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miércoles, 18 de febrero de 2009

"El tren de las 3:10 a Yuma" (1957).


-- "3:10 to Yuma". Estados Unidos. Año 1957.
-- Dirección: Delmer Daves.
-- Actuación: Glenn Ford, Van Heflin, Felicia Farr, Leora Dana, Henry Jones, Richard Jaeckel, Robert Emhardt, Sheridan Comerate, George Mitchell, Robert Ellenstein.
-- Guión: Halsted Welles, sobre una historia corta de Elmore Leonard.
-- Banda Sonora: George Duning.

-- "El tren de las 3:10 a Yuma" en IMDb.
-- "El tren de las 3:10 a Yuma" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En los viejos tiempos del Lejano Oeste, cuando los bandoleros usaban revólveres y camisas escocesas en vez de iPods y celulares manos-libres, y viajaban arriba de su caballo en vez de estar sentados produciendo pelis, una diligencia es asaltada por el malvado Ben Wade. La escena es presenciada por un ranchero y sus hijos, que al mejor estilo Scooby-Scrapy Doo, los críos dicen que papi, vamos, eres el héroe, salva a la diligencia, y el papi, con un poco más de vida vivida y sentido común acumulado, dice que no, que van a terminar dándole un tiro también a él, y too paqué. Ben Wade y su banda van rumbo a vivir la vida con jalapeño del lado mex de la frontera (qué tiempos aquellos en que la marea migratoria iba de los Yueséi a Ciudad Juárez...), pero en un caserío cercano de dos tejados sobre cuatro palos cada uno, el bandolero se fija en la bellísima tabernera y manda a su banda por delante mientras intenta limpiarle el vaso, hehehé, y ella, pues bien, ya se ve que le gustan malos, porque cae con una soltura de cuerpo que ¿y esto es una peli de 1957? Bueno, digamos que es el Salvaje Oeste en varios sentidos, aunque con la correspondiente elipsis coital de rigor por aquello de la censura. El ranchero, mientras, se ha movido y gracias a que da la voz de alarma, le consiguen echar el lazo a Wade. Bueno, esa era la parte fácil, ahora viene lo jodío. Porque la banda de Ben Wade prontito extrañará a su jefe, y vendrán a por él, y el pueblo es tan cutrescente que nada puede hacer contra una horda de villanos de ese calibre. Después de barajar alternativas, resuelven llevarse pa'callao a Ben Wade y montarlo como bulto FRÁGIL NO TOCAR en otro pueblo, en el tren de las 3:10, para que se lo lleven a la cárcel de Yuma (sí, el título es por eso). El flete mismo no es problema. El problema es esperar hasta las 3:10, no llamar la atención, que los bandidos no se enteren de nada... Porque si se enteran, puede que los chicos buenos reciban las 3:10 con plomo en el cuerpo...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Si usted es cinéfilo de pro, es posible que el nombre de Elmore Leonard le suene por el breve romance del Hollywood noventero con sus textos policiales: "Un romance peligroso" (la de Clooney y la J-Lo), "El nombre del juego" (John Travolta mafi metido a productor de cine), "Jackie Brown" (la menos tarantinesca y probablemente por eso mejor peli de Quentin Tarantino). Pero antes que eso nuestro buen Leonard (natus 1925) publicó también unos cuantos relatos "del oeste", de "vaqueros e indios". Uno de esos relatos terminó en esta peli. Convenientemente anacondizado, porque el original es bastante corto, pero eso en Hollywood nunca ha sido un problema, of course. En los '50s, el Western estaba cambiando. No era todavía la época del poncho sucio de la Trilogía del Dólar ("Por un puñado de dólares", "Por un puñado de dólares más", "El bueno, el malo y el feo"...), pero sí que los vaqueros ya no eran lo que habían solido ser. Aún usaban camisitas limpias, pero las distancias entre buenos y villanos estaban recortándose. Ya con cosas como "Más corazón que odio" (estrenada en España con el pintoresco pseudomitológico título de "Centauros del desierto"), estaba claro que los viejos duros al estilo John Wayne estaban quedando demodé. Es lo que tienen los mitos, mito Western incluido, que de tanto repetir la historia del héroe, empieza a sonar cada vez más ridícula y anodina, y no falta el que grita "¡¡¡EL VAQUERO ESTÁ DESNUDO!!!". "El tren de las 3:10 a Yuma", la versión original, la del '57 (porque está también el remake "El tren de las 3:10 a Yuma" protagonizada por Christian Bale y Russell Crowe, que debemos leerla en otras coordenadas históricas distintas), se inscribe dentro de esa corriente desmitificadora del género, con un héroe un tanto malgreluí y un villano hasta querible, en definitiva no tan distantes el uno del otro, incluyendo un final que no adelantaré, pero que es más que un tanto ambiguo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Para los gustos modernos, este Western en definitiva un tanto menor, ha envejecido lo suyo. Ya esa entrada con una canción que recuerda al mítico tema "Canyonero" de ese-episodio-ya-saben-cuál de "Los Simpsons", nos da una idea del ñoñería que vendrá después. Los escenarios, aunque rodada en ambientes naturales (ya estaban pasando los tiempos de los callejones de duelo en estudio), todavía lucen bastante bien arregladitos, considerando el amasijo de polvo que era el Far West en los postreros XIX. Pero no se engañen. La peli podrá ser un poco correctita, un poco el alumno aplicadito del curso, un tanto ñoña a ratos, pero promediando el cotarro, y muy en particular su segunda mitad, remonta con creces. El problema es que tenían que alargar una premisa de por sí básica (hombre bueno y hombre malo esperando un tren), y para eso le meten un prólogo bastante extenso que, hasta donde entiendo, no estaba incluido en el relato original, y eso se nota. Es en la segunda mitad donde encontramos con el incremento de la tensión, basado en que el reloj se mueve de a poco, los bandoleros empiezan a aparecer, y lo que parecía en principio una empresa simple (fletar al bandolero en tren) se va complicando progresivamente. Y todo eso, construido más desde la tensión dramática que desde la acción, lo que por supuesto crispa los nervios (conditio sine qua non: debe estar bien llevado, y ése es el caso). Este Western es, en ese sentido, un poco heredero de "A la hora señalada", en donde la tensión deriva de una situación límite, más que de personajes moviéndose de allá para acá. Hablando en plata: dénle una oportunidad y dejen la cinta correr, que pasada la más bien amuermante primera media hora en que no parece entenderse bien para dónde va todo el asunto, el asunto mejora después.

-- Glenn Ford. Nuestro bueno y gran Ford compone un muy memorable Ben Wade, un villano notable por donde se lo mire. A su lado, Van Heflin hace lo imposible por ostentar el protagónico que se supone posee, pero no puede. Nunca es claro con Ford si su personaje se está tomando el asunto para el payaseo, o está maquinando un plan de fuga, y esa ambigüedad lo convierte en alguien mucho más peligroso, incluso estando prisionero como está. Muy probablemente, sin su concurso, esta peli hubiera sido mucho menos de lo que es.

-- La llegada de las 3:10. Pocas pelis consiguen recrear tan bien ese ambiente de "solos contra el destino". Vamos, que en casi todas las pelis sabemos que el héroe va a ganar, mientras que aquí el asunto se ha vuelto tan opresivo que podría salir el tiro por cualquier lado (literalmente). El final de este Western redime muchos de sus pecados anteriores.

IDEAL PARA: Ver un Western quizás menor y envejecido, pero aún con nervio y fibra.

VIDEOS.

-- Créditos y opening de la peli [en inglés, sin subtítulos].

-- El malvado Ben Wade tratando de enchilarse a la cantinera [en inglés, sin subtítulos].

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