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domingo, 15 de junio de 2014

"X-Men: Días del futuro pasado" (2014).


-- "X-Men: Days of Future Past". Estados Unidos / Inglaterra. Año 2014.
-- Dirección: Bryan Singer.
-- Actuación: Hugh Jackman, James McAvoy, Patrick Stewart, Michael Fassbender, Ian McKellen, Jennifer Lawrence, Halle Berry, Nicholas Hoult, Kelsey Grammer, Anna Paquin, Ellen Page, Peter Dinklage, Shawn Ashmore, Omar Sy, Daniel Cudmore, Evan Peters, Fan Bingbing, Adan Canto, Booboo Stewart, Josh Helman, Lucas Till, Evan Jonigkeit.
-- Guión: Simon Kinberg, sobre una historia de éste y de Jane Goldman y Matthew Vaughn.
-- Banda Sonora: John Ottman.

-- "X-Men: Días del futuro pasado" en IMDb.
-- "X-Men: Días del futuro pasado" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El futuro. Un mundo oprimido por una tiranía en apariencia planetaria, con minorías perseguidas, rebeldes haciendo lo imposible por derrocar al sistema... ¿El futuro? ¿Seguros de que no es el presente...? Déjenme revisar... Nopes... El futuro. Así por lo menos dice la narración en off. (Bueno, a lo mejor era el futuro cuando hicieron la peli. Ahora, en la fecha de su estreno, es el PRESENTE DE MIERDA en donde vivimos, uno tan mierdero que ni el Rey de España se queda en su trono para ver en qué acaba la cagada). El caso es que los mutantes son perseguidos, encerrados en campos de concentración e incluso EXTERMINADOS por unos robots llamados centinelas. Todo el planeta ha sucumbido. ¿Todo? No, porque un grupo de mutantes resiste ahora y siempre al invasor. Se trata de los sempiternos X-Men, que después de una escena de acción muuuuuu chulamolona, van y se esconden para un último plan: utilizar los poderes de Kitty Pryde para enviar al pasado la conciencia del único mutante que resistiría un viaje como ése, gracias a los poderes de regeneración blablablá (¿de dónde sacó Kitty Pryde sus poderes, si en la otra peli en que apareció sus poderes eran otros? Misterios del cine). Ese único mutante con poderes de regeneración es... Wolverine, quién más (joer, otra peli "de los éxmen" que en realidad es de Wolverine). Porque Kitty Pryde, que había aparecido en un papel casi cameo antes (y personaje del que nadie se acordaría salvo los que estaban "en los X-Men" en los '80s, porque la interpretó tu sueño húmedo hipster, Ellen Page herself. Bueno, tu segundo sueño húmedo hipster después de Zooey Deschanel). El caso es que tenemos a Wolverine en los '70s, o sea, el viejo Wolverine usurpando la conciencia del joven Wolverine. Soltando macarradas porque, leñe, es WOLVERINE, y sabemos lo mucho que te gusta que el jodío vaya de macarra por la vida. El caso es que es 1973, se van a firmar los acuerdos para el fin de la Guerra de Vietnam, los mutantes viven en la sombra (Mutantes en la Sombra, de dónde me suena eso...), y la mala Mystique va a cargarse a un malo al que no hay que cargarse, porque de cargárselo pasarán cosas todavía más malas (joer, cuánta maldad). O sea, evitando el asesinato del malo, se evita el futuro de mierda (y comienza otro futuro de mierda, suponemos, porque verán, el malo en cuestión es el inventor de los centinelas, y si ya desarrollaron los centinelas sin él, ¿qué tanto más rápido no se desarrollarán CON él vivo? Hay algo de que "el asesinato desatará la histeria antimutante y tal", pero es que óigale, son los X-Men, aquí todo cristo es un bastardo sin corazón que NO ACEPTA LA DIFERENCIA). El caso es que Wolverine, como un Terminator de carne y hueso (literalmente: tiene garras de hueso y no de molonantium), deberá defender a Sarah Conn... a Bolivar Trask, eso es, buscando a Charles Xavier, que en el intertanto está en una depre terminal porque... MYSTIQUE SE FUE CON MAGNETO. (Y considerando algunos diálogos de la peli, a saber a quien echa más de menos, si a la chorba pielazul que se pasea toda la peli en bolas, o al bello-apolíneo-querible genocida... de personalidad magnética, sí, eso debe ser. Bastet, mi sentido del humor apesta). Wolverine lo ayudará a recuperar la confianza en sí mismo y tal, ensamblando un nuevo equipo de X-Men (bueno, algo así: la Bestia, Magneto, uno que es-Quicksilver-pero-no-decimos-su-nombre-por-asuntos-de-copyright, el propio Wolverine...), y... ¡A PARÍS! (Magneto y el Profesor Xavier viajando a París para apalear a una chorba. Más gay imposible). Y bueno, como parar un intento de asesinato es como anticlimático porque, joer, a ver en dónde están los poderes mutantes, pues claro que las cosas se van a complicar y enredar, la historia no va a cambiar, "mientras tanto en el futuro" los mutantes libran su última batalla, blablablá. Ah. Y... (((SPOILER, JOER))) (((SPOILER))) (((SPOILER))). Al final en postcréditos sale Apocalipsis. Porque en la otra franquicia habían puesto a Thanos, y puestos a copiar... (((FIN DEL SPOILER. FIN DEL SPOILER. FIN DEL SPOILER))).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hace década y media atrás, las pelis de supers eran la irrisión del mundo. Existía "Superman", claro. Y "Batman" y "Batman regresa", también. Pero, ¿y más allá? Incluso a la hora de adaptar supers, la idea era que... bueno, que fueran lo menos supers posible. "The Punisher" de 1989. "Las Tortugas Ninja". "La Sombra". "Spawn". "Hombres Misteriosos". Ya nos entendemos, ¿verdad? Y de pronto, ¡¡¡TERREMOTO!!! ¡¡¡MAREMOTO!!! ¡¡¡HURACÁN!!! "X-Men" demostró que 1.- Se puede hacer una peli de supers en donde los FXs no den risa, 2.- Que demuestre mimo y amor por el material de base, y 3.- Que la audiencia responda y sea taquillazo. Después vino "X-Men II", y la gente descubrió que... ¡se puede hacer una secuela de supers que no sea una mierda! (bueno, estaban "Superman II" y "Batman regresa", pero ambas, si bien no demasiado envilecidas por la maledicencia popular, no son consideradas a la altura de las originales, en un caso de manera justa y en el otro no tanto). Dicho y hecho, llegó el aluvión de pelis de supers hasta ahora. ¿Y qué pasó con los X-Men? Curiosamente, la franquicia amenazó con irse por el caño. Primero con una "X-Men III" no tan terrible como la gente quiere hacernos creer, pero que ser la ÉPICA conclusión de la trilogía, pues como que no. Luego, ante los pobres resultados, decidieron que una cuarta mejor que no, así es que vamos arreando con spin-offs. Primero "Wolverine", porque si las pelis de X-Men parecían más Wolverine y Co., pues por qué no prescindimos de lo que sobra y vamos a lo que la gente quiere, o sea, Hugh Jackman hasta reventar. La peli fue un mojón, claro, lo que no le impidió hacer caja, porque es sabido el talante coprofágico de muchos que van al cine por estos días. Después vino "Wolverine: Inmortal", que acá no hemos visto a la fecha de escritura y redacción porque... bueno... porque Bastet es grande, supongo. Pero entretanto, el spin-off sobre Magneto acabó convertido en una precuela/reboot de la franquicia, en concreto "X-Men: Primera generación", considerada por moros y cristianos como un regreso en forma a la franquicia. Y entonces, viendo como al lado se están forrando con el Universo Cinemático Marvel, pues se dijeron que MI NIÑO GANDE MI TAMBÉN QUEDE, y como allá fusionaron a varios superhéroes para lanzar "Los Vengadores"... pues acá hacemos una secuela de la precuela que a la vez sea una precuela/secuela con la trilogía central y a su vez cross over con la misma, pero dejando fuera la tercera parte de la ahora trilogía devenida en duología. ¿No entendieron un carajo? Qué más da. El caso es que tomaron un cómic de 1981 llamado "Días del futuro pasado", y bajo la promesa de ser "la primera peli de supers adaptada directamente de un cómic en vez de tomar los personajes e inventárnoslo todo por el camino", se lanzaron al ruedo. Y proyectando ya la cosa para una eventual secuela que sería "X-Men: Apocalipsis". Llamando de regreso a Bryan Singer a la dirección (el de "X-Men" y "X-Men II", claro) y a John Ottman repitiéndose el plato como soundtrackista y editor. Y a rodar que son dos días. La cosa fue un taquillazo de proporciones épicas: 500 (QUINIENTOS) MILLONES DE DÓLARES EN DOS SEMANAS (y sobre 600 un mes después, y contando). Joer, para estos tipos no hay crisis económica, eso seguro. Tercera peli más taquillera del año, y en vías de desbancar a "Capitán América y el Soldado del Invierno" y "El asombroso Hombre Araña 2". Ni en sus sueños más húmedos se esperaban algo como esto, eso está claro. La crítica la adoró, como si nunca antes hubieran visto una de mutantes. Bueno, "nunca una como ésta", se dirán. En cierto sentido, tienen razón. Porque esta es la primera peli que hace importación de lleno a la franquicia fílmica, de uno de los peores vicios de la franquicia homóloga de los cómics. ¿Cuál, dirán ustedes...? Seguir leyendo para saber...

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Es realmente "X-Men: Días del futuro pasado" tan buena, la mejor de la franquicia y tal? Sí... y no. Partamos de algunas clarificaciones primero. Eso de que es la primera peli de supers que adapta un cómic, es una verdad a medias. Dejemos de lado que ya "Watchmen" adaptada una novela gráfica (y de manera no tan maligna como los frikis de mierda quieren hacernos creer, haciendo lo mejor que se podía con un material muy complicado de base). El caso es que esta versión de "Días del futuro pasado" es bastante libre porque, bueno, la historia clásica de Claremont y Byrne encajaba dentro de la continuidad del cómic, y como las pelis tienen una continuidad distinta, ciertos detalles debían chirriar, razón por la que se justifica que sea Wolverine y no Kitty Pryde quien regrese en el tiempo, como en el cómic original (eso, y que la gente quiere ver MÁS WOLVERINE, el chulomacarra que es como tú). También la historia original la expandieron su resto, porque el cómic eran apenas dos ejemplares (toda una épica en una época en donde no te extendían vía decompressive storytelling una historia mínima por seis grapas para colarte el tomo después), y por lo tanto si iban a hacer minería, pues debían inventarse con escándalo. En ese sentido, y considerando que "X-Men II" ya adaptaba en parte el clásico "Dios ama y el hombre mata", pues resulta claro que eso de PRIMERA ADAPTACIÓN DIRECTA hay que tomárselo con un pequeño respiro. Pero dejando de lado ese aspecto más frikillo del asunto, lo cierto es que los cambios en la adaptación son positivos, no en el sentido de mejorar el cómic original (que en su época la rompía, pero es que óigale, después de "Terminator", la trama esa de REGRESAR EN EL TIEMPO PARA EVITAR UN FUTURO DE MIERDA como que ya no tiene mucha novedad que digamos), sino en el de conseguir encajar bien la historia dentro de la continuidad de las pelis. Y esto, lo hacen de manera maestra. Por un lado, le dan una digna despedida al elenco original, redimiéndolo de su final en "X-Men III". Por otro, sacan "X-Men III" y "Wolverine" de la continuidad, para tristeza y desamparo de nadie. En forma adicional, dejan "X-Men" y "X-Men II" como canónicas, pero abiertas a ser reinterpretadas vacilándose cualquier punto de continuidad con el clásico "ejke la historia cambió". Igualito que en "Star Trek", pero de manera mucho más elegante. ¡Y además consigue ser una buena secuela de "X-Men: Primera generación"! Se nota que realmente se calentaron el mate aquí.

-- ¿Es la mejor peli de los X-Men? Me parece dudoso. Partamos por el hecho de que la vibra acá es distinta a la trilogía original. En la época, ver a los X-Men con spandex negro en vez del traje amarillo pato de Wolverine era el colmo de lo dark, pero hoy en día, tanto "X-Men" como "X-Men II" se ven algo ñoñas e infantiles. Después de todo, de por medio vino "The Dark Knight", como ya sabemos, y a partir de ahí, todas las pelis de supers tienen que ser OSCURAS. ¡Que Bastet nos libre de que el Superman de "Man of Steel" nos haga salir silbando con alegría del cine! ¡Héroes angustiados! ¡Caras largas! ¡Almas torturadas! ¡Eso queremos! "X-Men: Días del futuro pasado" responde a esa lógica, siendo bastante más oscura que sus predecesoras. Pero MÁS OSCURA no necesariamente quiere decir MEJOR. Y esta peli se lastra de ser un gigantesco nodo de continuidad. Si no has visto la trilogía original (o a lo menos las dos primeras) y "X-Men: Primera generación", te vas a perder la mitad del espectáculo, rascándote la cabeza con preguntas tales como ¿y este jodío quién es?, ¿y por qué estos personajes parecen conocerse de antes?, ¿y por qué algunos personajes de pronto son enemigos y en otro tiempo diferente son amigos? y asín. Eso no pasaba ni con "X-Men II" ni con "X-Men: Primera generación", que son las verdaderas cumbres de la franquicia. "X-Men: Días del futuro pasado" está bien, está muy bien, pero no le cabe el honor de ser la mejor de la franquicia porque es una peli demasiado dependiente de las otras pelis, mientras que las otras son relativamente autocontenidas ("X-Men II" sufría un lastre similar al seguir la historia de Wolverine, pero aparte de eso, la historia es perfectamente autosuficiente). En lo que sí "X-Men: Días del futuro pasado" será memorable, es en haber llevado la franquicia a un completo nuevo nivel. Mientras que en las pelis anteriores los villanos tenían planes algo más pedestres (el genocidio universal a los mutantes como en "X-Men II" o la creación universal de mutantes arrasando nuclearmente el mundo como en "X-Men: Primera generación"... vamos, lo que todo supervillano se banca como desayuno. ¡Si incluso la Fénix Oscura en "X-Men III" no era una fuerza cósmica universal capaz de reventar estrellas completas sino apenas una mutantilla de porquería con el superpoder de MIRARTE FEO), acá saltamos a la siguiente dimensión, a cambiar el curso mismo de la historia, a jugar con el tiempo y el espacio. Hemos saltado de los supervillanos de mierda que sólo quieren conquistar la Tierra, a los supervillanos que están dispuestos a cargarse el universo entero y sus jardines para alterar el curso de la historia de sinfinmillones de universos paralelos. ¡Sh'iar, allá vamos! De hecho, la siguiente entrega ya está anunciada como "X-Men: Apocalipsis". Y con el dramático retcon metido a la franquicia, hemos también importado una característica muy cara al cómic de base: una continuidad de mierda en donde no puedes leerte un cómic tranquilo sin estar preguntándote si con el siguiente viaje a un universo paralelo, viaje al pasado, viaje al futuro, viaje a fuera-del-espacio-tiempo o lo que sea, ese cómic que estás leyendo va a ser historia canónica o sólo un montón de información inútil después de que la enésima intrusión de Charles Xavier, Cable, Bishop, Wolverine, Shadowcat, Apocalipsis o el barrendero de la Mansión Xavier para Jóvenes Superdotados se le ocurra trastear con la historia. Con este salvaje retcon, nunca antes un exmenófilo habituado a la mescolanza de líneas temporales se sintió tan en casa.

-- La franquicia de los X-Men siempre ha tenido un cierto contenido sociopolítico. Los X-Men que han juramentado defender una sociedad que no los comprende y que los odia, han sido siempre una metáfora de la persecusión contra el diferente, contra el que por ser diferente está en minoría: el negro, el homosexual, el liberal, el inteligente, el buena gente. Las pelis han conseguido mantener esa premisa con mayor o menor elegancia, más en sus inicios que después, por aquello de que ahora se hacen las pelis tan neutrales o asépticas (¡o proyanketas imperialistas capitalistas!) como se pueda, para no despertar ampollas, boicots, etcétera. En Jólivu vale meterse incluso con la Iglesia Católica ("El Código da Vinci"), pero ¿con Wall Street? (Recuérdese cómo un sucedáneo de Wall Street aparecen como pobrecitas víctimas en "The Dark Knight Rises"). Si "X-Men: Primera generación" hacía un ejercicio de revisión sobre las luces y sombras de la época en que surgió el cómic (y en donde muchas cosas de nuestro mundo actual empezaron a irse al carajo), "X-Men: Días del futuro pasado" hace idéntica revisión respecto de 1973, algo bastante sintomático porque Richard Nixon es el Presidente que se mandó dos cagadas fundamentales para el futuro (de las muchas varias más, pero las realmente claves son dos): 1.- Fusilarse el padrón oro y con ello abrir la temporada de caza para que la especulación neoliberal empiece a profitar a lo bestia, algo cuyas consecuencias estamos pagando todos a cuarenta años plazo, sin que la cosa dé visos de terminar (más bien por el contrario), y 2.- Watergate, cargándose la credibilidad que la Presidencia del país más poderoso del mundo había conseguido gracias a la férrea defensa de los derechos civiles que habían promovido las administraciones de Kennedy y LBJ. Pero la peli no se atreve a... ser tan atrevida, digámoslo así. Aquí Richard Nixon (¡sorpresa!) no es el cabroncete dispuesto a lanzar un ataque nuclear en toda regla como en "Watchmen", sino un pobrecito político que iba pasando por ahí, que celebra la paz para terminar Vietnam, y cuyo único pecadillo, si es que, es ser manipulado en la sombra por un empresario corrupto. ¡Una peli de los X-Men, reivindicando a Nixon! ¡El mismo tipo que, en los cómics, en concreto la historia del Capitán América contra el Imperio Secreto, estaba señalado casi con nombre y apellido como un tipejo dispuesto a dar un autogolpe para cargarse la democracia! En este contexto, lo que en el cómic original de los X-Men es una elección ética fuerte (dejar vivir a un cabrón para evitar un futuro aún más cabrón todavía), acá se desdibuja un poco y pierde fuerza, porque los malos son malos, pero igual no tan malos blablablá, y con ello se fusilan parte del ethos de la historia original (adaptada de manera mucho más brillante en los monitos de los X-Men de los '90, aunque ahí el que viajaba en el tiempo era Bishop). Adaptar el cómic, está bien. Bien adaptado, además. Pero no hasta las últimas consecuencias, eso sí que no, no vaya a ser cosa que la gente vaya a desarrollar pensamiento crítico o algo así. En ese sentido, la peli se queda algo en deuda, tomando la premisa general del cómic de base, pero limando todo lo posible los aspectos más críticos de la misma. Bien... al menos el megacorp que tenemos acá es Bolívar Trask y no Iron Man o Bruce Wayne, por lo que aún así esta peli sigue siendo mucho más crítica que, digamos, "The Dark Knight Rises" o "Iron Man 2".

-- La realización misma está OK. Quizás uno de los lastres de la peli es que, salvo el mainframe del futuro-pasado, sigue en líneas generales el patrón de "X-Men: Primera generación", sólo que con un villano menos interesante (si la vieron, saben de qué hablo: ensamblaje de personajes principales, partida a una misión con París en reemplazo de Rusia, gran desastre ocasionado por pelea con villano en París en vez de los cuarteles de la CIA, movimiento para la batalla final, y batalla final por supuesto). El inicio de la peli es potente, viendo un futuromerda que ni Skynet, óigale, aunque hubiera sido de agradecer algunos referentes más, en vez de que nos conformemos con el ESCENARIO FUTURO GENÉRICO de rigor. Después, cuando la historia salta a 1973 y vemos a Wolverine dando vueltas aquí y allá, la cosa se pone un poco más latera, ya que falta acción, vemos personajes encontrándose con otros personajes encontrándose con otros personajes... aunque lo compensan con una vistosísima recreación de los '70s, no tan funny como el '60s de "X-Men: Primera generación", pero que funciona bien. Pero en general, el ritmo de la peli hasta París es más bien lerdeja. Es al final en donde la cosa mejora mucho, incluyendo una traca final de órdago con un final no tan predecible como podría parecer (o sea, ya sabemos que ganan los buenos y que el futuro va a cambiar, o si no, no podrían seguir sacando secuelas, que es de lo que se trata el negocio, pero aparte de eso, el destino de algunos personajes no es tan obvio como podría parecer). La dirección de Bryan Singer es bastante ajustada, eliminando las aprensiones de que el director de las más luminosas "X-Men" y "X-Men II" no se la pudiera con ésta (se la pudo, y más que bien). Las actuaciones están relativamente bien, con el grueso de los actores bien afiatados en sus roles, y con la incorporación de Peter Dinklage como Bolivar Trask haciendo tan suyo el personaje, que no me extrañará que en los cómics de pronto el personaje agarre enanismo y tal, sólo para justificar un cambio de look (la brevísima escena en donde Dinklage interpreta a Mystique fingiendo ser Bolivar Trask es oro puro, apenas un par de segundos y una expresión, pero la mímesis de Dinklage con Jennifer Lawrence es abracadabrante). John Ottman se sube por segunda vez al barco en la banda sonora (primer soundtrackista de los X-Men que se repite plato), componiendo un soundtrack que vincula a esta entrega directamente con "X-Men II", aunque por desgracia bota por la borda la memorable banda sonora que Henry Jackman compuso para "X-Men: Primera generación" en el camino, algo que a saber si podemos considerar como para mejor.

IDEAL PARA: Todos los que se quedaron atascados con el final de la trilogía original y querían despedir a sus personajes favoritos con dignidad (salvo Wolverine, que sigue).

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].


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