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domingo, 29 de septiembre de 2013
"Conan el Bárbaro" (2011).
-- "Conan the Barbarian". Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Marcus Nispel.
-- Actuación: Jason Momoa, Stephen Lang, Rachel Nichols, Ron Perlman, Rose McGowan, Bob Sapp, Leo Howard, Steven O'Donnell, Nonso Anozie, Raad Rawi, Laila Rouass, Saïd Taghmaoui, Milton Welsh, Borislav Iliev, Nathan Jones.
-- Guión: Thomas Dean Donnelly, Joshua Oppenheimer y Sean Hood, basados en el personaje creado por Robert E. Howard.
-- Banda Sonora: Tyler Bates.
-- "Conan el Bárbaro" en IMDb.
-- "Conan el Bárbaro" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un joven entre un grupo de jóvenes va a participar en una gran carrera que va a ser, por supuesto, el rito de pasaje, el momento en que el ganador se va a coronar como guerrero adulto blablablá. Y como la cosa así no tendría demasiado interés, pues le sumamos que al grupo lo atacan. Pero Conan, erre con erre, que para algo es muy majo (Jason Momoa todavía no, eso sí, éste es un actor más joven haciendo de "young Conan"), va y termina la carrera luchando con el guerrero y todo. Viene luego una conversación que más o menos se supone recuerda el acertijo del acero, y a continuación lo que todos estamos esperando, o sea, que la pacífica aldea de nativos sea arrasada/masacrada por el villano de turno, que sabemos que Conan es un solitario y por lo tanto no debe tener familia ni otras alforjas que lastren su implacable cruzada por ser el guerrero más chulo y molón de la Era Hibórica. En medio de la batalla, Conan ve como su padre se sacrifica para salvarle la vida, no sin antes de que el villano le arrebate una pieza que va a completar una mística máscara mágica que... mística máscara mágica... ya, llamémosla MMM durante el resto del posteo. El caso es que el villano va a completar la MMM no sólo porque eso le dará PODER, sino además porque a través de ella podrá resucitar a su esposa (AWWWWWW, QUE TIEEEEEERNOOOOOO...). Y eso, aunque se le ofrece su propia hija para reemplazar a su mujé, miren ustedes qué pervertidillos estos villanos (bueno, la hija hechicera, que el papito no, a la hija sí que no, que muy malo será, pero lo que no es, es ser cura católico). El caso es que pasan los años, Conan queda a la intemperie (no en esclavitud, como en la peli del Arnol Chuarzenegue), y crece para transformarse en... ¡¡¡KHAL DROG...!!! er, no, en Jason Momoa, eso es. Aventurero, pero siempre buscando al asesino de su padre. Por vueltas del guión, encuentra una pista, enterándose de que el asesino de su padre ahora es chupipoderoso y el señor y caudillo de todo el continente o poco menos (¿en serio? ¿Y jamás se había enterado? Qué lentas corrían las noticias en la era anterior a Twitter). Lo que lo mete de lleno en la aventura. Una en la que, cómo no, aparecerá una princesita criada en un monasterio (seriously), muuuuuu rica ella claro está (en estas pelis de Heroic Fantasy las únicas mujeres feas son las viejas chuñuscas) que el villano pretende para el ritual de hechicería que resucitará a su esposa (yo más mejol me quedaba con la princesita, que después de todo es Rachel Nichols en su esplendorosa treintena), y que Conan después del inevitable intercambio de pesadeces terminará pasándose por la piedra, como buen bárbaro que se precie de tal (y que por supuesto, la hijita corazón del malo también tendrá tentaciones de pasarse por la piedra, porque como ya hemos visto, es media depravadilla. Rose McGowan, por más señas). Adivinen qué viene después.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Conan el Cimerio es sin lugar a dudas el más icónico personaje de Heroic Fantasy jamás creado. Su creador, Robert Howard, se curtió como escritor relacionado con los Mitos de Cthulhu y perteneció al Círculo de Lovecraft, aunque a él no le tiraban tanto los monstruos de tentáculos japoneses como los machos de músculos broncíneos y fálicas espadas rompiendo cráneos de hermosas hechiceras villanas y rompiendo hímenes de hermosas princesas núbiles por el camino. De hecho, aunque el prototipo del guerrero bárbaro heroico ya existía antes, fue Conan el Bárbaro quien en los 30s popularizó y determinó sus rasgos esenciales: la musculatura, la espada, el código ético basado en el honor, la ambientación en una protohistoria mítica repleta de monstruos y magos, etcétera. Si ha venido un guerrero bárbaro posterior, ha sido una imitación de Conan (aunque, créase o no, el prototipo de guerrero bárbaro posterior como un bruto sin cerebro es una degeneración del primitivo Conan, que en los primitivos relatos de Howard a lo menos, es una criatura inteligente y de buen lenguaje, si bien propensa a resolver los problemas según los métodos expeditivos de la Edad de las Espadas). Aún así, y a pesar de que Howard escribió un buen puñado de relatos y el personaje fue después proseguido por otros autores, tardó en popularizarse más allá del círculo de frikis. A los cómics arribó recién en los '70s, y hablamos de una época en donde leer cómics era todavía una actividad de nerds. En la cultura popular más allá, Conan recién impactó con la peli "Conan el Bárbaro" de 1982, que además del guión de Oliver Stone (¡!), la dirección de John Milius (el que después dirigió "Amanecer rojo") y la bestial banda sonora de Basil Poledouris, fue la plataforma de lanzamiento para un desconocido actorcillo llamado Arnold Schwarzenegger, quien fue a consolidar su reinado con "Terminator" un par de años después (además de reincidir con Conan en "Conan el Destructor", e interpretar a un pseudoConan en un proyecto que partió como spin-off y terminó transformado en... otra cosa, dejémoslo en eso, como es "Sonja la Roja"). Desde entonces, la avalancha de Conan en televisión y videojuegos y cómics no ha parado. Razón de más para que, considerando que no hubo acuerdo para llegar a un tercer Conan con Schwarzenegger (el proyecto de 1987 fue pospuesto porque Arnold estaba en "Depredador" y su contrato con el productor Dino de Laurentiis se había agotado en "Sonja la Roja" y "Juego brutal") y que la proyectada "Conan el Conquistador" terminó transformada, una década después, en "Kull el Conquistador" con Kevin Sorbo, los colmillos de los productores se pusieran a la tarea de rebutear la franquicia, aprovechando la oleada de ributes que vino con "Batman inicia" y "Casino Royale". Con Marcus Nispel en la dirección, el hombre go-to para cualquier reboot/remake que esté disponible (seriously, repasen su, ehm, "filmografía": el reboot "La masacre de Texas" con Jessica Biel, un "Frankenstein" en 2004, "Conquistadores" que al menos es original en 2007, el reboot "Martes 13" de 2009...). El resultado fue un completo desastre. Costó 90 millones de dólares, pero la recaudación no alcanzó ni a los 50. Por no hablar de que la crítica se pitorreó de lo lindo en ella. Existía por supuesto la esperanza de generar secuelas, pero no hubo trato. Para seguir explotando Conan, recurrieron a la salida más desesperada de todas: llamar a un vejete Arnold Schwarzenegger (64 años en 2011, y contando) para reinterpretar al personaje. La proyectada "King Conan" viene en 2014 o 2015, para compaginar el rodaje con... "Terminator 5". Pobre Chuarze, condenado a reeditar los papeles de sus días de gloria, ahora en sus días de ocaso. En fin, supuesto de que todo salga según lo planeado, "King Conan" será una secuela no de "Conan el Destructor" sino del original "Conan el Bárbaro" de 1982... Seriously, en 2014 o 2015 habrán en conjunto cuatro pelis de Conan allá afuera, y una de ellas será original, otras dos serán secuelas paralelas y alternativas una a la otra, y la cuarta será un reboot. Como Superman, pero sin "Conan III" ni "Conan IV". Porque los productores de Hollywood están consiguiendo lo que interminables hordas de guerreros con espadas y magos hechiceros no han conseguido: cargarse a Conan. Y lo están haciendo de maravillas.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos diciendo que esta peli no es tan lastimosa como "El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención". Aunque eso no es mucho decir. Abstraigámonos del hecho de que es un reboot de la bienamada peli "Conan el Bárbaro" de 1982. Incluso, en atención a las hordas de gente que conocen a Conan apenas por el cine y jamás han leído uno de los relatos originales de Howard o han leído el mítico cómic de los 70s (y yo he hecho ambos, aunque de manera casual y sin afán de completismo, dicho sea por si acaso), saltémosnos el eterno debate sobre si la peli es fiel al personaje o no (la razón por la que los fanáticos de "The Dark Knight" son tan hostiables. Bueno, una de las razones, que hay varias). Tenemos una peli de guerrero bárbaro luchando contra las fuerzas del mal, en un mundo repleto de, lo voy a decir otra vez, guerreros brutales y magos malvados. ¿Funciona al menos como eso? La respuesta es: a medias. La peli es tremendamente lineal, con un argumento sin muchas vueltas, pero vamos, no estamos hablando de cine intelectual sino de una burrada pulp como tantas que hay allá afuera, así es que no nos vamos a poner sofisticadillos en eso. Pero de ahí a la ejecución hay un trecho. Cabían esperanzas considerando que Marcus Nispel ya tenía experiencia en historias de guerreros bárbaros ("Conquistadores", la peli ésa del niño vikingo asimilado por pieles rojas en la América Precolombina, que no era una maravilla pero que tenía lo suyo, y que imagino debió servir de antecedente para confiarle el proyecto). Jason Momoa por su parte compone un Conan, SU Conan, y no trata de imitar infructuosamente al Conan de Schwarzenegger, lo que siempre se agradece (además Jason Momoa nos cae bien, no en balde el pobre con el tiempo consiguió superar con honores el horripilante baldón de que su primer rol audiovisual más o menos permanente fue en... "Baywatch Hawaii". Ni siquiera en la "Baywatch" original con Pamela Anderson y bañadores rojos, sino en las temporadas de los bañadores amarillos, porque si hay algo que nos ha enseñado la vida, es que a veces sí se puede caer más abajo que el suelo). Y la verdad es que Jason Momoa cae simpático, más allá de que lo consideremos Conan o no. Tenemos también de villano a Stephen Lang, un tipo tan malvado que estuvo a punto de arrasar un planeta entero en "Avatar" (sí, el militar jodesumadre ése). Y las chicas no desmerecen en el apartado que importa en estas pelis, o sea en lo físico (que nadie las contrata para actuar, vamos), aunque el maquillaje de Rose McGowan no le hace servicio a la vestimenta, y Rachel Nichols muestra más bien poco. Y tenemos a Ron Perlman ensayando activamente para su brillante participación en "El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención". La acción por su parte no abusa de recursos manidos y dolorosos como la jodida cámara epiléptica en mano, las piruetas colgados de cables o el imposible más imposible todavía, siendo en general bastante aplomada y cuerpo a tierra, lo que también se agradece. La banda sonora de Tyler Bates no es tan brillante como otras que ha compuesto (típicamente "300", aunque el señor Bates tampoco es el cúlmine de la creatividad musical que digamos), pero tampoco molesta de manera especial. No son mimbres con los que se confeccione artesanía de Oscar, pero podría haber salido una peli resultona dentro de ciertas coordenadas cercanas a la serie B, al cine palomitero de toda la vida. ¿Qué salió mal entonces? La verdad, no sabría decirlo. Las peripecias simplemente resultan poco interesantes. No están mal, sólo que... carecen de fuelle. Los personajes pelean un poco, corren un poco, dialogan un poco, pero si bien no hay momentos de verdadera vergüenza ajena, tampoco los hay tan épicos que nos dejen con la boca abierta o punto menos. Puede que se hayan fusilado 90 millones en la peli, pero más allá de los escenarios y el CGI, en donde igual más o menos se luce lo gastado, la verdad es que el completo feeling de esto es ser carnaza de serie B. No es la clase de peli que uno esperaría ver en los cines, sino lo que en los 80s hubiéramos llamado carne de videoclub. Se hubieran gastado un tercio, y hubiera quedado más o menos lo mismo (más pobretón de imagen y locaciones, pero el resto igual). Mucho se ha discutido sobre si esta peli es más fiel o no al Conan literario (en algunos respectos sí lo es, en otros no tanto, pero eso es asunto discutible) que el "Conan el Bárbaro" de Milius/Schwarzenegger/Stone/Poledouris, pero en lo que sí le resulta claramente inferior, es que carece de grandeza. El "Conan el Bárbaro" de 2011 se ve de manera distraída como una peliculilla de bárbaros más o menos entretenida, pero en ningún minuto sorprende, corta el aliento o hace alucinar. Y cuando hablamos de una peli acerca de un mundo más allá de nuestra propia época, en escenarios cinematográficos y con personajes supuestamente más grandes que la vida, eso no merece otro calificativo sino el de pecado mortal.
IDEAL PARA: Fanáticos del cine de bárbaros, sin armarse demasiadas expectativas.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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