Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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martes, 13 de febrero de 2007
"Intriga internacional" (1959).
-- "North by Northwest" (título original), "Con la muerte en los talones" (título en España), "Perseguit per la mort" (título en catalán).
-- Dirección: Alfred Hitchcock.
-- Actuación: Cary Grant, Eva Marie Saint, James Mason, Jessie Royce Landis, Leo G. Carroll, Josephine Hutchinson, Philip Ober, Martin Landau, Adam Williams, Edward Platt.
-- Guión: Ernest Lehman.
-- Banda Sonora: Bernard Herrmann.
-- "Intriga internacional" en IMDb.
-- "Intriga internacional" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Cary Grant aparece muy chulo, dando una serie de instrucciones a su secretaria. Como su lengua de metralleta es más rápida que su cerebro, le encarga llamar a su señora madre, sin acordarse de que ella tiene una partida de bridge. Se queda preocupado, así es que en un minuto de una reunión de caballeros en un hotel decide excusarse e ir al teléfono (es que no existían todavía los celulares, ¿vale?). Pero elige el momento mal. El botones del hotel ha estado llamando a otro sujeto distinto, el cual es seguido por un equipo de bribones, así es que los bribones confunden a Grant con el tipo al que han estado siguiendo, lo secuestran y se lo llevan. El pobre hombre la pasa muy mal, porque primero lo interrogan de manera no muy suave, y luego, cuando no dice nada (¿y qué va a decir, si no sabe nada?) le meten una buena dosis de whisky del bueno en el cuerpo, y luego lo ponen al volante de un vehículo que requerirá de un pequeño vuelito para estrellarse. El sujeto despierta en el último instante y consigue salvar el pellejo al precio de ser arrestado por la poli, por conducir en estado de ebriedad. Cuando cuenta su increíble historia (la historia de un borracho e infractor de las leyes del tránsito), nadie le cree, y cuando va a ver la casa, todo luce de manera completamente distinta a como él había dicho que sería. Ahora, nadie le cree su historia, mientras que los bellacos le siguen los pasos, creyéndole un hombre que en realidad no es. Su única esperanza de salvación es encontrar al hombre con el cual le confunden y que, para colmo... ¡no existe! (y no hemos revelado el final de la película, sino que apenas vamos en la primera cuarta parte).
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Los '50s fueron sin lugar a dudas la década del reinado absoluto de Alfred Hitchcock, llamado con muy buenos motivos "el Amo del Suspenso". En aquella década prodigiosa dirigió "Extraños en un tren", "La llamada fatal", "Para atrapar al ladrón", "El hombre que sabía demasiado", "Vértigo", y la cerró con broche de oro con "Psicosis". Fresco su éxito de "Vértigo", Hitchcock quería dirigir una película sobre la identidad equivocada. Además de eso, debía tener una escena en el edificio de las Naciones Unidas, y otra en el Monte Rushmore. Con esos descabellados puntos de apoyo, el guionista Ernest Lehman preparó para él un guión que Hitchcock transformó en una de sus mejores películas. Este filme es enormemente "'50s' style" en su planteamiento, con una banda internacional dedicada a hacer fechorías y un prota representante de lo más bueno y puro del american way of life, involucrado de pronto en algunas sucias operaciones que le enseñarán cuál es el verdadero costo, en términos de diplomacia e intriga, que deben pagarse en las sombras para aquellos quienes tienen vidas regaladas y productivas al interior de la sociedad americana puedan seguir circulando inocentemente por la vida y ganando dinero, algo que en los '50s la gente no tenía tan claro como en la actualidad.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es una de las mejores piezas de suspenso de Hitchcock. El protagonista es absolutamente inocente, y no sabe nada porque no puede tener ninguna relación con la trama, como no sea una pura, simple y desafortunada casualidad. Y su única esperanza de salvación es encontrar a un hombre que, por definición, es inencontrable, por la simple razón de que no existe. Con esos ingredientes, Hitchcock construye una trama solidísima, en donde el prota debe salvar el pellejo a punta de puro ingenio, sin recurrir a los métodos de un John McClane que toda su vida es un fulano común y corriente, hasta que puesto frente a la adversidad se transforma en el superhéroe que, armas y puñetazos mediante, salvará a la Humanidad.
-- Ernest Lehman. Reconocimiento expreso merece este hombre, procedente del humilde y sufrido gremio de los guionistas, y cuyo currículum incluye "Sabrina", "El rey y yo", "West Side story", "La novicia rebelde", "Hello Dolly!" y otra de Hitchcock, su última peli, "Trama macabra". Como dijimos, para hacer el guión Hitchcock le encargó tres mimbres de bizarra combinación, y Lehman cumplió por todo lo alto. Eso es maestría.
-- Escenas grandiosas. La secuencia de la persecusión automovilística, con un protagonista borracho, es notable. La secuencia final en el Monte Rushmore es un clásico, y tuvo el honor de ser parodiada en una extensa secuencia de "Padre de familia". Pero se lleva la palma la clásica escena en la cual el protagonista se encuentra en medio de la nada más nada que pueda haber, y allí a descubierto es acosado por una avioneta de fumigación; son incontables las parodias que se han hecho de esta secuencia.
-- Los actores están en su punto. Cary Grant, como de costumbre, se roba la pantalla por todo lo ancho. Eva Saint Marie cumple bien con ser la rubia vaporosa de Hitchcock (casi cincuenta años después será la mami de Superman en "Superman regresa", para que vean como pasa el tiempo). James Mason compone un villano cuyas expresiones le proporcionan una increíble truculencia psicológica. Y para los fanáticos de la trivia, aparece en un rol secundario nada menos que Edward Platt, cuyo rol más recordado sería como el Jefe del Superagente 86 en ya saben qué serie televisiva.
IDEAL PARA: Ver una Hitchcock que anda cerca de ser "la de Hitchcock que acabe con todas las de Hitchcock" (y hasta cierto punto lo hizo).
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