos y malos bien malos porque, verán, para dramones ya está la vida. Entre el ramillete de pelis al respecto están, claro, los dramas judiciales. La fórmula habitual: parte con un crimen, ojalá muy violento, y si es morboso mejor, porque quién diablos quiere ver un drama judicial sobre el campesino al que le robaron las gallinas del gallinero, ¿verdad? Luego, todas las pistas parecen incidir sobre un pobre weón, al que por supuesto arrestan, muestran con toda su angustia, etcétera. Pero el pobre weón es inocente (¿de qué otra manera podría identificarse la audiencia con él?), y el verdadero hechor es otro, y a pillarlo. Paso a... la flamante oratoria de los abogados, el abogado idealista por un lado que defiende a su cliente a capa y espada y cree en su inocencia a pesar de toda la abrumadora evidencia en contra, versus el perro fiscal (generalmente un calvo flaco de lentes, o un gordo grasoso y autoindulgente, o una medio viejona malfollada de moño) que destruye testigo tras testigo tras testigo. Y al último, ¡sorpresa!, la pista que nadie había descubierto o en la que nadie había reparado, no solo exonera al acusado injustamente, sino que además... ¡apunta al culpable! El juez entonces, después de haber sido un perro con los famosos "¡¡¡OBJECIÓN SU SEÑORÍA!!!"-"Ha lugar", tiene su momento de gloria aporreando el escritorio con el martillo y diciendo eso de "¡¡¡SE DECLARA AL ACUSADO INOCENTE... SE LEVANTA LA SESIÓN!!!" - y ¡¡¡BAM!!! con el martillo. El público salta en lágrimas y gritos de alegría, el fiscal mira con cara de CABRÓNDEMIERDAYATEPILLARÉOTRODÍA, el cliente y el abogado se felicitan mutuamente, el cliente habla con su señora y sus hijos... Y todos felices. Y se te cae una lagrimita porque, ¡¡¡LEÑE!!! ¡¡¡SE HA HECHO JUSTICIA!!! Pero las cosas no siempre son así. A veces el criminal es lo suficientemente hábil como para escurrirse limpiando sus huellas. A veces la policía se comporta de manera negligente, o se les va la pista precisa. A veces cometen un error de procedimiento y el acusado queda afuera por un tecnicismo. O a veces simplemente es una cuestión de dónde está el umbral de "más allá de toda duda razonable". Ya saben, no basta con que el acusado parezca culpable, sino que además debe parecerlo a un grado tal, que la inocencia pueda ser descartada de plano, algo más fácil de conseguir cuando el acusado es negro porque ya sabemos que los negros viven en las barriadas y son escoria, que cuando es un blanco, particularmente un blanco respetable con mucho dinero. O bien, que el jurado se haya mandado una sobredosis de "Perry Mason" y por ende si no tiene al testigo confesando el crimen en el estrado lo absuelven porque, leñe, sin confesión no hay culpabilidad, aunque todo lo demás lo incrimine. O han visto demasiado "CSI: Chimbarongo" o "La Ley y el Orden: Unidad de Vigilantes de Equipaje de Aeropuertos" y creen que si no hay cuatro análisis de ADN con 0,0000000000001% de margen de error, entonces no hay suficiente evidencia. O peor aún, que te toque el jurado de O.J. Simpson. Lo cual da origen a ese otro gran subgénero del cine de juicios que es... la manipulación del jurado, desde "La jurado" con Demi Moore en donde le secuestran el crío a una jurado, hasta la injustamente olvidada "Tribunal en fuga" en donde dos bandos en pugna se las arreglan para manipular a un jurado con precisión digna de quirófano (la mejor del subgénero "jurado" sigue siendo "12 hombres en pugna", por supuesto, tan buena que hasta un capítulo de "Reportera del crimen" tenía metida la nariz de Angela Lansbury hinchando las bolas del personal en un homenaje-plagio). En medio de todo eso, "Se presume inocente" no sólo NO es un thriller judicial corriente, sino que toda una subversión de las ideas y tópicos. Basado en una novela, presentó a Harrison Ford cuando éste se preocupaba de, ya saben, cosas como tener una carrera actoral decente. Dirigido por Alan J. Pakula, el tipo detrás de cosas tan variopintas como "Todos los hombres del Presidente", "La decisión de Sophie" (la peli que Homero Simpson dijo que era malísima y sólo la vio para llevarse a Marge a la cama...), "Juegos de adultos" o "El informe pelícano". Por cierto, abundando en trivia, Ford repetiría con Pakula en "Enemigo íntimo", antes de que el pobre director terminara muy maltrecho en un accidente de tránsito (no haré un chiste sobre eso, las personas empaladas por el cráneo sólo son graciosas cuando son villanos de ficción). Y por cierto, sigamos con la trivia, el novelista (un tal Scott Turow, ésta es su primera novela y escribió varias más, ninguna tan exitosa como ésta) después escribió una secuela basado en el abogado defensor (que no he leído, ni visto porque hay una miniserie que se basa en ella), y además otra secuela en donde el prota reaparece veinte años después (hecha como una producción para TNT llamada "Presunta inocencia" en España, que ya les contaré qué tal cuando la vea, como en veinte millones de años más).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es difícil hacer un comentario de esta peli en forma sin mandarse una serie de spoilers, pero le haremos el empeño. Como decíamos, "Se presume inocente" es una subversión en toda regla de las convenciones del thriller judicial común y corriente. La identidad del asesino es precedible para cualquier persona que haya visto cuatro o cinco de estas pelis (leñe, para cualquiera que haya visto procedimentales en TV), pero el recorrido hasta ahí es una montaña rusa. La peli se pone en un punto intermedio entre dos extremos clásicos: por un lado el thriller idealista en donde un hombre injustamente acusado debe defenderse, y por el otro lado el thriller en donde el sistema está corrupto y etcétera. ¿Por qué el fiscal quiere encontrar al asesino de la tipa? Sus motivos no son exactamente puros e inocentes (que va a la elección y además se follaba a la tipa). ¿Por qué el ayudante del fiscal termina acusado? Porque toda la prueba apunta hacia allá. ¿Y lo sueltan por una brillante defensa por parte de su abogado defensor? Sí... y no. No diré más para no mandarme un spoiler, pero en realidad su liberación tiene menos que ver con un interrogatorio brillante contra un testigo, que con lo que diríamos una afortunada coincidencia (no un deus ex machina, nótese, sino una sumatoria de circunstancias que se enredan de una manera bien peculiar las jodías). Lo interesante de esta peli es que todo su argumento funciona por algo que suele ser un tanto raro en esta clase de cine: los diversos personajes tienen motivaciones cruzadas. Habitualmente en estas pelis, hay ciertos personajes tipos: el falsamente acusado, el abogado defensor idealista brillante, el juez por encima de todo y de todos, la pobrecita víctima (o pobrecita o completamente odiosa, sin término medio, para que nos suscite alguna emoción positiva o negativa verla muerta), el fiscal perro, etcétera (por alguna razón, los jurados suelen ser de palo). Esta peli subvierte a todos y cada uno de esos personajes, mostrándolos como seres humanos a la vez atrapados dentro de un sistema que funciona con una inercia propia que no tiene que ver en realidad con la justicia, o al menos no con la justicia como ideal aristotélico diríamos, pero a la vez muestra como cada uno de ellos, dentro de su propia debilidad y mediocridad, ayuda y contribuye a que el sistema judicial funcione de la manera retorcida en que funciona. He encontrado por aquí y por allá comentarios de gente que no le ha gustado esta peli justamente por eso, por esa indefinición en que queda el tema de la justicia, en que todo queda un poco como en el aire, pero ése es justamente el punto de la peli: que la justicia es un ideal abstracto, que no tiene lugar ni cabida en el mundo de las personas de carne y hueso (los gatos somos otra cosa, al que me robe mi plato de Whiskas lo araño). O que tiene lugar en la medida de lo posible, con los recursos y personas de que se dispone, y por qué no, un tanto a la medida de cada persona. Y eso, no como parte de una gigantesca conspiración en donde la casa siempre gana, sino simplemente porque cada gusano trabajando en podrir el cadáver encuentra su propio recoveco y trata de sobrevivir en él. Triste, si se lo piensa bien.
-- Ayuda mucho que esta peli está servida por un elenco en estado de gracia. Harrison Ford es por supuesto quien carga el peso central, y lo hace como los dioses. Su personaje no es un héroe ni mucho menos, sino un pobre weón que ni es un idealista persiguiendo justicia ni un cínico profitando del sistema, sino un tipejo que nunca ha crecido ni madurado, que le gusta la vida segura, mamón de su señora (lo que no le impide ponerle el gorro cuando aparece una warra, claro), y que por eso le pasa lo que le pasa. Un personaje de plano tan despreciable, Harrison Ford se las arregla para interpretarlo de una manera en que su vulnerabilidad se nos hace simpática como espectadores. Su jefe cabrón es Brian Dennehy, haciendo otro de esos roles de pesado que se le dan tan bien. Raúl Juliá como el abogado aparece ya promediando la peli, y bueno, el finado Raúl era un grande y acá lo vuelve a probar. Bonnie Bedelia como la señora también compone a una esposa con numerosas fragilidades emocionales, y consigue vehicularlas en la peli sin que se torne en el grave peligro habitual aquí, de hacerla una llorona de pacotilla. Greta Scacchi como la femme fatale hace un rol más arquetípico, pero saca adelante el rol de una manera hechicera que nunca antes ni nunca después volvió a conseguir. El resto de los actores ya son más secundarios, pero cada uno está muy bien en lo suyo. Porque si tienes un guión bien aceitado, pero cuya credibilidad depende de qué tan bien los actores sean capaces de sacar adelante los matices de una historia en principio bastante más compleja y con bastante más subtexto que el aparente, entonces ayuda tener a la mejor plantilla de actores dando lo mejor de sí. Esta peli lo tiene.
-- John Williams. Conocido por sus soundtracks más bombásticos ("Tiburón", "La guerra de las galaxias", "Superman"), aquí compone un soundtrack quizás no memorable, pero que sí tiene el enorme mérito de mimetizarse con el fondo de la peli hasta casi ser un actor más. Hace falta mucho talento para componer un buen soundtrack, pero además más talento para apagar el ego hasta un punto que el soundtrack se hace completamente invisible, y aún así se transforma en una de las fuerzas motoras de la peli.
IDEAL PARA: Ver la madre de las subversiones del drama judicial clásico.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].