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domingo, 18 de noviembre de 2012

"Operación Skyfall" (2012).


-- "Skyfall" (título original en inglés), "Skyfall" (el título que debería haber tenido igualmente en español, por una vez que se imponía el título en inglés y le meten lo que no tienen que meterle, malditos idiotas del demonio). Estados Unidos / Inglaterra. Año 2012.
-- Dirección: Sam Mendes.
-- Actuación: Daniel Craig, Judi Dench, Javier Bardem, Ralph Fiennes, Naomie Harris, Bérénice Marlohe, Albert Finney, Ben Whishaw, Rory Kinnear, Ola Rapace, Helen McCrory, Nicholas Woodeson, Bill Buckhurst, Elize du Toit, Ian Bonar.
-- Guión: Neal Purvis, Robert Wade y John Logan, basados en los personajes creados por Ian Fleming.
-- Banda Sonora: Thomas Newman.

-- "Operación Skyfall" en IMDb.
-- "Operación Skyfall" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un largo pasillo. Vemos a... Bond, James Bond. Con su pistola, muy fálico too. Ingresa a un lugar, y, ¿tiroteo? No, lo siento por el minuto, muy secuencia de precréditos será, pero bienvenidos a una Bond que... te hará pensar en el personaje. Por lo tanto la cosa parte con un minutito de Bond dándonos la lata sobre un tipo muriéndose y un hard-drive desaparecido. Sale afuera, y porque hay que apurar el guión, a santo de ná pasa una chica que es una compañera y que ha estado siguiendo al malo de turno. Bond entonces se embarca en una batalla-persecusión con el malo maloso que Michael Bay definiría como AWESOME, aunque el suspenso se corta porque hemos visto el trailer como sepetecientas millones de veces, y ya sabemos como termina: con M gritándole a la chica negra TAKE THE BLOODY SHOOT, ella disparando, y cargándose a Bond para que caiga bajo un puente (la negra es incompetente: listo, si los productores no querían enmarronar la peli con impolíticos subtextos racistas, ya metieron la gamba hasta el fondo). Secuencia de créditos con la tristona canción de Adele de rigor (seriously, para la Bond 24 ya me estoy temiendo que la canción Bond la interprete My Dying Bride), y tenemos el funeral de Bond James Bond. Sin mucho suspenso, porque óigale, yo he visto más escenas con Daniel Craig en el trailer, así es que sé que resucita. Bueno, en efecto, muerto no andaba, sino retirado aquí y allá, haciendo lo que mejor sabe hacer el Bond de Craig, o sea, livin' la vida wangst. En el intertanto, la jefaza M que ha estado dando tanta tabarra que era la jefa incluso ANTES del reboot del 2006, ve como le detonan el edificio del MI6 en sus propias narices. Por alguna razón, ahora que la democracia se está yendo a negro los políticos hacen su pega más que nunca, así es que fíjense, a M... ¡la someten a investigación! Y cuando la pobre ya está por decir eso de que ¡oh, y ahora quién podrá defenderme!, aparece... ¡Bond, James Bond! ¿A rajarle el bife chorizo al malo, como cualquiera Bond que se precie de tal y la razón por la que aprendimos a amar al personaje desde la Era Connery hasta la actualidad? Pues... no. En primer lugar no sabemos quién es el villano (bueno, es Javier Bardem, lo vimos en el trailer, pero in-universo no se sabe todavía), y en segunda, que Bond está más piltrafa que ser humano, así es que no está ni pa'l gato (ehm...). El caso es que Bond se saca bajo la manga (bueno, no la manga exactamente... la minga tampoco, malpensaos) la pista precisa que lo lleva hasta el matón del villano, usando LA MAGIA CSI. En una cruzada que los llevará a él y a ti al corazón mismo de lo que significa ser Bond-James-Bond. Qué bueno. Sólo tardamos 50 años y 23 pelis (más dos no-oficiales) en averiguarlo. Casi ná, masho.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿Alguien se acuerda a estas alturas del partido que a comienzos del 2000, después de la discreta "Otro día para morir", más la retirada de Pierce Brosnan y los cuatro años en el congelador, la saga Bond parecía estar siguiendo los pasos del Llanero Solitario, de Hopalong Cassidy y de otros insignes héroes retirados en el Museo de Cabezas de Futurama? ¿Alguien recuerda que cuando el nombre de Daniel Craig saltó a la palestra, la platea se churreteó en él hasta alisarse el vello intestinal? ¿No? Porque no les conviene acordarse, por eso. Alguien con un muy agudo sentido del cinismo podría decir que una franquicia sólidamente establecida como ésta es a prueba de bombas, que se vende sola, que habrá 007 en tanto el mundo sea mundo. Lo cual es relativo. ¿Recuerdan el batacazo de "Batman y Robin"? Bueno, después vino "Batman inicia", pero pasaron ocho años, y además tuvieron que rebutear de cero. Y han pasado seis años desde "Superman regresa" y lo que se viene es otro reboot... Y después de "La travesía del Viajero del Alba", nadie sabe a ciencia cierta qué pasará con Narnia (que para esa entrega ya había sido vendida de la Disney a la FOX por poco rentable, figúrense), y eso que entre el reducido pero fiel mercado de los meapilas C.S. Lewis se supone que se vende solito. O "Matrix", que fue tan revolucionaria que los estudios se la pasaron todos los 2000s robándole los FXs, pero que ha pasado una década desde "Matrix Revolutions" y la franquicia parece estar más muerta que... que... bueno, que la carrera de Keanu Reeves, que desde entonces nuestro carepalo-no-favorito ha ido de tumbo en tumbo y de "Constantine" en "El día en que la Tierra se detuvo" (y nosotros nos alegramos los muy malparidos...). Pero con "Casino Royale" fue otra cosa. Se arriesgaron a hacer una Bond diferente, más física que el cine de acción promedio 2006 (recuerden: bullet-time, actores colgados de cables, harto CGI...), robándole cosas a Jason Bourne y a Jack Bauer, y la cosa encajó muy bien. Tanto, que pudieron mandarse el cagazo de "Quantum of Solace" primero y después tirarse cuatro años sin peli Bond, y aún así las expectativas de la gente transformaron a "Operación Skyfall" (horrible título en español porque Skyfall no se refiere a ninguna operación, sino a algo que no spoilearé, pero que no necesita ninguna traducción) en la peli de acción no superheroica más esperada del 2012. Cuento corto: la peli fue estrenada sin seguir la trama de "Quantum of Solace" y el jodío grupo SPECT... er, Quantum, eso es, y se transformó en un taquillazo, empinándose al Top Ten de pelis más taquilleras en el mismo año en que el mítico himen de los 1000 millones fue rajado dos veces por "Los Vengadores" y "The Dark Knight Rises" a falta de una, y además se empinó al nivel de la Pixar de este año ("Valiente", que bueno, no rindió tanto como "Up" o "Toy Story 3", pero es que... ¡Pixar, leñe!). Que se diga lo que se diga, el público podrá ser inculto pero no exactamente tonto (bueno, salvo el caso de "Transformers 2: La venganza de los caídos", pero es que buenoooooo...). Además cosechando éxito de crítica. Y pensar que algunos ingenuotes, frente al follón de MGM, ya estaban enviándoles coronas de caridad al agente británico. Como si los interesados fueran a dejar de producir pelis de una franquicia en que cada entrega cuesta 150-200 millones de dólares y recauda 500 o más: hay que ser muy desinformado para no deducir lo obvio de este dato.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Nadie que se haya fusilado la totalidad de los comentarios de la totalidad de la franquicia que hemos publicado acá en Cine 9009 hace la rechalla de años, va a decir del argumento de esta peli que tenga elementos originales. ¿El villano es un antiguo agente británico renegado? "Goldeneye". ¿A Bond lo "matan" al comienzo y le dan funerales de honor y al final resulta que estaba vivo? "Sólo se vive dos veces". ¿La secuencia de precréditos termina con un fiasco de proporciones? "Otro día para morir". ¿El villano is back with a vengeance contra M? "El mundo no es suficiente". ¿Bond tiene la que quizás sea la única relación personal verdaderamente significativa de su vida? "007 al Servicio Secreto de Su Majestad". ¿Para Bond es personal porque alguien importante para él está en peligro físico? "Licencia para matar". ¿La guarida del villano es una isla? ¿De verdad quieren que enumere esta última? Sin embargo, aún así... Bueno, tenemos todos estos elementos, pero llevados TO THE EXXXXTREME!!! Para que nos entendamos, déjenme partir con unos fotogramas. En la secuencia de créditos, entre otras cosas, vemos un montón de imaginería de muerte, y en medio de ésta, a James Bond (Daniel Craig, lógicamente) disparándole cuatro veces a su propia sombra, y dejándole el correspondiente agujero en el corazón. Gráfico para lo que seguirá. Porque esta peli es un muy interesante ejercicio de exploración, acaso de deconstrucción, de James Bond como personaje. Con esto no quiero decir que estemos frente a una obra maestra ni mucho menos, y de hecho la peli tiene más de algún problemilla de importancia. Pero si te gusta James Bond como personaje (aunque no hayas visto todas las pelis ni te hayas bancado todos los comentarios que hemos publicado en Cine 9009, que nos hemos fusilado la saga completa, caramba, repito), no deja de tener su punto de interés la manera en que abordan su retrato. La peli tiene dos partes claramente diferenciadas (más les vale: el metraje es una anaconda de dos horas y media, a veces un poco aburridonas, todo hay que decirlo). La primera es lo que podríamos llamar la trama Bond más o menos típica, aunque despojada de casi todo ornamento y reducida a casi el esquema esencial: el malulo (anónimo en este caso por un rato, por una vez en la vida, ya que las de 007 en general se caracterizan por decir desde el inicio quién es el malo) se dedica a hacer maldades, el MI6 encuentra el hilo del cual tirar el ovillo, envían a Bond para la faena, Bond se tira a la chica del villano, es capturado por el villano, entra en su guarida (bueno, subversión aquí: es llevado prisionero), y el villano es derrotado. La ecuación clásica (dos de los guionistas, Neal Purvis y Robert Wade, se la han tirado de manera ininterrumpida desde "El mundo no es suficiente", figúrense). Rodada de manera un tanto morosa y con muy poca acción, por lo que el resultado como que se resiente un poco. Y luego empieza la segunda parte, con mucho la más interesante, y por qué no decirlo, la más adrenalínica también de la peli. En esta parte, por una vez en la vida, Bond deja de ser el cazador y se transforma en el cazado, lo que acentúa la sensación introspectiva. En el camino, Bond dice explícitamente que "viajarán al pasado". No se preocupen, no es "Volver al futuro" ni tendremos un DeLorean invisible otra vez. Viajar al pasado significa que para confrontar su batalla, no diré la más grande pero sí la más personal: en "Casino Royale" habíamos descubierto cómo ese bruto se había civilizado hasta convertirse en algo parecido al flemático toma-martinis-batidos-no-revueltos de smoking y refinamiento de señorito inglés decadente, pero ahora descubrimos por qué James Bond es un bruto en primer lugar. Buena parte del atractico del James Bond más clásico, el de Sean Connery (parodiado por Roger Moore, sí, pero restaurado a medias por Pierce Brosnan) es que por debajo de la fachada de civilización teníamos a un tipo que no le importaba nada ni nadie en su camino por cumplir con su misión. Bond es cool por eso, por su carácter canchero, por su aquí-te-las-traigo-Píter (bueno, algunos lo odian justamente por eso, y admitámoslo, algo de razón tienen también). Pero aquí vemos el reverso de la medalla: 007 es como es porque su espíritu está quebrado. Bond es canchero porque tiene que esconderle a todo el mundo, y en particular a sí mismo, que en verdad es el tipo más solitario y alienado del mundo. Y si le preguntas a James Bond por qué no se detiene de ser un héroe, jamás responderá algo tan macarra como Neo ("porque elijo serlo"), sino porque está tan crónicamente incapacitado para ser otra cosa, que nunca jamás se detendrá de hacer lo que hace. Por supuesto, esto pone en entredicho su carácter heroico: un héroe que no elige ser héroe en buena medida resulta mucho menos admirable como héroe, es alguien con quien es mucho más difícil identificarse porque la asunción implícita es que si pudiera elegir, no sería un héroe en lo absoluto (o antihéroe, para el caso). De hecho, el villano es presentado no como lo opuesto a Bond (como habitualmente ocurre: Bond es guapo, su enemigo no, Bond es bruto, su enemigo usa el cerebro, Bond es el súper macho, su enemigo suele tener disfunciones sexuales...), sino como una especie de exageración patológica del mismo 007, como el mismo prota podría llegar a ser si es que acaso llega a tener un mal día demasiado de más. Incluso cierta escena homoerótica del villano hacia Bond tiene otra connnotación si lo leemos de esa manera, como que el villano en el fondo es un Bond caído en el lado oscuro, y por lo tanto, hay como una insinuación de 007 es el súper macho que se tira a todas las minas por encubrir ciertas tendencias... muy de internado inglés, digámoslo así. Todo lo anterior son conclusiones quizás desagradables y odiosas, que el ídolo tiene pies de barro, y que en definitiva no es un tipo al que deberíamos admirar mucho (acaso compadecerlo), pero es bastante valiente que se hayan atrevido a hacer un planteamiento tan crítico hacia el personaje (después de todo, los productores de blockbusters tienden a ser muy cuidadosos, y por lo tanto muy poco atrevidos, a la hora de poner a sus personajes en la picota, no vaya a ser cosa que el público les de la espalda y se carguen la franquicia). Y por supuesto, es una que puedes aceptar o rechazar como espectador, puede que te guste o no. Puedes considerarlo como una lectura canónica o una alternativa del personaje. Lo interesante es que está hecho con buen gusto, con tacto, con sutileza (jamás vemos la infancia de James Bond en flashback, por ejemplo, haciendo mucho más aterradora esa caja de pandora que es el pasado en que la personalidad de 007 se quebró para siempre), y es una más que notable parábola acerca de cómo los héroes idealizados en general pertenecen... bueno, al mundo de las ideas justamente, que en la realidad las cosas no funcionan exactamente como en las pelis de Hollywood.

-- Javier Bardem. Se ha dicho, y yo repetiré lo dicho por otros: Bardem es un villano Bond impecable. No sé si uno de los mejores, pero sí uno notable. En realidad, el personaje en sí no está exactamente bien construido (se supone que es un agente doble cero con la misma preparación estándar que Bond, pero lo que sabe de computadoras deja en calzoncillos al malo de "Duro de matar 4.0"), y además su plan maligno es enredado hasta lo increíble (seriously... ¿qué les ha dado a los villanos últimamente porque parte de su plan consiste en ser capturado por el héroe? El Joker tenía un plan de contingencia al respecto en "The Dark Knight", Bane repite la movida en "The Dark Knight Rises", Loki lo hacía pasaje obligatorio de su estrategia en "Los Vengadores"... ¿Acaso no calculan sobre qué pasará con su plan maligno si el héroe en vez de capturarlo decide tomar el atajo gordiano de matarlo...?), en particular si se considera que con sus habilidades ciberterroristas tiene como chorrocientas millones de otras opciones más simples para humillar a la jefa (incluido borrarle la identidad como a Sandra Bullock en "La red", o volarle de un paraguazo todos sus ahorros de previsión social, y eso es lo que se me ocurre por el minuto y sin ser ningún genio). Pero la interpretación de Javier Bardem, un actor de fuste a fin de cuentas, lo hace memorable. Su primer encuentro con Bond es un duelo interpretativo de alturas (claramente cargado para el lado de Bardem), la escena en que tiene esa conversación con M es bastante creepy, y su última aparición en pantalla... La mayor parte de los buenos villanos Bond inspiran respeto, por supuesto, pero Javier Bardem inspira algo más: inspira MIEDO. Lo ves, y honestamente ruegas a los cielos porque el desgraciao no las emprenda contigo. De muy pocos villanos Bond puede decirse esto último.

-- El resto de la realización, está bien. Sam Mendes es un director que en general sabe llevar una historia, y eso se nota aquí. La fotografía al menos es lo que esperamos de una Bond, o sea, harto paisaje bonito, y una cámara que no parezca manejada por un condenado epiléptico (lo que hizo mucho por defenestrar a "Quantum of Solace", recordemos). A la peli la pierde un poco el exceso de folleteo, y a ratos como que pierde fuelle. Daniel Craig a estas alturas del partido ya se ha apoderado de James Bond hasta el punto que uno puede preguntarse qué pasará con él después de que abandone la franquicia, Judi Dench como M la borda como nunca (ayuda que es la peli Bond en donde tiene más tiempo en pantalla, claro), Ralph Fiennes desentona un poco pero no es una mala adición (no es que sea mal actor, claro, es que su personaje no termina de encajar del todo dentro del esquema, y parece más bien puesto para su gran final que otra cosa), Helen McCrory en su brevísimo rol como política sangrona está espectacular, y tener al gran y único Albert Finney disparando un fusil a su venerable edad con una eficacia que ni Bruce Willis óigale, eso sólo puede sumarle puntos. En el punto contrario tenemos a Naomie Harris, la mesmísima de "Piratas del Caribe: En el fin del mundo", que no termina de darle el punto a su personaje (¿en serio esta chica tan blanducha y falta de carácter es una agente secreto de campo? ¡Con razón Inglaterra perdió su Imperio Británico!). Thomas Newman a cargo de la banda sonora, como sustituto de las cinco entregas de David Arnold (que no lo hacía mal, pero tenía tendencia a ponerse estridente a ratos), se siente como una brisa de aire fresco, aunque todavía seguimos esperando al compositor que de verdad pueda sustituir al verdadero y único soundtrackista Bond, el finao John Barry (puestos a soñar un poco, por darle un toque retro y con distinción a la música, ¿por qué no llamar a Michael Giacchino? Que el hombre lo hizo muy bien en "Misión Imposible: Protocolo Fantasma", además de mandarse la mejor banda sonora Bond que no está en una peli Bond, que es el soundtrack de "Los Increíbles"...). La canción Bond interpretada por Adele, de las mejores de la franquicia, y además con una letra muy significativa, aunque ésta se entiende mucho mejor (y llega mucho más) una vez que uno ha visto el final de la peli. En definitiva, una peli Bond que, con sus altibajos y todo, valió la pena esperarla durante cuatro años.

IDEAL PARA: Fanáticos de James Bond, y amantes del cine de acción con substancia en general.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "OPERACIÓN SKYFALL":

-- "James Bond en Skyfall" en El Zoco de Lakkmanda.
-- "Skyfall" en Celuloides En Su Jugo.
-- "Skyfall - A New Generation" en Tierra de Cinéfagos.

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