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domingo, 15 de julio de 2007

"Zodíaco" (2007).


-- "Zodiac". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: David Fincher.
-- Actuación: Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo, Anthony Edwards, Robert Downey Jr., Brian Cox, John Carroll Lynch, Chlöe Sevigny, Ed Setrakian, John Getz, John Terry, Candy Clark, Elias Koteas.
-- Guión: James Vanderbilt, basado en el libro de Robert Graysmith.
-- Banda Sonora: David Shire.

-- "Zodíaco" en IMDb.
-- "Zodíaco" en la Wikipedia en inglés.

ADVERTENCIA: Como el buen lector de Cine 9009 sabe, trato siempre de mandarme la menor cantidad de spoilers posible. Sin embargo, en este caso me va a ser difícil no adelantar algún detalle clave de la historia, incluyendo (en parte) su resolución final. Me siento autorizado para ello, porque la historia está basada en un hecho real, y cualquiera que investigue sobre el Zodíaco sabrá lo que pasó con ese caso, hasta el día de hoy. Pero si al amable lector no le gustan los spoilers, entonces le recomiendo encarecidamente que NO LEA LA SIGUIENTE RESEÑA. Cómodamente instalado en su mullido cojín, les saluda el GENERAL GATO.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una parejita desaparece por la carretera, y no para prenderle velas a un santo o por alguna otra razón religiosa, precisamente. Hay un tenso diálogo en el cual va a pasar y no pasa, va a pasar y no pasa... la chica es joven, pero está casada... De pronto, aparece un vehículo. Se ve que el año es 1969, porque aún no han estrenado clásicos de la infamia psycokiller como aquella de las leyendas urbanas o algunos de los episodios más descerebrados de los archivos X, así es que no intentan correr y se quedan como conejos encandilados, hasta que por su inepcia darwiniana son limpiamente liquidados a bala. En paralelo, hay un pobre diablo que trabaja de caricaturista en un periódico de los importantes, y por pura casualidad se inmiscuye en una reunión de directorio en la cual se ventila algo muy importante: el asesino de la pareja ha enviado una tierna misiva al diario y amenaza con que si no se publica un código cifrado en primera plana, habrá varias otras muertes al azar. El pequeño reptil que dibuja caricaturas empieza a obsesionarse con el tema, se acerca al periodista encargado de la investigación, y empieza a darle algunos nortes, porque el caricaturista ha ido a la biblioteca y se ha zampado unos cuantos manuales de criptografía. Y el periodista empieza a darle tabarra a los suches de la LAPD. Y los polizontes empiezan a cogerse la cabeza con las dos manos, cuando empiezan a llover los muertos, y empiezan a llegar más cartas del asesino, que ahora se ha puesto un nombre: el Zodíaco. La cacería recién empieza. Y será dura. Durísima. Tanto, que recién a comienzos de los '90s podrán por fin darle caza... ¿al hombre correcto...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

No es misterio ni piedra de escándalo para nadie que las naciones civilizadas adoran a sus escritores, sus filósofos y sus intelectuales, y los yankis adoran a sus beisbolistas y a sus asesinos en serie. Desde aquella jornada de 1969 en que empezaron los asesinatos de un cabrón que se hacía llamar el Zodíaco, que el público yanki se volvió en masa al tema. Tanto, que el famoso Zodíaco en cuestión inspiró al asesino Scorpio, que le hacía la vida de tiritas a Harry Callahan en la mítica primera entrega de la serie de Clint Eastwood, "Harry el Sucio". Como de costumbre, el Zodíaco inspiró algunas densas y sesudas investigaciones por parte de algunos ociosos que no saben qué hacer con su tiempo libre, y se dedican a escribir sobre homicidas famosos en vez de contribuir con el progreso de la Humanidad inventando la vacuna contra el SIDA. De ahí salieron dos libros, "Zodíaco" y "Zodíaco desenmascarado", que se supone son la investigación más seria y acabada sobre el tema. La idea de una cinta al respecto interesó a David Fincher, cineasta de escasa pero contundente trayectoria (puedo mencionar aquí TODAS sus películas a la fecha sin que falte espacio: "Alien 3", "Los siete pecados capitales", "Al filo de la muerte", "El club de la pelea" y "La habitación del pánico"). Por suerte. Porque Fincher tenía las cosas claras. Su película iba a ser sobre el Zodíaco, y no un burdo remake de "Harry el Sucio". Iba a ser una peli sin persecusiones automovilísticas ni disparos, y cuyos protagonistas eran un caricaturista y un asesino al que ¡ups! nunca agarraron en la vida real. O sea, iba a tener todos los ingredientes para ser un gran y memorable fiasco, porque ya sabemos lo que la audiencia busca (sí, "Shrek III", "Piratas del Caribe 3", "El juego del miedo 3")... Pero se la jugó. Llegó hasta a cambiarse de estudio cuando le dijeron "OK, hazla, pero hazla cortita, de dos horas y algo más para que el público no se aburra" (al final, dura como tres horas, con otro estudio). El resultado fue un filme bueno, con pulso y garra, lo suficientemente bueno como para que reventara en la taquilla. De perder dinero, no lo perdió. Tampoco lo ganó. Costó 75 millones de dólares y ganó 75 millones de dólares. Y nosotros ganamos uno de los mejores filmes del 2007, que no es poco (entre esto y el festival de terceras partes que ha sido la ida al cine este año)...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es agradable ver como el cine de David Fincher ha ido evolucionando y mutando, sin perder sus rasgos esenciales ni acabar convertido en un maldito mercenario al servicio de los grandes estudios. Poco queda ya del jovencito que buscaba provocar por el puro ánimo de escandalizar, que rodaba "Los siete pecados capitales". "Zodíaco" es una película madura y con buen pulso cinematográfico, y ¡ojo!, sin que esto signifique lo que siempre significa en manos de los críticos burgueses de toda la vida, que alaban las películas "de madurez" cuando están muertas de ideas y planos secuencias. Existen toques muy Fincher, como un sótano con cañerías oxidadas y un cuidado exquisito en la imaginería visual, pero a la vez se ha ido deslastrando de su necesidad de hacer un gran final o una vuelta de tuerca inimaginable. La historia va recta hacia su destino como una puñalada trapera, y corta como el hacha de un carnicero.

-- La estética de la época está recreada con un nivel de detalle asombroso, con minuciosidad casi maniática. Los peinados, los diálogos, los automóviles, los edificios... Incluso se permite el detalle de ir cambiando la calidad de la cinta, desde los tonos amarillentos para las secuencias sesenteras que lo emparentan con el fondo cromático de las primeras Bond de Guy Hamilton ("Goldfinger", "Los diamantes son eternos"), hasta tonos más naturalistas para las secuencias más recientes, deviniendo en la breve secuencia noventera en un filtro débilmente azulino, a estas alturas una marca de fábrica del cine de Fincher (véase, por ejemplo, "Al filo de la muerte"). No es simplemente una película ambientada en la época, sino que se ve y se siente como si se tratara de 1969 (y los setenta, y los ochenta, y los noventa).

-- Tiene un gran pulso narrativo. Y lo consigue a punta de lo bueno, de puro suspenso psicológico, sin truquitos idiotas como esperables inesperadas vueltas de tuerca, o secuencias de pura acción y adrenalina. Todo deviene de un hecho simple: no se sabe dónde va a atacar el Zodíaco la siguiente vez, no se conoce su modus operandi, y nadie está realmente a salvo. Ningún personaje es realmente noble o heroico (tampoco lo contrario), sino que tienen sus vidas y circunstancias peculiares, y su propio interés por cazar al Zodíaco. El detective Toschi es un buen funcionario que se emperra en atraparlo porque le gusta hacer bien su trabajo. El caricaturista es en el fondo un tipo patético y obsesivo que, bien dentro suyo, termina por identificarse con el Zodíaco. El periodista investigador es un egocéntrico alcohólico a quien, dicho desde ya, le importa en verdad un pucho el asunto del Zodíaco, y si trata de atraparlo, no es por afán de justicia ni verdad, sino por dar el golpe noticioso que le permita erigirse al podio en el que se entregan esos bonitos Premios Pulitzer. O sea, el equipo contra el Zodíaco está integrado por personas comunes y corrientes, lejos de la superhumanidad de tipos como Harry Callahan cazando a Scorpio, y eso le da un valor agregado a la peli (la de "Harry el Sucio" también es buena, dicho sea de paso, pero por otras razones, no por éstas).

-- Una de las implicaciones más tenebrosas de la película se refiere al problema de qué demonios hacemos con la gente que supuestamente debe cuidarnos. En las pelis de asesinos psicópatas, es tradición y lugar común que el psychokiller de turno es endemoniadamente inteligente y listo, y su mente implacable desafía por eso al más inteligente de los policías. Aquí, por el contrario, no se dice que el Zodíaco sea particularmente inteligente. De hecho, una de las razones por las cuales la cacería contra él se dilata tanto, no radica en que sea el epítome de la inteligencia hecha carne y sangre entre nosotros los pobres humanos, sino en porque los policías son demasiado amigos de empotingar su culo en su asiento, aún a costa de la investigación policíaca de rigor. El Zodíaco deja muertos en tres o cuatro condados, cada condado investiga el suyo propio, y a ninguno se le ocurre que podrían avanzar aún más si colaboraran entre sí, intercambiando la información entre condado y condado. O peor aún: se les ocurre, pero como cada uno quiere capturar al Zodíaco para sí, escamotean la información, no ocultándola de manera fraudulenta, sino con el manido recurso de "es que nadie preguntó"... (¿Cómo iban a preguntar, si no sabían qué debían preguntar?). Uno puede buenamente preguntarse, con escalofríos... ¿En cuántos casos no habrá ocurrido algo similar? No olvidemos que la peli está basada en hechos reales, y si pudo ocurrir ahí, ¿por qué no en otras partes...?

-- Las actuaciones son simplemente impecables. Jake Gyllenhaal, quien se las ha arreglado para hacer papeles en filmes interesantes (bueno, también en "Brockeback Mountain" y "El día después de mañana") siempre ha tenido algo que decir en materias actorales, y aquí no se desmiente, dándole vida al caricaturista que... ejem... en realidad no tiene una vida propia, digámoslo. Mark Ruffalo compone a un detective Toschi que es puras malas pulgas y olfato de sabueso. Incluso hasta Robert Downey Jr., que demostró su talla de actor interpretando nada menos que al prota de "Chaplin" en el biopic de comienzos de los '90s y después se fue por la pendiente del alcohol y las drogas, saca un estupendo rol, mostrando que... seamos crudos, que aún sirve para algo, el pobre. Y Chlöe Sevigny, objeto de los perturbadores deseos de Hilary Swank en "Los chicos no lloran", se roba la película con sus pequeñas apariciones.

-- Esta película debería ser revisitada como material histórico por la posteridad, porque representa muy bien lo que es el espíritu de los tiempos en las postrimerías de la tenebrosa Era Bush. Más que un personaje, el Zodíaco en esta película es una amenaza invisible, que podría atacar en cualquier minuto y a cualquier persona... exactamente igual que la paranoia de Bush y sus halcones frente al terrorismo, paranoia que tan barato se la compraron los yankis cuando descubrieron con el 9-11 que no eran tan invulnerables como ellos suponían. Quizás un poquito antes, hubiera sintonizado aún mejor con el interés del público yanki (y hubiera recaudado más en taquilla). Al final, aunque no pueden agarrar al malo maloso, queda una sensación de que el mal no es invulnerable, que los destructores pueden ser a su vez, sino destruidos, por lo menos contenidos, y esto se refuerza aún más por no ser una horterada al estilo Stallone, sino una peli basada en hechos reales. Es curioso que una película con un final tan ambiguo, sea capaz de depositar semejante nota de esperanza...

IDEAL PARA: Amantes del buen cine, degustadores de suspenso de categoría, retronostálgicos, historiadores... Comedores regulares de pop corn y profitadores de "El juego del miedo", mejor abstenerse.

3 comentarios:

  1. creo que es una de las peliculas definitorias de los 00'(me vienen a la mente "Red social", alguna de pixar, "el gran truco" y el "caballero de la noche"), creo que hay que hacer notar lo poco que cambian con el tiempo los personajes, siguen siendo pateticos, con buenas intenciones, egoistas, etc... (humanos al fin jejeje), esto en contraste con lo radical que se vuelve el cambio en el entorno en donde se desarrollan... muy similar a los tiempos que vivimos.

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  2. y con respecto a downey jr es un gran actor sin duda, pero creo que ultimamente se la pasa haciendo de el mismo en las peliculas... el tipo excentrico bohemio cool macarras, jejeje

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  3. Es curioso, pero a diferencia de los '80s o los '90s en que parece fácil encontrar las pelis icónicas, los 2000s parecieran resistirse con ganas al ejercicio. O yo no simpatizo con la década, eso también puede ser. No sé si "Zodíaco" sea tan definitoria de la década, porque más allá de la metáfora paranoica, no se parece mucho al resto del cine de la década (que sea una peli de excelente calidad en medio de una tonelada de mugres que se han rodado en particular durante la segunda mitad de la década, tampoco ayuda). O a lo mejor la veo otra vez y le encuentro el punto al respecto. Como sea, "Zodíaco" está hecha con la piedra en que se tallan las catedrales, de eso no me cabe la menor duda.

    Y bueno, Robert Downey Jr... Al tipo le ponen hartos ceros en los cheques para interpretar ad nauseam más o menos el mismo papel, una y otra vez, y el público lo adora (y a mí me cae simpático, para qué voy a pasar una cosa por otra). O sea, está contento el actor, están contentos los estudios y está contento el público. ¿Por qué el hombre iba a hacer distinto lo que le sale tan bien? Si el día de mañana quiere acordarse de que él alguna vez fue Chaplin y lanzarse otra vez al riesgo, yo lo voy a aplaudir por la valentía, y le doy mi voto de confianza de que lo hará bien, pero si no lo hace, no lo voy a condenarlo únicamente porque quiere dinero para llenar de agua su piscina en Hollywood. Llámenme cínico, pero la verdad, yo en su lugar haría lo mismo. :-D

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