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jueves, 22 de noviembre de 2012

"Los agentes del destino" (2011).


-- "The Adjustment Bureau" (título original en inglés), "Destino oculto" (título en España), "Destì ocult" (título en catalán). Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: George Nolfi.
-- Actuación: Matt Damon, Emily Blunt, Anthony Mackie, John Slattery, Michael Kelly, Terence Stamp, Donnie Keshawarz, Anthony Ruivivar, David Bishins, Jennifer Ehle, Jessica Lee Keller.
-- Guión: George Nolfi, basado en un relato de Philip K. Dick.
-- Banda Sonora: Thomas Newman.

-- "Los agentes del destino" en IMDb.
-- "Los agentes del destino" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Después de que salgan unas fotos de ésas que terminas maldiciendo the Age of Facebook, a una joven promesa política se la columpean por todo lo alto en unas elekziones. Mientras está en el baño, el tipejo repasa en voz alta su discurso de "la cagamos, pero en política se han visto muertos cargando ataúdes", cuando aparece una chica (sí, en el baño de hombres), y después de conversar dos o tres cositas, VAN Y SE DAN MENSO PEAZO'STRUJALABIOS CON LINGUA Y TOO. Y debería insertar un chiste fácil acerca de cómo Hollywood vende ilusiones románticas y todo eso, pero créanlo o no, el que ambos caigan tan rápido el uno por el otro está, por una vez y sin que sirva de precedente, justificado por los acontecimientos posteriores de la peli. El caso es que el político descubre entonces lo que es tener fuego en los cojones, y se manda discurso tan discurso que ríete de Barack. A partir de entonces se transforma en carta segura para la próxima elección en cuatro años más. Nuestro héroe trata entonces de buscar a esa chica burbujeante-pero-sin-personalidad-propia cuyo propósito narrativo es despertar al héroe y empujarlo a alcanzar sus más altas metas, pero... a ver, cómo explico esto... Resulta que un grupo de hombres de negro (no Will Smith, gracias a Bastet) tratando de manejar los acontecimientos a la manera en que los hacen todos los hombres de negro, o sea desde las sombras, se manda una metida de pata, y nuestro prota acaba viendo lo que no tiene que ver. O sea, a los hombres de negro haciendo su labor. Entonces los MIB lo secuestran y lo meten en una bodega TELETRANSPORTÁNDOLO A TRAVÉS DE UNA PUERTA. Joer, yo también estaría untao 'e miedo. El caso es que los hombres de negro le dicen que no le diga a nadie lo que ha visto, y además, ya que estamos, que no vuelva a ver a la chica porque no es parte del plan (quema de tarjeta con phone number incluida). Un plan tan planificado que nuestro héroe por supuesto no puede conocerlo. Y yo, mirando los créditos por ver si esto no lo escribió Chris Carter, o si no aparece el Fumador por ahí. Miro, y... nope. Pasan tres años, y nuestro joven político, ahora pensando en volver a postular a las elecciones, se reencuentra con la chica. Ella, por alguna razón, le perdona que en tres años ni un telefonazo ni chat ni guasap ni nada, y como que quieren arrejuntarse de nuevo. Lo que sigue, ya lo adivinaron: que aparecen los condenaos de negro otra vez a meter cuchara. ¿Por qué? Porque, bueno, supongo que tienen que justificar su salario a fin de mes, ¿no? Ahora, nuestro héroe tendrá que hacer lo imposible para defender su romance con esa chica a la que no conoce de nada salvo que es el amor amoroso de su vida entera, luchando contra la organización más poderosa de las organizaciones una lucha sin esperanzas que... buenoooooo... es Hollywood, para qué nos vamos a engañar, ¿no?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Philip K. Dick. El escritor de SciFi que para el cine valió más muerto que vivo. O sea, los jodidos se esperaron hasta que se muriera en 1982 para estrenar "Blade Runner". Pero desde ese entonces, Philip K. Dick (¡qué buen apellido ése, apto para meter...! Mejor sigamos) se ha transformado en presencia constante del cine. ¿"El vengador del futuro", "Minority Report", alguien...? Podríamos decir que Philip K. Dick es como Borges pero en yanki: la mitad de erudito y el doble de a ver cómo se la meto doblada a mi público. El hombre trabajaba con cositas raras como la naturaleza de la realidad, nuestra relación con nuestra memoria para construir nuestra identidad, la posibilidad de que poderes en la sombra tales como las grandes corporaciones o incluso Dios estuvieran manipulándonos, etcétera. Casi nada. No en balde algunos relatos de Philip K. Dick fueron cyberpunk antes de que existiera el Cyberpunk, y predijeron la idea de que nosotros ya no estamos demasiado seguros de quienes somos. ¿Crees que estás leyendo esto? Mira de nuevo. Quizás el General Gato ni siquiera existe, quizás sólo es una proyección de tu propia mente sicótica, y fuiste tú mismo quien creó Cine 9009, y por eso encuentras que es un blog tan bueno, si es que en el fondo repite como caja de resonancia tus propias opiniones, y en el fondo, cuando descubres tu identidad, descubres que no eres quien dice que es el carnet, sino que eres Philip K. Dick que ha vuelto a resucitar, y que está escribiendo esta mermelada en este minuto porque Philip K. Dick, o sea tú, eres Dios. Algo así sería un relato del bueno de Dick. O un perfil rareta de Facebook, ya puestos. Que hay muchos. Cientos. Miles. Y no quieres ser amigo de ellos. Ni vía Facebook siquiera.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Odio los clichés, pero lo usaré por expresarlo bien: "esta es una peli que te hace pensar". Pero no dicho como esas pelis culturetas llenas de incoherencias y cosas locas y posmo que te la meten doblada so pretexto de que si no entiendes no es la peli la mala sino tú el tontomorfo incapaz de entender ALTURAS. Veamos el planteamiento. Hay una serie de agentes que forman parte de una organización burrocrática con poderes que te defecas, y que son capaces de alterar la realidad, y la utilizan para guiar la existencia de las personas, trabajando para el típico jefe misterioso de esto-o-aquello. A partir de ahí, la peli juega de manera muy inteligente con los tópicos de la libertad, la determinación del destino, etcétera. Todos conocemos el estándar de las pelis hollywoodenses en donde si el destino favorece al héroe, entonces éste se cumple sí o sí, y si no lo favorece, el héroe siempre se las arregla para tirar de la hebra y romper la realidad y en general SCREW DESTINY, yo hago mis propias reglas. Destino a la carta, etcétera. Un ejemplo flagrante fue otra adaptación de Philip K. Dick, "Sentencia previa", en donde el prota se las arregla para saltarse el destino, la realidad y la fórmula mágica de la Coca Cola si hace falta, todo para que podamos tenir un HAPPY END como Hollywood manda (por otra parte en esa actuaba ¡¡¡TOM!!!, así es que, qué esperaban). Porque para eso fuiste al cine, ¿no? Para ver un happy end, que para finales infelices ya está la vida, ¿verdad? En la superficie, esta peli sigue un poco el mismo esquema: el destino (los agentes del destino, en forma literal, más bien) dice que el prota no puede reunirse con la chica por una razón u otra, y el héroe desea estar con la chica y hace lo imposible por hacer lo que todo yanketa de corazón hace, o sea, torcerle la mano al destino adverso blah-blah-blah. Pero en un segundo nivel, cabe preguntarse, ¿por qué? Bueno, por estar con la chica. ¿Y por qué desea estar con la chica...? Oh-crap... Si hacemos FFWD hasta el final (sin spoilers... bueno, trataré), ¿qué pasa con el destino? ¿Al final puede romperse o no? ¿Puede irse contra el plan o no? En ese sentido, el final no deja de ser paradójico, porque con la información que se entrega, uno puede preguntarse hasta qué punto el prota ha sido de verdad libre para escoger con libertad... suena como trabalenguas, pero tiene sentido si se sientan a verlo por sí mismos. Además, la peli abunda en un tema no siempre demasiado socorrido en Hollywood: la libertad de verdad no sólo sirve para que los seres humanos mejoren y se perfeccionen, sino también para hacer saltar al mundo en pedacitos. ¿Qué pasa en el mundo si no existen los agentes del destino? Uno de ellos es bien explícito: la Edad Media. Claro, esto es más debatible, cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero en potencia está el concepto de que uno cuando es verdaderamente libre, no sólo lo es para la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, sino también para autodestruirse o aniquilar a los demás. Por otra parte, ¿qué pasa cuando para conseguir un gran bien se necesita infligir un gran mal? Nuestro prota es infeliz, y esa infelicidad le ha sido provocada por los agentes del destino con un propósito muy específico que quizás podríamos considerar como benevolente, pero ¿y qué pasa con el prota mismo, que tiene que bancarse sus propias lágrimas por el bien de los demás? Otra pregunta difícil. ¿La respuesta, al final del camino? La propia peli no entrega una definitiva. Interpretado de manera crasa, puede considerarse como una ida de olla teológica más o menos, pero la peli misma es muy ambigua al respecto. Después de todo, los famosos agentes del destino podrán ser muy poderosos, pero tampoco son todopoderosos, y pueden de una manera u otra ser burlados. Incluso está implícito en la peli que los agentes podrían ser mucho más badass, pero no lo son porque eso sería incluso para peor: los agentes del destino no tendrían libertad para, por decirlo así, "portarse mal". ¿Mi opinión personal? Sin spoilers, claro. Mi opinión final es que el famoso libro del destino, en donde se está escribiendo todos los eventos que suceden en esta peli, no es de Philip K. Dick, sino... "La crítica de la razón práctica" de Inmanuel Kant. Que a esos pobres condenaos sólo les falta andar llevando la etiqueta de "imperativo categórico" tatuado en la frente, vamos.

-- ¿La producción? Discreta, funcional, buena sin pasarse. Matt Damon hace un buen protagónico como ese político esto-o-aquello, Emily Blunt dota de carisma a un personaje sin más motivación ni objetivo en la vida dentro de la peli que preparar al héroe para ser héroe (pensar que con "El diablo viste a la moda" o "La joven Victoria" e incluso "El hombre lobo", Emily Blunt estaba coronándose para reina de las pelis fashion/deépoca, y ahora con ésta y "Looper" está transformándose a pasos vista en la nueva musa SciFi), y siempre es agradecido tener a Terence Stamp como malo maloso. La banda sonora de Thomas Newman, no particularmente memorable considerando que hablamos del tipo que compuso el soundtrack de "WALL-E" y de "Skyfall". La dirección es directa y funcional, privilegiando un aire vagamente irreal, haciendo así más creíbles los aspectos más surrealistas de la trama. Esta es la primera peli de George Nolfi, y si bien no es una obra maestra ni tiene demasiados ingredientes como para considerarle un cineasta de fuste (por otra parte, siendo su opera prima, se vale un poco de manga ancha al respecto), consigue eludir los tics más recurrentes del cine de Hollywood hoy por hoy (que no abusa de la fotografía azul/naranja ni de la cámara epiléptica ni del product placement etcétera). Incluso podemos decir que tenemos una peli con cierta personalidad, dentro de lo suyo. Dado como están las cosas allá afuera, no es menor.

IDEAL PARA: Hacerse un par de preguntitas de ésas de tipo quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].


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