-- "Arráncame la vida". México. Año 2008.
-- Dirección: Roberto Sneider.
-- Actuación: Ana Claudia Talancón, Daniel Giménez Cacho, José María de Tavira, Irene Azuela, Delia Casanova, Julio Bracho, Joaquín Cosío, Ana Ofelia Murguía, Eugenia León, Gina Morett, Camila Sodi, Isela Vega, Mariana Peñalva.
-- Guión: Roberto Sneider, basado en la novela de Angeles Mastretta.
-- Banda Sonora: Leonardo Heiblum y Jacobo Lieberman.
DE QUÉ SE TRATA.
México, en los tempranos días del PRI. Una familia de humirrrde origen, empieza a recibir las atenciones de un señor don General, pues... Y pos ándale que el General, don Andrés Ascencio, pues que descubre bien donosita y bonita a la hijita... Y empiezan las visitas y las atenciones, y luego el viejo chiste de "mijita, si usté no conoce el mar no conoce ná"... Y se la lleva, pues, a conocer el mar, ella toda escuincle todavía, pero no importa, que con 15 dentro de una cabaña igual explora el placer y la sensualidad (buenas noticias, en estos tiempos de cine remilguete: sí hay muestrario de cuero)... Y al final, pa qué digo que no si sí, pues que el General aparece en la casa, y órale mijita, arréglese y sálgase ya, que nos casamos... ¡Cómo que nos casamos, así sin petición ni ná...! Ya, pues, mijita, cómo es eso, no quiere casarse conmigo, ya, arriba del auto y al civil óigale, que pa' eso soy General y mando... Bueno, mala pareja la que se formó aquí, porque verán, ella acaba de descubrir el fuego en el cuerpo y ya la están conteniendo en chimenea (ayuda mediante de una Gitana que... que... ¡Por Bastet, que ha envejecido la pobre y otrora rica Isela Vega!). Bueno, al menos la chica tiene la vida arreglada, con todos los cartones de chica fresa, que en el México de 1930, o eras rico latifundista, o campesino muerto d'hambre (o peor aún, comunista muralista fusilao). Pero no le basta, porque verán, esta heroína protofeminista también quiere... ¡¡¡LIBERTAD!!! Es lo que pasa cuando una chica lo tiene todo y aún no lo valora, que se pone cosquillosita con tonterillas tales como que el General tiene otras chicas y otros críos repartíos por ahí... Pos y ahorita, que empieza a dedicarse a las causas sociales, para acompañar a su maridito en su carrera política, y de pronto encuentra una mejor causa social, cual es levantarle la batuta a un director de orquesta filocomunista que anda tratando de subvertir a la sociedad...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Por allá por 1985, doña Angeles Mastretta, una de las adalides de la Literatura "para mujeres liberadas" (ya saben, de esas novelitas con heroínas protofeministas enfrentadas a un malvado mundo de hombres que no las comprenden ni acunan) se hizo popular con su novela "Arráncame la vida", iniciando así una próspera vida editorial entre las mujeres "en realidad soy como esas heroínas, yo también soy buena y virtuosa y los hombres no me comprenden" (como de costumbre: ¿quién dice?). En algún minuto, alguien detectó que podría ser un buen negocio adaptar una novela con un público cautivo como ésta. Le damos ahora un buen chorro de dinero para que todo se vea suntuoso y bonito, y ¡voilà! Peli habemus. No será la mejor peli que haya salido de México, pero a punta de dinero, algo bueno se puede sacar, y ¿saben? Tan mala tampoco está, si me preguntan.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Bueno, esta es otra de esas pelis "con target". Se supone que si eres una mujer buscando reivindicarse a sí misma por encima de hombres machistas y tarados (en estas historias los hombres se subclasifican en machistas-tarados-oséase-malos, y en modernos-sensiblollorones-oséase-buenos, y curiosamente las heroínas cuando se encuentran con el bueno, en vez de maltratarlo como de costumbre, lo reverencian y adoran, lo que muestra que todo esto es ficción), bueno, se supone que si eres esa clase de mujer, esta peli es para tí. Bueno, también "Sex and the City", pero olvidémosnos de ésa por un rato. ¿Esto es un drama pasteloso con niñata de vida resuelta buscándole los quince pies al gato? Sí, lo es. Pero tampoco pretende ser otra cosa, ni trata de pasaportar gato por liebre, así es que nadie espere encontrarse con otra cosa. Ver de otra manera esta peli es simplemente perder el tiempo. Una vez asumidos en estas coordenadas, tenemos un entretenimiento bastante eficaz. A contrapelo de la consuetudinaria tradición fílmico/televisivo/culebronesca mexicana de hacer de toda la vida un melodrama, acá todo está llevado a un ritmo bastante rápido, incluso alegre a ratos, y por qué no decirlo, incluso con su cuota de ironía Claro, un tanto a costa de los hombres y de su machismo, pero también a costa de las turbias conexiones entre la política, la mística revolucionaria y los negociados... De hecho, es cuando deja de apartarse de ese molde, y la historia empieza a transitar por los vericuetos del clásico triángulo amoroso, que el asunto baja de revoluciones y se torna latero. Pero por el resto de la peli, su montaje rítmico, en donde las cosas van pasando y pasando, te hacen olvidar que estás frente a un departamento prefabricado (suntuoso, pero prefabricado) y no a una casa con identidad propia. Y si bien al final de la peli no queda mucho más (bueno, salvo para las chicas que lloran con la heroína por ser tan poco comprendida y amada blah-blah-blah), al menos el rato fue llevadero y el dinero quedó salvado. Bueno, no pudo postularse al Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera como se intentó, pero en fin, qué diablos significa en términos de calidad artística ganarse un Oscar hoy por hoy...
-- Daniel Giménez Camacho. Bueno, la Ana Claudia Talancón está bien en su rol, y además luce cuero de una manera envidiable (por cierto, ¿alguien se cree que en el México de 1930-40 haya tenido trabajo de parto y años después siga teniendo esa cintura de Sports Illustrated?), pero su rol estereotípico no le ayuda a lucirse (ya saben: chica joven y rebelde que busca darse su lugar en una sociedad machista/opresiva/corsetera...), y el directorcillo de orquesta intelectocomunista está insufrible (quién sabe si por el actor o el papel). Pero Daniel Giménez Camacho está brillante, dando vuelta su rol de villano y convirtiéndolo en algo completamente distinto. Porque si bien es machista, retrógrado, su punto de misógino y todas esas cosas, se nos da a entender un trasfondo de hombre acostumbrado a mandar (general de ejército, ¿no?), y en más de algún minuto, aunque brutanteque de gestos y carácter, se da a entender que quiere (un tanto a su manera, vale, pero igual va) a su esposa. Este personaje ambiguo, a medias cruel y a medias simpático, es lo más interesante del espectáculo, básicamente porque no tienes idea de con qué te va a salir después. Sus frases irónicas y su manera de discutir, mirando con perplejidad los intentos de su mujercita por mandarse a sí misma, son lo mejor de la peli, lo que rompe moldes y estereotipos y al final dan ganas de seguir viendo a ver qué pasa (bueno, no hay sorpresas al final, ¿OK?).
-- Esta peli contiene también un duro retrato de la degeneración moral de la victoria. El General es presentado como un antiguo guerrero de la Revolución Mexicana, ahora reconvertido en político para (no se dice en voz demasiado alta, pero si se sabe algo de Historia de México) el servicio del PRI, el Partido Revolucionario Institucional, que hizo el imposible ontológico de "institucionalizar la Revolución" y de crear una "Revolución permanente" en México (al final hubo que sacar a estos revolucionarios a patadas, si llevaban ¡70 años! revolucionando México, híjoles, si qué más podía haber que revolucionar...). El General, cuando habla, lo hace con el convencimiento supremo de estar haciendo la labor de la Revolución en favor de los desposeídos y los abusados por el poder, sin tener conciencia clara de que él mismo se ha convertido en otro abusador del poder, de que a Porfirio Díaz lo sacaron tapado a Europa sólo para transformarse ellos en los nuevos porfirios (en algún minuto, una señora dice eso de que "con Porfirio estábamos mejor", así, con nombre de pila, como a un viejo amiguete, miren), y de que en definitiva los pobres siguen más o menos igual de mal que toda la vida. Este retrato del General como un tipo de afanes casi místicos, que cree que la política no funciona si la dejan en manos de pinches pendejos en vez de las suyas propias, es bastante crudo sobre cómo funcionan las trastiendas de las Revoluciones, no sólo de la mexicana, sino de cualquiera en general.
IDEAL PARA: Ver una llevadera peli "para mujeres", que además tiene algunos carteles para más.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Sitio oficial de la peli en español.
-- (Ir a la página) Dirección en Fox Latina.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en español.
-- (Ir a la página) Comentario en Cine Y Punto.
-- (Ir a la página) Comentario en El Perro Café.
-- (Ir a la página) Comentario en cineXcepción.
-- (Ir a la página) Comentario en Ocho y Medio.
-- (Ir a la página) Comentario en El Blog de Saúl.
-- (Ir a la página) Comentario en Pinche Película.
-- (Ir a la página) Comentario en ctrl+z.
-- (Ir a la página) Comentario en El Blog de Francomagno.
-- (Ir a la página) Comentario en Cine Forever.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en español de México].
-- Dirección: Roberto Sneider.
-- Actuación: Ana Claudia Talancón, Daniel Giménez Cacho, José María de Tavira, Irene Azuela, Delia Casanova, Julio Bracho, Joaquín Cosío, Ana Ofelia Murguía, Eugenia León, Gina Morett, Camila Sodi, Isela Vega, Mariana Peñalva.
-- Guión: Roberto Sneider, basado en la novela de Angeles Mastretta.
-- Banda Sonora: Leonardo Heiblum y Jacobo Lieberman.
DE QUÉ SE TRATA.
México, en los tempranos días del PRI. Una familia de humirrrde origen, empieza a recibir las atenciones de un señor don General, pues... Y pos ándale que el General, don Andrés Ascencio, pues que descubre bien donosita y bonita a la hijita... Y empiezan las visitas y las atenciones, y luego el viejo chiste de "mijita, si usté no conoce el mar no conoce ná"... Y se la lleva, pues, a conocer el mar, ella toda escuincle todavía, pero no importa, que con 15 dentro de una cabaña igual explora el placer y la sensualidad (buenas noticias, en estos tiempos de cine remilguete: sí hay muestrario de cuero)... Y al final, pa qué digo que no si sí, pues que el General aparece en la casa, y órale mijita, arréglese y sálgase ya, que nos casamos... ¡Cómo que nos casamos, así sin petición ni ná...! Ya, pues, mijita, cómo es eso, no quiere casarse conmigo, ya, arriba del auto y al civil óigale, que pa' eso soy General y mando... Bueno, mala pareja la que se formó aquí, porque verán, ella acaba de descubrir el fuego en el cuerpo y ya la están conteniendo en chimenea (ayuda mediante de una Gitana que... que... ¡Por Bastet, que ha envejecido la pobre y otrora rica Isela Vega!). Bueno, al menos la chica tiene la vida arreglada, con todos los cartones de chica fresa, que en el México de 1930, o eras rico latifundista, o campesino muerto d'hambre (o peor aún, comunista muralista fusilao). Pero no le basta, porque verán, esta heroína protofeminista también quiere... ¡¡¡LIBERTAD!!! Es lo que pasa cuando una chica lo tiene todo y aún no lo valora, que se pone cosquillosita con tonterillas tales como que el General tiene otras chicas y otros críos repartíos por ahí... Pos y ahorita, que empieza a dedicarse a las causas sociales, para acompañar a su maridito en su carrera política, y de pronto encuentra una mejor causa social, cual es levantarle la batuta a un director de orquesta filocomunista que anda tratando de subvertir a la sociedad...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Por allá por 1985, doña Angeles Mastretta, una de las adalides de la Literatura "para mujeres liberadas" (ya saben, de esas novelitas con heroínas protofeministas enfrentadas a un malvado mundo de hombres que no las comprenden ni acunan) se hizo popular con su novela "Arráncame la vida", iniciando así una próspera vida editorial entre las mujeres "en realidad soy como esas heroínas, yo también soy buena y virtuosa y los hombres no me comprenden" (como de costumbre: ¿quién dice?). En algún minuto, alguien detectó que podría ser un buen negocio adaptar una novela con un público cautivo como ésta. Le damos ahora un buen chorro de dinero para que todo se vea suntuoso y bonito, y ¡voilà! Peli habemus. No será la mejor peli que haya salido de México, pero a punta de dinero, algo bueno se puede sacar, y ¿saben? Tan mala tampoco está, si me preguntan.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Bueno, esta es otra de esas pelis "con target". Se supone que si eres una mujer buscando reivindicarse a sí misma por encima de hombres machistas y tarados (en estas historias los hombres se subclasifican en machistas-tarados-oséase-malos, y en modernos-sensiblollorones-oséase-buenos, y curiosamente las heroínas cuando se encuentran con el bueno, en vez de maltratarlo como de costumbre, lo reverencian y adoran, lo que muestra que todo esto es ficción), bueno, se supone que si eres esa clase de mujer, esta peli es para tí. Bueno, también "Sex and the City", pero olvidémosnos de ésa por un rato. ¿Esto es un drama pasteloso con niñata de vida resuelta buscándole los quince pies al gato? Sí, lo es. Pero tampoco pretende ser otra cosa, ni trata de pasaportar gato por liebre, así es que nadie espere encontrarse con otra cosa. Ver de otra manera esta peli es simplemente perder el tiempo. Una vez asumidos en estas coordenadas, tenemos un entretenimiento bastante eficaz. A contrapelo de la consuetudinaria tradición fílmico/televisivo/culebronesca mexicana de hacer de toda la vida un melodrama, acá todo está llevado a un ritmo bastante rápido, incluso alegre a ratos, y por qué no decirlo, incluso con su cuota de ironía Claro, un tanto a costa de los hombres y de su machismo, pero también a costa de las turbias conexiones entre la política, la mística revolucionaria y los negociados... De hecho, es cuando deja de apartarse de ese molde, y la historia empieza a transitar por los vericuetos del clásico triángulo amoroso, que el asunto baja de revoluciones y se torna latero. Pero por el resto de la peli, su montaje rítmico, en donde las cosas van pasando y pasando, te hacen olvidar que estás frente a un departamento prefabricado (suntuoso, pero prefabricado) y no a una casa con identidad propia. Y si bien al final de la peli no queda mucho más (bueno, salvo para las chicas que lloran con la heroína por ser tan poco comprendida y amada blah-blah-blah), al menos el rato fue llevadero y el dinero quedó salvado. Bueno, no pudo postularse al Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera como se intentó, pero en fin, qué diablos significa en términos de calidad artística ganarse un Oscar hoy por hoy...
-- Daniel Giménez Camacho. Bueno, la Ana Claudia Talancón está bien en su rol, y además luce cuero de una manera envidiable (por cierto, ¿alguien se cree que en el México de 1930-40 haya tenido trabajo de parto y años después siga teniendo esa cintura de Sports Illustrated?), pero su rol estereotípico no le ayuda a lucirse (ya saben: chica joven y rebelde que busca darse su lugar en una sociedad machista/opresiva/corsetera...), y el directorcillo de orquesta intelectocomunista está insufrible (quién sabe si por el actor o el papel). Pero Daniel Giménez Camacho está brillante, dando vuelta su rol de villano y convirtiéndolo en algo completamente distinto. Porque si bien es machista, retrógrado, su punto de misógino y todas esas cosas, se nos da a entender un trasfondo de hombre acostumbrado a mandar (general de ejército, ¿no?), y en más de algún minuto, aunque brutanteque de gestos y carácter, se da a entender que quiere (un tanto a su manera, vale, pero igual va) a su esposa. Este personaje ambiguo, a medias cruel y a medias simpático, es lo más interesante del espectáculo, básicamente porque no tienes idea de con qué te va a salir después. Sus frases irónicas y su manera de discutir, mirando con perplejidad los intentos de su mujercita por mandarse a sí misma, son lo mejor de la peli, lo que rompe moldes y estereotipos y al final dan ganas de seguir viendo a ver qué pasa (bueno, no hay sorpresas al final, ¿OK?).
-- Esta peli contiene también un duro retrato de la degeneración moral de la victoria. El General es presentado como un antiguo guerrero de la Revolución Mexicana, ahora reconvertido en político para (no se dice en voz demasiado alta, pero si se sabe algo de Historia de México) el servicio del PRI, el Partido Revolucionario Institucional, que hizo el imposible ontológico de "institucionalizar la Revolución" y de crear una "Revolución permanente" en México (al final hubo que sacar a estos revolucionarios a patadas, si llevaban ¡70 años! revolucionando México, híjoles, si qué más podía haber que revolucionar...). El General, cuando habla, lo hace con el convencimiento supremo de estar haciendo la labor de la Revolución en favor de los desposeídos y los abusados por el poder, sin tener conciencia clara de que él mismo se ha convertido en otro abusador del poder, de que a Porfirio Díaz lo sacaron tapado a Europa sólo para transformarse ellos en los nuevos porfirios (en algún minuto, una señora dice eso de que "con Porfirio estábamos mejor", así, con nombre de pila, como a un viejo amiguete, miren), y de que en definitiva los pobres siguen más o menos igual de mal que toda la vida. Este retrato del General como un tipo de afanes casi místicos, que cree que la política no funciona si la dejan en manos de pinches pendejos en vez de las suyas propias, es bastante crudo sobre cómo funcionan las trastiendas de las Revoluciones, no sólo de la mexicana, sino de cualquiera en general.
IDEAL PARA: Ver una llevadera peli "para mujeres", que además tiene algunos carteles para más.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Sitio oficial de la peli en español.
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VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en español de México].